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Desconcertante... esa ha sido la palabra usada por una inmensa mayoría de los medio de comunicación, tanto nacionales como internacionales, para referirse al resultado del plebiscito sobre los acuerdos de paz en la habana cuba entre las FARC-EP y el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos Calderón.
Impactante... es la multitudinaria acción del pueblo colombiano entre la polarización que le venido haciendo fragmentación a la soberanía popular del pueblo nacional, la cual se basó en fallos ambivalentes y se ubica con cara de mala gestión (en algo que equivocadamente se transformó en una campaña política) en ambos bandos. Se podría hablar de un impacto ambivalente de lo que será el recordadísimo plebiscito del histórico 2 de octubre, en donde un país le ha dicho NO en su mayoría (mínima, ni siquiera había una diferencia de el 1 %) y mientras unos lloraban otros bailaban.
Las cuestiones del gigantesco tropiezo en la ADMIN santos es básicamente un fallo inconmensurable en su gestión ejecutiva y administrativa del país, además de la gran brecha entre la prédica de una supuesta pedagogía para la paz y la incuantificable cantidad de dinero que se invirtió en la instalada campaña política que fue de los errores más grandes del gobierno Santos. Esto es en lo absoluto un fallo consecuente con la inminencia preponderancia del nefasto nivel cultural (en cuanto a los valores occidentales de la lectura, cuestionamiento, y "buenos hábitos") de la nación y que también llevó a adeptos al lado del NO.
Del otro costado tenemos a lo que siempre se declaro, y evidentemente fue auspiciado por un montón de burgueses trasnacionales colombianos y terratenientes ganaderos (del gremio de intachables y honorables amigos de Uribe) como la campaña por el NO al plebiscito, la cual tan solo días antes y por boca de un tal Vélez (algo así como un primo del ex-presidente y financiador promotor directo de aquella campaña del centro democrático *partido de Uribe*) se basó en mentiras y desinformación para alterar la opinión pública y buscar una sentida opinión contraria a la voluntad ejecutiva, y quizá en su momento mayoritariamente popular, del país.
Mentiras tales como que el acuerdo se basaba en ideologías de género propuestas por la ahora tan en boga comunidad LGBTI llamó la atención de la comunidad religiosa colombiana, fuerte eje del conservacionismo en cualquier país, calumnias como que lo ratificado en los acuerdos llevaría a Colombia a un sistema socialista-comunista de carácter castrochavista y nos hundiríamos en la desgracia y la bancarrota (como si por un lado ya no estuviéramos así, o como si en algún momento se hubiese negociado el sistema económico colombiano. Nuestra lucha está basada en el marxismo-leninismo y por ende se entiende por necesidad histórica e ideológica que se busque un socialismo en Colombia, pero es una tergiversación gigantesca el decir que el castrochavismo se apoderaría del país) llevaron a nuestro ignorantes a enfilarse rápidamente.
La verdad es que la desinformación surge del conflicto jurídico que representaban los acuerdos para la burguesía colombiana, para los terratenientes y super tardofeudalismo que se vive indirectamente aún en la nación. De esto se "hecho mano" como se dicen en mi país para que la hegemonía ideológica nos llevara hasta el momento histórico en el que nos encontramos, de hecho los aparatos informativos del estado cumplieron su tarea de manera excelentemente eficaz, llevaron a un 60 por ciento a no votar y el resto solo fue la mayoría más uno para que el colapso de la paz llegará al país tras el NO en el plebiscito.
El momento histórico del país es totalmente acorde al deseo burgués conservador del partido centro democrático, el cual al suponer un "plan b" en caso de ganar como lo hicieron, presentaron una supuesta unión nacional y una replanteación de los acuerdos (desde lo jurídico) mientras la nación se quedaba de brazos abiertos, recibiendo a regañadientes y muchas discordancias el bando opuesto durante la polarización nacional.
El panorama es incertidumbre, el panorama es de una falsa "unión por la paz", es de un pueblo incoherente con él mismo y a la deriva de la voluntad de los dirigentes nacionales. Es cierto que muchos de las partes y movimientos políticos que en un principio apoyaban el SI han llegado a generar una verdadera acción colectiva para ejercer una presión social en busca de una inmediata implementación de los acuerdos (ya que en cuanto a lo jurídico se presentan múltiples salidas de escape, tales como implementar el acuerdo a base de leyes nacionales, pero la corte constitucional ya había dicho que si no se refrendaba en el plebiscito no tendría valor etc bueno, eso hace parte de otro debate) hay una amplía parte del sector de los ahora no fundamentos votantes del NO que tratan de pertenecer a la unión por la paz aunque impongan su criterio y termine dividiendo y continuando la polarización del país.
