Una espada sin cabeza.
Las FAL y la construcción del partidorevolucionario en los ´70.
Stella Grenat
La estrategia del FAL se caracterizó por privilegiar el uso de un método, la lucha armada, por sobre la definición de un programa político. Este rasgo contribuyó a la constitución de un frente militar y entorpeció la construcción de una organización partidaria. La llegada al gobierno de Lanusse y la profundización de una estrategia que apuntaba a una salida electoral, instalan la necesidad de clarificar y definir posiciones políticas. Pero FAL, que se había concentrado en forma excluyente en el desarrollo de acciones armadas, carecía de definiciones políticas sólidas para responder a esta nueva coyuntura. En consecuencia, se desarticula.
La magnitud de éste déficit debe medirse en el marco de la crisis orgánica abierta con los acontecimientos de 1969, cuya resolución a favor de los intereses de las amplias masas movilizadas requería un elevado nivel de organización popular. La dificultad demostrada por FAL para disputar la conducción estratégica del proceso a la burguesía expresa parte de los límites subjetivos de la fuerza social revolucionaria. Asimismo, este caso contribuye a explicar por qué, a pesar de la potencia surgida de los hechos insurreccionales del periodo, las organizaciones de izquierda que nacieron o se consolidaron en esa etapa no lograron hegemonizar a la gran mayoría de la clase obrera, que permaneció fiel a una estrategia reformista.
Las FAL y la construcción del partidorevolucionario en los ´70.
Stella Grenat
La estrategia del FAL se caracterizó por privilegiar el uso de un método, la lucha armada, por sobre la definición de un programa político. Este rasgo contribuyó a la constitución de un frente militar y entorpeció la construcción de una organización partidaria. La llegada al gobierno de Lanusse y la profundización de una estrategia que apuntaba a una salida electoral, instalan la necesidad de clarificar y definir posiciones políticas. Pero FAL, que se había concentrado en forma excluyente en el desarrollo de acciones armadas, carecía de definiciones políticas sólidas para responder a esta nueva coyuntura. En consecuencia, se desarticula.
La magnitud de éste déficit debe medirse en el marco de la crisis orgánica abierta con los acontecimientos de 1969, cuya resolución a favor de los intereses de las amplias masas movilizadas requería un elevado nivel de organización popular. La dificultad demostrada por FAL para disputar la conducción estratégica del proceso a la burguesía expresa parte de los límites subjetivos de la fuerza social revolucionaria. Asimismo, este caso contribuye a explicar por qué, a pesar de la potencia surgida de los hechos insurreccionales del periodo, las organizaciones de izquierda que nacieron o se consolidaron en esa etapa no lograron hegemonizar a la gran mayoría de la clase obrera, que permaneció fiel a una estrategia reformista.