Respecto al golpe militar en Chile, guardó completo silencio ante la descarada
intervención de la CIA norteamericana, que terminó por ser reconocida hasta por la
propia CIA, enjuiciada en una Comisión del Senado norteamericano, luego de ser
ampliamente denunciada por sectores democráticos en el mundo entero.
Por otra parte, al elevar a los representantes burgueses de los países del llamado
«tercer mundo» a la calidad de «fuerza motriz de la historia», aliándose de
preferencia a ellos, ¿no se opone así y de otras maneras, a que los pueblos se
* Ibid.
** Ibid.
25
levanten en su contra y a la dirección revolucionaria de la lucha de liberación? ¿No
hace lo mismo en los países calificados como «segundo mundo», al llamar a
fortalecer los ejércitos y los pactos militares y económicos de que se sirven el
imperialismo yanqui y los monopolios de cada país para imponer su dominación
allí? ¿No es esto colocar la «coexistencia» y las relaciones diplomáticas, por sobre los
deberes del internacionalismo proletario, a fin de forjar su propia esfera de
influencia y de hegemonía mundial?
El comentario del PCCH a la Carta Abierta del PCUS, que estamos citando,
continua diciendo: «El imperialismo aplica sus planes de agresión y de guerra no
solamente frente a los países socialistas, sino todavía por todas partes del mundo y
él se dedica a reprimir el movimiento revolucionario de los pueblos y naciones
oprimidas. En esas circunstancias, los países socialistas deben, de concierto con los
pueblos del mundo entero, combatir resueltamente la política de agresión y de guerra
del imperialismo, llevar contra el una lucha para responderle medida por medida.
Esta lucha de clases, a veces intensa y a veces menos aguda, es inevitable».
«Nosotros estimamos -concluye- que la línea general de la política exterior de las
países socialistas debe traducir el principio fundamental de la política exterior de los
países socialistas y englobar el contenido esencial de ella. ¿Y cuál es este principio?
Es el internacionalismo proletario. Lenin ha dicho: “La alianza con los revolucionarios
de los países avanzados y con todos los pueblos oprimidos contra los imperialistas
de cualquier pelaje, tal es la política exterior del proletariados”».
Al parecer Teng Siao-Ping, que se niega en su país a diferenciar los gatos blancos de
los negros para promover a los contrarrevolucionarios, por lo que toca a las superpotencias,
realiza una clara diferencia... en favor del imperialismo norteamericano y
de sus lacayos, con quienes sólo anhela coexistir pacíficamente, olvidando por
completo el internacionalismo proletario.
Todo el análisis realizado, tanto de las formulaciones como de la práctica de la
política internacional china, muestran sin dejar lugar a dudas que la línea
internacional de Teng Siao-Ping y su equipo, nada tiene que ver con la línea
internacional de Mao Tse-Tung y de los marxista-leninistas. Por el contrario, casi
punto por punto, es una reedición adaptada claro está a las nuevas condiciones
históricas de la línea internacional oportunista, chovinista y reaccionaria de
Jruschov y sus sucesores.
Podrán argumentarnos, Teng Siao-Ping y aquellos que lo han «rehabilitado» contra
la voluntad última del camarada Mao y de las masas populares chinas, que tal
política internacional comenzó a aplicarse estando aun en vida el camarada Mao y
que era, por consiguiente, «su política». Sin embargo, este argumento no vale nada
para quién conozca la complejidad de la vida política en China, el poderío que allí
han tenido las fuerzas revisionistas y la extremadamente aguda lucha de clases por
la que ha pasado este país.
En China vive la cuarta parte de la humanidad y tan sólo el Partido Comunista de
China, tiene más de treinta millones de militantes. Una de las características del
complejo proceso de lucha entre las dos líneas en China: la línea proletaria y la
línea burguesa, ha sido la existencia de lo que se ha calificado como «reinos
independientes», es decir, reductos o frentes de actividades en los cuales ha
predominado la línea revisionista por largos periodos. A ellos se refiere,
precisamente, la consigna de la Revolución Cultural: «reconquistar aquella parte del
poder usurpado por los seguidores del camino capitalista».
26
Frente a enemigos poderosísimos, apoyados por el imperialismo y el Social-
Imperialismo, los marxista-leninistas chinos con el camarada Mao a la cabeza, no
podían obtener victorias simultáneamente en todos los frentes: el de la cultura, el
del Partido, el de la producción, la educación, las Fuerzas Armadas, la política
exterior, etc. Eso no significa que no hayan combatido a los oportunistas en todos
los frentes.
