Radio Pirenaica. La voz de la esperanza antifranquista - Luis Zaragoza Fernández - formatos epub y pdf

Ésta es la historia de una emisora de radio de la que muchos han oído hablar, pero que pocos conocen. Envuelta en el combate contra la dictadura franquista desde la clandestinidad y rodeada durante mucho tiempo de mitos y silencios, «Radio España Independiente, Estación Pirenaica» fue la emisora dirigida por el Partido Comunista de España que transmitió hacia nuestro país entre 1941 y 1977, primero desde la Unión Soviética y después desde Rumanía. Este libro analiza las etapas que atravesó la emisora y quiénes la hicieron posible, cómo fueron modificándose su programación y su estilo, cuál fue su audiencia y cómo se enfrentó a ella la dictadura. Así pues, sale a la luz una página importante de la resistencia antifranquista, inédita hasta la fecha y por fin recuperada para la memoria colectiva treinta años después.

Aquellos que oíamos la Pirenaica bajo una manta que nos envolvía la cabeza y también el receptor de radio Telefunken —el volumen del sonido fluctuaba constantemente, subía y bajaba mucho, así como los pitidos de las interferencias, por lo que era una manera, más o menos ingenua, de intentar que no lo oyeran los vecinos, en especial el 'jefe de casa', un falangista corrupto hasta la médula, siempre amenazador recordando sus buenos tiempos en la guerra, bajito y gordo como un barril, apestando a vinazo— agradecemos la publicación de este recomendable libro.

Después de la emisión (no siempre se podía oír entera, en ocasiones apenas unos cuantos minutos) mi abuela me contaba cosas de la República y de la Guerra, y en voz muy baja, casi inaudible, me cantaba la Varsoviana, la Internacional y canciones del Madrid de la guerra. Qué maravilla. Lo mejor era que me iba explicando lo que significaba ser republicano, comunista, fascista, anarquista, poumista...

Por casualidades de la vida llegué a conocer a Ramón Mendezona (Pedro), director de la REI, y daba gusto oírle contar todo tipo de anécdotas acerca de la Pirenaica con su maravillosa radiofónica voz. Qué tiempos.