[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
La doble moral burguesa es un criterio moral que se aplica con más rigor en un grupo (o individuo) que está en contra de la hegemonía burguesa que con uno que está a favor de modelos pro-burgueses, como el capitalismo o el fascismo. La doble moral burguesa se transmite mediante los medios de comunicación (televisión, prensa, educación, cultura general) y es injusta porque viola el principio de justicia conocido como imparcialidad. La imparcialidad es el principio según el cual los mismos criterios se aplican a todas las personas sin parcialidad ni favoritismo. Veamos tres ejemplos de doble moral burguesa: el trato a los políticos, a los disidentes y al terrorismo.
1- El trato a los políticos según su posición ante la burguesía: Gadafi, Castro y Hamad bin Jalifa Al Thani
Cualquiera que tenga dos dedos de frente es consciente del diverso trato que reciben los dirigentes políticos en nuestra prensa. De algunos, como Chavez o Castro, se habla mucho. De otros, como Hamad bin Jalifa Al Thani o Pierre Nkurunziza, no hemos oído hablar en nuestra vida. ¿Por qué? ¿Por qué de pronto aparece en la escena mediática un tal Gadafi? ¿Qué ha hecho Chávez para que se le trate así en nuestros medios? ¿Y Fidel Castro? ¿Quién demonios es Hamad bin Jalifa Al Thani?
La presencia continua de un país en la agenda noticiosa transmite a las audiencias una imagen de crisis, conflicto e inestabilidad constantes, como en el caso de Cuba o Venezuela. Mientras que en el silenciamiento de las movilizaciones sociales y denuncias de la oposición (Bahrein, Islandia...) proyectará entre la opinión pública la sensación de que en ese país todo va bien. Basta comparar la cobertura informativa que tenía centroamerica en los años ochenta, cuando las izquierdas armadas amenazaban el poder, y la que tiene ahora. Se podrá argumentar que no tienen compración informativa una situación de guerra como aquella y la de paz que existe actualmente. También ese concepto de guerra y paz es discutible: las organizaciones humanitarias y la Iglesia católica han señalado en numerosas ocasiones que las muertes violentas por delincuencia actualmente son más numerosas que las bajas durante aquellas guerras. Sin embargo, la situación actual se quiere proyectar como estable ante la comunidad internacional, por muchas personas que mueran diariamente en esta ''paz''.
La escasez de información de importantes países en el ámbito europeo como son Alemania (en el puesto 23) o Rusia (en el puesto 15) y la misma ausencia de información sobre países con inmensas poblaciones y economías emergentes como China (en el puesto 17), India (en el puesto 39) y Brasil (51) es cuanto menos curiosa. Por el contrario, información de otros países mucho menos importantes en cuanto a población y economía, como son Venezuela (, Cuba (16) y Bolivia (22) resulta algo absurdo.
Es evidente que los medios al servicio de la burguesía (desde ElPaís hasta Intereconomía, pasando por LaSexta y Tele5 entre otros) tienen interés en traer a la agenda de la crisis a países como Cuba o Bolivia que a la India o a Brasil. Los medios cumplen con gran eficacia su función. Veamos tres ejemplos.
Muamar el Gadafi fue, hasta el día de su muerte, un político y militar libio. Desde 1969 dirigió Libia, y sus políticas fueron mutando a medida que pasaban los años y el contexto internacional cambiaba. Al inicio de su régimen preservó cierta cercanía con Francia, pero al poco tiempo se alineó con la extinta superpotencia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Abrazó sucesivamente el panarabismo, el anticapitalismo, el pro-sovietismo, el panislamismo, el intervencionismo belicista y un panafricanismo pacifista que le convirtió en el artífice de la Unión Africana. Especialmente en la década de los 80, fue objeto de varios intentos de derrocamiento por parte del gobierno de los Estados Unidos. Durante un bombardeo estadounidense a Trípoli, ejecutado en 1986, bajo la administración de Ronald Reagan, Hana, la hija de Gadafi, resultó muerta. Por otra parte, Gadafi fue beligerante al enviar alrededor de 3000 efectivos militares libios en respaldo del dictador ugandés Idi Amin durante la Guerra Uganda-Tanzania, a fines de los 70. Entre la década de los 70 y 80, Gadafi intervino militarmente en su vecino sureño Chad, ordenó la invasión y anexión de la Franja de Aouzouchadiana debido a sus potenciales depósitos de uranio, y trató de derrocar al entonces presidente Hissène Habré durante la Guerra de los Toyota.
Entre el final de la década de 1990 y el inicio de los años 2000, al abandonar el patrocinio del terrorismo en terceros países y el desarrollo de armas de destrucción masiva y las políticas económicas socialistas, consiguió la rehabilitación por parte de las potencias occidentales, que sacaron a su país de la categoría de «Estado paria» a la de miembro pleno de la «comunidad internacional», tránsito que se ha saldado con la visita a Trípoli de políticos occidentales de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Por esa razón Muamar el Gadafi ha sido calificado tanto de líder hábil y coronel revolucionario e idealista como de dirigente imprevisible, temido y déspota. Asimismo, Gadafi permitió durante la década del 2000 el ingreso de petroleras extranjeras y la liberalización del mercado económico, lo que cambió completamente su imágen internacional.
Resumiendo: cuando nacionaliza el petróleo y apoya a los países no-alineados es un loco terrorista, y cuando se somete al capitalismo y exporta su petróleo se convierte en ''el presidente libio''. Cuando en 2010 vuelve a nacionalizar el petróleo, coincidiendo además con la crisis económica que azota su país y las protestas populares, vuelve a ser ''el caudillo Gadafi'' y debe por tanto ser aniquilado. Todo esto mientras a unos pocos kilometros las potencias neocolonialistas (Europa, China, EEUU...) permiten y abrazan genocidios como el de Ruanda mientras roban las materias primas africanas.
Otro ejemplo es Fidel Castro. Para el que no le conozca, es un revolucionario y estadista cubano. Fue mandatario de su país como Primer Ministro (1959-1976) y Presidente (1976-2008). También fue Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (1956 -2008) y Primer Secretario del Partido Comunista (1965-2011). Es diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular (desde 1976). Es abogado, doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático. Ostenta por cierto el récord Guiness de ''persona a la que más veces han intentado asesinar''.
Más allá de hablar de las reformas socioeconómicas que se han llevado a Cuba en los últimos 50 años, veamos algunos tópicos que la superestructura mediática burguesa nos introduce en la cabeza. Suelen ser noticia los balseros cubanos, que, huyendo del malicioso regimen castrista, intentan alcanzar las costas estadounidenses. Lo que en otras regiones es simplemente emigración para mejorar las condiciones económicas, cuando se trata de Cuba, sistemáticamente se presenta como evasión y exilio. A ningún medio se le ha ocurrido, que yo sepa, decir que los países con más emigrantes (México, Marruecos y China) son países con un sistema económico capitalista, dónde por cierto el nivel de vida es más bajo que en Cuba. Para los grandes medios, los ''espaldas mojadas'' de México o los ''balseros'' de la República Dominicana que luchan por alcanzar Estados Unidos son emigrantes económicos en busca del ''sueño americano''. Los emigrantes cubanos, en cambio, son exiliados que huyen del malvado Fidel Castro.
Otra típica mentira es la de que en Estados Unidos se vive mejor que en Cuba, por ejemplo en materia sanitaria. Estados Unidos es muy rico y pudo gastar en salud en 2007 7.285 dólares per cápita, medida en paridad de poder de compra, es decir, teniendo en cuenta los respectivos niveles de precios. Cuba, que es mucho más pobre, sólo pudo gastar 917 dólares, es decir, casi 8 veces menos.
Cuba dedica aproximadamente un 7% de su PIB al gasto sanitario, un esfuerzo importante y casi igual al de los países más avanzados. Estados Unidos, sin embargo, dedica un porcentaje mucho más elevado, el 16% (que incluye el gasto público y el gasto privado).
Pero, lo que resulta sorprendente es que dedicando mucho más recursos que Cuba en términos relativos (respecto a su PIB respectivo) Estados Unidos dispone de muchos menos servicios para la población, además de menor acceso, como acabamos de decir. Basten dos datos:
El número de médicos por cada 10.000 habitantes es de 64 en Cuba y de 31 en Estados Unidos. Más del doble. Por otro lado, el número de camas de hospital por cada 10.000 habitantes en Cuba es de 60 y en Estados Unidos de 31, casi justo la mitad.
La esperanza de vida para ambos sexos según la Organización Mundial de la Salud es de 78 años en Estados Unidos y de 77 en Cuba, y la de las mujeres de 70 y 69, respectivamente. Y la esperanza de vida saludable para ambos sexos es también de un solo año más en Estados Unidos (70) que en Cuba (69).
No parece, pues, que se pueda decir que el sistema de Estados Unidos proporcione una ventaja decisiva en este aspecto sobre el cubano, sobre todo, teniendo en cuenta las condiciones de mucha mayor penuria en que se obligada a desenvolverse la población, entre otras causas, por culpa del bloqueo.
Por el contrario, lo que sí parece que puede concluirse claramente es que el sistema cubano es mucho más eficaz que el estadounidense en este aspecto, pues con muchísimo menos gasto absoluto y relativo, como hemos visto, es capaz de proporcionar casi el doble de atención y lograr una esperanza de vida prácticamente igual.
También son elocuentes los datos de mortalidad infantil que tienen mucho que ver con la atención sanitaria que reciben las madres y los propios bebes. Pues bien, la mortalidad infantil por cada 1.000 nacidos es de 7 en Estados Unidos y más baja en Cuba, de 5. También es más baja en Cuba la mortalidad de menores de cinco años por cada 1.000 nacidos vivos: es de 6, frente a 8 en Estados Unidos.
También son inferiores en Cuba los porcentajes de niños no inmunizados contra la difteria, pertursis y tétanos, el 1% anual, frente al 4% en Estados Unidos; el de los niños no inmunizados contra el sarampión (1% en Cuba, frente al 8% en Estados Unidos) y bastante menor la incidencia de VIH tanto entre las mujeres jóvenes de entre 15-24 años (0,1% en Cuba, 0,3% en Estados Unidos), o entre adultos entre 15 y 49 años (0,1% y 0,6% respectivamente).
La mortalidad de adultos por cada 1.000 habitantes es algo mayor en Cuba (81) que en Estados Unidos (79) en el caso de las mujeres, pero no así en el de los hombres (135 en Estados Unidos frente a 122 en Cuba). Y es bastante más baja también la tasa de mortalidad por enfermedades no transmisibles en Cuba (437) que en Estados Unidos (450).
En fin, las fuentes manipuladoras de la opinión tratan de lanzar desde Estados Unidos la idea de que el sistema sanitario de Cuba funciona deficientemente pero lo cierto es que éste último resulta ser capaz de proporcionar mejores condiciones de salud a un porcentaje mucho más alto de la población.
Tenemos la seguridad de que en un país sometido a bloqueo, de escasos recursos económicos y sumido, como toda la economía mundial, en una grave crisis, el sistema sanitario debe estar sufriendo problemas de financiación y que no funcionará como podría hacerlo si disfrutase de condiciones y un entorno más favorables. Si se están produciendo recortes de prestaciones en los países más ricos, ¿acaso sería raro que Cuba tenga también que hacerlos y que sus sistema sanitario se resienta?
Eso es lo que afirman los dirigentes estadounidenses, pero científicos como Pol de Vos y Patrick Van der Stuyft afirman lo contrario en una revista tan prestigiosa como The Lancet en donde afirman que ” el sistema de salud cubano garantiza servicios curativos accesibles, integrados y efectivos y hace énfasis en la prevención”.
Mientras que medios al servicio de intereses que no tienen la dignidad de desvelar se dedican a airear lo mal que funciona la sanidad cubana, lo cierto es que en Cuba se atiende a cualquier persona que demande servicios sanitarios mientras que en estados Unidos, según los datos que recoge Vicenç Navarro, hay 47 millones de habitantes (censados) sin cobertura sanitaria, que mueren entre 45.000 y 100.000 personas al año por falta de aseguramiento, que 62 millones de personas tienen insuficiente cobertura sanitaria, que el 60% de las bancarrotas familiares se debe a personas que se han arruinado como consecuencia de no poder pagar sus facturas médicas y que el 42% de las personas con enfermedad terminal están preocupados por cómo pagará su familia la factura.
Así, el gobierno que se deja la piel para que sus ciudadanos tengan un acceso universal a la sanidad sin depender de su capacidad económica es un dictador comunista, y los gobiernos que permiten que sus ciudadanos mueran en la lista de espera, o que no puedan curarse por no tener dinero suficiente son democráticos.
Hablemos ahora de la cada día más famosa Qatar (sobretodo desde que el FC Barcelona decidió llevar en su camiseta una fundación del gobierno qatarí). Qatar es una monarquía hereditaria, sin parlamento ni partidos. Es uno de los países más ricos de la región del Golfo gracias a sus reservas de petróleo y gas. Su actual Emir, Hamad bin Khalifa Al Thani, dispone de plenos poderes. Se encarga de designar a los miembros del gabinete de ministros y de dictar las nuevas leyes. Despotismo escasamente ilustrado.
La Constitución de 2005 estableció un Parlamento que tenía que estar integrado por dos tercios, no en su totalidad, de los miembros electos. A falta de elecciones, todavía no se ha constituido.
