Mayo 68: Cuando otro mundo fue posible
Chris Harman
Introducción realizada por la web marx21.net - mayo de 2008 (Primera edición en castellano - Extraído del libro The fire last time: 1968 and after, Bookmarks 1998, segunda edición.)
Traducido por Enric Rodrigo
►en el Foro en 9 mensajes
Con motivo del 40 aniversario del mayo francés queremos presentar este capítulo de Chris Harman perteneciente al libro “The fire last time: 1968 and after” publicado ahora hace 10 años. Tras pasar 23 años al frente del revolucionario periódico semanal Socialist Worker, Chris Harman es el actual editor de International Socialism Journal en Gran Bretaña [nota: murió en 2009]. A finales de los 60 fue un destacado activista del movimiento estudiantil de la London School of Economics participando en la redacción del periódico The Agitator e involucrándose muy activamente en la campaña de solidaridad con Vietnam.
Esta publicación no pretende celebrar con nostalgia un aniversario. Al contrario, sobran razones para publicar un texto de esta envergadura. Después del levantamiento Zapatista en 1994, los bloqueos en Seattle contra la Organización Mundial del Comercio en 1999, y el proceso del Foro Social Mundial desde 2001, un nuevo movimiento con un marcado acento anticapitalista ha recorrido el mundo como un fantasma. Como sucedió también en los años 60 una nueva generación de activistas ha entrado en la lucha por cambiar el mundo de forma radical y desde abajo.
Entonces eran los jóvenes activistas negros del movimiento por los derechos civiles en EEUU y el incipiente Black Panther Party; el movimiento estudiantil alemán y las campañas contra la guerra de Vietnam; eran también los trabajadores checoeslovacos derrotando los tanques soviéticos en Praga; y por supuesto, las barricadas de los estudiantes franceses que guiaron la posterior ocupación de fábricas y la mayor huelga de masas de la historia.
Actualmente, en esta batalla por cambiar el mundo, los estudiantes franceses han vuelto a ocupar sus facultades, esta vez para derrotar el precario Contrato de Primer Empleo; los estudiantes griegos lo han hecho para defender la universidad pública y frenar su privatización; en Oriente Medio la resistencia y la solidaridad se extienden desde Palestina, Líbano, Afganistán e Iraq hacia el resto del planeta y una nueva oleada de huelgas recorre Egipto amenazando la dictadura de Mubarak; en América Latina las revueltas populares han estallado con especial fuerza en Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
En este contexto, la publicación de este texto responde a un necesario ejercicio de recuperación de la memoria histórica. Un ejercicio especialmente necesario ya que las protestas que desafían el orden capitalista recorren, como en los 60, todo el globo terráqueo. A pesar de ello, hoy en 2008 sigue siendo cierta la afirmación que Chris Harman realizó hace 10 años:
“1968 es casi universalmente conocido como el “año de los estudiantes”, como si la mayor huelga general jamás conocida no hubiera tenido lugar, como si uno de los gobiernos más fuertes del mundo occidental no hubiera quedado suspendido durante una semana al borde de su autodisolución.”
Muchos jóvenes activistas de hoy conocen 1968 a través de iconos de radicalidad personificados en nombres como Jimi Hendrix, Martin Luther King o Daniel Cohn-Bendit. Sin embargo son presentados de antemano por los grandes medios como iconos de una radicalidad desfasada, impropia de los tiempos que corren. Aunque sí es cierto que en el caso de Cohn-Bendit a pesar de su inestimable rol en los hechos del mayo francés, por su trayectoria política desde entonces sería mucho más acertado presentarlo como icono de una radicalidad perdida.
Pero aún conociendo a los iconos, y en muchas ocasiones simpatizando con ellos, son pocos quienes se han acercado por ejemplo, al genial documental Grand Soirs et Petits Matins para descubrir que mayo del 68 fue algo más que una revuelta estudiantil.
Razón de más para que esta nueva publicación nos acerque al mayo francés. No sólo para conocer los hechos, también en la medida de lo posible, para extraer lecciones de una experiencia de transformación social que a muchos activistas de hoy nos gustaría vivir -ésta vez sí, aprovechando las oportunidades revolucionarias-. Una experiencia que durante semanas llevó la imaginación de un nuevo mundo al poder, un nuevo poder construido en las barricadas, los comités de acción y las ocupaciones de fábricas. Una experiencia que cuarenta años después, en tiempos de la hegemonía global neoliberal esperamos sirva para poder imaginar otros mundos posibles y avanzar con paso firme hacia ellos.
►El autor fue militante destacado del Socialist Worker Party en Gran Bretaña, hasta su muerte en 2009. Fue redactor del revolucionario periódico semanal Socialist Worker durante 23 años, luego coordinó la publicación teórica del mismo partido International Socialism Journal. A finales de los años 60 era un destacado activista del movimiento estudiantil de la London School of Economics.
