Detesto ser burgués. Detesto la total futilidad e inutilidad de mi puesto. Detesto saber un montón de cosas y no poder hacer nada. Me encantaría poder hacer algo, poder ejecutar alguna función, algún trabajo, aprender a hacer algo con las manos, que haya una escuela donde uno aprendiera el trabajo directo.
Detesto a los clientes: al individuo, sus niñerías, el diseño, la forma por sobre la función, que si el color, que la forma, que sea mejor que lo del vecino, etc. Los odio. Cada vez que piden algo de estilo clásico, con molduras y capiteles, los detesto más todavía.
Detesto a los joyeros y a la burguesía financiera. Toda esa clase de cosas inútiles, sin asidero en la realidad.
Detesto a las mujeres bichos consumistas superficiales.
Detesto los autos y las marcas, los celulares y las zapatillas de diferentes diseños y colores por las que los pibes se vuelven locos por copiar y tener.
Me gustaría que volara todo ese desorden en mil pedazos.
Detesto a los clientes: al individuo, sus niñerías, el diseño, la forma por sobre la función, que si el color, que la forma, que sea mejor que lo del vecino, etc. Los odio. Cada vez que piden algo de estilo clásico, con molduras y capiteles, los detesto más todavía.
Detesto a los joyeros y a la burguesía financiera. Toda esa clase de cosas inútiles, sin asidero en la realidad.
Detesto a las mujeres bichos consumistas superficiales.
Detesto los autos y las marcas, los celulares y las zapatillas de diferentes diseños y colores por las que los pibes se vuelven locos por copiar y tener.
Me gustaría que volara todo ese desorden en mil pedazos.