Los periodistas de Qatar están privados de una organización independiente. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se negó a asistir a los actos de celebración de la libertad de prensa organizados por la UNESCO y el Gobierno de Qatar.
Los trabajadores y trabajadoras migrantes constituyen la mayoría de la población activa. Frecuentemente son víctimas de la explotación. Sus contratos de trabajo otorgan amplios poderes a sus empresarios. Estos, a menudo, confiscan los pasaportes de sus trabajadores y algunos se niegan a pagar los salarios a su debido tiempo. Las trabajadoras domésticas, casi todas migrantes, son particularmente víctimas de la violencia de género. Debido a sus condiciones laborales, no tienen generalmente posibilidades de abandonar la casa en la que trabajan. El terror continúa.
Estos trabajadores reciben un trato diferente a los trabajadores nacionales: hacen jornadas más largas, tienen menos días libres, no se les pagan las horas extraordinarias.
Precisamente las normas fundamentales del trabajo en Qatar fueron el tema de un informe de la CIOSL de febrero de 2005. En el informe se pusieron de relieve graves deficiencias en la aplicación de las normas fundamentales del trabajo en cuatro ámbitos: derechos sindicales, discriminación, trabajo infantil y trabajo forzoso.
Se indica en el documento que en Qatar hay graves restricciones de los derechos sindicales. Los sindicatos están prohibidos y también lo están las negociaciones colectivas. Los salarios se estipulan de manera unilateral. El derecho de huelga es limitado.
También la discriminación está muy presente. Qatar se caracteriza por la segregación ocupacional. La mayoría de las mujeres están ubicadas en los sectores de salud y de educación, y tienen un bajo índice de participación social.
Amnistía Internacional, en su informe de 2010, señaló que en Qatar se suceden un conjunto de violaciones intolerables de los derechos humanos. Un ejemplo: el derecho de la mujer a contraer matrimonio libremente no sólo es ignorado por las familias, sino que los cuerpos de seguridad cooperan con esas actitudes machistas restringiendo la libertad de las mujeres, golpeándolas o incluso secuestrándolas. Las penas de flagelación no son penas extraordinarias y se persigue con la cárcel a los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Y por descontado, en Qatar, como en Estados Unidos, se practica la pena de muerte, y en materia de seguridad, un sospechoso puede ser recluido sin cargos durante seis meses -e incluso hasta dos años- con cargos imprecisos.
Este es el país que trató muy bien a Josep Guardiola y sobre el que el entrenador-filósofo no sólo no tiene nada crítico qué decir sino que, bien a las claras, está apostando porque su club de toda la vida, rompiendo una tradición centenaria, lleve en su camiseta su publicidad comercial.
¿Existe mucha diferencia en que el Barça lleve el anagrama de la “Qatar Foundation” en su camiseta y en que, pongamos hace 20 años, llevara en esa misma camiseta la publicidad de la República Sudafricana del apartheid, mientras Nelson Mandela y tantos otros se pudrían en la cárcel y la ciudadanía negra era duramente perseguida y tratada como ganado vacuno? ¿De verdad hay mucha diferencia?
Pero todo esto da igual por que Qatar es un país capitalista en el cual los intereses de la burguesía (nacional y extranjera) están bien asegurados. Parece cuanto menos repugnante que se ataque tanto a Cuba y que de Qatar se hable solo cuando afecte al fútbol español. Fidel Castro, conocido en todo el mundo, queda pues como un dictador de república bananera, y en cambio al jeque de Qatar no le conoce nadie.
2- El trato a los disidentes según su nacionalidad:los disidentes cubanos,los indignados y Anaya
El término « disidente » es por definición utilizado para calificar a una persona que contesta de manera más o menos radical al sistema político del país donde reside. Sin embargo, los medios de comunicación, impregnados en la doble moral burguesa, no utilizan el termino de manera imparcial ni correcta. Veamos dos ejemplos: el de los disidentes cubanos y el de los indignados.
Mucho (demasiado) se habla de los disidentes cubanos. Son personas que, supuestamente, abandonan Cuba por motivos políticos y no económicos. Sin embargo los cubanos salen del país hacia Centroamérica o hacia México, pero nunca se quedan en esos países, dónde ya se supone que estarían liberados del yugo comunista y podrían disfrutar de la libertad, si no que continúan hacia Estados Unidos. Los medios burgueses magnifican lo que denominan ''disidencia'' o ''deserciones''. El argumento migratorio se utiliza muchas veces para estigmatizar el proceso revolucionario cubano. Según la versión dominante, el número ''elevado'' de cubanos que han emigrado hacia los EEUU constituye una prueba de la falta de legitimidad del gobierno cubano. Este postulado es avanzado por la mayor parte de los medios internacionales sin que ningún análisis del fenómeno se considere necesario.
Los más famosos disidentes cubanos son las llamadas ''Damas de Blanco''. Una decena de mujeres cuyos maridos son supuestamente ''presos políticos'', y no ''lacayos de Estados Unidos'' como afirma el gobierno desde La Habana. Cuanto menos sospechoso es que estas señoras, según los papeles filtrados por Wikileaks, estén financiadas por Washington y por empresas estadounidenses con intereses en Cuba. También resulta sospechoso que, pese a que los medios nos digan que el pueblo cubano se solidariza con ellas, veamos a estas diez señoras encerradas en una casa y rodeadas de unos doscientos cubanos que las increpan y las impiden manifestarse por considerarlas ''traidoras''. Otro ejemplo muy sonado es el de Orlando Zapata, cuya madre ha sido vista en varias ocasiones con el terrorista Posada Carriles.
No quiero decir que no haya anticastristas en Cuba: en un programa de Salvados, Jordi Evole entrevistó a un jóven en La Habana que afirmó frente a las cámaras que ''toda esa panda de viejos tiene que salir del gobierno. Esa gente que hizo la revolución hace más de 50 años se ha quedado estancada en sus ideas''. Otros decían simplemente que preferían a Fidel Castro que a cualquier político capitalista. Con esto quiero decir también que en Cuba hay tanta libertad de expresión y pensamiento como en Europa (de Estados Unidos mejor no hablemos).
Sin embargo, lo más curioso de todo y algo de lo que los ciudadanos no parecen haberse dado cuenta, es que los medios no se rigen en absoluto por la definición de disidente para hablar de estos. Si lo hiciesen, ¿no serían también los indignados disidentes del sistema capitalista? Y a proposito: ¿no deberían decir ''la policía del régimen capitalista reprime constantemente a la población, que reclama democracia''?.
Forma parte de la perversión del lenguaje, de la doble moral burguesa: los que protestan contra un régimen comunista son disidentes, y los que protestan contra un régimen burgués son indignados, perroflautas, útopicos idealistas, vagos...
Un ejemplo esclarecedor del distinto trato a la disidencia es el de Armando Valladares, cuyas memorias causaron rápidamente sensación en los medios de comunicación burgueses. Era un preso cubano que habría trabajado como policía en el régimen de Fulgencio Batista y que fue detenido acusado de amenazar la seguridad del Estado, a causa de haber colocado cajetillas de tabaco rellenas de explosivos en lugares públicos en La Habana, como parte de una célula terrorista (en la que también se encontraría, según esta versión, Carlos Alberto Montaner). Él por su parte aseguró que fue detenido por negarse a colocar la hoz y el martillo en un documento del gobierno. Juzguen ustedes mismos cual es la versión más creíble.
Supuestamente y según sus memorias, fue torturado por el régimen castrista en multiples ocasiones. Esto es lo que apareció en The New York Times y en The Washington Post de inmediato. Las atrocidades de Castro -descrito como ''matón dictador''- se revelaron en este libro de manera tan concluyente que ''sólo los intelectuales occidentales fríos e insensatos saldrán en defensa del tirano cubano'', según el primero de los diarios citados. En una ceremonia celebrada en la Casa Blanca con motivo del Día de los Derechos Humanos, Ronald Reagan destacó a Armando Valladares e hizo mención especial de su coraje al soportar el sadismo del sangriento dictador cubano.
La historia que viene ahora ocurría también en mayo de 1986, y nos dice mucho acerca de la doble moral burguesa. Por entonces, los supervivientes del Grupo de Derechos Humanos de El Salvador -sus líderes habían sido asesinados- fueron detenidos y torturados, incluido el director, Herbert Anaya. Se los encarceló en una prisión llamada La Esperanza, pero mientras estuvieron en ella continuaron su actividad como defensores de los derechos humanos y, dado que eran abogados, siguieron tomando declaraciones juradas. Había en aquella carcel 432 presos, de los cuales 430 declararon y relataron bajo juramento las torturas que habían recibido: aparte de la picana y otras atrocidades, se incluía el caso de un interrogatorio, y la tortura consiguiente, dirigido por un oficial del ejército de Estados Unidos de uniforme, al cual se describía con todo detalle. Ese informe -160 páginas de declaraciones juradas de los presos- constituye un testimonio extraordinariamente explícito y exhaustivo, acaso único en lo referente a los pormenores de lo que ocurre en una cámara de tortura. No sin dificultades se consiguió sacarlo al exterior junto con una cinta de vídeo que mostraba a la gente mientras testificaba sobre las torturas, y la Marin County Interfaith Task Force (grupo de trabajo multiconfesional estadounidense) se encargó de distribuirlo. Pero la prensa burguesa se negó a hacer su cobertura informativa y las emisoras de televisión rechazarón la emisión del vídeo.
Anaya no fue objeto de ningún homenaje. No hubo lugar para él en el día de los Derechos Humanos. No fue elegido para ningún cargo importante. En vez de ello fue liberado en un intercambio de prisioneros y posteriormente asesinado, al parecer por las fuerzas de seguridad salvadoreñas, siempre apoyadas militar y económicamente por Estados Unidos.
3- ¿Quiénes son los terroristas? Al-Qaeda, Estados Unidos y la C.E.O.E.
El terrorismo es el uso sistemático del terror, para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por una amplia gama de organizaciones políticas en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones, grupos religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores, ecologistas y gobiernos en el poder.
Hablemos primero de Al-Qaeda. Entre 1980 y 1989, aproximadamente 600 millones dólares pasaron a través de organizaciones de caridad de fachada de Osama bin Laden, específicamente el Maktab al-Khidamat (MAK), también conocido como Al-Kifah. Todo el dinero se originó de donantes ricos de Arabia Saudita y otras áreas en el Golfo Pérsico, y fue canalizado a través de sus frentes de la caridad para armar y financiar a los muyahidines en Afganistán.
En la década de 1980, las Fuerzas Especiales Británicas (SAS) estuvieron entrenando muyahidines en Afganistán, así como en campamentos secretos en Escocia, y el recibía en mayor medida SAS órdenes de la CIA. La CIA también, indirectamente, comenzó a armar a Osama bin Laden. La fachada de caridad de Osama bin Laden, el MAK, "fue nutrido" por el ISI paquistaní.
Se ha informado que Osama bin Laden fue personalmente reclutado por la CIA en 1979 en Estambul. Contó con el apoyo cercano del príncipe Turki bin Faisal, su amigo y jefe de la inteligencia saudí, y también desarrolló vínculos con Hekmatyar en Afganistán, los cuales fueron figuras centrales en la red de la CIA y el Safari Club. General Akhtar Abdul Rahman, jefe del ISI de Pakistán desde 1980 hasta 1987, se reunió periódicamente con Osama bin Laden en Pakistán, y formaron una asociación para exigir un impuesto sobre el comercio del opio de los señores de la guerra de manera que en 1985, Bin Laden y el ISI se dividían las ganancias de más de 100 millones de dólares por año. En 1985, el hermano de Osama bin Laden, Salem, afirmó que Osama era "el vínculo entre Estados Unidos, el gobierno saudita, y los rebeldes afganos."
En 1988, Bin Laden discutió sobre "la creación de un nuevo grupo militar", que vendría a ser conocido como Al-Qaeda. El frente de caridad de Osama bin Laden, el MAK, (eventualmente para formar Al-Qaeda) fundó el Al-Kifah Center en Brooklyn, Nueva York, para reclutar musulmanes para la yihad contra los soviéticos. El Centro Al-Kifah fue fundado a finales de 1980 con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, que proporcionaba los visados a conocidos terroristas asociados a la organización, incluyendo Ali Mohamed, el "jeque ciego" Omar Abdel Rahman y, posiblemente, el líder de los secuestradores del 9/11, Mohamed Atta .
Esto coincidió con la creación de Al-Qaeda, de la cual el Centro Al-Kifah era un frente de reclutamiento. Los soldados de infantería para Al-Qaeda fueron "admitidos en Estados Unidos para entrenarse bajo un programa de visas especiales." El FBI había estado vigilando el entrenamiento de terroristas, sin embargo, "terminó esta vigilancia en el otoño de 1989." En 1990, la CIA concedió el jeque Omar Abdel Rahman una visa para venir implementar el Centro Al-Kifah, que era considerado "intocable" puesto que estaba "protegido por no menos de tres organismos", incluyendo el Departamento de Estado, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA.
