m-l Power escribió: Pero, insisto: incluso aunque se formen núcleos del futuro Partido y del futuro Ejército Popular, la táctica de bombitas en la puerta de oficinas de empleo, es buena para nada en absoluto, salvo para agudizar a lo tonto la creciente represión, sin ofrecer a cambio ni un solo avance en las tareas necesarias.
Por no hablar de que ese tipo de acciones, cuando aún no hay conciencia popular revolucionaria, incluso ponen a las masas contra los comunistas genuinos y sus esfuerzos por organizar las tres armas de la revolución (usando terminología maoísta, cosa que no soy, pero tengo en alta estima los aportes de Mao al M-L).
"La táctica de las bombitas" será una táctica lógica y normal viniendo de algo que no es más que un embrión del E.P, obviamente, en una fase tan incipiente y poco clara de madurez, la cosa llega hasta donde llega.
La represión se cernerá sobre cualquier tipo de movimiento revolucionario político-militar, eso es así aquí y en la China. Espero que lo que estés proponiendo no sea "vamos a quedarnos quietos, que nos reprimen", me imagino que lo considerarás tan absurdo como yo.
¿No hay suficiente conciencia de clase? Para eso está el Partido, pero ello no excluye la existencia de otras organizaciones armadas. Lo hemos visto a lo largo de la historia.
Sabes de sobra, si me lees con cierta regularidad que no defiendo el quedarse quieto para evitar la represión. Defiendo las acciones coordinadas, disciplinadas y dirigidas por el Estado Mayor, el Partido Comunista. Todas las que hagan falta según la etapa revolucionaria a completar; pero no otras. Y esas las determina el Partido mediante el uso científico del Marxismo-leninismo.
Las acciones de pataleta (como la disparatada idea de retrasado mental de poner petardos en torno a una botella de GLP, que no va a explotar así la pongas en mitad de una hoguera, aparte de todo -no hace falta ser artificiero para saber eso, basta conocer un poquito el mundillo del gas combustible-) las puedo entender humanamente y como proletario castigado hasta límites que pocos podéis imaginar aquí; pero no puedo como comunista darlas pábulo ni apoyo. Repudio la indisciplina revolucionaria sin paliativos. No somos una panda de bandoleros los comunistas, si no la Vanguardia Revolucionaria, el estado Mayor de la Revolución.
Que haya gupitos dispersos por ahí que se crean PC´s reconstituidos, Ejércitos Populares o la Vanguardia Revolucionaria, no me da motivo alguno para apoyarlos o no criticarlos con dureza por memos contrarrevolucionarios en los hechos, muy cabreados, eso sí, pero memos contrarrevolucionarios al final. La Revolución es un arte y una ciencia, no es acciones de unos memos que ni saben lo que deben hacer.
Si llega el día en que, por desgracia y por la resistencia obstinada y violenta de la burguesía agonizante, que se niega a dejar paso a la volunatd revolucionaria de las masas, haya que poner bombas o portar y usar armas, se deberá hacer bajo estricta dirección del Partido; se actuará dónde, cuándo y de la manera que el estado Mayor Partidario decida y ordene; y ejecutará las acciones un disciplinado y entrenado Ejército Popular, si es que somos comunistas. Y al que se desmande y se aleje o reviente la disciplina partidaria y de la milicia popular, se le criticará y castigará con contundencia. Para actuar de otra manera y joder todo, están los ácratas, no los comunistas.
Estas son cosas de organización y disciplina básica que cualquier proletario (y más si es obrero industrial o manual) sabe casi por instinto y por el hábito del trabajo que exige organización, preparación y resultados concretos, medibles y coordinados con un conjunto de acciones encaminadas a un fin.
¿Que hay, ha habido y siempre habrá grupitos que van por libre? Pues sí; pero eso no significa ni de lejos que los comunistas hayamos de aplaudirles y apoyarles, en vez de criticarles y llamarles severamente al orden revolucionario. Camaraderilmente si son compañeros de Clase perdidos, desorientados; pero criticarles y llamarles al orden revolucionario.
En cualquier caso, hay una serie de premisas revolucionarias que hay que completar en todo el territorio del Estado español (incluidas las Naciones bajo su yugo burgués) y que no se pueden saltar a la torera o ignorar. El atajo nunca es otro que completar las tareas precisas de cada etapa.
En el Estado español y demás naciones y pueblos a él adscritos (voluntariamente o a la fuerza, eso es ahora irrelevante, en este caso concreto), estas tareas empiezan por reconstituir o constituir el Partido Comunista como primer paso; y, a partir de ahí, organizar a las masas en el Frente Unido y establecer el Ejército Popular, las Fuerzas Armadas Populares de la Revolución -el pueblo trabajador armado y organizado-, ambos bajo la dirección del Partido.
Todo lo que no sea empezar por los cimientos (constituir el Partido de la Revolución es la prioridad ahora para cualquier comunista -nadie que no sea un alucinado sectario puede afirmar que ya existe tal Partido-) es desperdiciar energías, tiempo y recursos en buscar atajos inexistentes.
Mientras se logra constituir el Partido, claro que hay muchas luchas que los comunistas dispersos, huérfanos de tal Partido, debemos apoyar y tratar de orientar en la dirección correcta; y criticar argumentadamente todo lo que no vaya en dicha dirección, en vez de seguir y aplaudir cualquier ocurrencia de cualquier ignorante cabreado, por muy bienintencionado que sea.
La función de los comunistas no es seguir a las masas y mucho menos a cuatro memos individualistas iluminados, que por ignorar, ignoran hasta cómo hacer algún arma que funcione, no haciendo otra cosa que el payaso al final; es orientar y organizar política y militarmente a las masas hacia la Revolución; es guiar un proceso revolucionario Comunista exitoso, victorioso, con el Marxismo-leninismo y, por tanto, con el Partido (la unión del Marxismo-leninismo y la vanguardia proletaria debidamente organizada según los principios partidarios leninistas).
Por ese Partido hay que comenzar si es que queremos ser comunistas y cumplir la misión que sólo nosotros y nosotras podemos realizar. Me niego en redondo a aprobar o apoyar la suprema gilipollez que esos memos (cuatro gatos, que igual hasta son perros de la burguesía con órdenes de hacer lo que han hecho) han realizado en Galicia; por muy cabreados que estuvieran y por muy buenas intenciones que tuvieran.
Y poco más tengo que decir como comunista respecto a las acciones armadas individuales o individualistas, vengan de quien vengan o tengan las intenciones que tengan quien las ejecute: Organización y disciplina revolucionarias dentro de la dirección del Partido siempre. Eso es lo admisible sin matices; el resto es desde criticable, hasta condenable, según la gravedad de sus consecuencias.
Nos lleva todo, por tanto, al mismo punto, a la base mínima: primero de todo, hay que construir, constituir o reconstituir (según cada caso concreto) el Partido y, bajo su dirección y guía, el Frente Unido y el E.P. Y realizar todas las labores en permanente y estrecha conexión con las masas. Si no conseguimos eso, poco o nada avanzamos en la dirección al Comunismo.
Lo demás, es desviarse en mayor o menor medida del camino de salida hacia el Comunismo. Por no hacerlo (por no saber, no querer, no poder, no atreverse o los motivos que sean, que hay que determinar, afrontar y corregir) estamos en "España" como estamos desde hace muchas décadas ya. Y esos pone petardos de Galicia no han hecho nada que sirva para corregirlo ni en su pueblo siquiera.