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    Elena Ódena PCE (m-l)

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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Elena Ódena PCE (m-l)

    Mensaje por Enver19 Lun Jul 02, 2018 4:12 am

    Quiero dedicar este post para rendir homenaje a una de las comunistas mas importantes de España (o la que mas) haciendo una recopilación de sus textos, análisis sobre diversas cosas para que la gente la conozca mas, ya que creo que no tiene el suficiente reconocimiento.
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty El Partido; Elena Ódena; 1981

    Mensaje por Enver19 Lun Jul 02, 2018 4:16 am

    El Partido; Elena Ódena; 1981


    Elena Ódena PCE (m-l) Eo10


    «A. Generalidades sobre la ideología y la base teórica del Partido

    La ideología de todo Partido Comunista –marxista-leninista– es el marxismo-leninismo, cuya base teórica es el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.

    No vamos a estudiar aquí a fondo los distintos aspectos de nuestra teoría, ya que hay un tema dedicado a ello. Sólo plantearemos las siguientes definiciones generales para que nos sirvan de punto de orientación y referencia al estudiar el papel histórico del Partido, el trabajo de organización y su funcionamiento orgánico.

    Sobre el materialismo dialéctico

    Lenin define la «dialéctica», como:

    «El estudio, en sentido estricto, de las contradicciones contenidas en la misma esencia de los objetos». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Cuadernos Filosóficos, 1915)

    El materialismo dialéctico es la concepción filosófica del Partido marxista-leninista. Es la única concepción científica del mundo, que no sólo interpreta el mundo y sus fenómenos, sino que se plantea cómo transformarlo. Es la brújula que muestra al proletariado y a las masas oprimidas el camino de la lucha, la salida de la esclavitud en que los pueblos han vivido y viven desde hace siglos.

    Así, en su genial obra sobre el «Materialismo dialéctico y el materialismo histórico», Stalin dice:

    «Llámase materialismo dialéctico porque su modo de abordar los fenómenos de la naturaleza, su método de estudiar estos fenómenos y de concebirlos, es dialéctico, y su interpretación de los fenómenos de la naturaleza su modo de enfocarlos, su teoría, materialista». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Materialismo dialéctico y materialismo histórico, 1938)

    Y con relación al materialismo histórico, Stalin dice:

    «El materialismo histórico es la aplicación de los principios del materialismo dialéctico al estudio de la vida de la sociedad, al estudio de ésta y de su historia. La dialéctica es lo contrario de la metafísica». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Materialismo dialéctico y materialismo histórico, 1938)

    La dialéctica es lo contrario de la metafísica

    La dialéctica de Hegel fue la primera en presentar el mundo como un proceso. Pero Hegel era idealista. La base de todo lo existente lo veía en el desarrolló espontáneo de una idea absoluta, existente ya antes en la naturaleza y del hombre. El proceso del pensamiento era para Hegel el creador de lo real.

    Por el contrario para Marx, lo ideal no es más que lo material traspuesto e interpretado por el cerebro del ser humano, es decir, Marx parte del principio materialista de que sin materia pensante –el cerebro– no puede concebirse la idea. Marx y Engels, liberaron así a la dialéctica hegeliana de su caparazón idealista, creando la dialéctica materialista, que más tarde fue desarrollada en su aplicación a las leyes de la sociedad por Lenin y Stalin.

    Según Stalin los cuatro rasgos fundamentales del método dialéctico materialista son, de manera resumida:

    1. La dialéctica considera a la naturaleza como un todo articulado único. Los objetos y los fenómenos dependen unos de otros y se condicionan recíprocamente.

    2. La dialéctica considera la naturaleza en estado de perpetuo movimiento, cambio y renovación. Siempre hay algo en ella que nace y se desarrolla, y algo que caduca y muere.

    3. La dialéctica considera el desarrollo de la naturaleza como un proceso, en el que los cambios cuantitativos se van produciendo de manera imperceptible, provoca brusca y repetidamente cambios radicales, cualitativos. Así, el desarrollo va siempre de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior. La cantidad –acumulación de pequeños cambios– se transforma en calidad –creándose una nueva situación–.

    4. La dialéctica parte del criterio de que los objetos y fenómenos de la naturaleza encierran siempre contradicciones internas, con su lado negativo y su lado positivo, su pasado y su futuro; su desarrollo y su caducidad. La lucha entre ambos lados contrapuestos, constituye el contenido inferior del proceso de desarrollo. «El desarrollo –ha dicho Lenin– es la lucha de los contrarios». Esta lucha entre las tendencias contrapuestas es la que empuja hacia adelante todo proceso.

    Así pues, al aplicar estos principios al desarrollo de la sociedad, la dialéctica materialista considera, por oposición a la metafísica:

    a) Que todo movimiento o régimen social que aparece en la Historia debe ser explicado desde el punto de vista del lugar, del momento y de las condiciones que lo engendraron, y no desde el punto de vista de tal o cual hecho secundario o aislado, ni desde el punto de vista de unas leyes basadas en la «justicia eterna».

    b) Que no hay ningún régimen social «inconmovible», ni existen «principios eternos» de la división de la sociedad en clases, de la propiedad privada y de la explotación del hombre por el hombre.

    c) Que en régimen capitalista puede ser sustituido por el régimen socialista del mismo modo que aquél sustituyó al régimen feudal y que éste a su vez, sustituyó al régimen esclavista.

    d) Que el paso del capitalismo al socialismo no puede realizarse por medio de cambios lentos, de reformas, sino mediante la revolución –cambio o transformación cualitativa–.

    e) Que la lucha de clases es un fenómeno natural e inevitable, y que lo que hay que hacer en tanto que revolucionarios, no es amortiguar la lucha de clases, ni disimular, conciliar o embellecer las contradicciones de clase, como hacen los socialdemócratas y hoy también los revisionistas y oportunistas, sino llevar esas contradicciones existentes y la lucha de clases hasta el fin.

    De todo lo expuesto se desprende la capital importancia que para la práctica del Partido marxista-leninista de conocer y aplicar estos principios básicos del materialismo dialéctico y el materialismo histórico. De un lado para entender y analizar los fenómenos y las situaciones en cada circunstancia y de otro para orientarse y guiarse en el complejo desarrollo de los acontecimientos y de la lucha de clases, sin caer ni en el oportunismo conciliador ni en el aventurerismo liquidacionista.

    Tal ha sido por ejemplo el caso de los cabecillas fraccionalistas y complotadores que en el Pleno del Comité Central del pasado mes de febrero, pretendieron, con falsos análisis, metafísicos y antimarxistas, desviar a nuestro Partido de su política revolucionaria.

    Stalin advierte que:

    «En política para no equivocarse, hay que mirar hacia adelante y no hacia atrás. (...) Hay que ser revolucionario y no reformista. (...) Hay que mantener una política proletaria de clase, intransigente, y no una política reformista y de armonía de intereses entre el proletariado y la burguesía, una política oportunista de integración gradual del capitalismo en el socialismo». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Materialismo dialéctico y materialismo histórico, 1938)

    B. La organización y las tareas del Partido

    1. Nuestras tareas generales en materia de organización son:

    —Ajustar el trabajo de organización a las exigencias de la Línea Política del Partido.

    —Elevar la dirección del trabajo de organización al nivel de dirección política.

    —Conseguir que la dirección del trabajo de organización asegure por completo la realización de las consignas y decisiones del Partido.

    Además de los principios generales determinados por los principios de organización del Partido, es preciso atenerse a las reglas y normas concretas que regulan su vida interior. Esto es de una gran importancia pues si no se concretan los principios de organización éstos pueden ser interpretados de distinta manera.

    Es necesario que los métodos de organización respondan a las necesidades de la lucha en cada fase; una organización que asegure la aplicación de nuestra Línea Política; una organización que se vaya depurando y corrigiendo sus defectos continuamente.

    2. La falta de responsabilidad personal, de control sistemático de las tareas y el temor a la autocrítica es origen de grandes dificultades en el trabajo de organización del Partido. Esas dificultades no se pueden vencer con resoluciones y disposiciones «generales». Esas dificultades se vencen elevando el nivel del trabajo de organización al nivel de dirección política. Como decía Lenin «Lo principal del trabajo de organización es la selección de hombres y mujeres y el control del cumplimiento de las decisiones adoptadas».

    Con un buen control del cumplimiento de las decisiones adoptadas, los fallos y los errores serían en la mayoría de los casos evitados, o menores.

    Uno de nuestros fallos habituales es la falta de control sistemático y riguroso de la ejecución de las tareas. Para asegurar ese control es necesario, entre otras cosas, que todas las organizaciones del Partido –es decir todos los comités del Partido a los distintos niveles– eleven informes periódicos sobre su actividad. Asimismo la dirección central deberá comunicar regularmente a las organizaciones del Partido todo lo concerniente a su actividad.

    Sin ese control sistemático y riguroso de la ejecución de las tareas –acordadas en común y encomendadas por un órgano superior– nuestra organización de Partido nadará en el liberalismo, en la dejadez y desidia, la placidez inactiva y caerá en el liberalismo.

    Asegurar el control de la ejecución de las tareas va ligado a redoblar nuestro sentido de la eficacia. El sentido de la eficacia está en la base del trabajo organizativo, sólo vinculando el sentido de la eficacia a la fidelidad, a los principios, se puede forjar un buen militante y un buen cuadro que combine la teoría con la práctica. De otro lado, sólo con un riguroso y eficiente control de la ejecución de las tareas es posible acrecentar el sentido de responsabilidad de los camaradas. Sin ese sentido de la responsabilidad no se puede implantar ni una cohesión monolítica ni una disciplina férrea ni una unidad de voluntad de todo el Partido, sino que se cae en el individualismo del obrar por cuenta propia.

    Para que el control de las tareas cumpla sus fines son necesarias dos condiciones por lo menos: que el control sea sistemático y no episódico. Que el control del cumplimiento en todos los eslabones de las organizaciones del Partido esté dirigido por camaradas con suficiente autoridad, por los dirigentes mismos.

    Las células y comités del Partido deben planificar sus tareas y fijarse objetivos concretos basados en las orientaciones políticas y en las tareas generales del Partido.

    3. Las selecciones de cuadros y el control de las tareas ocupan uno de los lugares más importantes en el sistema marxista-leninista de la dirección del Partido. El mejor de los programas, la más certera de las líneas políticas, se quedarán sobre el papel si no son apoyadas por el trabajo de organización.

    Ninguna dirección, ninguna decisión, obtendrá el efecto apetecido si no existen buenos cuadros para ejecutarlas, organizadores para realizarlas.

    Los cuadros deben repartirse según las tareas que debamos realizar y de acuerdo con las aptitudes individuales de cada cual. Las diversas actividades necesitan aptitudes diferentes, a veces un militante inepto en tanto que organizador puede ser un excelente propagandista. El examen de las cualidades y de los defectos de cada militante permite colocar a cada cual en el puesto en el que sus aptitudes podrán desarrollarse y aplicarse mejor.

    Debemos conocer los cuadros; estudiar minuciosamente los méritos y defectos de cada uno de los militantes activos, saber en qué puesto pueden desarrollarse con mayor facilidad las aptitudes de cada militante. Formar sólidamente los cuadros, ayudar a elevarse a cada uno de los militantes que progresan, no regatear el tiempo para educar pacientemente a estos militantes y acelerar su avance.

    Promover continuamente cuadros nuevos, jóvenes, sin darles tiempo para enmohecerse en los viejos puestos. Distribuir a los militantes en sus puestos de tal manera que cada uno sienta que ocupa el lugar que le corresponde, que cada militante pueda aportar a nuestra lucha el máximo.

    La experiencia demuestra que todo militante sirve para algo. Hay que poner a trabajar y rendir a todo el mundo. Hay que aprender a conocer las aptitudes específicas de cada miembro del Partido, su capacidad intelectual y de trabajo, nivel político, sentido de la disciplina, cumplimiento del deber, entrega al Partido. Hay que aprender a observar en qué medida cada militante está atado por vínculos o preocupaciones familiares o de otra índole y hay que ayudar a que supere estas ataduras. Cada militante debe estar en su puesto, allá donde pueda rendir. No se puede exigir de un militante mucho más de lo que pueda dar, como tampoco se pueden malgastar las capacidades de ninguno. Sólo mediante la selección de los militantes, mediante la colocación de cada uno en el puesto de combate para el que está capacitado es posible que la maquinaria del Partido marche a todo vapor.

    La selección de cuadros está estrechamente ligada al control de la ejecución de las tareas. Cuando se designa a un militante para un puesto no se hace ciegamente ni es una misión para toda la vida. El Partido controla sistemáticamente y regularmente a los militantes siguiendo sus actividades, ayudándoles cuando lo necesitan, destituyéndoles cuando cometen serios errores en las cuestiones de principio. El control de la ejecución no consiste en un examen formal basándose en los informes sobre la ejecución de tal o cual tarea, sino en los resultados del trabajo práctico cuyo fin es la aplicación de las directivas del Partido. Un trabajo bien organizado con los cuadros y el control efectivo son las mejores garantías para obtener éxitos.

    4. El principio rector de la estructura organizativa del Partido es el centralismo democrático. Este es uno de los puntos en los que se diferencia el Partido marxista-leninista de la clase obrera de los diversos tipos de partidos burgueses y pequeño burgueses, que se rigen por toda suerte de «principios»: el autoritarismo arbitrario, el feudalismo, el autonomismo, o que no se rigen propiamente por ninguno, dejando las labores del Partido a la buena de dios, con criterios oportunistas de componenda, etc.

