¿Es el empleo asalariado un buen invento? ¿Por qué trabajamos como lo hacemos? ¿Los robots nos van a quitar el trabajo?
Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos en un momento de incertidumbre, conscientes de que las relaciones laborales han cambiado drásticamente: nuestros padres tuvieron un solo trabajo en su vida, nosotros tendremos distintos a lo largo de nuestra vida, y nuestros hijos tendrán una media de siete trabajos a la vez.
Los trabajadores, los sindicatos y los reguladores ya están reaccionando ante los nuevos paradigmas laborales como las plataformas digitales o el teletrabajo, y pueden verse los efectos en los sistemas de pensiones o en la educación. Todas las piezas del tablero se mueven y la adaptabilidad es y será la principal virtud para hacer frente a retos presentes y futuros.