Impactante... es la multitudinaria acción del pueblo colombiano entre la polarización que le venido haciendo fragmentación a la soberanía popular del pueblo nacional, la cual se basó en fallos ambivalentes y se ubica con cara de mala gestión (en algo que equivocadamente se transformó en una campaña política) en ambos bandos. Se podría hablar de un impacto ambivalente de lo que será el recordadísimo plebiscito del histórico 2 de octubre, en donde un país le ha dicho NO en su mayoría (mínima, ni siquiera había una diferencia de el 1 %) y mientras unos lloraban otros bailaban.
Las cuestiones del gigantesco tropiezo en la ADMIN santos es básicamente un fallo inconmensurable en su gestión ejecutiva y administrativa del país, además de la gran brecha entre la prédica de una supuesta pedagogía para la paz y la incuantificable cantidad de dinero que se invirtió en la instalada campaña política que fue de los errores más grandes del gobierno Santos. Esto es en lo absoluto un fallo consecuente con la inminencia preponderancia del nefasto nivel cultural (en cuanto a los valores occidentales de la lectura, cuestionamiento, y "buenos hábitos") de la nación y que también llevó a adeptos al lado del NO.
Del otro costado tenemos a lo que siempre se declaro, y evidentemente fue auspiciado por un montón de burgueses trasnacionales colombianos y terratenientes ganaderos (del gremio de intachables y honorables amigos de Uribe) como la campaña por el NO al plebiscito, la cual tan solo días antes y por boca de un tal Vélez (algo así como un primo del ex-presidente y financiador promotor directo de aquella campaña del centro democrático *partido de Uribe*) se basó en mentiras y desinformación para alterar la opinión pública y buscar una sentida opinión contraria a la voluntad ejecutiva, y quizá en su momento mayoritariamente popular, del país.
Mentiras tales como que el acuerdo se basaba en ideologías de género propuestas por la ahora tan en boga comunidad LGBTI llamó la atención de la comunidad religiosa colombiana, fuerte eje del conservacionismo en cualquier país, calumnias como que lo ratificado en los acuerdos llevaría a Colombia a un sistema socialista-comunista de carácter castrochavista y nos hundiríamos en la desgracia y la bancarrota (como si por un lado ya no estuviéramos así, o como si en algún momento se hubiese negociado el sistema económico colombiano. Nuestra lucha está basada en el marxismo-leninismo y por ende se entiende por necesidad histórica e ideológica que se busque un socialismo en Colombia, pero es una tergiversación gigantesca el decir que el castrochavismo se apoderaría del país) llevaron a nuestro ignorantes a enfilarse rápidamente.
La verdad es que la desinformación surge del conflicto jurídico que representaban los acuerdos para la burguesía colombiana, para los terratenientes y super tardofeudalismo que se vive indirectamente aún en la nación. De esto se "hecho mano" como se dicen en mi país para que la hegemonía ideológica nos llevara hasta el momento histórico en el que nos encontramos, de hecho los aparatos informativos del estado cumplieron su tarea de manera excelentemente eficaz, llevaron a un 60 por ciento a no votar y el resto solo fue la mayoría más uno para que el colapso de la paz llegará al país tras el NO en el plebiscito.
El momento histórico del país es totalmente acorde al deseo burgués conservador del partido centro democrático, el cual al suponer un "plan b" en caso de ganar como lo hicieron, presentaron una supuesta unión nacional y una replanteación de los acuerdos (desde lo jurídico) mientras la nación se quedaba de brazos abiertos, recibiendo a regañadientes y muchas discordancias el bando opuesto durante la polarización nacional.
El panorama es incertidumbre, el panorama es de una falsa "unión por la paz", es de un pueblo incoherente con él mismo y a la deriva de la voluntad de los dirigentes nacionales. Es cierto que muchos de las partes y movimientos políticos que en un principio apoyaban el SI han llegado a generar una verdadera acción colectiva para ejercer una presión social en busca de una inmediata implementación de los acuerdos (ya que en cuanto a lo jurídico se presentan múltiples salidas de escape, tales como implementar el acuerdo a base de leyes nacionales, pero la corte constitucional ya había dicho que si no se refrendaba en el plebiscito no tendría valor etc bueno, eso hace parte de otro debate) hay una amplía parte del sector de los ahora no fundamentos votantes del NO que tratan de pertenecer a la unión por la paz aunque impongan su criterio y termine dividiendo y continuando la polarización del país.
