La huida no es una opción.
El timo tecnocrático de las élites rapaces, una maniobra urdida para engañar a una ciudadanía apática que se asemeja, cada vez más, a los siervos de la gleba, ha sido puesto al descubierto en pocas horas por los mecanismos mercantiles de un capitalismo al que no se puede engañar con tragedias griegas y óperas italianas.
Las medidas impuestas por la oligarquía, solo pueden llevar al Antiguo Régimen a la ruina, no ya por sus métodos y espíritu anti-democráticos, coloniales e imperialistas, sino, además, porque desde un punto de vista puramente económico, significan la destrucción de los niveles de vida, el aumento exponencial del desempleo (con el saqueo y la destrucción de más sector público y los aumentos de la edad de jubilación, entre otros) y la emigración. Sin embargo, esa emigración con la que se pretende eliminar gran parte del desempleo que necesariamente se creará con este nuevo pillaje de la hacienda pública, llega a un mercado de trabajo ya saturado con mano de obra semi-esclava de todo el planeta.
Es casi imposible que Alemania, Francia o el Reino Unido, por considerar países a los que ya se dirigen gran parte de los parados de Europa, puedan absorber el excedente de mano de obra que Grecia, Italia, Portugal, Irlanda o Cortijo-España están produciendo, por no hablar de los países del Este de Europa, China, Africa, América Latina y, en general, un mundo en plena expansión demográfica. Los EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, con sus fuertes controles y sus fuentes asiáticas y americanas de inmigración, serían prácticamente inalcanzables para los europeos.
El estallido social, aunque no necesariamente socialista, solo podrá evitarse manu militari, algo que equivaldrá a la reintroducción de la esclavitud.
Hoy, más que nunca, el dilema es claro, o revolución proletaria o esclavitud, pues en un mundo saturado, la huida ya no es una opción.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
European Communist Party
http://comitespartaco.blogspot.com/
El timo tecnocrático de las élites rapaces, una maniobra urdida para engañar a una ciudadanía apática que se asemeja, cada vez más, a los siervos de la gleba, ha sido puesto al descubierto en pocas horas por los mecanismos mercantiles de un capitalismo al que no se puede engañar con tragedias griegas y óperas italianas.
Las medidas impuestas por la oligarquía, solo pueden llevar al Antiguo Régimen a la ruina, no ya por sus métodos y espíritu anti-democráticos, coloniales e imperialistas, sino, además, porque desde un punto de vista puramente económico, significan la destrucción de los niveles de vida, el aumento exponencial del desempleo (con el saqueo y la destrucción de más sector público y los aumentos de la edad de jubilación, entre otros) y la emigración. Sin embargo, esa emigración con la que se pretende eliminar gran parte del desempleo que necesariamente se creará con este nuevo pillaje de la hacienda pública, llega a un mercado de trabajo ya saturado con mano de obra semi-esclava de todo el planeta.
Es casi imposible que Alemania, Francia o el Reino Unido, por considerar países a los que ya se dirigen gran parte de los parados de Europa, puedan absorber el excedente de mano de obra que Grecia, Italia, Portugal, Irlanda o Cortijo-España están produciendo, por no hablar de los países del Este de Europa, China, Africa, América Latina y, en general, un mundo en plena expansión demográfica. Los EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, con sus fuertes controles y sus fuentes asiáticas y americanas de inmigración, serían prácticamente inalcanzables para los europeos.
El estallido social, aunque no necesariamente socialista, solo podrá evitarse manu militari, algo que equivaldrá a la reintroducción de la esclavitud.
Hoy, más que nunca, el dilema es claro, o revolución proletaria o esclavitud, pues en un mundo saturado, la huida ya no es una opción.
¡Caciques al GULAG!
Workers of the World, Unite!
¡Reciprocidad! ¡Repatriación! ¡Revolución!
European Communist Party
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