Encontré esta Noticia en Página 12 (diario argentino, oficialista dicho sea de paso)
El mundo|Martes, 22 de noviembre de 2011
Entrevista con el diputado electo de Navarra por la coalición Amaiur, el abogado Sabino Cuadra
“Ya no existe la lucha armada en Euskal Herria”
La izquierda vasca fue uno de los grandes ganadores de los comicios del domingo. Cosechó el mayor número de diputados en el País Vasco (seis) y uno en Navarra. Página/12 dialogó con el diputado electo de Navarra, Sabino Cuadra.
Por Mercedes López San Miguel
Sabino Cuadra celebra en Pamplona los resultados electorales del domingo.
Desde Madrid
Amaiur, coalición integrada por la izquierda abertzale (independentista), Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba, irrumpió con fuerza en las elecciones del pasado domingo. Cosechó el mayor número de diputados en el País Vasco (seis) y uno en Navarra, lo que le permite formar grupo propio en el Parlamento e interpelar al futuro jefe de gobierno Mariano Rajoy. Página/12 dialogó con el diputado electo de Navarra, Sabino Cuadra, abogado de 62 años oriundo de Pamplona que se define como internacionalista y tiene una larga trayectoria como activista social.
–¿El buen resultado en los comicios se debe a que Amaiur apostó a la no violencia?
–El abandono de la lucha armada por parte de ETA influyó de modo importante en el escenario político global de Euskal Herria (País Vasco) y en todos sus ámbitos. Queda aún que por parte del Estado y de sus principales valedores políticos, PP y PSOE, se den también pasos en la misma dirección, como ser la libertad inmediata de los presos y presas políticas gravemente enfermos, la excarcelación de quienes han cumplido ya las tres cuartas partes de sus condenas y el acercamiento de todos ellos a Euskal Herria. Igualmente tendrían que ser desactivados todos los mecanismos como leyes y tribunales de excepción, juicios pendientes y abrirse un proceso de diálogo que permita que nuestro pueblo pueda conseguir el derecho a hablar y a decidir sobre su futuro sin injerencia ni imposición externa alguna. En cualquier caso, el buen resultado electoral de Amaiur tiene que ver, sobre todo, con el respaldo a una firme apuesta de unidad entre todas las fuerzas de izquierda, soberanistas e independentistas vascas, y al evidente apoyo que éstas ya tenían antes del anuncio de ETA de abandono de la lucha armada.
–¿Este buen desempeño podría impulsar a Amaiur al gobierno vasco en un futuro próximo?
–No es algo que nos hayamos planteado de momento, pero es evidente que los resultados alcanzados van a situar el panorama político vasco en unas coordenadas diferentes. Las puertas de un futuro asentado en firmes pilares de justicia social, libertad, soberanía y plena democracia para nuestro pueblo están hoy abiertas en Euskal Herria. Lo próximo es acumular fuerzas en una triple dirección. En primer lugar, para dar un fuerte impulso al proceso de paz y normalización democrática abierta en Euskal Herria a fin de conseguir un marco político de diálogo, negociación y acuerdo que permita abordar las causas del conflicto vivido. En segundo término, reforzar, ampliar y profundizar el marco de unidad de izquierda soberanista e independentista alcanzado y, por último, hacer frente a los brutales recortes sociales y ataques neoliberales que, iniciados por el PSOE, tendrán sin duda alguna una profundización con la llegada al gobierno del PP.
–¿Qué rol van a jugar en una futura negociación de paz con ETA?
–ETA ha afirmado recientemente de forma tajante que no tiene intención alguna de condicionar ni influir en el proceso de paz y normalización democrática que se ha iniciado. El diálogo entre esta organización y el gobierno tendrá que centrarse por tanto en los distintos aspectos relacionados con el conflicto armado, es decir, presos, armas, pero el proceso político que ya se ha abierto debe ser impulsado y llevado a cabo por los distintos agentes políticos y sociales de nuestro pueblo.
–¿Piensan asumir los cargos?, dado que en épocas de Herri Batasuna no reconocían al Parlamento nacional...
–Seguimos sin aceptar el Parlamento español y el marco institucional, pues en el mismo nos impusieron normas como la Constitución y la OTAN. Nuestras prioridades, órdenes del día, ritmos de trabajo, presencias y ausencias en este Congreso serán marcadas por nuestro pueblo y nuestros electores. Nuestra referencia no será el Estado español ni su gobierno, sino Euskal Herria y sus sectores populares.
–En Amaiur, ¿cómo conviven fuerzas que condenan la violencia con otras que participaron de la lucha armada?
–La lucha armada ya no existe en Euskal Herria pues ETA la ha abandonado. En Amaiur miramos hacia el futuro y esto es lo que nos pone de acuerdo. Es preciso atender ahora a las causas que estaban debajo de la existencia de ese conflicto, como la negación a nuestro pueblo del derecho a decidir y a abordar todas las consecuencias que se han derivado del mismo.
–¿Qué significa el Partido Nacionalista Vasco para su coalición?
–Su significado es doble. Por un lado, se trata de un partido nacionalista cuya apuesta actual carece de sentido por defender un Estatuto de Autonomía completamente agotado y puesto en cuestión por la mayor parte de la ciudadanía vasca. Se trata así de un partido autonomista, pero que cuenta también con bases populares que van bastante más allá de lo planteado por sus dirigentes, para quienes solamente existe la política del pasilleo y el plato de lentejas. Nuestra apuesta va así por tratar de que se incorpore a la nueva dinámica abierta en Euskal Herria.
–¿Cómo cree que va a actuar el gobierno de Mariano Rajoy con Amaiur? Varios dirigentes populares habían pedido la ilegalización de su alianza.
–Euskal Herria ha sido el único lugar del Estado español en el que las formaciones de derechas PP y (su aliado) Unión del Pueblo Navarro han sufrido un claro retroceso, así como también el PSOE. Son las fuerzas nacionalistas y abertzales de izquierdas las que irrumpieron fuertemente en el panorama político. Todo esto unido al alto nivel de reconocimiento internacional realizado el pasado octubre en la Conferencia de Paz de Donostia-San Sebastián, hace que no sea éste, quizás, el escenario más probable. En cualquier caso es evidente también que si se pretende avanzar de nuevo por esta vía ilegalizatoria la respuesta política y social que va a darse en nuestro pueblo va a subir muchos enteros y el descrédito y rechazo internacional a un gobierno que está hoy bastante necesitado de un arrope en este ámbito, va a ser otro importante elemento a considerar.