Eso no significa para mi que haya que seguir "a pies juntillas" lo que Mao (o cualquier otro) dijera, por dos motivos: porque como cualquier otro revolucionario, Mao también se pudo equivocar y, además, porque las condiciones en las que Mao tuvo que dirigir la revolución china pueden ser diferentes de las mías.
La manera personalista que tiene la burguesía de escribir la historia está causando estragos y en el caso de Mao ha conducido a una interpretación distorsionada de la revolución china centrada en la figura de Mao. Pero desde su fundación hasta 1934 Mao no es un dirigente del PCCh, por lo que la historia de este partido no se desenvuevle en Hunan (donde estaba Mao) sino en Shanghai (donde estaba la dirección).
A pesar de ello, hasta 1934 Mao no tiene una posición distinta de la dirección del PCCh, es decir, participa de una mala puesta en acción de la línea política de la dirección, derechista al principio e izquierdista al final. El fracaso de ambas desviaciones por la fuerza de la práctica es lo que hace reflexionar a Mao y el cambio de línea se transforma, como es habitual, en un cambio personal en la dirección del PCCh en 1934.
Ese fracaso de materializa en lo siguiente:
- hacia 1930 un fracaso de las insurrecciones urbanas provoca la represión, que a su vez fuerza a la dirección del PCCh a abandonar Shanghai y a refugiarse en las montañas en las que estaba Mao en Chingkang, que a su vez se había refugiado allá después de otro fracaso insurreccional en tomar la capital de Hunan
- cuando la dirección del PCCh llega a las montañas de Chingkang, Mao ya había superado con éxito varias campañas "de cerco y aniquilamiento" pero la dirección del PCCh (especialmente Chou En-lai) toma las riendas de la última de ellas, fracasa y el Ejército Rojo tiene que huir, iniciando la Larga Marcha
Ese es el contexto en que el Mao empieza a reflexionar sobre las experiencias padecidas; la situación es muy mala y el asesor militar de la Internacional Comunista (un alemán del que no me acuerdo el nombre) no sólo no aporta soluciones sino que se empeña en mantener los errores. Ningún partido comunista había tenido una experiencia parecida, dice Mao, que recurre a un paralelismo con la guerra civil en la URSS y con España, que entonces iniciaba otra guerra civil.
Las experiencias no sirven de mucho y, a pesar de ello, dentro de la dirección hay quien se empeña en mantener determinados postulados que son erróneos. Entonces Mao critica el dogmatismo y dice: "Nuestro estudio de la filosofía, en la hora actual, debe tener como objetivo principal extirpar el pensamiento dogmático" (Sobre la contradicción, escrito en 1937). Esa es la clave de los escritos filosóficos de Mao.
Mao insiste en que lo que los comunistas chinos pueden aprender de otros países es muy limitado y que la dirección había estado aferrada a un cliché erróneo y no tuvo en cuenta la experiencia propia, que es lo que salvó al PCCh de un desastre aún mayor: la etapa en las montañas de Chingkang. A partir de ahí es de donde Mao elabora un teoría militar (correcta) y una teoría filosófica (no tan correcta). La directriz de Mao es que había que partir de cero, que las experiencias anteriores no servían y que había que estudiar la propia experiencia de la guerra en las montañas.
Esa preocupación política Mao la traslada al terreno filosófico y, al enfatizar en la crítica de los errores pasados, incurre en otros errores de signo opuesto, lo cual es también bastante frecuente. Esos errores filosóficos se convirtieron luego en una concepción errónea de lo que los maoístas llaman "la línea de masas" que (en definitiva) niega a la vanguardia y el carácter dirigente del partido comunista. En lo que a su obra "Sobre la práctica" concierne esos errores son los siguientes, dejando claro que los demás planteamientos de Mao son correctos y que los errores pueden ser formulaciones ambiguas que se mejoran en otras obras:
1. En el proceso de conocimiento no es exacto decir que existe una etapa sensorial y luego otra racional, aunque es cierto que, en su dimensión histórica, es decir, tomando en cuenta la evolución del pensamiento de toda la humanidad, el progreso ha pasado de etapas iniciales fundamentalmente sensoriales a otras, las actuales, fundamentalmente racionales. También es cierto que el progreso del conocimiento consiste esencialmente en eso: en pasar de explicaciones rudimentarias, basadas en el contacto directo con la realidad, a explicaciones más profundas, basadas en la abstracción.
2. Aunque Mao diferencia entre la experiencia directa y la indirecta, no extrae de ella las consecuencias correspondientes, especialmente que buena parte del conocimiento que obtenemos nos llega de experiencias indirectas, en el proceso de nuestra formación intelectual, a través de familiares, profesores, amigos, lecturas, televisión, etc. El conocimiento indirecto es mucho más importante que el directo y plantea muchos problemas epistemológicos, entre ellos su carácter histórico y su manera de transmisión porque, como decía Marx en El Capital, el conocimiento no se obtiene de la misma manera en la que se expone. La experiencia indirecta demuestra la imprecisión de Mao cuando dice: "El primer paso en el proceso del conocimiento es el contacto con las cosas del mundo exterior; esto corresponde a la etapa de las sensaciones". Como ya he dicho, no es exacto. En el conocimiento indirecto no hay ninguna "etapa sensorial" y de buena parte del conocimiento indirecto debemos deshacernos porque no es conocimiento científico sino ideología burguesa. La experiencia directa puede estar en contradicción con la indirecta y ésta condiciona aquella.
