Como recordarán, la Resolución del Parlamento Europeo, de 11 de marzo contra Cuba, instaba al inicio de un proceso pacífico de transición hacia la restauración de esa democracia que excluye a la clase obrera. Me llama mucho la atención que en dicha Resolución aparezca el término “pacífico”, y me explico.
La apelación “pacificista” de los parlamentarios europeos es, como mínimo, de risa. Según Amnistía Internacional (AI), varios Estados de la Unión Europea (UE) a los que representan, fabrican y exportan instrumentos utilizados para prácticas de tortura. Según el informe, Alemania exportó instrumentos de tortura a varios países, e Italia y España promovieron la venta de tecnología necesaria para aplicar descargas eléctricas de hasta 50.000 voltios contra los prisioneros.
A pesar de que la UE prohíbe (sobre el papel) el comercio de esos equipos, la trampa consiste en hacerse el loco, porque el negocio, sea de la clase que sea, es lo primero. Por esa razón Bélgica, Chipre, Italia, Finlandia y Malta hacen la vista gorda (excepto para vigilar a Cuba) mientras sus compañías anuncian libremente productos torturadores por Internet,
La investigación de AI demuestra que a pesar de los, supuestos, controles, Alemania y la República Checa autorizaron, desde 2006, la exportación de instrumentos de tortura a nueve países donde se ha constatado su uso contra personas detenidas. Así son de “pacíficos” y respetuosos con el ser humano, los países que condenan la violación de, no se sabe bien, qué derechos en Cuba.
¡¡¡DIFUNDIRLO!!!
La apelación “pacificista” de los parlamentarios europeos es, como mínimo, de risa. Según Amnistía Internacional (AI), varios Estados de la Unión Europea (UE) a los que representan, fabrican y exportan instrumentos utilizados para prácticas de tortura. Según el informe, Alemania exportó instrumentos de tortura a varios países, e Italia y España promovieron la venta de tecnología necesaria para aplicar descargas eléctricas de hasta 50.000 voltios contra los prisioneros.
A pesar de que la UE prohíbe (sobre el papel) el comercio de esos equipos, la trampa consiste en hacerse el loco, porque el negocio, sea de la clase que sea, es lo primero. Por esa razón Bélgica, Chipre, Italia, Finlandia y Malta hacen la vista gorda (excepto para vigilar a Cuba) mientras sus compañías anuncian libremente productos torturadores por Internet,
La investigación de AI demuestra que a pesar de los, supuestos, controles, Alemania y la República Checa autorizaron, desde 2006, la exportación de instrumentos de tortura a nueve países donde se ha constatado su uso contra personas detenidas. Así son de “pacíficos” y respetuosos con el ser humano, los países que condenan la violación de, no se sabe bien, qué derechos en Cuba.
¡¡¡DIFUNDIRLO!!!