En el Pekín Informa N° 45 de Noviembre de 1977, en el extenso articulo llamado «La
teoría del Presidente Mao sobre la división en tres mundos, importante contribución
al marxismo-leninismo», en el que se intenta maquillar un poco el engendro
revisionista de Teng Siao Ping y, sobre todo, desesperadamente, venderlo como
opiniones del camarada Mao Tse-Tung, se reconoce la oposición que existió a la
línea de Teng Siao-Ping (presentada, claro está como de Mao Tse-Tung). Se señala:
«En nuestro país, había quienes se oponían con rabia a la teoría del Presidente Mao
sobre la división en Tres Mundos, eran los Cuatro -Wang Hung-wen, Chang Chunchiao,
Chiang Ching y Yao Wen-yuan- Blandiendo la bandera más ‘revolucionaria’,
ellos se oponían a que nuestro país sostenga al tercer mundo, se una con todas las
fuerzas susceptibles de ser unidas y combata al enemigo más peligroso. Ellos han
intentado sabotear el establecimiento de un frente único internacional contra el
hegemonismo y han perturbado la lucha que nuestro país libra contra el
hegemonismo, a fin de satisfacer las necesidades del social-imperialismo soviético».
Descontando la natural falsificación de sus puntos de vista, que no están en
condiciones por ahora de rectificar, la cita anterior demuestra que los dirigentes
mencionados, entre los que está la propia esposa de Mao Tse-Tung y que jugaron
un importante papel en estrecha unidad ideológica con éste, en la Revolución
Cultural Proletaria y en la lucha contra el intento de Teng Siao-Ping de anular sus
conquistas, combatieron, también, la línea internacional de Teng Siao-Ping y sus
secuaces.
Por otra parte, a través de esta carta abierta hemos demostrado cuales eran los
principios de la política internacional marxista-leninista del camarada Mao, en
completa oposición a los principios revisionistas que preconiza en este terreno
(como en otros), Teng Siao Ping. Lo hemos hecho, ya sea citando directamente las
obras del camarada Mao editadas antes de su muerte, o bien, escritos de la
polémica pública contra el revisionismo contemporáneo, que todos han reconocido
como redactados bajo su dirección y orientación personal.
En sus obras y en esos escritos polémicos, el camarada Mao sostiene, que: la
dominación política colonial del imperialismo continúa bajo la forma de neocolonialismo
a través de lacayos del imperialismo; que la liberación nacional es el
fruto de la lucha de clases en el interior del país sometido al imperialismo, de una
revolución contra éste y contra las fuerzas internas que sirven de instrumento a su
dominación; que esta revolución de liberación nacional, para ser exitosa, sólo puede
ser dirigida por el proletariado y no por la burguesía; que no es posible la liberación
a través de meros intentos de independencia económica, impulsados por la
burguesía; que la fuerza motriz de la historia es la lucha de clases, son los pueblos
del mundo, encabezados en nuestra época por el proletariado y sus partidos de
vanguardia; que el proletariado en los países capitalistas avanzados, para
conquistar el poder e instaurar el socialismo, así como para combatir a las superpotencias,
debe luchar contra su propia burguesía monopolista; que «es inadmisible
borrar el contenido de clase de la contradicción entre el campo socialista y el campo
imperialista y no ver en ella una contradicción entre los Estados de dictadura del
proletariado y los Estados de dictadura de la burguesía»; que la existencia de
27
Estados socialistas, ha cambiado el carácter y la perspectiva del movimiento de
liberación nacional, que marcha ahora -bajo dirección proletaria- al socialismo y no
al desarrollo capitalista, bajo dictadura burguesa; que los Estados socialistas deben
practicar, como esencia de su política exterior, el internacionalismo proletario y no
subordinarlo a la coexistencia pacífica ni menos al chovinismo y hegemonismo; que
es posible evitar una nueva guerra mundial a través de la lucha de los pueblos y
haciendo avanzar la revolución; que es preciso combatir firmemente, tanto a la
super-potencia imperialista norteamericana como a la super-potencia socialimperialista
soviética, oponiéndoles un frente único de los pueblos del mundo, bajo
dirección proletaria.
