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DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA
Un año más volvemos a conmemorar el Día Internacional de la Mujer trabajadora marcado por la ofensiva hacia la clase obrera en el marco de la crisis capitalista.
Un día que nos sirve para decir que las mujeres seguimos en la lucha, para escucharnos y unirnos. Para denunciar la situación actual de la mujer, la explotación y la precariedad.
Pero el año tiene 365 días. La lucha feminista se hace caminando y luchando en el día a día.
Nosotras, las trabajadoras, sufrimos las ya de por sí precarias condiciones de vida que nos brinda el Capitalismo como clase obrera que somos, a lo cual se suma la opresión del Patriarcado por el hecho de ser mujeres. Es por ello por lo cual hablamos de nuestra Doble Explotación, como mujeres y como clase.
En el actual marco de la crisis capitalista, las mujeres nos encontramos con el mensaje político de un gobierno que se abandera feminista, pero que sin embargo no está aplicando una política específica hacia las mujeres para favorecer nuestra salida profesional y social. Las recetas antisociales del gobierno como el pensionazo, la retirada de ayudas económicas y sociales, el trabajo precario el cual está principalmente ocupado por las mujeres, la situación de explotación suprema de las mujeres migrantes en el trabajo doméstico sin ninguna clase de regulación ni control, recaen sobre los hombros de las mujeres, utilizando como colchón las estructuras patriarcales dominantes en nuestra sociedad. En todo ello se demuestra el doble rasero del gobierno que por un lado deja en total abandono la política social hacia las mujeres, pero que sin embargo utiliza su imagen para desvirtuar la lucha feminista.
En este punto queremos destacar el mensaje reaccionario de poner a una mujer en la cúspide de una de las instituciones más represivas del sistema como es el ejército español que representa valores y formas de actuar patriarcales. Las invasiones y guerras imperialistas en las que está actualmente participando el gobierno español suponen un doble atentado contra los derechos de las mujeres, siendo víctimas directas de la muerte y la represión, además de la violencia de género, muy especialmente la sexual, que ya viene siendo denunciada por diversos organismos de derechos humanos y mujeres organizadas en este tipo de entornos bélicos.
Cabe destacar la utilización de la defensa de los derechos de las mujeres para justificar guerras ante la población, como por ejemplo en Afganistán, cuando la realidad es que sus derechos siempre son los olvidados, postergados y ninguneados por los gobiernos títeres del imperialismo mundial.
En el ámbito de la violencia de género, la respuesta institucional es insuficiente, ya que la ley vigente, aunque ambiciosa en sus pretensiones, carece de cauces reales y dignos que proporcionen autonomía a la mujer para su emancipación. Hay un repunte de la violencia juvenil, siendo preocupante el auge de la cultura del más fuerte.
Las organizaciones sociales revolucionarias y de clase debemos unirnos en la lucha feminista y de clase y realizar el esfuerzo que sea necesario para que esto suceda. No podemos reducir la lucha feminista a una lucha sectorial dentro de nuestras organizaciones. Construyamos un frente común antipatriarcal y feminista donde las mujeres trabajadoras seamos las protagonistas y decidamos como queremos esa lucha. Un frente solidario e internacionalista con las luchas de las mujeres en el mundo.
Ser feminista es ser revolucionari@ y anticapitalista en si misma así como un@ revolucionari@ debe ser feminista si quiere ser realmente comunista.
Sabemos que, el patriarcado es el gran aliado del capitalismo en el mundo. Pero no debemos caer en el error de creer que el patriarcado como estructura desaparecerá sin las condiciones materiales del capitalismo.
El sistema patriarcal tiene una gran capacidad de cambio de discurso, de aparecer renovado con nuevas formas para pasar inadvertido, naturalizado y de esta manera seguir existiendo. Debemos desenmascararlo con el estudio y análisis constante, con el esfuerzo y la revisión individual y colectiva.
El que horizonte sea lejano no puede detenernos, ya que si sabemos hacia donde queremos dirigirnos no podemos esperar a que las condiciones materiales sean idóneas o esperar a que cambie todo para luego crear las bases de una sociedad igualitaria. Debe ser ahora cuando con nuestros actos, seamos lo que queremos ser. En ninguna lucha nada se da por sí solo, sino que se trabaja para conseguirlo. Es importante resaltar que el escenario de lucha contra el sistema patriarcal tiene una doble dirección entre los espacios cotidianos diarios hasta la estructura económica e institucional, lo que hace que el esfuerzo sea diario.
Nuestro recuerdo a todas las mujeres que han perdido la vida a manos de la violencia machista en el estado español y en el mundo, que han sufrido en mayor o menor medida el patriarcado y un canto, un grito por las mujeres que seguimos aquí, en la lucha.
Por la unión de las mujeres, por la lucha feminista y socialista.
¡Seguimos en lucha, seguimos adelante!
