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    Evolución de la política económica cubana desde 1959

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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por NSV Liit Sáb Dic 29, 2012 1:53 pm

    Es un tema del que no conozco nada, pero me ha parecido interesante la división en etapas que se hace en el libro "Cuba: economía y poder (1959-1980)", de Alberto Recarte (Alianza Editorial, 1980). Se trata de un libro más bien anticastrista y contrario al socialismo, pero bueno, tampoco cae en la propaganda barata...

    En el libro se habla de las siguientes etapas:

    1959-62, Periodo del triunfo de la revolución
    :

    aplicación de leyes reformistas que habían estado en discusión y habían sido elaboradas ya desde 1953 desde diversos ámbitos, y que según el autor, reflejaban los deseos e intereses de la mayoría del pueblo. Se aplicaron medidas progresistas como la intervención sobre la Compañía Cubana de Teléfonos (en manos norteamericanas hasta entonces), la rebaja del 50% en los alquileres onerosos, el úso público de las playas (hasta entonces estaban en manos privadas), expropiación de terratenientes (ya fueran norteamericanos o cubanos), etc. Estas medidas que he mencionado son casi inmediatas, se toman ya en 1959. A partir de 1960, con el aumento de la tensión con los EEUU y la presión de este país sobre Cuba, la Revolución Cubana va radicalizándose. En este mismo año (1960) se establecen relacciones diplomáticas con la URSS y se nacionalizan importantes empresas en manos de los EEUU, por ejemplo las refinerías de la Standard Oil y la Shell, así como 36 grandes centrales azucareras (también en manos yankis). A finales de año se nacionalizan bancos y otras grandes empresas, independientemente de que estuvieran en manos yankis o no.

    Hasta aquí, según el autor del libro, la Revolución Cubana se ha movido dentro de los límites de las reformas burguesas (yo no estoy del todo de acuerdo con eso, pero bueno). Según el autor, estas reformas eran apoyadas por la inmensa mayoría del pueblo cubano, incluyendo la clase media e ilustrada del país. Además se liquidó la corrupción, el robo legal a gran escala y La Habana dejó de ser el burdel de los EEUU. Es la época de la Independencia real, respecto al capital norteamericano, y respecto a una clase política más vinculada al gansterismo que a las normas democráticas. Ante estas medidas, la reacción del vecino del norte es totalmente desproporcionada. El autor apunta la posibilidad de que sea esta reacción la que radicalizó la revolución cubana, pero también menciona la posibilidad de que fuera una evolución intencionada y ya "calculada" de antemano por los revolucionarios.

    En 1961 los EEUU se convierten directamente en enemigos del régimen cubano. Se produce el intento de invasión de Baía de Cochinos (Playa Girón), el 15 de abril. El 16 de abril, Fidel proclama el carácter socialista de la revolución. Mientras tanto se produce la célebre campaña de alfabetización (el índice de analfabetismo era por aquel entonces de un 23%), y a finales de 1961 Fidel declaró Cuba como "país libre de analfabetismo").

    EN 1962 tiene lugar la crísis de los misiles. Y en 1963 se produce la segunda reforma agraria (que reduce el límite superior de las propiedades a 67 hectareas).

    En cuanto a los resultados económicos, si bien 1959 y 1960 fueron buenos años,sobre todo desde el punto de vista de la zafra, 1961 y 1962 son años difíciles, con graves deficiencias económicas. Por un lado se reduce la superficie sembrada (en un intento por diversificar la producción agrícola), por otro se inicia un proceso de industrialización acelerado (que según el autor fracasó). A finales de 1962 tuvo que introducirse el sistema de cartillas para el abastecimiento de la población. Aunque el autor no lo relacciona directamente, es evidente que la política agresiva norteamericana tuvo mucho que ver en esta situación, ya que el gobierno norteamericano prohibió todo comercio de sus empresas con Cuba (recordemos que EEUU era el principal socio comercial de Cuba, en 1958 el 70% de las importaciones cubanas y el 67% de las exportaciones se realizaban con los EEUU -datos del mismo libro), además prohibió también que en las transacciones comerciales de terceros con cuba se usara el dolar, y amenazó con elaborar una lista negra de barcos que comerciaban con Cuba.

    Desde el punto de vista político hay una lucha entre las tres grandes organizaciones del país: el Movimiento 26 de julio, el Directorio Revolucionario, y el Partido Socialista Popular (comunista). Las tres organizaciones estaban integradas en las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), que acabaron siendo dominadas por el PSP. Sin embargo tras la crisis de los misiles, el PSP (dirigido por Aníbal Escalante), que representaba el ala más pro-soviética, cayó en desgracia, y el predominio pasó al Movimiento 26 de Julio.

    1963-1966, época del GRAN DEBATE ECONÓMICO

    Crecimiento económico modesto (decrecimiento en términos de renta real per cápita). Es la época de un gran debate económico,que en realidad dura hasta 1970, y una lucha entre distintas concepciones de la construcción del socialismo: por un lado el guevarismo, por otro la ortodoxia económica (ortodoxia en relacción con los países socialistas del bloque soviético, era defendido por Dorticós, Carlos Rafael Rodríguez y Fernández Font). Si desde 1966 se impone el guevarismo, defendido, naturalmente, por el Che, en 1970 se produce el fracaso de esta corriente, triunfan los ortodoxos y se acepta la dependencia económica absoluta de la URSS. El triunfo de los ortodoxos supondrá el fin de la depresión económica y el país empezará a desarrollarse a buen ritmo (siempre según el autor del libro, naturalmente).

    A pesar de que el Che se marchó de Cuba a finales de 1965, el apoyo de Fidel a su concepción de la construcción del socialismo supuso el triunfo del guevarismo en la discusión económica y su aplicación práctica (1967-70), sin embargo, la aplicación práctica fracasó (según el autor), el país entró en crisis económica, por lo cual se cambió de política en 1970. Desde entonces Fidel dejó de intervenir directamente en cuestiones económicas, la política económica fue dirigida más bien por el Presidente Dorticós, Carlos Rafael Rodríguez, Fernández Font y el Banco Nacional (más tarde, en 1974-75 Dorticós caería, por el fracaso en la zafra, y fue sustituido por Rodríguez, que duró poco en el cargo, por su tendencia demasiado pro-soviética; a Rodríguez le sustituyó Font).

    Los guevaristas defendían la eliminación de todo tipo de estímulos materiales en la producción, por ser contrarios al socialismo. Era una discusión sobre la rapidez en los cambios, aunque en la práctica se reflejara en si se mantenía el salario de acuerdo con la producción, si se mantenía el papel del dinero, del interés, del beneficio, o había que eliminar todos estos elementos propios de la sociedad capitalista o como mucho de un país atrasado que comienza a construir el socialismo. El Che era partidario de esta segunda opción (eliminación de estos elementos capitalistas) y pensaba que los partidarios de mantenerlos eran en realidad mecanicistas, conservadores y defensores del sistema establecido. En realidad esta discusión era más profunda y se remontaba a las discusiones entre bolcheviques y mencheviques sobre si la revolución (recordad que Lenin pensaba que precisamente la revolución tendría lugar en un país como Rusia, no tan avanzado como otros, por ser el eslabón más débil del imperialismo, pues bien, el Che, defendía algo similar en Cuba).

    Esta idea del Che fue criticada por Charles Bettelheim, que consideraba que la situación de Cuba no era esta, e insistía en mantener la correspondencia entre las formas y las relacciones de producción (es decir, que no se pueden aplicar medidas que no se correspondan con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas).

    Otra de las grandes discusiones de fondo fue la Ley del Valor, de si esta debía de regular las relacciones entre productos y empresas, o no. Si se mantenía, eso suponía que las empresas deberían de ser unidades independientes unas de otras, deberían funcionar según criterios de rentabilidad (si no eran retables debían desaparecer), y cada unidad debería preocuparse por adecuar salarios, ganancias o inversiones a sus ingresos y expectativas. Si se prescindía de la Ley del Valor, gracias a la planificación socialista, se consideraría al país una gran empresa, donde por lo tanto no tiene lógica que un departamento le venda a otro. En este caso el dinero no juega ningún papel, no es necesario.

    De nuevo se produce una discusión teórica sobre este tema entre el Che y Bettelheim, a nivel internacional, o en Cuba, entre el Che, por un lado,y el Banco Nacional (dirigido entonces por Fernández Font) y el Centro de Comercio Exterior (dirigido por el Comandante Mora), por otro. Como en la discusión Fidel acabó apoyando las tesis del Che,  se eliminaron los pagos entre empresas, los intereses en los créditos, el cálculo de ingresos y gastos, etc.

    En realidad desde 1963/64 las ideas del Che se estaban ya imponiendo y aplicando en la industria, y las de Bettelheim, Carlos Rodríguez Mora, y Font, en agricultura y en empresas de comercio exterior. En el INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria - dirigido por Carlos Rodríguez) reinaba la descentralización, la autofinanciación, el cálculo económico de la rentabilidad, el intercambio mercantil de productos, etc. En la industria en cambio predominaba la centralización y no había intercambio mercantil. A la vez el Che era firme partidario de la participación del obrero en la administración de empresas.

    Básicamente la idea del Che era la siguiente (siempre según Alberto Recarte, claro): el dinero opera como elemento meramente artimético. Las empresas no tienen fondos, sino asignaciones por parte del estado,que pueden retirar cuando quieran. Sus ingresos pasan directamente al estado. La distribución presupuestaria la realizan los organismos centrales del Estado.

    Según el autor del texto, en la práctica el sistema no funcionó y provocó una alta inflación (los distintos sectores económicos presionaban por conseguir cada vez mayores asignaciones presupuestarias).

    Otra de las grandes discusiones fue la cuestión de estímulos morales o materiales. El Che era contrario a los estímulos materiales, ya que eran reflejo de una sociedad antigua, y se trataba de crear un hombre nuevo. Además el Che temía que con la presencia de estímulos materiales se creara una casta burocrática privilegiada.

    (sigue más abajo)


    Última edición por NSV Liit el Sáb Dic 29, 2012 2:50 pm, editado 3 veces
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por Razion Sáb Dic 29, 2012 2:36 pm

    Es un tema más que interesante para debatir. Agradezco al camarada NSV Liit, por haberlo iniciado y por la información compartida.
    La revolución Cubana, influyó mucho, sobre todo en los países latinoamericanos, pero siempre fue bastardeada por la "ortodoxia" (es decir el revisionismo) de los PCs. Particularmente considero que un cuadro como el Che, era más que necesario en la Revolución Cubana. Me parecen correctas y acertadas sus posturas en lo que respecta a la construcción del socialismo (principalmente en los temas económicos, dado que jugó un papel central en el desarrollo de la economía Cubana), sobre todo por entrar en contradicción con las tesis que se empezarían a impulsar en la URSS (algunas ya se impulsaban y otras comenzarían a tener cuerpo teórico).
    El supuesto fracaso del intento de industrialización acelerada (uno de sus principales impulsores era Guevara, supongo que con el apoyo explícito de Fidel), no es tal. Muchas de las industrias que se desarrollaron en aquella época, fueron parte del sostén del tejido industrial cubano que perdura hasta hoy. Cabe destacar que algunos de los planes no alcanzaron el objetivo deseado por la dirección revolucionaria (como por ejemplo, convertir a Cuba en el principal productor de acero del Caribe), pero no implica que con lo alcanzado no se marcaran sustanciales diferencias respecto al atraso en el que estaba la Isla bajo el dominio imperialista, o que no se lograra un grado de desarrollo industrial superior al de los países semicoloniales próximos a Cuba.
    Desde el punto de vista conceptual, también demostraba que un país atrasado y con escasos recursos, puede desarrollar sus fuerzas productivas (que si bien ya la propia URSS lo había demostrado, al igual que China, era algo a lo que fueron oponiéndose la línea más revisionista de los economistas soviéticos, que terminaron apoyándose en líneas como la de la "división internacional del trabajo"), claro está, con el apoyo -obligado por el internacionalismo proletario y revolucionario- de las potencias socialistas.

    Saludos
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por NSV Liit Sáb Dic 29, 2012 2:50 pm

    Razion escribió:Es un tema más que interesante para debatir. Agradezco al camarada NSV Liit, por haberlo iniciado y por la información compartida.
    La revolución Cubana, influyó mucho, sobre todo en los países latinoamericanos, pero siempre fue bastardeada por la "ortodoxia" (es decir el revisionismo) de los PCs. Particularmente considero que un cuadro como el Che, era más que necesario en la Revolución Cubana. Me parecen correctas y acertadas sus posturas en lo que respecta a la construcción del socialismo (principalmente en los temas económicos, dado que jugó un papel central en el desarrollo de la economía Cubana), sobre todo por entrar en contradicción con las tesis que se empezarían a impulsar en la URSS (algunas ya se impulsaban y otras comenzarían a tener cuerpo teórico).
    El supuesto fracaso del intento de industrialización acelerada (uno de sus principales impulsores era Guevara, supongo que con el apoyo explícito de Fidel), no es tal. Muchas de las industrias que se desarrollaron en aquella época, fueron parte del sostén del tejido industrial cubano que perdura hasta hoy. Cabe destacar que algunos de los planes no alcanzaron el objetivo deseado por la dirección revolucionaria (como por ejemplo, convertir a Cuba en el principal productor de acero del Caribe), pero no implica que con lo alcanzado no se marcaran sustanciales diferencias respecto al atraso en el que estaba la Isla bajo el dominio imperialista, o que no se lograra un grado de desarrollo industrial superior al de los países semicoloniales próximos a Cuba.
    Desde el punto de vista conceptual, también demostraba que un país atrasado y con escasos recursos, puede desarrollar sus fuerzas productivas (que si bien ya la propia URSS lo había demostrado, al igual que China, era algo a lo que fueron oponiéndose la línea más revisionista de los economistas soviéticos, que terminaron apoyándose en líneas como la de la "división internacional del trabajo"), claro está, con el apoyo -obligado por el internacionalismo proletario y revolucionario- de las potencias socialistas.

    Saludos

    Muy buena intervención, camarada. Totalmente de acuerdo. Estaría bien si los que entendéis más del tema (por desgracia yo no me cuento entre ellos), complementárais de esta manera la información que estoy posteando, ya que se trata de un libro básicamente anticastrista (aunque es serio y no cae en la propaganda, al menos no de manera evidente).

    Salud, camarada.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por NSV Liit Sáb Dic 29, 2012 4:00 pm

    1966-70, APLICACIÓN DEL GUEVARISMO EN LA ECONOMÍA

    Destaca el intento de crear una economía independiente, no vinculada estrechamente a la soviética (recordad que la URSS estaba dominada entonces por los revisionistas, como bien ha mencionado el camarada Razion).

    Si ya en 1962 se había producido un conflicto con los más prosoviéticos, a consecuencia del papel jugado por la URSS en la crisis de los misiles (el dirigente comunista Aníbal Escalante fue acusado de sectarismo), en este periodo vuelve a reactivarse el conflicto, con el llamado segudo Affaire Escalante (o el caso de la microfacción). De nuevo la discusión gira en torno a la excesiva dependencia económica de la URSS. Naturalmente esto no significa que no se considere a la URSS un país amigo, de hecho el propio Fidel apoya a invasión de Checoslovaquia y afirma que esperaría una actuación similar de la URSS en Cuba, en el caso de que los EEUU intentaran desestabilizar la isla.

    Por un lado la URSS se había comprometido a comprar toda la producción de azúcar cubano, por otro Fidel suponía que con la exportación de azúcar podría solucionarse el problema de la Balanza de Pagos, y a su vez, se podría financiar con ella la independencia económica y política para realizar una política antiimperialista y revolucionaria. Sin embargo el fracaso(según el autor) de 1970, impidio la realización de los ambiciosos planes de Fidel, y Cuba acabó dependiendo totalmente de la URSS.

    La idea de Fidel era conseguir una zafra de 10 millones, con la que diversificar su clientela y no depender de la tutela soviética. Si bien, se seguía considerando a la URSS un país amigo, y las declaraciones de Fidel sobre la URSS estaban llenas de respeto y admiración por la URSS, en realidad, se seguía una política bastante independiente, sobre todo a nivel internacional, apoyándose todo tipo de movimientos revolucionarios aunque no fueran marxistas "ortodoxos".

    Por otro lado se aplican medidas guevaristas en la economía, se produce la centralización (necesaria para la aplicación del sistema de financiación presupuestaria), en 1967 se elimina incluso el Presupuesto Estatal, sustituyéndose por una asignación anual de recursos monetarios para el pago de salarios y el mantenimiento de relaciones comerciales con el sector privado todavía existente. Se suprimen los cobros y pagos entre empresas. Se extiende la política de gratuidad (servicios públicos gratuitos, los universitarios reciben dotaciones económicas por parte del estado, los trabajadores comida y ropa de trabajo). Desaparecen los estímulos materiales. En 1966 se suprimen sindicatos y organizaciones de masas excepto los Comités de Defensa de la Revolución. La gestión política y social recae en el Buró Político de ocho miembros. Sin embargo la inflación se dispara y el mercado negro está en apogeo.

    En 1968 se produce la llamada Ofensiva Revolucionaria. El 13 de marzo Fidel afirma en un discurso: (...)hay que impulsar todavía más el esfuerzo productivo, es decir, la realización de gigantescos planes económicos de la Revolución. Y también: (...) hay que extirpar hasta la raíz el egoísmo, el individualismo y todas las formas de parasitismo y explotación. Así que se retoma la política de nacionalizaciones, que afectarán ahora a todas las empresas industriales y comerciales en manos privadas. Para abril de 1968 el sector privado había dejado de existir en La Habana. Además medio millón de habaneros se disponían a ir de voluntarios al campo durante la zafra.

    Según el autor del libro es un episodio más del conflicto y la lucha entre pueblo-ciudad (también se afirma que Fidel considera que la ciudad, en concreto La Habana, es origen de los males de su pueblo - pero a mí me parece que es una afirmación bastante grautita por parte del autor).

    Fidel toma las riendas de la política agraria, sustituye a Carlos Rodríguez en la dirección de la INRA. Se paralizan las inversiones no vinculadas a la zafra de 10 millones. Se extiende el absentismo laboral. Años más tarde el propio Fidel hará una severa autocrítica de la política económica de este periodo (en su informe para el I Congreso del PCC en 1976).

    1970: Adopción de la Nueva Política Económica (ojo, no tiene nada que ver con la NEP soviética)

    Ante el fracaso de la zafra de 10 millones de toneladas de azúcar, Fidel realiza una autocrítica. El propio Fidel renuncia a la dirección del país y propone ser sustituido por personas más capaces, pero su renuncia no es aceptada.

    Se inicia una nueva política económica, con el apoyo total de la URSS. Entre otras cosas reparecen los sindicatos, se vinculan los salarios a la productividad, se limita la política de gratuidad, se reducen las pensiones, suben los precios de productos no esenciales. Se intenta sanear el sistema financiero, retirándose entre 1971-80 más de la mitad del dinero en circulación, se reabren lugares de ocio, restaurantes, etc, se permite el suministro de bienes como cerveza, tabaco y ron (aunque a precios muy altos). Se retauran controles financieros sobre las empresas. Una JUnta Central de Planificación (JUCEPLAN) controla las inversiones. En 1974 se lanza un plan anual y en 1975 uno quinquenal. Se reintroducen los estímulos materiales en todos los sectorse. Se reducen los trabajos voluntarios y las movilizaciones. Se decide el pago de horas extras. Para aumentar la mano de obra se dicta la "Ley sobre la Vagancia", disminuye el número de efectivos del ejército, se estimula el trabajo de la mujer, etc.

    En definitiva, se aplica un nuevo sistema de Dirección Económica ortodoxo, utilizando los beneficios, los precios, los costes y la rentabilidad.

    En el libro se menciona un discurso del 3 de marzo de 1976 de Raul Castro, en el que hay una severa crítica de la política económica realizada hasta entonces: "La responsabilidad principal (...)recae, primero, en nosotros, los compañeros de la dirección del partido y del gobierno, que por las razones de idealismo y de utopía que con ejemplar honestidad revolucionaria señalara Fidel, hemos desconocido las leyes económicas objetivas a las que debíamos atenernos y la experiencia de otros países en la que debíamos apoyarnos, y nos hemos puesto, en determinados momentos, a inventar procedimientos -originales- para dirigir la Economía.

    (hay que entender que esta crítica se realiza en el marco de la lucha contra el guevarismo y contra las críticas a la URSS, así que quizás sea un reflejo más bien de la lucha de los revisionistas dentro del PCC contra el sector revolucionario- nota de NSVLiit).

    Según el autor del libro, el resultado de la política llevada a cabo hasta 1970 fue una fuerte depresión económica, tanto en agricultura como en la industria, que llevaron al país casi a la miseria. Con el cambio de política, la situación mejoró rápidamente, aunque solo en 1973 se alcanzó el nivel de 1967-68. En 1976 de nuevo habría crisis, esta vez a consecuencia del descenso de los precios del azúcar y otros problemas internos.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por sorge Sáb Dic 29, 2012 8:24 pm

    En un libro nada favorable a los paises socialistas llamado los 5 comunismo de gilles martinet dice lo siguiente:
    En 1963 la situación económica era extremadamente inquietante.
    El ministerio de Industria habia previsto la creación de 100.000 viviendas, y numerosos edificios permanecían inacabados. Había comprado gran número de máquinas extranjeras que no llegaba a utilizar. Este derroche había sido posible gracias a la ayuda soviética: 40 dólares por habitante y año, es decir, como ha señalado René Dumont, el equivalente a la renta anual media de las regiones pobres de África como el sur de Marruecos,Renia,etc.
    Cuba quería reducir el desequilibrio de sus intercambios exteriores. Estaba a punto de perder su principal moneda de cambio, el azúcar. Guevara quería poner fin al monocultivo azucarero y operar una diversificación de la producción agrícola. El proyecto era en sí razonable. Cuba padecía una falta de cultivo productores de víveres y de cultivos industriales. Era importante para que la población estuviera mejor alimentada y para que las fabricas recibieran materias primas nacionales.
    Desgraciadamente, esta reconversión se realizó bajo el signo de centralismo estatal. Los grandes terrenos habían sido regrupados en la granjas del pueblo que cultivaban superficies demasiadas grandes, faltas de técnicos y recibiendo de La Habana órdenas contradictorias.
    El resultado de este medidas fue una rápida caída de la producción azucarera(3,8 millones de toneladas en 1963 frente a 6 millones en 1961) y una baja de la productividad en la mayoría de los demás sectores. un racionamiento severo tuvo que insturarse.
    Castro realizo entonces una primera gira. Decidio aminorar el ritmo de industrialización y encauzar todos los esfuerzos hacia la agricultura. El cultivo de la caña fue rehabilitado y establecidos contratos a largo plazo con la URSS, China, Checoslovaquia y Polonia.

    Libro editado por Sodepaz: visión desde Cuba,articulo de Jose Bell Lara de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales(FLACSO)de La Habana, articulo: legitimidad del socialismo cubano,subapartado En cuba se inició la critica practica al modelo del socialismo real,extractos en el cual se refiere a los años 70:
    Esta fue una etapa contradictoria, mientras por un lado se acumulaban una serie de errores y tendencias negativas que se manifestaron en la implantación de un Sistema de Dirección y Planificación de la Economía(SDPE) que absolutizaba el papel de los mecanismos ecónomicos, con la tendencia al manejo tecnocrático de la economía, el mimetismo y la copia acrítica de diferentes estructuras del socialismo real, por el otro se lograron avances considerables en algunas esferas económicas, se continuó elevando el nivel de vida popular, se desarrollaron las gestas internacionales en Africa, se encontró una forma original de elegir a los órganos del Poder Popular de base y la participación popular encontró en la concepción de la guerra de todo el pueblo, otra forma más de expresarse integrando un vigoroso esfuerzo en la defensa.

    La institucionalización del socialismo real y de sus mecanismos ecónomicos generaron objetivamente tendencias hacia el capitalismo y el burocratismo, mientras se hacía patente la ineficiencia económica, factores que están en el entramado de la crisis del socialismo real.


    Respecto al proceso de rectificación de errores de los 80 se refiere de esta forma:
    El socialismo no es sólo crecimiento de las fuerzas productivas, cada paso de avance de las fuerzas productivas tiene que ir acompañado de un avance de la conciencia porque su tarea esencial no es el crecimiento económico por sí, sino que el objetivo del desarrollo económico por sí, sino que el objetivo del desarrollo económico es la formación de un hombre nuevo, lo que implica un duro proceso de construir una nueva ideología, una nueva moral, un nuevo modo de vida.
    Estos son los presupuestos que llevaron al proceso de Rectificación, una contraofensiva estratégica que retomaba los elementos esenciales del proyecto socialista desarrollado en la decada del ´60, a un nuevo nivel, basado en una concepción del desarrollo que sitúa al hombre como objeto y sujeto del mismo, le da un papel estratégico a la conciencia subordinada la economía a los intereses sociales, sin olvidar la busqueda de la eficiencia y le dio nuevo impulso a la participación popular.
    En la percepción de los cubanos, el socialismo no es perfecto, sino un proceso social que tiene como objetivo que los resultados del desarrollo alcanzado lleguen a todos los miembros de la sociedad. Este es un desafio permanente.
    En los hechos, el proceso de Rectificación inició una crítica práctica al modelo de socialismo real existente en Europa, desde la izquierda, desde la perpectiva de resolver los problemas del socialismo con metodos socialistas.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por Razion Sáb Dic 29, 2012 10:07 pm

    Comparto este artículo de Guevara Sobre el sistema presupuestario de financiamiento que es esencial para entender su postura en el debate económico cubano. Por otro lado, recomiendo un libro que otras veces he mencionado en el foro "Che Guevara Y El Debate Economico En Cuba" de Luiz B. Pericas. Muy bueno.
    Saludos
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    Mensaje por PequeñoBurgués Sáb Dic 29, 2012 10:49 pm

    Se inicia una nueva política económica, con el apoyo total de la URSS. Entre otras cosas reparecen los sindicatos, se vinculan los salarios a la productividad, se limita la política de gratuidad, se reducen las pensiones, suben los precios de productos no esenciales. Se intenta sanear el sistema financiero, retirándose entre 1971-80 más de la mitad del dinero en circulación, se reabren lugares de ocio, restaurantes, etc, se permite el suministro de bienes como cerveza, tabaco y ron (aunque a precios muy altos). Se retauran controles financieros sobre las empresas. Una JUnta Central de Planificación (JUCEPLAN) controla las inversiones. En 1974 se lanza un plan anual y en 1975 uno quinquenal. Se reintroducen los estímulos materiales en todos los sectorse. Se reducen los trabajos voluntarios y las movilizaciones. Se decide el pago de horas extras. Para aumentar la mano de obra se dicta la "Ley sobre la Vagancia", disminuye el número de efectivos del ejército, se estimula el trabajo de la mujer, etc.

