Cuba: En camino a la completa integración en la economía mundial; Bajo la Bandera del Marxismo, 2015
El siguiente artículo de «Bajo la bandera del marxismo», escrito por José Gabriel Roldán, nos sirve para corroborar una vez más no solo la actual tendencia del revisionismo cubano, sino también sus orígenes y los nexos entre el actual camino y el de hace unos años. En el artículo se destacan varias cuestiones que siempre hemos recalcado –téngase en cuenta, que como el mismo carácter del artículo a presentar, solo citaremos fenómenos económicos por lo ilustrativo que son los datos para desmontar al revisionismo cubano–:
1) El subdesarrollo de la industria cubana debido a la adhesión a la teoría del revisionismo chino de la «agricultura como base de la economía», y a la vez a la teoría del revisionismo económica soviético de la «división internacional del trabajo», incapacitando al país para mantener su autosuficiencia, y para llevar a cabo la colectivización en el campo bajo la mecanización a gran escala:
«Partiendo de entender esto debemos entender que la teoría y práctica que más le afectó por entonces para el desarrollo futuro sería la aceptación de la «división socialista internacional del trabajo» –cuya máxima expresión fue la entrada de Cuba en el Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAME) en 1972–, la cual plegaba a los países del campo revisionista soviética a una mera especialización económica mientras la Unión Soviética socialimperialista mantenía el monopolio industrial. En el caso cubano eso se tradujo en una especialización en la agricultura y en especial en el azúcar, en consecuencia, Cuba desatendió el desarrollo de su industria pesada, ley general del desarrollo del socialismo, y requisito indispensable para la independencia y autosuficiencia económica y por extensión política». (Equipo de Bitácora (M-L); Crítica al artículo: «La nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba romperá con el bloqueo fuera de EEUU», 30 de marzo de 2014)
2) Su evolución hacia el sector terciario y en especial al sector turístico:
«A partir de esos años 90 el sector turístico sustituye a la agricultura como pilar de la economía según los economistas cubanos. (...) Lo cierto era que la NEP cubana no era tal, pues la NEP soviética tenía como objetivo la extensión de la propiedad estatal y la centralización, y en cambio en el modelo económico cubano desde los 90 hasta hoy en día no existe plan real desde la dirección cubana para lograr la industrialización del país y su autosuficiencia, pues no hay avance en este campo, plegándose por otro lado, a estimular la economía privada a pequeña escala, la promoción de nuevas leyes para promover la inversión extranjera para cubrir sus carencias, y partiendo siempre del esquema de que el sector turístico como eje de la economía cubana para subsistir». (Equipo de Bitácora (M-L); Crítica al artículo: «La nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba romperá con el bloqueo fuera de EEUU», 30 de marzo de 2014)
3) El papel económico de otros imperialismos en la economía de Cuba:
«Recuérdese que para la actualización, Cuba si bien no está neocolonizada por el capital estadounidense sí lo está por otros imperialismos. (...) Cuba es hoy uno de los destinos preferidos de inversión de las grandes empresas privadas españolas, lo que denota las facilidades que da este régimen revisionista-capitalista a los capitalistas para sus inversiones en cuestión de inversión-riesgo-beneficio». (Equipo de Bitácora (M-L); Sobre el acercamiento de Cuba y EEUU [Recopilación documental], 17 de diciembre de 2014)
4) La similitud de las reformas desesperadas de las últimas décadas en Cuba con las reformas de los regímenes capitalistas-revisionistas de los 70 y 80:
«La verdad de todo esto es que la promoción del cuentapropismo –crear la pequeña propiedad privada y pequeño burgueses– es la receta desesperada capitalista dentro del mismo capitalismo de los regímenes revisionistas que andaban moribundos para intentar salir de los quebraderos de cabeza y pérdidas económicas que le creaban la propiedad capitalista monopolista de Estado en varias de sus ramas económicas por la naturaleza liberal y capitalista de actuación en su base, por ello buscaban el estímulo económico de los pequeño burgueses, véase sino las reformas económicas de János Kádár en Hungría en los 70, la única diferencia es que los revisionistas húngaros no lo llamaban «cuentapropismo». Por supuesto, todo defensor del revisionismo cubano es por extensión un pseudomarxistas defensor de la principal figura de la restauración del capitalismo en Hungría, y seguro que lo saludan como «un gran dirigente comunista» y a sus reformas como «ambiciosas reformas socialistas» pero eso nos da bastante igual, los hechos son los hechos, verdad científica solo hay una, y se quedaran solos defendiendo a estas figuras que han reptado a los pies de las clases explotadoras nacionales e internacionales». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013)
Se entiende pues que:
«Después del año 1991 bajo el agravamiento del déficit de la balanza comercial exterior y el aumento de las inversiones extranjeras directas, Cuba devino a ser un país comprador-burgués clásico donde una parte creciente de la economía es propiedad directa del capital extranjero. En estas condiciones, luchar por «salvaguadar» o «reforzar» el «socialismo cubano» es solamente una lucha vista a mistificar a los trabajadores cubanos sobre este «socialismo», que tan solo es un reformismo burgués en crisis bajo una apariencia de independencia cuando todo indica una dominación económica de tipo compradora». (Vincent Gouysse; Imperialismo y antiimperialismo, 2007)
5) La calcada táctica del revisionismo cubano y otros revisionismo del pasado, en cuanto a que cuando querían acercarse a su teórico enemigo –para entablar entre otras cosas contacto económico–, cambiaban de arriba a abajo todo el discurso:
«En el caso del discurso de Cuba en esta conferencia es de lo más lamentable y demuestra al nivel de oportunismo a que ha llegado el revisionismo isleño: un país que ayer basaba toda su política propagandística en torno a pedir la solidaridad con Cuba contra el imperialismo estadounidense, ahora ha pasado a embellecer al imperialismo estadounidense y de la mano de Raúl Castro presentan a su presidente Barack Obama como un progresista, casi un pacifista, como alguien a no comparar con los predecesores y como alguien que se eleva por encima de la estructura del sistema imperialista estadounidense y puede con su buena voluntad brindar a los países vecinos todo lo que anhelan sin ninguna intención de fondo, pronuncian lacónicamente sin sonrojarse. (...) Debemos añadir en torno a la táctica de los revisionistas cubanos del «lanzamiento de lisonjas varias» –y olvido del carácter mismo del imperialismo– que no es nueva, ya fue utilizada por otros revisionismos –como el soviético, rumano, yugoslavo o chino– cuando se querían acercar al imperialismo estadounidense de modo permanente o coyuntural». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas reflexiones sobre los discursos en la VII Cumbre de las Américas, 24 de abril de 2015)
6) Cual es el objetivo de estos acercamientos cubano-estadounidenses:
«¿Qué busca Cuba? Creemos que sencillamente la venia de los Estados Unidos para incorporarse a la economía global. La economía cubana tras las últimas reformas que dieron: total vigencia a la economía mixta, al cuentapropista –pequeña burguesía–, a la revitalización total de la «ley del valor», al desarrollo de la industria ligera, a la formación de empresas interestatales, etc.; lo que requiere del estímulo económico externos puesto que el mercado interno tiene una baja capacidad de consumo. Es decir, dado que toda la inversión que el Estado cubano en cooperación con capital privado es en la industria ligera, este requiere de eliminar las barreras comerciales existentes para poder mantener sus niveles productivos, así como sus beneficios. No olvidemos tampoco la última regeneración en la Ley de inversión extranjera cubana, que busca si cabe una mayor atracción de los imperialismos y su capital de inversión». (Equipo de Bitácora (M-L); Sobre el acercamiento de Cuba y EEUU [Recopilación documental], 17 de diciembre de 2014)
