Critica del "Socialismo Chavista" I - Por Rolando Astarita
Bastante gente de izquierda considera que el régimen de Hugo Chávez está embarcado en una transformación revolucionaria de Venezuela, hacia el “socialismo siglo XXI”. Si bien existen muchas nociones de “socialismo”, existe un acuerdo, más o menos generalizado, en la izquierda, de que un régimen socialista debería apuntar a la superación del subdesarrollo y la dependencia económica del Tercer Mundo. En particular, avanzar en la industrialización y en la superación de las economías rentísticas, promover el desarrollo tecnológico y el fortalecimiento de la fuerza laboral. Pasada más de una década de iniciada, parece apropiado ver en qué situación está la “revolución bolivariana” en lo que respecta al desarrollo de las fuerzas productivas.
Lluvia de dólares y estatizaciones
Bajo el régimen de Chávez Venezuela recibió una lluvia de dólares, debido a la suba del petróleo. En 1999 el barril de crudo venezolano estaba a US$ 16 el barril. En 2008 superó US$ 86; en estos momentos está aproximadamente a US$ 60. En 1999 Venezuela exportó petróleo por un valor de US$ 16.420 millones. Entre 2000 y 2003, las exportaciones promediaron algo más de US$ 21.100 millones anuales. 2004 fue de transición; las exportaciones de petróleo subieron a US$ 27954 millones. Entre 2005 y 2009 promediaron US$ 54.900 millones; en el primer semestre de 2010 fueron de US$ 30.911 millones. Entre 2000 y el primer semestre de 2010 Venezuela tuvo ingresos por el petróleo por casi US$ 418.000 millones (Banco de Venezuela; en adelante BCV). Como veremos luego, este incremento se debió principalmente al aumento de los precios; no al aumento de la producción petrolera. En cualquier caso, no debería haber habido restricciones, por el lado externo, para el desarrollo de la economía venezolana.
Por otra parte se encararon una serie de importantes estatizaciones. Se estatizó la empresa telefónica (CANTV); Sidor (siderúrgica); la Compañía Eléctrica de Caracas; las cementeras extranjeras Cemex, Holcim y Lafarge; productoras y distribuidoras de alimentos; dos cadenas de supermercados; además de muchas empresas medianas. En el agro, se expropiaron dos millones de hectáreas. Por otra parte se anularon las concesiones petroleras a las empresas extranjeras, y se estableció un régimen de empresas mixtas, que actúan como filiales de Pdvsa. Estas empresas pagan un impuesto sobre la renta del 50% (antes pagaban el30%); y un 30% como regalía. Vale aclarar, sin embargo, que el sector público sigue siendo minoritario en la economía. En 2010 representa el 30% del PBI (BCV). La participación del Estado en la economía no se acerca ni remotamente a lo que sucedió en regímenes como la URSS, Alemania del Este, etc. De todas formas, el gobierno de Chávez tomó las palancas de sectores claves de la economía, y elevó su participación en la renta petrolera.
A partir de aquí, se canalizaron ingentes recursos que, se sostuvo, serían para fomentar el desarrollo. El fondo para el desarrollo, FODEN, recibió entre 2005 y 2010 (incluido), US$ 36.882 millones (transferencias en dólares, cálculo propio según las cuentas externas del BCV). Según los enfoques de la izquierda tradicional –con esto quiero decir, inclinada al estatismo burgués, y con sentido patriota– teníamos las condiciones para desplegar un programa para sacar a Venezuela del subdesarrollo. A lo largo de una década hubo un gigantesco flujo de divisas; el Estado se proveyó de los instrumentos que juzgó imprescindibles para intervenir en la economía. Además, según los partidarios del gobierno, las masas trabajadoras se movilizaron en apoyo de Chávez y su programa. Y transcurrieron ya 11 años de actividad revolucionaria transformadora.
¿Qué cambió?
Una característica de la economía venezolana fue siempre su fuerte dependencia de la renta petrolera; la poca diversidad productiva; la debilidad de su tejido industrial; y la transferencia, en las últimas décadas, de riquezas al exterior, operadas por su clase dominante. Todas son características bastante típicas de los países subdesarrollados. Podemos suponer que un proceso transformador debería haber cambiado, en alguna manera fundamental, este patrón. O, por lo menos, debería haber comenzado a transformar la estructura de la economía.
Los datos que sacamos del BCV, sin embargo, no parecen alentadores. Hemos tomado los dos años inmediatamente anteriores al gobierno de Chávez, 1998 y 1999; y el último año anterior a la recesión de 2009, y 2010, y hemos comparado las participaciones de la actividad petrolera, de las manufactureras, y de las actividades combinadas de instituciones financieras, seguros y servicios inmobiliarios, en el PBI, entre ambos períodos. Los resultados son los siguientes:
Participación en el PBI del sector petrolero, de las manufacturas y del sector financiero, de seguros e inmobiliario.
