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    STALIN, ESTRATEGA DE LA GRAN GUERRA PATRIA Y LA DERROTA DEL FASCISMO

    Dzerjinskii
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    STALIN, ESTRATEGA DE LA GRAN GUERRA PATRIA Y LA DERROTA DEL FASCISMO Empty STALIN, ESTRATEGA DE LA GRAN GUERRA PATRIA Y LA DERROTA DEL FASCISMO

    Mensaje por Dzerjinskii Miér Mar 23, 2011 8:45 am


    Discurso de Hysni Milloshi, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Albania el 2 de mayo de 2003

    (Publicado por los camaradas de Revolución Cultural: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    1. El rol de José V. Stalin en el rescate de la madre patria soviética y del conjunto de la humanidad del fascismo no sólo fue colosal e irremplazable, sino que fue también decisivo. Cuando escribimos esta frase "victoria sobre el fascismo", pensamos a Stalin e igualmente cuando escribimos el nombre "Stalin", pensamos en la victoria sobre el fascismo.

    Como Albanés, estoy muy honrado de tomar la palabra en este encuentro internacional de Bruselas para rendir homenaje al gran Stalin que fue no sólo el más grande estratega político y militar de la Segunda Guerra mundial, sino también el más grande estratega militar de todas las épocas.

    2. Concediendo al papel de Stalin la dimensión de factor decisivo en la victoria sobre el fascismo durante la Segunda Guerra mundial, no niego el papel del Ejército Rojo, ni el heroísmo legendario del pueblo soviético, ni la contribución de los órganos dirigentes de los Estados Mayores, etc.

    El problema, es que el Ejército Rojo, el pueblo soviético, el Partido comunista bolchevique de Stalin deberían evaluarse como una entidad indisociable, del seno a la cual Stalin surge y brilla cual espíritu infalible, único timonel del cual dependende la derrota o la victoria. No sólo el destino del pueblo soviético, sino también de los pueblos del mundo puesta en peligro por el fascismo estaba unida y dependía de la actitud y las capacidades de Stalin en tanto como factor de la victoria o la derrota contra el fascismo.

    3. En esta gran guerra patriótica, la masa gigantesca del Ejército Rojo y de los pueblos soviéticos tenían la necesidad vital de un dirigente genial como Stalin, sin el cual habrían podido errar como el Judío en el desierto y sufrir la derrota. El tiempo probó que con Stalin, la Unión Soviética iba a ser invencible y victoriosa en la más grande guerra de toda la historia de la humanidad. Más tarde, el tiempo iba aún probar que sin Stalin, el pueblo soviético y el socialismo habrían sufrido la tragedia. Es un hecho de que el Ejército Rojo existió en tanto una masa de soldados y generales en uniforme, incluso después de la muerte de Stalin, del mismo modo que el pueblo soviético sobrevivió a su desaparición, pero es un hecho también que hoy, ni la Unión Soviética, ni su Ejército Rojo existen aún. ¿Por qué esta destrucción y esta disolución se produjeron? Porque a la cabeza de la Unión Soviética, faltaba un Stalin. Porque se había traicionado el ideal de Stalin. Porque se había rechazado el estandarte que llevaba el nombre de Stalin.

    4. Hoy, de la misma forma que los ejércitos de Mussolini e Hitler anteriormente, los ejércitos angloamericanos y sus aliados, contrariamente a los principios de derecho de las naciones, han atacado Irak de una manera fascistas, según la estrategia de ocupación del mundo pedazo tras pedazo, cometiendo horribles crímenes a la vista de los pueblos del mundo, opuesto en todos los continentes a esta guerra injusta e ilegal. Pero la guerra se continuó de todas maneras, desde entonces, la humanidad vive en la ansiedad y el terror de cara a este peligro fundamental.

    La Organización de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, son un cuerpo muerto que no ofrece ninguna protección, ni ninguna seguridad a los pueblos. La guerra por el petróleo en Irak hoy, es la guerra también de mañana contra los otros pueblos e incluso la propia Rusia. Hoy el mundo no dispone de una Unión Soviética socialista, ni de un Stalin para oponerse a la máquina de la guerra fascista de nuestro tiempo. Las cosas siguieron otro cariz en la época de la Segunda Guerra Mundial. Lleno de esperanza, todo los pueblos antifascistas del mundo volvió a sus ojos hacia Stalin y a la Unión Soviética. Los revolucionarios tenían una confianza absoluta en Stalin. El 22 de junio de 1941, los nazis alemanes anunciaban a Ernst Thälmann, encarcelado: "Hitler atacó a la Unión Soviética y, ahora, es el final de su Stalin." El glorioso Alemán Ersnt Thälmann respondió con tanto orgullo que de firmeza: "Ahora, es el final de vuestro Hitler. Stalin ganará."