Teng Siao-Ping, por el contrario, propicia: que la dominación política colonial ha
desaparecido en lo esencial y que sólo restan formas «residuales» del colonialismo;
que es posible «salvaguardar» y «consolidar» esta independencia a través de un
cambio «en las relaciones económicas internacionales»; que la liberación nacional
será el fruto de las acciones de los «países del tercer mundo», entendiendo por tales,
básicamente, a sus gobiernos burgueses, por los general, lacayos del imperialismo y
opuestos al pueblo; que tales fuerzas burguesas que controlan los gobiernos de los
países del «tercer mundo» son, no sólo la fuerza dirigente de la liberación nacional,
sino la «fuerza motriz de la historia universal»; que el proletariado en los países
capitalistas desarrollados del llamado «segundo mundo», debe aliarse con su
burguesía monopolista y fortalecer los pactos militares y otros instrumentos de
dominación del imperialismo Yanqui y de dicha burguesía monopolista, so pretexto
de la amenaza de un ataque «inminente» por parte del social-imperialismo; que no
existe el campo socialista y que China, no obstante ser socialista, pertenece al
«tercer mundo», constituido, en esencia, por países colonizados ó sometidos a través
del neo-colonialismo al imperialismo o al social-imperialismo; que tales países del
«tercer mundo», al «igual» que China, pueden desarrollarse económicamente
terminando con «el estado de pobreza y de retardo», sin hacer la revolución de
liberación nacional ni la revolución socialista; que la política exterior de China es,
en lo fundamental, una política de coexistencia pacífica y no una política basada en
el internacionalismo proletario; que la tercera guerra mundial es inevitable e
inminente, estimulando de hecho a los aliados del imperialismo norteamericano a
fortalecer sus armamentos, ejércitos y pactos militares, para hacer frente al socialimperialismo
y frenando en función de eso la lucha de clases. Todos estos
conceptos, revisionistas hasta la médula, o han sido expresados directamente por
Teng Siao-Ping y quienes le secundan o, como lo hemos demostrado, se desprenden
de la propaganda que apoya su línea, así como de las actuaciones concretas a las
que han conducido la política exterior China.
Ahora bien, cabe preguntarse ¿quiénes afirman que Teng Siao Ping y sus
inspiradores o sus seguidores, aplican fielmente la línea internacional del camarada
Mao, pretenden hacernos creer que éste cambió de la noche a la mañana en ciento
ochenta grados los principios de su política internacional, sin consignar por escrito
este cambio y sólo murmurándolo en secreto al oído de Teng Siao Ping y otros de
su calaña? Y, lo que es aun más grave, ¿pretenden, hacernos creer que el camarada
Mao combatía públicamente la línea internacional revisionista de Jruschov y de los
«Jruschov» chinos como Teng Siao-Ping, y que impulsaba en secreto una línea
revisionista y antimarxista?
Jamás conseguirán que nuestro Partido crea eso. Lo que si sabemos, es que debido
al inmenso prestigio que han tenido las formulaciones políticas del camarada Mao y
al afecto y admiración que le profesan el pueblo chino y los pueblos del mundo, sus
28
enemigos han debido «levantar la bandera roja» de sus ideas y hacerse pasar por
fieles interpretes de ellas, para oponérseles y combatir esas ideas.
¿No es eso lo que hacia en su «reino independiente» forjado en el EPL Lin Piao, en
circunstancias que el camarada Mao, como ha sido demostrado, tenía profundas
diferencias políticas e ideológicas con él? ¿No es eso lo que hicieron aun antes, Liu
Shao-Chi, Teng Siao-Ping y otros inveterados revisionistas en sus «reinos
independientes», enquistados en el Partido, en el aparato estatal, en el frente
cultural y otros, hasta ser derribados por la Revolución Cultural?
El que la lucha haya sido prolongada (y lo sea aun ahora en que a través de un
golpe de Estado ha retomado la iniciativa), y haya tomado un tiempo considerable el
desenmascararlos y derribarlos inicialmente a través de la Revolución Cultural,
¿significa acaso que el camarada Mao estaba de acuerdo con ellos y que no
combatió en su contra?
Ciertamente que no.