1998 1999 2008 2010
Petróleo/PBI 18,7 19,2 12 12
Manuf/PBI 17 16,6 15 15,9
FSIA/PBI 12 12,3 13,9 14,3
Cálculo propio con datos BCV.FSIA: Instituciones financieras, seguros, más servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler.
La participación de la manufactura en el PBI es menor que antes del gobierno de Chávez. Aumenta la participación de instituciones financieras, de seguros e inmobiliarias. No se advierte algún proceso de industrialización; por lo menos, nada cualitativo.
También es importante examinar la composición de las exportaciones. Si en un país aumenta la participación de las exportaciones industriales en el total de las exportaciones, puede sostenerse, con algún fundamento, que está mejorando su competitividad relativa en el sector. Aunque luego habrá que estudiar hasta qué punto ese aumento está sustentado en cambios tecnológicos, o en explotación intensiva de mano de obra. Pero la diversidad de las exportaciones es un indicador a tener en cuenta a la hora de evaluar el grado de desarrollo de algún país.
Pues bien, en la actualidad en el total de las exportaciones de Venezuela la dominancia de las exportaciones petroleras es más acentuada que antes de que Chávez accediera al poder. En 2002 las exportaciones de petróleo comprendían el 80,7% del total de exportaciones. En 2010 representan el 95%. Esto significa que hubo una reprimarización de las exportaciones. Es lo opuesto de lo que cabría esperar de un país que está volcando miles de millones de dólares a superar las estructuras tradicionales del subdesarrollo.
Lamentablemente, no hay muchos datos que nos permitan evaluar cómo evolucionó la inversión, y en especial la inversión en tecnología y capacitación de mano de obra calificada. Sin embargo, es un hecho que la mayor parte de equipos y maquinaria se sigue importando. El porcentaje de maquinarias y equipos importados en la formación bruta de capital fijo era, en 1999, del 59%. En 2008, el año anterior a la crisis, era el 58% (con cifras del BCV). No hay datos de que se haya desarrollado alguna forma de industria que implique aplicación de tecnología avanzada, capacitación técnica importante, o algo similar. Esto a pesar de que los porcentajes de la inversión, en relación al PBI, no fueron bajos. Según CEPAL, oscilaron entre el 16,1% en 2003, y el 34,5% en 2007; en 2008 era del 32% y en 2009 del 30,4%. Se trata de un coeficiente de inversión alto para a los parámetros habituales en América Latina (en Argentina, en los últimos 20 años, el máximo osciló alrededor del 24%).
Pero esta alta inversión no se refleja en aumento importante de la capacidad productiva (en seguida veremos la situación en petróleo y gas). La producción de energía no alcanza a cubrir las necesidades del país, incluso luego de superada la crisis energética. Una parte no desdeñable de las divisas se siguen canalizando hacia la importación de bienes de lujo, como suele suceder en los países subdesarrollados, en los que la clase alta adopta los patrones de consumo de la burguesía de los países adelantados. Es significativo que un régimen que dice estar empeñado en superar el atraso, no haya colocado estas cuestiones en el primer plano de los problemas a debatir.
Sector del petróleo y gas
Admitamos por un momento que la clave para superar el atraso no es avanzar en la industrialización, y la generación de valor agregado mediante tecnología y trabajo calificado, sino profundizar el desarrollo sustentado en el petróleo y gas. Veamos entonces qué sucedió en este sector.
En lo que sigue, nos basamos en la OPEP (organización de países productores de petróleo; los datos que siguen los tomamos de los Annual Statistical Bulletin, OPEC, en particular 2009). Nadie puede decir que las cifras que publica la OPEP estén manipuladas por la CIA, o por la prensa en manos del imperialismo. El gobierno de Chávez se vanagloria de haber transformado la OPEP en una herramienta de liberación.
De acuerdo a la OPEP, en 2000, la producción promedio diaria de petróleo de Venezuela era 2,891 millones de barriles diarios (mb/d). En 2009 fue 2,878 mb/d.
El gobierno de Chávez sostiene que acota la producción, a fin de sostener los precios. El argumento es extraño, porque los precios del petróleo se han mantenido a un nivel relativo alto en los últimos años. En cualquier caso, otros datos estarían indicando que la producción no aumentó, o por lo menos no lo hizo de alguna manera que pueda calificarse de “significativa” o “cualitativa”. La producción de gas natural, en 1999, era 26.771 millones de metros cúbicos (mmc). En 2009 fue 18.430 mmc. En 2009 la producción de gas no cubría las necesidades del país, lo que generaba importantes restricciones a la economía. El output de productos refinados en 1999 era 1,209 mb/d. En 2009 era 1,232 mb/d. Aquí hubo un aumento, aunque no es llamativo.
