No a la Hidroeléctricas en Aysén
Comunidad y grupos ecologistas rechazan construcción de represas en Aysén
Por Paula Chavez20,475 Lecturas20 de Agosto, 2007 08:08
21 Comentarios
Una cerrada defensa a la región de Aysén y todo el patrimonio bio-cultural que presenta, están realizando no sólo la comunidad sino que varias organizaciones ante la amenaza que significa para esa zona del país la construcción de varias represas para dotar de energía eléctrica a parte importante de Chile.
Al respecto las entidades opositoras a la iniciativa, que lleva adelante HidroAysén y que ya está levantando polvareda por cuanto son más de 5 mil las torres de alta tensión que recorreran dos mil kilómetros de Chile, entregaron una declaración pública en la que acusan al plan de “asesinar la pureza hídrica de la zona de Aysén y de ser el peor proyecto para nuestro país”.
Coalición ciudadana por Aysén reserva de vida, Codeff Aisén, Codesa, Escuela de guías de la patagonia, Escuela nos, Cámara de Turismo y Comercio de Puerto Río Tranquilo, Corporación Costa Carrera, Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia y ecosistemas, manifiestan a la opinión pública su postura ante los publicitados cambios al proyecto -desconocido hasta ahora por la ciudadanía eventualmente afectada- de represar los ríos Baker y Pascua que impulsa en la Región de Aysén, en la Patagonia, la sociedad HidroAysén de las trasnacionales Colbún y Endesa Chile, controlada esta última por Endesa España a través de Enersis.
Reafirmamos que la Región de Aysén, en la Patagonia, es un territorio de alto valor ambiental, paisajístico y cultural de Chile y del mundo, el cual por sus características de pristinidad y baja densidad poblacional es sensible y frágil ante cualquier interés de intervención a gran escala.
El proyecto de Colbún y Endesa España es sólo el inicio de una avanzada para industrializar la Patagonia y convertir a esta zona en la gran reserva energética de Chile, considerando que no sólo se han anunciado ya las cuatro represas de la sociedad HidroAysén sino que también tres que contempla la minera suiza Xstrata, y muchas más a la luz de los derechos de agua que en forma abusiva están tramitando otras empresas eléctricas.
A pesar de lo que ha querido plantear la empresa, los impactos incalculables de estos megaproyectos incluyen aún enormes áreas de inundación pero también la desaparición de bosque nativo, especies endémicas y el perjuicio a actividades económicas sustentables como el turismo y la ganadería.
La contención de los ríos mediante gigantescos murallones es, como lo señalara el premio nacional de Ciencias Hugo Campos, asesinar un río. En este caso, es asesinar dos de los más puros cursos hídricos del planeta, como lo son la gran mayoría de los cursos hídricos de la Patagonia. Esto, sin considerar la modificación irreversible de ecosistemas únicos que dependen de estas cuencas.
Nada se ha dicho sobre los impactos sobre el paisaje que tendrían las torres y líneas de alta tensión, cruzando áreas silvestres protegidas de interés nacional, afectando el desarrollo turístico futuro y depreciando el valor de la tierra que por un siglo ha albergado a pobladores que han hecho verdadera patria en este territorio austral.
Nada se ha dicho sobre el impacto de intervenir comunidades con particulares características culturales y sociales, incluso originarias en el caso de la línea de alta tensión cruzando gran parte de Chile, vulnerables ante cualquier megaemprendimiento que involucre instalar en la zona a miles de trabajados foráneos.
Por esto, reafirmamos que mientras la sociedad no subsane de forma satisfactoria, realizando modificaciones reales que se requieren (que en la práctica implican desechar este proyecto y presentar alternativas de generación energética sustentable para el país), el proyecto de HidroAysén es incoherente con un desarrollo sustentable efectivo de la Región de Aysén y su gente.
En la práctica el proyecto, como está planteado, es el peor negocio que puede realizar Chile, que de contar con voluntad política real podría avanzar en forma consistente en términos de ahorro y eficiencia energética, además de implementar una matriz basada en energías renovables no convencionales que no nos harán arrepentirnos en el futuro.
Por último, exigimos que si HidroAysén quiere realizar un proceso de información ciudadana legítimo y transparente, que no sólo comunique los posibles y discutibles beneficios de su iniciativa (empleo, dinamización de la economía local, aporte a la solución de la demanda energética futura) sino también los evidentes, demostrados y documentados impactos que las represas y las obras asociadas generan en las comunidades donde se instalan. Mientras eso no ocurra, lo que hagan será siempre una deshonesta estrategia comunicacional.