    5. En la actualidad, cincuenta años después de la época de Stalin, hay 50 veces más partidos comunistas en el mundo, pero no tienen la fuerza, ni el nivel de la época de Stalin y esto es porque mucho de estos partidos no siguen la vía de Stalin y la burguesía les asusta hasta el punto de tener miedo de mencionar su nombre. Enver Hoxha, el más grande partidario de la figura y la personalidad de Stalin del siglo pasado, declaró clara y precipitadamente, en la reunión de los 81 partidos comunistas y obreros del mundo entero, en Moscú, en noviembre de 1960: "Todos nosotros debemos proteger el buen trabajo de Stalin, y el que no lo hace es un oportunista y un cobarde." Los partidos comunistas y obreros no tomaron en cuenta de ninguna manera esta advertencia y progresivamente, se ahogaron en el pozo del temor: el oportunismo y el revisionismo. Enver Hoxha previno que el hecho de traicionar a Stalin significaría al mismo tiempo que se traicionaba a Lenin, lo que iba a causar la inevitable decadencia del campo socialista e incluso la disolución de la gran Unión Soviética. Esta advertencia ya no se tomó en serio y la tragedia termino por producirse. El campo socialista y la Unión Soviética se fundieron como sal en el mar. Un proverbio albanés dice "es mejor tarde que nunca". El que se considera como un comunista y un revolucionario debería reconsiderar la personalidad de Stalin en todos los ámbitos de su actividad y demostrando una objetividad marxista-leninista. Si los partidos comunistas del mundo entero no retoman la bandera de Stalin y no descienden en los campos batalla proletarios como verdaderos marxista- leninistas, no cabe duda que se extinguirán a uno a uno en sus clubes y sus reuniones.

    6. Los méritos de Stalin durante la Segunda Guerra Mundial son numerosos. En esta breve declaración, sólo mencionaré algunos. El plan "Barbaroja" de Hitler, contra la Unión Soviética, el 22 de junio de 1941, estaba destinado al fracaso porque éste sólo se basaba en una ideología fascista de supremacía racial y en una industria de guerra, y no previó realmente la potencia que le iba oponer la Unión Soviética durante esta justa guerra de confrontación, tanto de parte del Ejército Rojo como de las guerrillas y la supremacía del sistema socialista y de Stalin mismo en su condición de dirigente popular y estrategia militar. José Stalin había trabajado de manera ejemplar para reforzar la defensa de su país, demostrando perspicacia y de vigilancia frente al peligro fascista que amenazaba al pueblo soviético y a la humanidad entera.

    Es un hecho histórico muy conocido que la Internacional comunista, quien Stalin dio una contribución de primer orden durante los años 30, había dado del mundo entero la alarma de la amenaza fascista. Stalin había analizado claramente esta amenaza durante el 18° Congreso del Partido comunista de la Unión Soviética, en 1938.

    7. Contrariamente a estos hechos, los enemigos y los traidores acusaron a Stalin, bajo el pretexto que no había previsto la amenaza fascista, de no reforzar la frontera con Alemania, que se había hecho poco por modernización del Ejército Rojo, en cuanto a los tanques, la artillería y la aviación y además la agresión había tomado a la Unión Soviética por sorpresa el 22 de junio de 1941. ¿De qué sorpresa y de qué ausencia de perspicacia los enemigos, los traidores y los especuladores hablan?. Este hecho histórico es conocido en todo el mundo: Stalin, previendo la guerra contra Alemania, había propuesto al bloque anglofrancés, desde 1939, crear un bloque antihitlérien pero el campo anglofrancés se negó, porque esperaba presionar a Hitler a hacer la guerra contra la Unión Soviética, a consecuencia de lo cual que Daladier y Chamberlain se frotaban las manos. No sólo Stalin había previsto la guerra, sino que además, no fue tomado por sorpresa. Negar los méritos de Stalin durante la Segunda Guerra mundial es tan absurdo, como querer meter todos los ríos, mares y océanos del planeta en un tubo de penicilina. Las bajas acusaciones contra Stalin simplemente no tienen fundamento.

    8. Ante los restos mortales de Lenin, el 26 de enero de 1924, Stalin hizo el juramento que iba a construir y a reforzar al Ejército Rojo. Stalin estaba convencido de que la situación de paz en el país era temporal y consideró esta situación como un respiro temporal de la guerra. Stalin cumplio su palabra: construyó y reforzó al Ejército Rojo. Pero había hecho otros juramentos, en este triste día, esencialmente se trataba de la construcción socialista de la Unión Soviética. En su condición de gran arquitecto y combatiente del socialismo, su misión histórica era mostrar al mundo la potencia y la vitalidad de este nuevo sistema de economía socialista y mostrar al socialismo como un sistema mundial independiente.

