Pan duro y negro - libro de relatos de Elizaveta Drabkina - formatos pdf y epub

Pan duro y negro

relatos de Elizaveta Drabkina (también, Elizabeta Drabkina o Drabjina)


se puede leer y copiar desde:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


se puede descargar en formato pdf de gran calidad - 110 páginas:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
 
 
   

En formatos pdf y epub: Pan duro y negro, de Elizaveta Drabkina

cortesía de la gran Biblioteca digital Bolchetvo

•pdf - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

•epub - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


Contenidos:

¡EXISTE ESE PARTIDO!
- La primera nevada.
- La escisión.
- Ginebra.
- En 1905.
- El hombre de la barba negra.
- De huéspedes en la calle Marie-Rose.
- "Legales" e "ilegales".
- "¡Existe ese Partido!".
- Los dibujos de Aliosha Kalénov.
- Solo el…
- Viento de octubre.
- Alli, en el Smolny…
LA CALDERETA.
- Un guardia rojo anónimo.
- Un billete verde de tres rublos.
- La noche buena.
- "Condensación de la ciencia".
- ¡Ganamos la pelea!
- Lo mas importante…
- La caldereta.
- "¡Camaradas, a las armas!".
- El jardín de verano.
- Viaje de Petersburgo a Moscú.
- El corazón de Rusia.
MOSCÚ, 1918.
- Lilas blancas.
- Gachas "con nada".
- El triangulo de cartón.
- "La Montaña" y "La Gironda".
- ¡El trabajo marcha!
- El viático.
- "Continua la sesión…"
- ¡Recuerda!
- La habitación núm. 237.
- "Le escucho, camarada".
- Incendios de Moscú.
- Noche tormentosa.
- El alzamiento.
- El plan "anaconda".
- ¡La patria socialista en peligro!
PAN DURO Y NEGRO.
- Al frente.
- Un puente sobre el Volga.
- "Puerto Arturo".
- Soldados de la revolución.
- El 30 de agosto.
- ¡A Kazán!
- "Los doce".
- Monumento a Robespierre.
- ¡Que sea pronto!
- Nuestra hoguera…
- "Cuento de invierno".
- Pan duro y negro.
- A los camaradas y hermanos.
- Camino de occidente.
- Entrevistas en Berlín.
- "¡Fui, soy y seré!"
- Tristes.
EL OTOÑO DORADO.
- Al pie de la muralla del Kremlin.
- Nuestra "Sverdlovka".
- La muerte de un comunista.
- Un primer plano.
- Una noche en el Kremlin.
- Anécdota acerca de la casa de los sindicatos.
- Tverskaia, núm. 38.
- La explosión.
- El alto titulo de comunista.
- El otoño dorado.
- Miembro del parlamento.
- Meditación.

Hay en el Foro un tema titulado:

"Novelas SOVIÉTICAS" - libros tomados de varias bibliotecas digitales - links actualizados y nuevos links en los mensajes - Interesantes

Es posible que todavía estén activos algunos de los links que permiten la descarga de estas novelas. El Buscador permite localizar el tema.

se puede descargar en buen formato pdf - 110 páginas a dos columnas

Editorial Progreso - edición digital de Biblioteca Bolchetvo

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

edición de la colección Socialismo y Libertad

►formato pdf - 282 páginas

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
 
Habían encomendado a mama procurar armas, traer revólveres y fulminantes para bombas, desde Finlandia a Rusia, organizar la custodia del armamento, comprobar los depósitos. No se podía traer nada en la mano, para no llamar la atención. Por eso los cartuchos, la dinamita, los fulminantes para las bombas y la gelatina detonante los llevábamos en bolsillos disimulados en nuestros justillos.

Había mucho que hacer. De la mañana a última hora de la noche iba mi madre de un confín a otro de la ciudad, hacía viajes a Víborg y Helsingfors. A esto había que añadir que mama no tenía con quien dejarme y debía llevarme con ella.

Mi padre no vivía con nosotras. Si los que actuaban en la clandestinidad debían observar una rigurosa conspiración, para los miembros del “Grupo de combate” las exigencias a este respecto eran especialmente severas. No tenían derecho a frecuentar las reuniones de masas ni a tomar parte en las manifestaciones o entrevistarse con los camaradas que realizaban el trabajo ilegal.

Por esto, mama (y yo con ella) sólo se entrevistaba con mi padre en lugares conspirativos. Si él tenía la más mínima posibilidad, me tomaba en brazos aunque era ya mayorcita, me llevaba a la confitería próxima y me obsequiaba con pasteles hasta hartarme.

Luego, mi padre desapareció por completo. Habían comenzado a seguirle los pasos y, por exigencia de Lenin, se trasladó a Odesa. Llegó allí en el momento de la insurrección en el acorazado Potiomkin. Durante la segunda mitad de 1905, fue secretario del Comité del Partido en Odesa.

Mama y yo quedamos en Petersburgo. En mi memoria se agolpan los recuerdos de las estaciones, los trenes, los incesantes viajes y traslados de ciudad en ciudad. Más tarde supe que durante aquel verano había llevado ocultas en su justillo, cosido con tal fin, fulminantes de mercurio para bombas. El transporte de los fulminantes exigía rigurosa precaución, pues una sacudida podía producir una explosión. Por ello, mama se sentaba muy tiesa en el vagón y, a fin de que no la empujara, me compraba libros y me enseñaba a leer. Así resultó que a los cuatro años ya había aprendido a leer. [...]
 
 
 

•también se descarga desde:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

►formato pdf

edición de Biblioteca Bolchetvo

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

•se puede leer y copiar capítulo a capítulo en:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]