Mientras los partidos políticos se enzarzan por la necesidad o no de unas nuevas elecciones, Andalucía se desangra, los datos registrados más las previsiones futuras del Instituto de Estadísticas y Cartografía de Andalucía son desalentadores, después de una ralentización eventual en el mercado de trabajo, la tasa de desempleo ha vuelto a repuntar hasta situarse en el 36,9%, nada más y nada que de cada 100 trabajadores 40 se encuentran en paro. Además se prevé una caída del 1,6% del PIB en el transcurso del 2013. En esta situación el consumo de las familias se contraerá un 3%.
Pero el mundo de los números no cuenta para los políticos por dos razones, porque están acostumbrados y porque a ellos no les afectan directamente. Su mundo es otro el de los rifirrafes, el de los dimes y diretes. Se abstraen absolutamente de la realidad social sangrante que viven los trabajadores y las clases populares andaluzas. Las elecciones anticipadas siempre obedecen a intereses particulares, nunca han sido una opción para el bien común.
Nosotros preguntamos ¿Para qué nuevas elecciones? Veamos ¿Tienen el PSOE e IU, soluciones a los problemas de Andalucía? Entonces, ¿por qué no implantan las medidas pertinentes? ¿Para qué hay que esperar a unas nuevas elecciones? ¿Las tiene el PP? Pues díganlas ustedes y déjense de monsergas.
Pero no, no las tienen y siendo así lo que procede no son nuevas elecciones, más bien la desaparición de dichos partidos de la palestra política, porque a este lugar en el que nos encontramos los andaluces, de autonomía falsa, de incapacidad legal para acometer medidas estructurales que tengan por base un cambio social desarraigando los problemas, nos han llevado ellos y nadie más. Pues desde el advenimiento de esta “democracia” son los que han tenido en sus manos las riendas para remediar todo. No pueden venir con cuentos chinos, como si los males son de ahora y les han cogido por sorpresa. Y si es así, sería señal inequívoca de que no valen un euro de los miles que se llevan.
El Pueblo debe darse cuenta que ellos son el problema, por lo tanto, no podemos acudir a “SUS SEÑORÍAS” para que lo solucionen. Y con estos problemas creados por su inoperancia pero más por sus traiciones al pueblo, ellos viven como reyes, como los de La Zarzuela. Tenemos que saber, que si nosotros no peleamos por lo nuestro nadie lo hará. Pero ¿podemos por nosotros mismos acabar con este estado de cosas? La reflexión es muy sencilla tal como dice el documento fundacional del Frente Único del Pueblo:
“si tomamos conciencia de nuestro potencial, nos convertiríamos en una fuerza invencible sin necesidad de falsos salvadores. En manos de los trabajadores está la producción de todos los bienes materiales; en las de los estudiantes está la ciencia y la tecnología futura; en la de los braceros y pequeños campesinos están la creación de las materias primas para las fábricas y la producción de nuestros alimentos y los vecinos tenemos a nuestro alcance la facultad de embellecer y de hacer habitables nuestros lugares de residencia: barrios, ciudades, casas. Nosotros somos imprescindibles para que la vida continúe. Los ricos son parásitos que nos someten al mal vivir. ¿Cómo es posible que un puñado de capitalistas nos tengan divididos y nos engañen a millones de trabajadores?”
ORGANICEMOSNO, LUCHEMOS CON FIEREZA POR LO QUE ES NUESTRO. CUANDO UN PUEBLO LUCHA CON OBJETIVOS CLAROS, LA VICTORIA ES SEGURA.
ADHIERETE AL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, DONDE TU VOZ TIENE SENTIDO Y DONDE TU LUCHA EFECTIVIDAD.
NO MÁS REDENTORES AJENOS A NUESTRA CLASES, NOSOTROS MISMOS REALICEMOS EL ESFUERZO REDENTOR.
FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO (FUP)