    Como en otros puntos también en este del centralismo democrático hay que hacer distinción entre verdaderos y falsos marxista-leninistas, verdadero y falso centralismo democrático. La burguesía ya no lucha contra el marxismo-leninismo únicamente con las armas de la violencia estatal, sino mediante la falsificación del marxismo, mediante el pseudo marxismo, el revisionismo en todas sus variantes en nuestra época.

    ¿En qué consiste el centralismo democrático? En el ensamblamiento estrecho de la más rigurosa centralización con una democracia interna tan completa como lo permitan las circunstancias en las que se desenvuelve el Partido.

    El centralismo significa supeditación de los órganos inferiores a los superiores. La democracia significa la supeditación de la minoría a la mayoría.

    Así pues, estos dos principios no están en modo alguno reñidos, sino que por el contrario, son partes inseparables de un todo. Pero en su aplicación pueden surgir ciertas contradicciones entre la democracia y el centralismo.

    El centralismo se asegura mediante la disciplina rigurosa. La democracia se asegura mediante la electividad y la revocabilidad de los órganos superiores del Partido, mediante la rendición de cuentas de los órganos superiores ante la base y mediante la participación, por una u otra vía de todos los militantes en la elaboración de la política del Partido y de las decisiones más importantes.

    El centralismo y la democracia deben ir unidos. Pero la manera de ensamblarlos debe ser diferente según las circunstancias en las que actúe el Partido. En ciertas circunstancias –cuando los partidos gozan de la legalidad estable o están en el poder, consolidado– la electividad y revocabilidad de los órganos superiores puede realizarse más o menos completamente. En cambio, en condiciones de clandestinidad o semiclandestinidad, guerra civil, etc., es preciso ante todo asegurar la disciplina, y no es posible la elección de todos los órganos directivos.

    En condiciones de clandestinidad, de guerra civil, etc., es preciso asegurar la democracia interna por métodos que no descansen fundamentalmente en la electividad.

    La disciplina

    Una de las normas que lleva implícito el principio de la disciplina y el centralismo democrático es la inexistencia de fracciones en el Partido. En un Partido marxista-leninista no hay mayorías minoritarias organizadas. En eso consiste precisamente su cohesión monolítica. Todo militante puede mantener discrepancias con el conjunto del Partido en cuestiones de línea política o de actividad práctica, pero lo que no tiene derecho es a mantener un contacto con otros militantes que sean de su misma opinión al margen de los cauces establecidos orgánicos, por el Partido, ni sacar las discrepancias fuera del Partido. Todo militante debe apoyar ante las masas la línea y actividad del Partido, debe batirse sobre las posiciones del Partido.

    El caso más grave de fraccionalismo es el de los militantes que se organizan una disciplina partidaria propia y por encima de ésta. Ello constituye uno de los delitos más graves contra el Partido. Pero tampoco las formas menos graves de actividad fraccional pueden ser toleradas. Todas ellas constituyen una violación de los Estatutos y un comportamiento oportunista, que debe entrañar sanciones correspondientes a la gravedad de la falta.

    La insistencia unilateral en el centralismo conduce al burocratismo. Las deformaciones burocráticas se manifiestan:

    —En la rutina en el trabajo organizativo, en la falta de iniciativa y de crítica.

    —En aplicar la disciplina de manera ciega y no consciente; aplicarla sin tratar de comprender las razones por las que se debe realizar una tarea, de pretender aplicar mecánicamente «los mejores» procedimientos organizativos en cualesquiera circunstancias, sin saber adaptar los procedimientos a la realidad concreta.

    —En no saber simplificar los métodos organizativos, creando o manteniendo trámites innecesarios.

    —En no saber impulsar la crítica, la discusión y la iniciativa de la base, transformando a ésta en un mero brazo ejecutor de las decisiones de la dirección, sin tomar parte activa en la elaboración de la política del Partido.

    La insistencia unilateral en la democracia, sin centralismo, lleva a: el ultrademocratismo; según esta concepción cada decisión debe ser ampliamente discutida por la base, verificándose votaciones en cada caso, cual es la posición mayoritaria y los órganos dirigentes deben ser elegidos de abajo arriba, independientemente de las circunstancias y permanentemente revocables.

    —El autonomismo o federalismo que pretende establecer un margen de derechos de las organizaciones del Partido en detrimento de los derechos de la dirección central, así como también el independentismo en relación con las organizaciones de masas.

    —El anarquismo individualista, consistente en no someterse al fallo de la mayoría y de las decisiones de los órganos superiores erigiéndose uno mismo con su propia autoridad sin acatar la del Partido. Ejemplos recientes: los fraccionalistas «mencheviques saniosos» recientemente expulsados.

    —El fraccionalismo, la falta de espíritu partidario y el espíritu fraccional de círculo, el compadrazgo o incluso la conspiración contra la disciplina del Partido.

    En realidad el autonomismo, el anarquismo y el fraccionalismo son manifestaciones extremas del ultrademocratismo.

    El burocratismo y el ultrademocratismo no sólo no son todo lo contrario el uno del otro, sino que son manifestaciones de una misma negación del centralismo democrático, de la rigurosa disciplina democrática consistente en la subordinación de la minoría a la mayoría. Incluso pueden coincidir parcialmente estas dos manifestaciones. Ambas caen en el formalismo, en el olvido del contenido y la preocupación exclusiva o preferente por las formas de tomar decisiones.

    5. La burguesía es la clase dominante de la sociedad capitalista. Su concepción del mundo inspira todo el ambiente de esta sociedad. Su realidad como clase es inmediatamente evidente. Cuenta con todos los recursos en sus manos, con todos los medios de instrucción, de organización y de acción. No se halla embrutecida ni agobiada por sus ocupaciones. Por lo tanto su conciencia de clase se engendra de una manera natural y espontánea y no necesita una disciplina rígida para organizarse como clase, en circunstancias normales.

    Todo lo contrario le ocurre a la clase obrera. Por ello, esta clase sólo puede organizarse si sabe implantar en las filas de su vanguardia militante –el Partido marxista-leninista– una disciplina de hierro, si esta vanguardia sabe llevar la dirección única de todas las organizaciones de clase y de las masas no organizadas.

    La disciplina de hierro, la cohesión monolítica, son características peculiares de los partidos marxista-leninistas, que diferencian a estos partidos de los partidos revisionistas y socialdemócratas y de las agrupaciones políticas de la burguesía y de la pequeña burguesía.

    La clase obrera está acostumbrada a esta disciplina, puesto que es similar a la disciplina de la organización fabril. En cambio los elementos pequeño burgueses e intelectuales que no han asimilado enteramente la concepción proletaria del mundo, no son capaces de soportar esta disciplina que se les antoja «cuartelaria». Pues bien, precisamente el Partido es el Estado Mayor del gran ejército de los oprimidos y explotados y necesita una disciplina tan rígida como la disciplina militar –aunque cualitativamente distinta–.

    Sólo un Partido que sabe imponer en sus propias filas una disciplina de hierro podrá dirigir a la clase obrera y a todo el pueblo a la revolución. Plantearse tan gigantescas tareas con un Partido que debe necesariamente abarcar a una pequeña minoría de la clase obrera, si este Partido no está férreamente unido es una tarea sin perspectivas de triunfo.

    La disciplina implica el más riguroso centralismo y la negación del autonomismo, el federalismo y demás «principios» oportunistas que van en contra del centralismo democrático.

    En el Partido debe haber «autonomía» de cada organización, pero esa autonomía relativa no es un principio de dirección, sino un método de trabajo. Es decir, que esa autonomía no limita los derechos de los órganos superiores del Partido, sino que consiste en el derecho y el deber de cada organización del Partido de desplegar la máxima iniciativa en el desempeño de sus tareas, dentro del cumplimiento de las instrucciones de los órganos superiores. La autonomía consiste, pues, en que al encomendar la ejecución de una tarea a una organización del Partido, el órgano superior que se la encomienda debe concederle el margen necesario de iniciativa propia.

    Pero incluso esa autonomía, que no es un principio de dirección, sino sólo un método de trabajo, no debe ir tan lejos que impida o dificulte el control sistemático de la ejecución de las tareas encomendadas.

    Es misión de los órganos dirigentes del Partido saber Combinar el control con el margen de iniciativa, de modo que no se caiga ni en el liberalismo ni en el ultracentralismo burocrático –el cual mata la iniciativa de los militantes y de los órganos inferiores– pero combinar ambos aspectos es tarea que incumbe a los órganos dirigentes, de modo que una organización del Partido no puede actuar en este punto a su buen saber y entender o atribuirse a sí misma el margen de autonomía que entienda necesario.

    La disciplina partidaria no debe ser una disciplina ciega. Es por eso por lo que no es una disciplina cuartelaria. Nuestra disciplina es consciente, está basada en el conocimiento de unos principios organizativos, en la comprensión de las razones ideológicas de esos principios y en la libre admisión de esa disciplina, puesto que el ingreso en el Partido es voluntario y ese ingreso no puede realizarse sin conocer los Estatutos del Partido.

    Nada más absurdo, pues, que calificar nuestra disciplina de «ciega». Un militante puede no comprender las razones concretas por las que se le encomienda una tarea, pero lo que sí es necesario es la subordinación de la minoría a la mayoría y de los órganos inferiores a los superiores.

    6. El centralismo democrático en el Partido lleva implícito la libertad de examen y discusión de la política del mismo basado en la crítica y la autocrítica, Lenin señalaba la importancia de la crítica y la autocrítica y que éstas deben ser desarrolladas continuamente pues son armas que permiten descubrir y eliminar los defectos y errores.

    La crítica y la autocrítica constituyen una de las reglas más importantes en la vida del Partido.

    A veces se da o puede darse que en ciertos escalones de dirección del Partido se trate de ahogar la crítica; de amordazarla; se trate de impedir que los militantes ejerciten su derecho a «apelar ante los órganos superiores del Partido contra las medidas adoptadas por los inferiores que no considere justas» y a «dirigir preguntas y propuestas a cualquier instancia del Partido incluido el Comité Central, y exigir una respuesta concreta». En tales casos es deber de la dirección central del Partido sancionar rigurosamente a esos órganos directivos que amordacen la crítica y traten de restringir los derechos de los militantes.

    En el problema de desarrollar la crítica debemos huir tanto de la tendencia al compadrazgo, a velar las faltas o no profundizar en su esclarecimiento, como de la tendencia a abultar los errores, a hacer «de una mosca un elefante» sobre todo si esta tendencia va ligada a la arbitrariedad y la discriminación.

    Saber hacer una crítica seria, serena, desapasionada, objetiva y mesurada no es siempre fácil; puede haber una serie de obstáculos para ello. Por eso es necesario esforzarse por adquirir el hábito de la crítica racional de todos los defectos y errores, independientemente de quien sean los camaradas que los cometan. Esta capacidad para la crítica va ligada al desarrollo de las demás virtudes que debe tener un militante, principalmente el anteponer los intereses del Partido a los intereses propios, de familiares o amigos; de esta manera no caeremos ni en la animadversación ni en el compadrazgo.

    Entendemos que la crítica debe servir para reforzar la disciplina consciente en las filas del Partido. Debemos partir del principio: después de las discusiones y una vez adoptadas las decisiones correspondientes, se impone la unidad absoluta de acción. Todos los militantes deben actuar como un sólo hombre.

    «Cada cual es libre de decir o escribir aquello que le parezca bien. Pero las asociaciones libres –el Partido incluido– es libre también de excluir aquellos de sus miembros que se aprovechan del nombre del Partido para propagar ideas antipartido. (...) El Partido es la unión libremente consentida que se dislocaría inevitablemente, primero ideológicamente y luego materialmente, si no se depurara de los elementos que propagan ideas o concepciones antipartido. Para establecer la demarcación entre lo que está de acuerdo con las concepciones del Partido y lo que no está, debemos referirnos siempre al programa del Partido, a sus resoluciones tácticas y a sus Estatutos». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; La organización del partido y la literatura del partido, 1905)

    La consigna de «Libertad de crítica» dentro del Partido es una consigna socialdemócrata revisionista y reaccionaria, que sólo trata de introducir en el Partido elementos contrarios a su Línea Política, a sus Estatutos y a la doctrina marxista-leninista.

    Naturalmente, todo militante es libre de exponer sus opiniones y tiene la obligación de hacerlo. Sin discusión y sin crítica es imposible el funcionamiento del centralismo democrático en el Partido.

    Pero también es verdad que es miembro del Partido todo aquel que acepta su Línea Política y sus Estatutos, el derecho a la crítica y a la discusión no implica el derecho a hacer sistemáticamente dentro del Partido la propaganda de ideas contrarias a los principios ideológicos, políticos y organizativos de nuestro Partido. Ese «derecho» llevaría de hecho a la total dispersión ideológica del Partido, a la ruptura de su cohesión. Si en el Partido se ha introducido una persona cuyas concepciones no son marxista-leninistas y trata de difundirlas entre los demás militantes del Partido, se le debe prohibir que continúe esa propaganda, que es objetivamente una labor de zapa contra el Partido. Y si a pesar de la prohibición continúa su labor de zapa ideológica, deberán tomarse medidas disciplinarias para sancionar su acto de indisciplina, y si persiste en su actitud, expulsarle del Partido.

