Con esta traducción sí me cuadran las cosas, más que nada porque el archivo de Tiago comenta como si Albania no hubiera hecho distinción entre la gran burguesía que colaboró mayoritariamente con el invasor italiano primero, y alemán segundamente, con la mediana y pequeña burguesía que estaba en conflicto con esta y muchos de ellos tomaron el camino de la lucha contra el ocupante fascista, pero ampliaremos más la cosa para entender y aclarar todo, cuando Hoxha explica a Stalin el camino seguido por la burguesía y sus variantes se refiere básicamente a lo mismo que explica el siguiente texto, dejare la parte en la que explica la historia de Albania y el tema económico y de clases, hasta llegar a las medidas para eliminar a la clase explotadora de la cuidad (saltándome las medidas del campo):
Enver Hoxha, Nuestro partido desarollara como siempre con consecuencia, audacia, y
madurez la lucha de clases (1966)
En cuanto a nosotros, no les voy a hablar de la gran lucha de nuestro Partido por la edificación del socialismo, pero deseo detenerme y hablar brevemente sobre el proceso de la lucha de clase desarrollado por nuestro Partido y sobre el camino que ha seguido para liquidar a las clases explotadoras.
Entonces, permítanme continuar, camaradas, la exposición que interrumpí ayer.
La supresión de las clases explotadoras capitalistas, en tanto que clases, es un proceso complicado que se realiza con la construcción de la base económica del socialismo. A pesar de ello la lucha contra los restos de estas clases derrocadas, contra su ideología y su concepción del mundo es un proceso largo, complejo y muy difícil. ¿Cómo se ha desarrollado aquí este proceso y cuáles son los resultados logrados?
Las clases explotadoras no podían ser liquidadas inmediatamente ni en nuestro país, ni en los demás países socialistas. Ha sido y será precisa una lucha dura, violenta, con armas, política ,e ideológica, una lucha de clases severa y continua bajo la indoblegable dirección del partido marxista-leninista para que el proletariado tome por la fuerza el poder político de las manos de la clase explotadora capitalista e instaure el Estado de dictadura del proletariado, para suprimir la base económica de la clase explotadora, para liquidar en general la propiedad privada, para dar fin a las relaciones capitalistas de producción y establecer la propiedad social socialista y las relaciones socialistas de producción, para transformar la propiedad socialista actual en propiedad de todo el pueblo; al mismo tiempo y junto a esto, para edificar una nueva superestructura, socialista, erradicando todo remanente de la política y la ideología burguesas y pequeñoburguesas de la conciencia de la gente.
Además de que el proceso de liquidación de las clases explotadoras es muy difícil, depende también de algunos factores, como son:
1) La fuerza y la organización multilateral de la clase explotadora capitalista.
2) La violencia y la dureza de la lucha armada por la toma del poder por parte del proletariado y la claridad en la línea, la decisión y la inteligencia en su aplicación consecuente y sin vacilaciones por parte del partido comunista u obrero marxista-leninista que dirige la lucha por la liberación, la instauración de la dictadura del proletariado y la edificación del socialismo tras la toma del poder y la derrota política y militar de las clases explotadoras capitalistas.
3) La construcción consecuente, sobre la base de los principios marxista-leninistas, de una estructura y superestructura nuevas, socialistas, de acuerdo con las condiciones reales, materiales del país, manteniendo siempre afilada la dictadura del proletariado y considerando continuamente la lucha de clases como la principal fuerza motriz hasta la liquidación del capitalismo mundial, hasta el comunismo.
Para comprender realmente el desarrollo de la lucha por la supresión de las clases explotadoras en nuestro país, es preciso conocer la situación de estas clases antes y durante el enfrentamiento, su fuerza económica, política, ideológica, su influencia sobre las amplias masas del pueblo, antes y después de la Liberación.
1) Albania ha sido siempre un país ocupado por enemigos externos y explotada hasta la médula. La «independencia» se conquistó tarde, pero, incluso durante ese período, Albania, a pesar de no estar ocupada de facto, lo estaba económica y políticamente de jure. Esta situación dictaba la naturaleza, la fuerza, el desarrollo del feudalismo retrógrado de la clase explotadora del país, que apoyaba la política de los ocupantes, la política colonial de los extranjeros sobre un país de una economía enormemente atrasada y en el que no se hacía el menor esfuerzo por avanzar por el camino del desarrollo capitalista. Así pues, los feudales en tanto que clase, aunque conservaban el dominio sobre la tierra, sobre sus feudo! y sobre el campesinado, gracias a las armas de los distintos ocupantes, constituían una clase degenerada que caminaba hacia su liquidación completa.