Robin Cook, ex miembro del Parlamento británico y Ministro de Relaciones Exteriores escribió que Al-Qaeda, "literalmente la "base de datos", era originalmente el archivo informático de los miles de muyahidines que fueron reclutados y entrenados con la ayuda de la CIA para derrotar a los rusos." Así, "Al-Qaeda" nació como un instrumento de las agencias de inteligencia occidentales. Esta reporte sobre Al-Qaeda también es confirmado por un ex agente de la inteligencia militar francesa, quien afirmó que, "A mediados de la década de 1980, Al-Qaida era una base de datos", y que se mantuvo como tal en la década de 1990. Sostuvo que "Al Qaeda no era ni un grupo terrorista, ni de propiedad personal de Osama bin Laden," y añade:
La verdad es que no hay ejército islámico o grupo terrorista llamado Al Qaeda. Y cualquier oficial de inteligencia informado lo sabe. Pero hay una campaña de propaganda para hacer creer al público de la presencia de una entidad identificada que representa al “demonio” sólo con el fin de empujar al “televidente” a aceptar un liderazgo internacional unificado para una guerra contra el terrorismo. El país detrás de esta propaganda es Estados Unidos y los grupos de lobby de la guerra estadounidense contra el terrorismo sólo están interesados en ganar dinero .
La creación de Al-Qaeda se vio facilitada tanto por la CIA como por las redes de inteligencia aliada, cuyo objetivo era mantener esta base de datos "de muyahidines para ser utilizados como activos de inteligencia para lograr los objetivos de política exterior de Estados Unidos, a través tanto de la Guerra Fría, como en la era Post-Guerra Fría del “nuevo orden mundial”.
Existen muchas revelaciones fascinantes e importantes sobre la intrincada relación entre la CIA, el ISI y Al Qaeda en el período previo a los acontecimientos del 9/11 que merecen ser objeto de mayor escrutinio.
En primer lugar, echemos un vistazo a Osama bin Laden. Bin Laden, cuya relación con la CIA en el pasado ha sido bien documentada, al parecer actuó de díscolo tras la Guerra de Estados Unidos en el Golfo de 1991 contra Irak y el emplazamiento de tropas y bases militares estadounidenses en Arabia Saudita. Sin embargo, hay informes que indican que la relación entre Bin Laden y el aparato de inteligencia estadounidense se mantuvo, al menos hasta cierto punto, durante muchos años.
Debemos recordar la naturaleza de al-Qaeda, como organización, o red, de activos de inteligencia financiados, armados, entrenados y dispersos en todo el mundo por una compleja red de agencias de inteligencia de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Arabia Saudita, y Pakistán.
Un tribunal francés llevó a cabo una investigación sobre la red financiera de Osama bin Laden, quien la creó simplemente para tener independencia económica, y financiar las operaciones de Al Qaeda con sus propios fondos. Sin embargo, se reveló que Osama mantuvo una cuenta bancaria conjunta con su medio hermano Yeslam bin Laden en Suiza entre 1990 y 1997. De particular interés para los investigadores era "una transferencia de 241 millones de euros a Pakistán en el 2000 desde una cuenta que pertenece a una empresa llamada Cambridge, una filiar de SBG [Saudi Bin Laden Group], que fue abierta en el Deutsche Bank en Ginebra", con fondos "transferidos a una cuenta que pertenece conjuntamente a Osama bin Laden y una persona de nacionalidad paquistaní."
A Der Spiegel, un importante periódico alemán, se le concedió acceso a miles de páginas de documentos de inteligencia relacionados con Bin Laden y Al Qaeda. En el informe sobre los documentos, los autores revelaron que cuando Bin Laden necesitó financiamiento, "La elite saudita - y su propia familia – acudieron en su ayuda." La lista de financistas:
es un verdadero "quién es quién" de la monarquía de Medio Oriente, incluyendo firmas de dos ex ministros, seis banqueros y doce prominentes hombres de negocios. La lista también menciona a "los hermanos bin Laden". ... ¿"Los hermanos bin Laden", quienes primero prometieron dinero a Al-Qaida y, a continuación, en 1994, emitieron un comunicado de prensa conjunto declarando que estaban expulsando de la familia a Osama por ser una "oveja negra", realmente rompieron los lazos con su pariente de sangre - o estaban simplemente tomándole el pelo al mundo?
La cuñada de Osama bin Laden, incluso declaró:
No me creo para nada que los Bin Laden hayan rechazado a Osama. En esta familia, un hermano siempre es un hermano, no importa lo que haya hecho. Estoy convencida de que la compleja red y el tejido estrecho entre el clan Bin Laden y la familia real saudí todavía está operando.
Tras la muerte del padre de Osama, Salem bin Laden, el hermano de Osama, se convirtió en jefe de la empresa, Saudi Bin Laden Group (SBG). Como informó Der Spiegel:
Salem Bin Laden estableció vínculos empresariales con la élite política norteamericana, cuando, según fuentes de inteligencia francesas, ayudó a la Administración Reagan a eludir al Senado de los Estados Unidos y canalizar 34 millones dólares a los rebeldes derechistas Contras que operaban en Nicaragua. También desarrolló estrechos vínculos con la familia Bush en Texas. Mientras Osama estaba luchando en Afganistán contra los soviéticos, fue a menudo visitado personalmente por el príncipe saudí Turki, jefe de la inteligencia saudita, y fue financiado tanto por el Saudi Bin Laden Group (SBG) como por la familia real saudí. En 1990, cuando el rey Fahd de Arabia Saudita permitió a los norteamericanos establecer bases militares en Arabia Saudita, el SBG consiguió el contrato para construir las bases.
Aunque la familia de Osama Bin Laden afirmó que era una "oveja negra" y que cortaron los lazos con él en la década de 1990, la evidencia es fuerte en sustentar que Osama no sólo mantuvo vínculos con su familia, sino que mantuvo sus vínculos con la inteligencia saudí. Mientras Osama estaba en Sudan en la década de 1990, la inteligencia saudita envió a su familia a reunirse con él con tanta frecuencia, y mantuvieron contacto tan estrecho con él, que la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, creía que Osama era un espía saudí. En 1994, bajo intensa presión pública, tanto Arabia Saudita como la familia Bin Laden rechazaron públicamente sus vínculos con Osama.
Sin embargo, incluso después de esto, cuando Osama regresó a Afganistán a mediados de la década de 1990 para trabajar con los talibanes, el príncipe Turki de la inteligencia saudí todavía mantenía contacto e incluso visitaba a Osama, incluso trayendo "regalos" como docenas de camiones:
Según un antiguo miembro del servicio de inteligencia talibán, el Príncipe Turki y OBL [Osama bin Laden] hicieron un trato: los saudíes apoyarían económicamente a al-Qaida, pero sólo a condición de que no habrían ataques en suelo saudí.
El 9 de enero de 2001, Osama asistió a la boda de sus hijos en Afganistán, acompañado por su madre y dos hermanos, difícilmente acciones de una "oveja negra". Además, dos de las hermanas de Osama viajaron a Abu Dhabi en febrero de 2001 a "entregar grandes sumas de dinero a un agente de al-Qaeda. En Estados Unidos, la familia Bin Laden tenía pasaportes diplomáticos, de manera que después de los ataques del 9/11, ellos no podían ser cuestionados, de hecho fueron llevados fuera del país. Los Bin Laden también tienen negocios con la familia Bush a través de la compañía de inversión, el Carlyle Group. Nadie pareciera cuestionar por qué la familia Bin Laden tenía pasaportes diplomáticos, un extraño suceso, al parecer, para una familia de "negocios" saudí que no participaba de ninguna "diplomacia" oficial o formal.
En marzo de 2000, se informó que Osama bin Laden estaba enfermo y que sufría de una enfermedad hepática y renal. Una fuente de inteligencia occidental dijo a la revista de Hong-Kong, Asiaweek, que Bin Laden estaba agonizando por una insuficiencia renal.
En julio de 2001, Osama bin Laden pasó 10 días en el hospital estadounidense de Dubai para tratamiento. Viajó desde Pakistán a Dubai el 4 de julio 2001, para ser tratado en el Servicio de Urología. Mientras estaba en el hospital, Osama fue visitado por varios miembros de su familia, autoridades saudíes, y la CIA. Uno de los visitantes fue el príncipe saudí Turki al Faisal, jefe de la inteligencia saudita, y el jefe de la CIA en Dubai, quien poco después fue llamado a Washington.
El 10 de septiembre de 2001, la noche antes de los ataques del 9/11, Osama bin Laden estaba en Pakistán "consiguiendo tratamiento médico con el apoyo de los mismos militares que días después, habían ofrecido su respaldo a la guerra contra el terrorismo de Estados Unidos en Afganistán". La inteligencia pakistaní informó que Bin Laden estaba siendo rápidamente trasladado a un hospital militar en Rawalpindi para el tratamiento de diálisis renal. Como señalara un trabajador médico, "se trasladó a todo el personal regular en el Servicio de Urología y enviaron un equipo secreto para reemplazarlos." El presidente pakistaní, Musharraf, declaró abiertamente en público que Osama sufría de una enfermedad renal y estaba cerca de la muerte
Es también dentro de este marco, de entender el nexo profundo entre inteligencia y terrorismo en las relaciones internacionales y estratagemas imperiales (es decir, engaño estratégico), que debemos ver el ascenso, rol, evolución y propósito de la "Guerra Global contra el Terrorismo", ahora en su décimo año, gastando billones para enviar estadounidenses pobres a matar musulmanes pobres de los países de todo Medio Oriente, África y Asia Central y Meridional.
Ahora que conocemos el orígen de Al-Qaeda y sus conexiones con el ejército estadounidense, veámos un poco cómo actúa este país y si, efectivamente, podemos hablar de terrorismo. No hace falta irse a Iraq, quedémonos en America Latina.
Tanto la crisis económica de los años 30 como el enfrentamiento al nazifacismo (1933 – 45) hicieron replegar la política intervencionista norteamericana, pero el comienzo de la Guerra Fría permitió a los Estados Unidos consolidar su presencia en regiones hasta entonces inaccesibles, como las zonas petroleras del Medio Oriente. El dominio económico de los Estados Unidos se expande por todo el mundo, sus capitales y compañías levantan a Europa y Asia destruidas por la guerra y penetran en los países subdesarrollados, ya no sólo en los de América Latina. Pero la expansión económica y política norteamericana se vio frenada por el auge del socialismo que dominaba ya no solo en Europa del Este, sino también en la China, Yugoslavia y fue expandiendo su órbita sobre pequeñas naciones que habían sido víctimas de los grandes imperios occidentales.
Al tiempo que los Estados Unidos expandían sus políticas a través de la utilización de organismos internacionales aparentemente neutrales (FMI, BM, OEA, TIAR, OTAN, ONU) que han representado históricamente sus intereses, se inició una política internacional de favorecer a los "gobiernos fuertes" de marcada tendencia anticomunista, manifiesta en el auge de los gobiernos dictatoriales no sólo en América Latina (1948 – 57) sino en el resto del tercer mundo: Invade Guatemala en 1954 y 1965, presiona contra la revolución Boliviana de 1952, así como se involucra en la caída de Perón en Argentina y Vargas en Brasil, de Medina y luego Rómulo Gallegos en Venezuela, interviene en los conflictos de Corea y de Vietnam donde es, por primera vez en su historia, aplastantemente derrotado.
En el Medio Oriente, hasta 1951, en el único país donde los EEUU no tenían participación era Irán, controlado cien por ciento por los ingleses. Después de la Segunda Guerra Mundial, además del debilitamiento inglés, existen otros factores por lo cual el Medio Oriente se convierte en determinante en la política exterior norteamericana; primero, en su política de defensa ante la amenaza de expansión del comunismo, para lo cual se lanza la "Doctrina Truman", segundo, por la situación de dependencia en la que se coloca EEUU a partir del año en que se convierte en principal importador de petróleo, situación que aumenta el peso de los EEUU, la población de origen judío fue lo que justificó su decidido apoyo a la creación y mantenimiento del Estado de Israel. En pro de estos intereses los EEUU llegaron hasta intervenir militarmente cuando consideraron algún peligro: Así dieron su aprobación al desplazamiento violento de los palestinos de sus territorios, en 1949 intervienen directamente en un golpe de Estado contra Siria y junto a Inglaterra contra el Líbano y Jordania, en 1958, motivados por el miedo a las repercusiones en esos países de la revolución iraquí. Pero su acción militar más importante fue el derrumbamiento de Mossadeh en Irán en 1954, donde la participación de la CIA fue decisiva. En 1955, en el contexto de la guerra fría, Inglaterra y EEUU establecen el acuerdo de Bagdad, acuerdo militar de la región para la "mutua defensa" ante posibles agresiones, era una extensión más de la OTAN, como lo fue el TIAR en América Latina para enfrentar el comunismo y a los movimientos nacionalistas.
Regresando a Latinoamérica, desde 1959 con la revolución cubana surge lo que desde entonces ha sido el obstáculo más grande en la política exterior norteamericana en sus relaciones con la región. El comunismo en su propio continente, en un territorio que al igual que Puerto Rico habían considerado de su dominio natural. Además, junto a la revolución cubana se había producido el auge de los movimientos insubordinados en muchos países de América Latina. Todo esto se producía, además, en el comienzo de una profunda recesión de las economías hegemónicas capitalistas aunado a la crisis energética de los 70, que a su vez generó una profundización de los movimientos nacionalistas y tercermundistas a escala mundial a los que tuvo que enfrentar la "diplomacia" norteamericana. Esta política norteamericana contribuyó, en buena parte, al retorno de las dictaduras cuya agresividad más palpable ocurrió en Chile con la caída del gobierno socialista de Allende. 1979 es un año realmente terrible para la política exterior norteamericana, cuando se producen revoluciones socialistas en Granada y Nicaragua, así como la revolución islámica y la caída del Sha en Irán, país que había sido uno de los principales aliados norteamericano en el Medio Oriente.
