Creí acordarme de un tema sobre Julio Lopez, pero al buscar no me encontré ninguno...
Myriam Bregman, Guadalupe Godoy,Liliana Mazea y Fernando Molinas fueron sobreseídas por tercera vez en una causa donde la familia de Julio López las acusaba de no haber protegido al testigo clave del juicio contra Miguel Etchecolatz, desaparecido en septiembre de 2006. La Cámara de Casación también sobreseyó a jueces y fiscales imputados en la misma causa.
En septiembre de 2008, al cumplirse dos años de la desaparición forzada de Julio López, la esposa del albañil de 77 años y sus hijos presentaron mediante los abogados Alfredo Gascón Coti y Hugo Wortman Jofré una denuncia contra jueces, fiscales y abogados por no haber tomado medidas preventivas para que López no desapareciera.
En agosto de 2012 el juez Manuel Blanco había sentenciado la “inexistencia de delito” y absolvió a todos los imputados. Los abogados de la familia López apelaron el fallo ante la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, cuya Sala II un año después confirmó lo dicho por Blanco. Fue entonces cuando Gascón Coti y Wortman Jofré presentaron un recurso ante la Cámara de Casación, máximo tribunal penal del país. Finalmente la Sala IV acaba de rechazar ese recurso, reafirmando la inexistencia de delito por parte de las abogadas de López, de los fiscales y los jueces.
Según lo publicado ayer por las agencias Télam y DyN, el sobreseimiento recae sobre las abogadas de López en aquel juicio histórico y también sobre los jueces Arnaldo Corazza, Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo; el fiscal Carlos Dulau Dumm.
Para dos de los tres jueces de la Sala Cuarta, no hubo "delito alguno por parte de los magistrados y abogados intervinientes en los procesos en que la víctima compareciera como testigo", ya que “hasta que ocurrió la desaparición no era visible un riesgo cierto contra la persona de la víctima”.
Una vez enterada del fallo, la abogada del CeProDH y dirigente del PTS Myriam Bregman, declaró a La Izquierda Diario que “esta causa es una afrenta por la cual los que la impulsaron deberían dar explicaciones. Es realmente una locura que, mientras las abogadas de Julio exigíamos que se investigue al entorno de Etchecolatz, a la Policía Bonaerense y a las complicidades del Servicio Penitenciario, se intentaba desviar la investigación hacia nosotras.”
Consultada sobre la persistencia de Gascón Coti y Wortman Jofré en avanzar hasta Casación, Bregman dijo que “fue muy dolorosa esta acusación en el marco de sufrir la desaparición de un compañero. Algunos de nosotros no había pasado por esa experiencia terrible en la dictadura y la pasamos ahora, en el 2006. Desde que la recibí sentí que de alguna manera se repetía aquella acusación que les hacían a las madres en la dictadura: ‘lo hubiese cuidado, señora’, decían los militares. Nosotras estuvimos codo a codo con Julio para juzgar a Etchecolatz y seguiremos la pelea para derrotar la impunidad que hasta el día de hoy envuelve a su desaparición”.
Abogados con “prontuario”
La resolución judicial desestima la estrategia de los abogados, que intentaron descargar la responsabilidad de la desaparición del testigo en sus compañeros de lucha. De parte de los abogados de la familia no se dieron a conocer prácticamente ningún planteo en relación al entramado de impunidad que impidió que haya siquiera un imputado por la desaparición de su ser querido. Se preocuparon por remarcar que “López jamás militó en ninguna agrupación subversiva, ni en ninguna banda de delincuentes, y su concurrencia a una unidad básica de Los Hornos estuvo vinculada a actividades comunitarias”. Algo que, sin embargo, el mismo López no hubiera firmado a juzgar por la reivindicación de la militancia que hizo en su declaración testimonial en aquel juicio en La Plata.
Los representantes de la familia de Julio López, Alfredo Gascón Coti y Hugo Wortman Jofré, son dos abogados con dilatada trayectoria. Incluso han tenido participación destacada en otras causas relacionadas con la dictadura, aunque no precisamente patrocinando a víctimas o familiares. Ambos letrados defienden ni más ni menos que a Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, los CEO de Clarín y La Nación, en la causa “Papel Prensa” donde se investigan delitos de lesa humanidad en la apropiación de la papelera en 1979.
Los doctores integran a su vez la Fundación Soportes, dedicada a asistir legalmente a testigos y “arrepentidos” en diversos juicios e instancias legales. Un célebre “asistido” por la fundación fue nada menos que Mario Pontaquarto, el ex secretario parlamentario que confesó haber pagado millonarias coimas con plata de la SIDE durante el gobierno de De La Rúa en el año 2000 para que se aprobara la reforma laboral mediante la famosa “Ley Banelco”. En el juicio por esos sobornos, junto a Pontaquarto se sentó en calidad de abogado defensor nada menos que Hugo Wortman Jofré. Se dice que, probablemente en retribución por los servicios prestados, Pontaquarto pasó de asistido a asesor de la Fundación Soportes.
Otra perlita le cabe Gascón Coti, quien en los Juicios por la Verdad fue asesor nada menos que del ex jefe de personal de Siderar, sindicado por varios sobrevivientes como uno de los que marcaba a los trabajadores que terminarían desaparecidos.
En 2008, en una de las marchas multitudinarias en las que se exigía al gobierno nacional la aparición con vida de Jorge Julio López, Myriam Bregman se acababa de enterar de la denuncia presentada por esos abogados. Consultada entonces sobre el tema por la agencia de noticias ANRED respondió sin dudar que "a Julio no le hubiera gustado tener abogados como éstos. Nos eligió a nosotros como abogados sabiendo que íbamos a acusar a Etchecolatz por genocidio".
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