Chris Harman
Introducción realizada por la web marx21.net - mayo de 2008 (Primera edición en castellano - Extraído del libro The fire last time: 1968 and after, Bookmarks 1998, segunda edición.)
Traducido por Enric Rodrigo
►en el Foro en 9 mensajes
Con motivo del 40 aniversario del mayo francés queremos presentar este capítulo de Chris Harman perteneciente al libro “The fire last time: 1968 and after” publicado ahora hace 10 años. Tras pasar 23 años al frente del revolucionario periódico semanal Socialist Worker, Chris Harman es el actual editor de International Socialism Journal en Gran Bretaña [nota: murió en 2009]. A finales de los 60 fue un destacado activista del movimiento estudiantil de la London School of Economics participando en la redacción del periódico The Agitator e involucrándose muy activamente en la campaña de solidaridad con Vietnam.
Esta publicación no pretende celebrar con nostalgia un aniversario. Al contrario, sobran razones para publicar un texto de esta envergadura. Después del levantamiento Zapatista en 1994, los bloqueos en Seattle contra la Organización Mundial del Comercio en 1999, y el proceso del Foro Social Mundial desde 2001, un nuevo movimiento con un marcado acento anticapitalista ha recorrido el mundo como un fantasma. Como sucedió también en los años 60 una nueva generación de activistas ha entrado en la lucha por cambiar el mundo de forma radical y desde abajo.
Entonces eran los jóvenes activistas negros del movimiento por los derechos civiles en EEUU y el incipiente Black Panther Party; el movimiento estudiantil alemán y las campañas contra la guerra de Vietnam; eran también los trabajadores checoeslovacos derrotando los tanques soviéticos en Praga; y por supuesto, las barricadas de los estudiantes franceses que guiaron la posterior ocupación de fábricas y la mayor huelga de masas de la historia.
Actualmente, en esta batalla por cambiar el mundo, los estudiantes franceses han vuelto a ocupar sus facultades, esta vez para derrotar el precario Contrato de Primer Empleo; los estudiantes griegos lo han hecho para defender la universidad pública y frenar su privatización; en Oriente Medio la resistencia y la solidaridad se extienden desde Palestina, Líbano, Afganistán e Iraq hacia el resto del planeta y una nueva oleada de huelgas recorre Egipto amenazando la dictadura de Mubarak; en América Latina las revueltas populares han estallado con especial fuerza en Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
En este contexto, la publicación de este texto responde a un necesario ejercicio de recuperación de la memoria histórica. Un ejercicio especialmente necesario ya que las protestas que desafían el orden capitalista recorren, como en los 60, todo el globo terráqueo. A pesar de ello, hoy en 2008 sigue siendo cierta la afirmación que Chris Harman realizó hace 10 años:
“1968 es casi universalmente conocido como el “año de los estudiantes”, como si la mayor huelga general jamás conocida no hubiera tenido lugar, como si uno de los gobiernos más fuertes del mundo occidental no hubiera quedado suspendido durante una semana al borde de su autodisolución.”
Muchos jóvenes activistas de hoy conocen 1968 a través de iconos de radicalidad personificados en nombres como Jimi Hendrix, Martin Luther King o Daniel Cohn-Bendit. Sin embargo son presentados de antemano por los grandes medios como iconos de una radicalidad desfasada, impropia de los tiempos que corren. Aunque sí es cierto que en el caso de Cohn-Bendit a pesar de su inestimable rol en los hechos del mayo francés, por su trayectoria política desde entonces sería mucho más acertado presentarlo como icono de una radicalidad perdida.
Pero aún conociendo a los iconos, y en muchas ocasiones simpatizando con ellos, son pocos quienes se han acercado por ejemplo, al genial documental Grand Soirs et Petits Matins para descubrir que mayo del 68 fue algo más que una revuelta estudiantil.
Razón de más para que esta nueva publicación nos acerque al mayo francés. No sólo para conocer los hechos, también en la medida de lo posible, para extraer lecciones de una experiencia de transformación social que a muchos activistas de hoy nos gustaría vivir -ésta vez sí, aprovechando las oportunidades revolucionarias-. Una experiencia que durante semanas llevó la imaginación de un nuevo mundo al poder, un nuevo poder construido en las barricadas, los comités de acción y las ocupaciones de fábricas. Una experiencia que cuarenta años después, en tiempos de la hegemonía global neoliberal esperamos sirva para poder imaginar otros mundos posibles y avanzar con paso firme hacia ellos.
►El autor fue militante destacado del Socialist Worker Party en Gran Bretaña, hasta su muerte en 2009. Fue redactor del revolucionario periódico semanal Socialist Worker durante 23 años, luego coordinó la publicación teórica del mismo partido International Socialism Journal. A finales de los años 60 era un destacado activista del movimiento estudiantil de la London School of Economics.
Última edición por RioLena el Mar Ene 07, 2020 11:25 am, editado 1 vez