    Es decir, por esta época Cuba deja de pensar que en el socialismo se atan los perros con longaniza y se vuelven materialistas.
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    Mensaje por Razion Sáb Dic 29, 2012 10:59 pm

    PequeñoBurgués escribió:

    Es decir, por esta época Cuba deja de pensar que en el socialismo se atan los perros con longaniza y se vuelven materialistas.

    No se a que te referís con ese comentario.

    Por otro lado, comparto dos textos que compartí ya en otro hilo (referido al pensamiento de Guevara).

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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por Razion Sáb Dic 29, 2012 11:26 pm

    Sobre los supuestos fallos de la política económica Guevarista, nadie mejor que Guevara defender su postura:

    (el texto va en dos mensajes porque es bastante largo)

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    Sobre las tareas fundamentales de la industria y trabajos de dirección

    Ernesto Che Guevara

    Bien, compañeros. Ustedes han escuchado un tema de disertación muy rimbombante. Ese tema se estableció hace aproximadamente un año, cuando se iniciaron estos cursos —es decir: estas conferencias— como parte de los cursos de superación administrativa, y a mí me tocaba hacer la charla final.

    Sin embargo, ha pasado mucho tiempo, y me parece que hay algunos problemas muy importantes de qué hablar en este momento, de manera que voy a alejarme algo, bastante del tema; aunque algunos de los aspectos del tema enunciado se tocarán, vamos a referirnos más a aspectos de la industria en el año 1963, los grandes problemas que hubo, la forma en que se resolvieron y, en otros casos, la forma en que incidió en la producción, en el cumplimiento de los planes, las tareas que estaban fijadas en este año para superarlas, algunas cifras del plan del año pasado, de la producción del año pasado, cifras reales y cifras del plan de este año, y también algunas orientaciones a los administradores, para los cuales estaba específicamente determinada esta charla, de manera que pueda servir de orientación general no solamente a los estudiantes de los cursos de administradores sino a todos los administradores en activo.

    Yo creo que el año 1963 ha sido muy importante para la organización del ministerio, donde efectivamente se ha dado un salto de calidad en el control de la producción.

    Este salto de calidad, sin embargo, no está reflejado en un salto igual en la producción por toda una serie de factores que después enumeraremos y, además, tampoco pueden reflejarse estos cambios cualitativos —digamos— en la organización del Ministerio en algunos de los índices más importantes como es, por ejemplo, la productividad por trabajador, que también analizaremos después. La importancia que tiene es que por fin hemos logrado dominar algunos aspectos que estaban muy débiles en la gestión del ministerio: la disciplina financiera, el análisis económico de la gestión de las industrias y el verdadero análisis del porqué, de las causas reales que motivan los incumplimientos en los planes, los atrasos en la producción y a veces caídas muy grandes que se producen.

    Con todos estos materiales, con estas armas, empezamos en año 1964 en mejores condiciones para afrontar las difíciles tareas que se nos plantean.

    Primero quería decirles que el Ministerio de Industrias no tiene el total de las industrias del país. Hay una pequeña parte privada que está en vías de integración en el sector estatal —de acuerdo con una política que ya se ha anunciado y se ha establecido y se sigue cumpliendo consecuentemente— pero, además, hay otros organismos que participan activamente en la producción industrial.

    Dejando de la al Ministerio de Industrias, el más importante de ellos es el INRA, que tiene todo un sector de industrias agropecuarias bastante desarrollado en cuanto a técnica y con un peso importante en la producción. Además, el Ministerio de la Construcción y el Ministerio de Transportes tienen un peso relativo, digno de consideración, y después hay otros organismos estatales que tienen algunas pequeñas cantidades.

    Veamos la participación relativa de cada uno de los distintos ministerios enumerados en la producción.

    El Ministerio de Industrias tiene el 76% de la producción industrial bruta, con una producción de 1 986 millones de pesos. Sigue el INRA que tiene el 18%, con 457 millones de pesos; el Ministerio de la Construcción, que tiene un 3%; y el Ministerio de Transportes, que tiene un 1%, con cifras de 68 y 27 millones, respectivamente. Después otros tienen pequeñas cantidades.

    Hay una cosa importante que más adelante será objeto de análisis. El Ministerio de Industrias, que tiene el 76% de la producción industrial bruta, tiene el 79% de los trabajadores; el INRA, que tiene el 18% de la producción industrial bruta, tiene solamente al sector industrial, desde luego. Los otros organismos no pesan en este análisis.

    Esto refleja en uno de los aspectos importantes que debemos analizar de la gestión de nuestro ministerio. La producción pro trabajador en miles de pesos, en todo el Ministerio de Industrias, alcanza ocho mil pesos por trabajador, aproximadamente, y la del INRA 15 mil pesos por trabajador. Es decir, que la productividad media de un trabajador industrial de las industrias del INRA es casi el doble que de uno del Ministerio de Industrias.

    Esto se debe a una política consciente nuestra, de incorporación masiva de toda una serie de chinchales de una gran variedad de ramas industriales, y lo hicimos con propósito de después ir a la racionalización de estas industrias y a una relativa modernización, de acuerdo con nuestras posibilidades, lo que permitirá en años futuros aumentar substancialmente la productividad por obrero.

    Naturalmente, hay que considerar además que el año analizado es un año en el cual la industria azucarera tuvo una producción muy baja, y la industria azucarera incide enormemente en el producto bruto total del Ministerio de Industrias. Sin embargo, de todas maneras se mantiene una productividad relativa más alta del INRA, que tiene una serie de fábricas modernas, como son, por ejemplo, las de productos lácteos y varias fábricas de conserva, con una técnica muy moderna y que permite utilización mínima de trabajadores.

    Esa es, en general, nuestra aspiración, para toda la industria. Es decir: aumentar el empleo por la vía de nuevas inversiones industriales, pero de una alta técnica y de una alta densidad de capital por trabajador a emplear.

    Este año que nosotros analizamos, que analizaremos ahora, el año 1963, tiene algunas características especiales. Por eso nosotros en general, para el análisis de éste y de otros años —para el análisis de nuestra gestión— hemos dividido la producción del ministerio con y sin azúcar. Esto se debe al peso grande que tiene el azúcar y a su constante baja durante los últimos años. A partir de la zafra gigante del año 1961, que llegó a los 6 millones ochocientas mil toneladas, o 6 millones 780 mil toneladas, el año 1962 ya se presenta con una baja considerable y el 1963 con una baja mayor aún. Son estos dos años donde se producen sequías muy fuertes hacía muchos años que no había en Cuba y que empatan con una incorrecta política azucarera que fue cambiada, orientaciones expresas del primer ministro a fines y a mediados del año pasado y que conducen ahora la nueva política azucarera de amplia producción y que tiene como meta alcanzar diez millones de toneladas en el año 1970.

    Considerando el año 1961 como 100, en el año 1962 cae el 72% la producción azucarera en valor, a precios constantes. Naturalmente, nosotros estamos excluyendo aquí las fluctuaciones del mercado internacional, porque eso compete a comercio exterior. Es, simplemente, el análisis de la producción y para eso debemos considerarlo siempre a precio constante. Cae al 72% y en el año 1963 cae el 59% del año 1961.

    Nosotros hemos dejado el año 1964. No queremos predecir cifras. Evidentemente va a hacer alguna mejoría. No va a ser considerable, pero va a haber alguna mejoría y lo anunciaremos cuando ya la zafra haya finalizado y tengamos la certeza de la cifra.

    Esto indica claramente el porqué de una serie de problemas, no solamente en nuestro ministerio, sino en toda la gestión económica del estado cubano, debido al peso fundamental que ha tenido el azúcar y que todavía tiene en toda nuestra economía. Por ello nosotros, de ahora en adelante, utilizaremos para analizar nuestra gestión solamente la producción de los otros productos industriales que abarcan aproximadamente un 75% del total del valor de la producción industrial bruta.

    Para lograr una producción estable se han presentado muchas dificultades. Algunas de ellas ya han sido historiadas y las conocemos por medio del análisis que hemos hecho durante varios años. Es decir, que nosotros —solamente para recordar y actualizar esto— al producirse el rompimiento de las relaciones comerciales con Estados Unidos e iniciarse el bloqueo, tuvimos que cambiar toda nuestra política comercial, y nuestros suministradores que antes en un 75% —también para dar cifras redondas, aproximadas— estaban a las 90 millas clásicas, se trasladaron a miles de millas náuticas de nuestras costas, o sea relaciones con países de economía planificada, con los cuales había que utilizar métodos completamente distintos para comprar las mercancías. Esos países tienen tecnologías diferentes a las ya clásicamente usadas por nuestras fábricas, que dependían directamente también del capitalismo norteamericano en lo fundamental, y también los problemas de almacenaje, de piezas de repuesto que se crearon.

    Todo esto configura el cuadro que hace que loa abastecimientos sean en todo momento el punto determinante de la producción. Los abastecimientos en un plan, por ejemplo para el año 1963, de unos 1 800 millones de pesos —excluyendo el petróleo que tenía un plan de abastecimiento especial que se cumplió perfectamente— había un plan de importaciones de unos 230 millones de pesos. Es decir: una sexta o una séptima parte del total del valor de la producción. Sin embargo, esto no se puede medir exactamente así, sino que es definitivo para la mayoría de la producción.

    Después podremos analizar algunos casos en los cuales el abastecimiento correcto pudo determinar también una producción bastante estable. Y el caso típico de esto lo demuestra la empresa del petróleo que tiene abastecimientos muy bien programados por la importancia que reviste el petróleo para el país, y su producción se mantiene muy estable, y de esa manera podemos tener uno de los renglones fundamentales de toda la economía bien asegurado.

    Pero esta sexta o séptima parte del total del valor de la producción industrial se refleja en la gran mayoría de los productos industriales que se entregan al consumidor en Cuba o que salen al extranjero en importaciones, debido incluso al sistema establecido por los monopolios de tecnologías norteamericanas especializadas, en las cuales había que traer una gran cantidad de piezas de repuesto. Aquí la industria mecánica no existía prácticamente y además había que traer materias primas especiales.

    La industria cubana es esencialmente manufacturera en estos casos, con la utilización de repuestos y materias primas que venían de Estado Unidos o de otros países.

    Veamos uno de los problemas fundamentales. Aquí tenemos el plan de importación que se debían de traer durante el año 1963. Como ustedes pueden ver solamente el 70% del plan se cumplió. Es decir: se incumplió ese plan en un 30%. Y el plan de producción se pudo cumplir en un 84%, o sea que hubo un 16% de incumplimiento del plan en su totalidad.

    Estas cifras son solamente como una orientación. No se debe, además no se puede, sacar conclusiones aritméticas de aquí. Es decir: un 30% de falla en el plan de importación no tiene que incidir exactamente en esta cantidad en el plan de producción.

    Había además reservas de materias primas que se consumieron durante el año, y hay algunas industrias, por ejemplo, el azúcar, que con planes relativamente pequeños y que se cumplen, aseguran una producción grande.

    Pero para dar una idea de cómo incidir el plan de importación a una producción cualquiera, tomamos nosotros los productos más insignificantes: una caja de cartón. Esa caja de cartón está hecha con pulpa Kraft o con otras pulpas —a veces no podemos usar la Kraft y tenemos que usar la de bagazo— de inferior calidad, y ésa es una de las causas de la mala calidad de nuestros envases. Y empieza el primer problema de producción. Después de esto se produce el segundo. Es decir: producción de papel, del cartoncillo. Después se produce un tercer problema cuando se van a engrapar los envases, por ejemplo, coser, si son envases de papel. Las piezas de repuesto de esas máquinas especiales, también de procedencias del área del dólar, han faltado durante los últimos años, y con esto ha provocado continuamente que estas máquinas trabajaran con una eficiencia muy pequeña. Esto provoca en primer término el cartón de mala calidad, provoca después trastornos. Pero además la cantidad de cartón es poca, las deficiencias de las máquinas, no se pueden cumplir los planes, y se empiezan a embotellar, o sea, a hacer lo que se llama "cuellos de botella", en las fábricas que tiene que distribuir a la población los productos y que no tienen envases.

    De manera que, unos productos determinados, a veces de un valor muy pequeño. . . Si pusiéramos este caso solamente, el caso, por ejemplo de todos los materiales de las máquinas de coser sacos, veríamos que inciden en la producción en cientos de veces su valor. Por eso es muy difícil hacer un análisis. Habría que penetrar mucho dentro de la complejidad de estos planes de importación para hacer un análisis que reflejara exactamente en qué forma, en cada una de las empresas, la violación del plan de importación ha incidido en su producción, y además en las empresas que dependen de la producción como esta empresa determinada. Lo damos aquí solamente como dato, porque nosotros consideramos que el abastecimiento en general es el punto débil de toda la planificación de Cuba, no del ministerio, sino de toda la planificación.

    Asegurar los abastecimientos es un problema anual y un problema diario también. Todos los años tenemos los mismos inconvenientes, y cada día tenemos inconvenientes todos parecidos, pero de índole distinta por al variedad de abastecimientos que hay, que van haciendo más difícil a las empresas cumplir sus planes.

    Veamos ahora el plan de producción y su cumplimiento en el año 1963. El plan de producción del ministerio con azúcar se cumplió sólo en un 84%, y quitando el azúcar —que ya dijimos que debíamos hacer un análisis aparte—, se cumplió en un 83%. A pesar de la baja producción de azúcar el año pasado, el plan aumenta considerablemente con el azúcar, porque nosotros ya habíamos previsto esta baja, y estaba considerada en los planes. De manera que no nos tomó de sorpresa y se pudo establecer más o menos los mismos porcentajes de incumplimiento. Es decir: alrededor de un 16% de incumplimiento del plan.

    Consideramos ahora otros datos que nos pueden dar una idea de nuestro triunfo relativo. El año 1962 está considerado como 100. Ahí podríamos haber puesto también el año 1961, y se vería claramente un aumento también. El año 1963, tomadas en su conjunto todas las empresas, menos las del azúcar, ha tenido un crecimiento del 6%. Ese crecimiento es bastante menor que nuestras aspiraciones máximas, y bastante menor también que nuestras aspiraciones lógicas. Pero, sin embargo, si consideramos todas las condiciones adversas que hemos tenido, yo creo que no podemos estar totalmente insatisfechos de haber podido aumentar la producción en un 6%.

    Para el año 1964 se prevé un aumento considerable del 25% con respecto al año 62, que es tomado como base; es decir, un aumento más o menos de un 12 o un 13%, es el aumento planificado para el año 1964. Claro que aquí se toma un año el plan y los otros años lo real.

    Si nosotros pusiéramos en líneas rayadas o en alguna forma diferenciable los planes, veríamos que casi los tres planes del año 1962 al año 1964 hubieran estado a la misma altura. Es decir nuestros planes han sido sumamente irreales, considerando después su real cumplimiento.

    Aquí han incidido varios factores. El primero de todos es el abastecimiento —creo que es el primero—, pero además, un subjetivismo bastante grande para medir nuevas posibilidades reales, y errores, a veces gruesos, en la planificación, hemos ido afinando nuestros métodos, y estamos luchando porque el plan de 1964 efectivamente se cumpla. Estamos ahora en el segundo mes. Ya en el primero tuvimos algunos tropiezos del mismo tipo: de abastecimiento. Pero de todas maneras el panorama es mucho mejor, incluso, que el año pasado, y los análisis son mucho más profundos y más certeros. De manera que se pueden prever los problemas y, dentro de lo posible, tomar las medidas pertinentes.

    Consideramos ahora las empresas que cumplieron, sobrecumplieron su producción. No sobrecumplieron sino que tuvieron un aumento de producción con respecto al año anterior. Es decir: prácticamente hay dos o tres empresas que en el año 1963 han cumplido su plan de producción. Pero con respecto al año 1962 hay algunas que han dado saltos muy considerables; algunas, incluso ni se consideran aquí porque los saltos son enormes, debido a circunstancias negativas del año 1962, y sería falso colocarlas. Daría la impresión de un 300% de aumento, y sería un aumento excesivo que no justifica un análisis porque no responden a un trabajo real del ministerio.

    Aquí se ve la empresa de este grupo analizado que cumple su plan. Es decir, que sobrepasa su producción en 1963 con respecto al 1962 en un 80%. Está la empresa de equipos eléctricos, que, sin embargo, no trabajó bien y no cumplió ni remotamente su plan de producción. Esto se debe, simplemente, a que entró en funcionamiento pleno una unidad nueva, ensambladora de radios, y más o menos estabilizó esa producción durante el año pasado.

    Después sí tenemos una empresa que ha constituido creo que uno de los pocos éxitos que podemos apuntarnos en estos años de bregar en el Ministerio de Industrias en toda la industria cubana. Es la empresa de derivados del cuero, que tiene un aumento de un 65% de un año para otro. Creo que es importante. Nosotros tuvimos ayer una reunión con los compañeros de Ministerio de Comercio Interior. Naturalmente, para discutir los problemas hay que estar en contacto directo con el público consumidor, que puede hacer un diagnóstico más acertado de la calidad —sobre todo de la producción— que nosotros. Y ellos anotaban —a pesar de que nos mostraron toda una serie de zapatos deformes, de tacos que se van, y todas esas cosas que siempre son obligadas en este tipo de encuentro— un aumento grande en la calidad del calzado. El aumento en la producción también ha sido muy grande.

    De manera que podemos considerar como uno de los éxitos, ya digo, relativos —tampoco tenemos que enorgullecernos demasiado— el de esta empresa de derivados del cuero. La empresa tiene una característica fundamental, y es que su producción, su materia prima fundamental es el cuero, que es elaborado aquí en Cuba y también viene de animales cubanos. De manera que es una producción interna, y cuando hay una buena organización de la producción se puede garantizar mejor el abastecimiento. De esa manera, al garantizarse el abastecimiento interno, no ha habido las grandes rupturas, digamos, en los índices de producción en cada mes.

    Yo no tomé la precaución de traer aquí para mostrar —y hubiera sido importante mostrarlo, sobre todo los administradores deben estar interesados en estos problemas— los constantes altibajos que dan las cifras de producción en casi todas las fábricas de nuestro ministerio, consecuencias de que los materiales de importación vienen también en esa forma y como casi todas las fábricas dependen de los productos de importación, los tiempos muertos, o los tiempos de producción baja, o las fallas mecánicas que no puedan resolverse a tiempo por falta de repuestos, inciden. Entonces las curvas de producción son zigzagueantes absolutamente: suben y bajan, suben y bajan a lo largo del año. Salvo tres o cuatro empresas de producción estabilizada todas las demás tienen esa característica.

    De ahí la importancia de desarrollar una industria básica que nos permita tener nuestra propia materia prima, nuestra propia producción para poder darle a nuestra industria de transformación la materia prima.

    Después viene todo un análisis. Es decir: vemos una serie de empresas que desde un poco más del 1% han subido hasta un 40% de un año para otro. Estas son todas cifras relativas al año 1962. Es decir: aumentos reales de producción. Y, en general, en la mayoría de las empresas del ministerio ha habido aumentos.

    Otra de las empresas que se pueden considerar como en continuo avance es la empresa de las confecciones de tejidos planos que tiene un aumento de un 30% aproximadamente de su producción, de un año para otro. Estas cifras de aumento de producción de un año para otro son difíciles de lograr, y realmente tiene que haber estado muy mal la empresa un año antes, o hacer un trabajo extraordinariamente bueno para que se logren estos índices.

    En estas dos empresas es donde nosotros ahora tenemos centrados nuestros esfuerzos de racionalización. Ustedes conocen bien el plan de calzado, del cual se quitaron cinco o seis mil obreros, se racionalizaron los pequeños chínchales, se hicieron fábricas mayores, y vamos ahora a una segunda etapa de construcción de fábricas aún mayores y con una modernización más grande que permita serio aumento en la productividad. Y toda esa mano de obra liberada para la utilización en las nuevas inversiones que tienen que venir, inversiones industriales de peso, que son las que tienen que dar la tónica al nuevo período planificado. Tampoco el nuevo período —es decir, no del período 65 al 70—, sino que la tónica general de Cuba de 70 en adelante, cuando entren las nuevas siderúrgicas y las fábricas metalúrgicas combinadas, y los combinados que estamos empezando a hacer ahora algunos y otros a proyectar.

    En las confecciones de tejidos planos está sucediendo más o menos lo mismo. También ya estamos racionalizando gradualmente los chínchales y convirtiéndolos en fábricas que tienen por lo menos un flujo de producción. No son nada extraordinario desde el punto de vista tecnológico. No son nada extraordinario desde el punto de vista tecnológico, no se puede hablar allí la automatización, ni de nada por el estilo, pero, sin embargo, ha habido adelantos grandes en la productividad de los trabajadores, adelantos muy grandes en la racionalización del trabajo.

    Aquí nosotros apuntábamos como tema de discusión —algunos de los compañeros nuestros lo apuntaban, y es interesante para ahondar en él— lo que ha pasado en el país en estos cinco años. Digamos a fines de año 1960, ya la mayoría de las industrias en su poder, la revolución comenzó una tarea de racionalización que fundamentalmente permitió elevar mucho —sobre todo en estos últimos años la capacidad productiva de las pequeñas fábricas.

    Es decir: hemos tenido éxito en la concentración de chínchales, en la modernización relativa del aumento de la productividad y, sobre todo, en el aumento de la producción de un gran número de industrias chincharas, industrias de transformación relativamente fácil. Sin embargo, en este momento tenemos algunos problemas serios con las fábricas más pesadas y de más importancia. Este es un asunto que tenemos que analizar, afinar más.

    Da la impresión, a primera vista por lo menos, de que hubiera ocurrido un fenómeno más o menos como voy a expresarlo: los trabajadores que estaban relacionados con las fábricas de tecnología fácil en estos cinco años rápidamente han ido a dominar esa tecnología, se han desarrollado expertos, y la organización del trabajo ha permitido lograr mejoras considerables. Sin embargo, en las fábricas grandes ¿qué es lo que ha sucedido? Desde el primer momento se fueron una gran cantidad de técnicos. Fuimos capaces de mantener andando esas fábricas, y claro que ése fue un éxito objetivo de la revolución. Es decir: los hombres de segunda línea o de tercera línea —a veces desplazados por el poder imperialista, a veces sin tener todavía la suficiente madurez para asumir obligaciones de mayor importancia— fueron ocupando estos cargos al permanecer fieles a la revolución y por haberse ido una serie de técnicos. Sin embargo, los técnicos de la nueva formación, que fueron capaces de mantener las fábricas funcionando, no fueron capaces de mantener una disciplina estricta en el cuidado de los equipos, tarea que es fundamental para la industria moderna, tecnológicamente adelantada.

    Hoy estamos soportando una tensión muy grande de una serie de fábrica que ya están en condiciones de difícil operación porque los equipos se han deteriorado rápidamente y no hay ese equipo técnico especializado que permita cambiar. Es decir: hacer nuevas piezas de repuesto, mantener en un funcionamiento perfecto las más complejas unidades de producción. Tenemos esos problemas.

    Entre las tareas fundamentales del ministerio para el año 1964 hemos apuntado el mantenimiento, hacer una conciencia del mantenimiento. Además, también es preciso apuntar, como factor que tuvo su importancia en algún momento, que después del primer momento de la liberación se produjo un desbordamiento popular, que el resorte comprimido del disgusto popular durante tantos años contra la opresión capitalista se manifestó en muchas formas, algunas de ellas negativas, y una de ellas fue la pérdida de disciplina en el trabajo. Y eso, evidentemente, influyó de modo desfavorable en el mantenimiento, y en algunos casos en la producción, sobre todo en la disciplina del trabajo, y hoy tenemos que restablecerla fatigosamente. Para ello tenemos un aliado: las normas.

    La importancia que tienen esas fábricas mayores se puede ver claramente si analizamos su peso relativo. Las unidades de producción mayores, digamos, constituyen un 20%, aproximadamente, del total de nuestras fábricas. Nosotros tenemos ahora unas 2 400 unidades, un 20% son unas cuatrocientas y pico, unas 500 unidades. Ese 20% de unidades, entre las que está considerada y situada el azúcar, producen millones de pesos de valor en los productos terminados, un 78%. Es decir, el 20% produce el 78%. El otro 80% de pequeñas fábricas producen un 22% de productos terminados en valor. Es decir, que hay unas 400 o 500 fábricas en Cuba que son las determinantes realmente en la producción, y a las cuales hay que atender especial y específicamente. El resto es una gran cantidad de fábricas en las que hay que aplicar la racionalización y convertirlas en unidades mayores, unidades más modernas, sustitución de una gran cantidad de obreros que están allí pesando, precisamente, sobre la productividad general del ministerio, y enviar esos obreros a estudiar en cursos a las escuelas populares para que sirvan de base al futuro.

    Nosotros en las escuelas populares hemos tenido algunos éxitos considerables en este tiempo, aunque no han faltado algunas dificultades. En fin, errores, el trabajo, en general, arroja un saldo muy positivo, y hay obreros que han salido de esas escuelas populares y que han alcanzado, en algunos casos la categoría seis. Es decir: de las ocho categorías, obreros que entraban sin ninguna preparación han alcanzado en el curso de dos años, más o menos, la categoría seis, en las ocho categorías de las normas de trabajo.