    Stalin realizó efectivamente este objetivo de una importancia mundial. ¿Estos resultados espléndidos y de una rica inspiración, a la punta de la construcción del socialismo, no eran una fuerza en si mismo destinada a la defensa también?

    9. Es cierto que el nivel técnico del Ejército Rojo en el primer tiempo de la guerra no era comparable al del ejército alemán y esto, porque Hitler había puesto todo su potencial económico al servicio de guerra, utilizando los otros pueblos ocupados.

    Como Stalin no contemplaba la ocupación del mundo, no podía hacer la misma cosa que Hitler. Si se hubiese lanzado en una carrera de armamentos contra Alemania, este último habría saboteado la construcción del socialismo. Es bien cierto que la Unión Soviética necesitaba aún más tanques, artillería, de aviación, pero necesitaba también una industria automóvil, tractores, fábricas, centrales, estaciones hidroeléctricas con el fin de construir el socialismo. Durante todo este tiempo, Stalin había preparado el arma superior que iba a someter todas las otras armas, esta arma es superioridad del orden socialista, la cual iba a cavar la tumba de todo este orgullo desproporcionado de la Alemania nazi. A esta época, Stalin no podía actuar de la misma manera que los traidores que lo reemplazar lo hicieron, es decir, entrar en la carrera de armamentos con los nortemericanos y dejar pasar en plano segundo la potencia económica del país.

    Esta potencia militar, que procedía de la carrera de armamentos, siguió siendo un fuego de paja ante el imperialismo gracias a la ayuda de los revisionistas del interior, destruyó a la gran Unión Soviética. Cuando la guerra estalló, el 22 de junio de 1941, el gran Stalin transformó inmediatamente su industria civil en industria militar con la cual iba a producir las armas adecuadas que le permitirían enfrentar con éxito a la pérfida agresión hitlériana y, más tarde, hacer pasar su glorioso Ejército Rojo de la defensa activa a un potente contraataque vital que iba barrer los agresores de la tierra soviética y a liberar a todos los pueblos de Europa.

    10. Pienso que es inútil detenerse a otra acusación infantil lanzada contra el gran Stalin y que afirma que no habría reforzado sus fronteras con Alemania. Stalin no podía concentrar todas sus fuerzas en una única dirección, porque desde el otro lado de la frontera, Japón y su ejército amenazaban también, mientras una guerra no declarada se desarrollaba en el Hallhin-Goll donde Turquía podía constituir una amenaza.

    No se podrá nunca acusar a Stalin de la entrada provisional de los ejércitos alemanes sobre el suelo soviético. Desde siempre, las guerras reservan sus propias sorpresas. Los Alemanes atacaron el territorio soviético con casi 6 millones de hombres apoyados por una aviación colosal y de otros medios técnicos igualmente impresionantes. Para enfrentar esta ofensiva preparada de tal amplitud y que ponía en escena todas las fuerzas terrestres y aéreas del enemigo, era necesario operar una retirada activa provisional, sin permitir al enemigo, por ejemplo, de apoderarse de Leningrado, Moscú, Stalingrado o el Cáucaso. (Stalin tomó un cuidado particular que debe garantizarse la defensa de Leningrado, porque su pérdida en tanto por ser un importante centro industrial y naval, tendría por la consecuencia facilitado la progresión de los Alemanes hacia Moscú y aún habría complicado la situación. El legendario Leningrado, cercada durante 900 días, conoció 800.000 muertes, pero los Alemanes no pudieron tomarselo.

    Durante su epopeya, los heroicos combatientes y ciudadanos de Leningrado así como la flota del Báltico sostuvieron con firmeza la obra de Stalin como el comandante supremo. La importancia política y militar de la resistencia de Leningrad reside también en el hecho de que contribuyó extraordinariamente a garantizar la suerte de Moscú. Toda persona tanto o sea un poco a la corriente de las leyes del arte de la guerra no pueden afirmar que una derrota alemana habría sido posible a proximidad de la frontera soviética. Era indispensable efectuar un repliegue. Importaba también que este repliegue temporal de los ejércitos rusos no se hiciera en el pánico. Fue en efecto organizado un repliegue táctico, con objetivos estratégicos claros, durante el cual se golpea en permanencia al adversario, tanto en la línea de frente como en su retaguardia, garantizando al mismo tiempo una defensa inexpugnable, esto es lo que constituía una cuestión de vida o muerte para las importantes zonas estratégicas del país.

