Reconozco mi incapacidad para tener un posicionamiento claro sobre este tema, pero vamos a intentarlo.
La pornografía estaba prohibida y está prohibida en las experiencias socialistas. En Cuba está prohibida, y es un delito introducirla en el país. En la URSS pasaba lo mismo, y según se puede leer "la pornografia era una manifestación más de la explotación del hombre por el hombre. En este caso además se añadía el hecho de que la pornografia colocaba a la mujer en el puesto de simple objeto sexual subyugado por el hombre, alienándola de su condición humana y capacidad de emancipación; al igual que la prostitución, era una reproducción de la dinámica explotadora capitalista". En Corea, Yugoslavia, lo mismo.
Hay que entender que en la URSS existía una cierta normalización de la sexualidad, mientras que en Occidente era un tema tabú. En los años 60 se produce la llamada "liberación sexual" en Occidente, pero en la URSS no era necesaria. Occidente pasó del meapilismo a la degeneración, de un extremo a otro. La URSS estaba en un punto que a mi modo de ver era el equilibrio entre sexualidad y decencia.
La industria actual del porno es mucho más obscena que entonces, ni siquiera dentro de ese género se busca cierta belleza o erotismo, sino que se asemeja a cualquier otra industria occidentalizada: mercadeo de cuerpos sin gracia ni interés (más allá del onanista). Occidente tiene una visión superficial y mercantilista de cualquier cosa. Ahí tenemos el "arte", ahí tenemos el "porno". ¿Existe en esta industria una construcción interesante, un argumento, una historia? No. Lo que se ofrece al espectador es una especie de espectáculo esperpéntico, alejado de las formas y fondos de las relaciones sexuales. Básicamente se trata de un repaso de escenas cuyo único fin es, digámoslo claro, "machacársela" delante de la pantalla.
La masturbación es algo necesario, natural. Otras especies animales también hacen uso de ella, nada malo. El problema es cuando todo eso se convierte en un acto mecánico, de casquería. No me voy a poner beatillo porque quién más quién menos sabe lo que es ver una película porno. Pero debemos ofrecer, como socialistas, marxistas, una visión distinta a TODO. Y esto pasa por el porno.
La pregunta es, tal vez, si la pornografía como la conocemos sería necesaria en una sociedad socialista. Una sociedad socialista va mucho más allá del proceso emancipador, porque cuando los trabajadores asumen el control de su fuerza de trabajo, de sus relaciones sociales, todo cambia: es un mundo, una civilización nueva. Los paradigmas, los gustos, las necesidades, cambian. Se produce una transvalorización total, mucho más profunda de lo que tal vez logremos comprender viviendo en una sociedad capitalista.
En una sociedad socialista se recuperan las relaciones básicas de compañerismo, de vecindad, de comunidad. Los individuos no viven aislados en sus cuartuchos, sino que son parte integrante de una clase, la clase trabajadora. La sexualidad, por lo tanto, vuelve a recobrar su bella naturalidad, alejada del individualismo actual. Se vive de forma más "alegre", más cercana, con menos tabúes religiosos y con menos miedos extraños. Dudo que en una sociedad así la pornografía fuese una NECESIDAD como actualmente parece ser, y en todo caso pasaría de ser una necesidad a ser algo que "acompaña" a la vida sexual, pero desde otra perspectiva. El hombre y la mujer, al no representar los clichés de la sociedad occidental (dominación, sumisión, etc.), se vería plasmado en las películas de todo tipo, y por supuesto en las de componente sexual. Dudo mucho que bajo esa nueva forma de verlo todo, la porngrafía tal como la conocemos tuviese un lugar especial o importante, más bien todo lo contrario.
Así que creo que posiblemente no existiría una demanda del porno como tal. En la URSS no existía, y los que trapicheaban con ello eran una minoría, minoría que siempre existirá en la sociedad. Y de los pocos que se acercaban al porno, estoy seguro que muchos era por curiosidad, no como afición. Al ser, por lo tanto, algo minoritario, no sé qué postura podría tener el estado socialista. La historia nos muestra que sería de prohibición, pero yo no sé cuando ni como se transformará la sociedad, porque el proceso de una sociedad burguesa a una socialista no es fácil, no es lineal, no es predecible. La educación y los valores socialistas son la mejor forma de curar cualquier exceso, el que sea.