Al contrario de lo que muchos ingenuamente pensaban, las guerras y cualquier manifestación de violencia no han sido socavadas después del fin de la guerra fría. Por el contrario hay quienes opinan que existía mayor grado de "estabilidad política" cuando prevalecían los dos grandes bloques del occidente capitalista Vs. el oriente comunista. Hoy hasta quienes celebraron la caída de la Unión Soviética y el auge del proceso globalizador están reflexionando sobre las consecuencias de estos sucesos y sus repercusiones en el mundo actual. Los cambios ocurridos con el derrumbamiento soviético; el fin de la Guerra Fría posibilitó el surgimiento de los Estados Unidos como máxima potencia mundial. Ante el debilitamiento soviético los Estados Unidos intervienen militarmente y derrumban el gobierno socialista de Granada (1987) y luego el derrocamiento del presidente de Panamá Manuel Noriega en 1989, que estaba claramente influido por la resistencia – aun latente- de entregar el canal en 1999 y luego su participación fue evidente en el desplazamiento de los Sandinistas de Nicaragua. Como habíamos señalado en la primera parte, la última intervención militar en América se había producido contra Guatemala en 1965, luego vendría el fracaso aplastante de Vietnam. En estos años la política exterior norteamericana se hiso muy pragmática, salvo en el caso cubano, los intereses políticos pasaron a un segundo plano, a pesar de la permanencia del comunismo en China se silenciaron los ataques contra este país y por el contrario se profundizó las relaciones económicas. En el caso de Rusia no hay la menor duda que la reelección de Yelsin, frente a la amenaza que representaban los comunistas y los ultra nacionalistas, tuvo en el apoyo norteamericano un importante aval. Los Estados Unidos ahora jerarquizan sus intervenciones en aquellas regiones o naciones que representan un significativo interés.
La primera invasión sobre Iraq (1991) se encierra en el contexto que hemos señalado, las agresiones norteamericanas hacia esa nación hubieran sido imposibles con la existencia de la URSS, también sería ingenuo pensar que las mismas tuvieron como causa la defensa de la democracia y la soberanía de Kuwait – que nunca las ha tenido- o la defensa de las minorías étnicas, como los kurdos, cuyo problema, por cierto, fue creado por los propios países occidentales y que hoy no solamente atañen a Irak. Tan ingenuo es convertir a Hussein en un Satán como hacerlo un héroe, eso no es lo que nos debe interesar, pero lo cierto es que es una lucha en extremo desigual que solo pretendía garantizar el control norteamericano sobre el 70% de las reservas petroleras del mundo ubicadas en el Medio Oriente. Los gobiernos de Kuwait y Arabia Saudita e Israel le son ya incondicionales a EEUU pero no así el resto de la región.
La Paz Americana que se quiso imponer en la región, ha sido debilitada fundamentalmente por el antiarabismo de Israel, pero más aún por la profundización de los movimientos nacionalistas y concretamente del fundamentalismo islámico, que amenazan con convertirse en el obstáculo mayor de tan añorada globalización. Las agresiones a Irak, el intento de bloquear a Irán y Libia (Ley de Amato), no son solo medidas coyunturales con intereses electorales, esto va mucho más allá, los Estados Unidos se han percatado del inminente peligro que representa la inestabilidad de esta zona para su futuro. La adversidad de esta región hacia occidente está siendo alimentada tanto por la intolerancia de Israel como la de los EEUU.
En el contexto de una supuesta globalización es la imposición y la intolerancia lo que predomina, para ello los EEUU utilizan a los organismos internacionales, aparentemente "neutrales", para enmascarar sus propios intereses, como si hubieran sido hechos bajo el consenso de todas las naciones del mundo y para el bienestar general. Se imponen modelos de economías abiertas cuando ellos aplican el proteccionismo, hablan de un mundo entre iguales y de democracias liberales cuando rechazan al inmigrante del sur, intervienen directamente en los problemas internos de otras naciones y apoyan gobiernos dictatoriales pero con economías de mercado.
Así tenemos que frente al tratado de libre comercio con México, su población es cada vez más rechazada en territorio norteamericano. En Colombia, ante una aparente lucha contra las drogas, ha intervenido directamente en la política interna de ese país, cuando todos sabemos que la principal causa del crecimiento del comercio de la droga está en el creciente consumo de los países desarrollados, especialmente el norteamericano. Los EEUU no intervinieron directamente en la desintegración y matanza de los pobladores de la exyugoslavia, cuya desintegración le es más bien favorable, no lo hicieron frente al apartheid sudafricano, en las matanzas en Ruanda, Somalia, tampoco ante las cruentas dictaduras de Pinochet en Chile o la de Corea del Sur, las cuales por el contrario se convirtieron en importantes socios económicos para EEUU.
En relación a Cuba, los EEUU vienen cometiendo – a nuestro modo de ver- sus más grave error (junto a los del Medio Oriente) no solo por la injusta profundización del bloqueo con la Ley Helms – Burton, sino que es tanto la intolerancia demostrada y la prepotencia al tratar de imponer una legislación a todo el mundo, que le ha producido un bumerang político, al ser rechazado a nivel internacional y producir por efectos indirectos un sentimiento de solidaridad hacia la nación cubana, al tiempo que ha despertado sentimientos de aversión hacia el gobierno norteamericano. Igualmente esta ocurriendo con las continuas agresiones hacia Irak, que han producido todo tipo de reacción adversa.
En 1997, luego de una profunda indiferencia en su primer periodo gubernamental el presidente Clinton realizó una visita a Latinoamérica para tratar de reconquistar espacios perdidos, no solamente en nuestro continente sino en todo el mundo la política exterior norteamericana manifiesta preocupación por el avance geopolítico de Europa (especialmente Francia) y la expansión económica de Asia. Concretamente en Venezuela llego a bendecir la política económica de Caldera y Teodoro Petkoff de "La Agenda Venezuela "y sobretodo la plena apertura (mejor decir entrega) petrolera.
El gobierno de George Bush ha sido de los más violentos y agresivos en su política exterior y mayor expresión de frustración al tratar de imponer su política hegemónica al resto del mundo. A partir de los ataques del 11 de septiembre del 2001, esta lamentable y condenable acción sirvió como pretexto para arremeter una política armamentista contra todos los posibles enemigos, rivales o elementos que causen molestias al gobierno norteamericano y sus principales aliados. En efecto, días después de la tragedia George Bush, sin haber demostrado las pruebas de responsabilidad de Bin Laden y al-qaeda en dichos actos, publicó una lista de supuestos cómplices y de los países "propulsores del mal", donde lógicamente no podían dejar de aparecer los tradicionales enemigos: Kadafy en Libia, los fundamentalistas de Irán, los palestinos, Hussein en Irak, Fidel en Cuba y las FARC de Colombia, entre otros. Así mismo, inmediatamente salieron otros países como el caso de Inglaterra, España e Israel a apoyar esta iniciativa, dando su respaldo a que en la misma lista estuvieran los irlandeses de IRA, la ETA española y los palestinos de Hamas. Como se puede percibir ya el enemigo no tiene cara comunista, ya no es la Unión Soviética ni la Europa del Este, el enemigo cada vez se parece más a los países pobres del Tercer Mundo. Como bien lo dijo el exsecretario general de las Naciones Unidas, Boutros Ghali (cuya posición le costó la reelección) después de la caída del Muro de Berlín; se desdibujaba la frontera entre el este y el oeste pero surgía otra mas profunda entre el norte y el sur.
En lo inmediato pudimos presenciar la declaración de una guerra hacia un país, Afganistán, a cuyo gobierno -talibanes- se acuso de ser protectores de la organización al-qaeda liderizada por Osama Bin Laden, al cual se atañe la responsabilidad de los sucesos del once de septiembre, luego vino la invasión a Irak. En el 2003 la invasión a Irak, bajo el pretexto del incumplimiento de la disminución armamentista y el impedir la vigilancia permanente de la ONU, es la continuación de la guerra iniciada en 1991 por George Bush padre, quien por temor a causar una guerra civil en Irak no logró el objetivo final de liquidar al incomodo mandatario Iraquí. Tampoco tenemos la menor duda en señalar que si no fuera ese país uno de los principales productores de petróleo del mundo y la región del Medio Oriente poseedora del 80 % de las reservas mundiales, el interés no sería el mismo, nadie hablaría de democracia ni de fundamentalismo, lo mismo que ocurrió con países como Somalia y Ruanda cuya espantosa guerra para nada interesó a las grandes potencias del mundo. También estamos conscientes de que el problema no es solo petrolero, que ya es bastante, sino que se le teme al liderazgo que este país junto a Irán ejerce en la región, tanto en el mundo árabe como en la religión islámica, que se han convertido en el mas fuerte rival cultural y político; obstáculo para la expansión económica en esta importante región.
Pero la guerra contra Irak y todos los supuestos terroristas mundiales no solo sirven para sacar del camino los viejos enemigos, a los estorbos del mundo, sino que además representa un excelente negocio para quienes viven de la guerra, fundamentalmente los países desarrollados que son los principales productores armamentista del mundo, quienes venden unos 750 mil millones de dólares en este sector, y que son a su vez los mayores violadores de los acuerdos de disminución de armamentos. También la guerra sirve para obviar la preocupación de los ciudadanos norteamericanos (quienes en su mayoría rechazan esta contienda) de los graves problemas económicos del país y la poca popularidad de Bush. Así mismo, Bush hijo, salvo heredar la agresividad republicana de su padre, ha demostrado desde la campaña electoral (que por votos perdió ante Al Gore, pero que sin embargo la naturaleza de la democracia norteamericana le dio el triunfo.) es un desconocedor de la realidad mundial. El intelectual mexicano Carlos Fuentes, uno de los más brillantes de América Latina, lo ha acusado en varias oportunidades de "Ignorante y estúpido".
Contrariamente al discurso de campaña Bush , quien dijo en el 2000 que América Latina sería ''un compromiso fundamental de su presidencia'', y de su proclamación junto con otros líderes hemisféricos en abril del 2001 de que éste era ''el siglo de las Américas'', su gobierno no hizo nada o muy poco por enmendar errores del pasado y mucho menos cumplir con las promesas de anteriores mandatarios, como lo de condonar parte de la deuda externa, dar trato preferencial a nuestros productos. Por el contrario después de los sucesos de septiembre del 2001 centró sus intereses en el Medio Oriente y hacia Latinoamérica apuntalo solo hacia profundizar sus ataques a Cuba, incentivar el Plan Colombia contra los movimientos insurgentes y crear mayores obstáculos a la migración latina, caso dantesco con el nuevo muro entre ese país y México.
Es ahora cuando percibe como-a diferencia de lo que se pensaba hace apenas pocos años- la población latinoamericana rechaza cada vez más la política unipolar y hegemónica de los EE.UU., y ha castigado en rebeldía y en las urnas electorales los gobiernos lacayos del imperialismo. Al contrario de lo que se pensaba, después del derrumbe soviético, América latina se ha convertido en escenario fundamental de nuevos proyectos políticos y económicos, frente al neoliberalismo impulsado principalmente por la potencia del Norte.
Terroristas no son sólo los EEUU o Al Qaeda, también el FMI, el BCE... y por supuesto tenemos en España a nuestros propios terroristas (aparte de ETA): la CEOE.
Definición de terrorismo: uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o gobiernos. Pues bien, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) es una organización terrorista, que viene, sistemáticamente aterrorizando a la sociedad española y coaccionando a todos sus gobiernos.
Sin ir más lejos, su actual presidente, Joan Rosell, aterrorizó ayer al cuerpo de empleados de la función pública pidiendo el despido de nada menos que 1.700.000 funcionarios, desde no se sabe que autoridad y desde una inexistente competencia.
¿Quién es él para pedir esto? ¿El presidente de una patronal responsable del 74 % de la evasión fiscal en el país? ¿El mandatario de una organización que según Gestha, una asociación de técnicos del Ministerio de Hacienda, ha defraudado 42,711 millones de €, sólo en el 2010? ¿Alguien cuya única actividad reconocida es la de pedir cada mes “reformas del mercado laboral” y desregularizaciones de todo tipo?
Con estos datos en la mano, además de callarse, una buena parte de los empresarios españoles (incluido el propio Rosell) deberían estar en la cárcel y no creando un estado de alarma en millones de personas cuyo fin último está bien a las claras que es el regreso al esclavismo.
La mayor parte de lo que conocemos como “empresarios” en España, son esos tipos que han triunfado en la vida revendiendo chaflanes urbanos, apilando tres ladrillos en forma de vivienda de lujo y que van por ahí presumiendo de Rolex y BMV pero que tienen menos inteligencia y capacidad que una zanahoria.
Esta caterva se cree trascendente e imprescindible porque cuatro monos derechosos les llaman “emprendedores” y nos cuentan sus carcomidas historias de la solución del desempleo. Creo que ya está bien. Ya está bien de aguantar a mequetrefes como el señor Rosell y su fantasmagórica organización de mangantes. Ya está bien de tener que escuchar cada semana la tabla rasa de derechos que estos herederos del señorito a caballo “sugieren” que se debería a hacer.
Después de tantas reformas del mercado laboral estériles, ¿para cuando una reforma de la empresa, de los empresarios y de los delitos de evasión de impuestos asociados?