El propio Mao Tse-Tung denunció en numerosas ocasiones el hecho de que sus
enemigos hacían uso y abuso de su nombre y hasta de algunas citas parciales de
sus obras, para combatirlo y combatir la esencia de su pensamiento. En la carta
dirigida, el 8 de Julio de 1966, a su esposa la camarada Chiang Ching, el camarada
Mao expresa su profundo descontento por la forma en que Lin Piao utiliza sus
escritos y expresa: «después de mi muerte, cuando la derecha se haya apoderado del
poder»...«la derecha explotara mis palabras para izar definitivamente la bandera
negra, pero eso no les acarreará felicidad».
Dirá, así mismo, a Edgard Snow: «de todos los que gritan ¡viva Mao Tse Tung!, un
tercio es sincero, otro tercio se suma a la mayoría, y el resto, por último, se compone
de hipócritas». Por nuestra parte estamos convencidos que Teng Siao-Ping y sus
secuaces se encuentran en este último tercio, el de los hipócritas.
La «rehabilitación» de Teng Siao-Ping poco después de la muerte del camarada Mao
y el papel decisivo que aquel jugó en las relaciones internacionales de China cada
vez que logró infiltrarse en el poder, torciendo el rumbo de la justa política
internacional que se aplicó en los momentos de auge de la polémica internacional
contra el revisionismo y de la Revolución Cultural, muestran claramente que, pese
a su lucha, el camarada Mao Tse Tung y los marxista-leninistas del PCCH, no
alcanzaron a dar una batalla a fondo en dicho «reino independiente» de la política
exterior y a ganar esa batalla.
Lo que no cabe duda es que jamás Mao Tse-Tung y los marxista-leninistas del
PCCH, habrían confiado a Teng Siao-Ping, uno de los principales blancos de la
Revolución Cultural, destituido por segunda vez poco antes de la muerte del
camarada Mao, por conspirador y por oponerse a las conquistas de la Revolución
Cultural, la misión de interpretar y revisar por completo su línea política
internacional.
Después de conocer la política internacional de Teng Siao-Ping y su camarilla,
fundamentalmente revisionista y reaccionaria, nuestro Partido no puede tampoco
aceptar la versión entregada después de la muerte del camarada Mao, de que Uds.,
Teng Siao-Ping y los que por complicidad o miedo le secundan, representan en este
momento en China sus ideas y los intereses del pueblo. Para nosotros está muy
claro. Se ha cumplido lamentablemente la profecía que hiciera el camarada Mao y,
después de su muerte, «la derecha se ha apoderado del poder», izando la «bandera
negra» de la contrarrevolución.
29
Lo que Uds. han hecho es un golpe de Estado de derecha, promoviendo a gran
cantidad de jefes militares destituidos por la Revolución Cultural; eliminando en el
ultimo Congreso a más de la mitad del anterior Comité Central del PCCH; y
reprimiendo brutalmente a sectores de base del Partido, a dirigentes marxistaleninistas
del mismo y a las masas que se han opuesto a vuestra usurpación del
Poder.
Al iniciar la Revolución Cultural Proletaria el camarada Mao señaló: «Los
representantes de la burguesía que se han infiltrado en el Partido, en el gobierno, en
el ejército y en los diferentes sectores del dominio cultural constituyen un puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios. Si la ocasión se presentara, ellos arrebatarían el
Poder y transformarían la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía».
Pues bien, Teng Siao-Ping, era uno de los más importantes cabecillas de ese
«puñado de revisionistas contrarrevolucionarios» y, por ello fue destituido por la
Revolución Cultural.
Más aún, Mao Tse-Tung dijo de gentes como Teng: «Son fieles lacayos de la
burguesía y del imperialismo con los cuales ellos se emplean en mantener la ideología
burguesa de opresión y de explotación del proletariado, así como el régimen
capitalista; ellos se oponen a la ideología marxista-leninista y al régimen socialista...
La lucha que ellos llevan contra nosotros es una lucha a muerte en la cual no existe
absolutamente igualdad. La lucha que nosotros llevamos contra ellos no puede ser,
por lo tanto, sino una lucha a muerte».
