El juez Federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena, dispuso el procesamiento con prisión preventiva de los represores Jorge Rafael Videla, Luciano Benjamín Menendez y Albano Harguindeguy por "homicidio calificado y asociación ilícita", por el crimen del obispo Enrique Angelelli ocurrido en 1976. El magistrado entendió que el supuesto accidente de tránsito donde murió el monseñor fue "provocado" y atribuyó la responsabilidad a las máximas jerarquías de la ultima dictadura militar. También fueron imputados el excomodoro Luis Fernando Estrella y el expolicía Juan Carlos "La Bruja" Romero.
La causa, investigada como un accidente automovilístico ocurrido en proximidades de la localidad de Punta de los Llanos, en la provincia de La Rioja, el 4 de agosto de 1976, fue archivada ese mismo año por la jusiticia provincial. En 1984 la investigación fue reabierta, y calificada como homicidio. No obstante, con las leyes de punto final y obediencia debida en vigencia, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba dispuso su archivo.
Reabierta la investigación, y luego de que el actual Juez Federal de La Rioja reasumiera la dirección de la investigación en 2010, se se estableció que la muerte de Monseñor Enrique Angel Angelelli fue producto de un “accidente automovilístico provocado”, que ocasionó la muerta de Angeleli y lesiones de consideración a su acompañante, el exsacerdote Arturo Aído Pinto.
En la resolución se señala, entre otros aspectos, la existencia de irregularidades en la investigación policial del hecho, la presencia de personal de “inteligencia” de ejército y la policía en el lugar del supuesto accidente, la existencia de un sumario paralelo, y fundamentalmente la declaración de los diversos testigos, así como las circunstancias previas, signadas por los homicidios de los sacerdotes Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias y Wenceslao Pedernera en la localidad de Chamical.
La causa, investigada como un accidente automovilístico ocurrido en proximidades de la localidad de Punta de los Llanos, en la provincia de La Rioja, el 4 de agosto de 1976, fue archivada ese mismo año por la jusiticia provincial. En 1984 la investigación fue reabierta, y calificada como homicidio. No obstante, con las leyes de punto final y obediencia debida en vigencia, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba dispuso su archivo.
Reabierta la investigación, y luego de que el actual Juez Federal de La Rioja reasumiera la dirección de la investigación en 2010, se se estableció que la muerte de Monseñor Enrique Angel Angelelli fue producto de un “accidente automovilístico provocado”, que ocasionó la muerta de Angeleli y lesiones de consideración a su acompañante, el exsacerdote Arturo Aído Pinto.
En la resolución se señala, entre otros aspectos, la existencia de irregularidades en la investigación policial del hecho, la presencia de personal de “inteligencia” de ejército y la policía en el lugar del supuesto accidente, la existencia de un sumario paralelo, y fundamentalmente la declaración de los diversos testigos, así como las circunstancias previas, signadas por los homicidios de los sacerdotes Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias y Wenceslao Pedernera en la localidad de Chamical.