Todos sabemos que el neoliberalismo está de moda en la economía. Cuando se habla de política económica, se habla de políticas neoliberales. Pero, ¿sabemos realmente en que consiste el neoliberalismo?. He aquí un resumen muy esclarecedor:
Todo comenzó con el Consenso de Washington (años 90): un conjunto de propuestas políticas que había que aplicar para lograr el beneplácito y la aceptación del poder económico dominante (las grandes corporaciones bancarias y empresariales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Reserva Federal, etc). Estas políticas se pueden resumir en tres grandes principios o prioridades:
- canalizar el mayor volumen posible de recursos disponibles hacia la actividad privada
- establecer el mayor grado de libertad de movimientos en los mercados
- abrir lo máximo posible las economías a los mercados exteriores
A partir de estos principios se aplicaron una serie de reformas de gran calado en relación a la actividad financiera y los mercados monetarios.
Este consenso, que ha dominado el diseño de la política económica en los últimos veinte años, tuvo como eje principal la necesidad de olvidarse de "antiguos" objetivos de la política como el pleno empleo y la distribución equitativa de la renta para centrarse, sobretodo, en la lucha contra la inflación.
La clave está en que los neoliberales afirman que la inflación se produce como consecuencia de 2 factores:
- la excesiva circulación de dinero
- la presión que las demandas salariales realizan sobre los costes de las empresas (de modo que éstas se ven obligadas a subir los precios)
De ahí se deduce inevitablemente que para hacer frente a la inflación lo que hay que hacer es adoptar 2 medidas:
- subir los tipos de interés, es decir, el precio del dinero. Con ello habrá menos demanda de medios de pago y, además, los que tengan dinero estarán más interesados en ahorrarlo y, por tanto, consumirán menos. El efecto de todo ello será una disminución del dinero en circulación que, según la hipótesis de partida, contribuirá a que bajen los precios.
- moderar los salarios, para que las empresas no tengan presión sobre los costes y no se vean obligadas a trasladar la subida de salarios a los precios.
No es casual que estas 2 medidas beneficien directamente a los propietarios de capital y en particular a los propietarios de capital financiero: cuando se elevan los tipos de interés, los poseedores de dinero (y sobretodo los bancos) reciben más renta, y cuando se controlan los salarios, es el excedente empresarial el que aumenta.
Efectivamente, los neoliberales han logrado controlar la inflación, pero esta aparente preocupación esconde otros objetivos, puesto que este control es a costa de disminiuir la actividad productiva, que es, en realidad, lo que se busca, porque eso provocará más paro y con él se podrán defender mejor los intereses de los dueños del capital y fijar los salarios más bajos. Y porque, además, al disminuir los ingresos salariales los sujetos económicos tendrán más tendencia a endeudarse, que es, precisamente, lo que persiguen los bancos.
Por tanto, es evidente que la política neoliberal busca una distribución de las rentas más favorable para el capital y los capitalistas, puesto que existen otras formas de controlar la inflación.
Extraído del libro "los amos del mundo", escrito por Vicenç Navarro y Juan Torres López.
Todo comenzó con el Consenso de Washington (años 90): un conjunto de propuestas políticas que había que aplicar para lograr el beneplácito y la aceptación del poder económico dominante (las grandes corporaciones bancarias y empresariales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Reserva Federal, etc). Estas políticas se pueden resumir en tres grandes principios o prioridades:
- canalizar el mayor volumen posible de recursos disponibles hacia la actividad privada
- establecer el mayor grado de libertad de movimientos en los mercados
- abrir lo máximo posible las economías a los mercados exteriores
A partir de estos principios se aplicaron una serie de reformas de gran calado en relación a la actividad financiera y los mercados monetarios.
Este consenso, que ha dominado el diseño de la política económica en los últimos veinte años, tuvo como eje principal la necesidad de olvidarse de "antiguos" objetivos de la política como el pleno empleo y la distribución equitativa de la renta para centrarse, sobretodo, en la lucha contra la inflación.
La clave está en que los neoliberales afirman que la inflación se produce como consecuencia de 2 factores:
- la excesiva circulación de dinero
- la presión que las demandas salariales realizan sobre los costes de las empresas (de modo que éstas se ven obligadas a subir los precios)
De ahí se deduce inevitablemente que para hacer frente a la inflación lo que hay que hacer es adoptar 2 medidas:
- subir los tipos de interés, es decir, el precio del dinero. Con ello habrá menos demanda de medios de pago y, además, los que tengan dinero estarán más interesados en ahorrarlo y, por tanto, consumirán menos. El efecto de todo ello será una disminución del dinero en circulación que, según la hipótesis de partida, contribuirá a que bajen los precios.
- moderar los salarios, para que las empresas no tengan presión sobre los costes y no se vean obligadas a trasladar la subida de salarios a los precios.
No es casual que estas 2 medidas beneficien directamente a los propietarios de capital y en particular a los propietarios de capital financiero: cuando se elevan los tipos de interés, los poseedores de dinero (y sobretodo los bancos) reciben más renta, y cuando se controlan los salarios, es el excedente empresarial el que aumenta.
Efectivamente, los neoliberales han logrado controlar la inflación, pero esta aparente preocupación esconde otros objetivos, puesto que este control es a costa de disminiuir la actividad productiva, que es, en realidad, lo que se busca, porque eso provocará más paro y con él se podrán defender mejor los intereses de los dueños del capital y fijar los salarios más bajos. Y porque, además, al disminuir los ingresos salariales los sujetos económicos tendrán más tendencia a endeudarse, que es, precisamente, lo que persiguen los bancos.
Por tanto, es evidente que la política neoliberal busca una distribución de las rentas más favorable para el capital y los capitalistas, puesto que existen otras formas de controlar la inflación.
Extraído del libro "los amos del mundo", escrito por Vicenç Navarro y Juan Torres López.