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En la situación que se nos presenta a los comunistas en la actualidad, una situación donde el marxismo ha sido derrotado, parece que muchos prefieren inventarse una realidad inexistente en vez de cumplir con la tarea necesaria en este momento, la reconstitución ideológica del comunismo. Y es que muchos ven socialismo y revolución donde no los hay, claro ejemplo es el conflicto ucraniano, donde las conocidas como “milicias antifascistas” no son más que grupos armados que luchan por los intereses del nacionalismo ultraconservador e imperialismo ruso, esto no quiere decir que en eses grupos no existan de verdad comunistas, pero el bando que están apoyando no es ni antifascista, ni comunista, ni nada que se pueda relacionar con el marxismo. Otro ejemplo son las luchas de resistencia como Gamonal, donde el proletariado nos deja claro que no hace falta ningún comunista para que se den estas luchas ni para dirigirlas, ya que son luchas donde se pone de manifesto la conciencia en sí de la clase trabajadora, una conciencia que no es revolucionaria y que está bajo los marcos del capitalismo sin embargo, muchos “comunistas” ven ahí un claro ejemplo de que la revolución está cerca, mientras tanto, el marxismo sigue sufriendo los efectos de su derrota y sigue atado a unas limitaciones que han de ser superadas para poder rearticular el proyecto revolucionario a nivel mundial. El tema que trataremos hoy es otro ejemplo de esta tendencia que busca una esperanza de forma equivocada, vamos a analizar a Corea del Norte, centrándonos tanto en el Juche, una teoría que como veremos no es marxismo, como en su organización económica y social, la cual nada tiene que ver con el socialismo.
¿Qué es el Juche?
La filosofía Juche es nombrada por primera vez en 1955 por Kim Il Sung, éste la presentaba como la nueva ideología revolucionaria que daría las soluciones al MCI, y la definió como “la independencia política, autosuficiencia económica y autodefensa militar”. Es una teoría con un fuerte carácter nacionalista que defiende que el hombre solo ha de preocuparse por la revolución en su país. Según la filosofía Juche las masas populares son el motor de la historia; la lucha revolucionaria y el cambio en la naturaleza son producidos por el pensamiento independiente, la conciencia y la iniciativa de las masas populares[i]; el líder tiene un papel fundamental pues es él quien interpreta y da forma a las aspiraciones de las masas, y es la lealtad hacia él y hacia el Partido de quienes depende la independencia de las masas; el desarrollo histórico de la sociedad refleja el movimiento creativo de las masas populares. Otros aspectos de la Idea Juche es la importancia del honor, la familia, o como señalé antes la nación. Esta ideología ha cobrado tanta importancia en Corea del Norte que existe el calendario Juche, que empieza la fecha del nacimiento de su fundador, Kim Il Sung en 1912. Por lo tanto según el calendario Juche estamos en el año 102.
¿El Juche es Marxsimo?
Respondiendo a la pregunta del apartado diremos que el Juche no es Marxismo, el mismo Kim Il Sung la definió como “una nueva filosofía revolucionaria”, no como Marxismo aplicado a la situación de la RPD de Corea, como muchos prokimilsumgismo nos intentan hacer creer, consiguiéndolo con muchos elementos, de tal forma que en el panorama actual nos encontramos a un montón de comunistas y de organizaciones comunistas defendiendo un Estado que nada tiene que ver con el Marxismo. Y es que mismo en la cuestión fundamental de la filosofía se diferencian, para el Marxismo-Leninismo esa cuestión no es otra que la relación entre la materia y el conocimiento, la relación entre el ser y el pensamiento, en cambio según la Idea Juche esta cuestión fundamental de la filosofía es la relación entre mundo y hombre, la posición de éste y el papel que desempeña en el mundo, el Juche tiene una visión totalmente antropocéntrica, que sitúa al hombre como el dueño de todo y quien lo decide todo, y es que el Juche está plagado de rasgos idealistas y metafísicos