Los cambios que se darán en la relación Cuba- Estados Unidos
cubanisimo- Comunista
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Ojalá nos equivoquemos conchita guapaa¡¡
pablo13- Miembro del Soviet
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(I.V. Stalin; carta al camarada Ivanov (1938) (Puede aplicarse al caso de Cuba, a mi humilde entender).
SOBRE EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
"¿Puede el socialismo en un país que está rodeado por potentes países capitalistas considerarse completamente libre del peligro de una invasión armada (intervención) y, por consecuencia, del intento de restauración del capitalismo en nuestro país? ¿Pueden nuestra clase obrera y nuestros campesinos con sus propias fuerzas, sin una ayuda seria de la clase obrera en los países capitalistas, vencer la burguesía de los otros países, así como han vencido la propia burguesía? En otras palabras: ¿se puede considerar la victoria del socialismo en nuestro país definitiva, es decir, libre del peligro de una agresión militar y de intentos de restauración del capitalismo, mientras la victoria del socialismo existe en un solo país y mientras continúe existiendo el asedio capitalista?
Estos son los problemas que se asocian al segundo aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país. El leninismo responde a estos problemas negativamente. El leninismo enseña que la victoria definitiva del socialismo en el sentido de una plena garantía contra la restauración de las relaciones burguesas es posible solamente a escala internacional (ver la conocida resolución de la 14ª conferencia del Partido Comunista de la URSS). Eso significa que la ayuda comprometida del proletariado internacional es esa fuerza sin la cual no se puede resolver el problema de la victoria definitiva del socialismo en un solo país.
SOBRE EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
"¿Puede el socialismo en un país que está rodeado por potentes países capitalistas considerarse completamente libre del peligro de una invasión armada (intervención) y, por consecuencia, del intento de restauración del capitalismo en nuestro país? ¿Pueden nuestra clase obrera y nuestros campesinos con sus propias fuerzas, sin una ayuda seria de la clase obrera en los países capitalistas, vencer la burguesía de los otros países, así como han vencido la propia burguesía? En otras palabras: ¿se puede considerar la victoria del socialismo en nuestro país definitiva, es decir, libre del peligro de una agresión militar y de intentos de restauración del capitalismo, mientras la victoria del socialismo existe en un solo país y mientras continúe existiendo el asedio capitalista?
Estos son los problemas que se asocian al segundo aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país. El leninismo responde a estos problemas negativamente. El leninismo enseña que la victoria definitiva del socialismo en el sentido de una plena garantía contra la restauración de las relaciones burguesas es posible solamente a escala internacional (ver la conocida resolución de la 14ª conferencia del Partido Comunista de la URSS). Eso significa que la ayuda comprometida del proletariado internacional es esa fuerza sin la cual no se puede resolver el problema de la victoria definitiva del socialismo en un solo país.
ajuan- Administrador
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pablo13 escribió:(I.V. Stalin; carta al camarada Ivanov (1938) (Puede aplicarse al caso de Cuba, a mi humilde entender).
SOBRE EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS
"¿Puede el socialismo en un país que está rodeado por potentes países capitalistas considerarse completamente libre del peligro de una invasión armada (intervención) y, por consecuencia, del intento de restauración del capitalismo en nuestro país? ¿Pueden nuestra clase obrera y nuestros campesinos con sus propias fuerzas, sin una ayuda seria de la clase obrera en los países capitalistas, vencer la burguesía de los otros países, así como han vencido la propia burguesía? En otras palabras: ¿se puede considerar la victoria del socialismo en nuestro país definitiva, es decir, libre del peligro de una agresión militar y de intentos de restauración del capitalismo, mientras la victoria del socialismo existe en un solo país y mientras continúe existiendo el asedio capitalista?
Estos son los problemas que se asocian al segundo aspecto de la cuestión de la victoria del socialismo en nuestro país. El leninismo responde a estos problemas negativamente. El leninismo enseña que la victoria definitiva del socialismo en el sentido de una plena garantía contra la restauración de las relaciones burguesas es posible solamente a escala internacional (ver la conocida resolución de la 14ª conferencia del Partido Comunista de la URSS). Eso significa que la ayuda comprometida del proletariado internacional es esa fuerza sin la cual no se puede resolver el problema de la victoria definitiva del socialismo en un solo país.
Aca estamos discutiendo los cambios de Cuba actualmente, sabemos bien lo que quiere decir Stalin pero estamos viendo hasta que punto se abren las relaciones con EEUU y en que lado se vende un pais paso con la URSS en putrefacción.
pablo13- Miembro del Soviet
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Pues , en ese caso abrir relaciones con EE.UU (por mas insignificante que sea la relación) le abre la puerta al capitalismo , PERO por otro lado comprendo que Cuba esta obligada a recurrir a este "acercamiento" con el Imperio, la única manera de que se levante (por ahora) el salvaje bloqueo.
Eso si, donde gane un republicano en las próximas elecciones, a olvidarse de todo...
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CarlosMarx- Revolucionario/a
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RT Noticias escribió:El presidente de EE.UU., Barack Obama, en el Discurso del Estado de la Unión instó al Congreso a poner fin al embargo sobre Cuba.
"Este año el Congreso debería comenzar el trabajo para poner fin al embargo", dijo el mandatario.
Esto me huele feo a largo plazo, pero positivo para el crecimiento de Cuba.
Razion- Moderador/a
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El presidente de EE.UU., Barack Obama, en el Discurso del Estado de la Unión instó al Congreso a poner fin al embargo sobre Cuba.
"Cuando lo que se está haciendo no funciona desde hace 50 años, es la hora de probar algo nuevo. Nuestro cambio en la política hacia Cuba tiene el potencial de poner fin a un legado de desconfianza en nuestro hemisferio", señaló Obama durante su discurso.
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ajuan- Administrador
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pablo13 escribió:Pues , en ese caso abrir relaciones con EE.UU (por mas insignificante que sea la relación) le abre la puerta al capitalismo , PERO por otro lado comprendo que Cuba esta obligada a recurrir a este "acercamiento" con el Imperio, la única manera de que se levante (por ahora) el salvaje bloqueo.
Eso si, donde gane un republicano en las próximas elecciones, a olvidarse de todo...
Yo lo veo alrevez, EEUU se abre hacia Cuba, porque acordate que EEUU es quien se rinde al abrir el bloqueo no daba para mas, todo depende del estado Cubano, haber cuanto socialismo pudo concientizar, haber si estan preparados para esto. Cuba lleva mas de 50 años luchando , rendirse ahora seria algo ilogico desde todos los puntos de vista pero EEUU va a empezar con su asedio economico nuevamente asedio mas largo del mundo...
En fin precipitarse ahora seria cometer un error garrafal.
IS-2- Gran camarada
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No tengo duda alguna de que si EE.UU pone fin al bloqueo es por que ya filtraron el sistema capitalista en cuba o por que buscan una mejor manera de hacerlo dudo bastante de sus buenas intenciones. Lo mismo con la apertura de las comunicaciones lo mas seguro es que quieran meterles en la cabeza a los cubanos que USA hace mejor las cosas.
En cualquier caso de ninguna manera obama se esta rindiendo.
En cualquier caso de ninguna manera obama se esta rindiendo.
pablo13- Miembro del Soviet
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ajuan escribió:pablo13 escribió:Pues , en ese caso abrir relaciones con EE.UU (por mas insignificante que sea la relación) le abre la puerta al capitalismo , PERO por otro lado comprendo que Cuba esta obligada a recurrir a este "acercamiento" con el Imperio, la única manera de que se levante (por ahora) el salvaje bloqueo.
Eso si, donde gane un republicano en las próximas elecciones, a olvidarse de todo...
Yo lo veo alrevez, EEUU se abre hacia Cuba, porque acordate que EEUU es quien se rinde al abrir el bloqueo no daba para mas, todo depende del estado Cubano, haber cuanto socialismo pudo concientizar, haber si estan preparados para esto. Cuba lleva mas de 50 años luchando , rendirse ahora seria algo ilogico desde todos los puntos de vista pero EEUU va a empezar con su asedio economico nuevamente asedio mas largo del mundo...
En fin precipitarse ahora seria cometer un error garrafal.
El fracaso de Estados Unidos fue no haber podido someter a Cuba ni por la fuerza, ni por medidas extorsivas como el bloqueo . Ahora después de 5 largas décadas, van en busca del "sometimiento intelectual" es decir, influir sigilosamente en la sociedad, en la economía y por ende en la política de Cuba.
Principalmente comenzaran a obrar desde los medios de comunicación, eso va a ser fundamental para el lavado de cerebro a los cubanos ... Insisto, hoy puede parecer "una buena noticia" ,pero sin un líder revolucionario en el poder como Fidel Castro ,yo creo que 50 años de lucha se irán por la borda, Raul Castro es mucho mas flexible y sumiso ante el Imperio.
en fin, veremos como se desarrolla la cuestión.
Saludos !
Razion- Moderador/a
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ajuan escribió:pablo13 escribió:Pues , en ese caso abrir relaciones con EE.UU (por mas insignificante que sea la relación) le abre la puerta al capitalismo , PERO por otro lado comprendo que Cuba esta obligada a recurrir a este "acercamiento" con el Imperio, la única manera de que se levante (por ahora) el salvaje bloqueo.
Eso si, donde gane un republicano en las próximas elecciones, a olvidarse de todo...
Yo lo veo alrevez, EEUU se abre hacia Cuba, porque acordate que EEUU es quien se rinde al abrir el bloqueo no daba para mas, todo depende del estado Cubano, haber cuanto socialismo pudo concientizar, haber si estan preparados para esto. Cuba lleva mas de 50 años luchando , rendirse ahora seria algo ilogico desde todos los puntos de vista pero EEUU va a empezar con su asedio economico nuevamente asedio mas largo del mundo...
En fin precipitarse ahora seria cometer un error garrafal.
Concuerdo. Un fracaso histórico de la política norteamericana para con Cuba. Lo que haga o no Cuba ahora depende de los cubanos.
Indudablemente el cambio de estrategia no implica que EEUU renuncie a destruir el sistema cubano, todo lo contrario. El año pasado intentaron influir con una red social impulsada por la CIA, y siempre van a buscar desestabilizar y someter a Cuba, pero el reconocer la necesidad de un cambio de estrategia, implica reconocer que la estrategia anterior fue un fracaso sostenido por más de 50 años. Sienta precedente para situaciones futuras.
Hasta ahora igual, todo es cortina de humo.
al_gulag- Novato/a rojo/a
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.pablo13 escribió:
Principalmente comenzaran a obrar desde los medios de comunicación, eso va a ser fundamental para el lavado de cerebro a los cubanos ... Insisto, hoy puede parecer "una buena noticia" ,pero sin un líder revolucionario en el poder como Fidel Castro ,yo creo que 50 años de lucha se irán por la borda, Raul Castro es mucho mas flexible y sumiso ante el Imperio.
Concuerdo , esto si no se administra bien por parte del gobierno cubano les puede causar muchos problemas. Este acercamiento es una simple táctica para infiltrar el capitalismo
pablo13- Miembro del Soviet
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Reapareció Fidel Castro: "No confío en la política de Estados Unidos"
En un mensaje que fue leído por el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, Randy Perdomo, el líder cubano respaldó la "solución pacífica" y "negociada" a los conflictos de acuerdo con las normas internacionales.