    11. José V. Stalin aportó esta contribución decisiva como dirigente supremo de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra mundial. Se trata de una contribución, que no habría podido ser capaz ningún otro general soviético, ni incluso ningún otro general en el mundo. La prueba enfrentada por Stalin durante la Segunda Guerra Mundial no habría podido ser superada por ningún otro dirigente militar politico del planeta.

    Durante esta gran guerra patriótica, Stalin asumió glorieusement las funciones importantes y vitales de Primer Secretario del Partido comunista de la Unión Soviética, de Presidente de los Comisarios del Pueblo, de Presidente del Comité de Estado de la Defensa, del Comandante supremo del Cuartel general y, sin ninguna duda también, de Presidente de las Relaciones internacionales. Estas altas funciones, ejercidas simultáneamente, no podían serlo sino por un hombre fuera del común, un fenómeno inigualado e incomparable, un hombre que no se lo podría comparar a ningún individuo de la historia de la humanidad, en resumen, un genio de múltiples dimensiones del temple de Stalin, es decir, un tipo de hombre del cual nació solamente un ejemplar en el mundo.

    Stalin asumió estas funciones con capacidad, con una inteligencia y una voluntad asombrosa. Asumió estas funciones primordiales a la manera de un Prometeo indomable o de un Anteo que habría tomado su fuerza del suelo y su pueblo, de la causa que defendía, de Marx y Lenin. Asumiendo estas funciones de manera honorable y gloriosa, José V. Stalin ganó el respeto merecido de toda la humanidad, e incluso el de sus adversarios ideológicos y políticos.Desafió todos los grandes estrategas militares conocidos de la historia, desde las Guerras Mundiales hasta nuestro tiempo y, por su obra, él se ha convertido en el más grande estratega de todas las épocas de la historia de la humanidad.

    12. José V. Stalin tiene el mérito incuestionable de dirigir la guerra de su pueblo durante la defensa de la madre patria soviética. Fue una gran guerra patriótica, la continuación de las guerras anteriores, desde Alexandre Nevski hasta al Koutouzov y demás Souvorov. No es una casualidad si durante la gran guerra patriótica, guardaba en su despacho los retratos de Koutouzov y Souvorov en compañía de los Marx, Engels y Lenin. Él mismo reveló con especial brillantez el patriotismo en el espíritu del pueblo soviético. Su extensa inteligencia, como un océano dorado, conocía perfectamente el valor inestimable del arma del patriotismo para un pueblo que luchaba por su supervivencia contra el peor monstruo de todas las épocas, al animal hitleriano.

    La unidad del conjunto del pueblo soviético, con sus distintas nacionalidades, lenguas y culturas, no fue ni espontánea ni un resultado del azar, sino que fue forjada con paciencia por el propio Stalin. Stalin había prometido a Lenin que iba a reforzar la unidad de trabajadores y campesinos de las distintas nacionalidades de la República del Soviético y lo cumplió. Rusos, Bielorrusos, Ucranianos, Uzbekos, Kirguizo, Armenios, Azevis, Tatars, Georgianos, etc. Todos tuvieron una patria, la Soviética. Todos tuvieron una bandera, la Soviética y como hermanos, se enfrentaron la muerte bajo la misma consigna: ¡"Por la Patria, por Stalin, adelante!." Si alguién, osa descaradamente hoy de poner en duda el mérito de Stalin de haber forjado esta unidad sólida entre las distintas nacionalidades, una cuestión se plantea:" ¿Por qué ellas se separan hoy y qué las ha separado?

    13. José V. Stalin, que había tomado en mano, con una absoluta capacidad, la situación después de la agresión de la Alemania nazi, permaneció en Moscú y es también a partir de Moscú que dirigió su país a lo largo de toda la guerra. No fue a refugiarse en búnkeres alejados a fin de salvar su pellejo. Permaneció en Moscú porque no podía dejar solo Lenin. La presencia misma de Stalin en Moscú inspiró la movilización legendaria de los Moscovites para defender la ciudad, allí donde Stalin había programado una gran resistencia para garantizar una primera victoria estratégica y esto, por todos los medios y a cualquier precio.