    Entonces, es así como tendremos nosotros un trabajo de racionalización muy importante y muy urgente durante estos años que vienen. Pero, al cabo de esos años ya tendremos solucionados, en lo fundamental, los problemas industriales de Cuba. Es decir, nosotros podríamos haber mantenido la política de tener en nuestras manos el 80% de la producción en unas cuantas fábricas concentradas, y nuestros índices de productividad serían mucho mayores, nuestros problemas serían mucho menores en todos los sentidos, pero el país, en su conjunto, no hubiera avanzado por eso, ya que estas fábricas estarían en poder de los particulares o de otros organismos. De todas maneras la productividad media de estos obreros, que se traduce después en una baja producción para el país incidiría a la larga.

    De manera que nosotros las hemos tomado en nuestras manos y nos hemos dado a la tarea de corregir los defectos fundamentales desde el interior del ministerio, sobre la base de una centralización adecuada, flexible, y sobre la base de impulsar al máximo el hábito de los análisis económicos, el hábito de hacer que todo el mundo entienda que incluso todo el ministerio es solamente una parte de un todo, que es la nación, la revolución, a la que nos debemos, o sea que hay que ir quitando el pequeño espíritu de empresa, y el espíritu de fábrica o de unidad, y hacer que todo el mundo entienda esta gran verdad: de que hay solo marco para la producción en el país, que es el marco general del estado, y que cualquier cambio que se produzca de un lado para otro, si mejora las condiciones generales del estado, aun cuando empeore una determinada empresa, es un beneficio neto para el país.

    Así hemos podido liquidar chínchales en dos ramas de la producción, e iremos también haciendo esta misma tarea con la pausa necesaria para que no se nos caiga la producción ni la calidad, pues sabemos que es mala la calidad actual, digamos mejor para no bajar más la calidad actual, que ya es bastante endeble.

    Veamos a continuación el fenómeno este de a incorporación masiva de chínchales, durante el año 1963, en los planes.

    Si ustedes ven las primeras cifras, son el número de trabajadores, el número de trabajadores en el año 1962, considerado como 100, para darlo en términos absolutos, era 112 000 trabajadores aproximadamente. En el año 1963 pasa a 155 000. Es decir: hay un aumento de 38% en el número de trabajadores de la industria.

    El fondo de salarios pasa de 255 millones a 299 millones. Hay un aumento del 18%, o sea, que hay un aumento de 38% del número de trabajadores pero, sin embargo, solamente un aumento del 18% del fondo de salarios. ¿Por qué? Porque ingresa toda la chinchalería que tiene, en general, salarios bajos por trabajadores. Son las últimas fábricas, las fábricas de menor productividad, las fábricas rezagadas, las fábricas que en el capitalismo vivían apenas al borde de la ruina, y que al incorporarse al ministerio hacen aumentar mucho el número de trabajadores y no tanto el fondo de salarios.

    Además, hay otras cuestiones, si analizamos el salario medio por trabajador. En el año de 1962 era de 2 264 pesos y en el año 1963 de 1 928 pesos. Esa baja se produce fundamentalmente por la misma causa, porque no ha habido baja de salario real, los salarios se han mantenido, pero al ingresar una gran cantidad de trabajadores con una salario, pero al ingresar una gran cantidad de trabajadores con un salario medio menor, ha bajado el salario medio.

    Por último, tenemos la consecuencia más triste, digamos, que es la que tenemos que superar ahora —que nosotros no le damos tanta importancia, porque, ya digo, si nosotros no hubiéramos incorporado esos trabajadores, la situación seguiría igual para el estado, aunque fuera del ministerio—, el hecho es que la producción pro trabajador, que era de 11 200 pesos en el año 1962, es solamente de 8 598 pesos en el año 1963. La productividad, medida en valor, de los trabajadores en el año 1963 es solamente un 77% si consideramos el 1962 como 100. Ha habido una baja real en la productividad por trabajador considerando el valor de la producción. Esto se produce también por la misma causa, porque hay una cantidad de trabajadores que no son ellos personalmente los que van a influir en la productividad, sino que ellos se incorporan como pequeñas fábricas, con sus medios de producción muy rudimentarios, y pesan mucho sobre el ministerio.

    Estos son los problemas, digamos, importantes que hay que afrontar. Ahora, hay algunas deficiencias que son propias ya de nuestras gestiones, que hemos tenido que ir arreglando durante el año 1963 y trataremos de seguir arreglando este año. Una de ellas es la indisciplina financiera. La indisciplina financiera se observa en la falta de pago, en la falta de cobros, en los balances y, digamos, su expresión más amplia —aunque no es exacta, y después voy a explicarles por qué— es el cumplimiento o no de la aportación al presupuesto estatal.

    El aporte efectivo al presupuesto estatal, el aporte planificado, el dinero que las empresas dan para la utilización del presupuesto estatal como producto de su gestión, era unos 687 millones de pesos. Sin embargo, solamente se han entregado 435 millones. Hay un incumplimiento de 250 millones. El incumplimiento es más o menos de un 30%, el incumplimiento de la aportación planificada. Y nosotros tenemos que ver que el incumplimiento del plan de producción fue solamente de un 16%. Es decir: cumplido el 84% y un incumplimiento del 16%. Hay un mayor incumplimiento de la aportación en dinero al estado.

    Ahora, también hay aquí que analizar más detenidamente estas cifras, porque también ha habido aumentos en los últimos meses de materias primas en las empresas. Esto se produce por la gran cantidad de mercancías que llegan en los últimos meses para cumplir los planes de entrega de todos los países suministradores, que hacen abarrotar nuestros almacenes, e incluso hacen producir gastos grandes a las empresas para pagar esas mercancías, que llegan ya a fines de año. Esto es uno de los aspectos que refleja esa cantidad de millones de pesos retenida. Otro es ya directamente la indisciplina, la falta de cobros de una serie de productos, y en otros casos los productos no entregados, productos que se han producido en las empresas, pero no han sido entregados, y por esa causa no pueden ser cobrados y hecho el depósito en los bancos para que el presupuesto lo retire.

    Este es uno de los aspectos de la indisciplina financiera, uno de los aspectos que más hemos combatido durante el año 1963, y en el cual creemos que hemos tenido éxitos relativos bastante considerables, cuyos efectos se apreciarán este año de 1964.

    Por último, tenemos el futuro en forma de inversiones, digamos. Las inversiones son las que pueden asegurar nuestro futuro. La reposición de equipo que se desgasta y la creación de nuevas capacidades.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por Razion Sáb Dic 29, 2012 11:27 pm

    Continúa:
    Tenemos el año 1963 dividido en dos colores; el 100% sería el plan de inversiones y el color negro —62% aproximadamente— es lo que se ha cumplido realmente de ese plan.

    Entonces en el año 1964 hemos hecho un plan que solamente es un 75% del plan anterior, pero que lo consideramos más lógico, más racional, más de acuerdo con nuestras posibilidades, y trataremos también de cumplirlo.

    Las inversiones han sido uno de los temas obligados también de nuestras discusiones en los análisis de la sección del ministerio y uno de los problemas más difíciles de solucionar. En las inversiones inciden fundamentalmente también los abastecimientos que vienen del extranjero para finalizarlas. La primera parte, la cabilla, el cemento. Estas cosas están aquí. Después viene toda la parte del montaje, todos los equipos especializados, y ahí es donde se nos traba constantemente la acción. Además, hay problemas de capacidad de proyectos. Nosotros para hacer una inversión tenemos que hacer un proyecto previo, y ahí a veces impulsados por el afán de ir ganando tiempo empezamos inversiones con los proyectos a mediohacer después tenemos que hacer cambios, y esos cambios se reflejan en forma negativa. Es decir, en vez de aumentar nuestra capacidad de construcción, disminuye. Tenemos que hacer cambios, se paran las inversiones, todos estos problemas que se traducen después en una baja cifra de inversiones.

    Y, además, también a veces los equipos que tenemos que traer del extranjero, a veces en forma de plantas completas, a veces en forma de equipos aislados, y que también al no llegar a tiempo, al no llegar los planos tecnológicos a tiempo, provoca que las inversiones se retrasen. El panorama ha sido bastante malo durante los años anteriores; pero este año, a pesar de que la cifra es menos ambiciosa, pensamos vamos a mejorarlas sustancialmente.

    En realidad lo que se trata es de un mejoramiento general del panorama de la capacidad de planificación del estado cubano en su totalidad, una mejor orientación, orientaciones más concretas, que van a permitirnos sin aspirar a cifras excesivamente grandes cumplir gradualmente nuestras aspiraciones mínimas, por lo menos. Tenemos ahora que ceñirnos a aspiraciones mínimas por una serie de circunstancias. En primer lugar, se sabe que todo lo que va a la inversión deja de ir al consumo, y nuestro consumo en estos momentos no es holgado, la gente quiere más cosas, está constantemente pidiendo comida, zapatos, vestidos, en fin, todos los bienes de consumo necesarios para la vida. Cuando nosotros invertimos en una fábrica sí estamos construyendo el futuro, pero dejamos de construir el presente para consumirlo. Y eso es un balance que hay que sacar.

    Además, tenemos ya planes muy concretos, muy grandes muy ambiciosos. El plan de los 10 millones de toneladas de azúcar para el año 1970 va a consumir una gran energía de la nación, una gran parte de la energía de la nación y una buena cantidad de fondos, porque es un plan en el cual hay que hacer inversiones sustanciales. Simultáneamente hay otros planes de una envergadura casi tan grande como éste. Por ejemplo, el plan de obras hidráulicas con el fin de evitar desastres, como el ocurrido a fines del año pasado, y además evitar desastres, como el ocurrido a fines del año pasado, y además dar nuevas tierras con regadío. Hay todo un plan que abarca fundamentalmente a la provincia de Oriente, pero también a otras provincias, también de centenares de millones de pesos.

    Está el plan de la pesca . . . También es un plan sumamente ambicioso para tener una flota pesquera grande y lo que esto conlleva. Una flota pesquera sola no podría desarrollarse. Necesita inmediatamente terminales pesqueras, como la que se está haciendo en La Habana, además esas terminales necesitan después fábricas para procesar el pescado. Después que el pescado llegue en cantidades sustanciales, que realmente esté por la libre, que ya la gente no coma más pescado al natural, digamos, y llegará, sin duda llega y llegará en poco tiempo, pues habrá que envasar el pescado, utilizar después otros tipos que se industrializan en forma de harina. Es toda una industria que está relacionada con esto. Además, toda una industria de construcción naval que hay que desarrollar también para abastecer de barcos a los pescadores y todas las industrias a la construcción naval que es necesario desarrollar. Y, además, está el plan ganadero.

    De manera que estos años de 1965 a 1970 serán años de un gran desarrollo de todos estos productos que son industriales en definitiva, pero que tienen una gran base natural, una base extractiva, una base agrícola, o agrícola—ganadera. Y nos permitirá ir con más asiento dando las bases del desarrollo del futuro.

    Por más que caminemos por la vía de la ganadería o de la agricultura, llegará un momento en que la gente va a querer otra serie de cosas, y, naturalmente, la agricultura y la ganadería se están desarrollando en muchos países. Un país suministrador de materias primas comestibles, de alimentos, de materias primas vegetales o naturales, no puede tener desarrollo en el mundo actual. Hay que ir a la industrialización. Todos los países agrícolas, además de gran productividad todos, hasta los más pequeños, son países de una industria altamente desarrollada.

    Es decir, que simultáneamente con todo esto hay que desarrollar industrias. Ahora, esta industria no será en estos momentos la tónica fundamental, por lo menos como dedicación del gobierno, pero desde el año 1970 en adelante la industria sí tendrá que ser ya la que vaya definiendo el país para convertirnos en un país industrial. Y en estos cinco años, al mismo tiempo que desarrollaremos ya una serie de combinados grandes, desarrollaremos los estudios para crear esa base fuerte. Y si todo va bien, si los estudios que estamos realizando se concretan y llegamos a adecuadas soluciones tecnológicas a mediados del quinquenio, allá por el año 1968 más o menos —que en términos económicos no es nada; parecen muchos años, pero ya está ahí y hay que trabajar ahora y con prisa para resolver los problemas que se van a presentar en ese momento— ya empezaremos a construir la siderúrgica. En el año 1968—69, una siderúrgica grande. Ustedes saben que aquí hay una siderúrgica, una ampliación que va a dar unas 300 mil toneladas de acero, pero es pequeña y no resuelve los problemas de Cuba. La grande, la del norte de Oriente, se tendrá que hacer en este quinquenio.

    Cuando nosotros hablamos de todas estas cosas industriales el año que estamos viviendo prácticamente nos interesa poco. En realidad ya nuestras preocupaciones máximas se refieren exclusivamente a algunos aspectos de abastecimiento, aspectos concretos de este año. Pero todo es futuro. ya el año 1965 es nuestro problema candente, como los años siguientes. Y cada vez, a medida que aumente nuestra planificación, nosotros tendremos que ir mirando más lejos. La Unión Soviética ya tiene planes para veinte años. Hay varios países que tienen planes para veinte años. Claro: planes que son líneas generales con alguna concreción, pero que solamente se precisan del todo año por año. Es decir, que el año próximo, el año 1965, es estudiado en todos los países, en todos los países de economía planificada. Nosotros también ya estamos estudiando el año 1965, pero desgraciadamente todavía no tenemos capacidad para hacer una proyección larga hacia el futuro que nos permita trabajar cómodamente dentro de índices y nos permita saber bien dónde estamos situados en cada momento.

    Ahora a veces surgen iniciativas que distorsionan el trabajo que estamos llevando a cabo.

    Dentro de los problemas que nos planteamos hay uno que es muy importante: la organización de todo el aparato productivo. Hemos planteado, hemos defendido —tenemos el sistema presupuestario de financiamiento— la necesidad, la posibilidad de llegar a una centralización de toda una serie de procesos industriales y de controles que nos permitan dirigir la economía desde un centro. Ahora, para eso es preciso hacer un trabajo de organización continua, cambiante, perfeccionándolo cada momento —digamos—, y trabajar mucho sobre todos los flujos de verificación de la información, los controles estadísticos, investigar mucho los flujos de conducción de las órdenes, o de las consultas de las unidades pequeñas hacia las mayores, del ministerio hacia las empresas, hacia las fábricas, y viceversa, para ir eliminando todas las trabajas burocráticas. Y además la aspiración —ya a años vista y sin poder precisar todavía qué año— que toda esta parte de la conducción de la economía sea automática. Es decir, que toda esa parte sea una parte elemental, y que se puedan conducir, mediante las máquinas electrónicas que se conocen, todos estos aspectos de la producción.

    Pero, claro, el trabajo es muy duro. Es una trabajo muy duro, primero porque hay que aprender bien todo esto, hay que conocerlo, para poder empezar a interpretarlo. Después, porque no se puede pretender tener una máquina electrónica que controle lo que hace un «chinchal» con tres panaderos allá por Antilla o por un lugar de ésos, porque es ridículo. Sí. Tenemos que ir a las concentraciones de las industrias, a la modernización, a la automatización en último extremo.

    De modo que es un trabajo de años; digamos que se confundirán todos estos trabajos con una base material sólida que nos permita a nosotros también empezar a pensar ya que la etapa de la construcción del socialismo va acabando y empezar a pensar en la construcción del comunismo, o sea ya en el futuro superior. Naturalmente que todo esto sin olvidar que el imperialismo está al lado, y mientras esté el imperialismo como imperialismo es difícil que muchas de estas cosas se hagan. Pero no entrarle al comunismo así tan fácilmente como estamos aquí hablando, no como tomarse un vaso de agua.

    Pero naturalmente que nosotros necesitamos tener la vista puesta allí. No ilusionarnos, no pensar que todas estas cosas son simples palabras, que se puede creer que entrar en el socialismo es como sacar una entrada para ir al cine, sino que es un proceso muy largo. Pero sí ver allí cuál es el fin, y tenerlo presente aun cuando pasen muchos años y toda nuestra generación se consuma en el trabajo de construir el socialismo.

    Para todos este proceso organizativo es necesario tener controles muy exactos. Los controles empiezan en la base, empiezan en la unidad productiva, y la base estadística todavía es floja en Cuba. Tenemos que crear una base estadística suficientemente digna de confianza para sentir la seguridad de que todos los datos que se manejan son exactos así como el hábito de trabajar con el dato estadístico, saber utilizarlo, que no se una cifra fría como es para la mayoría de los administradores de hoy, salvo quizás un dato de la producción, sino que es una cifra que encierra toda una serie de secretos que hay que develar detrás de ella. Aprender a interpretar estos secretos es un trabajo de hoy.

    Dentro del trabajo de control también todo lo relacionado con los inventarios: cantidad de materias primas, y cantidad de productos, o digamos, piezas de repuesto, de productos terminados que están en una unidad o en una empresa, deben tener una contabilidad perfecta y al día, y que nunca se pierda esa contabilidad, única garantía de que podamos trabajar con cierta soltura de acuerdo con la distancia de donde tenemos que traer nuestros abastecimientos.

    Y dentro de los inventarios, también para poder trabajar en una forma científica, hacer el inventario de medios básicos, o de fondos básicos. Es decir: el inventario de todos los equipos que posee la fábrica, para que también se puedan manejar centralmente, para tener una idea clara de su depreciación, o sea del tiempo en que se va a desgastar, del momento en que hay que reemplazarlo, y ver dónde y en qué lugar hay un equipo que no se esté utilizando al máximo y pueda ser trasladado de un lugar a otro.

    Es decir: para que la centralización de una serie de decisiones sean efectivas es necesaria toda una tarea de control, y para ello toda una tarea de información. Podemos decir, entonces, que la primera tarea que debe plantearse un administrador que quiera conocer bien su unidad es informarse de lo que hay en la unidad. Y para informarse hay que tener una serie de índices, hay que aprender a usar las cifras. En otras palabras: tiene que informarse primero sobre el modo de usarlas; después construirlas a partir de la realidad, y que reflejen exactamente esa realidad; después, a partir de esas cifras, en un primer momento —que ya se produce en muchos lados— corregir los errores que se han producido; en un segundo momento —que tiene que venir— prever los problemas que van a surgir. El manejo adecuado de las cifras permite prever los problemas.

    Claro que hoy cualquier administrador puede saber que en el mes de abril se le va a acabar tal producto, y que si el MINGEX no lo trae —digamos, si el MINGEX es culpable en este caso, o el país suministrador, etc.— se le para la fábrica. Eso ya lo ha aprendido. Pero después tenemos nosotros que ir afinando más, tenemos que fijarnos en los costes, tenemos que hacer análisis de costes, cada vez más detallados que nos permitan aprovechar hasta la última partícula de trabajo que se pierde del hombre. El socialismo es la racionalización del trabajo. No se trata de la explotación, de exprimir al obrero, sino de que el obrero consciente de sus deberes, conjuntamente con la administración, vaya buscando la forma de hacer más racional su trabajo. Eso podemos verlo en cualquier tarea de normación. Hay obreros que consumen una energía enorme incluso en trasladar un producto de una máquina a otra, cuando simplemente por un plano inclinado o por una ubicación distinta de las máquinas podría producirse el tránsito de ese producto en proceso de una máquina a otra, y se ahorraría tiempo y fatiga, aumentaría entonces la productividad.

    Todas estas cosas son las que el administrador va aprendiendo a conocer mediante el uso de las cifras, y las que le permiten prever el futuro.

    En el día de hoy otra de las cosas que realmente han sido factor de organización y tenemos que impulsar más son las normas de trabajo.

    Las normas se han establecido ya en una serie de unidades pilotos. Hace tiempo que anunciamos el plan, y ya el plan ha salido. El plan representa para el Ministerio de Industrias más de mil nuevas fábricas que entrarán en la normación, y aspiramos a que en el curso de este año la mayoría de nuestras fábricas, incluso las pequeñas, vayan normándose.

    Con aspiración hay que recordar una cosa: estas normas se pueden llamar elementales. Después de ellas pasaremos —el año que viene tenemos que hacer ya algunas pruebas pilotos— a la norma técnica, normas mucho más avanzadas y que solamente se pueden hacer en determinadas fábricas o determinadas empresas.

    Hemos hablado ya de casi todos los problemas fundamentales del Ministerio de Industrias, y casi todos son los mismos de cualquier organismo que tenga industrias administradas, y muchos de ellos son también problemas generales del país. Hay otro que es un problema general del país, una tarea fundamental del país, y que nosotros tenemos que impulsar todavía más.

    Y no quiero decir con esto que no se haya trabajado en ello. Se ha trabajado y se ha trabajado bastante bien. Ustedes saben que en el léxico nuestro "bastante bien", es menos que bien, y "bien" es una cosa bastante bien. Quiere decir que no se ha trabajado mal, pero todavía tenemos que mejorar mucho. Es la capacitación.

    Sin una capacitación adecuada no hay aspiración razonable. Eso ya lo dijimos nosotros cuando hablamos de las normas y de la calificación general de los trabajadores. Dividiendo las categorías del 1 al 8 tenemos la mayoría de los trabajadores en la categoría 3. Con esa calificación no se puede aspirar a construir una sociedad de superior tipo tecnológico y seguiremos siendo chínchales toda la vida. A un trabajador se le puede exigir mucho físicamente, mucho de su conciencia, durante horas, y puede ser miliciano, puede ser muchas cosas, pero si el hombre no conoce una máquina, y es una máquina complicada, pues la rompe. Es seguro que la rompe. Tardará menos, tardará más . . . Algunos, que son más alocados, las rompen más pronto, y otros la rompen un poquito, después la deterioran. En fin: es seguro que en esas condiciones la máquina fenece.

    Entonces, nosotros ya estamos trayendo industrias modernas, industrias que tienen los nuevos adelantos de la técnica, después de estos cinco años en que hemos estado un poquito alejados de los adelantos técnicos. Además, a nosotros, los norteamericanos nos mandaban siempre productos de desecho, los que ellos no usaban. Pero para aquello otro necesita un tipo de obrero superior.



    Una vez los técnicos soviéticos fueron a Sagua la Grande para ver la fundición Mack Farlane. Cuando después vinieron, un comunista viejo, que había estado en el 1917 y todo eso, nos dijo: "A mí me emocionó muchísimo, porque aquello es igualito a la fundición en que yo trabajaba. Hacía años que no veía una cosa igual: un hombre mirando por un agujerito para ver cuándo estaba el metal fundido y toda una serie de cosas". Así como ha trabajado —Mack Farlane se llama ahora "9 de Abril", ¿no? "9 de Abril: creo que se llama— toda nuestra industria: en esa forma artesanal, donde en realidad dependía de un hombre que ha trabajado ahí —en aquella época tenía ochenta y tantos años— que ha trabajado 60 o 70 años, y que conoce por el color del metal fundido cómo anda aquello, y más o menos cuándo hay que hacer la "colada". Pero ahora todo se hace por aparatos. Y no ahora: hace muchos años ya que se hace por aparatos. Ya nos llegó a nosotros la hora de ocuparnos de estas cosas. Y, hay mucho de este tipo de industrias que tiene que desaparecer, a las que les tiene que llegar el progreso. Pero ese obrero que está ahí no puede desaparecer, tiene que evolucionar, tiene que transformarse él mismo en un obrero de categoría superior. Y eso sí es fácil. Al mismo obrero que podemos pedirle en nombre de la revolución mucho sacrificio, mucho trabajo, pero que no podemos pedirle que maneje una cosa que no sabe manejar, sí le podemos pedir que aprenda a manejar lo que no sabe. Esa es nuestra tarea.

    Es una tarea que debe empezar por levantar el nivel de las masas, todavía muy bajo, todavía tenemos cursos de Seguimiento, o sea el primer nivel de superación que se llama ahora, y todavía aparece —de vez en cuando— algún analfabeto por ahí, que no ha querido, que no ha podido . . . ¡Qué se yo! El asunto es que el hombre todavía no sabe ni firmar. Para la nueva técnica necesitamos gente que por lo menos . . . haya cursado el sexto grado, nuestra base mínima debe ser sexto grado. El analfabeto nuestro, el de la era de la técnica que ahora empieza, debe tener sexto grado. ¡Ese es el analfabeto de ahora! Y de ahí para adelante. Es una tarea de capacitación muy grande que se establece.

    Pero fíjense ustedes en una cosa: nosotros estamos hablando de que los analfabetos de la era de la técnica deben tener sexto grado, y hoy los administradores estrellas son los que tienen sexto grado. Es decir, los encargados de dirigir la producción, de hacer los análisis, en fin de hacer veinte mil maravillas con los hierros que les han dado, tienen sexto grado, malito, además con mucha condescendencia, porque hay que rebajar el nivel del examen para que no se nos quede mucha gente en el camino.

    Entonces la tarea de capacitación que se pide para la clase obrera en general, para esta rama especial de la clase obrera nueva que son los administradores de industrias, o de cualquier cosa, hay que exigirles el doble. Y vamos a suponer que los administradores de GILOS hayan acordado, y los que están escuchando . . . que los cursos han sido flojos en muchos lados por culpa administradores. Y ha habido muchos problemas para que se estudie.

    Ahora, eso es fundamental, elemental: capacitación a todos los niveles, tarea esencial del país. Fíjense ustedes que para la nueva siderúrgica, que se está empezando a discutir, se plantea, por ejemplo, mil ingeniero para operar, ya es toda una señora siderúrgica, con toda su producción al máximo, ¡mil ingenieros para operar! Hoy en toda la universidad, ¿cuántos ingenieros hay, estudiantes de todos los años de la universidad? Habrá 300 o 400. Una cosa así. De manera que esa sola planta necesita más ingenieros que todos los que están estudiando en la Universidad de La Habana. Así lo creo, y si me equivoco es por muy poco. Ahora, evidentemente, decenas de veces más que los que salen ahora graduados, y todos de un solo tipo, de pocos tipos. Sin esa clase de especialistas, sin esa clase de técnicos de alto nivel, no se puede avanzar. Cuando un técnico, sobre todo con conciencia revolucionaria, se pone a trabajar de verdad con entusiasmo en un problema, resuelve mucho más que 40 hombres con buena voluntad que no tengan esa base de conocimientos. Esa es la verdad más rotunda que nosotros podemos decir.

