Comunicado del Comité Central del Partido del Trabajo Democrático.
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En España en los últimos años ha habido grandes avances en materia de igualdad y derechos para las personas de la comunidad LGTB, pero la igualdad plena y el fin de la marginación de personas por su orientación sexual no se ha conseguido todavía. Sigue habiendo numerosos casos de violencia contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, y sigue habiendo muchos problemas a la hora de normalizar social y culturalmente su condición. Sin olvidar que la situación de los derechos LGTB en los países del Sur Global, sigue siendo medieval en muchos casos.
Además esto se da en un contexto político en el que fuerzas reaccionarias se organizan y presionan a todos los niveles para revertir derechos con el punto de mira en esta comunidad.
Consideramos por tanto que sobran las razones para seguir movilizándose y organizándose, no solo para ampliar derechos, sino también para defender los existentes.
Este año viene marcado por una intensa polémica dentro del movimiento sobre la demanda de la autoidentificación legal de género. Es algo sobre lo que debemos pronunciarnos.
En el PTD apoyamos la mejora de los protocolos y procedimientos clínicos y legales para acceder al cambio de género legal. Creemos que hay un campo grande de mejora de esos procedimientos, reducir su carga clínica y evitar discriminaciones y presiones innecesarias.
Entendemos también que esto no es lo mismo que la autoidentificación legal de género. La también conocida como AutoID o autodeterminación de género, el cambio legal de género ante el Estado (con todas sus consecuencias legales) mediante una sencilla declaración de la persona interesada, es una demanda de máximos de un determinado sector del movimiento. La leyes trans aprobadas en muchas de las comunidades autónomas, contra lo que pudiera parecer, no llegan hasta este punto.
Esta demanda concreta está generando un agrio debate en el movimiento, con un intercambio de acusaciones exageradas (como la equiparación de quienes defienden esta demanda concreta con misóginos y machistas, y de quienes la rechazan como tránsfobos). Esto no es más que un cruce de falacias lógicas del hombre de paja para caricaturizar y tergiversar los argumentos del adversario y ahorrarse el tener que entrar al fondo de la cuestión.
Consideramos que las dudas y críticas, serias y fundadas, presentadas por una parte del movimiento feminista (y también del movimiento LGTBI) sobre la demanda de la autoidentificación legal de género deben ser tenidas en cuenta. Estas críticas expresan preocupación sobre el impacto negativo que puede tener una medida así sobre asuntos tan importantes como la aplicación en la práctica de todo el conjunto de medidas legislativas destinadas a proteger a las mujeres de la violencia machista e impulsar la igualdad. Estas críticas tienen un base sólida que no se puede despejar con una simple acusación de transfobia.
Desde nuestro punto de vista, en el fondo de esta discusión hay una disputa filosófica e ideológica muy profunda, que gira en torno a la concepción que tenemos de la relación entre la realidad material objetiva y nuestra percepción subjetiva de la misma en tanto que individuos o grupos y clases sociales.
Una lógica plenamente subjetivista, aplicada a los grupos sociales que sufran discriminación y situación de subalternidad social estructural, pondría en cuestión los fundamentos legales de las leyes y las normativas que les protegen. Normativas que se basan precisamente en esa realidad material objetiva que les cualifica para formar parte de uno u otro grupo social, y no en la percepción subjetiva de los individuos sobre su pertenencia o no a esos grupos.
Las leyes que protegen a las mujeres de la violencia machista, son un ejemplo de este tipo de leyes. La legislación laboral sería otro ejemplo, pero basado en la relación social entre el capital y el trabajo. En otros países, hay leyes antirracistas o para proteger a minorías nacionales y pueblos indígenas, que no se basan en la subjetividad y la AutoID de los individuos. Pensemos en el impacto que tendría esta nueva lógica subjetivista en todas estas leyes.
Llamamos a la responsabilidad de los partidos políticos y organizaciones más importantes del movimiento, pues han de fomentar y cuidar la unidad del movimiento para que este avance. La mejor forma de hacer esto es cimentar la unidad en las demandas de mínimos comunes compartidas por todo el movimiento que sirvan para fortalecerlo. La autoidentificación legal de género no figura entre ellas.