El líder cubano Fidel Castro afirmó este lunes en un mensaje a los estudiantes de la Universidad de La Habana que no confía en la política de Estados Unidos, aunque respaldó la "solución pacífica" y "negociada" a los conflictos de acuerdo con las normas internacionales.
"No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra", indicó el líder cubano en un mensaje leído por el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Randy Perdomo, y que fue transmitido por la televisión estatal.
En alusión al restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE.UU., Fidel Castro indicó que "el presidente de Cuba (Raúl Castro, su hermano) ha dado los pasos pertinentes de acuerdo con sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba".
"Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales", añadió el líder de la revolución cubana.
También señaló que Cuba defenderá siempre "la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos".
Las palabras de Fidel Castro en este mensaje constituyen su primer pronunciamiento sobre el histórico acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos, enemistados desde 1961, que fue anunciado el pasado 17 de diciembre por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
El expresidente cubano no aparece en público desde enero de 2014 y sus últimas fotografías se divulgaron en agosto con motivo de una visita que le hizo el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Este mensaje llega tres días después de finalizar la primera ronda de contactos oficiales entre La Habana y Washington celebrados en Cuba el 21 y el 22 de enero para trazar la ruta de su deshielo diplomático.
Castro, de 88 años, se retiró del poder por una enfermedad en 2006, tal y como él mismo recordó ayer en el inicio de su mensaje a los universitarios.
Tras evocar su ingreso en la Universidad de La Habana hace 70 años, así como la influencia que sobre él ejercieron en aquella época Karl Marx y Lenin, advierte que "las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos".
El mensaje del expresidente cubano fue leído en un acto celebrado ayer en el Aula Magna de la Universidad capitalina en vísperas de la conmemoración del 162 natalicio del prócer independentista José Martí
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En un mensaje que fue leído por el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, Randy Perdomo, el líder cubano respaldó la "solución pacífica" y "negociada" a los conflictos de acuerdo con las normas internacionales.
El líder cubano Fidel Castro afirmó este lunes en un mensaje a los estudiantes de la Universidad de La Habana que no confía en la política de Estados Unidos, aunque respaldó la "solución pacífica" y "negociada" a los conflictos de acuerdo con las normas internacionales.
"No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra", indicó el líder cubano en un mensaje leído por el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Randy Perdomo, y que fue transmitido por la televisión estatal.
En alusión al restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE.UU., Fidel Castro indicó que "el presidente de Cuba (Raúl Castro, su hermano) ha dado los pasos pertinentes de acuerdo con sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba".
"Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales", añadió el líder de la revolución cubana.
También señaló que Cuba defenderá siempre "la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos".
Las palabras de Fidel Castro en este mensaje constituyen su primer pronunciamiento sobre el histórico acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos, enemistados desde 1961, que fue anunciado el pasado 17 de diciembre por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
El expresidente cubano no aparece en público desde enero de 2014 y sus últimas fotografías se divulgaron en agosto con motivo de una visita que le hizo el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Este mensaje llega tres días después de finalizar la primera ronda de contactos oficiales entre La Habana y Washington celebrados en Cuba el 21 y el 22 de enero para trazar la ruta de su deshielo diplomático.
Castro, de 88 años, se retiró del poder por una enfermedad en 2006, tal y como él mismo recordó ayer en el inicio de su mensaje a los universitarios.
Tras evocar su ingreso en la Universidad de La Habana hace 70 años, así como la influencia que sobre él ejercieron en aquella época Karl Marx y Lenin, advierte que "las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos".
El mensaje del expresidente cubano fue leído en un acto celebrado ayer en el Aula Magna de la Universidad capitalina en vísperas de la conmemoración del 162 natalicio del prócer independentista José Martí
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pablo13- Miembro del Soviet
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American Express planea iniciar operaciones en Cuba
American Express Co informó este martes que podría iniciar operaciones en Cuba, tras las medidas anunciadas por Barack Obama el pasado 17 de diciembre.
MasterCard Inc dijo la semana pasada que le permitiría a los usuarios de sus tarjetas emitidas en Estados Unidos usar el plástico en Cuba a partir del 1 de marzo.
Marina Norville, portavoz de American Express, confirmó en un correo electrónico que AmEx también planea comenzar actividades comerciales en Cuba pero no dio más detalles al respecto.
Visa Inc no ha revelado sus planes sobre Cuba y Reuters no pudo contactar el martes a ejecutivos de la compañía para que hablen del tema.
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American Express Co informó este martes que podría iniciar operaciones en Cuba, tras las medidas anunciadas por Barack Obama el pasado 17 de diciembre.
MasterCard Inc dijo la semana pasada que le permitiría a los usuarios de sus tarjetas emitidas en Estados Unidos usar el plástico en Cuba a partir del 1 de marzo.
Marina Norville, portavoz de American Express, confirmó en un correo electrónico que AmEx también planea comenzar actividades comerciales en Cuba pero no dio más detalles al respecto.
Visa Inc no ha revelado sus planes sobre Cuba y Reuters no pudo contactar el martes a ejecutivos de la compañía para que hablen del tema.
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La patria vencerá- Comunista
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Ojalá el gobierno cubano no olvide que NUNCA JAMÁS, ¡NUNCA!, debe dejar en manos ajenas el control sobre las palancas de la economía y la soberanía de Cuba. Fué precisamente para conseguir eso, por lo que, en el año 59, felizmente llegó el Comandante a mandar parar.
Ojalá jamás puedan éstos de AmEx volver a pasar por Cuba "ganando el ciento por ciento", "hacer de Cuba un garito" "jugando a la democracia"... mientras Cuba, en su desgracia, "se acabara de morir". Para evitar eso, por fortuna para el mundo y para Cuba entera, en 1959 ¡POR FIN llegó Fidel!. Quiero confiar en que su hermanísimo no haya olvidado esta consigna.
Ojalá jamás puedan éstos de AmEx volver a pasar por Cuba "ganando el ciento por ciento", "hacer de Cuba un garito" "jugando a la democracia"... mientras Cuba, en su desgracia, "se acabara de morir". Para evitar eso, por fortuna para el mundo y para Cuba entera, en 1959 ¡POR FIN llegó Fidel!. Quiero confiar en que su hermanísimo no haya olvidado esta consigna.
sorge- Colaborador estrella
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Una victoria historica para el pueblo cubano,en contrapartida la Revolución, a parte de relaciones comerciales, ha hecho lo mismo de siempre liberar algunos presos y nada mas, no hay señales de que se este dispuesto a ceder en las decisiones soberanas que solo debe tomar el pueblo cubano, tal vez Estados Unidos tome la estrategia que afronta desde hace decadas con Vietnam, si no puede derogar el sistema politico, presionar para que se inicien reformas economicas en un determinado sentido que liquiden las conquistas del socialismo.
La patria vencerá- Comunista
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De lo único que me gustaría saber más ahora, es de qué se habló en aquellas negociaciones secretas en las que, durante tres meses (según cuentan), estuvieron debatiendo bajo el arbitrio del Papa Francisco. Pero, es un absurdo querer saber ésto todavía, porque toda negociación que se lleva en secreto, precisamente por eso, es secreta. Solo el tiempo desvelará los entresijos.sorge escribió:...no hay señales de que se este dispuesto a ceder en las decisiones soberanas que solo debe tomar el pueblo cubano.
De momento, ahora, congratulémonos con el pueblo de Cuba. El día en que se anuncie, por fin, el final del criminal bloqueo, será el día en que podremos conmemorar la caída de otro muro. Esta vez la conmemoración de un muro cruel que esta vez (como tantas otras) construyó el capitalismo. Ya veremos...
pablo13- Miembro del Soviet
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Increíble paradoja: Obama podría permitir que empresas de EEUU vendan a Cuba, pero no sus filiales en otros países
es un texto largo, pero en los primeros párrafos explica bien el tema central...
Es cierto que sólo el Congreso de EEUU está habilitado para derogar las sanciones económicas a Cuba y levantar el bloqueo.
Sin embargo, el Presidente Barack Obama dispone de numerosas prerrogativas ejecutivas para vaciar el bloqueo de su contenido esencial.
Por ejemplo, puede autorizar –sin permiso del Congreso- el comercio bilateral entre empresas de Cuba y EEUU. Es decir, eliminar de facto el llamado “embargo comercial”, elemento central de la política de bloqueo. De manera paradójica, las filiales de empresas estadounidenses en terceros países serían las únicas que seguirían sin poder comerciar, debido a la llamada Ley Torricelli, que sí debe ser derogada por el Congreso.
Obama también puede permitir que Cuba adquiera en el mercado mundial productos que contengan componentes estadounidenses, algo actualmente prohibido. La Habana, por ejemplo, no puede modernizar debidamente su flota de aviones, ya que la inmensa mayoría de los que se fabrican en el mundo tienen componentes norteamericanos.
El Presidente también podría autorizar la importación a EEUU de productos de terceros países que contengan materias primas cubanas. Hoy, por ejemplo, la empresa alemana Mercedes, para exportar vehículos a EEUU, debe demostrar al Departamento del Tesoro que estos no contienen un solo gramo de níquel cubano. Y la empresa francesa Danone, que en sus yogures no hay un gramo de azúcar de la Isla.
Estos son solo algunos ejemplos que demuestran las enormes posibilidades con que cuenta el Presidente Obama en el camino por desmantelar el bloqueo a Cuba, aunque los medios internacionales... ni los mencionen.
Acercamiento Cuba-Estados Unidos, Perspectivas y obstáculos (I y II)
Salim Lamrani - Al Mayadeen-Martianos-Hermes.- Desde la declaración histórica del 17 de diciembre de 2014, Washington ha anunciado algunas medidas destinadas a suavizar el estado de sitio económico que pesa sobre Cuba. Pero el camino es todavía largo.
El 16 de enero de 2015 entraron en vigor las medidas de flexibilización que anunció Estados Unidos en el marco del proceso de normalización de las relaciones bilaterales iniciado por los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro. Aunque no ponen término a las sanciones económicas, constituyen una señal positiva y confirman la voluntad de Washington de acabar con una política anacrónica, cruel e ineficiente. Dicha política constituye efectivamente el principal obstáculo al desarrollo de la isla, afecta a las categorías más vulnerables de la población cubana y suscita la condena unánime de la comunidad internacional.[1]
La primera medida concierne las posibilidades de viajar a Cuba. Aunque los ciudadanos estadounidenses todavía no están autorizados a viajar a la isla como turistas ordinarios –mientras pueden ir a China, Vietnam o Corea del Norte-, Washington ha decidido facilitar las estancias en el marco de 12 categorías específicas autorizadas por la ley (visitas familiares, oficiales, periodísticas, científicas, educativas, religiosas, culturales, humanitarias, profesionales, etc.). Así, en este marco, las agencias de viajes y compañías aéreas estadounidenses ya pueden ofrecer sus servicios sin requerir una licencia específica por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, Departamento del Tesoro). Por otra parte, los ciudadanos autorizados a viajar a Cuba pueden ahora usar sus tarjetas de crédito en la isla, sin límites de importe. También están autorizados a llevar hasta 10 000 dólares y traer hasta 400 dólares de productos cubanos, entre ellos 100 dólares de tabaco y alcohol [2].
