Os dejo el link a donde está publicado y el texto correspondiente. Espero que dé para debate pero creo que las posiciones están claras. Ni mucho menos pretendo ofender a nadie con esta crítica ni generalizo con ésta; no lleguéis a pensar que es mi actitud sobre los miembros de este foro, sino sobre el movimiento comunista en general. http://actualidadalternativa.blogspot.com.es/2014/03/los-comunistas-de-hoy.html
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Tenemos claros los principios del marxismo o marxismo-leninismo, sabemos que, como dijo Lenin, la verdad es siempre revolucionaria, vemos con claridad que debemos transformar la sociedad desde abajo y, desde luego, existen cuadros e ideológos marxistas por el mundo que nos dan su opinión ya en la segunda década del siglo XXI. Pero no me dispongo a escribir este artículo para alabar a la camaradería actual, sino para hacerla una dura crítica desde la base, no con la intención inútil de tumbar al marxismo de hoy y a la ideología comunista. Veo útil realizar esta crítica con el fin de concienciar a los camaradas y crear un movimiento comunista real y efectivo desde mi punto de vista desde la autocrítica constructiva y los fundamentos más básicos del comunismo.
Hoy en día, vemos que con la situación de crisis estructural del capitalismo y destape de la alfombra de muestra al aire libre de todo lo que hay debajo, es decir, los aspectos negativos del sistema que la burguesía intenta ocultar, aparece una generación de jóvenes interesados en la política y muchos de ellos en el marxismo. Es innegable que el movimiento comunista mundial está creciendo exponencialmente y está compuesto en su mayor parte por la juventud estudiantil y obrera. Pero, ¿cómo es esa juventud?
Dicha juventud es muy útil en la lucha ya que tiene un enorme espíritu combativo pero me surge la preocupación de que en muchos casos la formación teórica y la información sobre la realidad de muchos aspectos de la coyuntura social que les rodea es nula. Seguramente, usted lector, se ha topado más de una vez con comunistas que defienden con uñas y garras los ideales del marxismo-leninismo más ortodoxo y, lo más probable es que se haya dado cuenta de la poca disciplina en cuanto a retórica, una dialéctica que chirría y un discurso bien intencionado pero totalmente desargumentado y acientífico. En tiempos de antaño, los comunistas, en concreto, los maquis y personas de izquierdas encarceladas por el franquismo durante muchos años, dejaban ver en su concepción ontológica y cognitiva de su ideología todo un proceso intelectual mental basado en la lectura de formación, la información y la agitación como método de expansión de la conciencia que el pensamiento marxista provoca. Esto, en la generación actual de comunistas, desgraciadamente brilla por su ausencia. Por otra parte, en lo que se trata de la información más actual y los procesos que se están llevando tanto en España como internacionalmente, muchos comunistas solo tienen una vaga opinión sobre los puntos más importantes, pero ignoran o no saben opinar sobre la mayoría de los elementos conflictivos de la sociedad que hoy nos rodea y debemos transformar, en muchos casos, admitiendo que les falta formación. Esto me parece inaceptable para alguien que sigue una ideología que de hecho es una cienciaque utiliza como arma la filosofía para cambiar el mundo. Es indignante que los comunistas de hoy no hagan esfuerzos más grandes para formar más allá de los colectivos de partidos políticos y tutelar a los no militantes, realizando una agitación real con el fin de transmitir verdaderamente conciencia a trabajadores y más jóvenes que refuercen las filas del movimiento comunista.
Al igual que usted lector se habrá encontrado con comunistas que no tienen ni la menor idea de lo que están diciendo y están ampliamente perdidos en la materia marxista, también se habrá encontrado con sus antagonistas: los cuadros leninistas. Estos son el ejemplo de la buena formación aunque también se les debe hacer una crítica con el objetivo de que construyan una nueva forma de luchar adaptando la batalla a librar por el socialismo a nuestro siglo. Los cuadros comunistas, dirigentes y teóricos de las tesis del movimiento obrero, llamados por Gramsci intelectuales orgánicos en su croquis sociológico, son una parte esencial de la lucha pero en la actualidad se han reducido a meros reductos teoricistas en la mayoría que solo saben argumentar sobre los conflictos internos del movimiento comunista de manera abstracta, sobre cuestiones históricas y puramente ideológicas, así como criticando a gran parte de la camaradería por precisamente soltar barbaridades debido a la desinformación antes mencionada. Los cuadros leninistas se han reducido a los desinformados, utilizando su gran formación en temas necesarios pero secundarios ignorando o dejando de lado todos los debates actuales que hoy nos atañen.