Posteriormente, Teng Siao-Ping, fingiendo arrepentirse de sus posiciones
revisionistas y autocriticándose prometió solemnemente: «nunca intentar la
revocación del veredicto», refiriéndose a los principios y conquistas de la Revolución
Cultural. De este modo, él y su corte de seguidores, se hicieron pasar por
«arrepentidos» y fueron infiltrándose nuevamente y recuperando, paso a paso,
importantes cargos en el Partido, en el Estado y en las Fuerzas Armadas. Teng
Siao-Ping, en Abril de 1973, aparece por primera vez en un banquete publico; poco
después, recupera su anterior cargo de vice-ministro; en Agosto de ese mismo año,
es restituido como miembro del Comité Central; en 1974, se infiltra ya en el Buró
Político y se le entregan responsabilidades de reorganización de las Fuerzas
Armadas, integrándose, al mismo tiempo, a la Asamblea Popular; en Abril de ese
año, levanta ya públicamente en las Naciones Unidas sus tesis revisionistas sobre
política internacional. En Enero de 1975, en la X Sesión plenaria del CC elegido en
el Décimo Congreso del PCCH, se hace designar vice-presidente del Comité Central.
El mismo mes, en la cuarta Asamblea Popular, a la que no asiste el camarada Mao,
es nombrado vice-primer- ministro y jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas,
asumiendo de hecho, por la enfermedad del primer ministro Chou En Lai, sus
funciones como tal.
A esas alturas se siente ya suficientemente fuerte como para lanzarse al ataque
contra las conquistas de la Revolución Cultural, pese a sus hipócritas promesas de
respetarlas. Elabora en oposición a ellas los documentos: Programa General de
Trabajo para todo el Partido y todo el País; Proyecto de Informe sobre el
Trabajo de los Institutos Científicos; y Algunos Problemas Relativos a la
Aceleración del Desarrollo Industrial.
Todos estos documentos, así como sus actividades revisionistas, profundamente
opuestas a la Revolución Cultural, son combatidas por el camarada Mao, así como
por los marxista-leninistas del PCCH y por las masas populares. El centro de
ataque de Teng Siao-Ping, es oponerse al desarrollo de la lucha de clases del
30
proletariado chino contra la burguesía, así como el reforzamiento de la dictadura
del proletariado.
Para ello, tiene incluso la osadía de tergiversar las directivas al respecto del propio
Mao Tse-Tung, opinando: «Las directivas del presidente Mao a propósito del estudio
de la teoría para impedir y prevenir el revisionismo, acerca de la unidad y
estabilidad, sobre el desarrollo de la economía nacional constituyen el programa
general de trabajo para todo el Partido, todo el Ejército y todo el país. Para acelerar el
desarrollo industrial, es necesario atenerse bien a este programa».
El camarada Mao repudia de inmediato esta orientación revisionista y señala: «¡Qué
significa! “tomar las tres directivas como eje!”. Estabilidad y unidad no quieren decir
supresión de la lucha de clases; la lucha de clases, es como la cuerda clave de una
red y todo el resto son mallas». Refiriéndose, así mismo, directamente a la actitud de
Teng Siao-Ping señaló: «De los labios para afuera, él ha jurado de no cuestionar las
condiciones establecidas, no se le puede creer». Y luego: «Sucede que la Revolución
Socialista les cae sobre su propia cabeza, y así durante la cooperativización agrícola
ya hubo en el Partido quienes se opusieron, y cuando se critica el derecho burgués,
su sentimiento es de rechazo. Se está haciendo la Revolución Socialista, sin embargo,
no se comprende donde está la burguesía. Está justamente dentro del Partido
Comunista, y son los dirigentes seguidores del camino capitalista en el Partido. Los
seguidores del camino capitalista continúan todavía su camino».
Y señaló, además: «Esta persona (Teng Siao-Ping) no se empeña en la lucha de
clases; nunca ha mencionado esta clave. Sigue todavía con su “gato blanco o gato
negro”, sin hacer distinción entre el imperialismo y el marxismo.» «El no entiende
marxismo-leninismo; representa la burguesía».
¿Puede caber alguna duda, que el camarada Mao, estaba firmemente encabezando
la lucha de quienes combatían contra el nuevo «viento de derecha», levantado por
Teng Siao-Ping y sus secuaces?.
Comenzando el año 1975, Mao Tse-tung, encabezando el PCCH, lanza una gran
campaña por fortalecer la dictadura del proletariado y restringir, a través de ella,
los restos del derecho burgués aun vigente en China. Señaló: «¿Por qué Lenin habla
de la necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Es preciso tener una clara
comprensión sobre esta cuestión. La falta de claridad al respecto conducirá al
revisionismo. Hay que hacerlo saber a toda la nación». «Nuestro país practica ahora el
sistema de mercancías, un sistema salarial que es también desigual, como el de ocho
categorías, y cosas por el estilo. Esto, sólo puede ser restringido bajo la dictadura del
proletariado. En virtud de lo anterior, será muy fácil para gentes como Lin Piao
montar el sistema capitalista si escalan el Poder».