como “la voluntad del hombre” o como los que vimos en el apartado anterior. Esto va en contra de la concepción materialista y dialéctica de la historia, según la cual las ideas y las sensaciones son un reflejo de la realidad primaria, objetiva, que existe por sí misma, independientemente de la voluntad del hombre y su mente, porque la materia es objetiva, se encuentra fuera de la conciencia. Esta visión antropocéntrica de la Idea Juche es contraria al Marxismo-Leninismo, según el cual la posición del hombre en el mundo, en la sociedad, está determinad por un orden social específico, fuera del marco social existente, solo es posible definir al hombre en términos idealistas y metafísicos. El Marxismo lo contextualiza tanto en la historia como en la sociedad, el Juche no hace esto, el Juche separa al hombre de su clase social, lo considera como una abstración individual, lo que provoca perpetuar el capitalismo y defender posiciones idealistas. El Juche ve al hombre como abstracto y dice que tiene la capacidad de transformar tanto la naturaleza como la sociedad por su propia voluntad, como refleja aquí Kim Jong Il: “El movimiento social cambia y se desarrolla por su propia voluntad y por el papel que ejerce su sujeto con iniciativa (masas populares)” Esta postura totalmente idealista como no tiene cabida en el marxismo pues para nosotros, los marxistas, “la libertad de voluntad no es más que la capacidad de poder decidir con conocimiento de causa”, para nosotros “la libertad consiste en el dominio sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, basado en el conocimiento de las necesidades naturales; por eso es necesariamente un producto de la evolución histórica.”(Engels). Por lo tanto tenemos al Juche como una ideología idealista y metafísica, contraria al Marxismo, y por lo tanto enemiga. Pero las diferencias entre Juche y Marxismo no son solo sobre “el hombre” o la transformación de la sociedad, aunque sean importantísimas ya que de este modo el Juche niega el materialismo dialéctico y pierde todo carácter revolucionario y marxista, pero no es lo único.
Juche, una teoría nacionalista
El Juche carece de todo carácter internacionalista, es una teoría nacionalista que además defiende que “el hombre” solo ha de preocuparse por la revolución en su país, como reflejó Kim Il Sung: “La revolución y su construcción vienen de las actividades conscientes del hombre y para establecer la Idea Juche hay que ser consciente de que uno es el dueño de la revolución y de su desarrollo, pensando y haciéndolo todo, centrando la revolución en el país de uno mismo y solucionando todos los problemas que éste pueda tener mediante la iniciativa y el talento individual de cada uno.” Como vemos además de carecer de carácter internacionalista se muestra como algo individualista. Esto no acaba aquí, para el Juche la nación es caracterizada por la comunidad de sangre, el lenguaje y la región, aunque como rasgos más importantes destaca los lazos sanguíneos homogéneos y un mismo lenguaje, en cambio, en la concepción Marxista-Leninista, la nación es caracterizada por una comunidad de lenguaje, el territorio, la vida económica y la comunidad psicológica, esto se refleja en la cultura y marca la identidad nacional. La concepción Juche de la nación no dista mucho de la de los nazis, y es que por ejemplo tenemos citas como “Nuestra nación es una nación homogénea descendiente de Tangun que ha compartido solo una línea de sangre durante 5000 años” , esta mistificación de la nación, hablando sobre un grupo étnico homogéneo es totalmente despreciable, nuestra sangre es totalmente heterogénea, somos mestizos. Y es que el Juche es una ideología totalmente nacionalista y que no le importa la lucha de clases mientras se defienda la nación, una nación que al igual que como vimos antes con el hombre está tratada desde posturas idealistas, metafísicas y místicas, es decir, totalmente en contra de la naturaleza dialéctica de las leyes objetivas que gobiernan el mundo, por lo tanto en contra del Marxismo-Leninismo.
¿Socialismo sin dictadura del proletariado?