Como esto es bastante abstracto voy a poner un ejemplo sacado de la experiencia de cualquiera: si vas con alguien al cine, las sensaciones que percibes tú son las mismas que las que percibe tu acompañante y, sin embargo, es habitual que al salir te pongas a discutir con él sobre la película porque tú la interpretas de manera diferente; parece que has visto cosas que él no ha visto, y a la inversa; él le da importancia a escenas que para tí no lo son, o no lo son tanto, etc.
Lo mismo ocurre cuando ves una misma película en dos etapas diferentes de tu vida: en una de ellas "ves" o reparas en detalles que no habías visto, te impresionan (o dejan de impresionar) fragmentos que antes no tenías en cuenta, etc. ¿Qué ocurre? Que como cualquier oftalmólogo sabe, no vemos sólo con los ojos sino con los ojos y con el intelecto al mismo tiempo. Vemos y oímos según las ideas y experiencias que tenemos en la cabeza. Por lo tanto, en el proceso de conocimiento la elaboración intelectual es tan importante como las sensaciones directas.
3. Mao expone una concepción superficial del empirismo que le sirve para contrastarlo con su propia teoría y, aunque lo critica, incurre en el empirismo, es decir, en la teoría de la tabla rasa (la mente en blanco, como se suele decir) cuando sostiene: "Todo conocimiento se origina en las sensaciones que el hombre obtiene del mundo exterior objetivo a través de los órganos de los sentidos". Eso sólo es cierto históricamente pero no actualmente por lo que él mismo dice acerca de la experiencia indirecta. Lo que Mao califica como "el orden que sigue el proceso del conocimiento" no empieza necesariamente hoy por las sensaciones. Nosotros no sabemos que la presión de un gas depende del volumen porque hayamos realizado el experimento sino porque lo hemos aprendido en la escuela. Pero originariamente es cierto: Boyle así lo demostró mediante una experiencia directa que para nosotros es indirecta.
Mao define y critica en el empirismo el que la realidad que percibimos sensorialmente es "unilateral, superficial e incompleta", de manera que no refleja su esencia, para lo cual añade (correctamente) que es necesaria una "operación mental", una "elaboración", destacando (correctamente) "la función activa del conocimiento". Pero no explica en qué consiste esa "función activa" y la manera que tiene de exponerlo, aunque no es errónea, conduce al error de separar los hechos de las interpretaciones teóricas. Si Mao hubiera explicado un poco más cuál es esa "función activa del conocimiento" hubiera entrado en contradicción consigo mismo. Lo que hay que aclarar son, pues, dos extremos:
A) Los hechos no están separados de sus interpretaciones intelectuales, como sugiere Mao, y ya lo explicó Engels precisamente para criticar al empirismo, una corriente que "se imagina que opera sólo con hechos innegables, cuando en realidad trabaja con ideas tradicionales". En una cita más larga repite Engels: "Por grande que sea el desprecio hacia todo el pensamiento teórico, sin éste no se puede relacionar entre sí dos hechos naturales, ni entender el vínculo que existe entre ellos. Sólo se trata de saber si el pensamiento es correcto o no, y no cabe duda de que el desprecio por la teoría es el camino más seguro para pensar en términos naturalistas, y por lo tanto incorrectos" (Dialéctica de la naturaleza).
B) Por una serie de razones linguísticas (malas traducciones) e histórico-ideológicas (influencia de la II Internacional) la teoría del reflejo de Lenin ha sido tergiversada, por ejemplo en España por Manuel Sacristán, para negar precisamente la "función activa del conocimiento" y de esa manera poner a Marx y Engels contra Lenin. No existe nada de eso; el reflejo de Lenin no es algo pasivo sino que coincide exactamente con lo que Marx expuso al comienzo de sus "Tesis sobre Feuerbach": el defecto del materialismo anterior, incluido el de Feuerbach, es que había concebido el objeto exterior, lo sensorial, bajo el aspecto de su contemplación, "no de un modo subjetivo", como actividad, lo que hizo que el "lado activo" del conocimiento sólo fuerse desarrollado por el idealismo y no por el materialismo, aunque lo hizo "sólo de un modo abstracto".
Por consiguiente, el lado activo o práctico es a la vez subjetivo y concreto. En el prólogo (no publicado en su momento) a la "Contribución a la crítica de la Economía Política" cuando Marx habla del método en la Economía Política, en lugar de "hechos" habla con más propiedad de lo "concreto" y, en contra de Mao, dice que lo concreto "aparece en el pensamiento como proceso de síntesis, como resultado y no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida y, por consiguiente, el punto de partida también de la percepción y de la representación". Lo concreto para Marx es lo concreto reproducido por la vía del pensamiento, y añade: "Por eso no es de ningún modo el proceso de la génesis de lo concreto mismo". Lo concreto es un "producto del pensar", la "elaboración de la percepción", la "síntesis de muchas determinaciones".
Si a alguien esta exposición de Marx le parece enrevesada, que vuelva al ejemplo anterior del cine.