Esta y Otras instrucciones del camarada Mao, desencadenaron un profundo
movimiento de masas de estudio de las características de la dictadura del
proletariado, analizadas por los clásicos del marxismo y de lucha contra los restos
del derecho burgués en China. Precisamente, como respuesta a este llamamiento de
fortalecer la dictadura del proletariado, es decir, intensificar la lucha de clases
contra la burguesía y contra el derecho burgués, comenzó a movilizarse febrilmente
Teng Siao-Ping, como cabecilla de los más recalcitrantes «seguidores del camino
capitalista».
Finalmente, caen en la desesperación ante el avance de la lucha de clases y
planifican y promueven el intento contra-revolucionario de la plaza Tien An Men. A
raíz de dicho incidente, ocurrido en Abril de 1976, se reúne el CC del PCCH y, a
31
instancias del camarada Mao, se aprueba: «unánimemente destituir a Teng Siao-
Ping de todos sus cargos dentro y fuera del Partido», pues, «el Buró Político del
Partido Comunista de China considera que la naturaleza de la cuestión de Teng
Siao-Ping ya se ha convertido en la de contradicción antagónica», expresa el
comunicado hecho público. «Centenares de millones de civiles y militares», según
las publicaciones chinas, celebran y apoyan esta decisión.
En el mitin realizado en la plaza Tien An Men, Wu Te, miembro del Buró Político del
Comité Central del PCCH, primer Secretario del Comité municipal de Pekín y
presidente del Comité Revolucionario de esa ciudad, expresó: «En estos días, cuando
estábamos estudiando las importantes instrucciones del gran líder el Presidente Mao,
contraatacando el viento derechista destinado a derrocar los justos veredictos,
empeñándonos en la revolución y promoviendo la producción, un ínfimo número de
elementos malvados con segundas intenciones se han aprovechado del día Qingming
para provocar premeditadamente un incidente político, enfilando directamente su
punta de lanza contra el presidente Mao y el Comité Central del Partido, en un vano
intento de cambiar el rumbo principal de crítica a la línea revisionista de Teng Siao-
Ping, seguidor del camino capitalista reacio a corregirse, y de contraataque al viento
derechista tendiente a cancelar las justas conclusiones. Debemos tener una clara
comprensión de la naturaleza reaccionaria de este incidente político, poner al
descubierto las intrigas y maquinaciones, elevar la vigilancia y no caer en sus
trampas. Las grandes masas revolucionarias y los cuadros revolucionarios de todo el
municipio deben tomar la lucha de clases como clave y movilizarse de inmediato para
defender con acciones concretas al Presidente Mao, el Comité Central del Partido, la
línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao y la gran capital de nuestra patria
socialista, dar resueltos golpes a las actividades contrarrevolucionarias de sabotaje,
fortalecer y consolidar aún más la dictadura del proletariado y desarrollar la
excelente situación. ¡Unámosnos en torno al Comité Central del Partido encabezado
por el Presidente Mao para conquistar mayores victorias!.»
Por su parte, Hua Kuo feng, en los funerales del camarada Mao, señaló: «La gran
Revolución Cultural Proletaria, que el camarada Mao desencadenó y dirigió él mismo
encarnando los intereses y las aspiraciones de la clase obrera, de los campesinos
pobres y medios de la capa inferior que anhelaban continuar la Revolución, ha
quebrado los complots de restauración urdidos por Liu Shao chi, Lin Piao y Teng Siao-
Ping, sometida a la crítica su camarilla revisionista contrarrevolucionaria ha sido
posible retomar la parte de los poderes que ellos habían usurpado en el seno del
Partido y el aparato del Estado, asegurando así la progresión victoriosa de nuestro
país en la vía del marxismo-leninismo».
A los pocos meses de muerto el camarada Mao, violando todas sus decisiones que
dicen hipócritamente respetar, en la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central
elegido en el X Congreso, han cambiado el acuerdo unánime anterior del CC de
destituir a Teng Siao-Ping, restableciéndolo en todas sus funciones y altos cargos.