    Una de las virtudes que todos debemos adquirir es la de «saber aprender». Saber asimilar la experiencia, comprenderla, hacer un balance de ella es imprescindible para avanzar en la aplicación práctica de nuestra Línea Política. Y el mayor obstáculo que puede oponerse al saber asimilar las experiencias prácticas es la incapacidad de autocrítica.

    Tenemos que fomentar constantemente la tendencia a saber autocriticamos. Todos los militantes, y todos los órganos del Partido, pero muy especialmente sus dirigentes y sus órganos de dirección, deben apoderarse del arma de la autocrítica, deben aprender a descubrir y corregir sus errores. Uno de los indicios de la madurez del militante es su capacidad para descubrir, reconocer y corregir sus propios errores.

    7, Como se ha expuesto anteriormente, todo militante del Partido –salvo excepciones por motivos de clandestinidad u otros– trabaja en un órgano colectivo del Partido, sea una célula de base, o un comité del Partido de uno u otro nivel. Todos los órganos, células o comités del Partido celebran reuniones regulares para tomar decisiones colectivas.

    Las reuniones de los órganos del Partido tienen una gran importancia en el funcionamiento del mismo, puesto que es en ellos donde se lleva a cabo la discusión y la decisión colectivas, que es un rasgo peculiar que nos diferencia de las organizaciones burguesas y pequeño burguesas, en las cuales a menudo se funciona individualmente.

    Todos los problemas importantes deben tratarse en las reuniones. Pero no se debe caer en el reunionismo, en la tendencia a hacer reuniones por cualquier cosa y pasarse la vida en reunión tras reunión.

    Se debe establecer una periodicidad en las reuniones de forma que éstas no se espacien demasiado ni se repitan de forma seguida con el consiguiente peligro para la organización. Naturalmente, los intervalos entre las reuniones varían en función de las tareas concretas de tiempo y lugar en las que se desenvuelve su actividad, etc. No se puede establecer una norma rígida pero sí se tiene que establecer la norma general de la periodicidad.

    La célula

    La célula es la organización de base del Partido. Ver artículos 31 y 35 de nuestros Estatutos aprobados en el III Congreso del PCE (m-l) de 1979.

    Las reuniones a todos los niveles del Partido deben ser preparadas y no dejarlas a la libre iniciativa e improvisación. El responsable debe llevar un orden del día establecido que se someterá a discusión para aprobarlo, rechazarlo o ampliarlo.

    En las reuniones deben evitarse las polémicas y los diálogos personales. Todos los militantes deben participar en las discusiones sobre todos los temas que se planteen. Se debe agotar la discusión antes de pasar a tomar una decisión por votación. En la medida de lo posible se debe tender a que las decisiones o acuerdos sean tomados por unanimidad. Dentro de la reunión es donde se pueden hacer proposiciones, sugerencias, críticas, etc., una vez terminada la reunión y las decisiones tomadas, todos los militantes actúan en la misma dirección aunque haya alguno que no esté de acuerdo con la decisión tomada. Su obligación es la de someterse a la mayoría de sus camaradas.

    Lo más peligroso en la celebración de las reuniones es caer en la tertulia. La seriedad de las reuniones y la necesidad de emplear en ellas el tiempo estrictamente necesario son incompatibles con ese ambiente de tertulia que a veces se crea y que se puede manifestar en conversar sobre problemas generales sin ceñirse a la discusión sobre los problemas planteados en el orden del día, etc.

    En una reunión no se va a arreglar el mundo de una vez ni se puede dedicar el tiempo a charlar sobre tales o cuales problemas de política internacional, a la buena iniciativa de cada uno. Como tampoco se puede pretender abarcar globalmente todos los problemas del Partido.

    Es preciso que la discusión se ciña, en cada reunión a problemas determinados y especificados en un orden del día y que la discusión sea ordenada. Sin eso, las discusiones se hacen interminables y estériles, cuando no se cae en el puro charlatanerismo y en la plácida tertulia de amigos.

    La reunión no es un mero círculo de estudio. En ella se deben discutir las tareas encomendadas; los materiales del Partido, «Vanguardia Obrera» en primer lugar, etc., en común. Deben organizarse en la medida que el tiempo lo permita el estudio común, y orientar el estudio individual de cada militante, según las directivas del Partido y vinculando la teoría con la práctica.

    En toda reunión del Pártido se deben estudiar y discutir los documentos del Partido, sus publicaciones y materiales de orden interno. Sin esta labor es imposible la unidad política de todo el Partido, es imposible que el Partido marche al unísono en el enfoque de los problemas y en la aplicación de la Línea Política.

    8. La dirección colectiva, supremo principio sobre la dirección del Partido, una de las reglas más importantes de la vida del Partido, es la expresión del centralismo democrático. En el seno del Partido, en todos sus niveles, de abajo a arriba, la dirección debe ser colectiva en la medida de lo posible. La actividad del Partido y su lucha efectiva para poner en marcha su política, no son posibles si no se elaboran colectivamente ciertas normas y reglas de organización del trabajo. Sólo la experiencia colectiva del Partido, los conocimientos colectivos del Comité Central, apoyándose en los principios científicos de la teoría marxista-leninista, pueden garantizar una dirección correcta del Partido, la justeza de las decisiones tomadas.

    Si en un determinado nivel de dirección del Partido se socava el principio de dirección colectiva y un dirigente –sea el responsable, secretario o presidente del órgano de dirección– toma personalmente decisiones que por su importancia deben ser adoptadas en común por el órgano dirigente de que se trate, entonces se incrementa por un lado el riesgo de error –puesto que un solo militante, por grande que sea su capacidad, corre mayor peligro de caer en un error que un órgano colectivo del Partido, que sintetiza las opiniones y experiencias de todos los miembros–, y por otro lado, se relaja la responsabilidad del órgano colectivo en cuestión, y se fomentan tendencias individualistas.

    La dirección colectiva sólo puede ser eficaz si va ligada a la responsabilidad personal. A todos los niveles del Partido las decisiones se toman colectivamente por un órgano del Partido –célula, comité, etc–. Pero sobre la base de la decisión tomada, cada militante y cada responsable tiene una tarea especial que cumplir, lo que entraña que es él quien debe desplegar su iniciativa en lo que concierne a la manera concreta de cumplir la tarea; y que debe dar cuenta de su ejecución. En la ejecución de las tareas acordadas por un órgano colectivo y que deben ser efectuadas por un núcleo de camaradas, debe existir un responsable.

    9. «Ninguna clase en la Historia ha podido subir al poder a menos que destacara a sus jefes políticos, a sus representantes avanzados, capaces de organizar movimientos y dirigirlos». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Las tareas urgentes de nuestro movimiento, 1990)

    «Es una tarea difícil y de larga duración formar jefes del Partido, experimentados y de alto prestigio. Pero sin ello la dictadura del proletariado y la «voluntad» única de esto no son más que frases vacías». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Carta a los comunistas alemanes, 14 de agosto de 1921)

    Los marxista-leninistas luchan contra todas las formas de exaltación del individuo, en particular contra la más peligrosa, que consiste en supervalorar el papel de las personas individuales, infravalorando el de las masas. Pero al mismo tiempo saben comprender la importancia que tienen los dirigentes, cuando están ligados a las masas; cuando son infinitamente fieles, cuando saben sintetizar sus ideas y ponerlas luego en práctica.

    El Partido debe tener a su frente un equipo de dirección homogéneo y relativamente estable, compenetrado y entregado en cuerpo y alma a la revolución.

    Los dirigentes del Partido a todos los niveles, deben tener capacidad para dirigir no sólo al Partido sino también a las masas sin Partido; deben estar entregados en todas las fases de la lucha y saberlas dirigir. En nuestras condiciones necesitamos forjar dirigentes del Partido capacitados para la lucha clandestina y para la lucha militar. Los dirigentes del Partido deben ser los militantes más disciplinados, los que sepan aceptar con la mayor lealtad el fallo de la mayoría y las decisiones de los órganos superiores.

    Lucha ideológica

    10. «Somos un pequeño grupo compacto. Seguimos una vía escabrosa y difícil, codo con codo. Estamos rodeados por todas partes de enemigos y nos vemos obligados a avanzar bajo sus disparos. Nos hemos unido en virtud de una decisión libremente consentida, precisamente para combatir al enemigo y no caer en el oportunismo de los que nos reprochan haber constituido un grupo aparte y preferir la vía de la lucha a la vía de la conciliación». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; ¿Qué hacer, 1902)

    La experiencia del movimiento obrero en España y en el mundo demuestra que en las filas de los partidos revolucionarios de la clase obrera se manifiestan frecuentemente tendencias oportunistas, que son el reflejo de la influencia ideológica de la burguesía. Los partidos proletarios luchan en medio de un ambiente más o menos influenciado por la ideología de la clase gobernante: la burguesía capitalista. Por ello no puede por menos ocurrir que una parte de sus militantes se dejen influenciar por ese medio en el que campea la concepción burguesa del mundo. Por otro lado a las filas del Partido proletario acuden elementos de otras clases sociales, pequeño burguesas en general, cuya mentalidad está aún en muchos puntos bajo el dominio de la ideología burguesa.

    Por todo ello el Partido no puede liberarse de esos influjos ajenos a la ideología marxista-leninista y para vencer esos influjos dañinos debe desplegar una lucha ideológica interna contra la negación o tergiversación de los principios marxista-leninistas, y por la defensa de la unidad del Partido.

    Desde su constitución en diciembre de 1964, nuestro Partido ha tenido que luchar no sólo contra sus enemigos externos y declarados, sino contra toda clase de influencias hostiles y no proletarias que se han manifestado en él.

    La lucha interna y la lucha externa son dos clases de lucha que difieren entre sí, pero ambas son necesarias y tienen un carácter de clase –son formas de la lucha de clases–. Si nuestro Partido no llevara a cabo la lucha interna, si no combatiera constantemente el Partido todo tipo de ideología no proletaria y derrotara tanto al oportunismo de derecha como al de «izquierda» sucedería que esa ideología no proletaria y ese oportunismo tanto de derecha como de «izquierda» podrían ganar terreno dentro del Partido, influenciarlo y hasta llegar a dominarlo, y cambiar la política, la táctica y la estrategia del Partido como lo han intentado recientemente los fraccionalistas y complotadores que fueron expulsados en el Pleno de febrero pasado.

    La lucha interna en el Partido es una manifestación de la lucha de clases. Cuando hay una lucha interna en el Partido entre los principios marxista-leninistas y oportunistas, esta lucha es, por su contenido de clase, una lucha entre el proletariado y la burguesía.

    En principio, las contradicciones y luchas internas en el Partido, no son contradicciones antagónicas –contradicciones entre nosotros y el enemigo– sino contradicciones en el seno del pueblo. El método de superarlos es la crítica, la discusión ideológica y el centralismo democrático –supeditación de la minoría a la mayoría–. Pero si partiendo de una actitud ideológica equivocada, un miembro del Partido degenera en reaccionario, entonces la contradicción y la lucha cambia de carácter.

    Conviene tener en cuenta esta posibilidad, pero no hay que exagerarlo. En tanto que no se demuestre lo contrario, los camaradas que adoptan por insuficiente asimilación del marxismo-leninismo, una actitud errónea y oportunista, no son enemigos; es cierto que están bajo la influencia ideológica de la burguesía, pero ello no quiere decir que se haya convertido en un agente del enemigo de clase.

    En cuestiones de principio no hay término medio posible. Lo que queremos significar cuando hablamos de una «cuestión de principio» es un problema respecto del método que se emplea para resolver una determinada cuestión, teórica o práctica, de acuerdo con las leyes generales que gobiernan el desarrollo de las cosas. Si nos equivocamos en cuanto a esas leyes generales, si el método empleado para resolver una cuestión teórica y práctica no concuerda con esas leyes generales, entonces no podremos por menos que cometer errores de principio, los cuales se traducirán inevitablemente en toda una serie de errores prácticos.

    Cuando se discute la validez de un principio político o ideológico no puede haber ningún compromiso. Las tendencias conciliadoras son manifestaciones de liberalismo demuestran falta de vigilancia revolucionaria, son contrarias a los principios políticos y organizativos del Partido.

    La lucha interna

    11. La lucha interna en el Partido es un mal necesario, pero es algo más que eso. La lucha interna se engendra por la influencia ideológica burguesa y pequeño burguesa es cierto, y por ello es un mal.

    Pero es erróneo pensar que la lucha interna no reporta al Partido ningún bien. El bien que la lucha interna reporta al Partido no es solamente el bien de corregir y enderezar a los camaradas con posiciones oportunistas –o si ello no es posible, desembarazarse de ellos–. Además de ese bien, que es el objetivo principal de la lucha interna contra el oportunismo; la lucha interna enseña mucho a los militantes. Les enseña a precisar, delimitar y formular mejor las posiciones correctas, a distinguir las tesis marxista-leninistas de las tesis oportunistas. Todos los partidos marxista-leninistas se han desarrollado y han aprendido en la lucha contra el oportunismo de derecha y de «izquierda». Cada vez que una corriente oportunista es derrotada en las filas de un partido marxista-leninista, el partido sale fortalecido de esa lucha y de ese triunfo, la vigilancia revolucionaria de sus militantes resulta acrecentada, su capacidad política e ideológica ha aumentado.