La CEOE no usa capucha en sus comparecencias ante la prensa, pero causa mucho más terror y están en la mismísima proporción de la barbarie.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
La doble moral burguesa es un criterio moral que se aplica con más rigor en un grupo (o individuo) que está en contra de la hegemonía burguesa que con uno que está a favor de modelos pro-burgueses, como el capitalismo o el fascismo. La doble moral burguesa se transmite mediante los medios de comunicación (televisión, prensa, educación, cultura general) y es injusta porque viola el principio de justicia conocido como imparcialidad. La imparcialidad es el principio según el cual los mismos criterios se aplican a todas las personas sin parcialidad ni favoritismo. Veamos tres ejemplos de doble moral burguesa: el trato a los políticos, a los disidentes y al terrorismo.
1- El trato a los políticos según su posición ante la burguesía: Gadafi, Castro y Hamad bin Jalifa Al Thani
Cualquiera que tenga dos dedos de frente es consciente del diverso trato que reciben los dirigentes políticos en nuestra prensa. De algunos, como Chavez o Castro, se habla mucho. De otros, como Hamad bin Jalifa Al Thani o Pierre Nkurunziza, no hemos oído hablar en nuestra vida. ¿Por qué? ¿Por qué de pronto aparece en la escena mediática un tal Gadafi? ¿Qué ha hecho Chávez para que se le trate así en nuestros medios? ¿Y Fidel Castro? ¿Quién demonios es Hamad bin Jalifa Al Thani?
La presencia continua de un país en la agenda noticiosa transmite a las audiencias una imagen de crisis, conflicto e inestabilidad constantes, como en el caso de Cuba o Venezuela. Mientras que en el silenciamiento de las movilizaciones sociales y denuncias de la oposición (Bahrein, Islandia...) proyectará entre la opinión pública la sensación de que en ese país todo va bien. Basta comparar la cobertura informativa que tenía centroamerica en los años ochenta, cuando las izquierdas armadas amenazaban el poder, y la que tiene ahora. Se podrá argumentar que no tienen compración informativa una situación de guerra como aquella y la de paz que existe actualmente. También ese concepto de guerra y paz es discutible: las organizaciones humanitarias y la Iglesia católica han señalado en numerosas ocasiones que las muertes violentas por delincuencia actualmente son más numerosas que las bajas durante aquellas guerras. Sin embargo, la situación actual se quiere proyectar como estable ante la comunidad internacional, por muchas personas que mueran diariamente en esta ''paz''.
La escasez de información de importantes países en el ámbito europeo como son Alemania (en el puesto 23) o Rusia (en el puesto 15) y la misma ausencia de información sobre países con inmensas poblaciones y economías emergentes como China (en el puesto 17), India (en el puesto 39) y Brasil (51) es cuanto menos curiosa. Por el contrario, información de otros países mucho menos importantes en cuanto a población y economía, como son Venezuela (, Cuba (16) y Bolivia (22) resulta algo absurdo.
Es evidente que los medios al servicio de la burguesía (desde ElPaís hasta Intereconomía, pasando por LaSexta y Tele5 entre otros) tienen interés en traer a la agenda de la crisis a países como Cuba o Bolivia que a la India o a Brasil. Los medios cumplen con gran eficacia su función. Veamos tres ejemplos.
Muamar el Gadafi fue, hasta el día de su muerte, un político y militar libio. Desde 1969 dirigió Libia, y sus políticas fueron mutando a medida que pasaban los años y el contexto internacional cambiaba. Al inicio de su régimen preservó cierta cercanía con Francia, pero al poco tiempo se alineó con la extinta superpotencia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Abrazó sucesivamente el panarabismo, el anticapitalismo, el pro-sovietismo, el panislamismo, el intervencionismo belicista y un panafricanismo pacifista que le convirtió en el artífice de la Unión Africana. Especialmente en la década de los 80, fue objeto de varios intentos de derrocamiento por parte del gobierno de los Estados Unidos. Durante un bombardeo estadounidense a Trípoli, ejecutado en 1986, bajo la administración de Ronald Reagan, Hana, la hija de Gadafi, resultó muerta. Por otra parte, Gadafi fue beligerante al enviar alrededor de 3000 efectivos militares libios en respaldo del dictador ugandés Idi Amin durante la Guerra Uganda-Tanzania, a fines de los 70. Entre la década de los 70 y 80, Gadafi intervino militarmente en su vecino sureño Chad, ordenó la invasión y anexión de la Franja de Aouzouchadiana debido a sus potenciales depósitos de uranio, y trató de derrocar al entonces presidente Hissène Habré durante la Guerra de los Toyota.
Entre el final de la década de 1990 y el inicio de los años 2000, al abandonar el patrocinio del terrorismo en terceros países y el desarrollo de armas de destrucción masiva y las políticas económicas socialistas, consiguió la rehabilitación por parte de las potencias occidentales, que sacaron a su país de la categoría de «Estado paria» a la de miembro pleno de la «comunidad internacional», tránsito que se ha saldado con la visita a Trípoli de políticos occidentales de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Por esa razón Muamar el Gadafi ha sido calificado tanto de líder hábil y coronel revolucionario e idealista como de dirigente imprevisible, temido y déspota. Asimismo, Gadafi permitió durante la década del 2000 el ingreso de petroleras extranjeras y la liberalización del mercado económico, lo que cambió completamente su imágen internacional.
Resumiendo: cuando nacionaliza el petróleo y apoya a los países no-alineados es un loco terrorista, y cuando se somete al capitalismo y exporta su petróleo se convierte en ''el presidente libio''. Cuando en 2010 vuelve a nacionalizar el petróleo, coincidiendo además con la crisis económica que azota su país y las protestas populares, vuelve a ser ''el caudillo Gadafi'' y debe por tanto ser aniquilado. Todo esto mientras a unos pocos kilometros las potencias neocolonialistas (Europa, China, EEUU...) permiten y abrazan genocidios como el de Ruanda mientras roban las materias primas africanas.
Otro ejemplo es Fidel Castro. Para el que no le conozca, es un revolucionario y estadista cubano. Fue mandatario de su país como Primer Ministro (1959-1976) y Presidente (1976-2008). También fue Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (1956 -2008) y Primer Secretario del Partido Comunista (1965-2011). Es diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular (desde 1976). Es abogado, doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático. Ostenta por cierto el récord Guiness de ''persona a la que más veces han intentado asesinar''.
Más allá de hablar de las reformas socioeconómicas que se han llevado a Cuba en los últimos 50 años, veamos algunos tópicos que la superestructura mediática burguesa nos introduce en la cabeza. Suelen ser noticia los balseros cubanos, que, huyendo del malicioso regimen castrista, intentan alcanzar las costas estadounidenses. Lo que en otras regiones es simplemente emigración para mejorar las condiciones económicas, cuando se trata de Cuba, sistemáticamente se presenta como evasión y exilio. A ningún medio se le ha ocurrido, que yo sepa, decir que los países con más emigrantes (México, Marruecos y China) son países con un sistema económico capitalista, dónde por cierto el nivel de vida es más bajo que en Cuba. Para los grandes medios, los ''espaldas mojadas'' de México o los ''balseros'' de la República Dominicana que luchan por alcanzar Estados Unidos son emigrantes económicos en busca del ''sueño americano''. Los emigrantes cubanos, en cambio, son exiliados que huyen del malvado Fidel Castro.
Otra típica mentira es la de que en Estados Unidos se vive mejor que en Cuba, por ejemplo en materia sanitaria. Estados Unidos es muy rico y pudo gastar en salud en 2007 7.285 dólares per cápita, medida en paridad de poder de compra, es decir, teniendo en cuenta los respectivos niveles de precios. Cuba, que es mucho más pobre, sólo pudo gastar 917 dólares, es decir, casi 8 veces menos.
Cuba dedica aproximadamente un 7% de su PIB al gasto sanitario, un esfuerzo importante y casi igual al de los países más avanzados. Estados Unidos, sin embargo, dedica un porcentaje mucho más elevado, el 16% (que incluye el gasto público y el gasto privado).
Pero, lo que resulta sorprendente es que dedicando mucho más recursos que Cuba en términos relativos (respecto a su PIB respectivo) Estados Unidos dispone de muchos menos servicios para la población, además de menor acceso, como acabamos de decir. Basten dos datos:
El número de médicos por cada 10.000 habitantes es de 64 en Cuba y de 31 en Estados Unidos. Más del doble. Por otro lado, el número de camas de hospital por cada 10.000 habitantes en Cuba es de 60 y en Estados Unidos de 31, casi justo la mitad.
La esperanza de vida para ambos sexos según la Organización Mundial de la Salud es de 78 años en Estados Unidos y de 77 en Cuba, y la de las mujeres de 70 y 69, respectivamente. Y la esperanza de vida saludable para ambos sexos es también de un solo año más en Estados Unidos (70) que en Cuba (69).
No parece, pues, que se pueda decir que el sistema de Estados Unidos proporcione una ventaja decisiva en este aspecto sobre el cubano, sobre todo, teniendo en cuenta las condiciones de mucha mayor penuria en que se obligada a desenvolverse la población, entre otras causas, por culpa del bloqueo.
Por el contrario, lo que sí parece que puede concluirse claramente es que el sistema cubano es mucho más eficaz que el estadounidense en este aspecto, pues con muchísimo menos gasto absoluto y relativo, como hemos visto, es capaz de proporcionar casi el doble de atención y lograr una esperanza de vida prácticamente igual.
También son elocuentes los datos de mortalidad infantil que tienen mucho que ver con la atención sanitaria que reciben las madres y los propios bebes. Pues bien, la mortalidad infantil por cada 1.000 nacidos es de 7 en Estados Unidos y más baja en Cuba, de 5. También es más baja en Cuba la mortalidad de menores de cinco años por cada 1.000 nacidos vivos: es de 6, frente a 8 en Estados Unidos.
También son inferiores en Cuba los porcentajes de niños no inmunizados contra la difteria, pertursis y tétanos, el 1% anual, frente al 4% en Estados Unidos; el de los niños no inmunizados contra el sarampión (1% en Cuba, frente al 8% en Estados Unidos) y bastante menor la incidencia de VIH tanto entre las mujeres jóvenes de entre 15-24 años (0,1% en Cuba, 0,3% en Estados Unidos), o entre adultos entre 15 y 49 años (0,1% y 0,6% respectivamente).
La mortalidad de adultos por cada 1.000 habitantes es algo mayor en Cuba (81) que en Estados Unidos (79) en el caso de las mujeres, pero no así en el de los hombres (135 en Estados Unidos frente a 122 en Cuba). Y es bastante más baja también la tasa de mortalidad por enfermedades no transmisibles en Cuba (437) que en Estados Unidos (450).
En fin, las fuentes manipuladoras de la opinión tratan de lanzar desde Estados Unidos la idea de que el sistema sanitario de Cuba funciona deficientemente pero lo cierto es que éste último resulta ser capaz de proporcionar mejores condiciones de salud a un porcentaje mucho más alto de la población.
Tenemos la seguridad de que en un país sometido a bloqueo, de escasos recursos económicos y sumido, como toda la economía mundial, en una grave crisis, el sistema sanitario debe estar sufriendo problemas de financiación y que no funcionará como podría hacerlo si disfrutase de condiciones y un entorno más favorables. Si se están produciendo recortes de prestaciones en los países más ricos, ¿acaso sería raro que Cuba tenga también que hacerlos y que sus sistema sanitario se resienta?
Eso es lo que afirman los dirigentes estadounidenses, pero científicos como Pol de Vos y Patrick Van der Stuyft afirman lo contrario en una revista tan prestigiosa como The Lancet en donde afirman que ” el sistema de salud cubano garantiza servicios curativos accesibles, integrados y efectivos y hace énfasis en la prevención”.
Mientras que medios al servicio de intereses que no tienen la dignidad de desvelar se dedican a airear lo mal que funciona la sanidad cubana, lo cierto es que en Cuba se atiende a cualquier persona que demande servicios sanitarios mientras que en estados Unidos, según los datos que recoge Vicenç Navarro, hay 47 millones de habitantes (censados) sin cobertura sanitaria, que mueren entre 45.000 y 100.000 personas al año por falta de aseguramiento, que 62 millones de personas tienen insuficiente cobertura sanitaria, que el 60% de las bancarrotas familiares se debe a personas que se han arruinado como consecuencia de no poder pagar sus facturas médicas y que el 42% de las personas con enfermedad terminal están preocupados por cómo pagará su familia la factura.
Así, el gobierno que se deja la piel para que sus ciudadanos tengan un acceso universal a la sanidad sin depender de su capacidad económica es un dictador comunista, y los gobiernos que permiten que sus ciudadanos mueran en la lista de espera, o que no puedan curarse por no tener dinero suficiente son democráticos.
Hablemos ahora de la cada día más famosa Qatar (sobretodo desde que el FC Barcelona decidió llevar en su camiseta una fundación del gobierno qatarí). Qatar es una monarquía hereditaria, sin parlamento ni partidos. Es uno de los países más ricos de la región del Golfo gracias a sus reservas de petróleo y gas. Su actual Emir, Hamad bin Khalifa Al Thani, dispone de plenos poderes. Se encarga de designar a los miembros del gabinete de ministros y de dictar las nuevas leyes. Despotismo escasamente ilustrado.
La Constitución de 2005 estableció un Parlamento que tenía que estar integrado por dos tercios, no en su totalidad, de los miembros electos. A falta de elecciones, todavía no se ha constituido.