En el anterior Ciclo Revolucionario las teorías revisionistas se hicieron las hegemónicas en el MCI, llevando a situaciones donde un país se proclamaba socialista sin existir la dictadura del proletariado en él, proponiendo otras formas de Estado más democráticas en términos burgueses, fue lo conocido como socialismo real, donde el proletariado no tenía el poder y por lo tanto no empleaba el Estado como un arma para acabar con la sociedad clasista, lo que existía eran posturas conciliadoras entre clases. Corea del Norte también carece de dictadura del proletariado, por lo tanto no puede ser socialista, pero no es de extrañar que los Kim y sus seguidores hablen de socialismo cuando Kim Il Sung siempre apoyó a ese revisionismo, ejemplo claro fue su apoyo a Gorbachov: “Este nuevo cambio que se está produciendo en la Unión Soviética es impensable al margen de las actividades energéticas del camarada M.S. Gorbachov, un firme marxista-leninista”. Y es que Kim Il Sung no veía necesaria la dictadura del proletariado en Corea del Norte, en cambio en 1948 definió al Estado de la RPDK como un Estado basado en la dictadura conjunta de varias clases, la unión de un frente unido “democrático”, donde incluso tenían cabida los capitalistas nacionales. Es bien sabido por todo comunista que la dictadura del proletariado es el órgano que emplea el proletariado para acabar con la sociedad clasista y avanzar hasta el comunismo, no un Estado en el que existen posturas conciliadoras entre clases, como Corea del Norte. Por lo tanto en Corea del Norte no existe dictadura del proletariado, lo que a su vez implica que no exista socialismo (aunque está claro que la existencia del socialismo no se puede limitar a que haya dictadura del proletariado, pero es algo fundamental), aunque en 1958 el PTC se molestase en presentarla como la dictadura del proletariado pese a existir varias clases. La solución que da el kimilsungismo a esto es que la convivencia pacífica entre clases llevará a que los burgueses nacionales acepten la línea proletaria, como vemos con estas palabras de Kim Il Sung: “Los elementos capitalistas que aún permanecen en la ciudad y el país tienen que ser (…) remoldeados en las líneas socialistas, en lugar de expropiarlos.” Es decir, dejémosles seguir con su forma de producción, ya si eso algún día se darán cuenta de que el socialismo es mejor. Y esto lleva a que nos encontremos con que la economía de Corea del Norte no es una economía socialista, el tipo de economía que sigue la RPDK es un capitalismo monopolista de Estado donde un grupo de esos capitalistas burocráticos estatales son quienes dirigen todo. Y es que toda esta concepción errónea del socialismo, esa convivencia entre clases, lleva a que ese Estado autoproclamado socialista funcione de forma neocapitalista, con un permanente contrato social que se basa que el Estado cuidará de las masas mientras éstas trabajan por y para el honor y bienestar de la nación, de esta forma mantiene a las masas enajenadas bajo la falsa bandera roja a la vez que siguen siendo explotadas. Todo esto viene dado por ese nacionalismo que se antepone a la lucha de clases, por convivir pacíficamente con la burguesía y por basarse en una ideología metafísica e idealista.
Centralismo democrático
Uno de los principios básicos del Marxismo-Leninismo es el centralismo democrático, en cambio en Corea del Norte no existe tal forma de organización. La sociedad se organiza de una forma que recuerda a la de una familia patriarcal, se podría decir que los Kim funcionarían como un cabeza de familia, que junto con el puñado de capitalistas dominan al resto, si bien es cierto que el cargo de presidente de la RPDK no es hereditario, los Kim siempre se hallan en el poder, eso se contrapone totalmente al centralismo democrático, todo funciona de una manera totalmente paternalista, como vimos antes, el Estado y su líder cuidarán de las masas siempre que estas contribuyan al bienestar de la nación. Es un modo de crear unas masas pasivas, obedientes, sin ningún poder, es como tener un ejército de robots. Muchos dirán que no se está teniendo en cuenta la cultura oriental, pero claro que se tiene en cuenta, pero estos son principios enemigos del marxismo, que recuerdan más al fascismo, encuadrando a todas las personas, independientemente de su clase, en lo que llaman en la RPDK “masas populares”, esa concepción de nación, un pueblo sin poder, etc, que hasta al más revisionista de los marxismos. Otros nos venderán que hay elecciones, que todos pueden optar al poder, que todas las masas pueden dirigir, pero si nos fijamos en quién puede presentarse a las elecciones nos encontramos con que esa persona ha de tener unos méritos reconocidos por el Partido y por la sociedad de su distrito, algo que tampoco tiene que ver con el marxismo, ya que nos pone ante una meritocracia totalmente diseñada por “el cabeza de familia” y el puñado de capitalistas, como podemos observar en palabras de Alejandro Cao de Benós (delegado especial del Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero de la RPDK): “Normalmente las elecciones a la Asamblea Popular Suprema son cada 5 años -actualmente 687 diputados- . La mayoría de edad es a los 17 y ya se puede elegir y ser elegido. Las listas se conforman de acuerdo a los méritos de la persona, se necesita el apoyo popular para incluir el nombre en la lista. En las listas hay miembros del Partido del Trabajo de Corea, Partido Social-Demócrata, Partido Chondoista e independiente.”.De esta forma evitan que las masas adquieran conciencia revolucionaria, contraponiéndose a la estrategia comunista de que las masas estén en los órganos de Nuevo Poder siendo educadas y gestionando el poder político a la vez que adquieren conciencia para sí. Por lo tanto podemos observar que poco pinta el proletariado en la RPDK, quien manda es el PTC junto a los Kim y el pequeño grupo de capitalistas, las masas trabajadoras simplemente están para producir y “cuidar” de la nación, nada más.
