por Jordi de Terrassa Dom Ago 06, 2017 7:27 pm
Ni el capitalismo ni el socialismo, primera fase del comunismo, pueden alterar la genética ni la bioquímica de los seres humanos, por lo que mientras exista la especie humana existirán las diferencias sexuales, así y como otras diferencias entre individuos que no son sexuales.
En el socialismo, primera fase de la sociedad comunista y debido al desarrollo de las fuerzas productivas, se aplica el principio de “a cada cual según su trabajo” sin otra consideración que diferencie a los trabajadores, pero distribuir sin atender a las necesidades de cada individuo es todavía derecho “burgués”. Cuando las fuerzas productivas se desarrollen lo suficiente y se haga realidad el comunismo en su segunda fase se aplicará el principio de “a cada cual según sus necesidades y de cada cual según sus capacidades”.
Los capitalistas se reparten las ganancias en función del capital aportado, no en función del sexo del capitalista, y los salarios, como cualquier mercancía, tienden a igualarse abaratándose.
Conforme el desarrollo de las fuerzas productivas tiende a minimizar la fuerza física en la producción, y fundamentalmente en los campos de batalla, hace que desaparezca la diferenciación entre los hombres y las mujeres basadas en el dimorfismo sexual.
Por todo lo anterior no es necesario la sociedad comunista en cualquiera de sus fases de desarrollo para poner fin a las diferencias sociales entre los sexos, dicha igualdad se puede conseguir en una sociedad capitalista. Para lo que es necesario el comunismo, en cualquiera de sus fases de desarrollo, es para poner fin a la explotación económica y la consiguiente diferenciación de clases sociales.
Saludos.