Con respecto a las remesas a Cuba ahora es posible mandar hasta 2.000 dólares mensuales, en vez de los 500 dólares permitidos anteriormente. No obstante, según la ley estadounidense, los altos funcionarios del Gobierno y los miembros del Partido Comunista no pueden beneficiarse de la ayuda familiar procedente de Estados Unidos. Max Lesnik, director de la revista La Nueva Réplica de Miami, critica esta restricción: “Durante años acusaron al gobierno de La Habana de dividir a la familia cubana por razones políticas e ideológicas. Ahora bien, hoy resulta que es la política estadounidense la que separa a las familias de modo arbitrario impidiendo que un cubano de Miami brinde apoyo a su madre en La Habana so pretexto que es militante del Partido Comunista o miembro del Gobierno”.[3]
Por otra parte, los ciudadanos estadounidenses pueden también brindar apoyo financiero a los cubanos en el marco de proyectos humanitarios y de desarrollo del comercio privado, sin límite de importe. [4]
En el campo de las telecomunicaciones, las empresas estadounidenses podrán exportar su tecnología a Cuba en el marco de licencias concedidas por el Departamento de Comercio. Así, los cubanos podrán adquirir computadoras, software, teléfonos celulares, televisores, etc. en Estados Unidos. El sector privado cubano también podrá comprar material de construcción y equipos agrícolas. No obstante, las empresas nacionales no tendrán esta posibilidad. Del mismo modo será posible exportar a Estados Unidos algunas mercancías producidas por el sector privado cubano. Sin embargo, dado que la inmensa mayoría de la producción de bienes y servicios procede de empresas estatales, el impacto de estas medidas resulta muy limitado.[5]
En el campo financiero, las empresas estadounidenses, comercialmente vinculadas a Cuba, pueden ahora abrir una cuenta en una institución financiera de la isla. Finalmente Washington anunció la suspensión de un aspecto de la ley Torricelli de 1992 que prohibía a todo barco extranjero que entrara en un puerto cubano viajar a Estados Unidos en los siguientes seis meses. [6]
Además de estas medidas, el 21 de enero de 2015 Washington mandó a una importante delegación a Cuba encabezada por Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para los Asuntos Hemisféricos, con el fin de entablar las primeras conversaciones con vistas a restablecer las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Se trata de la más importante visita oficial en treinta años. [7]
El margen de maniobra de Barack Obama
En su discurso en el Congreso, el presidente Obama exhortó a los parlamentarios a que levantaran las sanciones económicas contra Cuba. “En lo que se refiere a Cuba ponemos fin a una política que superó su fecha de caducidad hace mucho tiempo. Cuando lo que hacemos no funciona durante cincuenta años es tiempo de adoptar un nuevo enfoque”, declaró. “Nuestro cambio de política respecto a Cuba puede poner término a un legado de desconfianza en nuestro hemisferio […] y este año el Congreso debe poner fin al embargo, concluyó Obama. [8]
Es verdad que desde la adopción de la ley Helms-Burton en 1996, sólo el Congreso está habilitado para abrogar las distintas leyes sobre las sanciones económicas y permitir así el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales normales con Cuba. No obstante, Barack Obama dispone de numerosas prerrogativas ejecutivas como presidente de Estados Unidos para flexibilizar considerablemente el estado de sitio económico impuesto al pueblo cubano, creando licencias específicas.
Por ejemplo en 2000, en virtud de sus facultades ejecutivas, Bill Clinton autorizó la venta de materias primas alimenticias a Cuba, aunque las condiciones impuestas son drásticas (pago por adelantado, en otra moneda que el dólar, sin posibilidad de crédito, etc.). Del mismo modo, en septiembre de 2009 el Presidente Obama puso fin a las restricciones a las visitas familiares que impuso George W. Bush en 2004 a la comunidad cubana de Estados Unidos (un solo viaje de 14 días cada tres años y únicamente para visitar a familiares directos) y favoreció los viajes a los ciudadanos estadounidenses en el marco de misiones bien definidas (12 categorías).
Fue también en ese marco en el que la Casa Blanca anunció una flexibilización de las restricciones en diciembre de 2014, efectiva desde enero de 2015. Según Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del ministerio de Relaciones Exteriores cubano, encargada de las negociaciones bilaterales con Washington, “el presidente Obama tiene prerrogativas ilimitadas para vaciar el bloqueo de su contenido fundamental”. [9]
Así, en virtud de sus poderes, Barack Obama puede perfectamente autorizar el comercio bilateral entre Cuba y Estados Unidos y permitir a las empresas de ambos lados del estrecho de la Florida establecer relaciones normales. No hace falta ningún acuerdo por parte del Congreso. En efecto, sólo las filiales de las empresas estadounidenses establecidas en el exterior no pueden comerciar con la Isla del Caribe sin un acuerdo parlamentario, por la Ley Torricelli de 1992.
Obama también puede permitir que Cuba adquiera en el mercado mundial productos que tienen más del 10% de componentes estadounidenses. En la actualidad cualquier producto de Francia, Japón, Brasil o China que tenga más del 10% de componentes estadounidenses no puede venderse a Cuba. Por ejemplo, La Habana tiene enormes dificultades para renovar su flota aeronáutica, pues la inmensa mayoría de los aviones vendidos en el mercado mundial tienen más componentes fabricados en Estados Unidos.
El presidente también podría autorizar la importación de productos fabricados en el mundo con materias primas cubanas. Hoy es imposible. Así, si la empresa alemana Mercedes desea exportar sus vehículos a Estados Unidos tiene que demostrar al Departamento del Tesoro que no contienen ni un solo gramo de níquel cubano. Del mismo modo, si Danone quiere vender sus productos en el primer mercado mundial debe demostrar a Washington que no contienen ni un solo gramo de azúcar cubano. Estas limitaciones constituyen un serio obstáculo al desarrollo del comercio de Cuba con el resto del mundo.
Del mismo modo la Casa Blanca podría consentir a la venta a crédito de productos no alimenticios a Cuba. En efecto, si la Ley de Reforma a las Sanciones Económicas de 2000 hace posible la venta de materias primas alimenticias a Cuba, prohíbe en cambio la concesión de crédito para facilitar este tipo de transacción. Obama podría aprobar el uso del pago diferido para los sectores no alimenticios.
Por otra parte, Obama podría también acceder a que la Isla del Caribe usase el dólar en sus transacciones comerciales y financieras con el resto del mundo. En efecto, Cuba se ve obligada a realizar malabarismos monetarios en el campo del comercio internacional y tiene que soportar el costo sustancial de las operaciones de cambio en sus relaciones con otras naciones del mundo. Lo que tiene un impacto financiero importante en un pequeño país del Tercer Mundo con recursos limitados.
Así, como se puede ver, el presidente Obama dispone de todas las prerrogativas necesarias para vaciar de su sustancia las sanciones económicas contra Cuba y llevar al Congreso a acabar definitivamente con una política de otro tiempo.
Acercamiento Cuba-Estados Unidos: Perspectivas y obstáculos (Parte II y final)
En el proceso de negociaciones entre Cuba y Estados Unidos quedan muchos obstáculos que superar.
Además de las sanciones económicas quedan otros obstáculos que superar en el camino del restablecimiento de relaciones diplomáticas normales y apaciguadas. Primero, Estados Unidos debe quitar Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo internacional. En efecto, la administración Reagan ubicó a Cuba en esta categoría por su apoyo a los movimientos revolucionarios e independentistas en América Latina y en el mundo. Hoy Washington justifica el mantenimiento de Cuba en dicha lista por la presencia de unos miembros de la organización separatista vasca ETA y de la guerrilla colombiana de las FARC en Cuba que se encuentran en la isla… a petición expresa de los gobiernos español y colombiano.
Washington lo reconoce claramente en su informe: “El Gobierno de Cuba apoyó y auspició negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia con el objetivo de lograr un acuerdo de paz entre ambas partes”. Estados Unidos reconoce que “no hay información de que el Gobierno cubano haya suministrado armamento o dado entrenamiento paramilitar a grupos terroristas” y admite que “los miembros de ETA residentes en Cuba fueron reubicados con la cooperación del Gobierno español”. Washington justifica también la inclusión de Cuba en la lista de los países terroristas a causa de la presencia en la isla de refugiados políticos buscados por la justicia estadounidense desde los años 1970 y 1980. Ahora bien, ninguna de esas personas ha sido acusada jamás de terrorismo.[1]
Los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) rechazaron unánimemente la inclusión de Cuba en la lista de países terroristas, asestando un serio revés a Washington. En una declaración publicada el 7 de mayo de 2014 la CELAC expresó “su total oposición a la elaboración de listas unilaterales que acusan a algunos estados de supuestamente apoyar y copatrocinar el terrorismo e insta al Gobierno de los Estados Unidos de América a poner fin a esta práctica” que suscita “la reprobación” de “la comunidad internacional y de la opinión pública de Estados Unidos”.[2].
En efecto, el establecimiento de tal lista se basa únicamente en consideraciones políticas. Conviene recordar que Washington mantuvo a Nelson Mandela, héroe de la lucha contra el apartheid, presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999 y Premio Nobel de la Paz, en la lista de las personas involucradas en el terrorismo internacional hasta 2008. En cambio las monarquías petroleras del Medio Oriente aliadas de Estados Unidos e implicadas en el financiamiento del terrorismo internacional, particularmente del DAESH, no forman parte de la lista del Departamento de Estado.
Cuba exige también la abrogación de la Ley de Ajuste cubano que adoptó el Congreso en 1966. Esta legislación, única en el mundo, estipula que todo cubano que emigre a Estados Unidos desde el 1 de enero de 1959, legal o ilegalmente, pacíficamente o por la violencia, consigue automáticamente al cabo de un año y un día el estatus de residente permanente. Por eso no hay ningún cubano en situación ilegal en el territorio estadounidense. Esta ley constituye una formidable herramienta de incitación a la emigración ilegal y permite a Estados Unidos arrebatar a Cuba su capital humano. Al mismo tiempo Washington limita el número de visas concedidos cada año a 20.000, lo que alimenta así la peligrosa y lucrativa industria criminal de la emigración ilegal.
En lo relativo a la problemática migratoria, La Habana pide también la abrogación de la política gubernamental “Pies secos/pies mojados” que se adoptó a principios de los años 1990. Esa ley estipula que todo cubano candidato a la emigración interceptado en plena mar por las autoridades estadounidenses es automáticamente devuelto a Cuba. En cambio si llega a pisar tierra se beneficia de la Ley de Ajuste Cubano.
