Bueno, no hay que olvidar que García-Trevijano fue aliado de los comunistas en la etapa antifranquista. Fue uno de los fundadores de la Junta Democrática en 1974, cuyo principal valedor era el PCE, y fue el presidente nominal de la Plata-Junta, cuando la Junta Democrática se fusionó con la Convergencia Democrática. De entre los partidos que se reclamaban comunistas, además del PCE, estaban también el MC (Movimiento Comunista), los dos mayores partidos maoístas (el PTE y la ORT) y varios grupos más. El que esto escribe recuerda que, en lo esencial, nadie impugnó esa gran concertación democrática por la libertad, la amnistía y el cambio de régimen.
Eso significa que, en determinadas condiciones y contextos, podría suceder que los comunistas se alíen con sectores republicanos burgueses que se auto-reconocen como tales (es decir que no emplean palabrerío pseudo-revolucionario).
Mantener ese tipo de alianzas es otra cosa. En cada momento hay que analizar las circunstancias concretas y los objetivos de cada uno. En todo caso, García-Trevijano en particular sigue coincidiendo con la crítica al "régimen del 78" (como se le viene llamando ahora) que hicieron los sectores comunistas que no renunciaron a la perspectiva revolucionaria y que ase opusieron al entreguismo social-reformista de aquellos que votaron la constitución monárquica. En algunas cosas sigue siendo más progresista: por ejemplo, dice en su programa actual: «Por lealtad a la sociedad civil, los Partidos Políticos, Sindicatos y Organizaciones No Gubernamentales no pueden ser financiados por el Estado». Comparemos esto con la práctica cotidiana de muchos sindicatos y organizaciones sociales que se reclaman "de clase".
Es decir en algunos puntos podrían caber acuerdos puntuales, sin renunciar a una profunda crítica ideológica.
Eso significa que, en determinadas condiciones y contextos, podría suceder que los comunistas se alíen con sectores republicanos burgueses que se auto-reconocen como tales (es decir que no emplean palabrerío pseudo-revolucionario).
Mantener ese tipo de alianzas es otra cosa. En cada momento hay que analizar las circunstancias concretas y los objetivos de cada uno. En todo caso, García-Trevijano en particular sigue coincidiendo con la crítica al "régimen del 78" (como se le viene llamando ahora) que hicieron los sectores comunistas que no renunciaron a la perspectiva revolucionaria y que ase opusieron al entreguismo social-reformista de aquellos que votaron la constitución monárquica. En algunas cosas sigue siendo más progresista: por ejemplo, dice en su programa actual: «Por lealtad a la sociedad civil, los Partidos Políticos, Sindicatos y Organizaciones No Gubernamentales no pueden ser financiados por el Estado». Comparemos esto con la práctica cotidiana de muchos sindicatos y organizaciones sociales que se reclaman "de clase".
Es decir en algunos puntos podrían caber acuerdos puntuales, sin renunciar a una profunda crítica ideológica.