Todo el Sabbat fue convocado aquel día a la asamblea. El regente llego en avion conducido por sus Ghouls. Como no podìa ser de otra forma para muchos, era un Lasombra alto, vestido completamente de negro, algunos afirmaban de 6 generación, ojos y cabello negro, siempre acompañado de su vaston y con movimientos sumamente elegantes. Atento a su defecto del clan, un Ghoul siempre lo acompaña para confirmarle que este bien vestido y peinado.
llega saludando a los templarios que fueron a recibirlo a la pista de aterrizaje privada. Luego camina al Cuartel de Godofredo donde se esta preparando todo para el juicio que tiene en vilo al Sabbat. Los Apostoles de la Sangre estan entre el público, junto tambien con varias personalidades del mundo Cainita. Entre ellas esta Becket, el famoso investigador Gangrel.
El juicio es largo. Los ayudantes del regente llaman a los testigos, todos pertenecientes a la Mano Negra que presentan el caso. El propio Serafín “Alucard” esta mirando todo desde las gradas con especial atención a los detalles. La inquisición ha encargado su defensa a un Brujah conocido como “Luciano el duro” y a su mentor, un Lasombra conocido como como “El Freak”. Se rumorea que alguien más los ayuda pero no esta visible en escena.
Los testigos de la mano negra relatan historias de Leopoldo colaborando con demonios, assamitas e incluso atacando una manada de la mano negra en los alrededores de Madrid y de colaborar con la destrucción de un General Lasombra en la patagonia.
La defensa de la contraparte, no presenta testigos, ni pruebas, ni nada que se le paresca. Simplemente interrogan a los testigos tenazmente.
Finalmente antes de dictar el veredicto, debe hablar Leopoldo. Sus defensores se le acercan y dicen algunas palabras al oido. Leopoldo las escucha. Mueve la cabeza. Cuando el regente le pregunta que tiene que decir en su defensa. Leopoldo se adelanta, se arrodilla ante su Juez, y se hace un tajo en la frente.
“Me arrepiento. Admito todos los cargos y elijo cargar con mi cruz, no obstante, solicito vuestra clemenencia y el recurso de constricción atento a mis servicios prestados en el pasado. Solicito que se me deje arrepentirme de mis pecados y mostrar mi valia a la Secta”
Eso asombra a todos. Sobretodo a la mano negra y la inquisición. Uno de los ayudantes del Serafín golpea la mesa enojado, algunos militantes bullan, pero Alucard los manda a callar. La inquisición no sabe que decir.
“Leopoldo, grande es tu ofensa y grande es tu crimen. No obstamte, grande ha sido tu dedicación a servir a esta secta desde que fue fundada. Es entonces que aceptare tu recurso. Por el presente acto, este tribunal pasa a un cuarto intermedio para decidir en que consistira el acto de constricción”
Godofredo llama a la manada a una reunion privada con él.