Guantánamo, que Estados Unidos ocupa ilegalmente desde 1902, constituye también un punto de fricción. En efecto, tras la intervención estadounidense de 1898 en la Guerra de Independencia de Cuba, Washington impuso la integración de la enmienda Platt en la nueva Constitución so pena de mantener indefinidamente la ocupación militar de la isla. Este apéndice legislativo, que hacía de Cuba un protectorado sin verdadera soberanía, estipulaba, entre otros asuntos, que Cuba tenía que arrendar a Estados Unidos un parte de su territorio por una duración de 99 años renovables indefinidamente… a partir del momento en que uno de los dos campos estuviera favorable a ello. Tras la abrogación de la enmienda Platt en 1934 se mantuvo la base naval de Guantánamo por la irrisoria suma de 4.000 dólares anuales. Desde el 1 de enero de 1959 el Gobierno cubano se niega a percibir la retribución anual y exige la devolución del territorio. Hasta hoy Washington rechaza toda idea de retirarse de Guantánamo.
El financiamiento de la oposición interna constituye también un tema de discordia entre Washington y La Habana. Ilegal según el Derecho Internacional, la legislación cubana y cualquier código penal del mundo, el apoyo a la disidencia cubana con el objetivo de derrocar el orden establecido ha sido uno de los principales pilares de la política exterior estadounidense respecto a la Isla desde 1959. Aunque esta política fue clandestina de 1959 a 1991 se volvió pública y reivindicada desde la adopción de la Ley Torricelli de 1992. En efecto, el artículo 1705 de dicha legislación estipula que se dedica un presupuesto al financiamiento de una oposición interna en Cuba. Se ratificó esta disposición en la Ley Helms-Burton de 1996 (artículo 109) y en los dos informes de la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre de 2004 y 2006. Hoy Washington dedica como promedio 20 millones de dólares anuales a conseguir un “cambio de régimen” en Cuba, en flagrante violación del Derecho Internacional. Además los diplomáticos estadounidenses destinados en La Habana brindan regularmente apoyo material, logístico y financiero a los grupos de disidentes, mofándose de la Convención de Viena.
La Habana reclama también el fin de las transmisiones radiales y televisivas de Radio y TV Martí, respectivamente creadas en 1983 y 1990 por el gobierno federal, con el objetivo de incitar a la población a sublevarse contra el poder. Sus programas se destinan exclusivamente a Cuba y se difunden violando la legislación internacional sobre las telecomunicaciones, interfiriendo con las ondas cubanas.
Las autoridades de la isla exigen por fin que desaparezcan los grupúsculos violentos implicados en el terrorismo contra Cuba. Conviene recordar que el pueblo cubano fue víctima entre 1959 y 1997 de cerca de 7.000 atentados terroristas, organizados desde Estados Unidos, que costaron la vida a 3.478 personas e infligieron secuelas permanentes a otras 2.099, sin hablar de los innumerables daños materiales.
Luis Posada Carriles es un caso emblemático. Expolicía bajo la dictadura de Fulgencio Batista, antiguo agente de la CIA que participó en la invasión de Bahía de Cochinos, Posada Carriles es el autor intelectual de más de un centenar de asesinatos. Es particularmente responsable del primer acto de terrorismo aéreo del continente americano con el atentado contra el avión civil de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976 que costó la vida a 73 personas, entre ellas todo el equipo juvenil de esgrima que acababa de ganar los Juegos Panamericanos. Posada Carriles es también responsable de la ola terrorista que golpeó la industria turística cubana en 1997, que causó decenas de víctimas y costó la vida a Fabio di Celmo, un turista italiano.[3]
No hay la menor duda en cuanto a la culpabilidad de Luis Posada Carriles. No hace falta prestar atención a las acusaciones procedentes de La Habana. En efecto, los informes del FBI y de la CIA son explícitos al respecto: “Posada y Bosch orquestaron el atentado con bomba contra el avión”.[4] Del mismo modo, en su autobiografíaLos caminos del guerrero reivindica abiertamente su trayectoria terrorista. Por otra parte, el 12 de julio de 1998 Posada Carriles concedió una entrevista al New York Times en la cual se jactaba de ser la persona que había cometido el mayor número de actos terroristas contra Cuba, reivindicando la paternidad intelectual de los atentados de 1997. Según él, el turista italiano “se encontraba en el lugar equivocado en el momento equivocado”. [5] Hoy Luis Posada Carriles vive tranquilamente en Miami y Estados Unidos se niega a juzgarlo por sus crímenes.
Mientras no se resuelvan estas cuestiones, a saber, levantamiento de las sanciones económicas, retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional, abrogación de la Ley de Ajuste Cubano, devolución de la base naval de Guantánamo, fin del financiamiento de la oposición cubana y enjuiciamiento de Luis Posada Carriles, será difícil esperar una plena normalización de las relaciones bilaterales. Excepto el levantamiento de las sanciones económicas Washington no parece dispuesto, por ahora, a realizar cambios sustanciales en estos campos.
Por su parte Cuba ha expresado su disposición a discutir sobre las eventuales compensaciones para las propiedades estadounidenses nacionalizadas en los años 1960, de acuerdo con lo que manda el Derecho Internacional. Pero las autoridades de La Habana también han declarado que, en paralelo a esas negociaciones, deberá abrirse un diálogo sobre el costo causado por las sanciones económicas y la política de agresión contra la isla desde 1959, con las inevitables indemnizaciones.
En el diferendo histórico que opone Cuba a Estados Unidos conviene recordar una verdad poco considerada por les medios informativos. En este conflicto asimétrico hay un agresor –Washington– y una víctima –el pueblo de Cuba-. En efecto, al contrario que Estados Unidos, Cuba no ocupa ilegalmente y por la fuerza una parte del territorio estadounidense, no impone sanciones económicas a su vecino, jamás ha invadido Estados Unidos (Bahía de Cochinos) y nunca ha amenazado al pueblo estadounidense con una desintegración nuclear (crisis de los misiles). Por otra parte, La Habana no pide un cambio de régimen en Estados Unidos, no emite transmisiones ilegales y no financia a una oposición interna con el fin de derrocar el orden establecido.
Existe una condición previa indispensable para la normalización de las relaciones bilaterales entre ambas naciones: Estados Unidos debe renunciar a su objetivo estratégico de “cambio de régimen” y aceptar la realidad de una Cuba soberana e independiente. Todo intento de intromisión en los asuntos internos de la isla está condenado al fracaso pues La Habana no está dispuesta a negociar su sistema político o su modelo de sociedad, competencia exclusiva del pueblo cubano. Las únicas relaciones viables entre Cuba y Estados Unidos serán las que se cimienten en torno a tres principios fundamentales: la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia.
es un texto largo, pero en los primeros párrafos explica bien el tema central...
Es cierto que sólo el Congreso de EEUU está habilitado para derogar las sanciones económicas a Cuba y levantar el bloqueo.
Sin embargo, el Presidente Barack Obama dispone de numerosas prerrogativas ejecutivas para vaciar el bloqueo de su contenido esencial.
Por ejemplo, puede autorizar –sin permiso del Congreso- el comercio bilateral entre empresas de Cuba y EEUU. Es decir, eliminar de facto el llamado “embargo comercial”, elemento central de la política de bloqueo. De manera paradójica, las filiales de empresas estadounidenses en terceros países serían las únicas que seguirían sin poder comerciar, debido a la llamada Ley Torricelli, que sí debe ser derogada por el Congreso.
Obama también puede permitir que Cuba adquiera en el mercado mundial productos que contengan componentes estadounidenses, algo actualmente prohibido. La Habana, por ejemplo, no puede modernizar debidamente su flota de aviones, ya que la inmensa mayoría de los que se fabrican en el mundo tienen componentes norteamericanos.
El Presidente también podría autorizar la importación a EEUU de productos de terceros países que contengan materias primas cubanas. Hoy, por ejemplo, la empresa alemana Mercedes, para exportar vehículos a EEUU, debe demostrar al Departamento del Tesoro que estos no contienen un solo gramo de níquel cubano. Y la empresa francesa Danone, que en sus yogures no hay un gramo de azúcar de la Isla.
Estos son solo algunos ejemplos que demuestran las enormes posibilidades con que cuenta el Presidente Obama en el camino por desmantelar el bloqueo a Cuba, aunque los medios internacionales... ni los mencionen.
Acercamiento Cuba-Estados Unidos, Perspectivas y obstáculos (I y II)
Salim Lamrani - Al Mayadeen-Martianos-Hermes.- Desde la declaración histórica del 17 de diciembre de 2014, Washington ha anunciado algunas medidas destinadas a suavizar el estado de sitio económico que pesa sobre Cuba. Pero el camino es todavía largo.
El 16 de enero de 2015 entraron en vigor las medidas de flexibilización que anunció Estados Unidos en el marco del proceso de normalización de las relaciones bilaterales iniciado por los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro. Aunque no ponen término a las sanciones económicas, constituyen una señal positiva y confirman la voluntad de Washington de acabar con una política anacrónica, cruel e ineficiente. Dicha política constituye efectivamente el principal obstáculo al desarrollo de la isla, afecta a las categorías más vulnerables de la población cubana y suscita la condena unánime de la comunidad internacional.[1]
La primera medida concierne las posibilidades de viajar a Cuba. Aunque los ciudadanos estadounidenses todavía no están autorizados a viajar a la isla como turistas ordinarios –mientras pueden ir a China, Vietnam o Corea del Norte-, Washington ha decidido facilitar las estancias en el marco de 12 categorías específicas autorizadas por la ley (visitas familiares, oficiales, periodísticas, científicas, educativas, religiosas, culturales, humanitarias, profesionales, etc.). Así, en este marco, las agencias de viajes y compañías aéreas estadounidenses ya pueden ofrecer sus servicios sin requerir una licencia específica por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, Departamento del Tesoro). Por otra parte, los ciudadanos autorizados a viajar a Cuba pueden ahora usar sus tarjetas de crédito en la isla, sin límites de importe. También están autorizados a llevar hasta 10 000 dólares y traer hasta 400 dólares de productos cubanos, entre ellos 100 dólares de tabaco y alcohol [2].