    Como estratega militar inigualable, Stalin dirigió la batalla de Moscú, con la misma voluntad de hierro y el mismo espíritu brillante cuya prueba iba a hacer durante todas las demás batallas y proporciona al heroico Ejército Rojo la posibilidad de pasar batallas defensivas y repliegues tácticos a rápidos contraataques y contraofensivas, confiando finalmente, de este modo, la iniciativa estratégica al Ejército Rojo. En cada guerra, el vencedor es el que toma la iniciativa estratégica. Si se pierde, incluso el mejor general del mundo perderá la guerra. No muy lejos de Bruselas, hay un lugar llamado Waterloo. Napoleón, el más grande general de su tiempo, fue vencido en Waterloo, unicamente porque había perdido la iniciativa en beneficio del general inglés Wellington. Moscú no se transformó en Waterloo. Moscú nunca fue Waterloo.
    Queda muy claro que en Moscú, la suerte de Waterloo fue la de Hitler y no de Stalin. Poco importa que Alemania haya perdido a 500.000 soldados y oficiales y millares de tanques y piezas de artillería sobre el frente de Moscú la Roja, esto que importa, esto es que a las puertas de Moscú, se rompió el mito de la invencibilidad alemana, porque Stalin tomó en mano la iniciativa estratégica y arrancar la primera gran victoria estratégica, que la batalla de Moscú colocó las bases de un gran cambio de dirección y las de la destrucción del ejército alemán.

    Las gloriosas llamas de Moscú ocuparon no sólo el cielo soviético sino también el cielo de todos los pueblos que combatían el fascismo. La batalla histórica de Moscú revistió pues una importancia internacional.

    14. José V. Stalin no se cegó por sus victorias ni tampoco dejarse desalientar por sus pérdidas. La victoria de Moscú colocó las bases reales de un importante cambio de dirección estratégico, pero no constituyó el cambio de dirección en sí. Fue en Stalingradoo, dónde tuvo lugar la mayor batalla de la historia de la humanidad, y es aquí que este cambio decisivo se produjo. Stalin ya había aprovechado esta nueva experiencia y, de conformidad con las nuevas circunstancias, adaptó de manera adecuada sus concepciones militares, había renovado como estratega y había efectuado los cálculos necesarios creando las reservas estratégicas necesarias y de otros medios técnicos necesarios para garantizar contraofensivas más amplias y más incisivas aún que el de Moscú.

    En los archivos de las guerras que ha sufrido la humanidad y que representan ya una montaña, no podrán encontrar a ningún otro estratega tan capaz de conocer y evaluar todos los teatros de operaciones y situaciones estratégicas sobre un frente también ancho, discutir de tarjetas y esquemas de operaciones también importantes, seguir todas las tareas de las órdenes y del Cuartel General sobre el frente y decidir también rápidamente los cambios necesarios, guardando el contacto con el conjunto de los principales generales e incluso con los simples ingenieros y técnicos, transfiriendo cuadros importantes de un puesto al otro, según sus capacidades y no según las condecoraciones que han obtenido.

    Talento como allí sólo tuvo un único ejemplar en el mundo, Stalin volvió posible lo que parecía imposible. Su gloria como comandante supremo no es de la de un mago de cuento, pero es la de una persona que soluciona los problemas en compañía de sus camaradas, de sus compañeros de armas, que asume sobre sus propios hombros las principales responsabilidades y pide a otros de desempeñar sus tareas correctamente, demostrando una disciplina de hierro, que escucha pacientemente y tiene en cuenta las observaciones válidas de los especialistas antes de tomar decisiones colectivas y prudentes. Es absolutamente falso decir que Stalin controlaba solo, con su "Yo" y que tomaba solo las decisiones estratégicas.

    Stalin no tomo ninguna de las decisiones estratégicas solo. En una unidad de pensamiento y acción, por supuesto, el genio de Stalin no podía sino brillar. En el proceso de la guerra, se señaló un gran cambio de dirección en todos los ámbitos de la defensa estratégica, y más concretamente en la defensa aérea donde, desde el principio, los Alemanes se habían mostrado superiores. Stalin en persona garantizó las medidas necesarias y procuró que en poco tiempo, la importante defensa aérea soviética pudiera paralizar los ataques alemanes. Stalin estaba a la cabeza de todos los principales organismos de guerra y tenía en mano el poder, pero se basó siempre en una potencia de pensamiento progresista que inspiró a otros, creando así la posibilidad de operar un cambio de dirección primordial sobre los ámbitos de batalla mismos.

    15. José V. Stalin tiene el innegable mérito histórico del cambio de dirección que significó la batalla de Stalingrado. Trabajando sin descanso con las capacidades de un genio, laborando entre 16 y 18 horas al día con un estilo y un método del más brillante, con una perseverencia legendaria, confia la iniciativa estratégica al Ejército Rojo. Esto se concretó con la batalla de Stalingrado, a las proporciones gigantescas y de una importancia internacional. Sin por ello descuidar los otros frentes, Stalin siguió la guerra no a no, segundo después de segundo, a fin de estudiar, crear y poner en práctica los planes de la contraofensiva de Stalingrado y esto, en cooperación con sus generales, cuyo muy especialmente Vassilevski y Joukov.

