Camaradas, compatriotas y compañeros colombianos, nos están vendiendo una mentira, los medios ideológicos del capitalismo nos han vendado una ves más, nos guían hacia la tortuosa desesperación del engaño máximo jamás registrado en la historia de nuestro país. Se dice del poder vinculante del plebiscito que deberá ser la última barrera para poner el acuerdo de paz en marcha, pero esto no es así. Y aquí es donde caemos en un engaño desde dos ángulos:
1. relación de la soberanía del pueblo art 3 respecto a la acción de votación del plebiscito: En el artículo número 3 de la constitución política de Colombia se consagra que el poder soberano del estado colombiano reside solo y únicamente en el pueblo colombiano, el cuál dispone de este a través de sus representantes democráticos los cuales estarán en el poder según las disposiciones de la ley o hasta la revocación provocada por el mismo pueblo. Si bien, esto se ha cumplido a medias, y es culpa de una mala administración y gestión por ambas partes (pueblo y gobierno), dentro de esas malas administraciones se ven expresadas las intenciones de la burguesía oligarca de Colombia. El plebiscito entonces, al ser una consulta al pueblo, este sería una manifestación directa de la voluntad del pueblo y así una expresión de la soberanía que este legítimamente tiene, la cual es de carácter vinculante. Pero en el plebiscito se encuentra una trampa literaria de parte de cualquier político mojigato burgués con ambiciones expansionistas de poder, y es el hecho de que se pueden escudar bajo la cuestión de que sin importar que los colombianos como dirán "apoyan o no" el plebiscito, esta no sería cuestión o razón suficiente para detener el proceso bajo los estándares de procedimiento previamente acordados.
2. cuestión de disposición por ambas partes en lo que ahora son acuerdos y entrada al postconflicto: La disposición que manifiestan las partes encontradas se dividen en tres dentro de la convergencia del acuerdo. Por un lado, está la voluntad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, la cual, según su expresión en los medios hegemónicos de derecha, es la de llegar al poder con mecanismos democráticos, dejando las armas y convirtiendo a Colombia en un país castro-chavista. Por otro lado se encuentra la opinión dividida quizá en cuatro; a nivel macro entre la opinión de la derecha e izquierda políticas y dentro de estos dos grupos políticos están los del sí y los del no (descartando el sin número de personas a las cuales les ven mayores condiciones al acuerdo para que, según su criterio, sean realmente efectivo)
Los de la izquierda que van por el si: En Colombia, actualmente no existe una izquierda realmente marcada, que proclame los ideales propios de esta tendencia política, sino, que existe una especie de progresismo desdibujado y que polariza y ataña las metas de la izquierda según sea su conveniencia. Es aquí donde quizá encontramos el mayor conglomerado de razones para su opción a votar. Y esto se da porque los de la izquierda que dan visto bueno al acuerdo, en general, ven los mayores argumentos para sustentar sus votos, en un amplio plan de progreso y proyectos sociales de tal manera que la reinserción a la sociedad de estos grupos armados se vea bajo un ambiente generoso de excelente gestión, dando quizá la justicia necesaria a largo plazo, pero aquí se van quedando cortos con la verdadera especificación y estructuración de tales ambiciones a nivel nacional y mucho más cortos por la acción y cohesión por parte tanto del gobierno como del pueblo Colombiano.
Los de la izquierda que van por el no: Muchos de los “zurdos” que no están de acuerdo con el tratado pacifista que ahora afronta Colombia, busca la sustentación de sus argumentos bajo los estándares de conveniencia revolucionaria y el proceso llevado a cabo tanto en el gobierno y el grupo guerrillero. Es decir, no ven para nada viable alejarse de la revolución armada para llegar a un plano diplomático, ya que esto deslegitimarla la acción de levantamiento social. Estos personajes en su mayoría pueden llegar a ser catalogados como de extrema izquierda y por ende buscan a como dé lugar la revolución colombiana.
Los de la derecha que van por el si: Estos personajes se han cobijado bajo el argumento de “primero firmemos la paz, después arreglemos los problemas de la nación”, si bien aceptan que en parte existe esa impunidad que tanto ha alegado Uribe, ellos defiende la razón de que una vez sentada la paz y el acuerdo bajo sus condiciones se deberá re-analizar las cuestiones al rededor de estas y quizá dar respuestas y soluciones conformes estas se van manifestando, y de esta manera realmente establecer una paz estable y duradera.
Los de la derecha que van por el no: Aquellos que se encuentran en este grupo de tendencia política se ven especialmente guiados por el senador y ex-presidente Álvaro Uribe Vélez y su partido, el centro “democrático”, basados principalmente en la negación frente a las condiciones del acuerdo, porque les parece imposible que en este país realmente exista una reinserción eficiente y una paz estable y duradera en la cual los ex-guerrilleros, o criminales como estos les llaman, vivan en iguales condiciones con personas que no han cometido crímenes de lesa humanidad, y peor aún cuando a estos personajes revolucionarios se les dará acceso a la acción política colombiana de manera directa.
*Siendo un poco genéricos, los que van por el si se encuentran en las tendencias centrales de la política Colombiana y los del no se, pueden catalogar como fundamentalistas o radicales*
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo: Yo considero que las F.A.R.C-E.P jamás creyeron que el papayaso dado por el gobierno de sentarse a negociar los términos de una “rendición” terminara en últimas siendo el condicionamiento político-social por parte de estas fuerzas armadas hacia el gobierno, ya que en a fin de cuentas, ellos jamás se vieron realmente obligados a sentarse y dialogar su “rendición” sino que fueron por voluntad propia y ver que clase de provecho ganaba, y a fin de cuentas esto fue lo que ha ocurrido. Lo único que les espera ahora al firmar el acuerdo, que mas bien anhelan, es no terminar como la famosa y recordada U.P con la guerrilla del M-19.