    Todo esto relacionado con la conducción de la industria, la parte de dirección, es exactamente igual. Sin que exista una base de conocimientos elementales mínimos no se puede dirigir una industria.

    Nosotros vemos muchas veces el hombre con condiciones políticas, digamos, el dirigente, que en contacto con una masa pequeña, en una unidad de producción de 50 obreros, es una maravilla, porque él habla con los obreros, los electriza con su ejemplo, trabaja más que ninguno, es el verdadero ejemplo, y todos los obreros trabajan con él y es magnífico todo. Entonces, trabaja tan bien que lo llevamos a una fábrica con 300 obreros, donde él se tiene que sentar en un buró, tiene 11 talleres y tiene que empezar ahí a determinar la producción que va a haber cada día y a resolver sobre los problemas que se presentan para ese día y para los siguientes. Y ahí mismo ese hombre, que era un fenómeno con 50 obreros es un chinchal trabajando él, muere también, se liquida como administrador. ¿Por qué? Ah, porque si uno va a analizar, tenía segundo grado, o tercero. Y ésos son los problemas concretos que tenemos nosotros.

    Tenemos que plantearnos —claro que esto no va a ser para hoy— un analfabeto de la era de la técnica sexto grado. Ahora un administrador analfabeto de esta misma era, lo mínimo el bachillerato completo, lo mínimo.

    Además, a todos los administradores que están escuchándome o que tengan la desgracia de leer o de enterarse mañana vamos a seguir haciéndolos estudiar de todas maneras, y van a seguir estudiando mientas sean administradores. Además, no puede ser de otra manera. Todos tenemos que estudiar y estudiar constantemente. Estamos en continua evolución, en continuo aprendizaje, no podemos dormirnos sobre los laureles porque nuestros laureles industriales son tan pequeños que no nos alcanzan no para dormir, para poner un dedo no nos alcanzan los laureles. Así es que dónde nos vamos a echar a dormir, hay que crear los laureles por lo menos.

    Esa es la tarea nuestra. Por eso dejaba, digamos como punto para recalcar más, éste de la capacitación.

    Yo sé y sé claramente que nuestros cursos han tenido muchas dificultades. Igual los cursos de administradores de industrias, la Escuela Especial de Administradores, tienen defectos. Lo único que sí puedo decir honestamente —por lo menos es mi criterio honesto—, es que el curso de administradores de industrias de este año es mucho mejor que el de los años anteriores.

    Hay una superación de año en año en todas las tareas de capacitación. Esa superación que nosotros tenemos en nuestro limitado marco de capacitación está en todo el país, en general, y a pesar de que hay que hacer mucho esfuerzo personal por parte de los administradores, hablando concretamente, o de los obreros, a veces para estudiar hay que hacer ese esfuerzo ahora porque cada vez será más fácil por las medidas organizativas que se tomen y más fácil también porque el habito del estudio hace que uno pueda realizarlo con menos esfuerzo.

    Vistos todos estos problemas, nosotros habitualmente, todos los años —por lo menos lo pensamos el año pasado—, hacemos un análisis de los problemas fundamentales que tiene el ministerio y planteamos las tareas que hay que desarrollar con especial dedicación.

    El año pasado planteamos que las tareas de producción y de abastecimiento son fundamentalísimas. Sin embargo, no debían considerarse en ese plano por ser ya naturales. Es decir, un administrador, un director, un funcionario de cualquier tipo que no se preocupe por los abastecimientos y la producción, simplemente no puede ser funcionario porque ya ésas son cosas elementales.

    Pero habíamos señalado entonces cuatro tareas como fundamentales para todo el año 1963. Fueron la organización, las normas de trabajo, las inversiones y la capacitación.

    Este año nosotros hemos dividido de modo distinto. Hemos dicho: Bueno, producción y abastecimientos, con toda la importancia que tienen, siguen siendo tareas tan obvias que no pueden considerarse así como una atención para seguirlas paso a paso, sino que cada funcionario por sí mismo debe llevarlas. A este tipo de categoría de problema hemos incorporado el de la organización también. La organización es algo que todo el mundo debe tener presente y debe llevarla como una tarea diaria y como una tarea que surja espontáneamente porque sin una organización adecuada, pues, no puede haber un trabajo ni siquiera mediano.

    Entonces hemos jerarquizado ocho tareas. Estas ocho tareas son: el análisis económico con énfasis en los análisis de costos, la disciplina financiera, el inventario de fondos básicos, el control de inventario, las normas de trabajo, las inversiones, el mantenimiento y la capacitación.

    Ya hemos hablado de cada uno de estos temas. Simplemente, para cerrar, no hacer muy larga esta charla quería enfatizar todavía más en el problema del análisis económico y de la necesidad de investigar los costes.

    Nosotros hoy nos planteamos el análisis económico y nos planteamos todos los problemas que hemos tenido en cuanto al análisis económico. Podemos hacer profundas autocríticas hacia atrás. Sin embargo, es también lícito reconocer que si hoy podemos hacer una autocrítica de lo que hicimos ayer quiere decir que hoy podemos ver una serie de cosas que ayer no veíamos. Que hemos dado un salto de calidad. Tenemos hoy mayores instrumentos, mayores hábitos de trabajo para poder llegar al fondo de una serie de cuestiones.

    Hoy los costes nos preocupan mucho, y tenemos que trabajar sobre ellos insistentemente. En nuestro modo fundamental de medir la gestión de las unidades o de las empresas cuando los precios se han mantenido fijos. Y a través del coste —cuando son costes llevados por proceso de producción o por unidad producida—, cuando se ha fijado el coste cualquier administrador puede detectar inmediatamente hasta problemas tecnológicos: mayor consumo de vapor, defectos en una tapadora, por ejemplo, que desperdicia demasiadas chapas; en una máquina que desperdicia envases en el momento del llenado; en una pesa automática que envía una cantidad mayor de productos en una caja. Cualquiera de esas cosas se pueden detectar simplemente por el análisis de los costes.

    No quiere decir que, además, no tengan que estar todos los controles de tipo tecnológico, pero simplemente tener un análisis de coste bien hecho, le permite a cualquier director de empresa o administrador de unidad dominarla totalmente.

    Tenemos que preparar ahora dirigentes de la producción del tipo que puedan sentarse aquí en esta mesa y, por medio de papeles, poder situarse. Eso no quiere decir —una vez más lo repito— que el dirigente de la producción, de cualquier tipo que sea, tenga que estar sentado aquí todas las horas del día y desoiga completamente la voz de las masas y desdeñe totalmente el contacto con ellas. ¡No, absolutamente no, y, además es todo lo contrario! Pero sí debe tener la capacidad para recoger los datos allí y hacer su análisis aquí.

    Pero el dato que se da, el dato que da cualquier obrero, debe después analizarse y tomar una decisión aquí, cuando es un dato aislado. Ahora si es un dato, una petición de la masa, pues hay que discutirlo con las masas, naturalmente. Es decir, que volvemos a plantearnos el viejo problema y el viejo dilema.

    Nuestros directores de la producción: administradores, directores de empresas, y ya le digo, cualquier cargo, tienen que tener la capacidad para hacer los análisis económicos mínimos, que les permitan situarse en su terreno ideal, en un terreno abstraído de lo que lo rodea, digamos y simplemente con los datos construir su esquema de producción y tomas sus decisiones. Además, prever el futuro y tomar decisiones para el futuro. Sin eso no hay verdaderos dirigentes.

    Pero, al mismo tiempo, estar en continuo y permanente contacto con la masa y, además de eso, compañeros, practicar también el trabajo físico que es muy bueno, y que hace estar en mayor contacto con la masa e impide esa tendencia un poco natural que hay del hombre que se sienta aquí en esta sillita y que, además, si heredó una oficina de un antiguo gran industrial tiene aire acondicionado y a lo mejor tiene un termo de café caliente y otro con agua fría, y entonces tiene cierta tendencia a dejar cerrada la puerta del despacho para que el aire caliente no le moleste. Este tipo de dirigentes sí no sirve para nada, hay que desterrarlo.

    Está muy claro, y esto yo quisiera que quedara bien claro, que estas dos cosas deben estar perfectamente unidas y deben ser, al mismo tiempo, perfectamente diferenciables: que un dirigente que no trabaje con la masa no es un dirigente, pero un dirigente que no sea capaz aquí en la producción, un dirigente de la economía —y un administrador es un dirigente de la economía a su nivel— que no sea capaz de tomar decisiones mediante el análisis de todos los datos que él tiene de la producción de su unidad, no es un dirigente tampoco. Hay que conjugar esas dos cosas constantemente.

    Nuestros administradores proceden hoy en su inmensa mayoría, si no en su totalidad, de la clase obrera. El contacto con la masa es una cosa elemental también de esas que prácticamente no habría que insistir en ella sino fuera por cierta tendencia que se desarrolla cuando uno se sienta en la sillita. Pero en el otro aspecto sí hay que insistir mucho y una y otra vez. No se puede dirigir si no se sabe analizar, y no puede analizar si no hay datos verídicos, y no hay datos verídicos si no hay todo un sistema de recolección de datos confiables, y no hay un sistema de recolección de datos confiables, si no hay toda una preparación de un sistema estadístico con hombres habituados a recoger el dato y transformarlo en números. De manera que ésta es una tarea esencial.

    Mediante esta tarea se podrá entonces llegar a la conducción de la fábrica. Después estas fábricas también, en el futuro, si son pequeñas se integrarán en fábricas más grandes, se integrarán en empresas o en la unidad organizativa que en ese momento se determine, porque todo esto es muy cambiante; y todo podrá ser revisado con un mínimo de gente que trabaje en tareas burocráticas y con un máximo de gente que se dedique al estudio, que se dedique a la ciencia, que se dedique a la producción directa.

    El futuro de toda la industria, y el futuro de la humanidad, no está en la gente que llena papeles, está en la gente que construye máquinas, que entre otras cosas puede llenar papeles o perforar tarjetas. Está en la gente que estudia los grandes problemas tecnológicos, los resuelve, los de hoy y los de mañana, descubre nuevas cosas, aprende a sacarle a la naturaleza nuevas cosas.

    Tenemos que ir entonces hacia ese salto, hacia esa revolución técnica, que ya ha planteado Fidel, con paso de carga. Pero para que todas estas cosas se puedan producir es necesario hoy el trabajito cotidiano, casi invisible, de pasar de la página cuatro del tercer grado, donde hay gente, a la página cinco, y después a la seis, y después a la siete, y después superar ese libro, y después seguir con los del año siguiente y después con los del otro y con los del otro. Quien pueda quemar etapas, quemando etapas; quien no pueda quemar etapas, a paso normal; a quien le cueste más todavía, a paso menos que normal si es necesario; pero nunca que un día signifique que está a nivel de conocimientos, exactamente iguales que el día anterior. Eso es lo que no podemos permitir, y ésa es, digamos a través de todas las distintas facetas, la tarea fundamental de todo el pueblo de Cuba; obreros, dirigentes de la industria, dirigentes de la economía, dirigentes del estado; estudiar y todos los días aprender su poquitico.

    Y yo creo que nada más.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por sorge Dom Dic 30, 2012 2:20 pm

    Es decir: para que la centralización de una serie de decisiones sean efectivas es necesaria toda una tarea de control, y para ello toda una tarea de información. Podemos decir, entonces, que la primera tarea que debe plantearse un administrador que quiera conocer bien su unidad es informarse de lo que hay en la unidad. Y para informarse hay que tener una serie de índices, hay que aprender a usar las cifras. En otras palabras: tiene que informarse primero sobre el modo de usarlas; después construirlas a partir de la realidad, y que reflejen exactamente esa realidad; después, a partir de esas cifras, en un primer momento —que ya se produce en muchos lados— corregir los errores que se han producido; en un segundo momento —que tiene que venir— prever los problemas que van a surgir. El manejo adecuado de las cifras permite prever los problemas.

    Claro que hoy cualquier administrador puede saber que en el mes de abril se le va a acabar tal producto, y que si el MINGEX no lo trae —digamos, si el MINGEX es culpable en este caso, o el país suministrador, etc.— se le para la fábrica. Eso ya lo ha aprendido. Pero después tenemos nosotros que ir afinando más, tenemos que fijarnos en los costes, tenemos que hacer análisis de costes, cada vez más detallados que nos permitan aprovechar hasta la última partícula de trabajo que se pierde del hombre. El socialismo es la racionalización del trabajo. No se trata de la explotación, de exprimir al obrero, sino de que el obrero consciente de sus deberes, conjuntamente con la administración, vaya buscando la forma de hacer más racional su trabajo. Eso podemos verlo en cualquier tarea de normación. Hay obreros que consumen una energía enorme incluso en trasladar un producto de una máquina a otra, cuando simplemente por un plano inclinado o por una ubicación distinta de las máquinas podría producirse el tránsito de ese producto en proceso de una máquina a otra, y se ahorraría tiempo y fatiga, aumentaría entonces la productividad.
    Esta puede explicar una parte de porque no tuvo exito el plan de diversificar la agricultura, mirare en los textos que yo tengo a ver si sale algo más relacionado directamente con el tema, gracias por el articulo.
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    Mensaje por sorge Dom Dic 30, 2012 6:43 pm

    Libro El Derrumbe del modelo eurosovietico, una visión desde Cuba, articulo de Hilda Marquetti Nodarse, la crisis del socialismo en la URRS y Europa Oriental: implicaciones para Cuba:Profundiza en analizar el SDPE y el proceso de rectificaciones

    El funcionamiento del SDPE estuvo relacionado con la presencia de elaboraciones metodologicas y procedimiento teoricos obsoletos, la desatención de categorias financieras, la falta de integridad y consistencia del plan, problemas especialmente en las inversiones y planificación territorial; asi como la falta de jerarquización de los problemas relativos al progreso cientificos técnico, al comercio exterior, la economía material, la normalización, la calidad.
    A todo lo anterior se sumaban las deformaciones que proliferaron en torno a la aplicación de la política laboral y a la ausencia de un sistema articulado de control.

    Las incompatibilidades existentes entre la implantación del SDPE y el diseño general de la política economica limitaron, también la posibilidad de hacer más coherente los aspectos principales de la estrategia de desarrollo.

    Al nivel global, el SDPE no logró articularse con una política general de dirección, traduciendose su propia implantación en el cumplimiento de un cronograma para la introducción paulatina de los diferentes mecanismos. De esta manera estuvo muy limitado el necesario proceso de perfeccionamiento del propio sistema y la utilización de la experimentación económica, como instrumento que permitiera aplicar de forma selectiva y temporal los mecanismos económicos,así como la evaluación de las ventajas y desventajas de las deciones adoptadas en esta dirección.
    Durante el período de implantación del SDPE se realizaron tres plenarias de chequeos del comportamiento de la implantanción del sistema. En paralelo funcionaba una comisión encargada a nivel central dirigida por JUCEPLAN que controlaba el cronograma de introducción de los mecanismo y los resultados alcanzados.

    Los primeros sintomas de crisis se manifestaron hacia mediados de 1983 y, a fines de 1984, se adopto un importante grupo de decisiones que eran indicativas de que la aplicación de este modelo tenía serias implicaciones estratégicas para el proyectos socialista en Cuba.Ello se tradujo en la introducción de cambios significativos en la política económica, en las estructuras organizativas del gobierno y se comenzo un profundo trabajo de análisis de las principales deficiencias del SDPE aplicado en 1976. Estos pasos constituirían con posterioridad la etapa preambular del proceso de rectificación.
    El análisis integral de los diferentes aspectos que explican las consecuencias negativas que se derivaron de la implantación SDPE, aun está por realizarse. La falta del referido análisis condujo a ubicar en un mismo nivel aquellos problemas que estaban relacionado con la implantación de éste, con otras que provenían de períodos anteriores.

    El proceso de rectificación represento en esencia un cuestionamiento explícito a la copia del modelo soviético, que en un primer momento concentró su atención en los problemas de la actividad económica y que con posterioridad abarcó el resto de las esferas de la sociedad.

    Las modificaciones que se introdujeron al amparo de este programa estaban orientadas a rescatar los aspectos originales que sirvieron de base a la formación de los principales contornos del model de construcción del socialismo. Esta características del proceso de rectificación lo diferenciaba sustancialmente, de los fines y medios utilizados por los países integrantes del CAME en las transformaciones que comenzaron a realizarse en estos en el mismo periodo.
    Se siguió como norma trabajar con cautela en el perfeccionamiento del sistema de dirección y en la introducción de modificaciones para evitar la reiteración de los mismos errores. El saneamiento de la economía descansó en la utilización del mecanismo de movilización social que ya había probado su eficacia en etapas anteriores como era el caso de las microbrigadas. Y se introdujo en actividades de carácter estratégico los contigentes, fórmula que debería contribuir a sentar las bases de nuestra cúltura económica y productiva futura. Sin embargo estos cambios adolecieron de la aplicación de una política económica coherente e integral, que abarcara la economía en su conjunto. Vease para mayor detalle. Fidel Castro. Por el camino concreto. Editorial Olivo, La Habana, 1988. Fernando Martínez Heredia, Cuba; problemas de la liberación, el socialismo y la democracia, en Cuadernos de Nuestra America. Vol VII, Nº 17. 1991.

    El desarrollo del proceso de rectificación no logró revertir las tendencias negativas que venían gestándose durante el periodo anterior en el comportamiento global de la economía.Vease. Carlos Martínez Facundo. Presencia e influencia de los factores de desequilibrios en la finanzas internas, en Economía y Desarrollo, Nº 5, 1989.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por Razion Miér Ene 09, 2013 10:30 pm

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    Opiniones de este tipo se tienen que demostrar con argumentación bibliografica,con fuentes de referencias, tu afirmas que la URSS dejo de apoyar el proceso de industrialización acelerada, espero que los datos de ese libro puedas publicarlo en el subforo respectivos, mis afirmaciones tambien tiene fuente bibliografica muy dificil de conseguir fuera de Cuba, por supuesto la publicare

    ¿tambien tuvo culpa el supuesto sector prosovietico de que fracasara en 1963 la diversificación de la agricultura?, ¿sabes cuando se aprobo la realización la zafra de los 10 millones, cuando fue el primer convenio economico-comercial con la URSS? yo no he encontrado ningun historiador cubano que defienda que habia algun sector del PCC que tuviera alternativa seria al SDPE en los años 70, si lo encuentras ya sabes donde debes publicarlo.salud.

    Ahí está parte del problema que veo en tu análisis, no se habla de culpas, sino de un análisis objetivo del cambio de política económica cubana, y de la URSS respecto a Cuba. No intento marcar un accionar imperialista por parte de la URSS frente a Cuba, para nada. Entiendo que muchos apunten todo tipo de crítica u observación en este sentido, y que tu hablas en defensa del sector prosoviético.
    Si vemos los planes quinquenales que se desarrollan a futuro, se levantan complejos industriales vitales para la economía cubana, pero están apuntados a la industrialización de la producción primaria cubana, y a realizar sus objetivos en períodos sucesivos. No veo en esto un error por parte de los Cubanos, aclaro. Si hacemos una comparación entre ambos períodos estás diferencias son notorias, y los cambios en los plazos que se establecen para conseguir el objetivo industrial no están ocultos. La industrialización pasa a ser un proceso más bien gradual.
    Estos tres artículos, que no son de autores que se enfoquen en criticar el accionar soviético ni mucho menos, son a mi entender bastante objetivos y se evidencia lo que menciono.

    Problemas de la industrialización
    Indicadores del desarrollo económico cubano
    Modelo de desarrollo con justicia social

    Cito el primero porque me pareció sintético y bastante bueno:

    PROBLEMAS SOBRE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO EN CUBA

    Lic. Armando Lauchy Sañudo

    Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas

    INTRODUCCION

    En nuestro país la producción azucarera ha sido considerada históricamente como la locomotora de la economía. En el proceso de industrialización para el quinquenio 1976-80 según se plantea en la Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba " le corresponde un papel de primer orden al desarrollo de la producción azucarera, dada nuestra gran dependencia del comercio exterior en el cual el azúcar tiene un peso preponderante".[1]

    . La misma ha evolucionado por diferentes fases en su desarrollo alcanzando sus máximas producciones en los años 80. Ya a partir de los 90 comenzó un descenso en los volúmenes productivos acompañados de una marcada baja de los precios en el mercado internacional.

    La situación por la que atraviesa la industria azucarera en el mundo actual es bien compleja. Nunca antes le había sucedido nada igual, pues ahora se enfrenta a gran escasez de capital en todos los sentidos, a una gran competencia de los productos sustitutivos, y a la lucha por la salud del medio ambiente, por ser esta una industria altamente contaminante del ecosistema.

    Por esto el azúcar ha venido presentando una situación muy crítica como producto de comercialización internacional. Ello ha conducido a los países productores de la caña de azúcar a desarrollar una estrategia acorde a las particularidades de cada cual que permita incrementar su competitividad, lo que indudablemente pasa por la diversificación de esta industria, a través de la utilización integral de la caña de azúcar como materia prima primaria para la obtención de otras materias primas, derivados y subproductos.

    Desde el punto de vista económico debe lograrse que la utilización óptima de los recursos vaya acompañada por la minimización de los costos y la maximización de las utilidades, pues de lo que se trata es precisamente de que existe una gran competencia en el mercado mundial cuyo resultado principal es el alcance de los dos extremos antes mencionados.

    En 1962 aseveraba el Che que “(...) la importancia de la caña de azúcar para Cuba es enorme, (...) para producir todos estos productos distintos del azúcar y convertir entonces, no todos estos en subproductos del azúcar, sino el azúcar en subproducto de toda una serie de productos orgánicos de mucho valor en el mercado.”[2]

    "A partir de derivados de la industria azucarera, se desarrollará la industria de pulpa de bagazo y de papel; la de tableros o maderas artificiales y, a partir de la miel, la producción de torula para la alimentación animal".[3]

    El uso de esquemas alternativos de producción permitirá el procesamiento integral de la caña para obtener junto al azúcar otros productos derivados, lo que no significa en modo alguno cambiar en los esquemas tecnológicos y equipamientos, sino que son variantes tecnológicas posibles en los flujos de obtención de productos terminados.

    Esto cambia la concepción tradicional de ver la producción de derivados como un proceso anexo a los centrales azucareros, y pasa a ser parte integral desde el punto de vista tecnológico y energético.

    Para concretar todo el desarrollo de la industria de los derivados debe pasarse por una correcta política inversionista que responde a los objetivos macroeconómicos del país en cuanto a los aportes que hará el sector azucarero al incremento anual del PIB, los niveles de ingresos en divisas y consecuentemente en el balance del comercio exterior.

    Para la economía cubana es muy importante considerar que la palanca para impulsar el desarrollo de la agroindustria azucarera se encuentra en la diversificación del uso de la caña de azúcar, para lo cual hay que realizar un análisis estratégico de la situación y el entorno en que se encuentra la misma, así como desarrollar un verdadero proceso inversionista sustentado en técnicas avanzadas de evaluación de inversiones, y en esquemas tecnológicamente compatibles.

    Pretendemos en el presente trabajo ofrecer una visión teórico-conceptual sobre la necesidad de la diversificación de la industria de la caña de azúcar como base para sostener al sector azucarero cubano dentro del marco de una correcta política de desarrollo orientada a potenciarlo a través de programas inversionistas y de la evaluación de proyectos de inversión enmarcados en el denominado sector II de la economía según la teoría marxista, y trayendo a nuestros días la visión guevariana sobre este particular.

    El análisis teórico-conceptual de las inversiones visto desde los distintos enfoques de la economía burguesa basado en la teoría marginalista y la teoría marxista a partir de la teoría del valor por el trabajo.

    Se contraponen los criterios de evaluación utilizados por la economía política socialista con los de la economía capitalista, buscando en su aplicación combinada y coherente el máximo beneficio neto para las economías que transitan en el camino de la construcción del socialismo.



    Desarrollo económico e industrialización y diversificación de la industria azucarera

    Desarrollo económico e industrialización

    Cada etapa del desarrollo de la humanidad ha planteado un conjunto de problemas y de interrogantes a ser resueltos por el estado del arte de la ciencia. En la economía esto se ha reflejado en la capacidad de respuesta de la teoría económica a través de la evolución de sus diversas escuelas de pensamiento.

    "Desarrollo económico e industrialización se consideraban sinónimos ya en los albores de nuestro siglo, cuando crecía enormemente las diferencias entre las metrópolis y los países económicamente atrasados de la mayor parte del mundo".[4]

    "Es, naturalmente, la industrialización la que da la verdadera pauta del desarrollo. De acuerdo a como vaya el proceso industrial así irá el desarrollo del país".[5]

    En cuanto al concepto de desarrollo económico no pretendemos tratar a profundidad el tema, sino más bien abordarlo como punto de partida en el análisis del proceso de industrialización de la economía cubana en el período revolucionario, a partir del cual se señala el camino de un verdadero enfoque hacia el desarrollo industrial del país.

    Ya desde entonces la dirección de la revolución apreciaba que en la disminución de los costos de producción del azúcar se encontraba una fuente oculta de eficiencia que menoscababa el sostenimiento de la agroindustria azucarera.

    "... la primera etapa de nuestro desarrollo industrial no ha sido el crear industrias de exportación, sino industrias sustitutivas de importación, industrias básicas. Las dos únicas grandes industrias exportadoras que nosotros estamos desarrollando tienen un amplio mercado en los países socialistas: es la industria del niquel y es la industria de la fermentación de los azúcares, ya sea el alcohol, levadura, butanol, una serie de productos de ese tipo, todos tienen un gran mercado, y sobre todo el mundial".[6]

    "La tarea central de los planes de desarrollo y fomento de la economía nacional a partir del próximo quinquenio 1976-1980, será la industrialización del país. La tarea principal de la industrialización consiste en crear la base interna necesaria para el desarrollo sistemático de las fuerzas productivas, abastecer de equipos y materiales a la propia industria, a la agricultura y a la ganadería; elevar los recursos exportables; sustituir importaciones; y producir variados artículos de amplio consumo de la población"[7]

    Es así, que a mediados de los años 70 fue definida claramente la industrialización del país, sin embargo, para finales de los 80 este objetivo aún no se había logrado en su totalidad, a pesar de haber alcanzado logros importantes en el crecimiento y diversificación de la industria dentro de la producción nacional.

