Como ya comenté en una ocasión el líder de los comunistas húngaros, Gyula Thürmer fue observador internacional durante las elecciones en Bielorrusia. Los comunistas húngaros ya publicaron un comunicado donde Thürmer comentaba su experiencia y consideraba que las elecciones habían sido totalmente democráticas. Ahora han vuelto a lanzar otro comunicado, más detallado. Os hago un resumen porque dice unas cosas interesantes:
http://www.kommunista.net/hir/megfigyeltem-lukasenko-elnokot
Según Thürmer hubo casi mil observadores internacionales. Thürmer explica que para que alguien se pueda presentar como candidato a presidente necesita reunir 100 mil firmas. Según Thürmer, los partidos de oposición han realizado trampas a la hora de conserguir las 100 mil firmas para poder presentar a sus candidatos (100 mil firmas no es nada fácil de conseguir). En las listas de firmas presentadas por estos partidos figuraban por ejemplo fallecidos.
Respecto a la campaña electoral, en su opinión en Bielorrusia fue moderada. Vamos que las ciudades no estaban llenas de carteles políticos, como puede pasar en Hungría, aunque los había.
Cuenta el camarada Thürmer, que cuando llegó a Minsk, pensaba que le indicarían el lugar exacto al que debería ir para observar y controlar las elecciones. Pero se sorprendió de sobremanera cuando sucedió todo lo contrario. Le dieron libertad para elegir los lugares donde quisiera estar presente, su acompañante le dijo que podía ir allá dónde quisiera. Thürmer se interesó por los distritos de obreros, también por distritos, digamos "intelectuales" y por los militares. Quiso visitar además distritos en los que tradicionalmente la oposición había obtenido buenos resultados. Según Thürmer, las autoridades le permitieron sin ningún problema cumplir su plan.
En los distritos electorales Thürmer coincidió con observadores de la oposición. No sabían nada de él (ni mucho menos que era comunista y simpatizante de Lukashenko), solo que había venido de Hungría. Según Thürmer era evidente que no hacían más que intentar buscar cualquier fallo o error para protestar. Por ejemplo una de las protestas es que había un policía en el colegio electoral (algo permitido por la ley bielorrusa).
Thürmer dice que en su opinón la oposición estaba realizando un "juego" inmenso. Sabían que no podían ganar, así que intentaban provocar para conseguir que si el gobierno bielorruso daba algún paso en falso, poder luego desacreditar las elecciones.
Así que la oposición organizó antes de las elecciones incluso numerosas acciones de provocación. Por ejemplo organizaron manifestaciones. Incluso indicaron desde el principio que el 19 de diciembre se manifestarían si sus candidatos no ganaban. Y aquí viene una cosa importante. Para manifestarse hay que anunciar la manifestación en la policía, como en cualquier país por ejemplo de la UE. Esta ley no cuenta si se trata del periodo electoral (en ese caso no es necesario este paso). Solo que la manifestación de la oposición no fue parte de la campaña electoral, sino que empezó después de las elecciones. Por lo tanto, según la ley bielorrusa (y de, por ejemplo, muchos países de la UE), hay que anunciar la manifestación en la policía, si no lo hacen, es una manifestación ilegal. Lo que quiere decir que la manifestación de la oposición del 19 de diciembre, a las 19 horas (justo cuando acabaron las elecciones oficialmente), fue una manifestación ilegal según las leyes bielorrusas (y de los países de la UE).
Según Thürmer el gobierno reaccionó con la cabeza fría e intentando en todo momento actuar de acuerdo a la ley. Thürmer dice que por otro lado, no se veía policía por las calles de Minsk el día 19.
Además hay cosas que no se han comentado mucho en los medios. Por ejemplo que el 18 de noviembre del 2010, apenas un mes antes de las elecciones, Daniel Russel, secretario asistente del Departamento de Estado para asuntos Europeos y Eurasia. Russel celebró diversos encuentros con destacados miembros de la oposición, pero no con Lukashenko.
Según Thürmer los EEUU y la UE están aplicando con Bielorrusia una política de guerra fría e intentando manipular la situación política del país, disgustados por la política independiente que está siguiendo Lukashenko y por su negativa a privatizar la economía, y sectores importantes de la administración, así como la enseñanza o la sanidad, o a permitir la entrada de las multinacionales.