Cuba y el socialismo
José Sotomayor Pérez
publicado por el PC Peruano reconstituido
Un grupo de revisionistas y trotskistas del Partido Comunista Cubano, ha dado a conocer abierta y públicamente su exigencia de que en Cuba se ponga en práctica un "socialismo democrático y participativo", cuyo "centro de la vida nacional sea el ser humano", como Única forma de evitar una "revuelta social" en la isla de Martí. Se conoce que el proyecto de tal "socialismo" pertenece a un ex diplomático y miembro del PCC, Pedro Campos, experto en falsificar el marxismo y distorsionar
groseramente la gesta heroica de la edificación del socialismo en la URSS. Veamos brevemente que dice este "ideólogo", curiosa mezcla de trotskista y titoista rabiosamente antistalinista y anticomunista.
Lo primero que salta a la vista en los artículos escritos por Pedro Campos, cabecilla del grupo que exige un "socialismo democrático y participativo en Cuba", es su anarco sindicalismo al que denominada "autogestión social socialista". Según este teórico trotskista esta es la Única forma de eliminar la contradicción entre el capital y el trabajo y otros males de la centralización", porque como cooperativista el obrero al mismo tiempo que trabajador es propietario de los bienes.
La teorización de Pedro Campos en defensa de su "socialismo democrático" no vale un comino. Sin embargo, sirve para poner sobre el tapete la preocupante desorientación ideológica imperante hoy en Cuba. Trotskistas y revisionistas de todo jaez vienen arremetiendo abiertamente contra la Unión Soviética de Lenin y Stalin, y han hecho del antistalinismo su principal blanco de ataque sin que, hasta el momento, tengan la respuesta debida en la "batalla de ideas". Si las cosas siguen así, no debe descartarse un final de la Cuba de hoy igual al de la URSS.
Hoy, como nunca, es necesario tener presente esta enseñanza del gran Lenin: "TODA DOCTRINA SOBRE UN SOCIALISMO QUE NO ES DE CLASE Y SOBRE UNA POLÍTICA QUE NO ES DE CLASE SE ACREDITA COMO UN SIMPLE ABSURDO".
El denominado "socialismo democrático" pretende perpetuar las diferencias de las clases haciéndolas convivir pacíficamente. Esta es una utopía reaccionaria que el auténtico socialismo rechaza porque lo que se propone es desaparecer las diferencias de clase. El capitalismo no puede existir sin la clase obrera, y en el proceso de producción las contradicciones entre burguesía y proletariado son inevitables. Es la clase obrera cubana la que finalmente dirá su palabra, apartando de su lado a teóricos pequeñoburgueses que vienen revisando burdamente el marxismo leninismo y propagando la sífilis trotskista.
José Sotomayor Pérez
publicado por el PC Peruano reconstituido
Un grupo de revisionistas y trotskistas del Partido Comunista Cubano, ha dado a conocer abierta y públicamente su exigencia de que en Cuba se ponga en práctica un "socialismo democrático y participativo", cuyo "centro de la vida nacional sea el ser humano", como Única forma de evitar una "revuelta social" en la isla de Martí. Se conoce que el proyecto de tal "socialismo" pertenece a un ex diplomático y miembro del PCC, Pedro Campos, experto en falsificar el marxismo y distorsionar
groseramente la gesta heroica de la edificación del socialismo en la URSS. Veamos brevemente que dice este "ideólogo", curiosa mezcla de trotskista y titoista rabiosamente antistalinista y anticomunista.
Lo primero que salta a la vista en los artículos escritos por Pedro Campos, cabecilla del grupo que exige un "socialismo democrático y participativo en Cuba", es su anarco sindicalismo al que denominada "autogestión social socialista". Según este teórico trotskista esta es la Única forma de eliminar la contradicción entre el capital y el trabajo y otros males de la centralización", porque como cooperativista el obrero al mismo tiempo que trabajador es propietario de los bienes.
La teorización de Pedro Campos en defensa de su "socialismo democrático" no vale un comino. Sin embargo, sirve para poner sobre el tapete la preocupante desorientación ideológica imperante hoy en Cuba. Trotskistas y revisionistas de todo jaez vienen arremetiendo abiertamente contra la Unión Soviética de Lenin y Stalin, y han hecho del antistalinismo su principal blanco de ataque sin que, hasta el momento, tengan la respuesta debida en la "batalla de ideas". Si las cosas siguen así, no debe descartarse un final de la Cuba de hoy igual al de la URSS.
Hoy, como nunca, es necesario tener presente esta enseñanza del gran Lenin: "TODA DOCTRINA SOBRE UN SOCIALISMO QUE NO ES DE CLASE Y SOBRE UNA POLÍTICA QUE NO ES DE CLASE SE ACREDITA COMO UN SIMPLE ABSURDO".
El denominado "socialismo democrático" pretende perpetuar las diferencias de las clases haciéndolas convivir pacíficamente. Esta es una utopía reaccionaria que el auténtico socialismo rechaza porque lo que se propone es desaparecer las diferencias de clase. El capitalismo no puede existir sin la clase obrera, y en el proceso de producción las contradicciones entre burguesía y proletariado son inevitables. Es la clase obrera cubana la que finalmente dirá su palabra, apartando de su lado a teóricos pequeñoburgueses que vienen revisando burdamente el marxismo leninismo y propagando la sífilis trotskista.