por AnarcComunis Lun Jun 16, 2014 4:19 pm
Me acorde de este pasaje de Engels en el anti dühring:
Tal vez ayude a entender o a quien le sirva, bienvenido sea:
"(...) Es esta resistencia a las fuerzas productivas, cada vez mas poderosas, contra su calidad de capital, esta exigencia creciente de que se reconozca su carácter social, lo que obliga a la propia clase capitalista a tratarlas cada vez mas como fuerzas sociales productivas, en el grado en que ello es posible, en general, dentro de las relaciones capitalistas. Tanto los períodos de alta presión industrial, con su desmedida expansión del crédito, como el crack mismo, con el hundimiento de grandes empresas capitalistas, impulsa esa forma forma socialización de grandes masas de medios de producción con que nos encontramos en las diversas categóricas de sociedad anónimas. Algunos de estos medios de producción y de transporte son ya de por si tan gigantescos, que excluyen, como ocurre con los ferrocarriles, toda otra forma de explotación capitalista. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, ya no basta tampoco esta forma: el Estado, como el representante oficial de la sociedad capitalista, tiene que acabar haciéndose cargo del mando de la producción (*). Esta necesidad de transformación en propiedad del Estado empieza manifestándose en las grandes empresas de transportes y comunicaciones, tales como el correo, el telégrafo y los ferrocarriles.
A la par que las crisis revelan la incapacidad de la burguesía para seguir rigiendo las fuerzas productivas modernas, la transformación de las grandes empresas de producción, el transporte y las comunicaciones en sociedades anónimas y en propiedad del Estado demuestra que la burguesía ya no es indispensable para el desempeño de esas funciones. Hoy las funciones del capitalista corren a cargo de empleados a sueldo (...)
(*) Digo que "tiene", porque solamente en el caso en que los medios de producción o de comunicación desborden realmente los cauces directivos de las sociedades anónimas, en que su nacionalización se haga económicamente inevitable, solo en este caso -incluso si lo realiza el Estado actual-, significará un progreso económico, un nuevo paso en camino de la toma de posición de todos los medios de producción por la sociedad misma. Pero, recientemente, desde que Bismarck emprendió el camino de la nacionalización, ha surgido un cierto socialismo falso, que ha degenerado en algunos casos en servilismo, que declara sin rodeos toda nacionalización, hasta la de Bismarck, como socialista. Por cierto, si la nacionalización del tabaco fuese un acto socialista, habría que incluir a Napoleón y a Metternich entre los fundadores del socialismo. Cuando el Estado Belga, por las más vulgares consideraciones políticas y financieras, emprendió la construcción de las principales líneas férreas; cuando Bismarck, sin la mínima necesidad económica, nacionalizó las mas importantes lineas férreas de Prusia, con el simple propósito de manejarlas y utilizarlas mejor en caso de guerra y convertir al personal ferroviario en rebaño electoral, y principalmente para obtener una nueva fuente de ingresos independiente de las fiscalización del parlamento, todas estas medidas no tenían, directa ni indirectamente, consciente ni inconscientemente, nada de socialistas.
De otro modo deberíamos considerar a la Real Compañía de Comercio Marítimo, la Real Manufactura de Porcelana, y hasta las sastrerías de compañía en el ejercito como instituciones socialistas. "
(nota de Engels)