Comunidad y grupos ecologistas rechazan construcción de represas en Aysén
Por Paula Chavez20,475 Lecturas20 de Agosto, 2007 08:08
21 Comentarios
Una cerrada defensa a la región de Aysén y todo el patrimonio bio-cultural que presenta, están realizando no sólo la comunidad sino que varias organizaciones ante la amenaza que significa para esa zona del país la construcción de varias represas para dotar de energía eléctrica a parte importante de Chile.
Al respecto las entidades opositoras a la iniciativa, que lleva adelante HidroAysén y que ya está levantando polvareda por cuanto son más de 5 mil las torres de alta tensión que recorreran dos mil kilómetros de Chile, entregaron una declaración pública en la que acusan al plan de “asesinar la pureza hídrica de la zona de Aysén y de ser el peor proyecto para nuestro país”.
Coalición ciudadana por Aysén reserva de vida, Codeff Aisén, Codesa, Escuela de guías de la patagonia, Escuela nos, Cámara de Turismo y Comercio de Puerto Río Tranquilo, Corporación Costa Carrera, Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia y ecosistemas, manifiestan a la opinión pública su postura ante los publicitados cambios al proyecto -desconocido hasta ahora por la ciudadanía eventualmente afectada- de represar los ríos Baker y Pascua que impulsa en la Región de Aysén, en la Patagonia, la sociedad HidroAysén de las trasnacionales Colbún y Endesa Chile, controlada esta última por Endesa España a través de Enersis.
Reafirmamos que la Región de Aysén, en la Patagonia, es un territorio de alto valor ambiental, paisajístico y cultural de Chile y del mundo, el cual por sus características de pristinidad y baja densidad poblacional es sensible y frágil ante cualquier interés de intervención a gran escala.
El proyecto de Colbún y Endesa España es sólo el inicio de una avanzada para industrializar la Patagonia y convertir a esta zona en la gran reserva energética de Chile, considerando que no sólo se han anunciado ya las cuatro represas de la sociedad HidroAysén sino que también tres que contempla la minera suiza Xstrata, y muchas más a la luz de los derechos de agua que en forma abusiva están tramitando otras empresas eléctricas.
A pesar de lo que ha querido plantear la empresa, los impactos incalculables de estos megaproyectos incluyen aún enormes áreas de inundación pero también la desaparición de bosque nativo, especies endémicas y el perjuicio a actividades económicas sustentables como el turismo y la ganadería.
La contención de los ríos mediante gigantescos murallones es, como lo señalara el premio nacional de Ciencias Hugo Campos, asesinar un río. En este caso, es asesinar dos de los más puros cursos hídricos del planeta, como lo son la gran mayoría de los cursos hídricos de la Patagonia. Esto, sin considerar la modificación irreversible de ecosistemas únicos que dependen de estas cuencas.
Nada se ha dicho sobre los impactos sobre el paisaje que tendrían las torres y líneas de alta tensión, cruzando áreas silvestres protegidas de interés nacional, afectando el desarrollo turístico futuro y depreciando el valor de la tierra que por un siglo ha albergado a pobladores que han hecho verdadera patria en este territorio austral.
Nada se ha dicho sobre el impacto de intervenir comunidades con particulares características culturales y sociales, incluso originarias en el caso de la línea de alta tensión cruzando gran parte de Chile, vulnerables ante cualquier megaemprendimiento que involucre instalar en la zona a miles de trabajados foráneos.
Por esto, reafirmamos que mientras la sociedad no subsane de forma satisfactoria, realizando modificaciones reales que se requieren (que en la práctica implican desechar este proyecto y presentar alternativas de generación energética sustentable para el país), el proyecto de HidroAysén es incoherente con un desarrollo sustentable efectivo de la Región de Aysén y su gente.
En la práctica el proyecto, como está planteado, es el peor negocio que puede realizar Chile, que de contar con voluntad política real podría avanzar en forma consistente en términos de ahorro y eficiencia energética, además de implementar una matriz basada en energías renovables no convencionales que no nos harán arrepentirnos en el futuro.
Por último, exigimos que si HidroAysén quiere realizar un proceso de información ciudadana legítimo y transparente, que no sólo comunique los posibles y discutibles beneficios de su iniciativa (empleo, dinamización de la economía local, aporte a la solución de la demanda energética futura) sino también los evidentes, demostrados y documentados impactos que las represas y las obras asociadas generan en las comunidades donde se instalan. Mientras eso no ocurra, lo que hagan será siempre una deshonesta estrategia comunicacional.