Los periodistas de Qatar están privados de una organización independiente. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se negó a asistir a los actos de celebración de la libertad de prensa organizados por la UNESCO y el Gobierno de Qatar.
Los trabajadores y trabajadoras migrantes constituyen la mayoría de la población activa. Frecuentemente son víctimas de la explotación. Sus contratos de trabajo otorgan amplios poderes a sus empresarios. Estos, a menudo, confiscan los pasaportes de sus trabajadores y algunos se niegan a pagar los salarios a su debido tiempo. Las trabajadoras domésticas, casi todas migrantes, son particularmente víctimas de la violencia de género. Debido a sus condiciones laborales, no tienen generalmente posibilidades de abandonar la casa en la que trabajan. El terror continúa.
Estos trabajadores reciben un trato diferente a los trabajadores nacionales: hacen jornadas más largas, tienen menos días libres, no se les pagan las horas extraordinarias.
Precisamente las normas fundamentales del trabajo en Qatar fueron el tema de un informe de la CIOSL de febrero de 2005. En el informe se pusieron de relieve graves deficiencias en la aplicación de las normas fundamentales del trabajo en cuatro ámbitos: derechos sindicales, discriminación, trabajo infantil y trabajo forzoso.
Se indica en el documento que en Qatar hay graves restricciones de los derechos sindicales. Los sindicatos están prohibidos y también lo están las negociaciones colectivas. Los salarios se estipulan de manera unilateral. El derecho de huelga es limitado.
También la discriminación está muy presente. Qatar se caracteriza por la segregación ocupacional. La mayoría de las mujeres están ubicadas en los sectores de salud y de educación, y tienen un bajo índice de participación social.
Amnistía Internacional, en su informe de 2010, señaló que en Qatar se suceden un conjunto de violaciones intolerables de los derechos humanos. Un ejemplo: el derecho de la mujer a contraer matrimonio libremente no sólo es ignorado por las familias, sino que los cuerpos de seguridad cooperan con esas actitudes machistas restringiendo la libertad de las mujeres, golpeándolas o incluso secuestrándolas. Las penas de flagelación no son penas extraordinarias y se persigue con la cárcel a los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Y por descontado, en Qatar, como en Estados Unidos, se practica la pena de muerte, y en materia de seguridad, un sospechoso puede ser recluido sin cargos durante seis meses -e incluso hasta dos años- con cargos imprecisos.
Este es el país que trató muy bien a Josep Guardiola y sobre el que el entrenador-filósofo no sólo no tiene nada crítico qué decir sino que, bien a las claras, está apostando porque su club de toda la vida, rompiendo una tradición centenaria, lleve en su camiseta su publicidad comercial.
¿Existe mucha diferencia en que el Barça lleve el anagrama de la “Qatar Foundation” en su camiseta y en que, pongamos hace 20 años, llevara en esa misma camiseta la publicidad de la República Sudafricana del apartheid, mientras Nelson Mandela y tantos otros se pudrían en la cárcel y la ciudadanía negra era duramente perseguida y tratada como ganado vacuno? ¿De verdad hay mucha diferencia?
Pero todo esto da igual por que Qatar es un país capitalista en el cual los intereses de la burguesía (nacional y extranjera) están bien asegurados. Parece cuanto menos repugnante que se ataque tanto a Cuba y que de Qatar se hable solo cuando afecte al fútbol español. Fidel Castro, conocido en todo el mundo, queda pues como un dictador de república bananera, y en cambio al jeque de Qatar no le conoce nadie.
2- El trato a los disidentes según su nacionalidad:los disidentes cubanos,los indignados y Anaya
El término « disidente » es por definición utilizado para calificar a una persona que contesta de manera más o menos radical al sistema político del país donde reside. Sin embargo, los medios de comunicación, impregnados en la doble moral burguesa, no utilizan el termino de manera imparcial ni correcta. Veamos dos ejemplos: el de los disidentes cubanos y el de los indignados.
Mucho (demasiado) se habla de los disidentes cubanos. Son personas que, supuestamente, abandonan Cuba por motivos políticos y no económicos. Sin embargo los cubanos salen del país hacia Centroamérica o hacia México, pero nunca se quedan en esos países, dónde ya se supone que estarían liberados del yugo comunista y podrían disfrutar de la libertad, si no que continúan hacia Estados Unidos. Los medios burgueses magnifican lo que denominan ''disidencia'' o ''deserciones''. El argumento migratorio se utiliza muchas veces para estigmatizar el proceso revolucionario cubano. Según la versión dominante, el número ''elevado'' de cubanos que han emigrado hacia los EEUU constituye una prueba de la falta de legitimidad del gobierno cubano. Este postulado es avanzado por la mayor parte de los medios internacionales sin que ningún análisis del fenómeno se considere necesario.
Los más famosos disidentes cubanos son las llamadas ''Damas de Blanco''. Una decena de mujeres cuyos maridos son supuestamente ''presos políticos'', y no ''lacayos de Estados Unidos'' como afirma el gobierno desde La Habana. Cuanto menos sospechoso es que estas señoras, según los papeles filtrados por Wikileaks, estén financiadas por Washington y por empresas estadounidenses con intereses en Cuba. También resulta sospechoso que, pese a que los medios nos digan que el pueblo cubano se solidariza con ellas, veamos a estas diez señoras encerradas en una casa y rodeadas de unos doscientos cubanos que las increpan y las impiden manifestarse por considerarlas ''traidoras''. Otro ejemplo muy sonado es el de Orlando Zapata, cuya madre ha sido vista en varias ocasiones con el terrorista Posada Carriles.
No quiero decir que no haya anticastristas en Cuba: en un programa de Salvados, Jordi Evole entrevistó a un jóven en La Habana que afirmó frente a las cámaras que ''toda esa panda de viejos tiene que salir del gobierno. Esa gente que hizo la revolución hace más de 50 años se ha quedado estancada en sus ideas''. Otros decían simplemente que preferían a Fidel Castro que a cualquier político capitalista. Con esto quiero decir también que en Cuba hay tanta libertad de expresión y pensamiento como en Europa (de Estados Unidos mejor no hablemos).
Sin embargo, lo más curioso de todo y algo de lo que los ciudadanos no parecen haberse dado cuenta, es que los medios no se rigen en absoluto por la definición de disidente para hablar de estos. Si lo hiciesen, ¿no serían también los indignados disidentes del sistema capitalista? Y a proposito: ¿no deberían decir ''la policía del régimen capitalista reprime constantemente a la población, que reclama democracia''?.
Forma parte de la perversión del lenguaje, de la doble moral burguesa: los que protestan contra un régimen comunista son disidentes, y los que protestan contra un régimen burgués son indignados, perroflautas, útopicos idealistas, vagos...
Un ejemplo esclarecedor del distinto trato a la disidencia es el de Armando Valladares, cuyas memorias causaron rápidamente sensación en los medios de comunicación burgueses. Era un preso cubano que habría trabajado como policía en el régimen de Fulgencio Batista y que fue detenido acusado de amenazar la seguridad del Estado, a causa de haber colocado cajetillas de tabaco rellenas de explosivos en lugares públicos en La Habana, como parte de una célula terrorista (en la que también se encontraría, según esta versión, Carlos Alberto Montaner). Él por su parte aseguró que fue detenido por negarse a colocar la hoz y el martillo en un documento del gobierno. Juzguen ustedes mismos cual es la versión más creíble.
Supuestamente y según sus memorias, fue torturado por el régimen castrista en multiples ocasiones. Esto es lo que apareció en The New York Times y en The Washington Post de inmediato. Las atrocidades de Castro -descrito como ''matón dictador''- se revelaron en este libro de manera tan concluyente que ''sólo los intelectuales occidentales fríos e insensatos saldrán en defensa del tirano cubano'', según el primero de los diarios citados. En una ceremonia celebrada en la Casa Blanca con motivo del Día de los Derechos Humanos, Ronald Reagan destacó a Armando Valladares e hizo mención especial de su coraje al soportar el sadismo del sangriento dictador cubano.
La historia que viene ahora ocurría también en mayo de 1986, y nos dice mucho acerca de la doble moral burguesa. Por entonces, los supervivientes del Grupo de Derechos Humanos de El Salvador -sus líderes habían sido asesinados- fueron detenidos y torturados, incluido el director, Herbert Anaya. Se los encarceló en una prisión llamada La Esperanza, pero mientras estuvieron en ella continuaron su actividad como defensores de los derechos humanos y, dado que eran abogados, siguieron tomando declaraciones juradas. Había en aquella carcel 432 presos, de los cuales 430 declararon y relataron bajo juramento las torturas que habían recibido: aparte de la picana y otras atrocidades, se incluía el caso de un interrogatorio, y la tortura consiguiente, dirigido por un oficial del ejército de Estados Unidos de uniforme, al cual se describía con todo detalle. Ese informe -160 páginas de declaraciones juradas de los presos- constituye un testimonio extraordinariamente explícito y exhaustivo, acaso único en lo referente a los pormenores de lo que ocurre en una cámara de tortura. No sin dificultades se consiguió sacarlo al exterior junto con una cinta de vídeo que mostraba a la gente mientras testificaba sobre las torturas, y la Marin County Interfaith Task Force (grupo de trabajo multiconfesional estadounidense) se encargó de distribuirlo. Pero la prensa burguesa se negó a hacer su cobertura informativa y las emisoras de televisión rechazarón la emisión del vídeo.
Anaya no fue objeto de ningún homenaje. No hubo lugar para él en el día de los Derechos Humanos. No fue elegido para ningún cargo importante. En vez de ello fue liberado en un intercambio de prisioneros y posteriormente asesinado, al parecer por las fuerzas de seguridad salvadoreñas, siempre apoyadas militar y económicamente por Estados Unidos.
3- ¿Quiénes son los terroristas? Al-Qaeda, Estados Unidos y la C.E.O.E.
El terrorismo es el uso sistemático del terror, para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por una amplia gama de organizaciones políticas en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones, grupos religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores, ecologistas y gobiernos en el poder.
Hablemos primero de Al-Qaeda. Entre 1980 y 1989, aproximadamente 600 millones dólares pasaron a través de organizaciones de caridad de fachada de Osama bin Laden, específicamente el Maktab al-Khidamat (MAK), también conocido como Al-Kifah. Todo el dinero se originó de donantes ricos de Arabia Saudita y otras áreas en el Golfo Pérsico, y fue canalizado a través de sus frentes de la caridad para armar y financiar a los muyahidines en Afganistán.
En la década de 1980, las Fuerzas Especiales Británicas (SAS) estuvieron entrenando muyahidines en Afganistán, así como en campamentos secretos en Escocia, y el recibía en mayor medida SAS órdenes de la CIA. La CIA también, indirectamente, comenzó a armar a Osama bin Laden. La fachada de caridad de Osama bin Laden, el MAK, "fue nutrido" por el ISI paquistaní.
Se ha informado que Osama bin Laden fue personalmente reclutado por la CIA en 1979 en Estambul. Contó con el apoyo cercano del príncipe Turki bin Faisal, su amigo y jefe de la inteligencia saudí, y también desarrolló vínculos con Hekmatyar en Afganistán, los cuales fueron figuras centrales en la red de la CIA y el Safari Club. General Akhtar Abdul Rahman, jefe del ISI de Pakistán desde 1980 hasta 1987, se reunió periódicamente con Osama bin Laden en Pakistán, y formaron una asociación para exigir un impuesto sobre el comercio del opio de los señores de la guerra de manera que en 1985, Bin Laden y el ISI se dividían las ganancias de más de 100 millones de dólares por año. En 1985, el hermano de Osama bin Laden, Salem, afirmó que Osama era "el vínculo entre Estados Unidos, el gobierno saudita, y los rebeldes afganos."
En 1988, Bin Laden discutió sobre "la creación de un nuevo grupo militar", que vendría a ser conocido como Al-Qaeda. El frente de caridad de Osama bin Laden, el MAK, (eventualmente para formar Al-Qaeda) fundó el Al-Kifah Center en Brooklyn, Nueva York, para reclutar musulmanes para la yihad contra los soviéticos. El Centro Al-Kifah fue fundado a finales de 1980 con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, que proporcionaba los visados a conocidos terroristas asociados a la organización, incluyendo Ali Mohamed, el "jeque ciego" Omar Abdel Rahman y, posiblemente, el líder de los secuestradores del 9/11, Mohamed Atta .
Esto coincidió con la creación de Al-Qaeda, de la cual el Centro Al-Kifah era un frente de reclutamiento. Los soldados de infantería para Al-Qaeda fueron "admitidos en Estados Unidos para entrenarse bajo un programa de visas especiales." El FBI había estado vigilando el entrenamiento de terroristas, sin embargo, "terminó esta vigilancia en el otoño de 1989." En 1990, la CIA concedió el jeque Omar Abdel Rahman una visa para venir implementar el Centro Al-Kifah, que era considerado "intocable" puesto que estaba "protegido por no menos de tres organismos", incluyendo el Departamento de Estado, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA.
