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“Las Fuerzas Armadas Soviéticas, nacidas del régimen social socialista, régimen más justo y progresista que ha conocido la humanidad, siempre se emplearon solo para defender los logros revolucionarios de los trabajadores. En ello radica la razón de su existencia y el significado de su actividad. Las victorias obtenidas por el Ejército Soviético no fueron simples triunfos de una tropa sobre otra, sino la expresión concentrada de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo.
Vladímir Lenin, fundador del Partido Comunista y el Estado soviético, llamaba a prepararse tenazmente para defender los logros de los trabajadores, a desarrollar continuamente la economía, el transporte, las comunicaciones y concebía la defensa del país como causa de todo el pueblo. Consideraba que la creación de un ejército fuerte, de gran capacidad combativa y altamente organizado es un importante medio para cumplir todas esas tareas.
Lenin no solo fundamentó la necesidad de crear un ejército del proletariado triunfante sino que definió nítidamente su carácter, las peculiaridades, la destinación, elaboró los principios básicos socio-políticos y organizativos de la construcción de las Fuerzas Armadas Soviéticas.
En la Constitución de la URSS consta que la defensa de la Patria socialista es función vital del Estado y obra de todo el pueblo. «Con el fin de proteger las conquistas socialistas, el trabajo pacífico del pueblo soviético, la soberanía y la integridad territorial del Estado —reza la Ley Fundamental—, han sido constituidas las Fuerzas Armadas de la URSS y se ha establecido el servicio militar obligatorio».
El deber de las Fuerzas Armadas de la URSS ante el pueblo es defender firmemente la Patria socialista, estar siempre en disposición combativa que garantice la respuesta inmediata a cualquier agresor. El Ejército Soviético es el primer ejército de todo el pueblo en la historia de la humanidad, en verdad, clasista. Está ligado indisolublemente al pueblo y es fiel sin reservas a la Patria socialista y a los ideales del comunismo.
A diferencia de los ejércitos socialistas, las fuerzas armadas de los Estados imperialistas tienen el carácter antipopular. Emplearlos contra los trabajadores es ley de vida de la sociedad capitalista. En EE.UU., por ejemplo, las tropas se emplearon en más de una ocasión para aplastar eso que llaman «desórdenes interiores». Desde hace mucho las tropas inglesas hacen la guerra contra los luchadores por la libertad y los derechos cívicos en Irlanda del Norte.
Las Fuerzas Armadas Soviéticas disponen hoy de todo lo necesario para cumplir sus nobles misiones. El Partido Comunista, el Gobierno soviético y todo el pueblo se desvelan siempre porque el Ejército y la Marina sean un organismo preciso y coherente y permanezcan en elevada disposición combativa. El país hace todo para acumular las reservas materiales imprescindibles, los reemplazos bien instruidos para las Fuerzas Armadas, así como mantener al debido nivel la disposición moral y psicológica de la población para defender la Patria con las armas. Los organismos del Poder estatal y de la administración del Estado son los encargados de los aspectos políticos, económicos y militares de la defensa de la Patria socialista”.
Vladímir Lenin, fundador del Partido Comunista y el Estado soviético, llamaba a prepararse tenazmente para defender los logros de los trabajadores, a desarrollar continuamente la economía, el transporte, las comunicaciones y concebía la defensa del país como causa de todo el pueblo. Consideraba que la creación de un ejército fuerte, de gran capacidad combativa y altamente organizado es un importante medio para cumplir todas esas tareas.
Lenin no solo fundamentó la necesidad de crear un ejército del proletariado triunfante sino que definió nítidamente su carácter, las peculiaridades, la destinación, elaboró los principios básicos socio-políticos y organizativos de la construcción de las Fuerzas Armadas Soviéticas.
En la Constitución de la URSS consta que la defensa de la Patria socialista es función vital del Estado y obra de todo el pueblo. «Con el fin de proteger las conquistas socialistas, el trabajo pacífico del pueblo soviético, la soberanía y la integridad territorial del Estado —reza la Ley Fundamental—, han sido constituidas las Fuerzas Armadas de la URSS y se ha establecido el servicio militar obligatorio».
El deber de las Fuerzas Armadas de la URSS ante el pueblo es defender firmemente la Patria socialista, estar siempre en disposición combativa que garantice la respuesta inmediata a cualquier agresor. El Ejército Soviético es el primer ejército de todo el pueblo en la historia de la humanidad, en verdad, clasista. Está ligado indisolublemente al pueblo y es fiel sin reservas a la Patria socialista y a los ideales del comunismo.
A diferencia de los ejércitos socialistas, las fuerzas armadas de los Estados imperialistas tienen el carácter antipopular. Emplearlos contra los trabajadores es ley de vida de la sociedad capitalista. En EE.UU., por ejemplo, las tropas se emplearon en más de una ocasión para aplastar eso que llaman «desórdenes interiores». Desde hace mucho las tropas inglesas hacen la guerra contra los luchadores por la libertad y los derechos cívicos en Irlanda del Norte.
Las Fuerzas Armadas Soviéticas disponen hoy de todo lo necesario para cumplir sus nobles misiones. El Partido Comunista, el Gobierno soviético y todo el pueblo se desvelan siempre porque el Ejército y la Marina sean un organismo preciso y coherente y permanezcan en elevada disposición combativa. El país hace todo para acumular las reservas materiales imprescindibles, los reemplazos bien instruidos para las Fuerzas Armadas, así como mantener al debido nivel la disposición moral y psicológica de la población para defender la Patria con las armas. Los organismos del Poder estatal y de la administración del Estado son los encargados de los aspectos políticos, económicos y militares de la defensa de la Patria socialista”.
