Hace más de una semana me enteré que el blog Euskal Herria Sozialista (EHS) había publicado una
antigua intervención mía en el otro foro comunista (http://forocomunista.org/viewtopic.php?f=54&t=635). Y hace pocos días supe de este hilo que reproducía la publicación hecha por el blog de EHS.
En primer lugar, lo publicado
no es un artículo, es decir, no fue escrito con ese formato;
es un post al que preceden y siguen otras tantas intervenciones mías y de otros camaradas, incluyendo un interesante debate con un buen polemista, como es el camarada Kantaria, en torno al tema del parlamentarismo. En segundo lugar, aunque la posición expuesta en ese “artículo” se sostiene por sí sola, todos aquí saben que en un post,
en medio de un debate, hay argumentos que se priorizan, otros que sólo se enuncian para desarrollar después y otros que se guardan para más adelante por cuestiones de exposición y a fin de evitar que el centro del debate se disperse. Visto de este modo,
de cierta manera, ese post está
fuera de su contexto. Con esto no quiero decir que EHS hiciera mal en reproducir ese post; de ninguna manera. Está bien para plantear el debate porque ese era su objetivo, como se puede ver en las intervenciones que siguieron en ese hilo. Por otro lado, para eso escribe uno públicamente, para que cualquiera lo tome, lo cite o lo comente; y por eso uno tiene que hacerse responsable de lo que escribe.
Que ese “artículo” era
parte de un debate lo sabe aquí, por ejemplo, uno de los foreros que ha intervenido en este hilo, porque también tomó parte en el hilo del otro foro. Mi última intervención en aquel debate, precisamente respondía a una inquietud suya, que reproduzco a continuación, porque es pertinente en cuanto a por qué se debe discutir el tema del parlamentarismo.
Ndk dice:
Ahora, se me ocurre una pregunta, ¿qué pasa cuando debido a la parte clandestina, es ilegalizado/criminalizado el partido y el movimiento, y por tanto inutilizada su parte legal/parlamentaria?
Pues esto es algo muy posible en muchos estados, por ejemplo, en el estado español.
Y ocurre que todo este debate que se ha llevado a cabo aquí no vale para mucho.
Al fin y al cabo, si el partido aplica acertadamente los principios revolucionarios (utilizando también la parte legal/parlamentaria), y creando un peligro real para el sistema, sucede que será ilegalizado y criminalizado, no solo el partido, sino todo el movimiento.
Mi respuesta fue:
Ese planteamiento de la cuestión es equivocado, parte de una premisa equivocada.
Todo movimiento comunista es ilegal, por sus principios, por sus objetivos, por su programa, por su línea, por su organización y por sus acciones. El PC quiere destruir el orden burgués, en todo sentido, y de forma explícita está contra el Estado burgués y las leyes que protegen la sociedad capitalista. Por su naturaleza es ilegal y criminal desde el punto de vista burgués.
Por esa razón, el PC en cualquier Estado burgués, por más “democrático” que sea, debe ser por principio, por obligación revolucionaria, por convicción y por decisión propia, un partido de estructura básica clandestina, que desarrolla actividades ilegales y legales, combinándolas, en función de la lucha por acabar con el orden burgués e instaurar la dictadura del proletariado. Ese partido debe aprovechar las libertades y la legalidad que la “democracia” burguesa "permite", por mínimas que sean, para desarrollar su actividad revolucionaria.
Algunas veces y en algunos países, el PC tiene la posibilidad de ser un partido legal. Un verdadero PC debe aprovechar esa oportunidad, pero sin exponer su estructura básica clandestina. La idea de un PC legal "abierto", que centre su actividad en el parlamento, no es una característica de un verdadero partido comunista.
Por lo anterior, se entiende que la actividad legal del Partido está expuesta a los riesgos que se mencionan, a que en cualquier momento sea ilegalizada cualquiera de sus expresiones legales. Eso es parte de las “reglas de juego” de la lucha revolucionaria del proletariado contra la burguesía, y algo con lo que se debe contar que ocurra en cualquier momento, según el desarrollo de la lucha de clases y la correlación de fuerzas de las clases. Otra forma de concebir el problema es pensar que el Estado burgués puede permitir la existencia y actividad de un verdadero PC, enemigo declarado del capitalismo.
Por lo expuesto, ningún debate o acción que involucre la actividad legal del Partido, sea de corta duración o limitada en sus condiciones, pierde valor si contribuye al máximo aprovechamiento de las ventajas (por mínimas que sean) que se puedan obtener.
El debate sobre la utilización del parlamento es el tema de este hilo, por eso lo discutimos aquí. No porque sea una cuestión de vida o muerte para los comunistas en su actividad revolucionaria. No lo es, pero puede ser útil. Es un frente de lucha más, no el más importante, y seguramente el que más subordinado debe estar a la actividad principal del Partido fuera del parlamento. Pero no es deleznable en todo caso, según la situación política concreta.
Para terminar, existe una tendencia a considerar “natural” la postergación de la actividad entre las masas y a menospreciar o caracterizar negativamente las actuales acciones de las masas (grandes y pequeñas, económicas y políticas), justificándolas con la tesis de la inexistencia del PC. Correcta o no esa tesis, algunos de sus seguidores se sitúan virtualmente como apologistas del abstencionismo político (y no me refiero sólo a la cuestión electoral, que en cualquier caso es la que menos importa). Las intervenciones en este hilo, sobre el tema específico del parlamentarismo, por ejemplo, se truncan o llegan a un punto muerto en virtud de la tesis de la inexistencia del PC: visto así, es estéril seguir discutiendo o desarrollando el tema porque es vano e inútil… mientras no se “reconstituya” el Partido. Considero que esto es incorrecto, aún asumiendo que la tesis de la inexistencia y reconstitución del PC sea correcta, porque no toma en cuenta las experiencias históricas de la formación y reconstrucción de partidos comunistas en el mundo.
El artículo que nos invita a leer Winstanley, sin embargo, está en contradicción con esa interpretación errada y muy difundida de la “reconstitución del Partido”, aunque con esto no quiero decir que sus autores estén en la correcto. Sin embargo, lo interesante sería conocer cómo el MAI está llevando a la práctica lo que predica. Sé que ese no es el tema de este hilo, pero sería bastante ilustrativo que sus simpatizantes en este foro lo divulgaran en un hilo
pertinente (que no sé si existe).