    12. El oportunismo consiste en anteponer ventajas temporales y parciales a los intereses generales del movimiento obrero y del Partido.

    El oportunismo de derecha tiene entre otras cosas las siguientes manifestaciones: hacer concesiones de principio para atraerse aliados; cejar la lucha o rebajar su nivel por miedo al enemigo; en arrastrarse a la zaga del grado de conciencia de las masas en vez de ir por delante de él, en exagerar la importancia de peculiaridades nacionales o regionales abandonando los principios generales; en el liberalismo en materia de organización.

    El oportunismo de «izquierda» tiene entre otras las siguientes características o manifestaciones: el criterio de «o todo o nada», el no saber hacer las concesiones necesarias y los compromisos útiles que vayan en bien de la causa revolucionaria; en no saber adaptar el marxismo-leninismo a las condiciones peculiares del país, a la realidad nacional, en no saber adaptar el nivel y las formas de lucha a las condiciones subjetivas de las masas; en adoptar criterios excesivamente rígidos y severos en materia de organización.

    13. Los fraccionalistas y complotadores recientemente expulsados del Comité Central y del Partido, el pasado mes de febrero, constituyen un ejemplo bastante completo del oportunismo de derecha en el terreno ideológico. Pretendían que el Partido abandonara sus propios análisis sobre la situación actual y asumiera los de los partidos y fuerzas revisionistas y oportunistas. En lo político, intentaron desviar al Partido de su propia política y táctica de alianzas basada en nuestros principios, negando la necesidad de que el Partido levantara su propia bandera y sus propias organizaciones obreras y de masas frente a la táctica y la política y las organizaciones de las fuerzas oportunistas y colaboracionistas. En el terreno organizativo, los derrotados fraccionalistas pretendían negar la necesidad del centralismo democrático en el funcionamiento de los órganos de dirección y preconizaban la existencia de minorías y corrientes organizadas en los distintos órganos de dirección y en todo el Partido.

    14. Si el Partido se limitase a luchar en uno sólo de estos dos frentes, a luchar actualmente sólo contra las diversas variantes del oportunismo de derecha y descuidase la lucha contra la otra influencia burguesa, en este caso el «izquierdismo», el enemigo se encontrará en condiciones de atacarnos por el flanco que tenemos desguarnecido.

    15. A lo largo de la Historia del movimiento obrero revolucionario, el oportunismo que ha hecho más estragos ha sido el oportunismo de derecha. Actualmente, tanto a escala mundial como nacional, el oportunismo de derecha en su forma acabada de revisionismo es el peligro principal para el movimiento obrero.

    En la actualidad y en cuanto al Partido, el derechismo y oportunismo de derecha constituye el peligro principal». (Elena Ódena; Notas para la escuela del partido,1981)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2017/05/el-partido-elena-odena-1981.html
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty El liberalismo ideológico como base para la justificación banal de errores y deficiencias

    Mensaje por Enver19 Lun Jul 02, 2018 4:22 am

    El liberalismo ideológico como base para la justificación banal de errores y deficiencias


    Elena Ódena PCE (m-l) Libera10


    «Por definición, el liberalismo rechaza la lucha ideológica y trata de justificar y cubrir los fallos, errores, modos incorrectos de actuar, buscando siempre justificaciones de carácter secundario o echando la culpa a causas externas, cuando no lejanas. Algunos camaradas responsables se hacen cómplices del liberalismo pensando que si dejan pasar las cosas actúan como personas comprensivas, bien intencionadas y deseosas de que prevalezca la paz y la tranquilidad entre los camaradas. (...) El liberalismo en las filas del Partido se suele manifestar, por lo general, en no criticar a un camarada cuando éste no han cumplido con sus tareas o lo ha hecho de manera insatisfactoria, a medias; cuando un camarada responsable acepta cualquier excusa superficial para justificarlo; en desobedecer las orientaciones e instrucciones de los órganos de dirección y colocar las opiniones personales en primer plano; en no indignarse o preocuparse cuando se cumplen mal, o no se cumplen por negligencia, las tareas del Partido; en no adoptar las medidas prácticas, concretas, para la ejecución o el control de las tareas planteadas y dejarlo «a ver si salen o no salen», por menospreciar la importancia de los detalles concretos y descuidar la minuciosidad y la mayor exactitud en todos los terrenos de la acción partidaria». (Elena Ódena; Contra el liberalismo, 1974)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2017/02/el-liberalismo-ideologico-como-base.html
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Re: Elena Ódena PCE (m-l)

    Mensaje por Enver19 Lun Jul 02, 2018 4:41 am

    Joder me he equivocado, lo quería poner en España, ya no lo puedo borrar, bueno pues se queda aquí.
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty El valor de la fuerza de trabajo

    Mensaje por Enver19 Sáb Jul 21, 2018 12:39 pm

    El valor de la fuerza de trabajo


    Elena Ódena PCE (m-l) El-cap10


    «Ni los economistas Ricardo, ni Adam Smith, que anteriormente a Marx habían hecho esfuerzos por desentrañar los mecanismos y las leyes del capitalismo y por determinar la fuente y la esencia del valor de la fuerza de trabajo, lo habían logrado. Fue Marx, en su obra: «Salario, precio y ganancia», quien puso al descubierto tan importantes mecanismos del sistema capitalista, de manera perfectamente asequible para cualquier persona. Respondiendo a la pregunta ¿qué es, pues, el valor de la fuerza de trabajo? Marx afirma que:

    «Al igual que el de toda otra mercancía, este valor se determina por la cantidad de trabajo necesario para su producción. La fuerza de trabajo de un hombre existe pura y exclusivamente en su individualidad viva. Para poder desarrollarse y sostenerse, un hombre tiene que consumir una determinada cantidad de artículos de primera necesidad. Pero el hombre, al igual que la máquina, se desgasta y tiene que ser reemplazado por otro. Además de la cantidad de artículos de primera necesidad, requerida para su propio sustento, el hombre necesita otra cantidad para criar determinado número de hijos, llamados a reemplazarle a él en el mercado de trabajo y a perpetuar la clase obrera. Además, es preciso dedicar otra suma de valores al desarrollo de su fuerza de trabajo para la adquisición de una cierta destreza». (Karl Marx; Salario, precio y ganancia, 1865)

    Marx analiza también en esta obra las bases objetivas de la desigualdad de salarios y su razón de ser en todo sistema basado en la retribución por salario, incluido, claro está, en la fase inferior del comunismo, es decir, en la sociedad socialista; aunque es evidente que esa desigualdad en la sociedad socialista está limitada por las leyes generales de la economía socialista y por la tendencia lógica, debe disminuir progresivamente esa diferencia.

    Además, conjuntamente con Friedrich Engels o sólo, Marx llevó a cabo, aplicando el método del materialismo histórico por él establecido, gran número de estudios históricos de gran valor documental y rigor analítico. Entre estos trabajos cabe señalar, La lucha de clases en Francia», el «Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte», «La guerra civil en Francia», «Revolución y contrarrevolución en Alemania», y toda una serie de artículos sobre el colonialismo inglés y sobre la clase obrera en Inglaterra; las series de artículos sobre España, recopilados hoy bajo el título de «Revolución en España» y otra serie de escritos sobre la Revolución Española, de gran valor para la comprensión y conocimiento de la España del siglo XIX.

    Lenin desarrolla el análisis de Marx sobre el capitalismo». (Elena Ódena; Actualidad y desarrollo del marxismo, 1983)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2018/04/el-valor-de-la-fuerza-de-trabajo.html
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Miguel Hernández poeta del pueblo, poeta pastor, vigencia de su patriótica poesía; Elena Ódena, 1967

    Mensaje por Enver19 Vie Ago 24, 2018 4:57 pm

    Miguel Hernández poeta del pueblo, poeta pastor, vigencia de su patriótica poesía; Elena Ódena, 1967


    Elena Ódena PCE (m-l) 42642010


    «Se ha cumplido el pasado mes de marzo, el 25 aniversario de la muerte de nuestro entrañable poeta Miguel Hernández. Entre los innumerables y monstruosos crímenes contra el pueblo español de la actual oligarquía reaccionaria en el poder, se cuenta el asesinato en las mazmorras franquistas de uno de los más grandes y populares poetas de nuestra época. Miguel Hernández murió en la cárcel fascista el 25 de marzo de 1942.

    Pero su muerte precoz, lejos de hacerlo olvidar, sólo ha dado una mayor dimensión y valor a su figura y a su obra. En las tinieblas de la noche franquista, después de la subida al poder de la sangrienta dictadura en medio de asesinatos y mentiras, la poesía de Miguel Hernández ha seguido inspirando y alentando a muchos jóvenes que no comprendían ni conocían bien el sentido de la lucha habida. Sin duda alguna, la poesía de Miguel Hernández ha servido y sirve de foco orientador, de aliento y ejemplo.

    Hijo de humildes pastores de Orihuela, pastor él mismo durante los primeros años de su juventud, Miguel Hernández, empujado por su afán de superación y su inquietud, se esforzó cuanto pudo por instruirse, sintiéndose desde los primeros momentos irresistiblemente atraído por la poesía. Es innegable que sus primeros escritos están profundamente marcados por los autores de nuestro Siglo de Oro, particularmente por el estilo barroco de Góngora. Su primer libro publicado, titulado «Perito en lunas», que fue publicado .en Murcia en el año 1933, aunque escrito bastante antes, es un claro ejemplo de esa influencia a la que más tarde había de escapar, después de pasar por toda una serie de fases y modas poéticas más o menos culteranas.

    Pero estas formas de expresión que tanto contrastaban con su esencial sencillez, sólo eran transitorias en su apasionada y rápida evolución hacia el dominio de su propia expresión poética.

    «Un amor hacia todo me atormenta», dice en uno de sus versos. Por el curso y el desenlace de su propia vida, podemos decir que pocos poetas han vivido una vida tan entrelazada con su propia creación poética. «Hablo y el corazón me sale del aliento», y este verso le sale al poeta en verdad de lo más profundo de su sentimiento y de su corazón; no es un mero juego de palabras ni de estilo, sino un grito de su popular corazón cargado de amor por su pueblo, de amor por la justicia ausente. «Me duele este niño hambriento», dice en uno de los versos del conocido poema titulado «El niño yuntero». Esta poesía constituye, en efecto, una feroz denuncia de la despiadada explotación a la que someten los terratenientes a los pobres del campo. Miguel Hernández, pastor de Orihuala, nos muestra que no ha olvidado lo que ha visto y lo que ha vivido en los campos de su tierra natal, en Orihuela. Por eso, el corazón le sale en esos dolidos versos cuando dice;

    Me duele este niño hambriento
    como una grandiosa espina,y su vivir ceniciento revuelve mi alma de encina,.
    Le veo arar los rastrojos y devorar un mendrugo, y declarar con los ojos que por qué es carne de yugo.
    Me da su arado en el pecho y su vida en la garganta y sufro viendo el barbecho tan grande bajo su planta.
    ¿Quién salvará este chiquillo ' menor que un grano de avena?
    ¿De dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena?
    Que salga del corazón de los hombres jornaleros, que antes de ser hombres son y han sido niños yunteros.

    Desde el primer momento, cuando se produjo el estallido del levantamiento fascista el 18 de julio de 1936, Miguel Hernández se situó junto al pueblo, sin titubear un instante, contra las fuerzas de la reacción. Ante el generoso heroismo del pueblo en su lucha contra el fascismo, su poesía adquirió un estilo directo, conciso y claro de elevados acentos épicos y de inigualado lirismo. Se dirigía al pueblo, a los campesinos y obreros, a la juventud heroica. Ningún poeta durante los 33 meses de lucha fue más popular ni llegó más profundamente al corazón del pueblo que Miguel Hernández. Su poesía inflamada de odio contra los traidores y criminales fascistas que atacaban al pueblo explotado, contribuyó poderosamente a despertar y a movilizar a las masas para la lucha. Su apasionado amor por la justicia y por el pueblo, se reflejaba con fuerza en todas sus poesías que eran verdaderos manifiestos de valor y de patriotismo. En las trincheras, en el campo, en las barricadas de las ciudades asediadas, él mismo leyó más de una vez a los milicianos y soldados, a los campesinos y a los jóvenes sus propias poesías frente a las líneas enemigas. En su poema «Sentado sobre los muertos», Miguel Hernández vierte con una fuerza y una pasión difícil de superar, su más profundo sentir y declara su vinculación y su compenetración vitales e indisolubles con el pueblo en armas. Nada mejor que recordar aquí algunos de sus versos para darse cuenta de su irresistible fuerza:

    Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué ponerse, hambriento y sin qué comer, y el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente.

    En sus manos los fusiles leones quieren volverse para acabar con las fieras que lo han sido tantas veces.

    Aunque te falten las armas, pueblo de cien mil poderes, no desfallezcan tus huesos, castiga a quien te malhiere mientras que te queden puños, uñas, saliva, y te queden corazón, entrañas, tripas, cosas de varón y dientes.

    Bravo como el viento bravo, leve como el viento leve, asesina al que asesina, aborrece al que aborrece la paz de tu corazón y él vientre de tus mujeres. No te hieran por la espalda, vive cara a cara y muere con el pecho ante las balas, ancho como las paredes. Canta con la voz de luto, pueblo de mí, por tus héroes: tus ansias como las mías, tus desventuras que tienen del mismo metal el llanto, las penas del mismo temple, y de la misma madera tu pensamiento y mi frente, tu corazón y mi sangre, tu dolor y mis laureles. Antemuro de la nada esta vida me parece.

    Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene, y aquí estoy para morir, cuando la hora me llegue, en los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre. Varios tragos es la vida y un sólo trago la muerte.

    Resulta casi innecesario señalar la patente actualidad de la inmortal poesía escrita por Miguel Hernández en aquellos trágicos momentos, titulada «Llamo a la juventud»; ninguna poesía escrita en aquella época ha expresado con mayor fuerza la patética e ineluctable necesidad de atreverse a luchar para aplastar a las fuerzas de la reacción que quieren aherrojar al pueblo y que traicionan a la patria. Esa poesía de Miguel Hernández constituye en verdad un estremecedor grito de advertencia que conserva, como hemos dicho, toda la vigencia y toda su fuerza. Diríamos que está escrita en los momentos actuales. Decía Miguel Hernández en aquel entonces viendo a la patria agredida por los extranjeros y traicionada por un puñado de generales felones:

    Juventud solar de España: que pase el tiempo y se quede con un murmullo, de huesos heroicos en su corriente.

    Echa tus huesos al campo, echa las fuerzas que tienes a las cordilleras foscas y al olivo, y al olivo del aceite.

    Reluce por los collados, y apaga la mala gente, y atrévete con el plomo, y el hombro y la pierna extiende. Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen.

    Cuerpos que nacen vencidos, vencidos y grises mueren: vienen con la edad de un siglo y son viejos cuando vienen.

    La juventud siempre empuja, la juventud siempre vence, y la salvación de España de su juventud depende.

    La muerte junto al fusil, antes que se nos destierre, antes que se nos escupa, antes que se nos afrente y antes que entre las cenizas que de nuestro pueblo queden arrastrados sin remedio gritemos amargamente:

    ¡Ay España de mi vida, ay España de mi muerte!

    En 1939, Miguel Hernández fue encarcelado por las fuerzas fascistas. Su precaria salud, irremediablemente quebrantada por sus atroces sufrimientos morales y por el feroz trato que sufrió en manos de los fascistas, no le permitió resistir durante mucho tiempo esa situación y el 25 de marzo de 1942, Miguel Hernández dejaba de vivir.

    Su único delito fue el haber defendido la causa del pueblo trabajador y haber denunciado y condenado sin temor a los traidores, a los explotadores del pueblo.

    Miguel Hernández, poeta del pueblo, poeta de la juventud combatiente, odiaba a los explotadores y amaba apasionadamente al pueblo. Nada tiene que ver su vida ni su obra con los plumíferos a sueldo del actual régimen franquista que lo asesinó y que hoy pretenden, al cumplirse el 25 aniversario de su muerte, que su poesía es una poesía de circunstancias, a la que no se debe conceder demasiada importancia en lo que a su contenido se refiere.

    Su vida y su obra deben servir de ejemplo a todos los actuales poetas y escritores para que con sus escritos, con su acción, contribuyan junto al pueblo a la lucha para arrojar a la dictadura fascista del poder, y a los criminales imperialistas norteamericanos de España». (Elena Ódena; Miguel Hernandez poeta del pueblo, poeta pastor, vigencia de su patriótica poesía, 1967)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2018/08/miguel-hernandez-poeta-del-pueblo-poeta.html
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Vaya, vaya.

    Mensaje por Echospace Vie Ago 24, 2018 6:28 pm

    Vaya, vaya.

    Me pregunto qué haría la gran revolucionaria Elena Ódena en la China del social-traidor Mao Tse-tung en pleno 1966, es decir, años después de que éste afirmara tantas cosas horribles en sus obras mundialmente conocidas por aquel tiempo… (!)

    Supongo que leer las traducciones manipuladas de las ediciones albanesas, y las citas con puntos suspensivos […] en las que Hoxha solía amputar, literalmente, los textos de sus rivales políticos de manera indecente para dejarles mal tendrían algo que ver en ese cambio de opinión tan radical… Curiosamente, éste cambio se dio tras la visita de miembros importantes del PCE (m-l) a Albania en 1974. Tal fue el cambio ideológico al respecto, que en 1972 hubo una brutal pugna entre la posición de Lorenzo Peña —quien abandonó el partido— y el resto la Ejecutiva del Partido, incluyendo Ódena, por la visita de Nixon a Mao, vista de manera muy positiva por todos menos él. Hoxha ya comenzaba a lanzar exabruptos por ello, pero el hecho de que él mismo normalizara las relaciones con el régimen fascista de los coroneles griegos un año antes, mientras estos mataban a comunistas y el KKE era una partido ilegal, no le legitima mucho.

    Muy llamativo, desde luego, ver como Ódena y su PCE (ml) pasaron de idolatrar el pensamiento Mao a convertirse en fieros opositores que, como Hoxha, sólo tuvieron valor para atacarlo después de muerto, sin que se pudiera defender y casi una década después de la publicación de sus obras en idioma castellano por la Editorial En Lenguas Extranjeras.

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    Obviamente,

    Mi intervención tiene mucho de irónico, pero demuestra hasta que punto las posiciones cambian. Unos por la aplicación correcta de la resolución de contradicciones, otros por oportunismo, y otros porque de seguir pensando de manera independiente dejarían de recibir dinerito de Tirana…
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Re: Elena Ódena PCE (m-l)

    Mensaje por Echospace Vie Ago 24, 2018 7:11 pm

    Esta señora escribía cosas como que la situación de China, y el pueblo chino eran brillantes allá por mediados de los años 1960.

    Voy a traer un extracto que trata sobre el fracaso del Gran salto adelante para dilucidar si es verdad:

    Peter Franssen - Hacia donde va China escribió:Este conjunto de medidas desembocó en una catástrofe. En 1958, la producción de cereales es de 195 millones de toneladas. Al año siguiente baja, pasando a 170 millones de toneladas. Un año más tarde, es tan sólo de 143 millones de toneladas. En 1961, apenas alcanzaba 135 millones de toneladas. La disminución, entre 1958 y 1961, es de un 32%. La producción de algodón cae un 35%. La producción de plantas oleaginosas baja más de la mitad, para alcanzar el nivel del año 1949. El número de cerdos desciende en un 43%. En 1960, el consumo medio de cereal en el campo es una quinta parte inferior al de 1957. El consumo de carne desciende un 70%. La gente comienza a pasar hambre. El Comité central escribirá más tarde: “[...] la tasa de mortalidad aumenta entre la población rural en numerosas provincias. Según las estadísticas oficiales, seguido de la tasa de natalidad y al aumento de la tasa de mortalidad, la población del país disminuye, en 1960, en diez millones de habitantes en relación al año precedente.[...] No se puede imaginar un desmentido más terrible a las afirmaciones de aquellos que habían pretendido mejorar más rápidamente el nivel de vida de la población mediante un “gran salto” y por la creación de municipios populares.

    La industria atraviesa también unos años extremadamente difíciles. La mayoría de las nuevas empresas industriales en los municipios y en las áreas urbanas carecen de materias primas, de máquinas, de equipamiento y de personal técnico. Los “especialistas” que deben ocuparse de los hornos de acero son herreros, carpinteros y simples campesinos. La calidad de la producción de acero es mediocre, hasta tal punto que una gran parte de esta producción es inutilizable: a los utensilios agrícolas se les caen las piezas tras utilizarlos tan sólo con una vez. Los raíles de las vías férreas se quedan inutilizados debido a la mala calidad. El volumen de la producción de acero aumenta en 1958 y 1959, pero cae considerablemente en 1960. Sólo en 1964 se puede alcanzar el nivel de 1958. Finalmente, se constata que esta forma de industrialización equivale a un enorme despilfarro de materias primas, a una destrucción de los bosques, a una producción masiva de mercancías inutilizables, al despilfarro de mano de obra y a la desmoralización de la población rural.

    La situación de China no era brillante; la situación de China y su pueblo estuvieron al borde del colapso para cuando ella y sus colegas fueron a visitarla. Los desvaríos de Mao y la rama izquierdista del PCCh mataron de hambre a millones de personas, y retrasaron el progreso de la Revolución en décadas. Esa es la brillantez del dogmatismo; unas gafas como las del filme "Ellos viven", que en vez servir para descubrir a una raza de extraterrestres invasores permiten ver un mundo de colorines y flores, como en la revista trimestral que el PTA publicaba internacionalmente.
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    Mensaje por Enver19 Vie Ago 24, 2018 10:31 pm

    Echospace vete a un psicologo y deja de darme la tabarra, la vida sigue, animo


    Lo que pasa es que algunos con el paso del tiempo van evolucionando y mejorando, a diferencia de otros que hacen justo lo contrario, retroceden, como tu:


    En "El antistalinismo de Mao" que esta colgado en este foro a parte de ser una gran fuente de informacion interesante, sirve tambien para echarte unas risas con los comentarios que ponia Echospace y ver en que cosa extraña a degenerado jaja:

    http://www.forocomunista.com/t15002p25-el-antistalinismo-de-mao-jose-sotomayor-perez-capitulo-del-libro-stalin-y-mao-zedong-el-otro-revisionista



    En el mensaje n°64 pagina 3 Echospace pone:


    Desde luego, demuestran el desarrollo anárquico de la Revolución China, de como se vistió de marxismo-leninismo para hacer todo lo contrario

    Vaya por dios! Aqui vemos como el "camarada" Echospace estaba manipulado por los textos de Enver Hoxha Laughing Laughing Laughing

    En el mismo mensaje dice:

    El aventurismo de Mao y sus acólitos durante el proceso revolucionario de los años 20 del siglo pasado, su negación de la Dictadura del Proletariado como fase suprema del socialismo, el perdón y la promoción de traidores dentro del partido, el interclasismo para la consecución del socialismo, y muchas cosas más, demuestran lo alejado que el maoísmo se encuentra del marxismo-leninismo.


    Estoy completamente de acuerdo con el "camarada" Echospace sobre Mao y su negacion de la dictadura del proletariado y su aventurismo y que el maoismo esta completamente alejado del marxismo-leninismo

    En el mismo mensaje dice:

    En una palabra, revisionismo


    Madre mia Echospace en 2012 era la reencarnacion del gran Enver Hohxa Laughing Laughing
    Exacto, esa es la palabra clave compañero, una completa revision de los pilares fundamentales del marxismo


    Un poco mas abajo en el mensaje n°66 dice:


    Yo creo que Mao se definía él solito, y he utilizado citas suyas para demostrar que su proyecto no fue marxista-leninista


    Estoy de acuerdo contigo Echospace, Mao se definia el solito y el a base de sus citas demostraba su revisionismo, lo que pasa es que sus fanaticos cuando se utlizan sus citas para desmontar sus tonterias se escudan en que estan "sacadas de contexto" sabes o que camarada? Laughing



    Justo abajo en el mensaje n°67 dice:

    Usamos una fuente revisionista, se trata de Mao

    Una frase contundente del camarada Echospace si señor jajaja


    En el mensaje n°48 dice:


    Eso no da pie a discusiones, Mao contó con la burguesía para la construcción del socialismo.

    Estamos de acuerdo Echospace, nada que objetar, Mao contaba con la burguesia en la construccion del socialismo y sus citas la demuestran, se define el solito como has dicho tu antes, no da pie a discusiones

    Justo abajo en el mensaje n°49 dice:

    Los trabajadores no tienen que ser la fuerza principal en un Estado socialista, tienen que ser la única fuerza, ya que el socialismo consiste -entre otras cosas- en la abolición de las clases sociales.

    Completamente de acuerdo contigo Echospace cheers de eso se trata la dictadura del proletariado que el proletariado tiene que ser la unica fuerza y la que domina pero para Mao era "inadmisible que una clase ejerza su propia dictadura"


    En el mensaje n°51 dice:

    No sé, pero Lenin y Stalin eran bien claros al respecto. Las capas de la burguesía debían ser aniquiladas como clase, y lo decían abiertamente para que las ratas explotadoras supieran la que se les iba a venir encima.

    Se ve que para el Echospace del pasado Lenin y Stalin eran claro en este tema pero para el Echospace del presente si les sacas sus citas demostrando como contradicen a Mao eres un "dogmatico que lo saca de contexto"  Laughing

    Como hemos podido ver en estas perlitas de citas, en plena era de internet donde tienes informacion por doquier y todas las obras posibles a su disposicion no es que algunos no avancen en sus posiciones sino que como Echospace retroceden por lo tanto resulta ABSURDO que vengas aqui llorando sobre la posicion de tal persona hace 40 años cuando ahora que tienes mas facilidad para conseguir un libro encima retrocedes en tus posiciones cuando deberia ser al reves, o eso o es que tu en 2012 fuiste a Albania y estabas manipulado por Enver Hohxa y recibias "dinerito" de Tirana Laughing

    En el mensaje n°53 dice:

    Soy un absoluto ignorante en cuanto a la cuestión de Mao.

    Aqui en cambio podemos decir que el camarada Echospace no ha avanzado ni retrocedido, seis años despues sigue en el mismo sitio Laughing Laughing

    Nada mas que decir señoria.


    http://www.forocomunista.com/t15002-el-antistalinismo-de-mao-jose-sotomayor-perez-capitulo-del-libro-stalin-y-mao-zedong-el-otro-revisionista
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Los cambios; la evolución

    Mensaje por Echospace Sáb Ago 25, 2018 12:10 am

    Eso se llama evolución política, hijo.