Salud, feminismo y revolución.
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Un año más volvemos a conmemorar el Día Internacional de la Mujer trabajadora marcado por la ofensiva hacia la clase obrera en el marco de la crisis capitalista.
Un día que nos sirve para decir que las mujeres seguimos en la lucha, para escucharnos y unirnos. Para denunciar la situación actual de la mujer, la explotación y la precariedad.
Pero el año tiene 365 días. La lucha feminista se hace caminando y luchando en el día a día.
Nosotras, las trabajadoras, sufrimos las ya de por sí precarias condiciones de vida que nos brinda el Capitalismo como clase obrera que somos, a lo cual se suma la opresión del Patriarcado por el hecho de ser mujeres. Es por ello por lo cual hablamos de nuestra Doble Explotación, como mujeres y como clase.
En el actual marco de la crisis capitalista, las mujeres nos encontramos con el mensaje político de un gobierno que se abandera feminista, pero que sin embargo no está aplicando una política específica hacia las mujeres para favorecer nuestra salida profesional y social. Las recetas antisociales del gobierno como el pensionazo, la retirada de ayudas económicas y sociales, el trabajo precario el cual está principalmente ocupado por las mujeres, la situación de explotación suprema de las mujeres migrantes en el trabajo doméstico sin ninguna clase de regulación ni control, recaen sobre los hombros de las mujeres, utilizando como colchón las estructuras patriarcales dominantes en nuestra sociedad. En todo ello se demuestra el doble rasero del gobierno que por un lado deja en total abandono la política social hacia las mujeres, pero que sin embargo utiliza su imagen para desvirtuar la lucha feminista.
En este punto queremos destacar el mensaje reaccionario de poner a una mujer en la cúspide de una de las instituciones más represivas del sistema como es el ejército español que representa valores y formas de actuar patriarcales. Las invasiones y guerras imperialistas en las que está actualmente participando el gobierno español suponen un doble atentado contra los derechos de las mujeres, siendo víctimas directas de la muerte y la represión, además de la violencia de género, muy especialmente la sexual, que ya viene siendo denunciada por diversos organismos de derechos humanos y mujeres organizadas en este tipo de entornos bélicos.
Cabe destacar la utilización de la defensa de los derechos de las mujeres para justificar guerras ante la población, como por ejemplo en Afganistán, cuando la realidad es que sus derechos siempre son los olvidados, postergados y ninguneados por los gobiernos títeres del imperialismo mundial.
En el ámbito de la violencia de género, la respuesta institucional es insuficiente, ya que la ley vigente, aunque ambiciosa en sus pretensiones, carece de cauces reales y dignos que proporcionen autonomía a la mujer para su emancipación. Hay un repunte de la violencia juvenil, siendo preocupante el auge de la cultura del más fuerte.
Las organizaciones sociales revolucionarias y de clase debemos unirnos en la lucha feminista y de clase y realizar el esfuerzo que sea necesario para que esto suceda. No podemos reducir la lucha feminista a una lucha sectorial dentro de nuestras organizaciones. Construyamos un frente común antipatriarcal y feminista donde las mujeres trabajadoras seamos las protagonistas y decidamos como queremos esa lucha. Un frente solidario e internacionalista con las luchas de las mujeres en el mundo.
Ser feminista es ser revolucionari@ y anticapitalista en si misma así como un@ revolucionari@ debe ser feminista si quiere ser realmente comunista.
Sabemos que, el patriarcado es el gran aliado del capitalismo en el mundo. Pero no debemos caer en el error de creer que el patriarcado como estructura desaparecerá sin las condiciones materiales del capitalismo.
El sistema patriarcal tiene una gran capacidad de cambio de discurso, de aparecer renovado con nuevas formas para pasar inadvertido, naturalizado y de esta manera seguir existiendo. Debemos desenmascararlo con el estudio y análisis constante, con el esfuerzo y la revisión individual y colectiva.
El que horizonte sea lejano no puede detenernos, ya que si sabemos hacia donde queremos dirigirnos no podemos esperar a que las condiciones materiales sean idóneas o esperar a que cambie todo para luego crear las bases de una sociedad igualitaria. Debe ser ahora cuando con nuestros actos, seamos lo que queremos ser. En ninguna lucha nada se da por sí solo, sino que se trabaja para conseguirlo. Es importante resaltar que el escenario de lucha contra el sistema patriarcal tiene una doble dirección entre los espacios cotidianos diarios hasta la estructura económica e institucional, lo que hace que el esfuerzo sea diario.
Nuestro recuerdo a todas las mujeres que han perdido la vida a manos de la violencia machista en el estado español y en el mundo, que han sufrido en mayor o menor medida el patriarcado y un canto, un grito por las mujeres que seguimos aquí, en la lucha.
Por la unión de las mujeres, por la lucha feminista y socialista.
¡Seguimos en lucha, seguimos adelante!
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