2) El pueblo albanés estaba en lucha continua, secular, en insurrección, se levantaba contra los ocupantes, contra los feudales y también contra la religión. Podemos decir que ésta era una lucha continua anticoloníal, antiimperialista y al mismo tiempo una lucha de clase anti-feudal.
La lucha de nuestro pueblo, un pueblo campesino y ganadero, es muy interesante en el sentido de que se dirigía contra una doble e incluso triple opresión, la del extranjero, la del bey y el feudal del país y la de la religión que servía a los dos primeros. Así pues, el pueblo estaba permanentemente en lucha con la estructura y la superestructura del orden feudal-ocupante, en lucha armada, en resistencia pasiva, en lucha política, en lucha ideológica. Esto hizo que mantuviese viva y encendida la llama de la lucha por la liberación, de la lucha de clases contra los feudales, lo que contribuyó al derrumbe del imperio otomano, y al mismo tiempo minó el poder económico/político de la clase feudal, que comenzó a debilitarse gravemente desde el punto de vista económico, pasando una parte de sus tierras y feudos a manos de los campesinos medios y otra a las de los comerciantes de la ciudad que empezaban a desarrollarse.
3) La proclamación de la independencia de Albania en 1912 y toda la vida de nuestro país hasta la ocupación italiana en 1939, no trajo consigo grandes cambios en la correlación de clases. Después de diversas peripecias, el poder fue a parar a manos de Zogu, el representante fracasado del feudalismo en bancarrota. La camarilla de Zogu era sostenida por un pequeño ejército mercenario, por la Italia fascista, a la que aquél vendió concesiones mineras y de tierras, le entregó la organización del ejército y de la gendarmeria, le permitió ?preparar a nuestro país para la futura ocupación y como plaza de armas para las futuras guerras del fascismo.
La población de las ciudades creció relativamente con los desocupados procedentes del campo, que quedó aún más abandonado y empobrecido que antes. La fracción de los beyes y feudales que estaban en torno a Zogu, vivían de la renta de la tierra que les había quedado, y continuaban vendiéndola a los campesinos ricos, quienes oprimían a los pobres y medianos. Estos agás del campo y de la ciudad fueron la base de sustentación del régimen de Zogu.
El comercio en las ciudades comenzó a tomar vida, especulando terriblemente con las relaciones campo-ciudad, con las transacciones usurarias, con la compra y venta de las tierras, con la explotación de la renta de la tierra, sin hacer ni la más mínima inversión en la agricultura. Estos comerciantes especuladores que apoyaban al régimen feudal y semi colonial no representaban un número grande, ni tenían gran potencial económico. La usura, el monopolio de la importación y la exportación, en la medida en que se lo permitían la especulación de las firmas comerciantes fascistas italianas, y la miserable situación económica del país, caracterizaban a los grandes comerciantes que constituían una base de apoyo del régimen.
Esta burguesía comercial que se ponía en pie pensaba muy poco, o nada en absoluto, en invertir capitales para el desarrollo de una cierta industria en el país, por eso vemos que durante este período, no se levantó ninguna industria por pequeña que fuera, a excepción de algunas pequeñas fábricas de cigarrillos, de alguna pequeña fábrica de cemento, de cerveza o de aceite, e incluso éstas en asociación con capitalistas italianos. El dumping italiano arruinaba nuestro pequeño comercio, permitía la especulación de los comerciantes usureros, quienes confabulados con Zogu y su camarilla, se apoderaban de toda la riqueza del país exportándola a Italia y llenándose los bolsillos. La única «industria» del país era la artesana, pero también ésta estaba muy atrasada y en proceso de empobrecimiento continuo como resultado de la depauperación de la población, de los onerosos impuestos y el dumping italiano. La pequeña burguesía de las ciudades estaba sumida en la miseria, su único medio de vida era la pequeña especulación y la burocracia. Para los intelectuales el único modo, de vida era emplearse en la administración burocrática del régimen, burocracia en bancarrota que no les pagaba sus sueldos durante 10 meses seguidos.