1. relación de la soberanía del pueblo art 3 respecto a la acción de votación del plebiscito: En el artículo número 3 de la constitución política de Colombia se consagra que el poder soberano del estado colombiano reside solo y únicamente en el pueblo colombiano, el cuál dispone de este a través de sus representantes democráticos los cuales estarán en el poder según las disposiciones de la ley o hasta la revocación provocada por el mismo pueblo. Si bien, esto se ha cumplido a medias, y es culpa de una mala administración y gestión por ambas partes (pueblo y gobierno), dentro de esas malas administraciones se ven expresadas las intenciones de la burguesía oligarca de Colombia. El plebiscito entonces, al ser una consulta al pueblo, este sería una manifestación directa de la voluntad del pueblo y así una expresión de la soberanía que este legítimamente tiene, la cual es de carácter vinculante. Pero en el plebiscito se encuentra una trampa literaria de parte de cualquier político mojigato burgués con ambiciones expansionistas de poder, y es el hecho de que se pueden escudar bajo la cuestión de que sin importar que los colombianos como dirán "apoyan o no" el plebiscito, esta no sería cuestión o razón suficiente para detener el proceso bajo los estándares de procedimiento previamente acordados.
2. cuestión de disposición por ambas partes en lo que ahora son acuerdos y entrada al postconflicto: La disposición que manifiestan las partes encontradas se dividen en tres dentro de la convergencia del acuerdo. Por un lado, está la voluntad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, la cual, según su expresión en los medios hegemónicos de derecha, es la de llegar al poder con mecanismos democráticos, dejando las armas y convirtiendo a Colombia en un país castro-chavista. Por otro lado se encuentra la opinión dividida quizá en cuatro; a nivel macro entre la opinión de la derecha e izquierda políticas y dentro de estos dos grupos políticos están los del sí y los del no (descartando el sin número de personas a las cuales les ven mayores condiciones al acuerdo para que, según su criterio, sean realmente efectivo)
Los de la izquierda que van por el si: En Colombia, actualmente no existe una izquierda realmente marcada, que proclame los ideales propios de esta tendencia política, sino, que existe una especie de progresismo desdibujado y que polariza y ataña las metas de la izquierda según sea su conveniencia. Es aquí donde quizá encontramos el mayor conglomerado de razones para su opción a votar. Y esto se da porque los de la izquierda que dan visto bueno al acuerdo, en general, ven los mayores argumentos para sustentar sus votos, en un amplio plan de progreso y proyectos sociales de tal manera que la reinserción a la sociedad de estos grupos armados se vea bajo un ambiente generoso de excelente gestión, dando quizá la justicia necesaria a largo plazo, pero aquí se van quedando cortos con la verdadera especificación y estructuración de tales ambiciones a nivel nacional y mucho más cortos por la acción y cohesión por parte tanto del gobierno como del pueblo Colombiano.
Los de la izquierda que van por el no: Muchos de los “zurdos” que no están de acuerdo con el tratado pacifista que ahora afronta Colombia, busca la sustentación de sus argumentos bajo los estándares de conveniencia revolucionaria y el proceso llevado a cabo tanto en el gobierno y el grupo guerrillero. Es decir, no ven para nada viable alejarse de la revolución armada para llegar a un plano diplomático, ya que esto deslegitimarla la acción de levantamiento social. Estos personajes en su mayoría pueden llegar a ser catalogados como de extrema izquierda y por ende buscan a como dé lugar la revolución colombiana.
Los de la derecha que van por el si: Estos personajes se han cobijado bajo el argumento de “primero firmemos la paz, después arreglemos los problemas de la nación”, si bien aceptan que en parte existe esa impunidad que tanto ha alegado Uribe, ellos defiende la razón de que una vez sentada la paz y el acuerdo bajo sus condiciones se deberá re-analizar las cuestiones al rededor de estas y quizá dar respuestas y soluciones conformes estas se van manifestando, y de esta manera realmente establecer una paz estable y duradera.
Los de la derecha que van por el no: Aquellos que se encuentran en este grupo de tendencia política se ven especialmente guiados por el senador y ex-presidente Álvaro Uribe Vélez y su partido, el centro “democrático”, basados principalmente en la negación frente a las condiciones del acuerdo, porque les parece imposible que en este país realmente exista una reinserción eficiente y una paz estable y duradera en la cual los ex-guerrilleros, o criminales como estos les llaman, vivan en iguales condiciones con personas que no han cometido crímenes de lesa humanidad, y peor aún cuando a estos personajes revolucionarios se les dará acceso a la acción política colombiana de manera directa.
*Siendo un poco genéricos, los que van por el si se encuentran en las tendencias centrales de la política Colombiana y los del no se, pueden catalogar como fundamentalistas o radicales*
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo: Yo considero que las F.A.R.C-E.P jamás creyeron que el papayaso dado por el gobierno de sentarse a negociar los términos de una “rendición” terminara en últimas siendo el condicionamiento político-social por parte de estas fuerzas armadas hacia el gobierno, ya que en a fin de cuentas, ellos jamás se vieron realmente obligados a sentarse y dialogar su “rendición” sino que fueron por voluntad propia y ver que clase de provecho ganaba, y a fin de cuentas esto fue lo que ha ocurrido. Lo único que les espera ahora al firmar el acuerdo, que mas bien anhelan, es no terminar como la famosa y recordada U.P con la guerrilla del M-19.