Con respecto a las remesas a Cuba ahora es posible mandar hasta 2.000 dólares mensuales, en vez de los 500 dólares permitidos anteriormente. No obstante, según la ley estadounidense, los altos funcionarios del Gobierno y los miembros del Partido Comunista no pueden beneficiarse de la ayuda familiar procedente de Estados Unidos. Max Lesnik, director de la revista La Nueva Réplica de Miami, critica esta restricción: “Durante años acusaron al gobierno de La Habana de dividir a la familia cubana por razones políticas e ideológicas. Ahora bien, hoy resulta que es la política estadounidense la que separa a las familias de modo arbitrario impidiendo que un cubano de Miami brinde apoyo a su madre en La Habana so pretexto que es militante del Partido Comunista o miembro del Gobierno”.[3]
Por otra parte, los ciudadanos estadounidenses pueden también brindar apoyo financiero a los cubanos en el marco de proyectos humanitarios y de desarrollo del comercio privado, sin límite de importe. [4]
En el campo de las telecomunicaciones, las empresas estadounidenses podrán exportar su tecnología a Cuba en el marco de licencias concedidas por el Departamento de Comercio. Así, los cubanos podrán adquirir computadoras, software, teléfonos celulares, televisores, etc. en Estados Unidos. El sector privado cubano también podrá comprar material de construcción y equipos agrícolas. No obstante, las empresas nacionales no tendrán esta posibilidad. Del mismo modo será posible exportar a Estados Unidos algunas mercancías producidas por el sector privado cubano. Sin embargo, dado que la inmensa mayoría de la producción de bienes y servicios procede de empresas estatales, el impacto de estas medidas resulta muy limitado.[5]
En el campo financiero, las empresas estadounidenses, comercialmente vinculadas a Cuba, pueden ahora abrir una cuenta en una institución financiera de la isla. Finalmente Washington anunció la suspensión de un aspecto de la ley Torricelli de 1992 que prohibía a todo barco extranjero que entrara en un puerto cubano viajar a Estados Unidos en los siguientes seis meses. [6]
Además de estas medidas, el 21 de enero de 2015 Washington mandó a una importante delegación a Cuba encabezada por Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para los Asuntos Hemisféricos, con el fin de entablar las primeras conversaciones con vistas a restablecer las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Se trata de la más importante visita oficial en treinta años. [7]
El margen de maniobra de Barack Obama
En su discurso en el Congreso, el presidente Obama exhortó a los parlamentarios a que levantaran las sanciones económicas contra Cuba. “En lo que se refiere a Cuba ponemos fin a una política que superó su fecha de caducidad hace mucho tiempo. Cuando lo que hacemos no funciona durante cincuenta años es tiempo de adoptar un nuevo enfoque”, declaró. “Nuestro cambio de política respecto a Cuba puede poner término a un legado de desconfianza en nuestro hemisferio […] y este año el Congreso debe poner fin al embargo, concluyó Obama. [8]
Es verdad que desde la adopción de la ley Helms-Burton en 1996, sólo el Congreso está habilitado para abrogar las distintas leyes sobre las sanciones económicas y permitir así el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales normales con Cuba. No obstante, Barack Obama dispone de numerosas prerrogativas ejecutivas como presidente de Estados Unidos para flexibilizar considerablemente el estado de sitio económico impuesto al pueblo cubano, creando licencias específicas.
Por ejemplo en 2000, en virtud de sus facultades ejecutivas, Bill Clinton autorizó la venta de materias primas alimenticias a Cuba, aunque las condiciones impuestas son drásticas (pago por adelantado, en otra moneda que el dólar, sin posibilidad de crédito, etc.). Del mismo modo, en septiembre de 2009 el Presidente Obama puso fin a las restricciones a las visitas familiares que impuso George W. Bush en 2004 a la comunidad cubana de Estados Unidos (un solo viaje de 14 días cada tres años y únicamente para visitar a familiares directos) y favoreció los viajes a los ciudadanos estadounidenses en el marco de misiones bien definidas (12 categorías).
Fue también en ese marco en el que la Casa Blanca anunció una flexibilización de las restricciones en diciembre de 2014, efectiva desde enero de 2015. Según Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del ministerio de Relaciones Exteriores cubano, encargada de las negociaciones bilaterales con Washington, “el presidente Obama tiene prerrogativas ilimitadas para vaciar el bloqueo de su contenido fundamental”. [9]
Así, en virtud de sus poderes, Barack Obama puede perfectamente autorizar el comercio bilateral entre Cuba y Estados Unidos y permitir a las empresas de ambos lados del estrecho de la Florida establecer relaciones normales. No hace falta ningún acuerdo por parte del Congreso. En efecto, sólo las filiales de las empresas estadounidenses establecidas en el exterior no pueden comerciar con la Isla del Caribe sin un acuerdo parlamentario, por la Ley Torricelli de 1992.
Obama también puede permitir que Cuba adquiera en el mercado mundial productos que tienen más del 10% de componentes estadounidenses. En la actualidad cualquier producto de Francia, Japón, Brasil o China que tenga más del 10% de componentes estadounidenses no puede venderse a Cuba. Por ejemplo, La Habana tiene enormes dificultades para renovar su flota aeronáutica, pues la inmensa mayoría de los aviones vendidos en el mercado mundial tienen más componentes fabricados en Estados Unidos.
El presidente también podría autorizar la importación de productos fabricados en el mundo con materias primas cubanas. Hoy es imposible. Así, si la empresa alemana Mercedes desea exportar sus vehículos a Estados Unidos tiene que demostrar al Departamento del Tesoro que no contienen ni un solo gramo de níquel cubano. Del mismo modo, si Danone quiere vender sus productos en el primer mercado mundial debe demostrar a Washington que no contienen ni un solo gramo de azúcar cubano. Estas limitaciones constituyen un serio obstáculo al desarrollo del comercio de Cuba con el resto del mundo.
Del mismo modo la Casa Blanca podría consentir a la venta a crédito de productos no alimenticios a Cuba. En efecto, si la Ley de Reforma a las Sanciones Económicas de 2000 hace posible la venta de materias primas alimenticias a Cuba, prohíbe en cambio la concesión de crédito para facilitar este tipo de transacción. Obama podría aprobar el uso del pago diferido para los sectores no alimenticios.
Por otra parte, Obama podría también acceder a que la Isla del Caribe usase el dólar en sus transacciones comerciales y financieras con el resto del mundo. En efecto, Cuba se ve obligada a realizar malabarismos monetarios en el campo del comercio internacional y tiene que soportar el costo sustancial de las operaciones de cambio en sus relaciones con otras naciones del mundo. Lo que tiene un impacto financiero importante en un pequeño país del Tercer Mundo con recursos limitados.
Así, como se puede ver, el presidente Obama dispone de todas las prerrogativas necesarias para vaciar de su sustancia las sanciones económicas contra Cuba y llevar al Congreso a acabar definitivamente con una política de otro tiempo.
Acercamiento Cuba-Estados Unidos: Perspectivas y obstáculos (Parte II y final)
En el proceso de negociaciones entre Cuba y Estados Unidos quedan muchos obstáculos que superar.
Además de las sanciones económicas quedan otros obstáculos que superar en el camino del restablecimiento de relaciones diplomáticas normales y apaciguadas. Primero, Estados Unidos debe quitar Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo internacional. En efecto, la administración Reagan ubicó a Cuba en esta categoría por su apoyo a los movimientos revolucionarios e independentistas en América Latina y en el mundo. Hoy Washington justifica el mantenimiento de Cuba en dicha lista por la presencia de unos miembros de la organización separatista vasca ETA y de la guerrilla colombiana de las FARC en Cuba que se encuentran en la isla… a petición expresa de los gobiernos español y colombiano.
Washington lo reconoce claramente en su informe: “El Gobierno de Cuba apoyó y auspició negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia con el objetivo de lograr un acuerdo de paz entre ambas partes”. Estados Unidos reconoce que “no hay información de que el Gobierno cubano haya suministrado armamento o dado entrenamiento paramilitar a grupos terroristas” y admite que “los miembros de ETA residentes en Cuba fueron reubicados con la cooperación del Gobierno español”. Washington justifica también la inclusión de Cuba en la lista de los países terroristas a causa de la presencia en la isla de refugiados políticos buscados por la justicia estadounidense desde los años 1970 y 1980. Ahora bien, ninguna de esas personas ha sido acusada jamás de terrorismo.[1]
Los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) rechazaron unánimemente la inclusión de Cuba en la lista de países terroristas, asestando un serio revés a Washington. En una declaración publicada el 7 de mayo de 2014 la CELAC expresó “su total oposición a la elaboración de listas unilaterales que acusan a algunos estados de supuestamente apoyar y copatrocinar el terrorismo e insta al Gobierno de los Estados Unidos de América a poner fin a esta práctica” que suscita “la reprobación” de “la comunidad internacional y de la opinión pública de Estados Unidos”.[2].
En efecto, el establecimiento de tal lista se basa únicamente en consideraciones políticas. Conviene recordar que Washington mantuvo a Nelson Mandela, héroe de la lucha contra el apartheid, presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999 y Premio Nobel de la Paz, en la lista de las personas involucradas en el terrorismo internacional hasta 2008. En cambio las monarquías petroleras del Medio Oriente aliadas de Estados Unidos e implicadas en el financiamiento del terrorismo internacional, particularmente del DAESH, no forman parte de la lista del Departamento de Estado.
Cuba exige también la abrogación de la Ley de Ajuste cubano que adoptó el Congreso en 1966. Esta legislación, única en el mundo, estipula que todo cubano que emigre a Estados Unidos desde el 1 de enero de 1959, legal o ilegalmente, pacíficamente o por la violencia, consigue automáticamente al cabo de un año y un día el estatus de residente permanente. Por eso no hay ningún cubano en situación ilegal en el territorio estadounidense. Esta ley constituye una formidable herramienta de incitación a la emigración ilegal y permite a Estados Unidos arrebatar a Cuba su capital humano. Al mismo tiempo Washington limita el número de visas concedidos cada año a 20.000, lo que alimenta así la peligrosa y lucrativa industria criminal de la emigración ilegal.
En lo relativo a la problemática migratoria, La Habana pide también la abrogación de la política gubernamental “Pies secos/pies mojados” que se adoptó a principios de los años 1990. Esa ley estipula que todo cubano candidato a la emigración interceptado en plena mar por las autoridades estadounidenses es automáticamente devuelto a Cuba. En cambio si llega a pisar tierra se beneficia de la Ley de Ajuste Cubano.
Guantánamo, que Estados Unidos ocupa ilegalmente desde 1902, constituye también un punto de fricción. En efecto, tras la intervención estadounidense de 1898 en la Guerra de Independencia de Cuba, Washington impuso la integración de la enmienda Platt en la nueva Constitución so pena de mantener indefinidamente la ocupación militar de la isla. Este apéndice legislativo, que hacía de Cuba un protectorado sin verdadera soberanía, estipulaba, entre otros asuntos, que Cuba tenía que arrendar a Estados Unidos un parte de su territorio por una duración de 99 años renovables indefinidamente… a partir del momento en que uno de los dos campos estuviera favorable a ello. Tras la abrogación de la enmienda Platt en 1934 se mantuvo la base naval de Guantánamo por la irrisoria suma de 4.000 dólares anuales. Desde el 1 de enero de 1959 el Gobierno cubano se niega a percibir la retribución anual y exige la devolución del territorio. Hasta hoy Washington rechaza toda idea de retirarse de Guantánamo.
El financiamiento de la oposición interna constituye también un tema de discordia entre Washington y La Habana. Ilegal según el Derecho Internacional, la legislación cubana y cualquier código penal del mundo, el apoyo a la disidencia cubana con el objetivo de derrocar el orden establecido ha sido uno de los principales pilares de la política exterior estadounidense respecto a la Isla desde 1959. Aunque esta política fue clandestina de 1959 a 1991 se volvió pública y reivindicada desde la adopción de la Ley Torricelli de 1992. En efecto, el artículo 1705 de dicha legislación estipula que se dedica un presupuesto al financiamiento de una oposición interna en Cuba. Se ratificó esta disposición en la Ley Helms-Burton de 1996 (artículo 109) y en los dos informes de la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre de 2004 y 2006. Hoy Washington dedica como promedio 20 millones de dólares anuales a conseguir un “cambio de régimen” en Cuba, en flagrante violación del Derecho Internacional. Además los diplomáticos estadounidenses destinados en La Habana brindan regularmente apoyo material, logístico y financiero a los grupos de disidentes, mofándose de la Convención de Viena.