La gran masa del pueblo, el campesinado pobre y medio, las amplias masas trabajadoras de la ciudad, los pobres, los obreros, los artesanos, estaban en lucha de clases declarada con la camarilla de Zogu, con los comerciantes especuladores y con la rica burguesía semi-comercial, semifeudal de la ciudad y del campo. Ni el período mencionado fue, pues, suficientemente prolongado, ni los restos de la clase feudal y la burguesía que se levantaba en el campo y la ciudad se mostraron capaces de reforzar sus posiciones en tanto que clase dominante, en primer lugar a causa de la resistencia de clase de las masas proletarias del campo y de la ciudad, de la escasa fuerza económica de la clase feudal y de la nueva clase burguesa, de un gran atraso cultural y técnico, de su concepción retrógrada del mundo y su política de las masas proletarias del campo y de la ciudad, de la escasa fuerza económica de la clase feudal y de la nueva clase burguesa, de un gran atraso cultural y técnico, de su concepción retrógrada del mundo y su política de oposición al Partido Comunista.
En resumen, podemos decir que la ocupación de nuestro país por la Italia fascista encontró a la clase explotadora capitalista de la ciudad y del campo en una situación caótica, débil política y económicamente; la industria minera no era de su propiedad, ya que las minas existentes eran en su totalidad concesiones otorgadas a Italia; no poseía industria, como dijimos antes, desarrollaba únicamente el comercio, la usura y la renta sobre la tierra. Esta burguesía de la ciudad y del campo en formación, atrasada, sin cultura ni instrucción, avara en la acepción más vil, sin organización política, brutal y bárbara con las amplias masas del pueblo, estrechaba filas en torno a la camarilla de Zogu y su administración, muchas 'veces no por estar de acuerdo con ella, sino porque gracias a esta camarilla, a su gendarmería y a sus vínculos con la Italia fascista, podía continuar especulando y enriqueciéndose.
Así, pues, la ideología del régimen de Zogu y de la clase explotadora capitalista del país era el bandolerismo, la especulación, el saqueo, el látigo, el terror y la traición. No se puede poner el signo de igualdad desde el punto de vista del desarrollo como clase, entre la clase capitalista explotadora de nuestro país y la de los demás países capitalistas de Europa.
Tras la ocupación de Albania, la Italia fascista se esforzó porque estos residuos del feudalismo, esta burguesía comercial, los agás del campo y de la ciudad, se ataron a su carro en beneficio de la colonización y la guerra. De hecho se los ganó y los puso a su servicio, contra la Lucha de Liberación Nacional del pueblo que dirigía el Partido Comunista de Albania.
La Italia fascista ni siquiera estaba en condiciones económicas de hacer inversiones en Albania, y al mismo tiempo la situación de guerra tampoco le permitía tal cosa, por eso, al ocupar Albania, se interesó en primer lugar por las obras de carácter militar, por dinamizar en cierto grado la extracción del petróleo, aunque únicamente en Kucova, por garantizar la tranquilidad de sus retaguar?días en Albania y por saquear todo lo que pudiera en nuestro país. Italia tenía esperanza en la victoria y en la eterna colonización de Albania. El impulso que el ocupante dio a las clases explotadoras albanesas consistió únicamente en el desarrollo del comercio especulativo entre Albania e Italia, convirtiéndolas a través de esta especulación en simples agentes suyos con destino a reforzar la dominación italiana en Albania, a vender tierras a los italianos, a reclutar mercenarios y lanzarlos a la guerra contra el pueblo que combatía.
De modo que la ocupación italiana enriqueció a algunos especuladores que jamás pensaron en invertir en el país, sino en acumular oro, en esconderlo o depositarlo en el exterior para los malos tiempos que vendrían. El fascismo se esforzó porque esta clase tomara en sus manos el estandarte de la ideología fascista, se agrupara gente en torno a ella y se consolidaran sus posiciones políticas. Este esfuerzo sufrió el más grave fracaso como consecuencia de nuestra lucha. La bandera del partido fascista fue sustituida por la del Balli Kombétar y de algunos otros «partidos» surgidos como los hongos. La reacción albanesa intentó, con el estímulo del fascismo italiano y alemán, crear una «ideología» para su clase a través de estas organizaciones traidoras que había organizado para acudir en ayuda de los ocupantes y para los explotadores de nuestro país sufrieron la más grave derrota que podía infligírseles, fue una derrota política, militar y económica, perdieron para siempre el poder político y militar. La revolución triunfó. La Lucha de Liberación Nacional ?dirigida por el Partido demolió definitivamente a los ocupantes y los traidores, se instauró el régimen de la democracia popular, la dictadura del proletariado.