    La sorpresa estratégica de las operaciones que obtuvieron las tropas soviéticas a Stalingrado, de acuerdo con los planes de Stalin, así como el heroísmo legendario de la población de la ciudad hicieron posible la victoria de las tropas soviéticas y fue el principio del viraje esencial de la guerra en beneficio de la Unión Soviética. La batalla de Stalingrado, la mayor batalla de la historia de la humanidad, proyectada y dirigida por el gran Stalin, significó no solamente la producción del cambio de dirección esencial en favor de Unión Soviética, pero anunció también el final ineludible de la máquina fascista sobre todos los frentes antifascistas del planeta. Otras grandes batallas iban a seguir en las regiones de Koursk, Orilov, Bielgorod y cada una de entre ellas iba a ser coronada por una victoria.

    La historia se escribió en la sangre y con los sacrificios del pueblo soviético: la suerte de la guerra se selló en Stalingrado y en Koursk y no en Normandía. Stalin pretendía obtener de sus "aliados" angloamericanos que abriesen un segundo frente, pero éste se abrió demasiado tarde en 1944. La publicidad hecha por la burguesía alrededor de la batalla de Normandía tiene por objeto falsificar la historia, hacer pasar al primer plan al ejército norteamericano y al segundo plan el Ejército Rojo soviético. Los Americanos perdieron a aproximadamente 10.000 hombres en Normandía, esto no se puede compar a los aproximadamente 500.000 soldados del Ejército Rojo de Stalin que perdieron la vida solamente en el avance hacia Berlín, y aún menos a los 22 millones de soldados y ciudadanos soviéticos que pagaron con su sangre durante los cinco años de guerra necesarios para superar el fascismo. No debe refutarse el papel de los dos grandes aliados angloamericanos, pero conviene también no sobrestimarlo. Roosevelt, como lo había prometido a Stalin, cumplio su palabra y abrió un segundo frente en Normandía pero, se puede decir, a manera de conclusión, que si la batalla de Normandía no hubiera tenido lugar, la Segunda Guerra mundial –que el pueblo soviético y el Ejército Rojo que llevaron las mas dura carga- se habría ganado de todas maneras.

    16. Estas ideas grandiosas, que iban a cambiar la campaña de 1944 en un frente colosal, Stalin los discutió con sus cercanos colaboradores en su despacho, donde se dieron por correctas, después de que se decidió pues adoptar las medidas en vista de preparar las operaciones. Es de esta manera que comenzó la secuencia famosa de los diez golpes de Stalin.

    El primer golpe fue el de Leningrad y condujo a su liberación y a la liberación de una parte de Kalinine (auj. Tver). El segundo golpe tuvo lugar en Ucrania, permitió la liberación de Ucrania e hizo posible la ofensiva en Europa del Sureste, en la península de los Balcanes y en Rumania. El tercer golpe consigue la liberación de Crimea, Odessa y Sébastopol. El cuarto golpe se llevó en la región del lago Ladoga y causó la ruptura de la alianza entre Finlandia y Alemania. El quinto golpe garantizó la liberación de Bielorrusia, de una parte de Lituania y la Polonia oriental. Los sextos y séptimos golpes, llevados en las regiones de Kichinev e Iasi, garantizaron laliberación de Moldavia, el paso de las tropas en Rumania central, la proclamación de la guerra contra Alemania por esta misma Rumania y la liberación de Bulgaria. El octavo golpe, en la región báltica, permitió liberar Estonia y Letonia. El noveno golpe, en Hungría, retira este último país de la alianza con Alemania y garantizó la liberación de Belgrado y Yugoslavia. El décimo golpe, en el sector septentrional del frente Germanosoviético, permitió la eliminación de los fascistas en el sector polar soviético y en el sector noreste de Alemania.

    Estos golpes famosos, perfectamente planeados y dirigidos por Stalin, constituyen una página de oro en los anales históricos del arte militar mundial. Estos diez golpes de Stalin permitieron la liberación de la Unión Soviética y la casi totalidad de Europa, a excepción de Albania que, bajo la dirección del coronel Enver Hoxha, fue liberada enteramente por sus propias fuerzas y que, a continuación, con sus divisiones heroicas y legendarias, contribuyó también a la internacionalización de la guerra de liberación de Yugoslavia.

    Estos "diez golpes de Stalin" abrieron completamente la vía que iba a permitir llevar a cabo la última operación, la Operación Berlín y que iba a ser dirigido por Stalin, etapa por etapa, hora por hora. En el curso de esta operación, centenares de millares de soldados y funcionarios soviéticos iban a perder la vida, pero la sangre que pagaron garantizó la victoria final y a los 21h50 del 30 de abril de1945, el soldado soviético Jegorov desplegó la bandera con la hoz y el martillo en la cumbre del Reichstag. El gran general Vassili Ivanovitch Koutsouïetsov tuvo el honor de transmitir la gran noticiaa toda la humanidad. El mismo día, Hitler se suicidaba.