Robin Cook, ex miembro del Parlamento británico y Ministro de Relaciones Exteriores escribió que Al-Qaeda, "literalmente la "base de datos", era originalmente el archivo informático de los miles de muyahidines que fueron reclutados y entrenados con la ayuda de la CIA para derrotar a los rusos." Así, "Al-Qaeda" nació como un instrumento de las agencias de inteligencia occidentales. Esta reporte sobre Al-Qaeda también es confirmado por un ex agente de la inteligencia militar francesa, quien afirmó que, "A mediados de la década de 1980, Al-Qaida era una base de datos", y que se mantuvo como tal en la década de 1990. Sostuvo que "Al Qaeda no era ni un grupo terrorista, ni de propiedad personal de Osama bin Laden," y añade:
La verdad es que no hay ejército islámico o grupo terrorista llamado Al Qaeda. Y cualquier oficial de inteligencia informado lo sabe. Pero hay una campaña de propaganda para hacer creer al público de la presencia de una entidad identificada que representa al “demonio” sólo con el fin de empujar al “televidente” a aceptar un liderazgo internacional unificado para una guerra contra el terrorismo. El país detrás de esta propaganda es Estados Unidos y los grupos de lobby de la guerra estadounidense contra el terrorismo sólo están interesados en ganar dinero .
La creación de Al-Qaeda se vio facilitada tanto por la CIA como por las redes de inteligencia aliada, cuyo objetivo era mantener esta base de datos "de muyahidines para ser utilizados como activos de inteligencia para lograr los objetivos de política exterior de Estados Unidos, a través tanto de la Guerra Fría, como en la era Post-Guerra Fría del “nuevo orden mundial”.
Existen muchas revelaciones fascinantes e importantes sobre la intrincada relación entre la CIA, el ISI y Al Qaeda en el período previo a los acontecimientos del 9/11 que merecen ser objeto de mayor escrutinio.
En primer lugar, echemos un vistazo a Osama bin Laden. Bin Laden, cuya relación con la CIA en el pasado ha sido bien documentada, al parecer actuó de díscolo tras la Guerra de Estados Unidos en el Golfo de 1991 contra Irak y el emplazamiento de tropas y bases militares estadounidenses en Arabia Saudita. Sin embargo, hay informes que indican que la relación entre Bin Laden y el aparato de inteligencia estadounidense se mantuvo, al menos hasta cierto punto, durante muchos años.
Debemos recordar la naturaleza de al-Qaeda, como organización, o red, de activos de inteligencia financiados, armados, entrenados y dispersos en todo el mundo por una compleja red de agencias de inteligencia de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Arabia Saudita, y Pakistán.
Un tribunal francés llevó a cabo una investigación sobre la red financiera de Osama bin Laden, quien la creó simplemente para tener independencia económica, y financiar las operaciones de Al Qaeda con sus propios fondos. Sin embargo, se reveló que Osama mantuvo una cuenta bancaria conjunta con su medio hermano Yeslam bin Laden en Suiza entre 1990 y 1997. De particular interés para los investigadores era "una transferencia de 241 millones de euros a Pakistán en el 2000 desde una cuenta que pertenece a una empresa llamada Cambridge, una filiar de SBG [Saudi Bin Laden Group], que fue abierta en el Deutsche Bank en Ginebra", con fondos "transferidos a una cuenta que pertenece conjuntamente a Osama bin Laden y una persona de nacionalidad paquistaní."
A Der Spiegel, un importante periódico alemán, se le concedió acceso a miles de páginas de documentos de inteligencia relacionados con Bin Laden y Al Qaeda. En el informe sobre los documentos, los autores revelaron que cuando Bin Laden necesitó financiamiento, "La elite saudita - y su propia familia – acudieron en su ayuda." La lista de financistas:
es un verdadero "quién es quién" de la monarquía de Medio Oriente, incluyendo firmas de dos ex ministros, seis banqueros y doce prominentes hombres de negocios. La lista también menciona a "los hermanos bin Laden". ... ¿"Los hermanos bin Laden", quienes primero prometieron dinero a Al-Qaida y, a continuación, en 1994, emitieron un comunicado de prensa conjunto declarando que estaban expulsando de la familia a Osama por ser una "oveja negra", realmente rompieron los lazos con su pariente de sangre - o estaban simplemente tomándole el pelo al mundo?
La cuñada de Osama bin Laden, incluso declaró:
No me creo para nada que los Bin Laden hayan rechazado a Osama. En esta familia, un hermano siempre es un hermano, no importa lo que haya hecho. Estoy convencida de que la compleja red y el tejido estrecho entre el clan Bin Laden y la familia real saudí todavía está operando.
Tras la muerte del padre de Osama, Salem bin Laden, el hermano de Osama, se convirtió en jefe de la empresa, Saudi Bin Laden Group (SBG). Como informó Der Spiegel:
Salem Bin Laden estableció vínculos empresariales con la élite política norteamericana, cuando, según fuentes de inteligencia francesas, ayudó a la Administración Reagan a eludir al Senado de los Estados Unidos y canalizar 34 millones dólares a los rebeldes derechistas Contras que operaban en Nicaragua. También desarrolló estrechos vínculos con la familia Bush en Texas. Mientras Osama estaba luchando en Afganistán contra los soviéticos, fue a menudo visitado personalmente por el príncipe saudí Turki, jefe de la inteligencia saudita, y fue financiado tanto por el Saudi Bin Laden Group (SBG) como por la familia real saudí. En 1990, cuando el rey Fahd de Arabia Saudita permitió a los norteamericanos establecer bases militares en Arabia Saudita, el SBG consiguió el contrato para construir las bases.
Aunque la familia de Osama Bin Laden afirmó que era una "oveja negra" y que cortaron los lazos con él en la década de 1990, la evidencia es fuerte en sustentar que Osama no sólo mantuvo vínculos con su familia, sino que mantuvo sus vínculos con la inteligencia saudí. Mientras Osama estaba en Sudan en la década de 1990, la inteligencia saudita envió a su familia a reunirse con él con tanta frecuencia, y mantuvieron contacto tan estrecho con él, que la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, creía que Osama era un espía saudí. En 1994, bajo intensa presión pública, tanto Arabia Saudita como la familia Bin Laden rechazaron públicamente sus vínculos con Osama.
Sin embargo, incluso después de esto, cuando Osama regresó a Afganistán a mediados de la década de 1990 para trabajar con los talibanes, el príncipe Turki de la inteligencia saudí todavía mantenía contacto e incluso visitaba a Osama, incluso trayendo "regalos" como docenas de camiones:
Según un antiguo miembro del servicio de inteligencia talibán, el Príncipe Turki y OBL [Osama bin Laden] hicieron un trato: los saudíes apoyarían económicamente a al-Qaida, pero sólo a condición de que no habrían ataques en suelo saudí.
El 9 de enero de 2001, Osama asistió a la boda de sus hijos en Afganistán, acompañado por su madre y dos hermanos, difícilmente acciones de una "oveja negra". Además, dos de las hermanas de Osama viajaron a Abu Dhabi en febrero de 2001 a "entregar grandes sumas de dinero a un agente de al-Qaeda. En Estados Unidos, la familia Bin Laden tenía pasaportes diplomáticos, de manera que después de los ataques del 9/11, ellos no podían ser cuestionados, de hecho fueron llevados fuera del país. Los Bin Laden también tienen negocios con la familia Bush a través de la compañía de inversión, el Carlyle Group. Nadie pareciera cuestionar por qué la familia Bin Laden tenía pasaportes diplomáticos, un extraño suceso, al parecer, para una familia de "negocios" saudí que no participaba de ninguna "diplomacia" oficial o formal.
En marzo de 2000, se informó que Osama bin Laden estaba enfermo y que sufría de una enfermedad hepática y renal. Una fuente de inteligencia occidental dijo a la revista de Hong-Kong, Asiaweek, que Bin Laden estaba agonizando por una insuficiencia renal.
En julio de 2001, Osama bin Laden pasó 10 días en el hospital estadounidense de Dubai para tratamiento. Viajó desde Pakistán a Dubai el 4 de julio 2001, para ser tratado en el Servicio de Urología. Mientras estaba en el hospital, Osama fue visitado por varios miembros de su familia, autoridades saudíes, y la CIA. Uno de los visitantes fue el príncipe saudí Turki al Faisal, jefe de la inteligencia saudita, y el jefe de la CIA en Dubai, quien poco después fue llamado a Washington.
El 10 de septiembre de 2001, la noche antes de los ataques del 9/11, Osama bin Laden estaba en Pakistán "consiguiendo tratamiento médico con el apoyo de los mismos militares que días después, habían ofrecido su respaldo a la guerra contra el terrorismo de Estados Unidos en Afganistán". La inteligencia pakistaní informó que Bin Laden estaba siendo rápidamente trasladado a un hospital militar en Rawalpindi para el tratamiento de diálisis renal. Como señalara un trabajador médico, "se trasladó a todo el personal regular en el Servicio de Urología y enviaron un equipo secreto para reemplazarlos." El presidente pakistaní, Musharraf, declaró abiertamente en público que Osama sufría de una enfermedad renal y estaba cerca de la muerte
Es también dentro de este marco, de entender el nexo profundo entre inteligencia y terrorismo en las relaciones internacionales y estratagemas imperiales (es decir, engaño estratégico), que debemos ver el ascenso, rol, evolución y propósito de la "Guerra Global contra el Terrorismo", ahora en su décimo año, gastando billones para enviar estadounidenses pobres a matar musulmanes pobres de los países de todo Medio Oriente, África y Asia Central y Meridional.
Ahora que conocemos el orígen de Al-Qaeda y sus conexiones con el ejército estadounidense, veámos un poco cómo actúa este país y si, efectivamente, podemos hablar de terrorismo. No hace falta irse a Iraq, quedémonos en America Latina.
Tanto la crisis económica de los años 30 como el enfrentamiento al nazifacismo (1933 – 45) hicieron replegar la política intervencionista norteamericana, pero el comienzo de la Guerra Fría permitió a los Estados Unidos consolidar su presencia en regiones hasta entonces inaccesibles, como las zonas petroleras del Medio Oriente. El dominio económico de los Estados Unidos se expande por todo el mundo, sus capitales y compañías levantan a Europa y Asia destruidas por la guerra y penetran en los países subdesarrollados, ya no sólo en los de América Latina. Pero la expansión económica y política norteamericana se vio frenada por el auge del socialismo que dominaba ya no solo en Europa del Este, sino también en la China, Yugoslavia y fue expandiendo su órbita sobre pequeñas naciones que habían sido víctimas de los grandes imperios occidentales.
Al tiempo que los Estados Unidos expandían sus políticas a través de la utilización de organismos internacionales aparentemente neutrales (FMI, BM, OEA, TIAR, OTAN, ONU) que han representado históricamente sus intereses, se inició una política internacional de favorecer a los "gobiernos fuertes" de marcada tendencia anticomunista, manifiesta en el auge de los gobiernos dictatoriales no sólo en América Latina (1948 – 57) sino en el resto del tercer mundo: Invade Guatemala en 1954 y 1965, presiona contra la revolución Boliviana de 1952, así como se involucra en la caída de Perón en Argentina y Vargas en Brasil, de Medina y luego Rómulo Gallegos en Venezuela, interviene en los conflictos de Corea y de Vietnam donde es, por primera vez en su historia, aplastantemente derrotado.
En el Medio Oriente, hasta 1951, en el único país donde los EEUU no tenían participación era Irán, controlado cien por ciento por los ingleses. Después de la Segunda Guerra Mundial, además del debilitamiento inglés, existen otros factores por lo cual el Medio Oriente se convierte en determinante en la política exterior norteamericana; primero, en su política de defensa ante la amenaza de expansión del comunismo, para lo cual se lanza la "Doctrina Truman", segundo, por la situación de dependencia en la que se coloca EEUU a partir del año en que se convierte en principal importador de petróleo, situación que aumenta el peso de los EEUU, la población de origen judío fue lo que justificó su decidido apoyo a la creación y mantenimiento del Estado de Israel. En pro de estos intereses los EEUU llegaron hasta intervenir militarmente cuando consideraron algún peligro: Así dieron su aprobación al desplazamiento violento de los palestinos de sus territorios, en 1949 intervienen directamente en un golpe de Estado contra Siria y junto a Inglaterra contra el Líbano y Jordania, en 1958, motivados por el miedo a las repercusiones en esos países de la revolución iraquí. Pero su acción militar más importante fue el derrumbamiento de Mossadeh en Irán en 1954, donde la participación de la CIA fue decisiva. En 1955, en el contexto de la guerra fría, Inglaterra y EEUU establecen el acuerdo de Bagdad, acuerdo militar de la región para la "mutua defensa" ante posibles agresiones, era una extensión más de la OTAN, como lo fue el TIAR en América Latina para enfrentar el comunismo y a los movimientos nacionalistas.
Regresando a Latinoamérica, desde 1959 con la revolución cubana surge lo que desde entonces ha sido el obstáculo más grande en la política exterior norteamericana en sus relaciones con la región. El comunismo en su propio continente, en un territorio que al igual que Puerto Rico habían considerado de su dominio natural. Además, junto a la revolución cubana se había producido el auge de los movimientos insubordinados en muchos países de América Latina. Todo esto se producía, además, en el comienzo de una profunda recesión de las economías hegemónicas capitalistas aunado a la crisis energética de los 70, que a su vez generó una profundización de los movimientos nacionalistas y tercermundistas a escala mundial a los que tuvo que enfrentar la "diplomacia" norteamericana. Esta política norteamericana contribuyó, en buena parte, al retorno de las dictaduras cuya agresividad más palpable ocurrió en Chile con la caída del gobierno socialista de Allende. 1979 es un año realmente terrible para la política exterior norteamericana, cuando se producen revoluciones socialistas en Granada y Nicaragua, así como la revolución islámica y la caída del Sha en Irán, país que había sido uno de los principales aliados norteamericano en el Medio Oriente.