Al hilo de toda la deinformación y de la teorización de todo el movimiento comunista, no existe práctica alguna, lo cual es peligroso ya que a muchos puede llevarlos a tender a actitudes derrotistas o de consideración del marxismo como una doctrina utópica. Las luchas internas con acusaciones desde revisionismo, socialdemocracia, reformismo e izquierdismo, entre otras se han convertido en la rutina de los comunistas, habiendo diariamente una lucha encarnizada entre la propia camaradería. En sí, todas esas críticas internas son una crítica positiva creada para redirigir el movimiento y, como diría Stalin, depurarlo de los elementos oportunistas. Hoy en día se enfoca incorrectamente siendo totalmente usado como insulto o descalificación perdiendo toda la intención original de crítica constructiva.
Con todas estas críticas, no pretendo descalificar y aunar a todos los comunistas bajo estos tópicos. Pero si creo que estas críticas engloban a una parte alarmantemente grande de los comunistas de la actualidad. Todos los movimientos vecinales, estatales y asambleístas afines a la izquierda cometen el mismo fallo con el cual están destinados a fracasar. Éste es la falta de un líder. No somos fascistas, no necesitamos un líder carismático al cual adorar y hacer culto, pero se necesita alguien que redirija las líneas prácticas de la ideología comunista y tenga en cuenta todas las deficiencias de los comunistas de hoy para de una forma u otra, refundar el marxismo, regenerar el comunismo y dejar de mirar con tan excesiva nostalgia los tiempos de la Unión Soviética, ya que sentimientos de este tipo, solo nos retraen y nos distraen de la lucha de nuestro tiempo. Introspección, agitación y revolución; paso a paso, lograremos un avance cualitativo a la vez de cuantitativo real y verdaderamente veremos lo que es la lucha real.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Tenemos claros los principios del marxismo o marxismo-leninismo, sabemos que, como dijo Lenin, la verdad es siempre revolucionaria, vemos con claridad que debemos transformar la sociedad desde abajo y, desde luego, existen cuadros e ideológos marxistas por el mundo que nos dan su opinión ya en la segunda década del siglo XXI. Pero no me dispongo a escribir este artículo para alabar a la camaradería actual, sino para hacerla una dura crítica desde la base, no con la intención inútil de tumbar al marxismo de hoy y a la ideología comunista. Veo útil realizar esta crítica con el fin de concienciar a los camaradas y crear un movimiento comunista real y efectivo desde mi punto de vista desde la autocrítica constructiva y los fundamentos más básicos del comunismo.
Hoy en día, vemos que con la situación de crisis estructural del capitalismo y destape de la alfombra de muestra al aire libre de todo lo que hay debajo, es decir, los aspectos negativos del sistema que la burguesía intenta ocultar, aparece una generación de jóvenes interesados en la política y muchos de ellos en el marxismo. Es innegable que el movimiento comunista mundial está creciendo exponencialmente y está compuesto en su mayor parte por la juventud estudiantil y obrera. Pero, ¿cómo es esa juventud?