La Habana reclama también el fin de las transmisiones radiales y televisivas de Radio y TV Martí, respectivamente creadas en 1983 y 1990 por el gobierno federal, con el objetivo de incitar a la población a sublevarse contra el poder. Sus programas se destinan exclusivamente a Cuba y se difunden violando la legislación internacional sobre las telecomunicaciones, interfiriendo con las ondas cubanas.
Las autoridades de la isla exigen por fin que desaparezcan los grupúsculos violentos implicados en el terrorismo contra Cuba. Conviene recordar que el pueblo cubano fue víctima entre 1959 y 1997 de cerca de 7.000 atentados terroristas, organizados desde Estados Unidos, que costaron la vida a 3.478 personas e infligieron secuelas permanentes a otras 2.099, sin hablar de los innumerables daños materiales.
Luis Posada Carriles es un caso emblemático. Expolicía bajo la dictadura de Fulgencio Batista, antiguo agente de la CIA que participó en la invasión de Bahía de Cochinos, Posada Carriles es el autor intelectual de más de un centenar de asesinatos. Es particularmente responsable del primer acto de terrorismo aéreo del continente americano con el atentado contra el avión civil de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976 que costó la vida a 73 personas, entre ellas todo el equipo juvenil de esgrima que acababa de ganar los Juegos Panamericanos. Posada Carriles es también responsable de la ola terrorista que golpeó la industria turística cubana en 1997, que causó decenas de víctimas y costó la vida a Fabio di Celmo, un turista italiano.[3]
No hay la menor duda en cuanto a la culpabilidad de Luis Posada Carriles. No hace falta prestar atención a las acusaciones procedentes de La Habana. En efecto, los informes del FBI y de la CIA son explícitos al respecto: “Posada y Bosch orquestaron el atentado con bomba contra el avión”.[4] Del mismo modo, en su autobiografíaLos caminos del guerrero reivindica abiertamente su trayectoria terrorista. Por otra parte, el 12 de julio de 1998 Posada Carriles concedió una entrevista al New York Times en la cual se jactaba de ser la persona que había cometido el mayor número de actos terroristas contra Cuba, reivindicando la paternidad intelectual de los atentados de 1997. Según él, el turista italiano “se encontraba en el lugar equivocado en el momento equivocado”. [5] Hoy Luis Posada Carriles vive tranquilamente en Miami y Estados Unidos se niega a juzgarlo por sus crímenes.
Mientras no se resuelvan estas cuestiones, a saber, levantamiento de las sanciones económicas, retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional, abrogación de la Ley de Ajuste Cubano, devolución de la base naval de Guantánamo, fin del financiamiento de la oposición cubana y enjuiciamiento de Luis Posada Carriles, será difícil esperar una plena normalización de las relaciones bilaterales. Excepto el levantamiento de las sanciones económicas Washington no parece dispuesto, por ahora, a realizar cambios sustanciales en estos campos.
Por su parte Cuba ha expresado su disposición a discutir sobre las eventuales compensaciones para las propiedades estadounidenses nacionalizadas en los años 1960, de acuerdo con lo que manda el Derecho Internacional. Pero las autoridades de La Habana también han declarado que, en paralelo a esas negociaciones, deberá abrirse un diálogo sobre el costo causado por las sanciones económicas y la política de agresión contra la isla desde 1959, con las inevitables indemnizaciones.
En el diferendo histórico que opone Cuba a Estados Unidos conviene recordar una verdad poco considerada por les medios informativos. En este conflicto asimétrico hay un agresor –Washington– y una víctima –el pueblo de Cuba-. En efecto, al contrario que Estados Unidos, Cuba no ocupa ilegalmente y por la fuerza una parte del territorio estadounidense, no impone sanciones económicas a su vecino, jamás ha invadido Estados Unidos (Bahía de Cochinos) y nunca ha amenazado al pueblo estadounidense con una desintegración nuclear (crisis de los misiles). Por otra parte, La Habana no pide un cambio de régimen en Estados Unidos, no emite transmisiones ilegales y no financia a una oposición interna con el fin de derrocar el orden establecido.
Existe una condición previa indispensable para la normalización de las relaciones bilaterales entre ambas naciones: Estados Unidos debe renunciar a su objetivo estratégico de “cambio de régimen” y aceptar la realidad de una Cuba soberana e independiente. Todo intento de intromisión en los asuntos internos de la isla está condenado al fracaso pues La Habana no está dispuesta a negociar su sistema político o su modelo de sociedad, competencia exclusiva del pueblo cubano. Las únicas relaciones viables entre Cuba y Estados Unidos serán las que se cimienten en torno a tres principios fundamentales: la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia.
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Cuba expuso preocupaciones por situación de derechos humanos en EEUU.
Por Waldo Mendiluza, enviado especial
Cuba expuso hoy a Estados Unidos sus preocupaciones relacionadas con las garantías y la protección de los derechos humanos en la nación norteña, durante el primer diálogo bilateral sobre el tema, celebrado en Washington DC.
Trasladamos inquietudes por patrones de discriminación y racismo en la sociedad norteamericana, la agudización de la brutalidad policial, los actos de tortura y ejecuciones extrajudiciales en la lucha antiterrorista y el limbo jurídico de los prisioneros en la cárcel de Guantánamo, precisó a periodistas el jefe de la delegación de la isla, Pedro Luis Pedroso.
En una rueda de prensa para ofrecer detalles acerca de la reunión, el subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería agregó que la parte cubana también señaló preocupación por las limitaciones de los derechos laborales y las libertades sindicales.
De acuerdo con Pedroso, pese a las marcadas diferencias de concepción y ejercicio de los derechos humanos, el encuentro en el Departamento de Estado transcurrió en un ambiente de respeto y profesionalidad. Tratamos asuntos de interés para ambas delegaciones, dijo el funcionario, quien destacó que el inédito diálogo evidenció “que es posible relacionarse civilizadamente, a partir del reconocimiento y respeto a las diferencias”.
Asimismo, añadió, la reunión desarrollada por iniciativa de Cuba ratificó la disposición de La Habana a debatir cualquier tema sobre la base de la igualdad y la reciprocidad.
Ante una pregunta de Prensa Latina, Pedroso informó que la isla presentó en el breve tiempo disponible algunos de sus avances en materia de protección y promoción de los derechos humanos.
Respecto a futuros intercambios de criterios en torno a esta cuestión, no descartó su realización.
El diálogo sobre derechos humanos se suma a otros temas de interés bilateral analizados de forma paralela al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas y apertura de embajadas, derivado de los anuncios del 17 de diciembre de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, de avanzar hacia la normalización de vínculos.
(Con información de Prensa Latina)
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Por Waldo Mendiluza, enviado especial
Cuba expuso hoy a Estados Unidos sus preocupaciones relacionadas con las garantías y la protección de los derechos humanos en la nación norteña, durante el primer diálogo bilateral sobre el tema, celebrado en Washington DC.
Trasladamos inquietudes por patrones de discriminación y racismo en la sociedad norteamericana, la agudización de la brutalidad policial, los actos de tortura y ejecuciones extrajudiciales en la lucha antiterrorista y el limbo jurídico de los prisioneros en la cárcel de Guantánamo, precisó a periodistas el jefe de la delegación de la isla, Pedro Luis Pedroso.
En una rueda de prensa para ofrecer detalles acerca de la reunión, el subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería agregó que la parte cubana también señaló preocupación por las limitaciones de los derechos laborales y las libertades sindicales.
De acuerdo con Pedroso, pese a las marcadas diferencias de concepción y ejercicio de los derechos humanos, el encuentro en el Departamento de Estado transcurrió en un ambiente de respeto y profesionalidad. Tratamos asuntos de interés para ambas delegaciones, dijo el funcionario, quien destacó que el inédito diálogo evidenció “que es posible relacionarse civilizadamente, a partir del reconocimiento y respeto a las diferencias”.
Asimismo, añadió, la reunión desarrollada por iniciativa de Cuba ratificó la disposición de La Habana a debatir cualquier tema sobre la base de la igualdad y la reciprocidad.
Ante una pregunta de Prensa Latina, Pedroso informó que la isla presentó en el breve tiempo disponible algunos de sus avances en materia de protección y promoción de los derechos humanos.
Respecto a futuros intercambios de criterios en torno a esta cuestión, no descartó su realización.
El diálogo sobre derechos humanos se suma a otros temas de interés bilateral analizados de forma paralela al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas y apertura de embajadas, derivado de los anuncios del 17 de diciembre de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, de avanzar hacia la normalización de vínculos.