Al mismo tiempo, los cercanos compañeros de lucha del camarada Mao, contra
Teng Siao-Ping y sus secuaces han sido vilmente calumniados, reprimidos y
«excluidos para siempre del Partido».
Posteriormente, en el comunicado del XI Congreso del PCCH, pretenden hacer creer
que las «decisiones» allí impuestas, entre ellas: la represión contra los colaboradores
más cercanos del camarada Mao; la «rehabilitación» de Teng Siao-Ping y la decisión
de dar por concluida la Revolución Cultural, han sido adoptadas de acuerdo a las
«directivas» y «decisiones» del camarada Mao Tse-Tung. Más aun, plantean que
32
dichas medidas represivas, sirven para «proclamar el fin victorioso de la primera gran
Revolución Cultural Proletaria de nuestro, país, que ha durado once años».
¡Verdaderamente, vuestro cinismo y cobardía no tienen límites!
Ustedes, insultan al camarada Mao después de su muerte y hacen escarnio de él,
de sus ideas y de sus decisiones, anteriores y últimas, contra los revisionistas y en
particular contra Teng Siao-Ping. ¿Realmente ustedes piensan que los marxistaleninistas,
que hemos conocido las últimas directivas y decisiones del camarada
Mao, entre ellas la destitución de Teng Siao-Ping, somos imbéciles o tan serviles
ante ustedes que aceptaremos pasivamente un fraude tan monstruoso?
Resulta ahora, que aquellos a los que el camarada Mao calificara de «puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios»; «Fieles lacayos de la burguesía y del
imperialismo»; opositores a la «ideología marxista-leninista y al régimen socialista» y
en «lucha a muerte» contra los marxistas, como es el caso de Teng Siao-Ping y los
que le secundan ya sea por cobardía o por íntima convicción reaccionaria, son los
«depositarios de la línea y de las decisiones del camarada Mao» y quienes han
llevado, después de su muerte, a su «fin victorioso» la Revolución Cultural, a la que
siempre se opusieron a muerte.
¡Verdaderamente Uds. están en camino de superar con creces a Jruschov y sus
sucesores, que se dicen continuadores de Lenin! Ni los comentaristas de la prensa
burguesa y revisionista le creen tales mentiras y han interpretado sin vacilaciones
vuestras acciones, como «la derrota de las ideas de Mao Tse-Tung» y la «liquidación
de la Revolución Cultural», hechos de los cuales, por cierto, se regocijan.
La lucha y la victoria del pueblo chino contra el imperialismo y el feudalismo; la
Revolución Socialista China y la gran Revolución Cultural Proletaria, todas ellas
dirigidas a través de la aplicación del marxismo-leninismo a la realidad concreta de
China y del desarrollo creador de esta teoría realizados por el camarada Mao Tse-
Tung, constituyen un patrimonio de todos los pueblos del mundo y, en particular,
de los marxista-leninistas. No permitiremos que los revisionistas que han usurpado
transitoriamente la dirección del glorioso Partido Comunista de China y del Estado
Chino enloden, tergiversen y liquiden este patrimonio.
En particular, por lo que concierne a la época actual, en que vastos sectores de
masas en todo el mundo se encuentran desconcertados al conocer lo que ocurre en
los países pseudo-socialistas, donde revisionistas como vosotros han restaurado ya
el capitalismo, y en circunstancias que las fuerzas reaccionarias profitan de este
hecho para combatir al marxismo y al socialismo auténticos, presentando a tales
Estados como «socialistas», consideramos de la máxima importancia defender la
lucha que el camarada Mao y los marxista-leninistas chinos libraran, a la cabeza de
las masas, por la Revolución Cultural Proletaria.
Allí se realizó un grandioso esfuerzo por consolidar y desarrollar un auténtico
régimen socialista, en casi la cuarta parte de la humanidad; por poner
efectivamente la política proletaria al mando; por impulsar la lucha de clases en
pleno régimen socialista, para terminar con la ideología, los hábitos y costumbres
burgueses en la superestructura y con los restos del derecho burgués; por impulsar
a las grandes masas a que tomaran en sus manos los asuntos del Estado y
derribaran los «reinos independientes», donde se habían enquistado los burócratas
revisionistas.