A respecto de algunos comentarios sobre Guevara de este documento, diremos: algunos revolucionarios, influidos por la propia propaganda que algunos sectores del castrismo inoculan en el pueblo cubano y al exterior, proclaman que lo que necesita cuba es una vuelta a los postulados guevaristas en economía para encauzar la vía al socialismo. Falso, el guevarismo, no es sino una variante del revisionismo cubano, y en la economía, pese a tener postulados más acertados que el castrismo, no deja de retomar un fuerte voluntarismo-practicismo que lo aparta sensiblemente del materialismo, algo que resulta evidente –por ejemplo en su teoría del «foquismo»– en sus planteamientos económicos en general –en donde se aprecia que lo fundamental, a pesar de su correcta posición en favor de la preponderancia de la industria pesada, se basa en la voluntad, la conciencia, es decir, subordina la transformación de la estructura económico-política a la transformación prima de la superestructura, y no al contrario–. Véase: «¿Por qué no puede considerarse al «Ché» Guevara como marxista-leninista?». El concepto de soberanía económica o de antiimperialismo de Guevara fue errado desde el momento en que se negó a llamar las cosas por su nombre dentro del propio revisionismo soviético, el cual había restaurado el capitalismo en el país y convertido en una potencia socialimperialismo que precisamente enroló a Cuba dentro de la llamada división internacional del trabajo. Otro de los capítulos donde Guevara muestra su ignorancia es siguiendo la propaganda de los movimientos nacionalistas-burgueses –incluso algunos de fuertes tintes anticomunistas y filofascistas– llegando a proclamar a Perón como «paladín de los que todos pensamos que el enemigo está en el norte [el imperialismo yankee]», justo en el momento que Perón reprimía al movimiento obrero brutalmente, sacaba leyes para aumentar la inversión extranjera, tomaba políticas de austeridad o apoyaba EE.UU. en las conferencias internacionales en sus aventuras en Corea o Guatemala. El guevarismo como tal, es una corriente tercermundista más, que carece de análisis de clase proletarios.
El siguiente artículo de «Bajo la bandera del marxismo», escrito por José Gabriel Roldán, nos sirve para corroborar una vez más no solo la actual tendencia del revisionismo cubano, sino también sus orígenes y los nexos entre el actual camino y el de hace unos años. En el artículo se destacan varias cuestiones que siempre hemos recalcado –téngase en cuenta, que como el mismo carácter del artículo a presentar, solo citaremos fenómenos económicos por lo ilustrativo que son los datos para desmontar al revisionismo cubano–:
1) El subdesarrollo de la industria cubana debido a la adhesión a la teoría del revisionismo chino de la «agricultura como base de la economía», y a la vez a la teoría del revisionismo económica soviético de la «división internacional del trabajo», incapacitando al país para mantener su autosuficiencia, y para llevar a cabo la colectivización en el campo bajo la mecanización a gran escala:
«Partiendo de entender esto debemos entender que la teoría y práctica que más le afectó por entonces para el desarrollo futuro sería la aceptación de la «división socialista internacional del trabajo» –cuya máxima expresión fue la entrada de Cuba en el Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAME) en 1972–, la cual plegaba a los países del campo revisionista soviética a una mera especialización económica mientras la Unión Soviética socialimperialista mantenía el monopolio industrial. En el caso cubano eso se tradujo en una especialización en la agricultura y en especial en el azúcar, en consecuencia, Cuba desatendió el desarrollo de su industria pesada, ley general del desarrollo del socialismo, y requisito indispensable para la independencia y autosuficiencia económica y por extensión política». (Equipo de Bitácora (M-L); Crítica al artículo: «La nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba romperá con el bloqueo fuera de EEUU», 30 de marzo de 2014)
2) Su evolución hacia el sector terciario y en especial al sector turístico:
«A partir de esos años 90 el sector turístico sustituye a la agricultura como pilar de la economía según los economistas cubanos. (...) Lo cierto era que la NEP cubana no era tal, pues la NEP soviética tenía como objetivo la extensión de la propiedad estatal y la centralización, y en cambio en el modelo económico cubano desde los 90 hasta hoy en día no existe plan real desde la dirección cubana para lograr la industrialización del país y su autosuficiencia, pues no hay avance en este campo, plegándose por otro lado, a estimular la economía privada a pequeña escala, la promoción de nuevas leyes para promover la inversión extranjera para cubrir sus carencias, y partiendo siempre del esquema de que el sector turístico como eje de la economía cubana para subsistir». (Equipo de Bitácora (M-L); Crítica al artículo: «La nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba romperá con el bloqueo fuera de EEUU», 30 de marzo de 2014)
3) El papel económico de otros imperialismos en la economía de Cuba:
«Recuérdese que para la actualización, Cuba si bien no está neocolonizada por el capital estadounidense sí lo está por otros imperialismos. (...) Cuba es hoy uno de los destinos preferidos de inversión de las grandes empresas privadas españolas, lo que denota las facilidades que da este régimen revisionista-capitalista a los capitalistas para sus inversiones en cuestión de inversión-riesgo-beneficio». (Equipo de Bitácora (M-L); Sobre el acercamiento de Cuba y EEUU [Recopilación documental], 17 de diciembre de 2014)
4) La similitud de las reformas desesperadas de las últimas décadas en Cuba con las reformas de los regímenes capitalistas-revisionistas de los 70 y 80:
«La verdad de todo esto es que la promoción del cuentapropismo –crear la pequeña propiedad privada y pequeño burgueses– es la receta desesperada capitalista dentro del mismo capitalismo de los regímenes revisionistas que andaban moribundos para intentar salir de los quebraderos de cabeza y pérdidas económicas que le creaban la propiedad capitalista monopolista de Estado en varias de sus ramas económicas por la naturaleza liberal y capitalista de actuación en su base, por ello buscaban el estímulo económico de los pequeño burgueses, véase sino las reformas económicas de János Kádár en Hungría en los 70, la única diferencia es que los revisionistas húngaros no lo llamaban «cuentapropismo». Por supuesto, todo defensor del revisionismo cubano es por extensión un pseudomarxistas defensor de la principal figura de la restauración del capitalismo en Hungría, y seguro que lo saludan como «un gran dirigente comunista» y a sus reformas como «ambiciosas reformas socialistas» pero eso nos da bastante igual, los hechos son los hechos, verdad científica solo hay una, y se quedaran solos defendiendo a estas figuras que han reptado a los pies de las clases explotadoras nacionales e internacionales». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013)
Se entiende pues que:
«Después del año 1991 bajo el agravamiento del déficit de la balanza comercial exterior y el aumento de las inversiones extranjeras directas, Cuba devino a ser un país comprador-burgués clásico donde una parte creciente de la economía es propiedad directa del capital extranjero. En estas condiciones, luchar por «salvaguadar» o «reforzar» el «socialismo cubano» es solamente una lucha vista a mistificar a los trabajadores cubanos sobre este «socialismo», que tan solo es un reformismo burgués en crisis bajo una apariencia de independencia cuando todo indica una dominación económica de tipo compradora». (Vincent Gouysse; Imperialismo y antiimperialismo, 2007)
5) La calcada táctica del revisionismo cubano y otros revisionismo del pasado, en cuanto a que cuando querían acercarse a su teórico enemigo –para entablar entre otras cosas contacto económico–, cambiaban de arriba a abajo todo el discurso:
«En el caso del discurso de Cuba en esta conferencia es de lo más lamentable y demuestra al nivel de oportunismo a que ha llegado el revisionismo isleño: un país que ayer basaba toda su política propagandística en torno a pedir la solidaridad con Cuba contra el imperialismo estadounidense, ahora ha pasado a embellecer al imperialismo estadounidense y de la mano de Raúl Castro presentan a su presidente Barack Obama como un progresista, casi un pacifista, como alguien a no comparar con los predecesores y como alguien que se eleva por encima de la estructura del sistema imperialista estadounidense y puede con su buena voluntad brindar a los países vecinos todo lo que anhelan sin ninguna intención de fondo, pronuncian lacónicamente sin sonrojarse. (...) Debemos añadir en torno a la táctica de los revisionistas cubanos del «lanzamiento de lisonjas varias» –y olvido del carácter mismo del imperialismo– que no es nueva, ya fue utilizada por otros revisionismos –como el soviético, rumano, yugoslavo o chino– cuando se querían acercar al imperialismo estadounidense de modo permanente o coyuntural». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas reflexiones sobre los discursos en la VII Cumbre de las Américas, 24 de abril de 2015)
6) Cual es el objetivo de estos acercamientos cubano-estadounidenses:
«¿Qué busca Cuba? Creemos que sencillamente la venia de los Estados Unidos para incorporarse a la economía global. La economía cubana tras las últimas reformas que dieron: total vigencia a la economía mixta, al cuentapropista –pequeña burguesía–, a la revitalización total de la «ley del valor», al desarrollo de la industria ligera, a la formación de empresas interestatales, etc.; lo que requiere del estímulo económico externos puesto que el mercado interno tiene una baja capacidad de consumo. Es decir, dado que toda la inversión que el Estado cubano en cooperación con capital privado es en la industria ligera, este requiere de eliminar las barreras comerciales existentes para poder mantener sus niveles productivos, así como sus beneficios. No olvidemos tampoco la última regeneración en la Ley de inversión extranjera cubana, que busca si cabe una mayor atracción de los imperialismos y su capital de inversión». (Equipo de Bitácora (M-L); Sobre el acercamiento de Cuba y EEUU [Recopilación documental], 17 de diciembre de 2014)
A respecto de algunos comentarios sobre Guevara de este documento, diremos: algunos revolucionarios, influidos por la propia propaganda que algunos sectores del castrismo inoculan en el pueblo cubano y al exterior, proclaman que lo que necesita cuba es una vuelta a los postulados guevaristas en economía para encauzar la vía al socialismo. Falso, el guevarismo, no es sino una variante del revisionismo cubano, y en la economía, pese a tener postulados más acertados que el castrismo, no deja de retomar un fuerte voluntarismo-practicismo que lo aparta sensiblemente del materialismo, algo que resulta evidente –por ejemplo en su teoría del «foquismo»– en sus planteamientos económicos en general –en donde se aprecia que lo fundamental, a pesar de su correcta posición en favor de la preponderancia de la industria pesada, se basa en la voluntad, la conciencia, es decir, subordina la transformación de la estructura económico-política a la transformación prima de la superestructura, y no al contrario–. Véase: «¿Por qué no puede considerarse al «Ché» Guevara como marxista-leninista?». El concepto de soberanía económica o de antiimperialismo de Guevara fue errado desde el momento en que se negó a llamar las cosas por su nombre dentro del propio revisionismo soviético, el cual había restaurado el capitalismo en el país y convertido en una potencia socialimperialismo que precisamente enroló a Cuba dentro de la llamada división internacional del trabajo. Otro de los capítulos donde Guevara muestra su ignorancia es siguiendo la propaganda de los movimientos nacionalistas-burgueses –incluso algunos de fuertes tintes anticomunistas y filofascistas– llegando a proclamar a Perón como «paladín de los que todos pensamos que el enemigo está en el norte [el imperialismo yankee]», justo en el momento que Perón reprimía al movimiento obrero brutalmente, sacaba leyes para aumentar la inversión extranjera, tomaba políticas de austeridad o apoyaba EE.UU. en las conferencias internacionales en sus aventuras en Corea o Guatemala. El guevarismo como tal, es una corriente tercermundista más, que carece de análisis de clase proletarios.