El último lustro fue el período en el que más altos estuvieron los precios del petróleo; en los que el gobierno manejó los resortes fundamentales –luego de eliminar a la “burocracia pro golpista” de Pdvsa– y dispuso de muchos recursos para aumentar la inversión y producción. De nuevo, nos basamos en la OPEP.
Pozos activos
2005 2006 2007 2008 2009
13.625 14.430 14.540 14.651 12.941
Producción de petróleo, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
3,066 3,035 2,982 2,957 2,878
Producción de gas, mmc
2005 2006 2007 2008 2009
73.348 73.471 71.622 71.978 72.170
La capacidad de refinación de Pdvsa, en Venezuela (Pdvsa tiene refinerías en el exterior), tampoco tuvo un crecimiento importante.
Capacidad de refinación de Pdvsa, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
1,054 1,040 1,035 1,027 0,981
Hubo algún crecimiento de la elaboración de productos de petróleo, aunque tampoco es cualitativa.
Output de productos de petróleo, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
1,198 1,080 1,056 1,348 1,091
Podía pensarse que un país centrado en la producción y exportación de petróleo y gas hubiera puesto empeño en ampliar su flota de buques tanques. El hecho es que en 2005 Venezuela tenía 21 barcos, con una capacidad total de 1.348.000 de tonelaje de porte bruto (dwt, por sus siglas en inglés). En 2009 poseía 16 barcos con una capacidad total de 1.091.000 dwt. La capacidad de transporte de gas líquido en 2009 era igual a la de 2005.
Sí parece haber habido un importante aumento de las reservas comprobadas (aunque desde la oposición se cuestionan las cifras que da el gobierno). Según la OPEP, actualmente las reservas llegan a 211.000 millones de barriles, frente a los 99.000 millones de 2007. El gobierno espera agregar otros 105.000 millones en 2010, con lo cual Venezuela superaría a Arabia Saudita, que tiene 265.000 millones. Sin embargo, el petróleo de Venezuela es pesado y de peor calidad. Las nuevas reservas están en la Faja del Orinoco, y se necesitan grandes inversiones para la extracción. Dado que Pdvsa no tiene fondos suficientes (a pesar de los fondos que recibió), el gobierno apeló al capital extranjero para el financiamiento. Ahora existen proyectos para la explotación firmados con ENI (Italia); Chevron (EE.UU.); Repsol (España); CNPC (China), y con un consorcio ruso. También participan empresas de India, Vietnam, Japón y Malasia. Venezuela va a recibir en total US$ 6.000 millones en bonificaciones y financiamiento. No parece una operación muy distinta de la que encara cualquier país capitalista. En estos momentos estas empresas están produciendo 500.000 barriles por día, al 80% de su capacidad. Pdvsa quiere agregar 60.000 b/d este año. Aunque los precios tienen que estar por encima de US$ 75 para que el emprendimiento sea rentable.
Empresas importantes a media máquina
La ausencia de la “revolución productiva” también se advierte en la evolución de las empresas estatizadas.
En 2007 Sidor produjo 4,3 millones de toneladas de acero líquido; en 2008 generó 3,8 millones; en 2009, 3,1 millones (la cifra más baja en los últimos 25 años). En los siete primeros meses de 2010 produjo 783.000 toneladas. La empresa anunció, por voz de su presidente, que gestiona un crédito de US$ 400 millones (la mitad del cual sería aportado por un banco ruso) para poner al día la caja.
La productora de aluminio Venalum tiene un déficit operativo de 1400 millones de bolívares. En parte el problema se debe a que dañó unas 400 celdas de reducción de aluminio, de un total de 900, a causa de los cortes de electricidad. En 2009 produjo solo 240.000 toneladas de aluminio, en lugar de las 430.000 toneladas habituales. El negocio entonces es importar aluminio al cambio oficial, a un ritmo de hasta 18.000 toneladas mensuales, y venderlo a las empresas transformadoras en bolívares, con una ganancia cambiaria del 65%. Esto no parece ser desarrollo “productivo”.