    "Para una economía abierta como la cubana, una transformación de su estructura económica enfocada hacia el desarrollo es un proceso que se produce en un marco de restricciones inobviables, particularmente la estructura heredada y la existencia del bloqueo económico de los Estados Unidos. Sin embargo, aún con ellas, el desarrollo es posible".[8]

    Coincidimos con el autor que la estrategia mas adecuada para Cuba en este contexto es emprender un proceso de reindustrialización con sustitución de exportaciones, que permita hacer avanzar al país en trayectorias ascendentes de aprendizaje tecnológico.

    "Alcanzar mayor eficiencia y un significativo incremento de las exportaciones han sido metas tradicionales, pero no alcanzadas de la política económica del país. En las nuevas condiciones, la contribución de esos factores para sostener el crecimiento es sustancialmente más importante y necesaria que en el pasado".[9]

    El modelo de crecimiento extensivo válido hasta finales de los años 80 que caracterizó a la economía cubana no se hace viable a partir de los 90, por lo que, en ese entorno se confirma el criterio de algunos autores de que el paso a una economía más eficiente, de crecimiento intensivo, es una necesidad de la economía cubana que no puede quedar para más adelante.



    La industria azucarera cubana y su diversificación

    La industria azucarera comenzó a desarrollarse en Cuba en la última década del siglo XVI. En un principio se fabricó miel o melado y quizás algún azúcar pero sin fomentarse ningún ingenio por lo escaso de la población y la falta de capitales, de protección oficial y de esclavos.

    Los primeros ingenios cubanos se levantaron en el año 1595. Eran pequeños trapiches movidos a mano o por bueyes y elaboraban una pequeña cantidad de azúcar. Un siglo y medio después los ingenios seguían siendo del mismo tipo.

    Desde el siglo XVIII el azúcar pasó a ser el primer producto básico mundial, es decir, la mercancía que ocupaba el primer lugar en importancia sobre la base del valor total de las transacciones del comercio internacional. La violenta expansión productiva en los primeros años del siglo XIX y la vinculación de Cuba a los mercados capitalistas ocasionó en la economía algunos cambios fundamentales. En primer término varió la composición de su estructura productiva que hacia mediados del siglo XIX era predominantemente agrícola, pero dentro de este marco había cierto equilibrio entre los diversos sectores y a finales de este siglo la situación se había alterado y el azúcar se convirtió en el factor decisivo de nuestra economía; y en segundo lugar Cuba perdió por completo sus posibilidades de desarrollo independiente y equilibrado al predominar como modo de producción el capitalismo. Este hecho decisivo selló el destino de Cuba como país agrícola, atrasado y monoexportador.

    En la etapa de la neocolonia la industria azucarera cubana pasa a ser controlada por los grandes intereses azucareros norteamericanos, acentuándose de esta manera la deformación estructural de nuestra economía, cada vez más dependiente de los EEUU. En este contexto atravesó dos etapas fundamentales: una primera que abarca desde 1902 a 1933 donde ocurre un incremento deformado y sin desarrollo económico y la segunda etapa de 1934 a 1958 que puede catalogarse como de crisis, con una clara tendencia al estancamiento económico.

    Al inicio de los años 60 el gobierno norteamericano suspendió de inmediato la compra de azúcar a Cuba, la cual se realizaba por cuotas y a precios preferenciales.

    Desde los primeros años de la revolución el país asumió la tarea de la industrialización como el puntal necesario para dar un giro a la deformación estructural de la economía, por tanto, ya en los años 60 se inicia en la obra del Comandante Ernesto Che Guevara todo un proceso de creación de nuevas industrias que serían a la postre el sostén de la economía cubana. En ese orden y en correspondencia con la industria azucarera planteó:

    "Otra línea de enorme importancia es la sucroquímica. Esta rama tiene mucha importancia por la gran base material que ofrece con nuestra capacidad productiva de 7,5 millones de toneladas, (...). Actualmente se está trabajando en líneas definidas con éxitos prometedores."[10]

    "Este aprovechamiento industrial de la caña de azúcar (...) podrá abaratar sustancialmente el producto de consumo y darnos la oportunidad de poder competir en la guerra de precios, que mantienen contra nosotros los distribuidores capitalistas. Desde ahora mismo, la lucha por bajar los costos de producción del azúcar es de primera importancia como tarea industrial."[11]

    "El primer diseño integral de estrategia de desarrollo de la economía cubana fue elaborado para el cuatrienio 1962-1965. La industrialización acelerada, basada en la industria pesada, constituyó el eje central de su enfoque, al que se agrega la diversificación agropecuaria. La independencia económica, la autosuficiencia alimentaria y la solución al desempleo creciente figuraron entre sus principales objetivos.

    El proyecto de la industrialización tendió en su dinámica a la subvaloración del complejo agroindustrial exportador azucarero su significación en la articulación histórica de Cuba en la división internacional del trabajo. La zafra de 1963 llegó a un nivel que puso en peligro la sustentación de la base industrial azucarera y del país. Hacia finales de 1963, más concretamente en 1964, se decidió la rectificación de aquella estrategia luego del acuerdo azucarero con la URSS".[12]

    Es a partir de aquí que el azúcar recuperó su papel como principal sostén de la economía cubana, lo cual fue viable hasta finales de los años 80 en que se derrumban las economías socialistas de Europa y la URSS.

    "El acuerdo cubano-soviético creó condiciones ventajosas para Cuba: un mercado creciente y asegurado para el azúcar cubano, precios preferenciales planificados y estables para la venta del azúcar nacional así como un acceso creciente y programado a tecnologías, bienes y servicios financieros que impulsarían, con ayuda del azúcar, el desarrollo integral de la economía del país."[13]

    El deterioro acusado por la industria azucarera en los inicios de la década de los 90, se comenzó a detener, a partir del esfuerzo del país por recuperarla hacia los finales de la misma, incorporando ya en el año 2002, "... lo que puede considerarse el cambio estructural de mayor importancia: el cierre de la mitad de los centrales azucareros del país debido a que la permanente contracción de los precios del azúcar en el mercado mundial hace irrentable su producción. Se han dejado en funcionamiento solo aquellos con mejores índices económicos y condiciones para elevar su eficiencia".[14]

    El impacto del decrecimiento de la producción azucarera a partir de una caída de 7 millones de toneladas de azúcar en la zafra de 1991-1992 a sólo 4,2 millones de toneladas en la zafra 1992-1993[15], fue sin dudas, (...) muy fuerte por el peso de este sector, tanto en el producto nacional como en el ingreso de divisas.[16]

    En la Resolución Económica del V Congreso del PCC se señala: "La agroindustria azucarera deberá recuperar su papel estratégico en la economía, constituyéndose en fuente de ingresos netos crecientes y reanimadora del desarrollo de otras ramas y esferas de la economía"[17]. En otras palabras, para allanar el camino a la salida de la crisis económica es indispensable una recuperación definitiva del sector azucarero, por lo que se trata de demostrar que la diversificación es la única alternativa posible en este sentido.

    El azúcar como producto de comercialización internacional tiene vida limitada; es por ello que el actual proceso que se ejecuta de reestructuración de este sector implica alcanzar por vía intensiva los niveles de eficiencia requeridos con los 70 centrales que han quedado en activo, de manera que se reduzcan los costos al 50%, lo que en conjunto con la diversificación agrícola e industrial generaría el valor agregado necesario en sus producciones para la captación de recursos financieros requeridos para el desarrollo del sector y de la economía en general.

    El azúcar es solo uno de los numerosos productos que pueden obtenerse a partir de la caña de azúcar, pues esta es una materia prima de incalculable valor para el desarrollo industrial del país.

    Para la agroindustria azucarera el reto más importante en este siglo será hacer de la caña de azúcar una fuente para solucionar tres problemas esenciales de la humanidad: la alimentación, la energía y el medio ambiente.

    "La enorme diversidad de sus derivados abre posibilidades infinitas que si se desarrollan de forma coherente y planificada pueden llegar a estimular en gran medida el progreso de la industria y el comercio intrarregional. El azúcar posee dos subproductos principales: el bagazo y las mieles."19

    La necesidad de transformar la industria azucarera constituye un problema mundial. Existen condiciones que indican las ventajas que representaría el desarrollo de las producciones derivadas para los países productores de azúcar.

    Se concibe entonces la explotación de la caña a partir de un claro y definido concepto: lograr su procesamiento óptimo para obtener, además de azúcar de distintas variedades, mayor cantidad de bagazo para su uso energético, alimento animal, mieles, y otros en dependencia de la demanda del mercado.

    Estas alternativas no representan cambios dramáticos en los esquemas y equipamientos tecnológicos y sí constituyen alternativas en los flujos de producción y en la vinculación de éstos con los derivados.

    La importancia del desarrollo de los derivados de la caña de azúcar radica entre otros a la urgente necesidad que tienen los productores de diversificar su economía, no solamente porque disminuirían su dependencia del comercio exterior y sus deformaciones estructurales, sino también porque contrarrestarán los actuales precios del azúcar.

    Los países productores de azúcar enfrentan el reto de diversificar su producción como respuesta a las dificultades del mercado internacional y la tendencia a la baja de los precios.

    Tal y como se destaca desde los años setenta en el Programa del Partido Comunista de Cuba, "los productos derivados (...) hacen de la industria de los derivados el objetivo de desarrollo más importante del complejo agroindustrial en los próximos años". 20

    La producción de los derivados concebida de manera tradicional como algo anexo a la industria azucarera, cambia y pasar a formar parte integral de esta última desde el punto de vista tecnológico y energético, aprovechando ventajas del proceso relacionadas con la utilización de los subproductos industriales, productos intermedios u otras combinaciones que resulten factibles técnica y económicamente.

    "En el desarrollo preferente de las ramas industriales se deben considerar como direcciones principales la industria azucarera,... En la industria azucarera se debe garantizar el crecimiento continuado de nuestro principal fondo exportable y propiciar la diversificación y ampliación de los derivados de la caña."21

    Esto determina que los productores de caña deben buscar la diversificación para ampliar el horizonte de nuestras producciones y de nuevos mercados de exportación.

    La diversificación de la industria de la caña de azúcar debido a la importancia que van cobrando sus derivados, hace suponer que el valor económico de la agroindustria azucarera estará determinado fundamentalmente por el de productos intermedios con sus respectivos derivados.

    Ya en 1989 el valor de la producción de toda la rama industrial azucarera fue, “... de unos 1600 millones de pesos y la industria de los derivados de unos 400 millones, es decir, esta última aportaba un peso por cada cuatro la primera industria cubana.”22

    Es importante el aprovechamiento de los subproductos y la producción de derivados de la agroindustria azucarera porque:

    · El desarrollo de la producción de derivados permite diversificar la economía de los países productores de azúcar, y así liberarse de la dependencia de las fluctuaciones de precios de un solo producto.

    · La escasez creciente de muchas materias primas no renovables anualmente, como la madera, le ofrece ventajas al bagazo en la producción de pulpa y tableros.

    · Muchos derivados sustituyen importaciones y constituyen fondos exportables. La tendencia alcista de los precios de los derivados hace rentable a gran número de estas producciones.

    · La escasez de piensos en muchos países hace que las mieles, el bagacillo, la paja y el cogollo sean cada día más importantes para la alimentación de la masa ganadera.

    · La utilización directa de la caña como materia prima puede contribuir a solucionar problemas alimentarios y energéticos.

    · El desarrollo de la industria química y la alcoquímica ofrece nuevas posibilidades a diversos derivados destinados como materia prima para estas industrias.

    · La existencia de productos que por su alta eficiencia económica o por lo específico de su uso, no están en peligro de ser sustituidos por la petroquímica.

    Se trabaja, por continuar aumentando los volúmenes de producción de derivados, mejorar sus indicadores de eficiencia, encontrar soluciones alternativas para los insumos de importancia e incorporar nuevos productos derivados en el consumo nacional y la exportación.

    El nivel alcanzado por la industria azucarera nacional y la necesidad y conveniencia económica de su diversificación, obligan a una revalorización de los distintos subproductos y productos intermedios de los derivados para sustituir importaciones y crear fondos exportables con una buena competitividad cuando el azúcar en el mercado mundial tiende a perder cada vez más su valor de cambio.

    El azúcar representa alrededor del 10% de la caña procesada, el resto son subproductos de la cosecha y de la industria. Estos últimos constituyen cantidades de gran magnitud, con posibilidades de convertirse en más de 50 derivados de “primera generación” (bajo explotación comercial en todo el mundo) los que a su vez generan a más de 100 de “segunda generación” con una amplia utilización en la economía de la mayoría de los países productores de caña de azúcar.

    Los derivados de la agroindustria azucarera promueven el desarrollo de diversas materias primas y nuevos rubros de importancia trascendental para la ganadería y la industria alimentaria, ligera, farmacéutica, microbiológica y otras. De ahí se deriva que la industria de derivados se transforme en el objetivo de desarrollo más importante del complejo agroindustrial nacional en los próximos años.

    "Múltiples son los derivados de la industria azucarera y a partir de éstos es posible producir una amplia gama de productos, incluidos los plásticos, mediante el desarrollo de la sucroquímica."[18]

    La industria azucarera cubana en la proyección de desarrollo de sus derivados determina su propio carácter prioritario en cualquier política de industrialización del país.

    "Prestar atención priorizada al desarrollo del programa de derivados de la caña de azúcar, especialmente en los productos de mayor valor agregado o con una fuerte influencia en otros sectores y propósitos, así como al aprovechamiento de los residuos de esta industria, todo ello con el fin de elevar la participación de estas producciones en la economía nacional y especialmente en el desarrollo de las exportaciones".[19]



    El proceso de reproducción económica y la ejecución de las inversiones



    "Como ya sabemos, el proceso de desarrollo económico descansa en la reproducción ampliada, en el aumento de la productividad".[20] Aquí se enmarcan lo que se conoce como proyectos de desarrollo económico, los que constituyen un eslabón decisivo en el objetivo de transformar la estructura económica y social de cualquier país. Al respecto existen múltiples antecedentes sobre la concepción de estos proyectos que pudieran servir de referencia obligada a quien estime profundizar en este campo de estudio.[21]

    Se desprende de esta afirmación que existe una estrecha relación entre desarrollo económico, teoría de las inversiones y proyectos de inversión; por demás el papel de las inversiones en el desarrollo económico de cualquier país.

    En fin, los problemas relacionados con las inversiones son muy amplios y complejos, por lo que en la teoría del desarrollo económico estos precisan de ser estudiados en tres sentidos:[22]

    v El volumen de las inversiones que implica definir cuánto hay que invertir, es decir, cuánto hay que acumular considerando que existen barreras objetivas para el desarrollo económico.

    v La estructura de las inversiones a los efectos de darle respuesta al problema de dónde invertir, en cuales esferas, sectores y ramas del país que garanticen el óptimo ritmo de desarrollo, y que permita las adecuadas proporciones entre sectroes y ramas de la economía.

    v La evaluación de inversiones, para dar respuesta a otra interrogante, cómo invertir; es decir, cómo seleccionar las mejores alternativas que permitan un uso más adecuado de los recursos siempre en condiciones de restricciones y escasez.

    No se puede aislar de este análisis la relación existente entre acumulación y consumo, ya que esta lleva implícita determinada estructura de las inversiones, pues para asegurar una tasa dada de acumulación, se requiere el crecimiento de ramas productoras de medios de producción, y por otra parte para hacerlo en el consumo se precisa del crecimiento de ramas productora de medios de consumo.

    La solución a la contradicción acumulación-consumo dependerá de la etapa en que se encuentre el país en cuestión en la construcción del modelo socialista. De lo que se trata es de alcanzar en cada momento el equilibrio o balance adecuado entre ambos.

    "Entonces la proporción acumulación-consumo es clave en el modelo económico por lo que debe ser cuidadosamente establecida y revisada de manera continua. En las economías de mercado tales proporciones son determinadas ex post por la actuación espontánea, a escala global, de las leyes económicas que rigen el intercambio mercantil y la ley de la ganancia media. Con la desaparición de las formas capitalistas de producción y distribución se crean las condiciones para que este proceso, relativamente anárquico, sea transformado en una actividad dirigida conscientemente por la actuación de los hombres y sus instituciones de planificación."[23]

    Según Ferrer Sánchez[24] existen dos problemas básicos que están muy relacionados y que debe resolver la acumulación:

    1. La creación de la Base Técnico Material del Socialismo.

    2. Desarrollo y perfeccionamiento de los medios de producción a partir de dicha base.

    La creación de la Base Técnico Material del Socialismo se alcanza según el nivel de desarrollo del país, por medio de la industrialización o la reconstrucción del aparato productivo expropiado a la burguesía.

    Por tanto, cuando se establece una tasa de acumulación significa que se está estableciendo de forma general cual será la estructura de las inversiones en cuanto a que le corresponde al sector I y cuanto al sector II de la economía.

    Marx aportó un análisis del equilibrio económico en sus bien conocidos esquemas de la reproducción dividiendo la producción social en dos grandes grupos: departamento I, que comprendía la producción de medios de producción, y el departamento II, que abarcaba la producción de medios de consumo.

    En la construcción del socialismo la acumulación como expresión de la creación de la Base Técnico Material del Socialismo se realiza a través de las inversiones, por lo que no se puede perder de vista que existe una estrecha relación entre acumulación e inversiones, pero eso no implica que se confundan ambos conceptos.

    "Porque la inversión, compañeros, es una parte del consumo del pueblo que no va directamente al pueblo, sino que se transforma en una maquinaria, en un edificio, en algo que va después a crear nuevas riquezas, pero después en el futuro, hoy no."[25]

    Entre tanto, la creación de la Base Técnico Material del Socialismo presupone el uso eficiente de los recursos financieros destinados a las inversiones. Sin embargo, en la práctica económica cubana lo relacionado con el proceso inversionista ha estado plagado de múltiples desviaciones y deficiencias que han redundado negativamente en las tareas de la construcción del socialismo.

    "Uno de los problemas más serios que hemos confrontado ha sido la falta de integralidad en la planificación de nuestro desarrollo económico, particularmente en la concepción y ejecución del proceso inversionista.

    No nos ha faltado financiamiento externo para acometer diversas iniciativas, pero estas no siempre han estado acompañadas de la racionalidad y la disciplina necesaria para aprovechar rápidamente los recursos invertidos." [26]

    En esencia, que nos ha faltado en todos estos años, la debida integralidad del proceso inversionista, el que ejecutado consecuentemente de acuerdo a lo estipulado en las legislaciones sobre este particular, entiéndase, "El Reglamento del Proceso Inversionista"[27] hubiese dado un estado de cosas diferente a lo que fue alcanzado.

    Varios de los autores consultados coinciden en que la eficiencia de las inversiones supone al menos que se satisfagan las siguientes cuestiones básicas:[28]

    1. La realización de la inversión en el período de tiempo establecido.

    2. Cumplimiento de los plazos de puesta en marcha y asimilación gradual de las capacidades.

    3. Recuperación de las inversiones y reducción de los plazos de resarcimiento de los recursos invertidos.

    4. Enfoque integral del proceso inversionista.

    Ya en 1964 se alertaba que la no adecuada organización del proceso inversionista era un aspecto que podía llegar a entorpecer seriamente todo el proceso de desarrollo económico, y se planteó que "El país había adquirido plantas industriales, equipos por instalar y todos esos equipos y plantas estaban en cajas algunos, otros eran inversiones paralizadas, semiparalizadas, a un ritmo lento de construcción...".[29]

    En este sentido, pudiera mencionarse ejemplos del incumplimiento de estas cuestiones en el proceso inversionista cubano durante muchos años, muy a pesar del llamamiento reiterado de la dirección de la revolución de hacer del mismo un motor impulsor del desarrollo económico del país. Es así, que actualmente tenemos en nuestro país un número importante de inversiones conocidas internacionalmente cono elefantes blancos por su incapacidad de recuperarse a través del tiempo.

    "La eficiencia del proceso inversionista (...), constituye una premisa económica fundamental para la construcción del socialismo y representa el uso de los recursos acumulados por el pueblo trabajador para realizar la reproducción ampliada de la economía".[30]



    Fundamentos teóricos sobre las inversiones



    Según el diccionario económico de Estrada Santander se entenderá por inversiones, "... el total de gastos dirigidos a la reproducción de los fondos básicos, son los recursos monetarios invertidos para incrementar los fondos básicos"[31]

    “La inversión, en la terminología corriente, designa a la vez un acto y el resultado del mismo: la decisión de invertir y el bien invertido, (...), aquí tiene lugar el cambio de una satisfacción inmediata y cierta a la que se renuncia, contra una esperanza que se adquiere y de la cual el bien invertido es el soporte".[32]

    Esta clasificación dada por Massé parece ser muy general por lo que es preciso enunciar otras más concretas y que pueden dar una visión mejor acabada sobre este particular.

    “Podemos considerar la inversión como una decisión a largo plazo. Ella es el factor que promueve el desarrollo económico; preocupación tanto para los economistas como para los empresarios"[33]

    " Inversión significa formación o incremento neto de capital"[34]

    Se considera la inversión desde los siguientes enfoques; como un proceso cuantitativo: cuánto hay que invertir; después como un proceso cualitativo: en qué hay que invertir; más adelante, como un proceso temporal: cuándo hay que invertir, y finalmente, como un proceso político: quién ha de invertir.

    En fin toda inversión reside en adquirir determinados bienes, sacrificando capitales financieros con la expectativa futura de obtener ingresos. Desde la visión empresarial se expone que la empresa debe invertir siempre y cuando la inversión pueda generar un producto marginal superior al costo marginal de la inversión. Por tanto, este equilibrio define el óptimo de la inversión.

    Este criterio de la teoría marginalista se imbrica necesariamente con la teoría del valor de Marx, cuando él demuestra la veracidad del gasto de tiempo socialmente necesario para obtener un producto como criterio de decisión en cuanto a viabilidad eonómica, siendo la magnitud restante el plusproducto, lo que a estos efectos no es mas que el producto marginal.

    Godelier[35] planteó que lejos de temer la confrontación con el marginalismo, la teoría marxista de la economía puede enriquecerse con ella y proporcionar a conceptos sin fundamento teórico, el fundamento que les hace falta y que muchos marginalistas desearían tener.

    "Las formas de conducción de la economía, como aspecto tecnológico de la cuestión, deben tomarse de donde estén más desarrolladas y puedan ser adaptadas a la nueva sociedad. (...) sin temor al contagio de la ideología burguesa. En la rama económica (en todo lo referente a normas técnicas de dirección y control de la producción) sucede lo mismo".[36]



    CONSIDERACIONES FINALES

    El desarrollo económico de cualquier país tiene necesariamente que atravesar distintas etapas de crecimiento en su infraestructura de producción, a partir de cambios estructurales en la misma, de manera que sea la industrialización quien trace las pautas necesarias para lograr lo primero. Es así que el Che asumió la tarea de industrialización de la economía cubana como la palanca impulsora del desarrollo.

    En el caso de nuestro país tradicionalmente con una economía atrasada, monoproductora y monoexportadora se da lugar con el triunfo de la revolución a una política de industrialización que tenía dentro de sus puntales el desarrollo de la industria de los derivados de la caña de azúcar, en particular por el valor agregado que esta aportaría al ingreso nacional consecuentemente con el crecimiento de las exportaciones, en correspondencia con el deterioro acusado en las ventas de azúcar al mercado norteamericano.

    La industria azucarera vuelve a retomar su papel de guía de la economía cubana a partir de los acuerdos con la URSS, lo cual se basó en todos esos años y hasta finales de los años 80' en el crecimiento extensivo, lo que sin dudas comenzó a chocar con las limitaciones que se introdujeron a partir del año 1990 por la pérdida de los mercados azucareros socialistas.

    El resurgimiento en la actualidad con mayor fuerza y proyecciones de carácter estratégico para el levantamiento y desarrollo de la casi extinguida industria de los derivados de la caña de azúcar tiene un sentido de vitalidad para la sustentabilidad de la industria azucarera como resorte económico y político de nuestro país.

    La reproducción económica en el marco del desarrollo económico cubano, específicamente en el desarrollo de la industria de los derivados de la caña de azúcar tiene que verse como el proceso de realización de un fuerte y certero proceso inversionista que de a la postre los resultados que se precisan para que esta industria despegue como el resorte necesario para reafirmar el sector azucarero como puntal de la economía nacional.

    La evaluación de las inversiones en Cuba han atravesado por distintas etapas y enfoques que han permeado por diversas razones el uso de las mejores técnicas y criterios que en su conjugación pudieran haber resultado en la selección de las variantes mas atractivas desde el punto de vista económico, político y social para el país.

    La teoría económica convencional ha aportado en el campo de la evaluación de las inversiones los elementos necesarios para con una utilización adaptada a las condiciones de la economía socialista brinden los mejores elementos de juicio en la toma de decisiones óptimas de financiación e inversiones.

    En la construcción de la economía socialista se deben tomar las mejores experiencias y técnicas que coadyuven a la evaluación de las inversiones en el ámbito económico, político y social del país.

    El despegue en el desarrollo inversionista de la actual industria de los derivados de la caña de azúcar no debe conducir de ninguna forma a no considerar un tratamiento teórico de las propuestas de inversiones lo suficientemente argumentada que evite errar en cualquiera de los ámbitos anteriormente mencionados.
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por sorge Vie Ene 11, 2013 7:10 pm

    Yo defiendo al PCC,no se de donde sacas que existiera sector prosovietico.

    Empezamos con la primera parte: La cuestión es que en la estrategia de desarrollo realizada hasta el 1964 no funcionara, tuvo gran importancia razones internas de la propia revolución, cuales expone el Dr Ramón Sánchez Noda en el capitulo retransición vs transición al socialismo pag 180 en el libro el derrumbe del modelo eurosovietico una visión desde cuba, editorial Felix Varela.La Habana,1994. Referencias concreta a la ralentización de la industrializacion tras el acuerdo con los sovieticos, no la encuentro en tu cita,gracias por la documentación.