Así pues, la Lucha armada de Liberación Nacional desenmascaró ante el pueblo a la clase explotadora vendida a los ocupantes que le oprimían y le chupaban la sangre. La política y la actividad de nuestro Partido dirigiendo al pueblo, obligó a aquélla a adoptar posiciones que rasgaron sus máscaras, la golpeó de forma implacable con las armas, le asestó golpe tras golpe liquidando físicamente a gran número de sus dirigentes (el resto se vio obligado a huir en los buques de los ocupantes), llevó a cabo una profunda y aguda diferenciación, preparando así el terreno a la consolidación de la dictadura del proletariado, a la construcción del socialismo y a la liquidación completa, en tanto que clase, de las clases explotadoras capitalistas en nuestro país.
¿Cómo se desarrolló este proceso tras la toma del poder por parte del pueblo? ¿Cómo organizó y dirigió el Partido la restricción y finalmente la liquidación en tanto que clase de los explotadores?
Las diversas etapas de este gran proceso han sido analizadas de manera marxista-1eninista en numerosos e importantes documentos de nuestro Partido. Señalaré brevemente las principales.
Este proceso político contra la reacción y los colaboradores del ocupante se desarrolló de forma ascendente y sin interrupción desde los primeros días tras la Liberación. Además del gran golpe de todo el período de la guerra, en el que las clases explotadoras sufrieron graves pérdidas, los tribunales del pueblo, levantados en toda Albania inmediatamente después de la Liberación, les asestaron nuevos golpes terribles. Fueron detenidos y juzgados todos los colaboradores de los ocupantes.
El continuo desenmascaramiento político y el pánico ?a los tribunales populares desbarataron las mascaras de los enemigos. La dictadura del proletariado golpeaba sin piedad a los enemigos del pueblo, descubría los complots anglo-americanos, conducía ante los tribunales a sus agentes y los condenaba.
Los golpes decididos, justos y revolucionarios contra los enemigos del pueblo, elevaron aún más el entusiasmo y la confianza del pueblo en el Partido, en el poder, en las armas de la dictadura del proletariado y crearon entre la gente una elevada vigilancia revolucionaria que se templa todos los días, que se ha transformado en una poderosa arma política de las amplias masas contra el enemigo de clase y contra los enemigos del exterior.
No hablaré largamente sobre las grandes nacionalizaciones llevadas a cabo después de la Liberación, pero señalaré las medidas de carácter económico y político que se adoptaron contra la clase capitalista de la ciudad y del campo, y que llevaron aún más lejos el proceso de liquidación de ésta como clase explotadora.
Para todos los comerciantes e industriales que durante la guerra habían obtenido grandes ganancias a costa del pueblo se impusieron impuestos extraordinarios. El impuesto representaba una medida económica radical que llevó de hecho a la confiscación de todos los bienes muebles e inmuebles. La gran mayoría de ellos fue condenada por los tribunales y encarcelados, ya que los bienes confiscados no cubrían el valor del impuesto y la decisión del tribunal sólo se revisaba Cuando ellos cumplían con el impuesto, es decir cuando sacaban el oro de donde lo habían escondido. Se trataba de una medida de gran importancia económica y política, ya que liquidaba un importante elemento capitalista, aunque todavía sin liquidar a la burguesía como clase.
Respecto a los comerciantes no incluidos en el impuesto extraordinario y que eran principalmente comerciantes pequeños, no practicamos la polítíca de liquidación; en las condiciones económicas Y políticas del momento les impusimos un severo control y diversas limitaciones para evitar la especulación. Junto con la creación del sector socialista y su fortalecimiento, luchábamos por la transformación socialista de los pequeños productores de la ciudad. El oportunista Sejfulla Maleshova intentó desviar este justo proceso, pretendiendo que debía concederse ayuda en créditos y materiales al sector privado a cargo del sector socialista del Estado, y que el sector socialista debe entrar en competencia con el sector privado, de este modo se producirá «la integración pacífica del capitalismo en el socialismo», su teoría antimarxista fue rechazada por el Partido, fue desenmascarada ante el pueblo y Sejfulla Maleshova fue expulsado del Buró Político del Comité Central y del Partido.
Los medianos y pequeños comerciantes que vendían artículos industriales remanentes de la época anterior a la guerra Y de la guerra se quedaron con los anaqueles vacíos, ya que no podían comprar en el extranjero, y el comercio al por mayor y el exterior estaban en manos del Estado; la artesanía todavía sin cooperativizar no estaba en condiciones de abastecerles; de modo que la mayoría, después de muchas vacilaciones, se vio obligada a cerrar las tiendas, a abandonar el comercio y trabajar en la producción.