Como lo demuestran los trágicos hechos acaecidos después de la muerte del
camarada Mao, la Revolución Cultural no alcanzó a cumplir plenamente sus
33
cometidos. Sin embargo, nuestro Partido piensa que hoy, más que nunca, se
confirma su justeza, precisamente, al hacerse patente la naturaleza siniestra,
reaccionaria y anti-marxista de los enemigos que puso en evidencia y combatió.
Esto se hará aun más evidente en el futuro a medida que, a través de sus acciones,
se vayan desenmascarando.
Nuestro Partido, el Partido Comunista Revolucionario de Chile, está dispuesto a dar
su contribución, aunque sea modesta, a la lucha por la defensa del socialismo en
China, de la dictadura del proletariado, de las conquistas inmortales de la
Revolución Cultural Proletaria y del pensamiento de Mao Tse-Tung, contra los
revisionistas que controlan temporalmente el Poder en China.
Creemos que la lucha actual contra los revisionistas chinos y sus seguidores,
constituye una nueva etapa de la ya antigua lucha del marxismo-leninismo contra
sus tergiversadores revisionistas. Los propios marxista-leninistas chinos, con el
camarada Mao a la cabeza, nos han enseñado en el documento: «Los dirigentes del
PCUS son los mayores escisionistas de nuestra época», que: «La lucha por el
marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario es también una lucha par la
unidad del movimiento comunista internacional. La perseverancia en los principios es
inseparable de la defensa de la unidad», sacando luego, tres conclusiones: "En
primer lugar, que, como todas las cosas del mundo, el movimiento obrero
internacional siempre tiende a desdoblarse; en segundo lugar, la historia del
movimiento comunista internacional nos muestra que, en los distintos periodos
históricos del desarrollo de éste, la lucha entre los defensores de la unidad y los
escisionistas es, en el fondo, una lucha entre el marxismo-leninismo y el oportunismo
y revisionismo, entre los que persisten en el marxismo y los que lo traicionan; en
tercer lugar, la historia del movimiento comunista internacional nos muestra que la
unidad proletaria se consolida y desarrolla en la lucha contra el oportunismo, el
revisionismo y el escisionismo. La lucha por la unidad es inseparable de la lucha por
los principios».
Lenin, por su parte, señalaba: «sin lucha no es posible el esclarecimiento, y sin
esclarecimiento no es posible avanzar con éxito, no es posible una unidad sólida. Los
que sostienen la lucha en la actualidad no quebrantan en ningún modo la unidad.
Esta ya no existe, ya está quebrantada y lo está en toda la línea... La lucha abierta y
directa es una de las condiciones necesarias para restaurar la unidad».
Por nuestra parte, anhelamos que esta lucha sea verdaderamente esclarecedora y
nos lleve a todos a profundizar en las raíces del revisionismo contemporáneo, de
modo de combatirlo con mayor eficacia.
Frente a esta nueva corriente revisionista, nuestro Comité Central ha acordado por
la unanimidad de sus miembros y expresando la opinión de la totalidad de sus
militantes, romper sus relaciones de Partido con la camarilla revisionista que, a
través de un golpe de Estado, ha escamoteado el poder y la dirección del Partido
Comunista de China después de la muerte del camarada Mao y combatirla
públicamente.
No rompemos con el pueblo chino ni con el glorioso Partido Comunista de China,
sino con quienes, contra la voluntad de ambos y del camarada Mao y haciendo uso
de la violencia y de intrigas contrarrevolucionarias, han usurpado transitoriamente
el Poder en China.
Estamos seguros que vuestro regocijo durará poco tiempo. Tenemos plena fe en las
palabras escritas por el camarada Mao en 1966 a su esposa, la camarada Chiang34
Ching, en las que señaló profetizando vuestro futuro: «En China, desde que el
emperador fue derribado en 1911, ningún reaccionario ha sido capaz de mantenerse
por mucho tiempo en el poder. “Si la derecha lleva a cabo un golpe de Estado anticomunista
en China, estoy seguro que no conocerá tampoco la paz, y muy
probablemente su dominación será de corta vida, ya que esto no podrá ser tolerado
por ninguno de los revolucionarios, que representan los intereses del pueblo,
constituido por más del 90% de la población.» «Conclusión: las perspectivas son
brillantes, pero el camino es tortuoso. Estas dos formulaciones continúan siendo
válidas».
COMITÉ CENTRAL
PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO
DE CHILE
Santiago de Chile, Noviembre de 1977.
---------------