Hola camaradas,
queria saber como contraargumentarias este fragmento del texto de Fernando Serra - "El origen de la riqueza y la permanencia de la pobreza".
Aqui va el fragmento:
Desde este punto de vista, es sorprendente que el sistema económico que esto ha conseguido haya sido el más atacado durante los últimos cien años. Según opinión, muy compartida, de Norberto Bobbio, el carácter distintivo de la izquierda es el igualitarismo y la mejora de las clases más desfavorecidas, y se da por supuesto que la libertad económica es la principal traba para alcanzar estos loables objetivos. Por ello, toda ideología izquierdista tiene un hondo sentimiento anticapitalista y se mueve entre un disimulado recelo por la libre competencia y un radical rechazo de este sistema. Después del estrepitoso fracaso del socialismo real, la izquierda sigue afirmando que el marxismo es una buena teoría que ha sido mal aplicada y se niega a reconocer que el grado de miseria y de muerte conseguido por los enemigos de la libertad económica es la inevitable consecuencia de su propia aberración teórica. En realidad, lo que mejor confirma la preocupación de los marxistas por la pobreza es que nadie ha conseguido aumentarla tanto como ellos.
Su primer dogma fue que el desarrollo capitalista traería un inevitable empobrecimiento de los trabajadores, es decir, haría más ricos a los ricos y "todavía" más pobres a los pobres, pero cuando la realidad ha terminando refutando esta predicción, se insiste en nuevos disparates que todavía siguen teniendo gran aceptación. Se asegura que el crecimiento económico capitalista conlleva un aumento de las desigualdades entre las rentas dentro de un país, y cuando también los hechos desmienten esta afirmación, se incide en que la pobreza del Tercer Mundo es consecuencia de la riqueza que disfrutan otros países. Como los despropósitos suelen ir encadenados, el más reciente, que a buen seguro no será el último, es que la llamada globalización favorece a los países desarrollados y perjudica a los pobres.
Vayamos por partes. Si fuera verdad, como la izquierda afirma desde hace siglo y medio, que las diferencias aumentan a la par que el desarrollo económico, la brecha tendría que ser ahora abismal, casi infinita, algo que no confirma la visión más superficial. La realidad es precisamente la contraria y otra observación de sentido común bastaría para demostrarlo. En cualquier época anterior, en el siglo XVII o en la Edad Media, por ejemplo, sí que había una diferencia infinita entre las rentas patrimoniales, casi nunca de trabajo, que disfrutaban unos pocos y los ingresos "negativos" del resto, que no alcanzaban ni siquiera el nivel de subsistencia. Era en realidad la diferencia entre la vida opulenta y la condena a muerte.
No serían necesarios análisis más profundos para confirmar esta obviedad, pero existen numerosos estudios. Se trata de saber si el desarrollo económico mejora la distribución de las rentas personales, si se produce, dicho con otras palabras, una convergencia real dentro de un determinado país, o si, por el contrario, la desigualdad es mayor aunque los pobres lo sean cada vez menos, ya que los ricos mejoran su situación en mucha mayor proporción y rapidez.
Fuente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
PD: Unos amigos se estan creyendo este texto que les dieron en clase, y no quiero que vayan por la mala vida jeje.
Salud!
queria saber como contraargumentarias este fragmento del texto de Fernando Serra - "El origen de la riqueza y la permanencia de la pobreza".
Aqui va el fragmento:
Desde este punto de vista, es sorprendente que el sistema económico que esto ha conseguido haya sido el más atacado durante los últimos cien años. Según opinión, muy compartida, de Norberto Bobbio, el carácter distintivo de la izquierda es el igualitarismo y la mejora de las clases más desfavorecidas, y se da por supuesto que la libertad económica es la principal traba para alcanzar estos loables objetivos. Por ello, toda ideología izquierdista tiene un hondo sentimiento anticapitalista y se mueve entre un disimulado recelo por la libre competencia y un radical rechazo de este sistema. Después del estrepitoso fracaso del socialismo real, la izquierda sigue afirmando que el marxismo es una buena teoría que ha sido mal aplicada y se niega a reconocer que el grado de miseria y de muerte conseguido por los enemigos de la libertad económica es la inevitable consecuencia de su propia aberración teórica. En realidad, lo que mejor confirma la preocupación de los marxistas por la pobreza es que nadie ha conseguido aumentarla tanto como ellos.
Su primer dogma fue que el desarrollo capitalista traería un inevitable empobrecimiento de los trabajadores, es decir, haría más ricos a los ricos y "todavía" más pobres a los pobres, pero cuando la realidad ha terminando refutando esta predicción, se insiste en nuevos disparates que todavía siguen teniendo gran aceptación. Se asegura que el crecimiento económico capitalista conlleva un aumento de las desigualdades entre las rentas dentro de un país, y cuando también los hechos desmienten esta afirmación, se incide en que la pobreza del Tercer Mundo es consecuencia de la riqueza que disfrutan otros países. Como los despropósitos suelen ir encadenados, el más reciente, que a buen seguro no será el último, es que la llamada globalización favorece a los países desarrollados y perjudica a los pobres.
Vayamos por partes. Si fuera verdad, como la izquierda afirma desde hace siglo y medio, que las diferencias aumentan a la par que el desarrollo económico, la brecha tendría que ser ahora abismal, casi infinita, algo que no confirma la visión más superficial. La realidad es precisamente la contraria y otra observación de sentido común bastaría para demostrarlo. En cualquier época anterior, en el siglo XVII o en la Edad Media, por ejemplo, sí que había una diferencia infinita entre las rentas patrimoniales, casi nunca de trabajo, que disfrutaban unos pocos y los ingresos "negativos" del resto, que no alcanzaban ni siquiera el nivel de subsistencia. Era en realidad la diferencia entre la vida opulenta y la condena a muerte.
No serían necesarios análisis más profundos para confirmar esta obviedad, pero existen numerosos estudios. Se trata de saber si el desarrollo económico mejora la distribución de las rentas personales, si se produce, dicho con otras palabras, una convergencia real dentro de un determinado país, o si, por el contrario, la desigualdad es mayor aunque los pobres lo sean cada vez menos, ya que los ricos mejoran su situación en mucha mayor proporción y rapidez.
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PD: Unos amigos se estan creyendo este texto que les dieron en clase, y no quiero que vayan por la mala vida jeje.
Salud!