En cuanto a Pdvsa, dado que la producción no aumentó, pero sí lo hizo el número de trabajadores, habría existido una fuerte caída de la productividad. En 1998 la empresa tenía 44.795 trabajadores; en 2008 había aumentado a 96.113; pero la producción no había aumentado significativamente. Aunque la relación deuda/patrimonio de la empresa no es elevada, ha estado aumentando. Al 30 de junio de 2009 la relación entre el activo y la deuda era 12%: entre 2004 y 2006 este ratio oscilaba entre el 4 y 6% (balance de la empresa). También al 30 de junio de 2009 su relación deuda/patrimonio era 23%; entre 2004 y 2006 osciló entre el 9 y 5%. En el balance de 2009 figura una deuda de US$ 21.419 millones.
A lo anterior se suma un reciente escándalo, en el que participó Pdval, la filial de Pdvsa dedicada a importar alimentos. La burocracia dejó podrir 110.000 toneladas de comida importada, que quedaron sin repartir. Para tener una idea de la magnitud del daño, señalemos que efectivamente se repartieron 190.000 toneladas de alimentos a la población.
Crisis
En esta nota nos hemos centrado en algunos datos del largo plazo, referidos a la estructura económica. De todas maneras hay que señalar que la economía venezolana está padeciendo una fuerte crisis. En 2009 el PBI disminuyó 3,5%. En el primer trimestre de 2010 tuvo una caída, anualizada, de 5,8%. La producción industrial cayó 13,3% de marzo de 2009 a marzo de 2010. En enero de 2010 el gobierno produjo una fuerte devaluación. El precio del dólar, que estaba fijo desde 2003, pasó de 2,15 bolívares, a 2,60 bolívares para algunas transacciones (importaciones de alimentos, equipos, material didáctico, etc.) y a 4,30 bolívares para otras. Con la devaluación se pretende conseguir competitividad en el mercado mundial, a costa de bajar los salarios en términos del dólar. Es la típica receta de los países subdesarrollados.
La inflación anual, a junio, es de casi el 32% y castiga a los sectores populares. El BCV sostiene que el ingreso de la población se está deteriorando, y que en el segundo trimestre de 2010 el poder de compra cayó el 7,7%.
La tasa de desempleo, en el primer trimestre de 2010, se ubicaba en el 9,1%. La pobreza ronda el 30% (algo más, según estadísticas opositoras). Hubo una caída importante con respecto a los niveles de pobreza de fines de los noventa, cuando superaba el 60%. Pero otros gobiernos burgueses han tenido desempeños similares en términos de caída de la pobreza cuando hubo recuperaciones económicas, y lluvia de divisas como sucedió en Venezuela. Pensamos que en tanto no se modifique la estructura económica, no habrá cambios significativos con respecto a lo que ocurre en otros países de la región.
Por lo demás, es notable que a pesar de la recuperación de los precios del petróleo, la economía venezolana no se haya recuperado, como sí lo han hecho las economías de los países atrasados exportadores de materias primas.
Drenaje de riqueza
Una característica de muchos países atrasados es el constante drenaje de riqueza hacia los centros del capitalismo. Todo indica que en Venezuela el problema subsiste, como en tantos otros países subdesarrollados. Para verlo, hemos calculado los saldos anuales del rubro “operadores cambiarios”, sector privado, de las estadísticas del ingreso y egreso de divisas, del BCV.
En 1999, el año anterior a la subida de Chávez, el saldo fue negativo en US$ 9625 millones. Luego, entre 2000 y 2010, el saldo sistemáticamente fue negativo. Salvo en 2003, cuando la salida neta fue US$ 1977, en todos los demás años estuvo por encima de los US$ 8000 millones, y agravándose. En 2008, fue negativo US$ 19.487 millones, y en los seis primeros meses de 2010 por US$ 16.229 millones. En total, en 11 años hubo una salida neta de US$ 142.080 millones.
Esto significa que los fuertes superávit de cuenta corriente (en 2010 equivale al 9,5% del PBI) no han servido para generar desarrollo, sino principalmente para financiar la salida de riqueza al exterior, operada por la clase dirigente. Qué porcentaje de esta salida corresponde a la burguesía opositora, y cuánto a la burguesía que creció al amparo del gobierno, o a la burocracia chavista, no nos parece un tema relevante.
En conclusión, los datos muestran que en Venezuela no se ha producido ninguna revolución importante en el desarrollo de las fuerzas productivas. Venezuela sigue siendo un país subdesarrollado, como el resto de los países de América Latina. Nada indica, por otra parte, que en el último lustro se haya producido algún cambio esencial en este plano.
