Hillary Clinton pensaba aprovechar su visita a China este fin de semana para asegurar que Pekín apoyará la aprobación de nuevas sanciones contra Irán por su programa nuclear cuando la resolución sea sometida a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU en junio. Pero la grave crisis entre las dos Coreas que se ha agudizado a raíz de la acusación de que el Norte hundió un buque de guerra del Sur en marzo pasado obliga a la secretaria de Estado de EEUU a persuadir a sus interlocutores chinos para que respalden un castigo duro contra el régimen de Pyongyang.
Clinton aprovechó la primera jornada de su gira por Asia ayer para condenar con dureza a Corea del Norte por el ataque de marzo que causó la muerte de 46 marinos. Aseguró que dedicará los próximos días a consensuar una "respuesta internacional" a lo que considera una provocación. "El torpedo que hundió el Cheonan fue disparado por un submarino norcoreano y EEUU condena con firmeza ese acto de agresión", declaró Clinton en Tokio, primera parada de un viaje que incluye también China y Corea del Sur.
Aunque Pyongyang ha negado estar detrás del ataque, Clinton calificó de "abrumadoras" las pruebas presentadas un día antes por Seúl para demostrar las causas del hundimiento del Cheonan. La investigación, realizada por expertos de Corea del Sur, EEUU, Reino Unido, Australia y Suecia, llegó a la conclusión de que las piezas de torpedo halladas en el suelo marítimo donde se hundió el barco corresponden a un modelo norcoreano.
En una rueda de prensa junto a su homólogo japonés, Katsuya Okada, Clinton advirtió de que "este acto de agresión contra Corea del Sur no puede pasar inadvertido y requiere una respuesta por parte de la comunidad internacional". Una de las opciones es que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución contra el régimen norcoreano. Está previsto que Seúl exponga la agresión ante el Consejo de Seguridad el próximo lunes.
El Gobierno de Corea del Sur celebró ayer una reunión de emergencia para discutir represalias contra su vecino del norte. Sin embargo, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, dijo que su Gobierno responderá con prudencia al ataque naval.
Japón y Corea del Sur, socios militares de EEUU en la región, ya han condenado el ataque norcoreano. El principal obstáculo de Clinton en este viaje será lograr el apoyo de China, miembro del Consejo de Seguridad, con derecho a veto. Pekín es el principal aliado político y comercial de Pyongyang, y hasta ahora ha evitado condenar el ataque al navío surcoreano, calificado de "incidente desafortunado". El Gobierno chino se ha mostrado escéptico respecto a la investigación presentada por Seúl y se ha limitado a pedir a ambas partes que solucionen el incidente por la vía del diálogo.
Los analistas estadounidenses consideran clave la influencia de Pekín sobre el régimen norcoreano, cada vez más dependiente de la ayuda económica y del comercio con China. Especialmente, para lograr el regreso de Pyongyang a las negociaciones multilaterales para su desnuclearización, que abandonó hace un año.
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