En mi opinión, en principio, lo que falta es saber si ese estudio ha sido revisado debidamente y replicado, para confirmar, matizar o desmentir sus conclusiones; eso ateniéndonos a las normas establecidas del Método Científico en boga en la sociedad actual. (Normas también sociales, como la Ciencia y el Método Científico, que no son algo eterno ni espontáneo, si no creaciones sociohistóricas, no lo olvidemos, como sucede con toda realidad humana, que no por sociohistórica deja de ser material).
Dejando de momento aparte este matiz, ese estudio, en principio y a falta de esas revisión y replicaciones por parte de "la comunidad científica" (concepto y realidad nuevamente sociales), parece apuntar a la correspondencia de determinadas estructuras cerebrales con el sentido de la propia identidad sexual o "de género" -como se dice en la posmodernidad burguesa que padecemos a día de hoy-, lo que es una muestra más (a mi entender) de la unidad final de toda manifestación de la realidad, de la Matreria misma y de que no existe nada que no sea material. Y en esa concepción de la Materia, que es la que mejor corresponde con la que tiene el Marxismo -que es la de la Dialéctica Materialista o la de la "Materia Dialéctica", por expresarlo de otra manera-, entra toda manifestación y creación social, así como toda concepción subjetiva, pues el sujeto es también Materia Dialéctica, dialécticamente unida y en contradicción con lo objetivo. Que algo sea subjetivo, es decir, correspondiente al sujeto, no lo convierte en no material o en "inmaterial", lo que equilvadría a convertirlo en irreal, en vez de en subjetivo, falso, errado o cualquier otra manifestación posible de lo real.
Por ejemplo, una mentira es algo real, existente; es una manifestación real de un aspecto de la realidad; es por ello algo material, por mucho que sea una manifestación o una creación subjetiva (y, por ello, material, ya que es creación de algo material, como es un sujeto) que pretende negar o distorsionar una verdad.
¿A dónde quiero llegar con esto? Pues a que el tema de la sexualidad y la sexualización no pueden jamás limitarse en el ser humano a los aspectos puramente biológicos o fisiológicos, como si lo fisiológico o puramente biológico fuera lo único "material" y apartarse de ese enfoque no dialéctico fuera caer en el idealismo, en vez de seguir manteniéndose en el ámbito del un Materialismo mucho más ajustado a la realidad, el Dialéctico.
En los seres humanos, además de los aspectos sexuales fisiológicos o puramente biológicos, están los aspectos, realidades y creaciones sociales (que, insisto en ello, son también materiales según la concepción dialéctica de la Materia, de la Realidad) en torno a la realidad biológica DE BASE de la "sexuación" de los organismos biológicos de los seres humanos, que no nos reproducimos ni existimos sólo sexualmente, si no también social e históricamente.
Los roles, conceptos y realidades de lo masculino y lo femenino son, ante todo, sociales, si bien toman en principio como base las características sexuales corporales (al menos las más evidentes o predominantes "a primera vista"); pero la base no es el todo, si no sólo el aspecto primario del que parte el desarrollo de toda una realidad dialéctica y, por ello, compleja, que se va complejizando a medida que existe y se desarrolla. Recordad que según las leyes de la Dialéctica, la Materia se desarrolla desde lo simple a lo complejo.
Tal como entiendo yo el tema de la transexualidad, se trataría de un asunto que atañe más bien a los aspectos sociales de los roles femeninos y masculinos que a los aspectos puramente biológicos, aunque es perfectamente posible que esté acompañada de manifestaciones particulares en las estructuras cerebrales y quizás de otras partes del organismo biológico del individuo "transexual".
Por causas que aún no llegamos a entender (entre otros motivos por el Positivismo y el Cientifismo que acompañan como uña y carne al desarrollo de la conciencia en la Sociedad Burguesa, tan ajenos ambos al Materialismo Dialéctico), una persona puede sentirse atraída de manera irresistible y no deliberada ni racionalizada por los roles "sexuales" que, en principio, no se corresponden con su base sexual orgánica, puramente corporal, genital y biológica. Y hacerlo hasta tal punto que ese sentimiento subjetivo (los sentimientos, por muy subjetivos que sean, son también manifestaciones de la Materia) se torne insoportable para quien lo padece si no introduce cambios en su vida para adaptarse como sujeto y como individuo a ese sentimiento, que es real y no puede negar o violentar sin causarse graves daños a su salud afectiva, emocional, social y, a veces, hasta física. Me consta que así sucede tanto en transexuales, como en homosexuales, bisexuales, lesbianas y los grandes olvidados en este batiburrillo de la identidad sexual: los asexuales.
Dadas las limitaciones de la conciencia burguesa, cuyo mayor instrumento gnoseológico es la Ciencia actual, basada en el Empirismo y en el Positivismo, llega hasta donde llega en la comprensión de la realidad y, sobre esa base de conciencia, da solución a los problemas que se presentan en la sociedad en que la Burguesía, con su correspondiente conciencia burgueso-cientifista (positivista, que no dialéctica), es la clase rectora, dominante y, por tanto, la destinada sociohistóricamente a ponerla en marcha y reproducirla.
Y en la actualidad da soluciones totalmente coherentes con esa conciencia burguesa, con esa comprensión y visión de la realidad y de la práctica social. Y yo no voy a condenar en absoluto esas soluciones, porque son las mejores, desde el punto de vista del humanismo burgués, que puede dar. No puede trascenderlas, superarlas dialécticamente, negarlas revolucionariamente. Eso sólo corresponde al Proletariado dotado de conciencia proletaria, revolucionaria, que adquiere histórica y socialmente sólo gracias a su praxis revolucionaria basada en la concepsión Marxista-leninista de la realidad.
Cuando, una vez el Proletariado (dotado de conciencia y praxis revolucionarias) se haya hecho con el control de la producción y reproducción de la Sociedad y, con ella, del propio ser humano, haya conseguido desarrollar también una praxis científica Dialéctico-materialista, mucho más acorde con la verdadera realidad del mundo, de lo existente, entonces, quizás, encuentre mucho mejores respuestas y soluciones para estos temas de la transexualidad y demás "sexualidades humanas" (que no son sólo biológicas, si no también sociohistóricas), así como para los sufrimientos reales e intensos que producen a quienes los experimentan sin una adaptación radical de su realidad individual a sus sentimientos de "género", de sexualidad entendida en todas sus dimensiones, y no sólo en la genital, la biológica o la puramente corporal.
Hasta entonces, de verdad creo que los sectores de la Burguesía más "avanzados" como clase dominante están haciendo lo que sana y coherentemente entienden del tema por comprenderlo y darle una solución, no cruel o inhumanizada, para quienes padecen tan incómodos y torturantes sentimientos de inadecuación entre su realidad corporal y su sexualidad, tal como ellos la viven y entienden.
En todo caso, como marxista que soy, considero que reducir lo material a lo puramente biológico o "tangible" es un error de concepción del Materialismo y de la misma Materia, que es Dialéctica en sí misma y, en consecuencia a cada momento crea (por vía de la "Naturaleza" o por vía de los seres humanos, de los sujetos, que también somos "Naturaleza", como también los son nuestras creaciones y sociedades) nuevas formas, fenómenos, procesos y manifestaciones, TODAS materiales. La Materia no sólo crea por vías "objetivas", si no también, a través de sus formas superiores (los seres humanos), por vías subjetivas, por vía de los sujetos que se han originado de la misma Materia que lo objetivo.
Esas son, en líneas generales, mis primeras impresiones y opiniones al respecto. Espero aporten algo de valor a este debate.
Cordiales saludos.