    En, mai 1945, la reddition inconditionnelle de l’Allemagne fasciste allait être proclamée. Si, dans les décennies à venir, les historiens devaient désigner de fait le commandant suprême de la Seconde Guerre mondiale, en se basant sur ses mérites et sa valeur, ils ne pourraient en désigner un autre que le généralissime Joseph V. Stalin.

    En el mes de mayo de 1945, la Alemania fascista se rinde incondicionalmente. Si en las próximas décadas, los historiadores debierán designar al comandante supremo de la Segunda Guerra mundial, al basarse en sus méritos y su valor, no podrían designar a otro que al generalisímo José V. Stalin.

    17. José V. Stalin desempeñó también un papel decisivo en las relaciones internacionales, durante esta misma Segunda Guerra Mundial. Era un político y un diplomático muy eminente en este ámbito. La coalición con los Angloamericanos tuvo una gran importancia. Fue una coalición entre los ejércitos de sistemas antagónicos, entra gente que era a la vez amigos y enemigos y requirió desde luego una gran inteligencia y la mayor prudencia. Stalin estaba a la cabeza de los Soviéticos durante las reuniones de la mayor importancia con Roosevelt y Churchill. Un diplomático y describió sus capacidades absolutas durante estas reuniones con simpatía y realismo como testigo ocular, Andrei Gromyko, pero más tarde, otros analistas y diplomáticos del campo adversario, como Henry Kissinger, dio prueba de mucha admiración por las capacidades de Stalin en cuanto a las relaciones internacionales.

    Una valoración muy elevada, muy realista nos fue transmitida por uno de los opositores más encarnizados de Stalin, el Inglés Churchill que entre otras cosas cosas, iba a decir él: "La gran suerte de Rusia fue que durante los años de las grandes pruebas, fue dirigida por este estratega inflexible que fue José V. Stalin. Fue una personalidad importante, notable e innegable. Stalin estaba impregnado de una energía extraordinaria, era un erudito, con una fuerte voluntad, inflexible, despiadado en el trabajo así como en los debates y que, yo mismo, a pesar de toda mi ciencia del Parlamento inglés, no habría podido contradecirlo en nada. La fuerza activa de su trabajo era tan grande, en él, que constituye un único caso, entre todos los Jefes de Estado en todas las épocas y de todos los pueblos. Stalin produjo fuertes impresiones muy sobre cada uno nosotros."

    Su influencia sobre el pueblo era innegable. Cuando entraba en el vestíbulo de la conferencia de Yalta, cada uno nosotros, como si se estuvieramos dirigidos, nos levantabamos y de manera sorprendente, guardabamos las manos sobre las costuras de los pantalones e inmoviles. El poseía una inteligencia profunda. Era un maestro único para descubrir soluciones a los problemas más difíciles e incluso en casos perdidos. Había creado y dirigía un país colosal. Era una persona que podía eliminar sus enemigos usando las manos de sus propios enemigos y él consiguió al hacernos combatir contra los impérialistes, a nosotros que él consideraba abiertamente también como tales. Stalin era tan grande que era incomparable en el mundo. Partió de nada y deja detrás si a una Rusia equipada de armas nucleares. Y al final, Churchill añade:" "Independiente de lo que se diga de él, ni la historia ni los pueblos no se lo olvidará."

    18. Igualmente, José V. Stalin tiene el gran merito también haber conferido al Partido comunista bolchevique un papel histórico durante la Segunda Guerra mundial. Stalin había prometido, delante de Lenin, que los comunistas soviéticos iban esgrimir bien alto y guardar limpio de toda mancha el título importante de miembro del Partido. Stalin cumplio palabra. Bajo su dirección, el Partido comunista de la Unión Soviética se sacó de encima la persona mezquina de Trotski y se empapó como un acero de temple especial.

    En el curso de la gran guerra patriótica, millones de comunistas, estudiantes y soldados soviéticos de Stalin estuvieron en la vanguardia de los violentos combates y constituyeron una fuente viva de inspiración para decenas y centenares de millones de soldados y ciudadanos soviéticos. Cuando examinamos los nombres de grandes generales como Chapochnikov, Vassilevski, Rokossovski, Govorov, Koniev, Sokolovsky, Goliovanov, Voronov, Isakov, Ribalko, Joukov, Antonov, Vorochilov, Lelouchenko, Boudion, Valutine, Kouznitskov, Efremov y bien de otros, debemos saber que eran miembros sobre todo del Partido comunista bolchevique y no solamente altos funcionarios militares. El Partido comunista estuvo por todas partes donde la fuerza de organización y el heroísmo estuvieron presentes y participó en masa en la guerra.

