Y no coincide, apreciado
Brujula, que esta es la definición de las relaciones de producción capitalistas;
sorge escribió:pero ellos van porque quieren y aceptan voluntariamente la relacion contractual.
Los ideólogos del capitalismo pasan por alto que el capitalismo es ante todo un régimen de producción. Régimen que necesita, previamente a la propia producción capitalista, por un lado, una acumulación previa de recursos naturales, medios de producción y bienes de consumo, en manos de unos y, por otro lado, que la fuerza de trabajo sea una mercancía, que el propietario del usufructo de la fuerza de trabajo sea el propio trabajador y que, dicho trabajador, no disponga de recursos naturales, medios de producción y bienes de consumo propios, para que “libremente” alquile su fuerza de trabajo en el mercado.
Si el trabajador no es propietario del usufructo de su propia fuerza de trabajo es un esclavo. Si el trabajador, aún siendo el propietario del usufructo de su fuerza de trabajo, está obligado a entregarla a un propietario de medios de producción es un siervo de la gleba.
En las sociedades capitalistas es necesaria la existencia de dos tipos de ciudadanos que se caracterizan; los unos por ser propietarios de medios de producción y de consumo, haber acumulado en sus manos trabajo muerto, y los otros por ser propietarios del usufructo de un valor de uso su fuerza de trabajo, pero que carecen de medios de producción, por lo que su fuerza de trabajo para ellos no tiene valor de uso. En el mercado capitalista del trabajo se enfrentan los capitalistas propietarios del trabajo muerto frente al trabajo vivo, para aumentar la propiedad de trabajo muerto de dichos capitalistas. El capitalista hace uso de la fuerza de trabajo comprada, teniendo en cuenta que su propietario está en la obligación de cambiarla por un valor inferior al de su uso, y la emplea en la producción de mercancías con lo que obtiene una ganancia o plusvalía, que se materializa para el capitalista en la venta de esas mercancías. Pero la naturaleza no produce por un lado a poseedores de capital y por otro lado a poseedores exclusivamente de su fuerza de trabajo. No existe el genotipo que predestine a unos seres humanos a ser poseedores de medios de producción y a otros a estar privados de ellos. El productor de la mercancía fuerza de trabajo es el estado, utilizando como medio para producir dicha mercancía el monopolio de la violencia, es decir, de las armas.
Por lo que la población de esos países lo que manifiesta en realidad, sin saberlo, es un profundo rechazo al capitalismo cubano, y solo la propaganda de los ideólogos de una determinada forma de capitalismo hace creer, a la población de esos países, que el sistema cubano es diferente al capitalismo, aunque para ello cuentan con la inestimable colaboración del izquierdismo folclórico.
El folclorismo de izquierdas asume como propias todas las falsas teorías, “ausencia de libertades políticas y democracia”, “subjetivismo filosófico” e “historicismo en la sucesión de las formaciones sociales”, atribuidas a la teoría comunista por ideólogos y filósofos críticos de dicha teoría. Especial mención merece el “utopismo económico” y el “socialismo estatista” propio de las teorías “rodbertianas”, concepciones atribuidas por los ideólogos apologetas del capitalismo, a la teoría comunista, para intentar dar cierta verosimilitud a sus críticas y que, como no podía ser de otra forma, el folclorismo de izquierdas hace suyas, convirtiéndose el folclorismo de izquierdas en defensor de estados dictatoriales, seguidores de doctrinas de subjetividad “cientifista”, valedores de concepciones lineales de la historia, teóricos de concepciones utópicas cuando no abiertamente subjetivas del valor. A pesar que dichas ideas fueron duramente criticadas, ya en su momento, como ajenas a la teoría comunista.
Saludos.