Los «recortes» y otras medidas tomadas por el gobierno para salir de la crisis (dicen), liquidan la sanidad pública, la enseñanza, rebajan los sueldos, facilitan los despidos para contentar a la patronal; «de momento» Rajoy no piensa rebajar las pensiones…lo que quiere decir que sí lo hará. Los ataques contra el mundo laboral y el Estatuto de los trabajadores, se extiende a los sindicatos. El gobierno es consciente de la importancia que tienen, pese a que sus cúpulas dejan bastante que desear. Se golpea miserablemente a los inmigrantes, con o sin papeles, como si ellos y no los banqueros y financieros, fueran los responsables de la crisis.
La Unión Europea, que demuestra que no es Unión de los pueblos, sino un tinglado imperialista, encabezado por Alemania. No es casualidad que en España crezcan los movimientos neonazis con sus proclamas xenófobas, racistas, potenciados por el PP en las alcaldías y pedanías bajo su control.
Vivimos tiempos graves, de lucha que o la libramos nosotros, o la libran ellos (lo que ya hacen) contra el pueblo, es decir, contra nosotros. Las cosas claras. En esas estamos, ¿reaccionamos y tomamos medidas, o nos acobardamos como corderos, gregarios? No es broma, es la cruda realidad.
La unidad popular, la unidad de las fuerzas y partidos de izquierda, es una necesidad que todos sentimos. Mas ha de ser una unidad sobre bases y puntos concretos, no unidad verbal sin aplicación práctica o con objetivos que nada cambiarán en lo esencial. Debemos ser conscientes de que no es posible acabar con esta situación ni articular una política favorable a los intereses populares, sin romper con el marco jurídico e institucional de la Constitución de 1978; es necesario derribar a la monarquía heredera del franquismo.
Ya es hora de que la izquierda asuma sus responsabilidades. Hay que superar las posiciones defensivas, el desgaste y la dispersión y pasar a la ofensiva; hay que lograr una unidad popular o frente, contra el bloque oligárquico y sus partidos cada vez más sometidos a los imperialistas y grupos financieros internacionales que imponen sus dictados a «nuestros» gobernantes.
Se impone articular una campaña para exigir la dimisión del Gobierno, y eliminar a la monarquía a la que no queremos ni con el juerguista Juan Carlos, ni con Felipe, ni con Leonor, ¡Fuera los Borbones de España!
En fin, se trata de acabar con este régimen, con este sistema. Ante el desgaste y desprestigio del gobierno, es muy posible la convocatoria de unas elecciones. La izquierda, y sus organizaciones, deberíamos lograr un bloque popular, con estas reivindicaciones y un programa económico, popular y republicano.
POR LA TERCERA REPÚBLICA, ¡VIVA LA UNIDAD POPULAR!
Partido Comunista de España (marxista-leninista)