Al contrario de lo que muchos ingenuamente pensaban, las guerras y cualquier manifestación de violencia no han sido socavadas después del fin de la guerra fría. Por el contrario hay quienes opinan que existía mayor grado de "estabilidad política" cuando prevalecían los dos grandes bloques del occidente capitalista Vs. el oriente comunista. Hoy hasta quienes celebraron la caída de la Unión Soviética y el auge del proceso globalizador están reflexionando sobre las consecuencias de estos sucesos y sus repercusiones en el mundo actual. Los cambios ocurridos con el derrumbamiento soviético; el fin de la Guerra Fría posibilitó el surgimiento de los Estados Unidos como máxima potencia mundial. Ante el debilitamiento soviético los Estados Unidos intervienen militarmente y derrumban el gobierno socialista de Granada (1987) y luego el derrocamiento del presidente de Panamá Manuel Noriega en 1989, que estaba claramente influido por la resistencia – aun latente- de entregar el canal en 1999 y luego su participación fue evidente en el desplazamiento de los Sandinistas de Nicaragua. Como habíamos señalado en la primera parte, la última intervención militar en América se había producido contra Guatemala en 1965, luego vendría el fracaso aplastante de Vietnam. En estos años la política exterior norteamericana se hiso muy pragmática, salvo en el caso cubano, los intereses políticos pasaron a un segundo plano, a pesar de la permanencia del comunismo en China se silenciaron los ataques contra este país y por el contrario se profundizó las relaciones económicas. En el caso de Rusia no hay la menor duda que la reelección de Yelsin, frente a la amenaza que representaban los comunistas y los ultra nacionalistas, tuvo en el apoyo norteamericano un importante aval. Los Estados Unidos ahora jerarquizan sus intervenciones en aquellas regiones o naciones que representan un significativo interés.
La primera invasión sobre Iraq (1991) se encierra en el contexto que hemos señalado, las agresiones norteamericanas hacia esa nación hubieran sido imposibles con la existencia de la URSS, también sería ingenuo pensar que las mismas tuvieron como causa la defensa de la democracia y la soberanía de Kuwait – que nunca las ha tenido- o la defensa de las minorías étnicas, como los kurdos, cuyo problema, por cierto, fue creado por los propios países occidentales y que hoy no solamente atañen a Irak. Tan ingenuo es convertir a Hussein en un Satán como hacerlo un héroe, eso no es lo que nos debe interesar, pero lo cierto es que es una lucha en extremo desigual que solo pretendía garantizar el control norteamericano sobre el 70% de las reservas petroleras del mundo ubicadas en el Medio Oriente. Los gobiernos de Kuwait y Arabia Saudita e Israel le son ya incondicionales a EEUU pero no así el resto de la región.
La Paz Americana que se quiso imponer en la región, ha sido debilitada fundamentalmente por el antiarabismo de Israel, pero más aún por la profundización de los movimientos nacionalistas y concretamente del fundamentalismo islámico, que amenazan con convertirse en el obstáculo mayor de tan añorada globalización. Las agresiones a Irak, el intento de bloquear a Irán y Libia (Ley de Amato), no son solo medidas coyunturales con intereses electorales, esto va mucho más allá, los Estados Unidos se han percatado del inminente peligro que representa la inestabilidad de esta zona para su futuro. La adversidad de esta región hacia occidente está siendo alimentada tanto por la intolerancia de Israel como la de los EEUU.
En el contexto de una supuesta globalización es la imposición y la intolerancia lo que predomina, para ello los EEUU utilizan a los organismos internacionales, aparentemente "neutrales", para enmascarar sus propios intereses, como si hubieran sido hechos bajo el consenso de todas las naciones del mundo y para el bienestar general. Se imponen modelos de economías abiertas cuando ellos aplican el proteccionismo, hablan de un mundo entre iguales y de democracias liberales cuando rechazan al inmigrante del sur, intervienen directamente en los problemas internos de otras naciones y apoyan gobiernos dictatoriales pero con economías de mercado.
Así tenemos que frente al tratado de libre comercio con México, su población es cada vez más rechazada en territorio norteamericano. En Colombia, ante una aparente lucha contra las drogas, ha intervenido directamente en la política interna de ese país, cuando todos sabemos que la principal causa del crecimiento del comercio de la droga está en el creciente consumo de los países desarrollados, especialmente el norteamericano. Los EEUU no intervinieron directamente en la desintegración y matanza de los pobladores de la exyugoslavia, cuya desintegración le es más bien favorable, no lo hicieron frente al apartheid sudafricano, en las matanzas en Ruanda, Somalia, tampoco ante las cruentas dictaduras de Pinochet en Chile o la de Corea del Sur, las cuales por el contrario se convirtieron en importantes socios económicos para EEUU.
En relación a Cuba, los EEUU vienen cometiendo – a nuestro modo de ver- sus más grave error (junto a los del Medio Oriente) no solo por la injusta profundización del bloqueo con la Ley Helms – Burton, sino que es tanto la intolerancia demostrada y la prepotencia al tratar de imponer una legislación a todo el mundo, que le ha producido un bumerang político, al ser rechazado a nivel internacional y producir por efectos indirectos un sentimiento de solidaridad hacia la nación cubana, al tiempo que ha despertado sentimientos de aversión hacia el gobierno norteamericano. Igualmente esta ocurriendo con las continuas agresiones hacia Irak, que han producido todo tipo de reacción adversa.
En 1997, luego de una profunda indiferencia en su primer periodo gubernamental el presidente Clinton realizó una visita a Latinoamérica para tratar de reconquistar espacios perdidos, no solamente en nuestro continente sino en todo el mundo la política exterior norteamericana manifiesta preocupación por el avance geopolítico de Europa (especialmente Francia) y la expansión económica de Asia. Concretamente en Venezuela llego a bendecir la política económica de Caldera y Teodoro Petkoff de "La Agenda Venezuela "y sobretodo la plena apertura (mejor decir entrega) petrolera.
El gobierno de George Bush ha sido de los más violentos y agresivos en su política exterior y mayor expresión de frustración al tratar de imponer su política hegemónica al resto del mundo. A partir de los ataques del 11 de septiembre del 2001, esta lamentable y condenable acción sirvió como pretexto para arremeter una política armamentista contra todos los posibles enemigos, rivales o elementos que causen molestias al gobierno norteamericano y sus principales aliados. En efecto, días después de la tragedia George Bush, sin haber demostrado las pruebas de responsabilidad de Bin Laden y al-qaeda en dichos actos, publicó una lista de supuestos cómplices y de los países "propulsores del mal", donde lógicamente no podían dejar de aparecer los tradicionales enemigos: Kadafy en Libia, los fundamentalistas de Irán, los palestinos, Hussein en Irak, Fidel en Cuba y las FARC de Colombia, entre otros. Así mismo, inmediatamente salieron otros países como el caso de Inglaterra, España e Israel a apoyar esta iniciativa, dando su respaldo a que en la misma lista estuvieran los irlandeses de IRA, la ETA española y los palestinos de Hamas. Como se puede percibir ya el enemigo no tiene cara comunista, ya no es la Unión Soviética ni la Europa del Este, el enemigo cada vez se parece más a los países pobres del Tercer Mundo. Como bien lo dijo el exsecretario general de las Naciones Unidas, Boutros Ghali (cuya posición le costó la reelección) después de la caída del Muro de Berlín; se desdibujaba la frontera entre el este y el oeste pero surgía otra mas profunda entre el norte y el sur.
En lo inmediato pudimos presenciar la declaración de una guerra hacia un país, Afganistán, a cuyo gobierno -talibanes- se acuso de ser protectores de la organización al-qaeda liderizada por Osama Bin Laden, al cual se atañe la responsabilidad de los sucesos del once de septiembre, luego vino la invasión a Irak. En el 2003 la invasión a Irak, bajo el pretexto del incumplimiento de la disminución armamentista y el impedir la vigilancia permanente de la ONU, es la continuación de la guerra iniciada en 1991 por George Bush padre, quien por temor a causar una guerra civil en Irak no logró el objetivo final de liquidar al incomodo mandatario Iraquí. Tampoco tenemos la menor duda en señalar que si no fuera ese país uno de los principales productores de petróleo del mundo y la región del Medio Oriente poseedora del 80 % de las reservas mundiales, el interés no sería el mismo, nadie hablaría de democracia ni de fundamentalismo, lo mismo que ocurrió con países como Somalia y Ruanda cuya espantosa guerra para nada interesó a las grandes potencias del mundo. También estamos conscientes de que el problema no es solo petrolero, que ya es bastante, sino que se le teme al liderazgo que este país junto a Irán ejerce en la región, tanto en el mundo árabe como en la religión islámica, que se han convertido en el mas fuerte rival cultural y político; obstáculo para la expansión económica en esta importante región.
Pero la guerra contra Irak y todos los supuestos terroristas mundiales no solo sirven para sacar del camino los viejos enemigos, a los estorbos del mundo, sino que además representa un excelente negocio para quienes viven de la guerra, fundamentalmente los países desarrollados que son los principales productores armamentista del mundo, quienes venden unos 750 mil millones de dólares en este sector, y que son a su vez los mayores violadores de los acuerdos de disminución de armamentos. También la guerra sirve para obviar la preocupación de los ciudadanos norteamericanos (quienes en su mayoría rechazan esta contienda) de los graves problemas económicos del país y la poca popularidad de Bush. Así mismo, Bush hijo, salvo heredar la agresividad republicana de su padre, ha demostrado desde la campaña electoral (que por votos perdió ante Al Gore, pero que sin embargo la naturaleza de la democracia norteamericana le dio el triunfo.) es un desconocedor de la realidad mundial. El intelectual mexicano Carlos Fuentes, uno de los más brillantes de América Latina, lo ha acusado en varias oportunidades de "Ignorante y estúpido".
Contrariamente al discurso de campaña Bush , quien dijo en el 2000 que América Latina sería ''un compromiso fundamental de su presidencia'', y de su proclamación junto con otros líderes hemisféricos en abril del 2001 de que éste era ''el siglo de las Américas'', su gobierno no hizo nada o muy poco por enmendar errores del pasado y mucho menos cumplir con las promesas de anteriores mandatarios, como lo de condonar parte de la deuda externa, dar trato preferencial a nuestros productos. Por el contrario después de los sucesos de septiembre del 2001 centró sus intereses en el Medio Oriente y hacia Latinoamérica apuntalo solo hacia profundizar sus ataques a Cuba, incentivar el Plan Colombia contra los movimientos insurgentes y crear mayores obstáculos a la migración latina, caso dantesco con el nuevo muro entre ese país y México.
Es ahora cuando percibe como-a diferencia de lo que se pensaba hace apenas pocos años- la población latinoamericana rechaza cada vez más la política unipolar y hegemónica de los EE.UU., y ha castigado en rebeldía y en las urnas electorales los gobiernos lacayos del imperialismo. Al contrario de lo que se pensaba, después del derrumbe soviético, América latina se ha convertido en escenario fundamental de nuevos proyectos políticos y económicos, frente al neoliberalismo impulsado principalmente por la potencia del Norte.
Terroristas no son sólo los EEUU o Al Qaeda, también el FMI, el BCE... y por supuesto tenemos en España a nuestros propios terroristas (aparte de ETA): la CEOE.
Definición de terrorismo: uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o gobiernos. Pues bien, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) es una organización terrorista, que viene, sistemáticamente aterrorizando a la sociedad española y coaccionando a todos sus gobiernos.
Sin ir más lejos, su actual presidente, Joan Rosell, aterrorizó ayer al cuerpo de empleados de la función pública pidiendo el despido de nada menos que 1.700.000 funcionarios, desde no se sabe que autoridad y desde una inexistente competencia.
¿Quién es él para pedir esto? ¿El presidente de una patronal responsable del 74 % de la evasión fiscal en el país? ¿El mandatario de una organización que según Gestha, una asociación de técnicos del Ministerio de Hacienda, ha defraudado 42,711 millones de €, sólo en el 2010? ¿Alguien cuya única actividad reconocida es la de pedir cada mes “reformas del mercado laboral” y desregularizaciones de todo tipo?
Con estos datos en la mano, además de callarse, una buena parte de los empresarios españoles (incluido el propio Rosell) deberían estar en la cárcel y no creando un estado de alarma en millones de personas cuyo fin último está bien a las claras que es el regreso al esclavismo.
La mayor parte de lo que conocemos como “empresarios” en España, son esos tipos que han triunfado en la vida revendiendo chaflanes urbanos, apilando tres ladrillos en forma de vivienda de lujo y que van por ahí presumiendo de Rolex y BMV pero que tienen menos inteligencia y capacidad que una zanahoria.
Esta caterva se cree trascendente e imprescindible porque cuatro monos derechosos les llaman “emprendedores” y nos cuentan sus carcomidas historias de la solución del desempleo. Creo que ya está bien. Ya está bien de aguantar a mequetrefes como el señor Rosell y su fantasmagórica organización de mangantes. Ya está bien de tener que escuchar cada semana la tabla rasa de derechos que estos herederos del señorito a caballo “sugieren” que se debería a hacer.
Después de tantas reformas del mercado laboral estériles, ¿para cuando una reforma de la empresa, de los empresarios y de los delitos de evasión de impuestos asociados?
La CEOE no usa capucha en sus comparecencias ante la prensa, pero causa mucho más terror y están en la mismísima proporción de la barbarie.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]