La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado hoy por un delito de "torturas graves" a cuatro de los quince guardias civiles que fueron juzgados en San Sebastián por torturar a los autores del atentado contra la T-4 de Barajas, Igor Portu y Mattin Sarasola, condenados a más de mil años de cárcel el pasado mayo.
La sentencia emitida hoy por la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana condena a uno de los agentes a cuatro años y seis meses por dos delitos de torturas graves y otro de lesiones; a otro de ellos a dos años y seis meses por un delito de torturas graves y otro de lesiones; y a los dos últimos a dos años por un delito de torturas graves.
El texto judicial absuelve al resto de agentes que fueron juzgados e incluye, además, una indemnización de 18.000 euros para Portu y otra de 6.000 para Sarasola "por el daño físico y psíquico causado", de la que declara responsable civil subsidiario a la Guardia Civil.
El escrito judicial que, al igual que hizo la Fiscalía, sólo considera autores de torturas a cuatro de los procesados -todos ellos pertenecientes al Grupo de Acción Rápida (GAR)-, absuelve al resto de guardias, que habían sido acusados de torturas por la acusación particular que ejercían ambos etarras.
La causa se abrió a raíz de las denuncias presentadas por Igor Portu y Mattin Sarasola, acusados formar parte del comando Elurra y de haber colocado el coche bomba en el aeropuerto de Barajas que causó la muerte a dos ciudadanos ecuatorianos. Ambos formaban parte de los denominados "legales" de ETA, no estaban fichados por la Policía, y residían en Lesaka (Navarra). Fueron capturados por la Guardia Civil en Mondragón el 6 de enero de 2008 y tras su arresto denunciaron que habían sufrido golpes y malos tratos que les habían provocado lesiones. Los agentes, por su parte, alegaron que la detención había sido violenta y que las lesiones habían sido fruto de esa violencia.
Primeros indicios
La sentencia concreta que el sargento encargado no actuó "pudiendo hacerlo"
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska destacó en su auto de prisión contra Sarasola, en 2008, que su declaración sobre las supuestas torturas recibidas tras su detención coincidía con la que previamente había prestado Igor Portu desde el hospital de San Sebastián, a pesar de encontrarse ambos incomunicados. Según el informe médico, Portu sufrió un traumatismo torácico con fracturas en dos costillas, un neumotórax, un "neumomediastino importante", un "enfisema subcutáneo" y una pequeña contusión pulmonar que pusieron su vida en "una situación de riesgo".
En el juicio que comenzó el pasado 25 de octubre, el fiscal apuntó que Sarasola también sufrió golpes y, como Portu, amenazas de muerte.
Tras un año de instrucción, el titular del Juzgado número 1 de San Sebastián acusó a quince agentes que habían intervenido en el arresto de los presuntos etarras, en su traslado a San Sebastián o en el traslado de la capital guipuzcoana a Madrid.
http://www.publico.es/espana/353960/condenados-cuatro-guardias-civiles-por-torturar-a-los-etarras-de-la-t-4
La sentencia emitida hoy por la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana condena a uno de los agentes a cuatro años y seis meses por dos delitos de torturas graves y otro de lesiones; a otro de ellos a dos años y seis meses por un delito de torturas graves y otro de lesiones; y a los dos últimos a dos años por un delito de torturas graves.
El texto judicial absuelve al resto de agentes que fueron juzgados e incluye, además, una indemnización de 18.000 euros para Portu y otra de 6.000 para Sarasola "por el daño físico y psíquico causado", de la que declara responsable civil subsidiario a la Guardia Civil.
El escrito judicial que, al igual que hizo la Fiscalía, sólo considera autores de torturas a cuatro de los procesados -todos ellos pertenecientes al Grupo de Acción Rápida (GAR)-, absuelve al resto de guardias, que habían sido acusados de torturas por la acusación particular que ejercían ambos etarras.
La causa se abrió a raíz de las denuncias presentadas por Igor Portu y Mattin Sarasola, acusados formar parte del comando Elurra y de haber colocado el coche bomba en el aeropuerto de Barajas que causó la muerte a dos ciudadanos ecuatorianos. Ambos formaban parte de los denominados "legales" de ETA, no estaban fichados por la Policía, y residían en Lesaka (Navarra). Fueron capturados por la Guardia Civil en Mondragón el 6 de enero de 2008 y tras su arresto denunciaron que habían sufrido golpes y malos tratos que les habían provocado lesiones. Los agentes, por su parte, alegaron que la detención había sido violenta y que las lesiones habían sido fruto de esa violencia.
Primeros indicios
La sentencia concreta que el sargento encargado no actuó "pudiendo hacerlo"
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska destacó en su auto de prisión contra Sarasola, en 2008, que su declaración sobre las supuestas torturas recibidas tras su detención coincidía con la que previamente había prestado Igor Portu desde el hospital de San Sebastián, a pesar de encontrarse ambos incomunicados. Según el informe médico, Portu sufrió un traumatismo torácico con fracturas en dos costillas, un neumotórax, un "neumomediastino importante", un "enfisema subcutáneo" y una pequeña contusión pulmonar que pusieron su vida en "una situación de riesgo".
En el juicio que comenzó el pasado 25 de octubre, el fiscal apuntó que Sarasola también sufrió golpes y, como Portu, amenazas de muerte.
Tras un año de instrucción, el titular del Juzgado número 1 de San Sebastián acusó a quince agentes que habían intervenido en el arresto de los presuntos etarras, en su traslado a San Sebastián o en el traslado de la capital guipuzcoana a Madrid.
http://www.publico.es/espana/353960/condenados-cuatro-guardias-civiles-por-torturar-a-los-etarras-de-la-t-4