De todas maneras se trata de solo un aspecto de la cuestión. También cabe preguntarse hasta qué punto el régimen de Chávez ha elevado, en algún sentido fundamental, el poder de organización y de acción de la clase trabajadora. Un aspecto clave de todo programa que presuma de “socialista”. Pero esto da lugar a otra nota.
https://rolandoastarita.blog/2010/09/10/socialismo-chavista/
Bastante gente de izquierda considera que el régimen de Hugo Chávez está embarcado en una transformación revolucionaria de Venezuela, hacia el “socialismo siglo XXI”. Si bien existen muchas nociones de “socialismo”, existe un acuerdo, más o menos generalizado, en la izquierda, de que un régimen socialista debería apuntar a la superación del subdesarrollo y la dependencia económica del Tercer Mundo. En particular, avanzar en la industrialización y en la superación de las economías rentísticas, promover el desarrollo tecnológico y el fortalecimiento de la fuerza laboral. Pasada más de una década de iniciada, parece apropiado ver en qué situación está la “revolución bolivariana” en lo que respecta al desarrollo de las fuerzas productivas.
Lluvia de dólares y estatizaciones
Bajo el régimen de Chávez Venezuela recibió una lluvia de dólares, debido a la suba del petróleo. En 1999 el barril de crudo venezolano estaba a US$ 16 el barril. En 2008 superó US$ 86; en estos momentos está aproximadamente a US$ 60. En 1999 Venezuela exportó petróleo por un valor de US$ 16.420 millones. Entre 2000 y 2003, las exportaciones promediaron algo más de US$ 21.100 millones anuales. 2004 fue de transición; las exportaciones de petróleo subieron a US$ 27954 millones. Entre 2005 y 2009 promediaron US$ 54.900 millones; en el primer semestre de 2010 fueron de US$ 30.911 millones. Entre 2000 y el primer semestre de 2010 Venezuela tuvo ingresos por el petróleo por casi US$ 418.000 millones (Banco de Venezuela; en adelante BCV). Como veremos luego, este incremento se debió principalmente al aumento de los precios; no al aumento de la producción petrolera. En cualquier caso, no debería haber habido restricciones, por el lado externo, para el desarrollo de la economía venezolana.
Por otra parte se encararon una serie de importantes estatizaciones. Se estatizó la empresa telefónica (CANTV); Sidor (siderúrgica); la Compañía Eléctrica de Caracas; las cementeras extranjeras Cemex, Holcim y Lafarge; productoras y distribuidoras de alimentos; dos cadenas de supermercados; además de muchas empresas medianas. En el agro, se expropiaron dos millones de hectáreas. Por otra parte se anularon las concesiones petroleras a las empresas extranjeras, y se estableció un régimen de empresas mixtas, que actúan como filiales de Pdvsa. Estas empresas pagan un impuesto sobre la renta del 50% (antes pagaban el30%); y un 30% como regalía. Vale aclarar, sin embargo, que el sector público sigue siendo minoritario en la economía. En 2010 representa el 30% del PBI (BCV). La participación del Estado en la economía no se acerca ni remotamente a lo que sucedió en regímenes como la URSS, Alemania del Este, etc. De todas formas, el gobierno de Chávez tomó las palancas de sectores claves de la economía, y elevó su participación en la renta petrolera.
A partir de aquí, se canalizaron ingentes recursos que, se sostuvo, serían para fomentar el desarrollo. El fondo para el desarrollo, FODEN, recibió entre 2005 y 2010 (incluido), US$ 36.882 millones (transferencias en dólares, cálculo propio según las cuentas externas del BCV). Según los enfoques de la izquierda tradicional –con esto quiero decir, inclinada al estatismo burgués, y con sentido patriota– teníamos las condiciones para desplegar un programa para sacar a Venezuela del subdesarrollo. A lo largo de una década hubo un gigantesco flujo de divisas; el Estado se proveyó de los instrumentos que juzgó imprescindibles para intervenir en la economía. Además, según los partidarios del gobierno, las masas trabajadoras se movilizaron en apoyo de Chávez y su programa. Y transcurrieron ya 11 años de actividad revolucionaria transformadora.
¿Qué cambió?
Una característica de la economía venezolana fue siempre su fuerte dependencia de la renta petrolera; la poca diversidad productiva; la debilidad de su tejido industrial; y la transferencia, en las últimas décadas, de riquezas al exterior, operadas por su clase dominante. Todas son características bastante típicas de los países subdesarrollados. Podemos suponer que un proceso transformador debería haber cambiado, en alguna manera fundamental, este patrón. O, por lo menos, debería haber comenzado a transformar la estructura de la economía.
Los datos que sacamos del BCV, sin embargo, no parecen alentadores. Hemos tomado los dos años inmediatamente anteriores al gobierno de Chávez, 1998 y 1999; y el último año anterior a la recesión de 2009, y 2010, y hemos comparado las participaciones de la actividad petrolera, de las manufactureras, y de las actividades combinadas de instituciones financieras, seguros y servicios inmobiliarios, en el PBI, entre ambos períodos. Los resultados son los siguientes:
Participación en el PBI del sector petrolero, de las manufacturas y del sector financiero, de seguros e inmobiliario.