    Como es de suponer, la experiencia de la transición en estos primeros años no estuvo exenta de nuevas contradicciones que fueron promoviendose como resultado de las transformaciones que tuvieron ocurrencia en lo económico y lo social. Las limitaciones de un personal calificado para asumir importantes tareas productivas, la propia estructura deformada de la economía, las deficiencias heredadas en la base contable y estadística, unido al bloqueo y constante hostigamiento del imperialismo norteamericano, complicaron la solución a las contradicciones que aparecían en esta etapa.

    En este contexto tampoco puede olvidarse la existencia paralela de elementos de cálculos económicos en la agricultura conjuntamente con el sistema presupuestario en la industria, lo que impedía enfocar respuestas integrales a la sociedad como organismo social unico

    En los años finales de la década del 60, se decide utilizar una nueva forma de dirección de la economía a nivel de toda la sociedad.

    Esta decisión se sustentaba, por un lado, en la necesidad de responder al perfeccionamiento de la sociedad y por otro, encontrar un nuevo enfoque que integrara en un sistema único, las dos formas de dirección económica que existían hasta esos momentos. La resultante fue la creación de un sistema de Régimen Económico que se apartaba tanto del sistema presupuestario que existia en la industria, como de los elementos del cálculo económico que operaban en la agricultura en aquel período.

    En el informe central al I Congreso de nuestro Partido se valoró criticamente la interpretación idealista que éste sistema hacía de la sociedad y en especial el no reconocimiento de la utilización de las formas mercantiles en la economía.
    Camaguey y sus historia, secciones investigaciones historicas comite provincial del PCC, Camaguey.
    El desarrollo industrial en Camaguey,pag 216:
    Al triunfo de la Revolución, al igual que en el resto del país, en Camagüey la industria no agraria era escasa y con una tecnología poca desarrollada. El principal renglón era el azúcarero.

    En el transcurso de la década del ´60 la industria azucarera camagüeyana no fue objeto de grandes reparaciones, ni de inversiones que posibilitaran su verdadera modernización motivado en lo fundamental por factores tales: como la no existencia en el país de las fuerza tecnica necesaria; y el no contar con una industria pesada, que unido al bloqueo y a no poder tener en sus principios una amplia ayuda de los paises socialistas, que como es conocido no habían desarrollado a plenitud esa industria en aquellos momentos. No fue hasta los años 1968 y 1969 en que inicio uno de los más grandes programas inversionistas en la rama azucarera que tuvo como objetivo fundamental preparar la industria en aquellos momentos para la zafra de los diez millones. Como resultado de este impulso fueron reconstruidos 4 centrales y en el resto se realizaron inversiones de menos peso, lo que posibilito que la industria hacia 1976 tuviera una situación más favorable.

    Tras la intervención de las empresas, el gobierno revolucionario dio inicio a la transformación industrial de la provincia cuando el 14 de Febrero de 1962 el Comandante Ernesto Guevara inaguró la Fabrica de Alambres de Púas "Gonzalo E.Lugo" en Nuevitas, dando inicio al futuro desarrollo del municipio como ciudad industrial.

    En 1967 comenzó la construcción de la fábrica de Nitrogeneo en Camaguey y del Contrabando Hidráulico en Guáimaro.
    Un paso importante lo constituyo la creación, en 1968, de la Fábrica de Cemento "26 de Julio".


    En 1964 se inicio la construcción de la Central Termoeléctrica "10 de Octubre" de Nuevitas con colaboración Checoslovaca, la que en 1971 con la instalación de un segundo turbogenerador, elevó su capacidad a 128 megawatts por hora lo que permtió incrementar el servició eléctrico a 113 394 consumidores, lo que representó un incremento de 130% con relación a 1959.

    Un paso de gran importancia en la formación del modulo industrial de Nuevitas, y de alto significado para la agricultura en la provincia y el país, lo constituyo la puesta en producción de la Fabrica de Fertilizantes Nítrogenados en 1975, instalación que había comenzado a construirse en 1968 con colaboración sovietica.

    Otra rama industrial que recibió un fuerte impulso en la provincia fue la de materiales de la construcción; en este esfuerzo desempeño un papel de gran importancia la construcción y puesta en funcionamiento, el 17 de abril de 1968, de la Fábrica de Cemento "26 de Julio" de Nuevitas, construida con colaboración de la RDA.

    Ademas se edificaron tres trituradores de piedra en Santiago de Cruz, Guaimaro y Piedrecitas, un fabrica de baldosas una de tubos de barro, bloques y mosaicos en Camaguey; así como de ladrillos de refractarios y otras importantes obras de esta industria.

    Relacionadas con el agro y la ganaderia se encontraban al triunfo de la Revolución en 1959, algunas fábricas de productos alimenticios, como eran los derivados de la leche elaborados en cuatro pequeñas fabricas, derivados de la carne en la empacadora La Unión; una fabrica de refrescos y otra de vinagre. Ha sido política de la Revolución ir incrementando estos renglones y desarrollando otros. Entre las nuevas fábricas se destacan la fábrica de yogurt, segunda que se creaba en el país, inagurando el 8 de septiembre de 1964; la fabrica de pescados "La Gaviota" en Santa Cruz de Sur(6-12-69), así como la de Coppelia y otra que ampliaron la producción de industria alimentaria
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por sorge Vie Ene 11, 2013 7:31 pm

    XVII ANIVERSARIO DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA
    No olvidemos que a pesar de todo y durante estos años hemos tenido grandes desbalances en nuestro comercio exterior, fundamentalmente con la Unión Soviética. No olvidemos que hay que importar casi 5 millones o algo más de 5 millones de toneladas de combustible, porque es un producto que hay que traerlo y porque la exploración y el descubrimiento y la puesta en producción de los pozos petroleros requieren serios y profundos estudios que no se realizan de un día para otro; que somos un país sin carbón, que somos un país prácticamente sin energía hidráulica. Nuestros ríos son pequeños y su mejor opción siempre será, en nuestro clima y en nuestras condiciones, el regadío.

    Gran Enciclopedia Larousse-edición 1979 suplemento, sección dedicada a Cuba:
    En la industria, manteniendo los logros del sector azucarero, los objetivos se han centrado en aumentar las tasas de crecimiento de otros sectores básicos para el despegue definitivo de la economía. La tasa de crecimiento anual de la metalurgía es del 24%; la del sector textil y del cuero, del 12,3% y la de transformación maderera, del 16,3%. La industria alimentaria(sin contar la azucarera) supuso en 1974 unos 1.100 millones de dolares y su indice de crecimiento fue del 6,6%, La industria cuya tasa de crecimiento anual global es de 7,7%, supuso en 1974 el 41% de la producción total


    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    Al triunfar la Revolución en 1959 es que se toma la decisión de establecer un programa encaminado a precisar y desarrollar el potencial minero del país.

    En 1961 se constituye el Ministerio de Industrias, existiendo solo dos geólogos cubanos, por lo que se requería un importante proceso de preparación de condiciones en ese sentido.

    El 1975 solo se conocía, desde el punto de vista geológico, el 5% del territorio nacional. Para finales de la década del ochenta se logró elevar el grado de conocimiento del potencial minero desde el 5 hasta el 50%, lo cual se logró con la colaboración de la Antigua Unión Soviética y países del CAME.

    A partir de la creación del Servicio Geológico Nacional se comenzó un trabajo sistemático encaminado a precisar las características geológicas del país y revelar la presencia de yacimientos de minerales. En ese sentido el programa arrojó importantes resultados, entre los más significativos se reconocen:

    El desarrollo de una fuerte base de reservas minerales para la industria del níquel con un alto grado de confiabilidad, lo que permitió el mantenimiento de la producción en las plantas que existían.
    El descubrimiento y puesta en marcha del yacimiento de cobre de Júcaro.
    La revelación y desarrollo de reservas de plomo y zinc.
    El descubrimiento de oro de Delita, en la Isla de la Juventud.
    Un intenso desarrollo de los materiales de construcción y de materias primas para la producción de cemento.
    La creación de una cartografía geológica de Cuba, con la edición de mapas geológicos.
    Para la prospección petrolera se desarrollaron trabajos en tierra y la plataforma, así como programas de perforación de pozos de búsqueda y exploración.
    Se descubrieron 14 yacimientos de petróleo.
    El desarrollo de una organización geológica nacional y una industria minera-petrolera que cuenta con Instalaciones para la prospección geológica y petrolera en todo el país, y múltiples plantas de producción, incluyendo las de la industria del níquel.

    Industria del Níquel


    Cuba cuenta con las principales reservas de níquel del mundo, lo que ha permitido desarrollar una industria que está representada por tres plantas.

    En 1943, durante la II Guerra Mundial, una empresa de Estados Unidos construyó en Nicaro, al este de la bahía de Nipe, la primera planta de níquel en la isla. Se trató de un centro industrial moderno, para explotar los yacimientos de Pinares de Mayarí. En 1955, la Freeport Sulphur Corporation, inició la construcción en Moa de la segunda planta cubana para la explotación del níquel.

    Con el triunfo de la Revolución, los técnicos y especialistas estadounidenses abandonaron este combinado, único en el mundo por su forma de operación, y llevaron consigo la documentación sobre la tecnología de esa industria. Una década más tarde, se reparó la planta de Nicaro y se emprendió la construcción de otra, la Ernesto Che Guevara, en Punta Gorda, con capacidad para producir 30 mil toneladas anuales del metal. La primera fase de esta inversión, concluyó en 1984, y se emprendió la construcción de un cuarto combinado en Las Camariocas, 10 kilómetros al este de Moa, que fue necesario cancelar en la década del 90 tras el derrumbe del campo socialista europeo.
    De ahí que en la actualidad, la industria niquelífera en Cuba cuente para la extracción y procesamiento del mineral, con los combinados minero metalúrgicos Comandante René Ramos Latour, en Nicaro, la Comandante Pedro Soto Alba, en Moa, y la Comandante Che Guevara, en Punta Gorda.

    Se conocen en el territorio nacional, 43 yacimientos de níquel, la mayoría de ellos al norte de las provincias orientales, y los recursos ascienden a 1130 millones de toneladas con contenido, lo que la ubica entre los tres primeros países con este mineral. Los principales productores de níquel a nivel mundial son Rusia, Canadá, Australia, Indonesia, Nueva Caledonia y Cuba.

    Los principales yacimientos cubanos son Punta Gorda, Camarioca, Moa Oriental, Pinares de Mayarí, Nicaro, Yagrumaje (zona oriental de Holguín), San Felipe (en Camaguey) y Cajálbana en Pinar del Río.

    El principal valor de los minerales cubanos, estriba en que yacen próximos a la superficie y pueden explotarse en minas a cielo abierto, con un costo relativamente menor al de su extracción de las profundidades subterráneas.

    Desde 1991, la industria del sector comenzó a funcionar parcialmente con divisas convertibles y, al año siguiente, ese esquema fue ampliado, ocupando la tercera posición después de la azucarera y el turismo. A partir de lo legislado para la asociación con empresas extranjeras se crearon la Caribbbean Nickel S.A. y la Compañía General del Níquel S.A. y se modificó el mercado para la exportación del mineral.

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    Mensaje por Razion Vie Ene 11, 2013 9:10 pm

    Yo defiendo al PCC,no se de donde sacas que existiera sector prosovietico.

    Te cito a tí camarada sorge:

    ¿tambien tuvo culpa el supuesto sector prosovietico de que fracasara en 1963 la diversificación de la agricultura?, ¿sabes cuando se aprobo la realización la zafra de los 10 millones, cuando fue el primer convenio economico-comercial con la URSS? yo no he encontrado ningun historiador cubano que defienda que habia algun sector del PCC que tuviera alternativa seria al SDPE en los años 70, si lo encuentras ya sabes donde debes publicarlo.salud.

    Los textos que compartes son muy interesantes, pero no veo que vayan a tras mano de lo que publiqué anteriormente, de hecho lo complementa.
    Me es difícil encontrar por internet, el detalle de las industrias que se fundaron durante los primeros años de la revolución, la cantidad de apoyo soviético recibido, etc, por lo que tendré que esperar hasta tener el libro que te mencioné, para comparar en detalle el proceso industrial.

    Interesante la cita de la Gran Enciclopedia Larousse.

    Te hago una pregunta ya que no entiendo algo de tu postura:
    ¿Reconoces que hubo una desaceleración en la industrialización, lo que no concuerdas es que haya influído la política de la URSS en la misma?

    Saludos
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    Mensaje por sorge Dom Ene 13, 2013 1:46 pm

    Otro dato de Larousse:
    refinación petroleo:1958 3.600.000 tonelada,1975 5.900.000 t.
    Generación electrica.1958:2.650.000 watios, 1975: 6.500.000 w,
    acero: 1958:24.000 toneladas. 1975:240.000 t,
    fertilizante,1958:195.000 toneladas,1975 1.002.000 t,
    cemento,1958:743.000 toneladas,1975:2.000.000 t,
    parque de tractores,1958:9.000 unidades,1975:54.000 u,
    quimica,1958:300.000 pesos,1975:694.000.000 p,
    sidero mecanica:1958,29.000.00 pesos,1975,271.000.000 p,
    calzado:1958,12.000.000 pesos, 1975,30.000.000 p,
    textil,1958 60.000.000 m2,1975,145.000.000 m2

    Camarada Razion: en esa cita no me contradigo, ya que supuesto tiene la definición de hipotético o no comprobado.
    Yo no puedo sacar conclusión de si hubo o no desaceleración industrial por problemas internos hasta que no haya leido a ningun investigador acreditado que lo demuestre, de todas maneras como el mismo Fidel reconoce, la geografia y geologia nacional esta limitada en determinado sectores, no pueden construir ni centrales hidroelectrica ni industrias del carbon, este elemento tan basico se debe tener en cuenta para no sacar conclusiones erroneas.

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    Mensaje por DP9M Miér Mayo 29, 2013 1:12 pm

    refloto

    Lo digo en serio vamos a empezar a sancionar a gente que abra hilos sin antes buscar si existen o no temas iguales oparecidos a su consulta donde postear su intervencion.

    No es normal que tengamos 20 hilos de un comentario sobre un mismo tema.
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    Mensaje por Razion Jue Jul 31, 2014 11:11 pm

    Resalto el hilo (Post It).
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    Mensaje por Razion Miér Abr 22, 2015 11:55 pm

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    Lenin, su pensamiento económico presente en la actualización del modelo económico

    La base teórica para comprender la heterogeneidad económica de la transición socialista la forjó Lenin en varias de sus obras

    Carlos M. García Valdés | [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    21 de abril de 2015

    Un día como hoy hace 145 años nació en Simbirsk, Rusia, uno de los hombres más ex­traordinarios de la historia, no solo por sus con­diciones humanas y revolucionarias, sino también por la extraordinaria repercusión que su vida y su actividad han tenido y tendrán en el mundo.

    Una parte importante de su vida, 17 años, la pasa Lenin en el destierro, encarcelado varias veces  y perseguido por sus ideas y actividad revolucionarias. En esas condiciones desarrolla la teoría marxista. Lenin fundó periódicos revolucionarios y escribió numerosos libros y folletos que constituyen un verdadero aporte  al marxismo, que no en vano después se denominó, por esa razón,  marxismo-leninismo.  Para el líder histórico de la Revolución Cubana, “nadie como él, fue capaz de interpretar toda la profundidad y toda la esencia y todo el valor de la teoría marxista”.

    Lenin desarrolló el marxismo en todas sus expresiones, en las que se destacan la teoría económica sobre el imperialismo y de la construcción del socialismo.


    La Nueva Política Económica (NEP) y sus enseñanzas para la política económica cubana actual
    Durante dos años, entre 1918 y 1920, la guerra civil condujo al gobierno soviético al borde del colapso, no obstante la victoria del Ejér­cito Rojo sobre los enemigos internos e invasores. El país quedó devastado, la economía fatigada, el hambre se acentuó en mu­chas regiones del vasto país. La principal tarea de la naciente Revolución pasó a ser entonces la reconstrucción económica de Rusia, para lo que había que modificar la  política económica del comunismo de guerra centrada en las expropiaciones campesinas de cereales y otros productos agrícolas. La Nueva Política Económica plan­tea­ba una nueva relación con los campesinos y con el capitalismo de Es­tado.

    Entre las principales obras teóricas de la NEP están El impuesto en especie y Acer­ca de la significación del oro ahora y después de la victoria completa del socialismo.

    La NEP y el proceso de actualización del mo­delo de desarrollo económico y social son procesos históricos inéditos, irrepetibles, por tanto no se pueden comparar de manera sistémica o íntegra. Pero las leyes sociales hacen posible, bajo determinadas circunstancias, coincidencias y enseñanzas históricas interesantes.

    El principal momento común para ambas experiencias fue y es la necesidad de pasar la economía a primer plano para evitar el fracaso económico que haga inviable la construcción del socialismo.

    En un emblemático opúsculo Lenin autocríticamente expresaba: “Lo último —lo más difícil y lo que menos tenemos hecho— es organizar la economía, colocar los cimientos económicos del edificio nuevo socialista… En esta labor, la más importante y difícil, es don­de hemos tenido más desaciertos y errores”.  Huelga la comparación.

    Los grandes problemas de la economía cubana exigían la actualización y modernización de la economía y su modelo de funcionamiento. La economía pasa a desempeñar un papel protagónico. Como dijo Raúl: “La batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social”.

    Otro momento de particular coincidencia en ambas experiencias es la reevaluación del tratamiento a las  economías o tipos económicos que coexisten por un tiempo más o me­nos largo en el periodo de transición del capitalismo al socialismo. En Cuba se había forzado el predominio de la propiedad estatal en menoscabo de otras formas de menor grado de socialización, pero objetivamente justificadas en la construcción del socialismo.

    Raúl lo reconoce sin ambages. “Los clásicos del marxismo leninismo al proyectar los rasgos que debían caracterizar la construc­ción de la nueva sociedad, definieron —especialmen­te Lenin— que el Estado, en re­presentación de todo el pueblo, mantendría la propiedad sobre los fundamentales medios de producción. Nosotros absolutizamos ese principio y pasamos a la propiedad estatal ca­si toda la actividad económica del país”.

    La base teórica para comprender la heterogeneidad económica de la transición socialista la forjó Lenin en varias de sus obras, en particular en Sobre el impuesto en especie don­de reconoce varios tipos económicos, al­gu­nos de los cuales están presentes en la ac­tua­lización como registra el Lineamiento 02. Pe­ro lo que le interesaba al máximo líder bolchevique era que los rusos entendieran que no se podía organizar la economía si no se in­vo­lucraban todos los sectores bajo la rectoría del sector estatal. Esa era la esencia de la Nueva Política Económica soviética, ¿no lo será aca­so también de la actualización del modelo económico cubano?

    Quizá la enseñanza más importante de la NEP, para Cuba, fue la política con el campesino para levantar la producción agrícola y en el caso de Rusia evitar las hambrunas. El 26 de julio del 2007, Raúl plantea el gran problema de la agricultura y la producción de alimentos para lo que habría que hacer cambios importantes. No había hambre, pero el gran déficit productivo le ocasiona al Estado cubano erogaciones anuales cercanas a los 2 000 millones de dólares y a los cubanos invertir más del 70 % de sus ingresos en alimentos por los elevados precios de estos.

    Mayores incentivos, más organización, me­nos burocracia, factores en los que insistía Lenin, aparecen como asignaturas a las que habrá que prestarle mayor atención, no obstante todas las leyes y medidas adoptadas pa­ra incrementar la producción de alimentos.

    El pensamiento económico de Lenin sobre la inversión extranjera, el monopolio estatal del comercio exterior, las cooperativas, el control y la contabilidad populares, la industrialización, la disciplina económica y financiera y el aumento de la productividad del trabajo, no solo está vigente en la actualización, sino que nos  anima  a estudiarlo con profundidad, porque mucho nos queda por hacer.

    Lenin trabajó intensamente hasta los últimos días de su vida. Durante los primeros meses de 1923, ya con su salud muy  debilitada, desde su lecho de enfermo,  dicta numerosas cartas y documentos valiosos desde el punto de vista político y económico. El 10 de marzo de 1923 otro ataque  de apoplejía pone fin a  su vida política. Fallece el 21 de enero de 1924.
    Fidel lo concibe así: “No ha habido gladiador que haya librado más combates ideológicos que los que libró Lenin”.
    Indudablemente esto es actual, pero es parte de la evolución económica de la isla luego de la Revolución -lo copié en otro hilo-.
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    Mensaje por Razion Mar Mayo 05, 2015 2:35 pm

    Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba
    Economía
    Martes, 05 de Mayo de 2015

    José Luis Rodríguez* - Cuba Contemporánea.- Las transformaciones que tienen lugar en el modelo económico cubano en estos momentos son las de mayor complejidad en toda la historia revolucionaria, tomando en cuenta que se transita simultáneamente hacia una nueva etapa en la estrategia de desarrollo, basada en la creación de condiciones para un crecimiento sostenible a mediano plazo; se diseña una política económica que plantea una nueva relación entre plan y mercado y un sistema de dirección donde se abre un mayor espacio a la propiedad no estatal y a los mecanismos económicos de gestión, con una participación superior de los trabajadores en el proceso de toma de decisiones.

    Un elemento de gran importancia para comprender los cambios que se vienen introduciendo, se refiere a los tipos de soluciones a corto plazo que se plantea la política económica actual.

    En la página 10 de los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución se destacan como medidas inmediatas eliminar el déficit de la balanza de pagos; incrementar la eficiencia económica, la motivación por el trabajo y la distribución del ingreso y crear las condiciones infraestructurales y productivas que permitan el tránsito a una etapa superior del desarrollo.

    Examinemos en qué medida se ha avanzado en estos objetivos.

    Un elemento esencial para mejorar el balance financiero externo es el saldo comercial del intercambio con otros países. Tomando en cuenta los datos del Anuario Estadístico de Cuba y la información brindada en la última sesión de la Asamblea Nacional, así como los estimados de Economist Intelligence Unit, las exportaciones de mercancías entre 2008 y 2014 aumentaron 49,5%, un crecimiento que se asocia al incremento de las ventas de productos de la biotecnología y a la exportación de derivados del petróleo en ese período. El saldo de la balanza de servicios presenta un crecimiento de 59,3% en esa etapa, con un componente de servicios médicos que se planificó en 8 200 millones de dólares para 2014.

    En términos comparativos se obtiene que las importaciones entre 2008 y 2013 bajaron de 32,4% a 18,8% del PIB, mientras que las exportaciones totales se estima pasaron del 18,4 al 21,5%.

    De tal modo, el saldo de la balanza comercial, que resultó negativo en -1 736 millones en 2008, se transformó en un superávit de 1 591 millones de dólares en 2014. En relación con el PIB, estas cifras representaron -5,0% en 2008 y +1,9% en 2014, lo cual se obtiene básicamente por la significativa contracción relativa de las importaciones en el período.

    En términos financieros, el país emprendió un proceso de renegociación y pago puntual de los adeudos pactados a partir de 2009.

    Los procesos de renegociación de la deuda bilateral resultaron significativos desde inicios de los años 2000, cuando se reportaron renegociaciones de las deudas con Alemania, por 115 millones de dólares; con China (6 000 millones) y con Japón, que se estima condonó alrededor de 1 400 millones. Más recientemente, México canceló el 70% de una deuda de alrededor de 500 millones y Rusia el 90% de una deuda estimada en 35 000 millones de dólares, pendiente de pago con la antigua URSS. (1) Adicionalmente, en marzo de 2015 el presidente del Club de París, Bruno Bézard, anunció que en semanas o meses se iniciaría la renegociación de la deuda con esa entidad, entre 15 y 16 000 millones de dólares, que permanece sin solución desde 1986.

    Todas estas medidas incrementan la confianza de los medios financieros internacionales en la capacidad de la economía cubana para hacer frente a sus compromisos, a pesar de la presencia del bloqueo de Estados Unidos y no obstante la calificación de riesgo de la deuda, que fue incrementada en mayo de 2014 a Caa2 por Moody’s, aduciendo la situación de Venezuela y la supuesta indefinición de políticas del país.

    La deuda externa de Cuba puede estimarse tomando en cuenta no solamente la renegociada, sino toda la deuda pendiente de pago. Según estimados de Economist Intelligence Unit, los adeudos pasaron de 16 645 millones de dólares en 2008 a 25 512 millones en 2014, para un crecimiento de 53,3%, pero en términos relativos estos se movieron del 32,3 al 30,5% del PIB, lo que muestra una evolución favorable habida cuenta del monto de recursos destinados al pago de su servicio.

    En efecto, entre 2008 y 2014 se estima que se pagaron 19 554 millones de dólares por conceptos de principal e intereses, elevándose anualmente de 1 571 millones al inicio del período hasta 3 106 al final, para un incremento del 97,7%, lo cual se aprecia al examinar estas cifras en relación con el PIB. En este caso, el servicio de la deuda se elevó de 2,9% a 3,8% del PIB, alcanzando su punto más alto en 2013, con 5,4%.

    Finalmente cabe destacar que en 2015 se aprecia un importante cambio en la política financiera externa.

    Al respecto, vale la pena recordar que en la estructura económica del país, para crecer 1% se requiere que las importaciones lo hagan entre 2 y 3%. Tomando en cuenta esa realidad y tal y como explicó el ministro de Economía y Planificación en la Asamblea Nacional, se demanda un crecimiento de 13,3% de las compras en el exterior este año, que permita asegurar el aumento del 28,7% en las inversiones y el 4% en el PIB. A su vez, para alcanzar esos objetivos debe disponerse de un flujo financiero superior, por lo que se decidió elevar el pago de la deuda a 5 661 millones de dólares este año, lo que representa un aumento de 84% sobre el estimado de 2014 y el 6,6% del PIB. Partiendo de ese pago, se planifica obtener créditos por una suma equivalente para financiar importaciones.

    Esta decisión en el orden financiero debe incrementar la confianza de los acreedores en nuestro país, lo cual se ve favorecido a partir de los nuevos escenarios que se abren en las relaciones económicas con Estados Unidos.

    Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba (II)

    Entre los aspectos a atender a corto plazo en la política económica diseñada en 2011 se destacan, por su importancia, el incremento de la eficiencia económica, la motivación por el trabajo y la distribución del ingreso, así como la creación de las condiciones infraestructurales y productivas que permitan el transito a una etapa superior de desarrollo.

    A diferencia de la eliminación del desbalance financiero externo, que opera básicamente en la esfera de las relaciones económicas internacionales, en este caso se trata de aspectos en los que resulta determinante la acción de múltiples actores al interior de la economía nacional.

    Con toda la complejidad que pueda presentar el tema financiero externo, la elevación de la eficiencia económica -en la que incide muy directamente la motivación por el trabajo y la distribución del ingreso- y la creación de condiciones infraestructurales y productivas para el avance del país son sin dudas las tareas más difíciles, pero a la vez imprescindibles en estos momentos, con vistas a lograr un crecimiento sostenible.

    Como punto de partida para este análisis es necesario comprender que en el incremento de la eficiencia económica incide fundamentalmente el crecimiento de la productividad del trabajo. En la evolución de este indicador en Cuba han influido un conjunto de factores negativos que incluyen desde una estructura económica deformada creada antes de 1959, pasando por políticas económicas que no dieron los frutos esperados, hasta los negativos efectos del bloqueo estadounidense, por lo que se requieren muchos años y esfuerzos para compensar las negativas consecuencias de todo este cúmulo de factores.

    De ahí que no sorprenda que, a pesar de lo avanzado, se registre un bajo incremento de la productividad del trabajo, el cual -según algunos estimados- solo alcanzó 0,4% como promedio anual entre 1959 y 2009.

    A la luz de la experiencia puede decirse que en el crecimiento de este indicador intervienen dos grandes grupos de factores: por un lado medidas de organización del trabajo y por otro los efectos de las inversiones que incrementen la incidencia de la ciencia y la técnica en la producción de bienes y servicios.

    En el período que transcurre a partir de 2009 han preponderado las medidas de organización del trabajo como vía para el incremento de la eficiencia productiva, que, en un estudio realizado en 2007, se estimó podrían incrementar hasta en 60% los niveles de productividad en nuestras condiciones.

    Un primer elemento que se tuvo en cuenta fue la reducción del subempleo en el sector estatal, que inicialmente se estimó en torno a un millón 500 mil trabajadores cuyo contenido de trabajo no aseguraba una labor productiva para ocho horas.

    Por supuesto, el elemento de mayor complejidad en estos años ha sido encontrar una salida apropiada al excedente laboral identificado, para lo cual la medida más significativa ha sido el crecimiento del empleo en el sector no estatal a través del trabajo por cuenta propia desde 2010 y de las cooperativas no agropecuarias desde 2013. También la distribución en usufructo gratuito de tierras ociosas ha operado en esa dirección.

    A su vez, esta racionalización debía tomar en cuenta que alrededor del 51% de los empleados del Estado laboraban en el sector presupuestado, espacio que brinda importantes servicios a la sociedad pero que no crea valor en las mismas condiciones que una empresa.

    De tal modo, luego de un primer momento en que los ritmos de avance resultaron excesivos al plantearse la salida de 500 000 trabajadores en unos seis meses a la altura de 2011, se produjo, de acuerdo con la información del Anuario Estadístico de Cuba, una disminución en cuatro años del 14,7% del empleo estatal (unos 624 000 trabajadores) y se incrementó el empleo no estatal en 57,2%, hasta unas 471 000 personas.

    Como consecuencia de estas transformaciones, el empleo fuera del Estado pasó del 16,2 al 26,3% entre 2009 y 2013, proporción que se espera llegue al 30% en el presente año y que pueda alcanzar 35% en el futuro próximo.

    A su vez, ha sido notable el adelgazamiento de la estructura del Estado que se ha operado paralelamente a lo anterior, con reducciones del 34% en el número de ministerios y 27% en el de empresas hasta 2013, a lo que se añade una disminución del 20% en la cifra de cooperativas agropecuarias, en un proceso aún no concluido.

    Para la medición de los impactos de esta significativa evolución aún no se tiene toda la información factual necesaria para llegar a conclusiones definitivas. No obstante, puede apreciarse que se produce una disminución de la actividad económica en la población, que baja de 75,4% en 2009 a 72,9% del total en 2013, fenómeno concentrado en las mujeres, cuya tasa desciende 3,7 puntos porcentuales.

    Por otro lado, la desocupación se eleva de 1,7 a 3,3% en ese período. En este sentido habría que analizar por qué trabajan proporcionalmente menos mujeres y qué relación tiene ese fenómeno con un desempleo que aumenta, pero en una proporción menor que lo que cabría suponer, en lo cual pueden estar incidiendo factores que frenen el empleo femenino, condiciones laborales más favorables del sector no estatal y, por tanto, no demanda de empleo al Estado, o el efecto de las nuevas disposiciones migratorias del país vigentes a partir de 2013, entre otras consideraciones.

    En todo caso resulta también notable el incremento del empleo fuera del Estado y particularmente en el caso del trabajo por cuenta propia, que pasó de 143 800 personas en 2009 a 478 951 al cierre de 2014, para un crecimiento de 3,3 veces. No obstante, esta expansión -si bien es una solución de empleo, en general, bien remunerado- no ha dado respuesta a la fuerza de trabajo calificada que resulta excedente en el Estado, algo sobre lo que se volverá más adelante.

    Corresponde en estos momentos evaluar en qué medida el volumen de las inversiones y la retribución del trabajo han estado también presentes en esta etapa, antes de valorar el impacto de todo lo que puede haber incidido en el incremento de la productividad que se registra en los últimos cinco años.

    Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba (III)

    Entre los factores que deben tomarse en cuenta en el estímulo al crecimiento de la productividad del trabajo juega un papel determinante el incremento de los ingresos del trabajador. En las presentes condiciones de la economía cubana, el análisis de este tema resulta de elevada complejidad dado el conjunto de factores que inciden en él y la transformación actual de los mecanismos de retribución.

    Tomando esto en cuenta, en este análisis no se pretende agotar el tema, aunque se tratará de mostrar el papel de los diferentes elementos que inciden en su determinación.

    En primer lugar, se trata de examinar separadamente el sector estatal del no estatal, considerando que en este último los factores que determinan la retribución del trabajo están mediados por relaciones de mercado y su relación económica con el Estado transcurre básicamente por la vía fiscal a través del pago de impuestos.

    En este caso puede decirse que no hay límites a la retribución laboral más allá de la carga fiscal, por lo que -tomando en cuenta los déficits en la oferta estatal de un grupo de bienes y servicios a la población- los precios resultan actualmente elevados dada la fuerte demanda insatisfecha de los mismos y -consecuentemente- los ingresos de los trabajadores por cuenta propia y los cooperativistas son naturalmente muy superiores a las retribuciones que el Estado puede brindar a sus empleados, dados los compromisos que tiene en relación con la acumulación y el consumo de toda la sociedad.

    Centrando la atención en la economía estatal, debemos tomar en cuenta que esta abarca un sector empresarial y un sector presupuestado, que tienen dinámicas diferentes. También debe considerarse que los ingresos de los trabajadores estatales se componen de salarios (el elemento básico), ingresos por sistemas de estimulación (esencialmente en CUC) que no se computan en el salario y, en menor medida, pagos en especie que pueden incluir alimentos, ropa, calzado y artículos de higiene personal.

    Los salarios han estado determinados en general por parámetros o escalas en función de la complejidad, calificación y resultados del trabajo. Un primer problema a destacar es la diferencia entre el salario nominal -que no toma en cuenta su poder de compra- y el salario real, que sí lo contempla.

    Si se examina la dinámica del salario nominal promedio medido mensualmente entre 1989 y el 2013 -según el Anuario Estadístico de Cuba-, se aprecia que pasó de 188 a 471 pesos, para un crecimiento de 2,5 veces en 24 años, lo cual resulta apreciable. Sin embargo, si se incluye en el análisis la dinámica de los precios minoristas estimada para el mismo período, a fin de calcular el salario real, se observa que el salario nominal de 2013 equivale a entre 106 y 51 pesos del salario nominal de 1989. En todo caso, aun con diferentes cálculos, lo que no ofrece dudas es que el poder de compra real del salario no se ha recuperado en estos años, lo que es un factor importante de desestímulo al incremento de la productividad del trabajo.

    No obstante, más recientemente se observa un gradual incremento del salario real en la misma medida en que se aplican fórmulas que posibilitan incrementar el pago de acuerdo a los resultados en el sector empresarial, lo que debe sustentar un crecimiento más dinámico de la productividad del trabajo.

    Así, por ejemplo, en la entidad BioCubaFarma el salario medio previsto para este año le permitirá alcanzar un salario real equivalente a un poder de compra de 325 pesos de 1989, un 73% superior al salario nominal medio de ese año. Esta situación también se reflejará en alrededor de 70 empresas que pagarán salarios nominales promedio de entre 1 000 y 3 000 pesos mensuales, así como en el sector de la salud, cuyo incremento salarial computó unos 2 750 millones de pesos anuales para más de 440 000 trabajadores.

    Para enfrentar los desequilibrios salariales presentes no sería lo más efectivo una reforma general de salarios, tomando en cuenta los resultados de experiencias como la de 1981, que engendró importantes desequilibrios en la economía nacional. Con vistas a evitar errores pasados, será indispensable que -a nivel macroeconómico- la productividad crezca más rápido que el salario medio y que la proporción del salario no rebase los límites previstos en relación con el valor agregado bruto, o sea, el nuevo valor creado.

    La dinámica de este último aspecto mostró tendencias negativas en el primer decenio de los años 2000, cuando la productividad aumentó 46% pero el salario medio se elevó en 87%. En el período 2009-2013, esa situación comenzó a corregirse en la misma medida en que la productividad del trabajo creció 10,7% mientras que el salario medio escaló 9,8%. Para el plan 2015 se prevé que los salarios aumenten 5,8% y la productividad 6,2%.

    Otra forma de mantener la retribución del trabajo en un cauce adecuado consiste en fijar la proporción de los salarios a pagar en relación con el valor agregado bruto. Este índice reflejó los fenómenos apuntados en el párrafo anterior, al computar hasta 0,43 a inicios de los años 2000, proporción que se redujo a 0,3326 en el plan del presente año.

    Un ingreso laboral no siempre vinculado con los resultados del trabajo y que tampoco se incluye en el salario es el monto de los sistemas de estimulación en divisas. Estos esquemas se introdujeron a la par con la doble circulación monetaria en 1994 y -en la medida en que se concentraron en las actividades generadoras de ingresos en divisas- aportaron resultados favorables. Alcanzaron su mayor impacto alrededor de 2007, cuando se estima que llegaron a alrededor de 820 000 trabajadores estatales -el 20,3% del total- con un monto de unos 118 millones de CUC, para un ingreso medio de 12 CUC mensuales.

    Finalmente, otros ingresos monetarios beneficiaron a la población desde 1993, cuando se autorizó la recepción de remesas en divisas que, si bien incrementaban los ingresos de una parte de los habitantes del país -que se ha estimado en el 25% del total-, no se vinculaban con los resultados del trabajo y no incidían directamente en el aumento de la productividad.

    En síntesis, la recuperación del salario real de los trabajadores estatales es un elemento clave para el incremento de la productividad del trabajo, lo cual debe reflejarse también en un aumento del peso de los salarios nominales en el total de ingresos, que disminuyó de 80% a solo 46% en los últimos 30 años.

    En ese sentido, la política que se ha comenzado a implementar para vincular la retribución laboral con los resultados del trabajo en las empresas es un elemento de enormes potencialidades. No obstante, el aseguramiento de factores que la empresa no controla -como el financiamiento de los suministros importados- puede frenar este mecanismo, para lo cual deberán adoptarse otras medidas que impidan esa y otras afectaciones externas al cumplimiento de los indicadores directivos del plan.

    Igualmente -tal y como se ha hecho con el sector de la salud y el deporte- habrá que diseñar otras políticas que permitan incrementar los ingresos de los trabajadores del sector presupuestado -sin crear desequilibrios inmanejables-, tomando en cuenta que en estos sectores se ubican factores estratégicos para el desarrollo del país, tales como la educación y la ciencia, que hoy padecen la migración de fuerza de trabajo calificada.

    Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba (IV)

    El factor que más rápidamente impacta en el crecimiento de la productividad del trabajo es la inversión productiva. Sin embargo, no ha sido posible priorizar este elemento entre 2008 y 2014 tomando en consideración la baja capacidad de ahorro interno del país y habida cuenta de la necesidad de dedicar significativos recursos a reducir el desequilibrio financiero externo, que actúa como limitación fundamental para nuestro desarrollo.

    En efecto, una primera valoración muestra claramente que en el período estudiado la inversión bruta descendió de 5 264 a 4 729 millones de pesos, para una reducción de 535 millones, equivalente al 10,2% a precios corrientes. Por otro lado, en esos años el estimado de pago por concepto de servicio de la deuda -según datos de Economist Intelligence Unit- se elevó de 1 571 a 3 106 millones de dólares, 1 535 millones más que representan un aumento de 97,7%.

    Al examinar la composición de las inversiones a precios corrientes también se observan diferencias importantes, ya que la cifra dedicada a construcción y montaje crece 10% hasta 2014, en tanto que la referida a equipos desciende 32,4%.

    Para reducir la influencia de la variabilidad de los precios y afinando más el análisis, puede utilizarse la categoría de Formación Bruta de Capital (FBC), que refleja más directamente los elementos de mayor importancia al considerar el impacto sobre la productividad del trabajo. En este caso, la dinámica de la FBC muestra solo un crecimiento de 1%, mientras que la categoría de maquinaria y equipos dentro de la misma se reduce en 2%.

    En términos relativos al comparar la FBC con el PIB, la tasa muestra un descenso de 15,9% en 2008 a 14,3% el pasado año.

    De igual modo, al examinar la estructura de la inversión por sectores se aprecia un cambio sustancial que se puede vincular a la necesidad de una infraestructura mejor y una liquidez mayor. Así se registra un aumento de las inversiones dedicadas a servicios empresariales/inmobiliarias/alquiler, que se elevan de 3,5% en 2008 a 31,8% en 2014; la categoría construcción sube de 6,5 a 16,3%, y la categoría referida a la infraestructura básica (electricidad/gas/agua) se reduce de 18,4 a 13%. Por otra parte, el sector agropecuario se mantiene prácticamente con la misma proporción (8,3%), pero descienden la industria, de 6,2 a 5,4%; la minería, de 12,7 a 5,2%, y los hoteles y restaurantes, de 8,6 a 2,8%.

    Este análisis confirma que los elementos más importantes para el crecimiento de un 10,7% de la productividad del trabajo que se obtiene entre 2009 y 2013 responden básicamente a factores de organización del trabajo centrados en la reducción de subempleo estatal, y no a la inversión productiva.

    La necesidad de un cambio en esta situación comienza a gestarse a partir de la priorización del incremento en la inversión, con un sustancial impulso a la inversión extranjera a partir de la creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (septiembre de 2013), la aprobación de una nueva Ley de Inversión Extranjera (marzo de 2014) y la publicación de una Cartera de Oportunidad de Negocios para la inversión extranjera, en noviembre del pasado año.

    Para el presente año estas medidas se apoyan con una modificación a la política de financiamiento externo que permita -mediante un elevado pago en el servicio de la deuda- la retoma de créditos en mejores condiciones y una dinámica sustentada en un incremento del 28,7% en las inversiones y del 13,3% en las importaciones, lo que debe contribuir finalmente a que aumente 6,2% la productividad del trabajo y se expanda en 4% el PIB.

    Todo esto deberá asegurar el crecimiento de la productividad en las empresas estatales y el incremento de las retribuciones a los trabajadores como elemento central para asegurar la dinámica indispensable de la economía nacional en lo adelante.

    * El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial
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    Evolución de la política económica cubana desde 1959 Empty Re: Evolución de la política económica cubana desde 1959

    Mensaje por La Brujula Lun Mar 07, 2016 5:25 pm

    “El cubano espera la economía reflejada en su bienestar”.
    Entrevista a Omar Everleny Pérez Villanueva

    Por Mario Vizcaíno Serrat

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    Emprender un balance de la economía cubana de los últimos años es bastante complejo, incluso arriesgado, sobre todo si el avance no se corresponde con lo previsto y si lo que está pendiente supera en mucho lo estampado en los lineamientos del pasado Congreso del Partido.

    Sin embargo, en una demostración de respeto por su oficio y de amor a Cuba, y apoyado en un conocimiento profundo del complicadísimo panorama, el economista Omar Everleny Pérez Villanueva, miembro del Centro de Estudios de la Economía Cubana, lo intenta durante esta conversación con Palabra Nueva.

    Lo curioso del diálogo es que Pérez Villanueva  responde, a veces, con preguntas que él mismo se hace, como si reflexionara en voz alta y tratara de entender una realidad económica áspera.

    Habla sosegado, sin apasionarse, pero ofrece consejos, convencido de lo que conoce, como haría un consultor, e invita a espantar la rutina y apurar el ritmo. O sea: a “dejar la bobería”, como pudiera decir el alcohólico urbano de Buena Fe.

    Después de esta conversación, se entiende aún más que para poner al día el modelo económico se necesita enjundia, coherencia, en la proyección. También ímpetu para no dejar acuerdos en el papel, y buena memoria para no olvidar a los compatriotas, la mayoría deseando hace años una vida próspera, tanto como el lema que ya está oliendo a consigna.

    Y se confirma que el bloqueo estadounidense es un obstáculo indiscutible en el desarrollo cubano, y que debieron echarlo abajo hace muchos años, pero también que transformaciones claves van a ritmo de soñolencia, en una estructura de decisiones semejante a un entramado, y marcada por la huella de tantos años de centralización, una centralización también mental.

    Comencemos por el tema alimentario, no solo por vital, sino además porque vuelve a desatar alarmas. ¿Por fin es saludable topar los precios?
    “Empecemos argumentando que los insumos a los campesinos han aumentado de precio, deben pagar no menos de cien pesos diarios a quien les trabaje, de manera que son costos que se le suman a su producto final. También es verdad que el campesino que siembra no debe vender. Es necesario trasladar esos productos al mercado, y ese es un espacio que ocuparon los actuales intermediarios. ¿Por qué entonces no crear las cooperativas comercializadoras, junto a las cooperativas de segundo grado? Se les venden medios de transporte, les pueden comprar a los campesinos, se convierten en sus representantes y sirven directamente en los mercados. De lo contrario, va a aparecer siempre el intermediario porque es imprescindible una persona que enlace al campesino y al vendedor del agro. También detrás de todo hay un problema de producción. La economía es un proceso que no tolera medidas aisladas. Estaría seguro de que si el Estado, que compra el litro de aceite en el mercado internacional a menos de un dólar, lo vendiera a un dólar (un CUC), bajaría notablemente el precio de la libra de manteca de puerco. Es que normalmente el referente en los mercados son los precios del Estado, esa política de altos precios de los artículos de primera necesidad, lógica en los años noventa, ya no tiene sentido como en aquella etapa, debe acabarse la mentalidad rentista. La bolsa de leche en polvo de un Kg no puede costar seis CUC para los necesitados. Menos aun ahora, cuando la tonelada de leche en polvo registra en el mercado internacional su precio más bajo de los últimos diez años. ¿Por qué no se vende a menos CUC, por ejemplo? El Estado, perfectamente, puede ser un competidor, comprando grandes cantidades de determinado producto y ubicándolo a precios más bajos para obligar a los demás a bajar los suyos, y bajando los precios de los alimentos en divisas y de otros artículos de primera necesidad. Tiene todos los medios para hacerlo. ¿Por qué no se puede arreglar la agricultura? Si hay que subsidiarla, se subsidia. Estados Unidos lo hace, Europa lo hace. Lo que no puede ser es que Cuba importe cada año dos mil millones de dólares en alimentos. Cuba compra arroz, frijoles. Es inadmisible. Hay que incentivar al campesino. ¿Por qué no le pagan en dólares, de esos que van para afuera? Usted le paga en dólares a un productor de frijoles para que compre los insumos y verá cómo produce. Y el Estado se quitaría de encima el transporte: los barcos, el flete y todo lo que hoy tiene que pagar para traer alimentos. Pero la toma de decisiones no puede descansar en la negación del posible enriquecimiento. Creo que si un grupo de campesinos puede tener un elevado nivel de vida y eso significa el bienestar de millones de cubanos, hay que aceptarlo. Y las cosas no pueden resolverse con medidas centralistas. El mundo cambió. Y si lo que hay que ser es socialista, ser socialista es mantener los logros de la revolución: la salud, la educación, la cultura, entre otros. Y sobre el resto de las actividades, no se puede seguir pensando y haciendo como en el pasado”.

    ¿Pero se pueden topar los precios?
    “No creo que se deben topar, ya hemos pasado por eso, y los resultados a la larga no son los esperados, aunque si me salgo de la función de especialista y me convierto en consumidor, está claro que me gustaría pagar menos”.

    Vayamos al espinoso asunto de la unidad monetaria. Han pasado dos años desde la fecha anunciada para dejar una sola moneda. ¿Está cerca, demora?
    “Déjame aclarar algo: no es lo mismo dualidad monetaria que dualidad cambiaria. Existe una solución a corto plazo, que se hará en cualquier momento, y es dejar una moneda. Ya estamos en el camino a eso porque hay ya precios en las dos monedas en un mismo comercio, lo cual es una señal que está recibiendo la gente de que el peso cubano va a coger valor. Tú llegas a una tienda de comercio en divisas y puedes pagar en pesos. Si ya se emitieron billetes de alta denominación es que hay indicaciones de que en cualquier momento va a quedarse la moneda nacional. La gran dificultad es la moneda extranjera. Quien reciba cien dólares, o cien euros, ¿cuántos pesos recibirá al cambio? ¿1 a 24, 1 a 25? Si es así, el problema no se resuelve porque hay quienes seguirán con esa capacidad adquisitiva mayor fuera del salario. El tema hay que solucionarlo en dos vías: una sola moneda, pero permitir que la tasa de cambio con la moneda extranjera sea diferente, tanto para las personas como para las empresas. Las empresas cambian hoy uno a uno, y las personas 1 a 24, lo que significa que las tasas de cambio están muy distantes. Para que una empresa cubana sea rentable y competitiva debe tener una tasa de cambio más real. ¿Qué es lo que se ha hecho?: pequeñas devaluaciones. En el turismo, la industria azucarera, el transporte de ómnibus ruteros, se permite el cambio 1 a 10. El transporte de ómnibus ruteros, por ejemplo, recibe moneda nacional, pero tiene que comprar gasolina, entonces el cambio que se permite es 1 a 10. En la medida en que baje la tasa de 1 a 24, la gente irá teniendo mayor poder adquisitivo. Si antes recibías con doscientos pesos, digamos, ocho dólares, y ahora recibes catorce, demandarás más productos, y si todo el mundo demanda más productos termina lo que hay hoy, una mayor escasez, porque el tema radica en que la moneda cubana no es divisa, y con el valor de las ventas, no puedes volver al exterior a comprar productos que se han consumido porque, además, el tema productivo no está incentivado lo suficiente: hay café en un lugar, en otro lugar no hay mantequilla, en otro no hay cerveza; porque es un problema de producción o importación. El tema de la pobre importación es por la falta de divisa. Por la falta de los certificados de liquidez de la empresa que importa mantequilla, por ejemplo. El certificado de liquidez (CL) es la tercera moneda, de la que nadie habla, aunque es importante. Una empresa puede tener cualquier cantidad de CUC en bancos, y eso no le permite salir a comprar al extranjero lo que necesite, porque esa moneda no es divisa. Solo se lo permite la cantidad de CL que le aprobó su organismo. Para comprar con dólares en el exterior el Banco Central tiene que contar con esos dólares, ¿a través de qué?: de las exportaciones; o de los pagos de los servicios médicos profesionales; o de los pagos de Venezuela”.

    Si, según ustedes, los economistas, seguir postergando la unificación monetaria es seguir permitiendo distorsiones en la economía, ¿por qué no acaban de dejar una moneda?
    “Porque si bien es cierto que alargar eso es crear más problemas, también lo es que para hacerlo tiene que haber solidez. Cuba es un país que carece de prestamistas de última instancia. Para entrar en un juego financiero como el que necesita, debe tener en el Banco mucho dinero para todas las distorsiones que se crean. Y quienes le prestan dinero, es especialmente para comerciar. Cuba no pertenece a ningún organismo financiero internacional. ¿Cómo se resuelve eso? Con reservas. Incrementar las reservas. Cuba ha mejorado su situación financiera externa, pero eso significa mayores pagos sin contrapartida. Dicho de otra manera: desde 1986 Cuba no le pagaba al Club de París, que ahora le condonó el 80 % de la deuda, pero sí tiene que pagar el 20 %. Ahora, en el 2016, tiene que pagar unos cuantos millones que nunca había pagado, que es la parte que le queda de esas condonaciones. Y eso pasa con Rusia, China, México, Japón. A lo mejor el país tendrá que pagar anualmente en concepto de deudas unos mil millones anuales. Tiene que ir viviendo con sus recursos. A pesar de que el turismo ha crecido, la eficiencia en ese sector no es la suficiente. Por cada dólar de ingreso tienes que comprar importaciones a niveles elevados porque es el círculo vicioso: si no se produce suficiente mantequilla en el país, el hotel tiene que comprarla con el dinero que le entró. Si la economía nacional no es productiva, el dinero sigue saliendo hacia el exterior. Si no hay aviones, hay que transportar a los turistas en aviones extranjeros y ahí se queda el pasaje. Si no hay turoperadores y el país no está en los niveles de reserva internacional, también se pierde dinero. De los cien dólares que podría costar una habitación en el Hotel Nacional, para poner un ejemplo hipotético, la parte extranjera a lo mejor pagó casi la mitad, porque los turoperadores compran las habitaciones baratas. Ellos se comprometen a mantenerlas llenas pero tienen que cogerlas baratas. La Habana está colapsada, no hay habitaciones de hoteles para la avalancha que se ha producido de turistas. Pero a lo mejor en los cayos hay capacidades disponibles. Hay que desarrollar el turismo de ciudad, al igual que el de sol y playa. Y ahora hay que pensar qué hacer. En el 2015 hubo 76 % más de turismo estadounidense, en relación con el 2014”.