Dicha juventud es muy útil en la lucha ya que tiene un enorme espíritu combativo pero me surge la preocupación de que en muchos casos la formación teórica y la información sobre la realidad de muchos aspectos de la coyuntura social que les rodea es nula. Seguramente, usted lector, se ha topado más de una vez con comunistas que defienden con uñas y garras los ideales del marxismo-leninismo más ortodoxo y, lo más probable es que se haya dado cuenta de la poca disciplina en cuanto a retórica, una dialéctica que chirría y un discurso bien intencionado pero totalmente desargumentado y acientífico. En tiempos de antaño, los comunistas, en concreto, los maquis y personas de izquierdas encarceladas por el franquismo durante muchos años, dejaban ver en su concepción ontológica y cognitiva de su ideología todo un proceso intelectual mental basado en la lectura de formación, la información y la agitación como método de expansión de la conciencia que el pensamiento marxista provoca. Esto, en la generación actual de comunistas, desgraciadamente brilla por su ausencia. Por otra parte, en lo que se trata de la información más actual y los procesos que se están llevando tanto en España como internacionalmente, muchos comunistas solo tienen una vaga opinión sobre los puntos más importantes, pero ignoran o no saben opinar sobre la mayoría de los elementos conflictivos de la sociedad que hoy nos rodea y debemos transformar, en muchos casos, admitiendo que les falta formación. Esto me parece inaceptable para alguien que sigue una ideología que de hecho es una cienciaque utiliza como arma la filosofía para cambiar el mundo. Es indignante que los comunistas de hoy no hagan esfuerzos más grandes para formar más allá de los colectivos de partidos políticos y tutelar a los no militantes, realizando una agitación real con el fin de transmitir verdaderamente conciencia a trabajadores y más jóvenes que refuercen las filas del movimiento comunista.
Al igual que usted lector se habrá encontrado con comunistas que no tienen ni la menor idea de lo que están diciendo y están ampliamente perdidos en la materia marxista, también se habrá encontrado con sus antagonistas: los cuadros leninistas. Estos son el ejemplo de la buena formación aunque también se les debe hacer una crítica con el objetivo de que construyan una nueva forma de luchar adaptando la batalla a librar por el socialismo a nuestro siglo. Los cuadros comunistas, dirigentes y teóricos de las tesis del movimiento obrero, llamados por Gramsci intelectuales orgánicos en su croquis sociológico, son una parte esencial de la lucha pero en la actualidad se han reducido a meros reductos teoricistas en la mayoría que solo saben argumentar sobre los conflictos internos del movimiento comunista de manera abstracta, sobre cuestiones históricas y puramente ideológicas, así como criticando a gran parte de la camaradería por precisamente soltar barbaridades debido a la desinformación antes mencionada. Los cuadros leninistas se han reducido a los desinformados, utilizando su gran formación en temas necesarios pero secundarios ignorando o dejando de lado todos los debates actuales que hoy nos atañen.
Al hilo de toda la deinformación y de la teorización de todo el movimiento comunista, no existe práctica alguna, lo cual es peligroso ya que a muchos puede llevarlos a tender a actitudes derrotistas o de consideración del marxismo como una doctrina utópica. Las luchas internas con acusaciones desde revisionismo, socialdemocracia, reformismo e izquierdismo, entre otras se han convertido en la rutina de los comunistas, habiendo diariamente una lucha encarnizada entre la propia camaradería. En sí, todas esas críticas internas son una crítica positiva creada para redirigir el movimiento y, como diría Stalin, depurarlo de los elementos oportunistas. Hoy en día se enfoca incorrectamente siendo totalmente usado como insulto o descalificación perdiendo toda la intención original de crítica constructiva.
Con todas estas críticas, no pretendo descalificar y aunar a todos los comunistas bajo estos tópicos. Pero si creo que estas críticas engloban a una parte alarmantemente grande de los comunistas de la actualidad. Todos los movimientos vecinales, estatales y asambleístas afines a la izquierda cometen el mismo fallo con el cual están destinados a fracasar. Éste es la falta de un líder. No somos fascistas, no necesitamos un líder carismático al cual adorar y hacer culto, pero se necesita alguien que redirija las líneas prácticas de la ideología comunista y tenga en cuenta todas las deficiencias de los comunistas de hoy para de una forma u otra, refundar el marxismo, regenerar el comunismo y dejar de mirar con tan excesiva nostalgia los tiempos de la Unión Soviética, ya que sentimientos de este tipo, solo nos retraen y nos distraen de la lucha de nuestro tiempo. Introspección, agitación y revolución; paso a paso, lograremos un avance cualitativo a la vez de cuantitativo real y verdaderamente veremos lo que es la lucha real.