Culto a la personalidad
No es una cuestión de monumentos a Kim Il Sung o de plazas con su nombre, es algo más serio, y es que el culto a la personalidad en Corea del Norte es de unos niveles estratosféricos. Como vimos cuando definíamos al Juche, el líder juega un papel principal en esta filosofía, es quien interpreta y da forma a las aspiraciones de las masas, quien las dirige, de quien dependen. El calendario Juche que citamos al inicio del artículo es otra muestra de este culto a la personalidad, es decir, se ha llegado a crear un calendario a medida de los Kim, a medida de su filosofía. Pero quizás la mayor muestra sea en la propia Constitución de la RPDK, al principio de ella podemos observar: “La República Popular Democrática de Corea es la Patria socialista del Juche, que encarna la ideología y dirección del gran Líder, camarada Kim Il Sung, quien: Fue fundador de la República Popular Democrática de Corea y padre de la Corea Socialista; Creador de la inmortal idea Juche y organizador y conductor bajo esta bandera de la Lucha Revolucionaria Antijaponesa, en cuyo proceso estableciera las gloriosas tradiciones revolucionarias y lograra la histórica causa de la restauración de la Patria, fundó la República Popular Democrática de Corea sobre los sólidos cimientos que estableciera para la constitución de este Estado soberano e independiente en las esferas política, económica, cultural y militar”. Cómo puede haber marxistas que justifiquen este culto a la personalidad, que a su vez está totalmente relacionado con el paternalismo que vimos en el apartado anterior y con cómo las masas están totalmente enajenadas. Esto llega a tal nivel que el aniversario de la muerte del hijo del “gran líder” las masas salen a la calle y lloran desconsoladamente como veremos en un vídeo que enlazaré a continuación:https://youtu.be/tZsVP2WoE9E , ¿qué es eso? ¿cultura oriental?, perdonen pero si pretenden justificarlo todo con lo de cultura oriental bájense del autobús de los marxistas, esto es culto a la personalidad en toda regla, y sumado a lo que hemos citado anteriormente es un despropósito llamar marxistas a eses personajes que como dijo Hoxha de Kim Il Sung, son unos vacilantes, megalómanos revisionistas.
Conclusión
Como hemos podido ver a través de este artículo, Corea del Norte no es socialista, no es marxista, en cambio es una sociedad paternalista, con un increíble culto a la personalidad, militarizada, donde el proletariado no tiene el poder y simplemente obedece al Kim de turno y a los capitalistas estatales. Corea del Norte es un capitalismo monopolista de estado, seguidora de una ideología metafísica, idealista, nacionalista y de valores abstractos. Ante la situación actual es normal que se den casos de desesperanza entre los marxistas, en los que nos agarramos a cualquier cosa que no lleve una bandera de USA, pero eso no es una actitud marxista, esa no es nuestra tarea, hemos de ser críticos y ser capaces de analizar para poder transformar, Corea del Norte no es socialista y va en contra de nuestros principios filosóficos, económicos y organizativos, por lo tanto, por mucho que luche contra el imperialismo americano, no es un país a apoyar, es un país al que criticar y al que no cederle un palmo entre los marxistas, por supuesto que también hay que ejercer una crítica contra las experiencias socialistas que hemos tenido, pero también es importante este tipo de crítica, no podemos permitir que el revisionismo más rancio penetre en nuestras filas y hemos de combatirlo siempre ideológicamente, haciendo que la línea revolucionaria sea la victoriosa. Nuestra tarea actual es la reconstitución ideológica del comunismo, superando las limitaciones del anterior ciclo revolucionario, creando el Partido y rearticulando el proyecto revolucionario mundial, no apoyar al revisionismo y seguir atrapados en las limitaciones que impidieron derrotar al capitalismo a nuestros heroicos camaradas del anterior ciclo. No es fácil aceptar que ahora mismo no existe el socialismo en el mundo, pero es necesario aceptarlo para poder avanzar.
1 Las masas populares es un concepto que bajo los parámetros que emplea la RPDK, engloba a todas las personas independientemente de su clase, que apoyen el proceso revolucionario.