Durante este período, paralelamente a la creación del sector socialista estatal, se creó por todas partes el sector controlado socialista popular de las cooperativas de consumo, se organizaron las cooperativas de artesanos Y así, gradualmente, el sector socialista estatal y la cooperación eliminaron en un porcentaje aplastante, como veremos después, los elementos capitalistas privados de la circulación de mercancías. Así, podemos decir que en 1955 la pequeña producción industrial había sido liquidada casi totalmente, pasando a ocupar su lugar la artesanía cooperativa. El pequeño comercio privado, en la imposibilidad de sobrevivir, cedió su lugar al comercio estatal y a las cooperativas de consumo. Algunos pequeños comerciantes de frutas, de verduras y de carne que consentimos, se organizaron en colectivos de comercio controlados por el Estado.
Así se ha desarrollado el proceso de liquidación de las clases explotadoras en la ciudad y como resultado de ello los elementos capitalistas, desbaratados política y económicamente, no constituyen ya una clase explotadora en sí, como fueron antes. Es ésta la razón por la que afirmamos que aquí, hoy, ya no existen las clases explotadoras, porque han sido liquidadas en tanto como clases, existen únicamente los residuos de estas clases, sus elementos, que, a pesar de los golpes sufridos, sueñan con la restauración.
...
Como conclusión de toda esta gran lucha, la situación y la composición de las clases en nuestro país en 1960 era la siguiente:
La clase obrera: 22,5 por ciento
El campesinado cooperativista: 62,7 por ciento
La capa de la intelectualidad: 13,6 por ciento
Los restos de las clases explotadoras: 1,1 por ciento
De los cuales:
Kulaks: 0,8 por ciento
Elementos especuladores en la ciudad: 0,3 por ciento
El peso específico del sector socialista en 1960:
En la renta nacional: 90 por ciento
En la producción industrial global: 99 por ciento
En el comercio al por mayor: 100 por ciento
En el comercio al por menor: 90 por ciento
En la producción agrícola global: 80 por ciento
Estos son los resultados concretos sobre la situación de las clases en nuestro país, lo que nos permite afirmar que la clase burguesa capitalista de nuestro país, en tanto que clase explotadora fundamental, está liquidada. Pero existen elementos, residuos de ella, que no han sido físicamente liquidados y no se ha planteado ni se plantea ?este problema. La cuestión es que estos elementos no levanten cabeza, sino que se sometan a las leyes del Estado proletario, renuncien a la actividad hostil. Les hemos dado posibilidades de vivir y trabajar como todos los demás, pero sin bajar la guardia ni ablandar los golpes sobre ellos en los casos necesarios· en cuanto a sus hijos tenemos cuidado para que se eduquen en el nuevo espíritu.
Las conclusiones que sacamos, es que en Albania se impuso un impuesto extraordinario para sencillamente "sacar el oro" que guardaban celosamente los especuladores de esta burguesía mercantil usurera que como cuenta Enver Hoxha tanto en la época de Zogo como en la de la invasión italiana y después la alemana no se preocuparon de invertir en la industria sino en la especulación y el enriquecimiento propio, por ello Hoxha dice que la burguesía europea que había tenido un papel revolucionario en su día en su nación en el desarrollo económico tenía una clara diferencia con el papel de la burguesía albanesa "que se estaba poniendo en pie" que tenía un carácter usurero y cobarde ante el extranjero y el expolio nacional y que por lo tanto esta burguesía ni siquiera buscaba su propio papel. En el texto inicial donde Hoxha decía que solo tuvimos una burguesía comercial de forma embrionaria se refiere a esto. Después de estos impuestos para recuperar la ganancias del pueblo fueron expropiados sin indemnizaciones como vemos en el texto, a la mediana y pequeña burguesía no se les aplicó estos impuestos sino un control para la limitación, después cuenta porque debido a ciertos factores de la socialización de la economía estos pequeños comerciantes no se pudieron sostener en el nuevo sistema.
Todo este proceso a diferencia del que proponía Sejfulla Maleshova de financiación del sistema privado e integración del capitalismo en el socialismo algo proclamado desde bujarinistas hasta eurocomunistas ha sido explicado y se corresponde con el programa de la III internacional tanto de la época de Lenin como la de Stalin.
Y se me olvidaba, no he colgado los mismos textos que puso pedrocasa al abrir el post, que hablaban en general de varias cosas, estos hablan específicamente sobre el ámbito económico.