José Antonio Labordeta ha muerto este sábado de madrugada en el hospital Miguel Servet a la edad de 75 años tal y como han informado desde el partido al que pertenecía, Chunta Arogonesista (CHA). El cáncer de próstata diagnosticado en el 2006 había causado que en los últimos meses no pudiera salir de su casa, y que por ejemplo tuviera que recoger en su propio domicilio el 6 de este mismo mes la Gran Cruz de la Orden Civil Alfonso X El Sabio, entregada por los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Educación, Ángel Gabilondo.
Conocido en los últimos tiempos por el programa de RTVE “Un país en la mochila”, ese hombre de aspecto bonachón que recorría los pueblos de España hablando con las gentes rurales fue durante muchos años profesor (nombrar como curiosidad que uno de sus alumnos fue Federico Jiménez Losantos), cantautor, escritor y político.
Su carrera como músico comenzó a finales de los años sesenta, participando de una generación de cantautores que tenían sus referentes en la “chanson francesa” más politizada y que tenía a su máximo exponente en George Brassens. Después de sus comienzos amateur es en 1974 cuando graba su primer álbum “Cantar i callar” y donde ya dejaba claro su querencia por la gente del campo y su compromiso con los más humildes. Su siguiente trabajo, “Tiempo de espera”, contenía su canción más significativa, “Canto a la libertad”, que muchos ven en ella el verdadero himno de Aragón aunque no cuente con la oficialidad.
A lo largo de los años sucesivos siguió publicando discos a un buen ritmo. Viendo su estilo, donde la palabra cobra gran fuerza, no es extraño discernir que el mundo de la literatura no le era ajeno, de hecho llegó a él antes que al de las canciones. Su mayor creación se centra en libros de poemas como “Sucede el pensamiento” o “Sonatas”, aunque también se dedicó a glosar sus viajes y a los paisajes que conocía (“Un país en la mochila, “Aragón en la mochila”). Tampoco rechazó recopilar sus memorias, como hizo en “Banderas rotas” o más recientemente y centrado en su labor como diputado "Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados”. Su última publicación estuvo dedicado a reflexionar sobre su enfermedad, "Regular, gracias a Dios”. No hay que olvidar su colaboración en la fundación del semanario aragonés y antifranquista “Andalán”
Otra de sus facetas que en los últimos años le dotó de popularidad es su carrera política. A pesar de haber confesado que nuca pensó en dedicarse profesionalmente a ella, y de ser un “rara avis” entre sus “señorías, socarrón, irónico y algo melancólico, la “carrera” que comenzó militando en el Partido Socialista de Aragón (PSA), siendo candidato al Congreso por Unión Socialista en 1977, como independiente por el Partido Comunista de España en 1979 y por IU en 1989, fue como miembro de Chunta Aragonesista (CHA) cuando salió elegido diputado por Zaragoza en 2000 y 2004, siendo el representante de este partido aragonesista en el Congreso de los Diputados desde el año 2000 hasta el 2008.
La anécdota que le llevó a ocupar minutos en los medios de comunicación, mandando a “la mierda” a los diputados del Partido Popular, puede servir como perfecta despedida de que lo significó Labordeta, un hombre totalmente enfrentado a esa forma de hacer política, y de vivir, basada en el oropel y la apariencia pero alejada de la realidad y del hombre común, muy al contrario de lo que siempre fue, y por lo que luchó, él.
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Que la tierra te sea leve compañero.