    Los comunistas tienen méritos particulares sobre dos frentes. Primero, sobre el frente del Ejército Rojo y segundo, sobre el frente de las fuerzas guerrilleras organizadas que iba a convertirse en la pesadilla de la Alemania nazi. Estas importantes fuerzas clandestinas, cubriendo más de 600 distritos, con sus Comités urbanos y regionales, iban a infligir pérdidas colosales al enemigo y eran dirigidas directamente por el Comité Central del Partido y por las Organizaciones básicas del Partido. Oleg Kochevoï, en la retarguardia, combatió de manera tan valientemente como Alexandre Matrazov en el frente.

    El Partido y Stalin estaban por todas partes, como el aire que los soldados y el pueblo soviéticos merecían respirar. Fue un Partido titánico, cuya historia querida fue mantenida como una santa reliquia por los partidarios y comunistas albaneses. La menor bala nazi que rozaba este libro sagrado nos afectaba automáticamente en nuestro propio corazón. Antes, durante y después de la guerra, mientras Stalin estuvo en vida, el Partido comunista de la Unión Soviética siguió siendo el emblema del pueblo soviético y la bandera de todo verdadero Partido comunista en el mundo.

    Camaradas :

    Molotov, uno de los más cercano colaboradores de Stalin, declaró: "Fue una alegría para nosotros que durante los dolorosos años de guerra, el Ejército Rojo y el pueblo soviético fueron llevados adelante por un dirigente de la Unión Soviética con un espíritu tan amplio, si confirmado, como lo fue el gran Stalin.Con el nombre del general Stalin, las victorias gloriosas de nuestro ejército se grabarán para siempre en la historia de nuestro país y en la historia del mundo."

    Las palabras de Molotov no pueden ser mas justos. Pero, después de la Segunda Guerra mundial, y especialmente después de la desaparición de Stalin, una "Tercera Guerra Mundial" comenzó, esta vez contra Stalin, pero, en realidad, esta guerra fue la del antistalinismo, del antisocialismo, el antileninismo, del anticomunismo. Los comunistas albaneses y Enver Hoxha fueron los primeros en denunciar esta guerra especialmente despreciable.

    La pequeña Albania defendió a Stalin en una época en la que las grandes potencias rechazaron su obra y condenaron la pequeña Albania a sufrir un bloqueo económico y militar, llegando incluso hasta amenazarlo de la "bomba atómica" y de la hambruna.

    El peor traidor del campo socialista, el peor enemigo del pueblo soviético y de los que lucharon por el socialismo, la libertad y la independencia, Nikita Sergueïevitch Kruschov, calificaron hipócritamente a Stalin "de mayor genio y dirigente de la humanidad" en los años 30, añadiendo: "Barreremos a todos los enemigos y dispersaremos sus cenizas en el aire." Pero fue el cuerpo de Stalin que quemaron y fueron sus cenizas que dispersaron en el aire, después de que dispersaron en el aire la sangre del Matrazov y el Kosmo Demianskaïev, el sudor de los stakhanovistes, la gloria del trueno de la Aurora y las victorias de la Revolución de Octubre.
    Kruschov, el renegado, había dicho: "El que levanta la mano contra Stalin, la levanta contra cada uno de entre nosotros, contra la clase obrera, contra los trabajadores. El que levanta contra Stalin, la levanta contra la doctrina de Marx y Lenin."

    Este judas de Kruschov, tal como ocurre con el judas Trotski, él mismo levantó la mano contra Stalin y empujó a la gran Unión Soviética hacia la amistad con el imperialismo, por el paso al capitalismo, hacia su destrucción y hacia su desintegración trágica, que se logró bajo la dirección de Mikhaïl Gorbachov. De la misma manera, el fascismo que causó la Segunda Guerra mundial, llegó el tiempo para que condenaemos el fascismo antistalinista o, como lo bauticé, la "Tercera Guerra Mundial contra Stalin". No se pueden combatir el imperialismo sin combatir el que desencadenó la guerra contra Stalin, a este gran antiimperialista.

    Ustedes no pueden defender la revolución sin defender Stalin, a este gran revolucionario. No pueden defender el marxismo-leninismo sin defender a Stalin, a este gran marxista- leninista. No pueden defender el internacionalismo proletario sin defender Stalin, a este gran internacionalista. No pueden defender al pueblo sin defender a Stalin, que fue su más grande amigo.

      Fecha y hora actual: Lun Nov 18, 2024 5:22 pm