    Y ahora, en mayo, se esperan al menos dos cruceros grandes, mensuales o quincenales.
    “Y esos turistas van a consumir. Van a tomar agua, van a tomar cervezas. Hay que aumentar la producción. Más que como un tema financiero, veo esto como un asunto productivo. Cuba tiene que acabar de dejar a un lado los obstáculos que han frenado el desarrollo de las fuerzas productivas. Tiene que haber una planificación que no las frene. Crear más pequeñas y medianas empresas. Y dar oportunidad a las cooperativas de que importen y exporten. Cuando produzcan bienes y servicios es cuando el país tendrá un crecimiento sostenido. Haber crecido al 4 % en 2015 es importante, pero si bajamos al 2 % este año, retrocedemos. E incluso hay que analizar la estructura del crecimiento del 4 %: dónde fue. La población no sintió ese crecimiento en los indicadores que le son más comprensibles”.

    ¿Qué ocurre con el proceso de las cooperativas no agropecuarias, que parece detenido?
    “Avanza muy lentamente. El quinto grupo, que todo el mundo espera, lleva más de un año sin aprobarse. Se aprobaron cuatro grupos iniciales, entre los que suman 498 cooperativas, aunque hay solo cerca de 350 funcionando. Hay muchas que han presentado sus propuestas, pero requieren de un nivel de aprobación demasiado alto. En cuanto a las aprobadas, hay muchas insatisfacciones sobre la falta de insumos. Una cooperativa de construcción aprobada y funcionando necesita madera, medios de transportación, andamios, etc., porque una cooperativa es algo más acabado, más sólido, con un grupo de empleados significativos, trabajando en edificios altos, reparando… Otro de los problemas es su dificultad para importar. Aunque la resolución lo permite, solamente han importado las que tienen que ver con las aves exóticas, que pueden importar pienso. Todavía hay muchos tropiezos en la marcha de las cooperativas. Las más avanzadas tienen que ver con los mercados agropecuarios.
    ”Tengo mis opiniones: no necesariamente una empresa que no funcionó de forma estatal puede hacerlo de forma cooperativa. A lo mejor sí en algunos casos, pero no en la mayoría. Creo que no puede haber una cooperativa sin cooperativistas, es decir, sin el sentimiento de cooperación entre ellos. El cooperativismo es un sentimiento que se va creando poco a poco. La historia de las cooperativas es la de empresas que han trabajado de forma individual durante años y luego se han unido, con experiencia en dirigir negocios. Nosotros, en Cuba, hemos pensado que pasar de formas estatales a cooperativas es una patente para que avance la fórmula por sí misma”.

    ¿Significa eso que integrar una cooperativa supone conocer su funcionamiento y tener una vocación para esa forma de propiedad?
    “Efectivamente. A veces se le llama cooperativa a un grupo de trabajadores donde el socio principal es quien busca los recursos, paga un salario a los obreros, sin claridad en la distribución. No todas funcionan correctamente”.

    ¿Y cómo se logra que funcionen bien?
    “Tiene que existir una ley de cooperativas que explique su estructura y funcionamiento. Y una cooperativa es una empresa jurídica, que tendría todas las facilidades que tienen las empresas jurídicas. En Cuba, a veces damos nombres a las cosas para compararlas con las del resto del mundo, y nos confundimos”.

    ¿Es cierto que los trabajadores por cuenta propia, como se les llama, disminuyeron en el segundo semestre del año pasado?
    “Sí. Aunque nos alerta, no es una gran preocupación. Se calculó que a finales del año pasado habría unos 510 000 trabajadores por cuenta propia y hay unos 496 000. Puede pasar que la suma y la resta estén a favor de quienes se han ido, pero a lo mejor se han incorporado 30 000 más. Y tal vez han salido 45 000 y el saldo son 15 000 menos. Habría que hacer un análisis de las áreas de donde salen y se incorporan los trabajadores. Lo que se observa en La Habana es que los negocios en la gastronomía crecen, especialmente los trabajadores contratados. Es que al mezclarse tantas cosas diferentes y a todas llamarlas trabajo por cuenta propia, el análisis no es muy certero. El dueño de un restaurante está entre los 496 000 trabajadores por cuenta propia, pero también lo está el trabajador asalariado de esa misma Paladar. No es lo mismo una Paladar que posee cuarenta trabajadores, que un pequeño quiosco con cuatro trabajadores y poca oferta. No es fácil hacer un análisis por los números, hay que esperar por las tendencias”.

    ¿Qué va a pasar en los próximos meses?
    “El Estado lleva muchos años sin abrir nuevos oficios para ejercer por cuenta propia. Hay 201 actividades aprobadas desde hace unos tres años, pero hay otras muchas que debían incorporarse, varias de ellas sin necesidad de ser diseñadas. Es preferible una lista con las que el Estado no quiere aún aprobar, y dejar las demás a la iniciativa popular. A lo mejor aparece una mezcla de soldador con vendedor, no sé. Pero estar definiendo los oficios que se quieren y los que no se quieren no me parece en estos momentos muy lógico. Al principio sí, porque se trataba de manualidades, servicios. ¿Pero por qué no permitir una consultoría de abogados, una oficina de arquitectos? Ha llegado el momento de pensar en qué más se puede abrir. De otro lado, hay que llamar a las cosas por su nombre, darles el tratamiento que llevan y exigirles por lo que son. Por ejemplo, una Paladar no tiene que ser un trabajo por cuenta propia: es una microempresa. No es lógico que una Paladar pague el teléfono como lo paga una familia, o el agua. Pasados seis años del decreto ley que permitía el trabajo por cuenta propia, hay que hacer otras cosas. Hay que dar una mirada más profunda a los impuestos que se pagan en una provincia, que no tienen que ser los que se pagan en La Habana. Si hay que quitar impuestos en una zona para que determinada actividad se recupere, ¿por qué no hacerlo? Hay que focalizar los problemas”.


    Si aceptaran considerar microempresa a una Paladar, esta adquiriría otros deberes, pero también tendría otros derechos. ¿Cómo sería?
    “Tendrían, por ejemplo, el deber de contribuir con más impuestos, pero el derecho de acceder a mercados mayoristas. ¿Por qué no puede una Paladar comprar la cerveza donde lo hace una empresa estatal? Algo que es válido también para la propiedad cooperativa. De todos modos, están accediendo a recursos y están afectando a la población, la más perjudicada por todos lados: salarios bajos y en moneda nacional; para convertirlos en CUC tiene que pagar 25 pesos por un CUC, y con ese CUC tiene que pagar el 240 % o el 300 % de impuesto sobre el producto que va a comprar. Ese salario, ¿qué poder adquisitivo tiene? Y a eso se le va a sumar la escasez. A pesar de la carestía de los productos, no puedes comprarlos cuando quieres, porque la oferta es reducida o es acaparada por esos mismos trabajadores privados. Es que los negocios se están llevando los insumos. Siempre sufre la población. Hay que estudiar mejor el asunto de los mercados mayoristas, y si hay que hacerlos con recursos externos es preferible a que haya una escasez como la que padecemos hoy”.

    O sea, ¿importar los productos para abastecer a los mercados mayoristas?
    “O permitir que almacenes de compañías extranjeras establezcan oficinas en Cuba o participen en el mercado mayorista. Es incomprensible que el Estado no ofrezca mercados mayoristas ni permita que otros los faciliten. Y sé que hay que experimentar, entiendo el paso a paso, pero ya el paso a paso puede ser más rápido, puede tener otra velocidad. El Congreso del Partido fue en el 2011, y después de 5 años, muchas cosas han quedado pendientes y como consecuencia, la gente que gana poco no ha visto buenos resultados en estos cinco años, aunque ha recibido subsidios, créditos, entre otros elementos. Ya pasó la época en que se entregaban los electrodomésticos, y aunque se han dado beneficios, aún son insuficientes para la demanda. Vendes gas liberado, pero los precios todavía no son alcanzables para el salario de un jubilado, aunque es una decisión muy correcta para aquellos que sí pueden pagarlo”.

    ¿Cuba está en condiciones de poner mercados mayoristas de todo, es ganancia para la economía?
    “Es ganancia para la economía al final. Si se ha definido el modelo, que incluye las dos formas de propiedad, no se puede enfrentar una con la otra. Si has dicho que el sector no estatal será un componente del desarrollo del país tienes que ser consecuente con eso. Lo que no puede suceder es que un restaurante estatal reciba la cerveza a menor precio que el particular. En la competencia, ese particular está amarrado y obligado a venderla a altos precios. Es una dificultad muy grande. Y desde el punto de vista del control y la fiscalidad, el mercado mayorista le permite al Estado un control de las compras, de modo que puede exigirle a la empresa a través de impuestos porque domina su nivel de operaciones. Si las compras son minoristas, y no tienes vales, se propicia una declaración de impuestos no real. El mercado mayorista, si lo haces bien, clarifica el movimiento económico del país. A lo mejor recibes más impuestos y haces las transacciones por los instrumentos de pago que existen en el resto del mundo, por ejemplo, tarjeta bancaria, cheque. En el mercado mayorista no hay efectivo”.

    Según su colega Juan Triana, la actual ley de inversión extranjera es mejor que la anterior, pero aun por debajo de las de países de la región.
    “La 77 era una buena ley, pero la 118 es mejor. El lado malo es la demora para la aprobación de los negocios. La ley es muy atractiva para los inversionistas, sobre todo después del inicio de relaciones con Estados Unidos. Antes era difícil para cualquier empresa transnacional que quisiera invertir en Cuba. Hemos visto mucho interés en llegar a la Isla. Es incomprensible creer que de 400 proyectos presentados en el Mariel solo hayan aprobado once, tres de ellos nacionales. Y se trata de proyectos pequeños. Univeler, la empresa holandesa de productos cosméticos, invertirá solo treinta y cinco millones. Entonces, ¿cuándo llegaremos a los 2 500 millones por año que Cuba necesita en inversión extranjera directa? Y sin inversión, este país no avanzaría a los ritmos que necesita. Inversión extranjera y producción nacional. Una empresa aprobada en el 2016 empezará a dar frutos en el 2018. Imagínate las que no están aprobadas. A ese ritmo, ¿cuándo Cuba recibirá los montos necesarios para que impacten en la vida nacional? En el próximo Congreso del Partido deben tomarse medidas importantes”.

    Y si todo el mundo parece estar de acuerdo en lo que Cuba necesita para prosperar, ¿por qué este ritmo?
    “Hay muchos factores, pero uno es que muchas empresas, instituciones, organismos, ministerios, a nivel de Organizaciones Superiores de Dirección Económica (OSDE) no están preparados. A veces, desde niveles altos de dirección se quiere recuperar una actividad pero en los niveles más bajos, en ocasiones, ni saben lo que significa, por ejemplo, la asociación con una empresa extranjera, porque la reciben desde arriba. Hay muchas cosas que se hacen de forma centralizada y el grupo negociador que tiene que lidiar con el extranjero no desempeña su papel. Hay que capacitar a grupos negociadores. Hay que contar también los diferentes niveles que siguen existiendo en Cuba. El grupo negociador a nivel de empresa puede lograr un acuerdo beneficioso para la entidad, pero tiene que pasar por otros niveles casi hasta el infinito y termina en la respuesta que ofrezca el último nivel.
    ”La Feria Internacional de La Habana fue en noviembre pasado y dos meses después aprueban una empresa. A ese ritmo de una empresa cada dos meses serán cinco por año. Quizás seis, siete, por año. Eso hay que acelerarlo. Cuba también puede estar esperando qué pasa con Estados Unidos; qué pasará en las elecciones de ese país. Hay un punto muerto. Pero yo creo que hay que acabar de aceptar con mayor celeridad los negocios que vienen. El tiempo es una variable que en Cuba se agota. Más de la mitad de la población de este país nació después de la Revolución y un gran grupo de personas nació después de 1990 y por tanto lleva más de veinticinco años de período especial. Esas personas dan por sentados algunos hechos: salud y educación, algo que fue muy, muy, muy interesante al triunfo de la Revolución, porque la mayoría no los tenía garantizados; pero quienes nacieron con esos servicios no pueden entender que no les tocarían. Quieren y tienen que ver en sus vidas otros cambios. El mundo ha sido y es muy dinámico y nosotros no podemos vivir con esta lentitud”.

    ¿Será incentivada este año la inversión extranjera?
    “Yo creo que sí. Al menos las opiniones que estoy conociendo me indican que sí”.

    Vamos hacia la agencia empleadora. ¿Es un freno para la inversión extranjera?
    “Se hizo una encuesta entre los consejeros económicos de países europeos que son nuestros principales inversionistas y la pregunta que no faltaba era: ¿por qué no quitan la agencia empleadora? Aunque yo estoy en contra de la agencia, voy a defenderla un poquito. Al menos en Mariel, el obrero de allí ganará doce veces lo que gana en otros lugares. El asunto se complica cuando la parte extranjera pague en moneda dura y los trabajadores cubanos cobren en moneda nacional, a una tasa de 1 a 10. Aun así, no ganarían menos de 7 000 u 8 000 pesos mensuales. Para el actual salario promedio de 563 pesos, esa es una cifra bastante elevada. No creo que el impedimento principal para la inversión extranjera sea la agencia empleadora. Es una inconformidad que tienen los inversionistas, pero saben que el obrero cubano trabaja. Hay empresas extranjeras fuera de Mariel que pagan poco, pero tienen otros incentivos, como ambiente de trabajo, transporte, estímulos variados, y los cubanos de esas empresas prefieren trabajar allí porque cuál es la alternativa: una empresa estatal sin esos incentivos. Aun con obstáculos, sigue siendo muy atractivo trabajar para una empresa mixta con presencia extranjera o un hotel con contrato de administración. La parte extranjera aduce que le gustaría estimular directamente a los trabajadores para que sean más productivos. Y eso es cierto”.

    ¿Y para qué es la agencia empleadora?
    “Se supone que para proteger al trabajador cubano, a quien pueda ofrecerle empleo, seguridad social, en caso de que la empresa extranjera lo despida. En el inicio del proceso de inversión extranjera, la agencia empleadora tenía su utilidad, pero ahora no se justifica. El Estado puede recibir dinero vía contratación indirecta, a través de los impuestos. Permitir que el trabajador reciba los mil dólares que le podría pagar la empresa extranjera y cobrarle un impuesto determinado. Y no hay necesidad de una agencia empleadora. Y el trabajador puede comprarse su seguro para el trabajo mediante una agencia de seguros. Pueden ir creándose los mecanismos de la forma en que funciona el mundo. Cuba tiene que llegar a ser un país con más normalidad”.

    ¿Y los inversionistas no aducen como gran obstáculo no poder contratar directamente a sus trabajadores y aceptar los que les coloca la agencia empleadora?
    “En el pasado, el inversionista pedía un ingeniero eléctrico y se lo enviaban. Si lo pide ahora, la agencia empleadora debe entregar un listado con los nombres y currículos de todos los ingenieros eléctricos disponibles para que la empresa extranjera seleccione el que desee. Entonces la que decide, en última instancia, es la empresa extranjera”.

    ¿Los impuestos deben traducirse en mejoras para los municipios y provincias?
    “A veces hay la percepción de que los impuestos de las personas naturales ayudan mucho al presupuesto. Hasta el 2015, los impuestos de los trabajadores no estatales aportaban solo el 4 % del presupuesto nacional. En el 2016 puede llegar a sobrepasar el 8 %. El 96 % lo aportan las empresas estatales, sus utilidades, etc. Por mucho que aporten las cafeterías, restaurantes, entre otros, no pueden pagar salarios de maestros, médicos, entrenadores deportivos, las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior, es decir el sector presupuestado. Es el gran problema de Cuba: la mayor parte del empleo cubano está en unidades presupuestadas. El 67 % del empleo está en actividades sociales, que no generan bienes, y son personas que consumen. De los alrededor de 500 000 trabajadores por cuenta propia de que hablamos ahorita, muy pocos pagan impuestos altos. Porque alguien que tenga una mesetica, como es común en el resto del país –voy a recordar que Cuba no es La Habana– que vende un refresco ahora, otro media hora después y algún que otro dulce, no tiene un gran negocio. Eso no es un negocio. No estamos hablando de Paladares de éxito de La Habana y de otras regiones del país. Cuba está aún en actividades de poco valor. No impactan mucho. Lo que impacta es la gente que fuma y bebe alcohol. Entre las principales fuentes de ingresos al presupuesto siguen estando los impuestos de circulación a cigarros y bebidas alcohólicas. Hay que abrir más negocios productivos. Nuestro país gasta el 50 % de su presupuesto en educación y salud. Ve a una provincia o municipio fuera de La Habana y pregunta cuántas actividades productivas hay, con respecto a las presupuestadas. ¿La actividad productiva de ese municipio paga los salarios de todas esas instituciones? La única ciudad y a la vez provincia superavitaria del país es La Habana. El resto de las provincias son deficitarias.
    ”Hay muchos municipios que ya se apropian de impuestos locales, pero aún hay obstáculos para ejecutar debido a que a veces no aparecen en plan, o por los pobres insumos y las importaciones. Están mejor que antes, pero no han resuelto el problema. Un gobierno municipal todavía no tiene la fuerza necesaria para gastar el dinero en el municipio. Tiene que planificarlo, y todo es un tormento”.

    ¿Es cierto que hay un rechazo de los trabajadores de la gastronomía estatal a pasar a formas cooperativas de propiedad?
    “No lo creo. Muchas de esas empresas que dicen llamarse estatales son cooperativas. Se mantienen porque los propios trabajadores compran sus insumos, manteles, servilletas y otras cosas. ¿Y por qué lo hacen? Porque seguramente están beneficiados de los insumos que les da el Estado. Lo que pasa es que no hay experiencia en el mundo de que el Estado sea el encargado de las cafeterías y restaurantes. No debe existir un país con restaurantes estatales. El modelo nuestro es único, el Estado les da los insumos a bajísimos precios y luego van a parar muchas veces a las cafeterías y restaurantes privados porque les da más resultado. Por eso siempre hay faltantes en las empresas de comercio y gastronomía, al menos de La Habana. El Estado debió quitarse eso de encima hace muchos años. No significa que toda la gastronomía estatal sea mala. Usted va al Carmelo, a La Roca, y funcionan como cooperativas, pero los que sirven se relacionan directamente con los beneficios”.

    La relación con Estados Unidos. ¿Cómo debe aprovecharla Cuba?
    “Entiendo la decisión cubana de ir con lentitud en las relaciones con Estados Unidos. Pero eso no significa que actúe como si estuviera paralizada. Estados Unidos ha hecho algunos cambios. Cosméticos, pero los ha hecho: uno es comprarle al trabajador privado. Pero el Estado no le permite al trabajador exportar. Varias compañías de ferry y cruceros estadounidenses han sido aprobadas para operar en Cuba y Cuba no ha respondido, o ha sido lento en responder. Los dos países han firmado acuerdos muy útiles, sobre medio ambiente, drogas, aviación civil, correo directo, etc., pero en el tema económico, yo sería más reactivo, y aprobaría las empresas norteamericanas que nos convengan en El Mariel y vería cuál es la respuesta del gobierno norteamericano”.

    ¿No aprobaron una de tractores?
    “Sí, pero es una empresa pequeña. Cuba debería aprobar todas las que vengan interesadas en El Mariel. Y el problema entonces quedaría del lado de allá. Y de esa forma se irían aprovechando los espacios del mejor modo posible. Porque las inversiones, en la práctica, están viniendo a Cuba, pero por vía personal. Mucho del equipamiento de esos paladares, cafeterías, negocios de informática, talleres de reparación de computadoras, viene de Estados Unidos, son préstamos de allí”.

    Pero mediante las familias, ¿no?
    “Sí, pero llegan y están dando servicio y nadie puede negar que se están remitiendo al exterior. Y en esos negocios puedes pagar en divisas y a lo mejor viene un turista y le cambian los dólares, que luego no llegan al Estado. Entonces, el Estado tiene que cambiar y no puede seguir propiciando que la gente vaya a comprar a Panamá, a Estados Unidos, a Ecuador. Ha puesto miles de restricciones pero sigue sucediendo. Porque los impuestos del Estado son tan altos, que cualquier cosa que se traiga de otro país da negocio. Insisto una vez más: hay que trabajar en modificar los altos impuestos que tienen los productos, desde el 240 %, el 300 %. Hay que ser más competitivo”.

    ¿Tiene usted idea de cómo será el futuro inmediato?
    “Este año y el próximo deben ser trascendentales. Estados Unidos puede hacer más cosas, pero nosotros podemos utilizar mejor algunas oportunidades. Eso me parece cuando leo que Google se ofreció a poner Internet. O al menos no hay la información que necesita este pueblo para saber por dónde van las cosas. Hay algunas que hay que mantener en perfil bajo, pero otras que la gente tiene que conocer, al menos para tener tranquilidad. Pero si no se nos dice nada y vemos entonces el tomate a 20 pesos la libra y la malanga a 15, se crea la incertidumbre. Una libra de tomates no puede valer lo que gana un obrero en un día de trabajo. No puedo llegar a mi casa con cinco tomates y decirle a mi familia: este es mi salario de un dia. Ese país no avanza”.

    ¿Qué le parece el tratamiento de nuestra prensa del tema económico?
    “Es muy deficiente todavía. Sin embargo, es mucho mejor que el de hace cinco años. Ya la prensa toca temas profundos. Pero los mejores trabajos no los veo en la prensa oficial. Son de periodistas que trabajan en la prensa oficial y los publican en otros medios. En OnCuba, Palabra Nueva, Cuba Contemporánea, etc. ¿Por qué tiene que ser así? La Televisión ha avanzado algo, pero en pocas personas, por ejemplo, los programas en los que participa Thalía. Sus trabajos son interesantes, golpean la médula. Pero la prensa, en general, se queda ahí. Por eso la gente, al referirse a la Asamblea Nacional, cree que el año que viene va a ser lo mismo. La prensa cubana tiene que ponerse a tono con los tiempos que estamos viviendo, que no son los de hace unos años. Muchas de las noticias nos llegan por corresponsales extranjeros que radican en Cuba, por los blogs, publicaciones extranjeras, cuyos contenidos generalmente son positivos hacia Cuba, aunque en ocasiones muy críticos”.

    ¿Cómo define la economía cubana?
    “Es muy difícil definirla. Sigue siendo la asignatura pendiente del país. Se ha sostenido en una gran parte con recursos externos, es muy cambiante, con elevada centralización, y cuando aparecen recursos externos de forma masiva hay una recentralización. En la medida que se descentraliza, la economía crece más. Tuve la oportunidad de realizar un trabajo sobre la economía cubana en los últimos cincuenta años, analizada por cada etapa, y así es realmente. La economía es el pollo del arroz con pollo de este país. Las mayores insatisfacciones de Cuba terminan en ella. Cada vez que un cubano se va de la Isla, habla de la economía. Cuando llega a su destino casi siempre habla en términos económicos. Pero en Cuba siempre ha tenido un sesgo muy político, en muy pocos períodos se ha podido hacer economía. Sé perfectamente que toda medida económica tiene alcance político, afecta a unos y a otros no, pero hemos sido abanderados en eso. Cualquier decisión económica va antecedida por una pregunta: ¿y qué pasará? Y uno de los errores que hubo aquí durante mucho tiempo fue la fobia al mercado, visto siempre como capitalismo, y son dos cosas diferentes. En el feudalismo hubo mercado. Y si hay un ejemplo que ha demostrado el laboratorio que nosotros anhelamos es Vietnam: un país con un Partido único, donde el Comité Central se reúne, el Congreso de su Partido es crítico, hay renovación de cuadros, pero con una economía que es ejemplo en Asia. Vietnam exporta hasta automóviles. Algo inconcebible hace algunos años: le está comprando armamento a Estados Unidos. ¿Quién iba a pensar eso? Estados Unidos le vende armamento por primera vez a un país comunista. Los vietnamitas han sido pragmáticos. Y nadie puede decir que no tienen control del país. Hay un Estado fuerte, que ha dejado, en el área económica, que las fuerzas del mercado avancen. Y también invierten en salud y educación. Tienen programas sociales sólidos. Y no abandonan las ideas socialistas. Para ellos sigue siendo importante el Congreso del Partido”.

    ¿Y el pueblo es próspero?
    “La prosperidad es diaria. Vietnam es uno de los principales exportadores de productos agrícolas del mundo. Y un gran productor de café, cacao, pimienta, té. Y es un país que fue arrasado, que recibió más bombas que todas las de la Segunda Guerra Mundial”.

    ¿Se atreve a calcular para cuándo los cubanos podremos ser prósperos, vivir de nuestro trabajo?
    “En no menos de cinco años. Nosotros tendremos un proceso extraordinario en estos dos próximos años, hasta se plantea un cambio en la presidencia del país. En este período habrá un nuevo Congreso del Partido, que debe analizar la conceptualización del modelo cubano. Hay que esperar a ver qué contiene ese modelo. Y veremos la estrategia hasta el 2030, que será aprobada también durante el Congreso. Se ha planteado que habrá una nueva ley electoral, se supone que los parlamentarios sean entonces profesionales, con una sede fija, menos de los que son hoy, que no sean juez y parte, porque tú no debes ser ministro y diputado. Hay además planteado que se trabaja en una nueva Constitución que se está estudiando, porque muchas de las cosas que se están aplicando se contradicen en la Constitución actual.
    ”Raúl ha demostrado cosas. En los últimos siete años autorizó muchas cosas que estaban prohibidas, tiene el mérito de haber normalizado las relaciones diplomáticas con Estados Unidos e iniciado el proceso de normalización total. Eso demuestra que es pragmático. Entonces, vamos a esperar qué sucede en estos dos años, cuando él vea que, a pesar de todo lo que se ha hecho, aún es insuficiente la producción nacional, y el cubano espera la macroeconomía reflejada en su bienestar individual”.

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