    Afortunadamente, mi analfabetismo respecto a tantas cuestiones relativas al socialismo científico se ha ido, e irá puliéndose hasta el día que deje este mundo. Sin embargo, que yo fuera un ignorante en ciertas materias no significa que tú no seas un dogmático y que te haya puesto en tu sitio hasta el punto de que has tenido que recurrir al argumento ad hominem rebuscando como un perro por el foro. Dice mucho de lo enfermizo de tu comportamiento; no sabes debatir con argumentos y sólo sabes copiar y pegar sin utilizar el materialismo histórico. Como no, eludiendo el debate dialéctico en torno a la verdad en los hechos y evitando contestar directamente a lo que se te argumenta. Eres un zángano, ¡tanto es así que en vez de argumentar para defender tus posiciones recurres a mis propias citas, no para rebatir mis datos, sino para intentar que el debate se centre en mí y en mis propios errores del pasado!

    Te puedo citar textos míos en los que llegué a tildar de social-fascista la actual revolución china, argumentos en los que defendí la figura de Enver Hoxha por su aparente integridad ante el revisionismo, y muchas cosas más. Si quieres te los pongo aquí para que los veas y descubras que, afortunadamente, hay gente que aprende; que para eso está el socialismo científico. Incluso llegué a ser un militante de IU que odiaba a Stalin, que tiempo atrás tomaba drogas para divertirse con su cuadrilla… fíjate si habré cambiado.

    Imagínate lo que he podido leer sobre Lenin, Stalin o Mao desde entonces —sobre todo a Marx y Engels—, que las opiniones que reflejo a día de hoy son tan diferentes a las de mi pasado que de ellas se podría hacer un perfil sobre la evolución de la ideología de un comunista a lo largo de casi diez años gracias al estudio. Hijo, si crees que vas a tener razón en un debate citándome en mi argumentos erróneos del pasado, tratando de ridiculizarme por lo que opiné en algún momento… Una de dos, o eres tonto del culo, o muy mala persona y un enfermo mental. La "argumentación" que luces es más propia de un puritano con influencias neoliberales que de un socialista científico, cosa que no eres. Tú no buscas la verdad en los hechos, y eres un cobarde que mira a otro lado cuando te los ponen delante de tus narices. ¿Ves que no es tan difícil decir que uno se equivoca? Esa es la diferencia entre un usuario del diamat y un dogmático que bien podría estar publicando fatwas en una mezquita.
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Re: Elena Ódena PCE (m-l)

    Mensaje por Enver19 Sáb Ago 25, 2018 1:19 am

    Pero se puede saber que has rebatido tu?? Si lo unico a lo que te has dedica a hablar es de que todas las citas de Mao que te pongo son "sacadas de contexto" o "las citas son de dogmaticos" y demas estupideces para defender a tu lider de barro


    La verdad es que el post de "El antistalinismo de Mao" siempre lo he tenido guardado ya que es un gran post, cuando fuistes a mi post del "tercer mundo" a llorarme me acorde que habias comentado en ese sitio, y ahora que has sacado esa gilipollez de Odena me dejaste a huevo para reirme un poco de tus gilipolleces, por lo tanto veras que uno va evolucionando y mejorando y es normal que muchos estuvieran engañados en una epoca en el que no era tan facil de conseguir las obras, ahora con internet puedes conseguir todas las obras de Mao sin pagar nada y ver todas sus gilipolleces, o sea que ahora no hay escusa de seguir siendo maoista, pero fijate que aun habiendo internet siguen habiendo "despistados" que aunque le pongas la realidad en su cara miran hacia otro lado


    La verdad es que ya te he rebatido todas tus gilipolleces y he desmentido todas tus mentiras en el otro post, te he demostrado con citas de Lenin y Stalin de como la excusa de las fuerzas productivas no era ninguna excusa para justificar las paridas de Mao que parece que se te ha olvidado hablarme de ello y que segun en cada situacion un comunistas debe de maniobrar y establecer alianzas con las distintas clases pero JAMAS rebajando tu discurso o negando la dictadura del proletariado que es lo que hacia Mao antes y despues de la guerra contra Japon y ya he destrozado esas dos citas que pusiste sobre el concepto de pueblo punto por punto que extrañamente no has vuelto a hablar de el, ¿que mejor prueba de materialismo que esa? Culaquiera puede ver como te he dejado en ridiculo y te he demostrado con mis palabras y con las de Lenin el concepto de pueblo y el como muta con el tiempo y que por lo tanto no se le puede llamar burguesia nacional como pueblo en el socialismo


    Por cierto tu en 2012 estabas recibiendo "dinerito" de Tirana o que?? Laughing


    Por lo tanto sobra decir que tu estupidez de decir que si tal persona tenia desviaciones maoistas y luego las fue puliendo como cualquier persona consecuente que se hace llamar leninista, y mas en esa epoca donde las obras que salian de mao eran manipulados con censura o amputados o con capitulos totalmente suprimidos, de hecho hoy en dia en 2018 aun sigue el maoismo "aceptado" entre la gente leninista y no esta del todo desenmascarado asi que no hablemos de hace 40 años donde encima ni siquiera tenias la facilidad de conseguir sus textos sin estar manipulados, ahora lo tienes todo a tu alcance con internet.


    Y eso payasada dando a entender que Enver Hoxha no critico a Mao por "cobardia" y esperar a que muriera demuestra hasta donde llega tu fanatismo estupido.

    Enver Hoxha, el comunista que denunció a Jruschov, en el kremlin, en su terreno, y frente a frente, ante todos los partidos comunistas, ante todos esos comunistas que se dedicaban a lamerle el culo a Stalin y que una vez muerto se cambiaron de chaqueta y mientras tanto Enver Hoxha este no se achanto ante la URSS imperialista y siguio defendiendo a Stalin a muerte delante de todos esos que lo calumniaban, corto relaciones a pesar de ser un pais tan pequeño y buscarse un enemigo de una extension tan grande y perder una "aliado" tan importante, un tio que libero a su pais de los fascistas sin apenas ayuda y se opuso contra el revisionismo de Jruschov te crees que hubiera tenido  algun minimo de "temor" de decirle sus errores a Mao vida Laughing Laughing

    Eso es o por ignorancia o como ya he dicho por fanatismo estupido te dedicas a mentir veamos un poco de este tema y como desmiento esa estupidez


    ¿Cuáles eran los temas de divergencias sino-albanesas en que los medios extranjeros se hacían eco?


    a) Las diferencias en los ritmos y la forma de plantear la polémica con los revisionistas soviéticos:

    «Las diferentes posiciones que los dos países [Albania y China] mantienen en el campo socialista y en el movimiento comunista internacional explican los diversos grados de intensidad en los pronunciamientos realizados. Desde el inicio de la polémica abierta en 1961, los comunistas albaneses han estado un paso adelante de los chinos y de otros «marxista-leninistas» en la gran batalla desatada en el seno del comunismo de hoy… Los dirigentes de Tirana han demostrado en muchas ocasiones su malestar cuando los chinos y otros partidos «marxista-leninistas» no siguen una incesante política anti-soviética. Esto fue evidente inmediatamente después de la caída de Jruschov. Por ese motivo, ellos siempre han hecho todo lo posible por mantener el fuego ardiendo». (RFE, Chou’s Three-Day Tirana Visit, 30 de marzo de 1965)

    b) Las reservas de los albaneses sobre las consignas y los métodos de la «Revolución Cultural»:

    «Los medios de comunicación albaneses…, hasta el momento, han omitido hacer la más mínima referencia al movimiento de «guardias rojos» que actualmente está trastornando la escena china. Esta inusual omisión está en claro contraste con la declaración del editorial del Diario del Pueblo del 6 de septiembre, que dice que «la revolución cultural está remeciendo el mundo».

    «Al tratar de sacar conclusiones de la desconcertante omisión albanesa en comentar las dramáticas actividades de su aliado, se deben considerar una serie de puntos. En opinión de algunos observadores, se debe hacer una distinción entre la revolución cultural como objetivo ideológico y los medios para alcanzar ese objetivo (es decir, la utilización de los «guardias rojos»). En este contexto, parece haberse desarrollado una diferencia de puntos de vista entre chinos y albaneses sobre los métodos.

    «Finalmente debe plantearse la cuestión de cómo afectará esto las relaciones sino-albanesas, ya que el silencio en este caso indica el desacuerdo parcial de Albania con la actual línea china, justo en el momento en que Pekín está buscando apoyo en la actual fase de la revolución… Sin embargo, los informes diarios procedentes de China demuestran que en el mismo Pekín parece no haber unanimidad en lo concerniente a la lógica del movimiento de «guardias rojos». (RFE, Albania and the «Red Guard» Movement, 7 de septiembre de 1966)

    c) Las constantes tendencias hacia la búsqueda de una reconciliación china con los revisionistas soviéticos:

    «Durante las últimas semanas ha surgido cierta evidencia que sugiere que los líderes albaneses están comenzando a tener suspicacias sobre el curso reciente de las relaciones sino-soviéticas, marcado por el encuentro Kosygin-Chou En-lai el 11 de septiembre. Una serie de artículos publicados últimamente en Zëri i Popullit, el vocero del partido albanés, revela una significativa discrepancia en las actitudes de albaneses y chinos hacia la Unión Soviética.

    «Después del inesperado encuentro en el aeropuerto de Pekín, se ha observado una serie de misteriosos incidentes en el campo de las relaciones sino-albanesas, que tienden a dar la impresión de que existe cierta anomalía en los contactos entre los dos «íntimos camaradas de armas».

    «En primer lugar, los medios albaneses nunca han informado el encuentro entre los dos Primeros Ministros. En segundo lugar, durante la celebración del 20º aniversario de la RPCh en Pekín, Albania estuvo representada por una delegación de segundo nivel del Partido y del Estado, encabezada por Haki Toska, miembro del Buró Político y Vice Primer Ministro. Un incidente que, considerando que Albania es generalmente conocida como el más cercano aliado de China, puede describirse en el mejor de los casos como «extraordinario».

    «El primer signo claro de aprensión de parte de la dirección albanesa sobre los contactos entre China y la Unión Soviética, apareció en dos importantes artículos del vocero del partido albanés Zëri i Popullit. Los artículos publicados a principio de este mes contienen pasajes que parecen estar dirigidos a Pekín. El tema central de esos artículos puede ser sintetizado en una breve frase: «cuidado con la perfidia soviética».

    «Los líderes albaneses que representan la posición más dogmática en el movimiento comunista internacional, no tienen nada que ganar y sí mucho que perder como resultado de un posible entendimiento sino-soviético o de un modus vivendi político entre los dos gigantes comunistas». (RFE, Sino-Soviet Contacts Arouse Hoxha’s Suspicions, 15 de octubre de 1969)

    d) El acercamiento oficial y definitivo de los chinos hacia el imperialismo estadounidense para hacer contrapeso al socialimperialismo soviético:

    «Muy en línea con su acostumbrada práctica de informar selectivamente, Albania hasta ahora ha omitido reaccionar oficialmente ante el sensacional anuncio de la planeada visita del presidente Nixon a China Comunista. Aunque los medios albaneses, como norma, no entran en especulaciones sobre el desarrollo mundial, la total ausencia de comentarios sobre la última movida china bien puede ser vista como expresión del recelo de Tirana ante el rápido ritmo de la normalización de las relaciones sino-estadounidenses.

    «La primera indicación de lo que podría interpretarse como expresión del recelo albanés acerca de los últimos acontecimientos en las relaciones sino-estadounidenses, apareció en un editorial de Zëri i Popullit sobre el 17º aniversario del acuerdo de Ginebra sobre Indochina. Fuera de su lenguaje anti-norteamericano y anti-Nixon, que es habitual en la propaganda albanesa, el artículo es notable por una variedad de razones. Su mensaje principal es que «la naturaleza del imperialismo es inmutable», que el imperialismo norteamericano es «agresivo» y «seguirá siendo agresivo». En cuanto a la política de Nixon sobre Indochina, ZIP sostiene que el presidente norteamericano ha «utilizado métodos más astutos y sofisticados que sus predecesores», combinando la «conocida doble táctica de la fuerza bruta, la presión y el chantaje con la maniobra política, la demagogia y el engaño». Esta interesante formulación puede ser una pista de que algunos pueden haber caído en la última táctica. Otro aspecto remarcable del editorial de ZIP es que, a diferencia de anteriores comentarios albaneses sobre la cuestión de Indochina, omite referencias al rol de China como la «segura retaguardia de la región» para los pueblos indochinos. Queda por ver si las agencias de noticias chinas, que reproducen la mayoría de los comentarios de ZIP, publicará este comentario albanés sobre la situación en Indochina.

    «El editorial de ZIP puede ser la primera indicación de la incomodidad albanesa, expresada en términos muy cautos, acerca de las perspectivas de los acomodos sino-estadounidenses. Por cierto, Tirana mostró una preocupación similar en septiembre de 1969, después del sorpresivo anuncio del encuentro Kosygin-Chou En-lai en Pekín». (RFE, Tirana Uneasy Over Sino-US Developments, 21 de julio de 1971).