(Con información de Prensa Latina)
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Una opinión diferente sobre el tema:
Cuba: En camino a la completa integración en la economía capitalista mundial
José Gabriel Roldán
(Enero de 2015)El reciente acercamiento de Estados Unidos hacia Cuba es el reconocimiento oficial del absoluto fracaso de la política imperialista hacia el país caribeño. Una política reaccionaria de más de cincuenta años, producto natural de la Guerra Fría conducida por el capitalismo monopolista norteamericano contra la revolución, el socialismo y todo lo que supusiera el más mínimo progresismo en el mundo. Durante la era soviética, la nueva Cuba fue una especie de amenazante daga en las costillas de los Estados Unidos. Sólo después de la desintegración de la URSS, los gobernantes norteamericanos pudieron permitirse declarar que Cuba ya no era una prioridad para la seguridad estadounidense. No obstante eso, continuaron con el embargo económico y la política de aislamiento de Cuba, con el objetivo de que el régimen cubano se consumiera por la incapacidad de su economía para enfrentar sus contradicciones estructurales básicas, y con la esperanza puesta en un iluso levantamiento popular contra los gobernantes cubanos. Según una idea que durante la última década ha venido ganando aceptación en amplios círculos del capital monopolista norteamericano, Estados Unidos ha desperdiciado mucho tiempo en sus esfuerzos por ganar a Cuba a su esfera de influencia, incidiendo demasiado en el “garrote” y olvidando la “zanahoria”, que hoy consideran más efectiva en este caso particular. [1]Para los dirigentes cubanos, este cambio en la política norteamericana es una oportunidad caída del cielo, considerando los posibles contratiempos económicos y sociales que se le pueden presentar en el corto plazo, como resultado de que Venezuela ya no pueda continuar subsidiando a Cuba. El fantasma de la amarga experiencia vivida como consecuencia de la desintegración de la URSS y el bloque soviético, recorre toda la Isla ante un eventual corte de la ayuda venezolana, y ha llevado a los gobernantes cubanos a buscar alternativas. A pesar de todas las protestas de no renunciar a los principios y defender su independencia, los dirigentes cubanos consideran que el restablecimiento de las relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos constituye una luz al final del túnel. Esto es así, en primer lugar, porque su principal “benefactor”, el gobierno venezolano, enfrenta apremiantes problemas económicos y políticos que le van a obligar a centrar su atención y sus recursos en la solución de sus propios problemas internos. El desplome del precio del petróleo, la pérdida de reservas internacionales, la galopante inflación interna, y la crisis económica que golpea a los trabajadores, entre otras cosas, están creando dificultades para que el gobierno venezolano pueda continuar asistiendo a Cuba. Y como es sabido, Venezuela es el principal socio comercial de Cuba, representando el 35%-40% de su comercio exterior[2], y su principal fuente de divisas, divisas que Cuba necesita con apremio para adquirir los bienes básicos para el consumo de su población y para mantener en funcionamiento su economía.Ante la posibilidad, bastante alta, de perder en el corto plazo esa fuente de ingresos, el gobierno cubano ha flexibilizado su ley de inversión extranjera[3] y ha ampliado su oferta de proyectos de inversión[4], con la mira puesta en cubrir el enorme vacío que puede dejar un sustancial recorte o una eventual finalización de sus ventajosos acuerdos con Venezuela. Desde que inició su apertura a la inversión extranjera, la economía cubana se ha diversificado notablemente, aunque con un alto sesgo hacia el sector servicios, particularmente servicios profesionales y turismo. No obstante el significativo avance, el desarrollo de la atrasada economía cubana requiere de mayores capitales que se destinen especialmente al sector productivo. Los actuales problemas económicos en Europa reducen las posibilidades de que capitales de esa región, incluida Rusia, puedan incrementar su presencia en Cuba, en los volúmenes que este país necesita con urgencia. Por su parte, China tiene opciones más atractivas en otras regiones del mundo, y, en estos momentos, con la desaceleración de su crecimiento, está siendo más selectiva en su búsqueda de oportunidades de inversión. Por otro lado, parece improbable un escenario donde otros capitales monopolistas compitan con denuedo con el norteamericano, por hacerse de Cuba; sólo basta ver que los niveles de inversión y comercio hasta la fecha han sido moderados, nada espectaculares.El acercamiento entre Estados Unidos y Cuba es el preludio de la completa inserción del país caribeño en la economía capitalista mundial encabezada por el capital monopolista norteamericano. Y no es que Cuba no estuviera integrada al sistema económico capitalista. A pesar de ser una economía pequeña que algunos caracterizarían como semi-abierta, lo cierto es que Cuba siempre dependió –como depende en la actualidad– del exterior para cubrir sus necesidades básicas y para mantener su economía en marcha. Antes dependió de la Unión Soviética socialimperialista, como hoy depende de la ayuda de Venezuela y de sus tratos con China y España, y mañana dependerá nuevamente de Estados Unidos.Cuba “socialista” nunca ha tenido una economía que se basara principalmente en sus propias fuerzas. Es más, de hecho, nunca lo pretendió, ni en los mejores tiempos del apoyo soviético, que subsidiaba al país, comprándole, por ejemplo, el azúcar a precios muy por encima de los precios internacionales y vendiéndole petróleo a precios muy por debajo de los precios internacionales (que el gobierno cubano revendió a precios ventajosos durante la crisis petrolera de la década de 1970). Contraviniendo las promesas de los momentos aurorales de la revolución –que declaraban la intención de lograr la diversificación de la economía de la Isla y acabar con su carácter monoproductor y monoexportador–, los dirigentes cubanos se embarcaron en grandes inversiones en la explotación de su producto estrella: el azúcar. Confiados en la seguridad de los subsidios soviéticos e integrados en la “división internacional del trabajo” preconizada por los socialimperialistas soviéticos, los dirigentes cubanos ampliaron y modernizaron el cultivo de la caña y la producción de azúcar que representó durante décadas la fuente principal de sus ingresos por exportaciones (75% de las exportaciones cubanas en 1990, ¡¡¡a pocos meses de la desintegración de la URSS y el bloque soviético, cuando las dificultades del gigante euroasiático eran evidentes!!!). Durante mucho tiempo, la economía y la sociedad cubanas virtualmente giraron en torno a la producción azucarera –base de su economía– como resultado de la errónea dirección política y económica de Fidel Castro y su círculo[5], que dieron por reales y duraderas las condiciones ficticias de una economía subsidiada. Los pies de barro de esta economía dependiente quedaron en evidencia cuando poco antes de la desintegración de la URSS, Gorbachov y compañía informaron al gobierno cubano que ya no podían seguir subsidiando a Cuba y que tampoco podían seguirle concediendo préstamos blandos (motivando el enojo de Castro, que los brezhnevistas de hoy quieren ver como una oposición “leninista” contra el revisionista Gorbachov). Con la retirada de su virtual único comprador de azúcar y sin las ventajas de los precios preferenciales, ese sector de la economía cubana cayó en picada: bajó el nivel de la producción y Cuba perdió su condición de principal país exportador, creándose una gran debacle en la economía cubana. Grandes extensiones de tierras se destinaron a otros cultivos de incierto resultado, muchos ingenios fueron abandonados, numerosos trabajadores quedaron sin ocupación[6], y los poblados aledaños que florecieron en torno a la industria azucarera, llegaron a parecerse a pueblos fantasmas.En el recuerdo, como un eco lejano de la esperanza puesta en Cuba por el proletariado del mundo, quedaron estas palabras del Che Guevara, que hoy deben sonar como acusaciones lapidarias a los capitostes del régimen castrista:“…todos estos conceptos de soberanía política, de soberanía nacional son ficticios si al lado de ellos no está la independencia económica.“Los pilares de la soberanía política que se pusieron el 1 de enero de 1959 solamente estarán totalmente consolidados, cuando se logre una absoluta independencia económica. Y podemos decir que vamos por buen camino si cada día se toma una medida que asegure nuestra independencia económica. En el mismo momento en que medidas gubernamentales hagan que cese este camino o que se vuelva atrás, aunque sólo sea un paso, se ha perdido todo y se volverá efectivamente a los sistemas de colonización más o menos encubiertos de acuerdo con las características de cada país y de cada momento social.“Nosotros hemos tomado el poder político, hemos iniciado nuestra lucha por la liberación con en este poder bien firme en las manos del pueblo… El poder revolucionario o la soberanía política es el instrumento para la conquista económica y para hacer realidad en toda su extensión la soberanía nacional… Todavía no podemos proclamar ante la tumba de nuestros mártires que Cuba es independiente económicamente. No lo puede ser cuando simplemente un barco detenido en Estados Unidos hace parar una fábrica en Cuba, cuando simplemente cualquier orden de alguno de los monopolios paraliza un centro de trabajo. Independiente será Cuba cuando haya desarrollado todos sus medios, todas sus riquezas naturales y cuando haya asegurado mediante tratados, mediante comercio con todo el mundo, que no puede haber acción unilateral de ninguna potencia extranjera que le impida mantener su ritmo de producción y mantener todas sus fábricas y todo su campo produciendo al máximo posible dentro de la planificación que estamos llevando a cabo.” (Ernesto Che Guevara, El socialismo y el hombre nuevo, Siglo XXI, 1998, pp. 98-100: “Soberanía política e independencia económica”, 20 de marzo de 1960. Subrayados nuestros)Dejada a su propia suerte, la economía cubana tuvo que reajustarse, y, como todo reajuste en el mundo capitalista, éste se hizo a costa de la clase obrera y el pueblo trabajador. Para empezar a ordenar las cuentas fiscales, hicieron uso de los mecanismos y las formas típicos de todos los ajustes fiscales de tipo monetarista en el capitalismo[7]. Al más puro estilo neoliberal, Castro y su círculo hicieron caer sobre las espaldas del pueblo cubano, todo el peso de la crisis provocada por una política dependiente del socialimperialismo soviético y por el desarrollo deformado de la economía cubana, bastante alejado de la victoriosa experiencia socialista de la Unión Soviética encabezada por Stalin. El primer quinquenio del llamado “período especial” es una las épocas de más triste y dramática recordación para el pueblo cubano. Además de reducirles los salarios reales en un 70%, el gobierno cubano impuso al pueblo una severa política de austeridad, que nada tuvo que envidiar a las que impuso el FMI a los otros países de América Latina. En aquella época, la disponibilidad de productos de primera necesidad se redujo drásticamente[8], la canasta de productos incluidos en la “cartilla de abastecimiento” disminuyó en variedad y en cantidad; la ración mensual se consumía mucho antes de que acabara el mes, obligando a la población a buscar otros ingresos y recurrir al mercado negro donde los escasos productos de primera necesidad se vendían a precios inalcanzables para un pueblo cuyos limitados salarios ya se habían reducido a un tercio de su poder adquisitivo. Los niveles de pobreza aumentaron y en la actualidad abarcan a un 25% de la población, según cálculos de intelectuales afines al régimen[9]. El temor de posibles convulsiones sociales, obligó a los dirigentes cubanos a preservar en lo posible los servicios sociales –conquistas de la revolución de 1959–, que paulatinamente se han venido deteriorando en los últimos años y que actualmente, con la gradual apertura de la economía, se están reduciendo y corren el riesgo de incorporarse a las condiciones de “libre competencia” del mercado capitalista que va ganando terreno en la Isla.[10]Cuba es un país que no ha logrado producir internamente lo suficiente para garantizar el consumo de su población; su atrasada economía no produce los bienes intermedios y bienes de capital que aseguren el funcionamiento de su economía, y tampoco tiene la capacidad para darle un mayor valor agregado a los pocos bienes que vende al exterior. Mientras muchos países dependientes latinoamericanos, en cierta etapa de su historia, adoptaron políticas de “sustitución de importaciones”, la Cuba “socialista” no realizó ningún esfuerzo notable en ese sentido. Actualmente, los discursos oficiales invocan a avanzar en la sustitución de importaciones[11], mas todo apunta a que este proceso estará principalmente en las manos del emergente sector privado (sector “no estatal” según la renuencia cubana a llamar las cosas por su nombre). Por esa razón, el comercio internacional es de vital importancia para Cuba, porque hasta el momento es el medio principal por el que puede adquirir productos para el consumo de su población, principalmente alimentos, y también adquirir los bienes necesarios para que su industria y agricultura puedan seguir produciendo[12]. Sin embargo, no tiene muchos productos para exportar y tampoco los tiene en la cantidad (para no hablar de la calidad) suficiente para poder financiar las importaciones o compras que realiza en el exterior. En la época soviética, este déficit crónico de la balanza comercial era cubierto mediante precios preferenciales (tanto en exportaciones como importaciones), créditos blandos, donaciones, etc. Con la desintegración de la URSS y el bloque soviético, y el colapso de su industria azucarera, Cuba se vio obligada a buscar distintas alternativas. La apertura a la inversión extranjera, el permiso a la actividad privada (extranjera y local) y la liberalización de la tenencia de moneda extranjera[13] crearon las condiciones para que emergieran nuevos agentes económicos que lograron parcialmente llenar el vacío dejado por la industria azucarera en la generación de divisas y en su impacto sobre la actividad económica. El turismo y las remesas enviadas por cubanos residentes en el exterior se fueron constituyendo en las principales fuentes de divisas. Esto ayudó a que se saliera del hoyo y se retomara el camino del crecimiento. Sin embargo, no podían ofrecer ni estabilidad ni equilibrio económicos.