1998 1999 2008 2010
Petróleo/PBI 18,7 19,2 12 12
Manuf/PBI 17 16,6 15 15,9
FSIA/PBI 12 12,3 13,9 14,3
Cálculo propio con datos BCV.FSIA: Instituciones financieras, seguros, más servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler.
La participación de la manufactura en el PBI es menor que antes del gobierno de Chávez. Aumenta la participación de instituciones financieras, de seguros e inmobiliarias. No se advierte algún proceso de industrialización; por lo menos, nada cualitativo.
También es importante examinar la composición de las exportaciones. Si en un país aumenta la participación de las exportaciones industriales en el total de las exportaciones, puede sostenerse, con algún fundamento, que está mejorando su competitividad relativa en el sector. Aunque luego habrá que estudiar hasta qué punto ese aumento está sustentado en cambios tecnológicos, o en explotación intensiva de mano de obra. Pero la diversidad de las exportaciones es un indicador a tener en cuenta a la hora de evaluar el grado de desarrollo de algún país.
Pues bien, en la actualidad en el total de las exportaciones de Venezuela la dominancia de las exportaciones petroleras es más acentuada que antes de que Chávez accediera al poder. En 2002 las exportaciones de petróleo comprendían el 80,7% del total de exportaciones. En 2010 representan el 95%. Esto significa que hubo una reprimarización de las exportaciones. Es lo opuesto de lo que cabría esperar de un país que está volcando miles de millones de dólares a superar las estructuras tradicionales del subdesarrollo.
Lamentablemente, no hay muchos datos que nos permitan evaluar cómo evolucionó la inversión, y en especial la inversión en tecnología y capacitación de mano de obra calificada. Sin embargo, es un hecho que la mayor parte de equipos y maquinaria se sigue importando. El porcentaje de maquinarias y equipos importados en la formación bruta de capital fijo era, en 1999, del 59%. En 2008, el año anterior a la crisis, era el 58% (con cifras del BCV). No hay datos de que se haya desarrollado alguna forma de industria que implique aplicación de tecnología avanzada, capacitación técnica importante, o algo similar. Esto a pesar de que los porcentajes de la inversión, en relación al PBI, no fueron bajos. Según CEPAL, oscilaron entre el 16,1% en 2003, y el 34,5% en 2007; en 2008 era del 32% y en 2009 del 30,4%. Se trata de un coeficiente de inversión alto para a los parámetros habituales en América Latina (en Argentina, en los últimos 20 años, el máximo osciló alrededor del 24%).
Pero esta alta inversión no se refleja en aumento importante de la capacidad productiva (en seguida veremos la situación en petróleo y gas). La producción de energía no alcanza a cubrir las necesidades del país, incluso luego de superada la crisis energética. Una parte no desdeñable de las divisas se siguen canalizando hacia la importación de bienes de lujo, como suele suceder en los países subdesarrollados, en los que la clase alta adopta los patrones de consumo de la burguesía de los países adelantados. Es significativo que un régimen que dice estar empeñado en superar el atraso, no haya colocado estas cuestiones en el primer plano de los problemas a debatir.
Sector del petróleo y gas
Admitamos por un momento que la clave para superar el atraso no es avanzar en la industrialización, y la generación de valor agregado mediante tecnología y trabajo calificado, sino profundizar el desarrollo sustentado en el petróleo y gas. Veamos entonces qué sucedió en este sector.
En lo que sigue, nos basamos en la OPEP (organización de países productores de petróleo; los datos que siguen los tomamos de los Annual Statistical Bulletin, OPEC, en particular 2009). Nadie puede decir que las cifras que publica la OPEP estén manipuladas por la CIA, o por la prensa en manos del imperialismo. El gobierno de Chávez se vanagloria de haber transformado la OPEP en una herramienta de liberación.
De acuerdo a la OPEP, en 2000, la producción promedio diaria de petróleo de Venezuela era 2,891 millones de barriles diarios (mb/d). En 2009 fue 2,878 mb/d.
El gobierno de Chávez sostiene que acota la producción, a fin de sostener los precios. El argumento es extraño, porque los precios del petróleo se han mantenido a un nivel relativo alto en los últimos años. En cualquier caso, otros datos estarían indicando que la producción no aumentó, o por lo menos no lo hizo de alguna manera que pueda calificarse de “significativa” o “cualitativa”. La producción de gas natural, en 1999, era 26.771 millones de metros cúbicos (mmc). En 2009 fue 18.430 mmc. En 2009 la producción de gas no cubría las necesidades del país, lo que generaba importantes restricciones a la economía. El output de productos refinados en 1999 era 1,209 mb/d. En 2009 era 1,232 mb/d. Aquí hubo un aumento, aunque no es llamativo.