    El propio Enver Hoxha diría en clara alusión a las teorías y movimientos chinos que buscaban idealizar al imperialismo estadounidense:

    «A pesar de los cambios que se han operado y se operan en el mundo, el imperialismo norteamericano ha sido y sigue siendo el principal enemigo de todos los pueblos, el mayor opresor y explotador de los demás países, el bastión de la reacción mundial. En tanto siga manteniéndose en pie, continuará también inalterable su naturaleza reaccionaria, continuará su política y su estrategia de agresión y de guerra que emana de la misma esencia de su sistema de explotación. El imperialismo norteamericano no puede subsistir sin la expansión eco­nómica, sin la intervención política y la agresión militar, sin oprimir y explotar a los demás pueblos. Lo contrario significa su muerte, abre el camino a las rebeliones y revoluciones. (...) Los acontecimientos de los últimos años confirman del mejor modo que el imperialismo de los Estados Unidos no sólo no ha renunciado a sus designios, sino que hace todo lo posible por minar la libertad y la independencia de los demás países y por establecer su dominación mundial. En todas partes blande las armas y amenaza con la guerra». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1971)

    Esto llevó a los revisionistas chinos a retirar sus delegaciones para el congreso del partido albanés:

    «El VI Congreso del PTA ha proporcionado evidencia fragmentaria de las divergencias de intereses y actitudes en ciertas áreas entre el régimen de Tirana y sus aliados chinos. El énfasis de Hoxha en la necesidad de una intransigente «lucha en dos frentes, contra el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo soviético», y su insistencia en que los verdaderos marxista-leninistas no pueden hacer concesiones a las fuerzas «revisionistas contemporáneas», parecen divergir –si no están ya en conflicto con ellas– de las tendencias actuales de la política internacional, e incluso inter-partidaria, de Pekín». (RFE, Hoxha’s Esoteric Polemics – Advice To Peking?, 12 de noviembre de 1971)

    «Además de la sorpresiva ausencia de una delegación del partido chino en el VI Congreso del PTA, la escasa cobertura china de los trabajos del congreso ha ofrecido a los observadores otro acontecimiento desconcertante». (RFE, Scanty Chinese Coverage Of Albanian Party Congress, 9 de noviembre de 1971)

    e) La visita de Nixon y sus consecuencias como los comunicados sino-estadounidenses:

    «Un extenso editorial de Zëri i Popullit ha atacado severamente las declaraciones hechas por el presidente Nixon durante su visita a China Comunista. Las declaraciones [de Nixon] en cuestión fueron recibidas positivamente por la dirección china; en consecuencia, ese editorial de Zëri i Popullit puede ser considerado como una reprimenda albanesa a Pekín.

    «Los comunistas albaneses han lanzado un feroz ataque editorial contra el presidente Nixon y, en una explícita alusión a su reciente visita a China Comunista, han rechazado categóricamente las declaraciones políticas del presidente en relación con su histórico viaje. De este modo, aunque indirectamente, Tirana se ha pronunciado por primera vez y de forma completamente negativa, sobre los recientes contactos sino-estadounidenses.

    «La intención [albanesa] de preservar la pureza ideológica ante la próxima visita presidencial fue expresada sobre todo en el VI Congreso del Partido en noviembre último. Ahí Hoxha proclamó: «No es posible apoyarse en un imperialismo para oponerse al otro». (RFE, Tirana Attacks Nixon: Another Rebuke To Peking?, 8 de marzo de 1972)

    Los propios revisionistas húngaros ya avistaban las divergencias sino-albanesas al respecto:

    «En opinión de Varnai [autor de un artículo al respecto], las discrepancias que existen entre los intereses de gran potencia de los dirigentes chinos y las aspiraciones nacionalistas de los albaneses también afectan las expectativas de Albania en relación con China. Habiendo entendido este problema, la dirección albanesa está tratando últimamente de desarrollar contactos económicos con una serie de países comunistas de Europa del Este y también con países «capitalistas».

    «¿Cuál será el curso futuro de las relaciones sino-albanesas? En opinión de Nepszabadsag, el problema es complejo. En primer lugar, los dirigentes albaneses, que tienen diferente táctica, al parecer no son capaces de lidiar con los sorpresivos cambios y giros de la dirección china. Sin embargo, por razones económicas y políticas, ellos no pueden prescindir del apoyo de China, aún si las políticas de la RPCh no son completamente iguales a las de los intereses de Albania. En vista de esto, los húngaros perciben que es difícil esperar una suerte de «ruptura» o algún «espectacular cambio» en las relaciones sino-albanesas en un futuro cercano». (RFE, Whiter Albania – A Hungarian View, 25 de septiembre de 1972)

    El documento que certifica que los revisionistas chinos establecieron una política détende en la denuncia de los crímenes estadounidenses e indirectamente un pacto de no agresión y alianza contra el socialimperialismo soviético es el «Comunicado de Shangái», un conjunto sino-estadounidense de 1972, documento que sería el pilar en la base de relaciones sino-estadounidenses hasta a día de hoy que analizado por Enver Hoxha en su obra: «El viaje de Nixon a China, las conversaciones sino-estadounidenses, el comunicado final».

    f) Para 1972, la disparidad de puntos de vista entre albaneses y chinos sobre multitud de temas era una evidencia que hacía a los albaneses declarar:

    «[En su discurso en el aniversario del día de la independencia de Albania*, Hoxha] declaró que Albania estaba a la cabeza de la revolución proletaria». (RFE, The Albanian Way, 21 de diciembre de 1972)




    Algunos maoístas creen de manera realmente estúpida y antihistórica que la crítica del Partido del Trabajo de Albania PTA al PCCh sale de la nada tras la muerte de Mao en 1976. Acusan a Hoxha de «oportunismo». Pero nada más lejos de la realidad, hay varias pruebas documentadas de la postura crítica de Albania respecto a China. Expongamos algunos ejemplos:


    1) En las primeras visitas y entrevistas entre chinos y albaneses en los años 50, los primeros inciden continuamente en los llamados errores de Stalin, basándose en los esquemas jruschovistas o inventándose otros propios para exaltar la figura de Mao. Además exigen la rehabilitación del titoismo precisamente bajo la idea de que Stalin se equivocó, los albaneses se niegan a aceptar tal pensamiento. Así mismo se rechazan conceptos liberales de los chinos como «que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento».

    2) En junio de 1962 Albania criticaría el concepto oportunista de China sobre formar un «frente antiimperialista» con el revisionismo soviético contra el imperialismo estadounidense. Se señalaría que una dirección que no cumplía un rol progresista en el interior no era garantía de poder hacerlo en el exterior, precisamente esa idea era inútil cuando el jruschovismo había presentado el acercamiento al imperialismo como eje de su política exterior.

    3) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 10 de septiembre de 1964 se advierte el error de presentar reivindicaciones territoriales en la lucha ideológica contra el revisionismo soviético. Los albaneses pedían centrarse en derrotar a las camarillas que habían usurpado el poder.

    4) El 14 de octubre de 1964 tras la caída de Jruschov, la dirección china manda una delegación a Moscú para reconciliarse con la nueva dirección encabezada por Brézhnev. Chou En-lai invita el 29 de octubre a Albania a que se sume a la fiesta, pero Tirana se niega y afirma que con la caída de Jruschov no se han liquidado la línea, la política, las raíces socio-económicas del revisionismo, como se refleja en la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 5 de noviembre de 1964.

    5) En la visita de Chou En-lai en nombre de la delegación china a Albania en mayo de 1966, intentó convencer a los albaneses de la teoría de que en el socialismo «persisten aún las clases explotadoras». Los albaneses rechazaron tal concepto, y explicaron que eso podría ocurrir en su país pero que en Albania las clases explotadoras habían perdido los medios de producción y habían desaparecido objetivamente como tal en tanto que clase, que otra cosa distinta era el legado ideológico subjetivo que aún quedaba.

    6) En general durante los años 60 y la llamada «Revolución Cultural» en China, los albaneses dedicaron fuertes críticas como muestra el informe de Enver Hoxha: «Algunas opiniones previas sobre la «Revolución Cultural Proletaria» China», del Tomo IV de sus Obras Escogidas. Esta obra consta precisamente de un informe de Enver Hoxha presentado ante el XVIIIº Pleno del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania el 14 de octubre de 1966 para estudiar y poner de preaviso al partido de los errores en la línea china y tomar precauciones para no cometer los mismos errores que los revisionistas chinos.

    7) Enver Hoxha en el informe en el Vº Congreso del Partido del Trabajo de Albania» del 1 de noviembre de 1966 se va en contra de la política de la Revolución Cultural que rechaza el rol del partido comunista y da la hegemonía a la juventud. De igual modo se niegan a adoptar la postura china de hacer tabla rasa con toda la vieja cultura progresista del país y de otras naciones. Se tipificó una vez más que Albania había construido el socialismo tanto en la ciudad como en el campo, que las clases explotadoras no existían como tal, que la lucha de clases seguía siendo la fuerza motriz de la sociedad aunque ahora adoptase otras formas y tareas, y que esta se manifestaba en el interior y el exterior.

    Cool Durante 1968 el PTA rechaza la idea de Chou En-lai de elaborar un plan de defensa conjunta entre Albania junto a Rumanía y Yugoslavia. Los albaneses argumentan que no pueden delegar la esperanza de su defensa en los designios de unas camarillas revisionistas volubles y conectadas precisamente con el imperialismo y el socialimperialismo.

    9) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 6 de agosto de 1971 se advierte sobre las consecuencias de la reconciliación del revisionismo chino con el imperialismo estadounidense. Advierte que esa posición solo puede causar confusión entre los revolucionarios y dar armas a los revisionistas soviéticos para su falso antiimperialismo. Los medios internacionales de todo el mundo se hicieron eco de las divergencias sino-albanesas.

    10) Enver Hoxha en el informe en el Informe en el VIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania» del 1 de noviembre de 1976 se oponía a la visión china de la teoría de los «tres mundos» y la desviación de tomar a los países del «tercer mundo» como «fuerza motriz de la época» y otros conceptos pequeño burgueses.

    11) Finalmente la publicación en 1977 del Tomo V de Obras Escogidas de Mao Zedong que abarca escritos de 1949-1957, ayudaría en gran medida a clarificar para los albaneses el porqué de las posiciones de los chinos durante los últimos años, y entender que estos errores no eran coyunturales, producto del difícil contexto, de un proceso de aprendizaje o de simple desconocimiento, sino que eran posiciones arraigadas en un pensamiento que claramente revisaba todos y cada uno de los axiomas del marxismo-leninismo y tenía unas raíces claramente incompatibles con el marxismo-leninismo.

    12) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 29 de julio de 1978 se hace un resumen del desarrollo de las divergencias sino-albanesas y se exponen los sabotajes económicos chinos recientes desde inicio de los 70 a causa de la no aceptación de la política exterior china.

    En todas estas cartas se ve como de modo camaraderil los albaneses van desbrozando el camino oportunista que los chinos estaban tomando, pero los revisionistas chinos jamás respondieron a las cartas y las críticas, y conforme a ello, y la continuación de políticas oportunistas, los marxista-leninistas fueron sacando conclusiones más que obvias dado el discurrir de los hecho.

    13) Precisamente gran parte de la evolución de las críticas de los marxista-leninistas albaneses a los revisionistas chinos, quedaría registrado en la obra de Enver Hoxha: «El imperialismo y la revolución» de 1978 donde tiene un capítulo entero para exponer el «Pensamiento Mao Zedong», y es a su vez una mezcla de viejos escritos sumados a nuevos datos, reflexiones y nuevas conclusiones. Por otro lado la obra: «Reflexiones sobre China», publicada en 1979, obra de dos Tomos que contienen reflexiones del albanés: el primero sobre 1962-1972 y el segundo sobre 1972-1977 expondría toda la evolución de la política interna y externa china. Estas reflexiones respecto a China, incluían tanto posiciones de la dirigencia china de cara al interior como al exterior, y aunque se nota el carácter casual, en caliente e «informal» de muchos de los análisis, debe ser considerado como una de las mayores fuentes para estudiar el revisionismo chino durante esos años. Los marxistas-leninistas albaneses así pues estaban extrayendo y concluyendo las lecciones pertinentes.




    Por lo tanto entenderas el por que tus payasadas me aburren, porque ni siquiera entiendes el contexto de tal epoca ya que en esa epoca de las obras que fueron publicadas por mao estaban editados o cortadas adrede por los fanaticos de este y que obviamente era mas dificil hacer un analisis profundo de toda su obra y pensamiento de este revisionista y que el mismo hizo que lo editaran para cubrir sus deficiencias y que como te acabo de demostrar la estupidez de que "Enver Hoxha solo critico a Mao cuando murio" una estupidez digna de un antimaterialista que no se ha molestado en investigar


    Última edición por Enver19 el Sáb Ago 25, 2018 5:25 am, editado 1 vez
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    Mensaje por Echospace Sáb Ago 25, 2018 1:32 am

    Citas, citas, y más citas…
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    Mensaje por Echospace Sáb Ago 25, 2018 2:11 am

    Enver19 escribió:«El editorial de ZIP puede ser la primera indicación de la incomodidad albanesa, expresada en términos muy cautos, acerca de las perspectivas de los acomodos sino-estadounidenses. Por cierto, Tirana mostró una preocupación similar en septiembre de 1969, después del sorpresivo anuncio del encuentro Kosygin-Chou En-lai en Pekín». (RFE, Tirana Uneasy Over Sino-US Developments, 21 de julio de 1971).

