Aquí os dejo el último comunicado de Corriente Roja, una vergüenza de texto donde se reflejan sus posiciones de manera meridiana:
Cuba, Corea del Norte y Venezuela apoyando a la dictadura. ¡Nada nos une!
Cuba, Corea del Norte y Venezuela, gobiernos que se presentan a sí mismos como socialistas o comunistas, apoyan sin fisuras a la dictadura de Assad contra la Revolución del pueblo. Detrás suyas, muchas organizaciones de izquierda, lo hacen también. A pesar de que se consideren a sí mismos revolucionarios, se colocan de parte de un régimen dictatorial, asesino, capitalista y aliado de Israel (recientemente, Israel permitió a Siria operar armas pesadas y tanques en la zona desmilitarizada para que pudiera recuperar el paso fronterizo de Quneitra. Tras esto, los cascos azules austriacos decidieron retirarse) contra la movilización y la lucha popular que, siguiendo la estela de las otras revoluciones de la región, tomaron las calles de forma masiva.
Corea del Norte tiene desplegados militares en Siria como soporte al régimen. Raúl Castro recibió recientemente a representantes del gobierno sirio y declaró públicamente su apoyo a Bashar, rechazando cualquier intervención extranjera (olvidando la intervención extranjera de Hezbollah). Chávez fue un fiel defensor de Bashar, al que llamaba "socialista y humanista". Bashar mandó sus condolencias cuando murió.
Flaco favor hacen estos "socialistas" a la causa de los trabajadores cuando aplauden la masacre del pueblo. Lamentablemente, por su posición destacada como líderes mundiales, millones de personas en el mundo identifican a la izquierda con ellos. Y lógicamente, buscan en otro sitio una alternativa, rechazando de por vida cualquier cosa que se les parezca. Así, las tendencias más reaccionarias de la zona, como los salafistas, aparecen en sus ojos como la vanguardia de la lucha y se fortalecen con su apoyo. Incluso las potencias imperialistas aliadas de Israel pueden llegar a confundir a algunos al presentarse como gobiernos "democráticos" y "humanitarios".
La izquierda revolucionaria real debe estar al lado de los pueblos y los trabajadores siempre, luchando con ellos. Nosotros, de Corriente Roja y la LIT, estamos empeñados en apoyar la Revolución, estamos empeñados en rodear de solidaridad a los luchadores sirios, levantando la bandera de la solidaridad de clase internacional, desde una perspectiva socialista. Si el pueblo humilde sirio es capaz de derribar a la dictadura con su movilización y lucha, la lucha por la libertad de todos los pueblos de la región será fortalecida, en especial, la de los palestinos.
Por eso, a los traidores de los pueblos que se llaman a sí mismos socialistas o comunistas, nosotros les respondemos ¡nada nos une!.
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