El último lustro fue el período en el que más altos estuvieron los precios del petróleo; en los que el gobierno manejó los resortes fundamentales –luego de eliminar a la “burocracia pro golpista” de Pdvsa– y dispuso de muchos recursos para aumentar la inversión y producción. De nuevo, nos basamos en la OPEP.
Pozos activos
2005 2006 2007 2008 2009
13.625 14.430 14.540 14.651 12.941
Producción de petróleo, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
3,066 3,035 2,982 2,957 2,878
Producción de gas, mmc
2005 2006 2007 2008 2009
73.348 73.471 71.622 71.978 72.170
La capacidad de refinación de Pdvsa, en Venezuela (Pdvsa tiene refinerías en el exterior), tampoco tuvo un crecimiento importante.
Capacidad de refinación de Pdvsa, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
1,054 1,040 1,035 1,027 0,981
Hubo algún crecimiento de la elaboración de productos de petróleo, aunque tampoco es cualitativa.
Output de productos de petróleo, mb/d
2005 2006 2007 2008 2009
1,198 1,080 1,056 1,348 1,091
Podía pensarse que un país centrado en la producción y exportación de petróleo y gas hubiera puesto empeño en ampliar su flota de buques tanques. El hecho es que en 2005 Venezuela tenía 21 barcos, con una capacidad total de 1.348.000 de tonelaje de porte bruto (dwt, por sus siglas en inglés). En 2009 poseía 16 barcos con una capacidad total de 1.091.000 dwt. La capacidad de transporte de gas líquido en 2009 era igual a la de 2005.
Sí parece haber habido un importante aumento de las reservas comprobadas (aunque desde la oposición se cuestionan las cifras que da el gobierno). Según la OPEP, actualmente las reservas llegan a 211.000 millones de barriles, frente a los 99.000 millones de 2007. El gobierno espera agregar otros 105.000 millones en 2010, con lo cual Venezuela superaría a Arabia Saudita, que tiene 265.000 millones. Sin embargo, el petróleo de Venezuela es pesado y de peor calidad. Las nuevas reservas están en la Faja del Orinoco, y se necesitan grandes inversiones para la extracción. Dado que Pdvsa no tiene fondos suficientes (a pesar de los fondos que recibió), el gobierno apeló al capital extranjero para el financiamiento. Ahora existen proyectos para la explotación firmados con ENI (Italia); Chevron (EE.UU.); Repsol (España); CNPC (China), y con un consorcio ruso. También participan empresas de India, Vietnam, Japón y Malasia. Venezuela va a recibir en total US$ 6.000 millones en bonificaciones y financiamiento. No parece una operación muy distinta de la que encara cualquier país capitalista. En estos momentos estas empresas están produciendo 500.000 barriles por día, al 80% de su capacidad. Pdvsa quiere agregar 60.000 b/d este año. Aunque los precios tienen que estar por encima de US$ 75 para que el emprendimiento sea rentable.
Empresas importantes a media máquina
La ausencia de la “revolución productiva” también se advierte en la evolución de las empresas estatizadas.
En 2007 Sidor produjo 4,3 millones de toneladas de acero líquido; en 2008 generó 3,8 millones; en 2009, 3,1 millones (la cifra más baja en los últimos 25 años). En los siete primeros meses de 2010 produjo 783.000 toneladas. La empresa anunció, por voz de su presidente, que gestiona un crédito de US$ 400 millones (la mitad del cual sería aportado por un banco ruso) para poner al día la caja.
La productora de aluminio Venalum tiene un déficit operativo de 1400 millones de bolívares. En parte el problema se debe a que dañó unas 400 celdas de reducción de aluminio, de un total de 900, a causa de los cortes de electricidad. En 2009 produjo solo 240.000 toneladas de aluminio, en lugar de las 430.000 toneladas habituales. El negocio entonces es importar aluminio al cambio oficial, a un ritmo de hasta 18.000 toneladas mensuales, y venderlo a las empresas transformadoras en bolívares, con una ganancia cambiaria del 65%. Esto no parece ser desarrollo “productivo”.