    Veremos los términos cautos en los que Enver Hoxha se expresó, y el porqué de que los chinos se marcharan; mucho ojo:

    Recibir al presidente Nixon y tener una entrevista con él, no es justo y no será aceptado por los pueblos, ni por los revolucionarios, ni por los auténticos comunistas.

    Con este acto político, los chinos desorientan el movimiento revolucionario mundial y apagan el ardor revolucionario.

    Esto no lo firma ni Trotsky, dile eso a Stalin por sus pactos con Churchill para sofocar la revuelta popular de Iran y te mete directo al Gulag.

    Y es que he comentado en varias ocasiones, que los textos albaneses o bien mutilan y manipulan las citas, o directamente mienten para llevar al incauto a su terreno. Como ya he dicho; la cuestión es encontrar la verdad en los hechos más allá de las palabras. Yo he citado, además, que Hoxha tuvo varios exabruptos antes de montar un cuerpo teórico basado en hechos que demostraron funcionar a los chinos y que están descritos en los métodos de los clásicos, pero que él interpreta dogmáticamente y obviando el rico legado del socialismo científico. ¡Siempre fue correcto denunciar a Kruschev, aún en el poder, porque desmontó los principios del socialismo científico, pero sus crítica a Mao son, directamente una enmienda a la totalidad del concepto de flexibilidad táctica y principios rígidos!
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Re: Elena Ódena PCE (m-l)

    Mensaje por Enver19 Sáb Ago 25, 2018 2:49 am

    Vamos que todas tus tonterias de que "Hoxha critico asi de repente y de la nada a china y mao" es una tonteria sin fundamento

    Una cosa es tener que hacer una alianza TEMPORAL con paises imperialista en un momento de peligro maximo, o sea de la segunda guerra mundial pero sin llegar a andar tratandolos de "camaradas" es ridiculo querer combatir al imperialismo apoyandote en otro imperialismo que es igual de hijo de puta por lo tanto igual que combates contra el imperialismo sovietico combates con el imperialismo estadounidense y sabiendo cual es la verdadera naturaleza de estos y que es lo que buscan en realidad si intentas acercarte como "amigos" a ellos


    Como ya he demostrado la completa revision del marxismo que hace mao no me parece a mi un rico legado, sera para ti, pero para mi no, por lo tanto me parece absurdo decir que a un revisionista esta bien criticarle y a otro no y mas en esa epoca concreta donde el revisionismo era hegemonia tienes que luchar con mas energias contra este, el as en la manga de siempre es hablar de "dogmatismo" para colar tus teorias pajas en el comunismo, una vez te haces la victima lo empiezas a extender por todo el mundo diciendo que es una "superacion" del marxismo tala y como hicieron los revisionistas yugoslavos, chinos y norcoreanos, hablando de un "socialismo especifico" adaptado a su pais y epoca y si no lo aceptas eres "dogmatico" detras de ese dogmatico se esconde las revisiones de los pilares fundamentales del leninismo, a mi todas las desviaciones de Mao no me parecen ningun enriquecimiento de nada y decirme que frases como "es inadmisible que una clase ejerza su propia dictadura" es debido a "las condiciones especificas de china y si no lo entiendes eres dogmatico" es una soberana patraña que obviamente no lo voy a tener como marxismo al negar la dictadura del proletariada y la hegemonia de la clase obrera, una cosa es si tener en cuenta que en una determinada fase tenga que hacer una alianza temporal con tal o cual clase pero sin renunciar a tus principios y menos a los mas fundamentales, uns vez terminada esta alianza temporal hay que pasar a la eliminacion de toda clase de burguesia sea cual sea y la alianza esa temporal lo sera hasta que esta burguesia actue de forma que favorezca los intereses del proletariado, esto sera por poco tiempo, en el momento que empieces a barrer este se aliara con el que haga falta para parar la revolucion por lo tanto el hablar a estos como parte del pueblo es una forma de ponerle la soga al proletariado y desarmarle, como ya he dicho el concepto pueblo es mutable y en el socialismo este no es de ninguna manera parte de el


    Vamos que me estas metiendo en medio a Churchill para justificar esto como si fuesen el mismo contexto y la misma situacion y luego me vienes a hablar de materialismo y tal, no tiene nada que ver el contexto donde estando en guerra tienes que hacer ciertas alianzas para sobrevivir a esto


    Por lo tanto entenderas que la tonteria de que Enver Hoxha tenia "miedo" a criticar a Mao en vida es una ridiculez que te he demostrado con esos textos que antes de su muerte ya habian grandes discrepancias entre distintos paises y que estas hablando de un tio que en el propio Kremlin delante del revisionista de Jruschov y de todos los partidos comunistas defendio a Stalin a pesar de que todos los que le lamian el culo una vez muerto se cambiaron de chaqueta y le siguieron al revisionismo sovietico este en cambio siguio firme con sus ideas y que incluso siendo la URSS una potencia corto relaciones y paso a criticar las estupideces jruschovistas aun siendo junto a USA los paises mas poderosos y que libero a Albania de los fascista casi solo te crees tu que va a tener "temor" a alguien este hombre Laughing Laughing
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    Mensaje por Echospace Sáb Ago 25, 2018 12:26 pm

    Te responderé esta noche o mañana porque estoy a punto de despegar en un vuelo muy largo.

    Voy a dedicar un poco de tiempo para demostrarte que buena parte de las traducciones y los artículos de la propaganda Hoxhista están deformados y muestran falsedades. Vamos, que mienten. Asimismo, te voy a citar obras de Hoxha en las que amputa las intervenciones de aquellos a los que quiere combatir, y si las encuentro, te daré las transcripciones de varios juicios a comunistas albaneses ejecutados injustamente por discrepar políticamente de Hoxha.
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Antonio Machado, gran hombre y poeta vinculado a su tiempo y el pueblo; Elena Ódena, 1975

    Mensaje por Enver19 Mar Ago 28, 2018 3:50 pm

    Antonio Machado, gran hombre y poeta vinculado a su tiempo y el pueblo; Elena Ódena, 1975


    Elena Ódena PCE (m-l) Franto10


    «Al cumplirse el centenario del nacimiento de nuestro gran y admirado Antonio Machado no podíamos dejar de rendir, desde estas páginas de «Acción», un sentido homenaje a este gran español, poeta y escritor que hizo más que ningún otro intelectual de su generación por colocarse en todo momento a la altura de las circunstancias, por ser un hombre profundamente metido en los problemas cruciales de su pueblo y que siempre, sin miedo, con valor y generosidad defendió todo aquello que consideró justo.

    No es por casualidad que, cien años después de su nacimiento, constituya para las nuevas generaciones un símbolo del verdadero intelectual, del hombre lúcido y valeroso que no concibió su existencia sin preocuparse hondamente por la realidad de su tiempo, por el pueblo y la tierra en que nació, vinculando toda su existencia estrechamente a las peripecias del vivir de su tiempo.

    Pero Antonio Machado es también para las nuevas generaciones el símbolo del español que tuvo que abandonar su tierra, exiliarse poco antes de acabar nuestra guerra contra el fascismo, yendo a morir, pocos días después, de amargura y como consecuencia de las penalidades del éxodo, en el pueblecito francés de Colliure, a pocos kilómetros de la frontera. Pese a los esfuerzos de los «oficiales» del régimen franquista por «recupera» a Machado, organizando en torno a su centenario toda una serie de grotescos actos y mediante toda una serie de escritos y publicaciones, falseando el verdadero sentido de la vida y la obra de Machado, en cuanto a su repudia de la monstruosa ideología oscurantista y la política de los que hoy mandan en España, de los señoritos y verdugos del pueblo, que tanto fustigó él, la celebración de su centenario ha promovido, pese a todas las dificultades y medidas represivas, una gran serie de actos, reuniones, coloquios, escritos y comentarios que reflejan la honda preocupación de las nuevas generaciones de intelectuales y de todo el pueblo por levantar la imagen de Machado como símbolo del compromiso que los escritores e intelectuales y todo hombre de bien deben aceptar con la realidad de su tiempo y de sus problemas cruciales al lado del pueblo. Sin duda alguna, todos los intelectuales, miembros y amigos del FRAP, deben ser los primeros en seguir promoviendo y organizando la labor de dar a conocer la persona y la obra de este gran español y pensador que fue Machado.

    En lo que a su obra literaria y a sus escritos se refiere, salta a la vista a lo largo de todos ellos, desde los primeros hasta los últimos, y dejando de lado las disquisiciones de algunos, que contraponen unas épocas de su vida a otras y unas posturas a otras, complicándolo todo con imaginarias rupturas en Machado, entre su ser subjetivo y su posición objetiva, que Machado, como todas las personas pensantes, ha seguido un proceso en su trayectoria por vincularse cada día más estrecha y profundamente a las realidades y los problemas de su momento y con las circunstancias concretas de los lugares por donde ha pasado. Tanto en «Campos de Castilla», como en sus escritos del «período Baeza», se refleja esa constante compenetración de Machado con aquellos que trabajan para vivir, frente al señoritismo de los ricos del campo, señoritismo que él calificara, con la agudeza que le caracterizaba, como «un estilo peculiar de no ser hombre».

    Aunque también formó parte de aquellos intelectuales insertados en la Institución Libre de Enseñanza, Machado nunca adopta una actitud de paternalismo ni de condescendencia hacia el pueblo, sea este culto o analfabeto, sino todo lo contrario. El, simplemente, transmite, comunica a su pueblo lo que en su vivir y mirando al pueblo, ha ido aprendiendo y descubriendo en cuanto al hombre y su existencia; nunca se sitúa por encima de aquellos a quien se dirige, sino que siempre habla a sus iguales y amigos.

    Ya en los años veinte, Machado era miembro de la Alianza Republicana –en 1926–, aunque al mismo tiempo fustigaba a los que sólo se atrevían a vislumbrar una República mirando más hacia el pasado que hacia el futuro y más hacia arriba que hacia abajo, atreviéndose a decir: «¿Cuántas vueltas darán los pobres reformistas antes de caer en el saco de la basura?».

    En Machado todo es andar hacia adelante, ir abriendo camino al andar. Hay pues en él un constante caminar y avanzar, no hay ruptura ni cambios bruscos. Todo cuanto más tarde expresó e hizo durante los años treinta y durante nuestra guerra, no fue más que el resultado de su lógica e inevitable evolución, habiendo él escogido el caminar con los de abajo, con el pueblo, frente a los señoritos y reformistas sin perspectivas.

    Sin querer, pues, hacer decir a los muertos lo que no pueden ya refutar, podemos afirmar, no obstante, que hoy Machado estaría con nosotros, con los que seguimos luchando por una España libre, sin señoritos ni pobres reformistas y vendepatrias. Estaría con esa juventud revolucionaria que se atreve a luchar y a levantarse contra la dictadura y los yanquis, como lo estuvieron aquellos jóvenes que lucharon heroicamente durante nuestra guerra contra el fascismo de 1936-1939.

    Baste citar, para demostrar que así sería, las siguientes palabras, escritas por él, en Valencia, en abril de 1937:

    «¿Por qué esos militares rebeldes [se refiere a Franco y sus secuaces] volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Por qué no contentos con esto, abrieron sus fronteras y los puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras? Yo os contestaría: en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir, por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores a España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo». (Antonio Machado; Meditación del día, 11 de abril 1937)

    Y concluye nuestro Machado en el mismo escrito con palabras que son de una total actualidad, cambiando solamente los nombres de Italia y Alemania por el del imperialismo yanqui:

    «Por fortuna, la venta se ha realizado en falso, como siempre que el vendedor no dispone de la mercadería que ofrece. Porque a España, hoy como ayer la defiende el pueblo: es el pueblo mismo algo muy difícil de enajenar. Porque por encima y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia internacional de los trabajadores». (Antonio Machado; Meditación del día, 1937) (Elena Ódena; Antonio Machado, gran hombre, y poeta vinculado a su tiempo y el pueblo, 1975)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2018/04/antonio-machado-gran-hombre-y-poeta.html
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    Elena Ódena PCE (m-l) Empty Las elecciones democrático-burguesas y el parlamento para los comunistas

    Mensaje por Enver19 Jue Sep 27, 2018 12:52 am

    Las elecciones democrático-burguesas y el parlamento para los comunistas


    Elena Ódena PCE (m-l) Pce_ml10


    «De manera general, y bajo cualquier tipo de gobierno burgués, las elecciones casi nunca son nada más que uno de los mecanismos utilizados por el poder para conservar en el pueblo la ilusión de la democracia. Incluso cuando las fuerzas populares logran éxitos en las elecciones, la reacción que detenta el poder suele, por la fuerza o de otro modo, tratar de invalidarlos en la práctica. Los comunistas, no obstante, debemos, cuando ello es posible y favorable para el desarrollo de la lucha participar en ellas, sin caer en ningún momento en ilusiones ni posiciones electoralistas, teniendo siempre presente que lo decisivo está en la calle, en las fábricas, en los barrios populares, en el campesinado, la juventud, la mujer oprimida y explotada. El parlamento no es para los auténticos comunistas más que una tribuna para plantear ante el pueblo sus políticas y denuncias». (Elena Ódena; Unas elecciones para apuntalar el continuismo y la oligarquía en el poder, 1 de marzo de 1979)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2018/03/las-elecciones-democratico-burguesas-y.html

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