En cuanto a Pdvsa, dado que la producción no aumentó, pero sí lo hizo el número de trabajadores, habría existido una fuerte caída de la productividad. En 1998 la empresa tenía 44.795 trabajadores; en 2008 había aumentado a 96.113; pero la producción no había aumentado significativamente. Aunque la relación deuda/patrimonio de la empresa no es elevada, ha estado aumentando. Al 30 de junio de 2009 la relación entre el activo y la deuda era 12%: entre 2004 y 2006 este ratio oscilaba entre el 4 y 6% (balance de la empresa). También al 30 de junio de 2009 su relación deuda/patrimonio era 23%; entre 2004 y 2006 osciló entre el 9 y 5%. En el balance de 2009 figura una deuda de US$ 21.419 millones.
A lo anterior se suma un reciente escándalo, en el que participó Pdval, la filial de Pdvsa dedicada a importar alimentos. La burocracia dejó podrir 110.000 toneladas de comida importada, que quedaron sin repartir. Para tener una idea de la magnitud del daño, señalemos que efectivamente se repartieron 190.000 toneladas de alimentos a la población.
Crisis
En esta nota nos hemos centrado en algunos datos del largo plazo, referidos a la estructura económica. De todas maneras hay que señalar que la economía venezolana está padeciendo una fuerte crisis. En 2009 el PBI disminuyó 3,5%. En el primer trimestre de 2010 tuvo una caída, anualizada, de 5,8%. La producción industrial cayó 13,3% de marzo de 2009 a marzo de 2010. En enero de 2010 el gobierno produjo una fuerte devaluación. El precio del dólar, que estaba fijo desde 2003, pasó de 2,15 bolívares, a 2,60 bolívares para algunas transacciones (importaciones de alimentos, equipos, material didáctico, etc.) y a 4,30 bolívares para otras. Con la devaluación se pretende conseguir competitividad en el mercado mundial, a costa de bajar los salarios en términos del dólar. Es la típica receta de los países subdesarrollados.
La inflación anual, a junio, es de casi el 32% y castiga a los sectores populares. El BCV sostiene que el ingreso de la población se está deteriorando, y que en el segundo trimestre de 2010 el poder de compra cayó el 7,7%.
La tasa de desempleo, en el primer trimestre de 2010, se ubicaba en el 9,1%. La pobreza ronda el 30% (algo más, según estadísticas opositoras). Hubo una caída importante con respecto a los niveles de pobreza de fines de los noventa, cuando superaba el 60%. Pero otros gobiernos burgueses han tenido desempeños similares en términos de caída de la pobreza cuando hubo recuperaciones económicas, y lluvia de divisas como sucedió en Venezuela. Pensamos que en tanto no se modifique la estructura económica, no habrá cambios significativos con respecto a lo que ocurre en otros países de la región.
Por lo demás, es notable que a pesar de la recuperación de los precios del petróleo, la economía venezolana no se haya recuperado, como sí lo han hecho las economías de los países atrasados exportadores de materias primas.
Drenaje de riqueza
Una característica de muchos países atrasados es el constante drenaje de riqueza hacia los centros del capitalismo. Todo indica que en Venezuela el problema subsiste, como en tantos otros países subdesarrollados. Para verlo, hemos calculado los saldos anuales del rubro “operadores cambiarios”, sector privado, de las estadísticas del ingreso y egreso de divisas, del BCV.
En 1999, el año anterior a la subida de Chávez, el saldo fue negativo en US$ 9625 millones. Luego, entre 2000 y 2010, el saldo sistemáticamente fue negativo. Salvo en 2003, cuando la salida neta fue US$ 1977, en todos los demás años estuvo por encima de los US$ 8000 millones, y agravándose. En 2008, fue negativo US$ 19.487 millones, y en los seis primeros meses de 2010 por US$ 16.229 millones. En total, en 11 años hubo una salida neta de US$ 142.080 millones.
Esto significa que los fuertes superávit de cuenta corriente (en 2010 equivale al 9,5% del PBI) no han servido para generar desarrollo, sino principalmente para financiar la salida de riqueza al exterior, operada por la clase dirigente. Qué porcentaje de esta salida corresponde a la burguesía opositora, y cuánto a la burguesía que creció al amparo del gobierno, o a la burocracia chavista, no nos parece un tema relevante.
En conclusión, los datos muestran que en Venezuela no se ha producido ninguna revolución importante en el desarrollo de las fuerzas productivas. Venezuela sigue siendo un país subdesarrollado, como el resto de los países de América Latina. Nada indica, por otra parte, que en el último lustro se haya producido algún cambio esencial en este plano.
De todas maneras se trata de solo un aspecto de la cuestión. También cabe preguntarse hasta qué punto el régimen de Chávez ha elevado, en algún sentido fundamental, el poder de organización y de acción de la clase trabajadora. Un aspecto clave de todo programa que presuma de “socialista”. Pero esto da lugar a otra nota.
https://rolandoastarita.blog/2010/09/10/socialismo-chavista/