[14]La llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela y su disposición a ayudar a Cuba fue providencial. Nuevamente Cuba encontraba un socio con poder económico suficiente para transferirle los recursos necesarios para sostener el consumo de su población y las necesidades de su actividad económica. Esta relación formalizada en el año 2000, alcanzó su momento decisivo en el año 2003, cuando ambos países acordaron un intercambio de servicios médicos por petróleo. Desde entonces, la relación comercial con Venezuela ha sido la tabla de salvación a la que Cuba se ha aferrado para no caer en el estancamiento o la contracción de su economía y para prolongar la dominación de la burguesía burocrática que se beneficia del capitalismo de Estado que existe en Cuba.Desde 1965, Cuba presenta un déficit crónico en su balanza comercial[15], a pesar de los precios preferenciales que obtiene de algunos países. La diversidad de productos que exporta es bastante limitada y se concentra en unas pocas materias primas tradicionales y algunos productos básicos (azúcar, níquel, tabaco, ron y combustible), que en 2013, en conjunto, representaron el 80% de sus exportaciones[16]. Estas exportaciones de bienes generan un ingreso de divisas insuficiente para adquirir en el exterior productos alimenticios para la población y las materias primas y bienes intermedios necesarios para la producción. En el año 2013, las exportaciones de bienes apenas llegaron a cubrir el 35% de las importaciones de bienes, dejando una brecha comercial muy grande, al igual que en años anteriores. Cuba compra más de lo que vende en el mercado internacional. Y no puede prescindir de lo que compra en el exterior[17] sin afectar sensiblemente la marcha de su economía: cada vez que se ha visto obligada a recortar sus importaciones (por falta de divisas), el resultado ha sido una reducción de la producción y una menor disponibilidad de productos para el consumo de la población. El crecimiento de su economía depende del comercio exterior, porque la estructura de la economía cubana es dependiente de alimentos, insumos, bienes intermedios y bienes de capital producidos en el extranjero. De ahí que el gran problema de los dirigentes cubanos, en este sentido, ha sido siempre cómo financiar el déficit crónico de la balanza comercial, y en consecuencia reducir la presión sobre la cuenta corriente de su balanza de pagos. La URSS cumplió un papel fundamental en reducir esa brecha comercial y evitar la sangría de un déficit entonces crónico en la cuenta corriente de la balanza de pagos.Luego de una década bastante difícil –la última del siglo pasado–, Venezuela apareció en la escena para cumplir, de alguna manera, ese rol dejado por el bloque soviético[18]. El gobierno de Chávez le permitió al gobierno cubano “solucionar” sus necesidades de petróleo (los cortes de energía eléctrica y la paralización de fábricas en Cuba están asociados a la falta de ese producto): en el 2003, el gobierno de Chávez creó lo que después se llamaría Misión Barrio Adentro para brindar servicio médico gratuito a la población venezolana, y con ese fin contrató los servicios médicos de Cuba, a cambio de un pago en petróleo. Esto, por un lado, le permitió a Cuba obtener petróleo a precio bajo y, por el otro, prácticamente de la nada, le abrió una sustancial fuente de ingresos de exportación[19]. De este modo obtuvo precios preferenciales por el petróleo y también precios preferenciales por servicios médicos en el exterior, que jamás pensó recibir. La importancia de este convenio consiste en que los voluminosos ingresos obtenidos por este negocio, le permiten a Cuba pagar en buena cuenta las compras de bienes que realiza en el mercado externo, especialmente el petróleo[20], tan vital para su economía. Los servicios médicos constituyen en la actualidad el principal sector de exportación de Cuba; y su principal comprador es el gobierno de Venezuela. La pérdida de esta fuente de ingresos (que va de la mano con el petróleo) significaría un gran golpe para la economía cubana; y el riesgo de perderlo es bastante alto considerando la situación actual en Venezuela. Los fundamentos de la exportación de los servicios medicos son frágiles, porque nacieron y están basados en la excepcional buena disposición de la parte contratante venezolana. La bondad de los servicios médicos cubanos en Venezuela es tangible y la urgente necesidad de servicios de salud por parte de la población pobre de Venezuela es secular; sin embargo, desde el punto de vista de las condiciones del mercado, la demanda venezolana de esos servicios cubanos es relativamente ficticia. Cuba difícilmente lograría vender esos servicios a otros países en la magnitud y en las condiciones ofrecidas por Venezuela[21].En contraste, el turismo es la industria más estable y sólida de Cuba. Desde los tiempos de la desintegración de la URSS y la apertura inicial a la inversión extranjera durante el “Período Especial”, se perfiló como un sector con bastante proyección. Durante muchos años fue la principal fuente de ingresos de Cuba, y sólo ha sido relegada a un segundo lugar por la mayor participación de la exportación de los servicios médicos a Venezuela. Las facilidades y concesiones que el gobierno cubano ha otorgado y otorga a la inversión extranjera han permitido levantar una industria rentable que cubrió parcialmente el vacío dejado por la industria azucarera del período soviético. La participación de capitales monopolistas españoles en la década de 1990 del siglo pasado y en la primera década de ese siglo, fue de vital importancia para la edificación de esta industria que en la actualidad sirve a casi 3 millones de turistas al año y representa el 42% de la inversión extranjera en Cuba[22], ocupando actualmente el tercer lugar como destino turístico en el Caribe. La industria del turismo que comprende hotelería, restaurantes, servicios de transporte aéreo y terrestre, operadores de turismo, etc., dejó alrededor de 2.6 mil millones de dólares en 2013[23], superando a las exportaciones de níquel, azúcar, tabaco y ron, e igualando a la exportación de combustibles, la principal mercancía de exportación cubana. Esta importante contribución del sector turismo es casi equivalente a la mitad del valor total de las exportaciones de bienes de 2013. Aun cuando su crecimiento se ha estancado, el potencial de esta actividad económica es todavía grande si consideramos que la apertura y proximidad de Estados Unidos incrementará sustancialmente el flujo de turistas, demandando más hoteles, hospedajes, restaurantes, transporte, servicios turísticos. Si a esto le sumamos que Cuba aún no ha desarrollado otros tipos de turismo ni la recreación y entretenimiento vinculados a él (casinos, parques temáticos, bares, clubes nocturnos, reservas naturales, etc.), la proyección que deben estar haciendo los capitales monopolistas en ese sentido debe tenerlos con la boca haciéndose agua. Todo indica que Cuba volverá a ser para los norteamericanos una parte virtual de su territorio, como lo fue antes de la revolución; con mayor razón si tomamos en cuenta que ahora en el sur de la Florida, a poco más de 90 millas, reside la gran mayoría de los casi 2 millones de personas de origen cubano que viven en Estados Unidos[24].Es evidente que el superávit de la balanza de servicios ha cumplido y cumple el papel principal en el financiamiento del déficit comercial cubano, mediante la exportación de sus dos principales componentes: los servicios médicos y el turismo [25]. Las cifras oficiales del sector externo no presentan la información en detalle de la balanza de servicios, por lo que los observadores tienen que recurrir a otras fuentes oficiales y no oficiales para llenar los espacios en blanco de la información estadística de la ONEI de Cuba. Se pueden estimar los ingresos dejados por el turismo, pero sólo se puede especular sobre los ingresos por los servicios médicos a partir de informes, estudios y noticias del exterior de Cuba. Sin embargo, este aparente equilibrio en las cuentas externas de Cuba es frágil, sus fundamentos son débiles, como los fueron también en el mejor momento de su pertenencia a la esfera de influencia soviética. Y por si fuera poco, tal como sostuvo un estudio del SELA, con sede en Caracas:“el sector exportador tiene escasas conexiones con la producción interna y, además, las exportaciones de servicios no generan el efecto multiplicador de las exportaciones industriales y de azúcar… En el caso del turismo, sin lugar a dudas han habido algunos ejemplos que dan cuenta de un mayor potencial para encadenarse con la producción nacional… Sin embargo, son pocas las posibilidades reales en el corto plazo del turismo para cumplir con este necesario papel de “arrastre”, pues los ingresos por visitante se han desacelerado; y hay problemas en términos de la calidad de los servicios, una mayor competencia regional y se requiere avanzar hacia nichos más sofisticados del turismo internacional. Por otra parte, el níquel tiene un bajo efecto multiplicador porque se refina en el exterior, que además, es la etapa del proceso productivo con mayor capacidad para agregar valor y difundir progreso tecnológico…“Entonces parte de las restricciones que enfrenta el comercio exterior cubano están relacionados con problemas en la estructura productiva del país, con la configuración sectorial de la economía nacional, con el proceso de descapitalización sufrida por la planta industrial del país en las dos últimas décadas y los consiguientes retrocesos en términos de innovación, productividad y competitividad…“…habría que considerar el bajo impacto directo que se percibe entre dichos ingresos por servicios y el sector productivo cubano, así como los elementos que determinarían la sostenibilidad a largo plazo de tales exportaciones de servicios profesionales junto al hecho de que los mismos han estado excesivamente concentrados en muy pocos mercados.” [26]Otra fuente importante de ingreso de divisas en Cuba lo constituyen las remesas de dinero a la Isla. Estas remesas corresponden a envíos de emigrados cubanos, a sus familiares. La mayor parte procede de Estados Unidos, que según las cifras conservadoras del Departamento de Estado norteamericano, alcanzan entre 1.4-2.0 mil millones de dólares al año[27]; mientras que algunos centros privados de investigación dan una cifra mucho más alta, situándola en 2.7 mil millones de dólares en efectivo en 2013[28]. El gobierno cubano no ofrece ninguna información al respecto. El Banco Mundial, por su parte, no registra información alguna sobre remesas a Cuba. Sin embargo, el impacto económico y social de esas remesas en Cuba es evidente y notable. Y fue Obama, precisamente, quien en 2009 facilitó el envío de remesas a Cuba, y ahora amplía sustancialmente el límite de los envíos, que seguramente se multiplicarán (pudiendo hacerlo hasta por cuatro).El dinero de los “gusanos” de Miami[29] es uno de los pilares de la economía de la Isla, que en ese sentido se parece a los países de América Latina de mayor flujo emigrante: es una fuente de divisas constante y estable que no le representa ningún costo al gobierno cubano, supera individualmente a todas las exportaciones de bienes y al turismo, se suma a ellas en el financiamiento de las importaciones, estimula el consumo de la población, aporta capital para emprender pequeños negocios y contribuye a la creciente diferenciación social. La necesidad de divisas obligó en 1993 a Fidel Castro a atraer remesas del exterior para cubrir el espacio que dejó el colapso de la industria azucarera; con ese fin despenalizó la tenencia y circulación de moneda extranjera, creó las casas de cambio estatales, autorizó el trabajo por cuenta propia. Se dio un proceso de dolarización tan pronunciado que a fines del año 2000 la circulación del dólar superaba el 50% de la circulación del país[30]. Para no perder el control y mediatizar el efecto de la presencia del dólar en la economía cubana se introdujo en 2003 el peso convertible, la dualidad monetaria y la obligación de convertir moneda extranjera en pesos convertibles. En la actualidad, conscientes de la necesidad de mayores opciones y con la intención de atraer aún más a esa comunidad de cubanos que reside a poco más de 90 millas del país, el parlamento cubano tuvo en cuenta el mayor potencial de esas remesas y la capacidad inversora de los empresarios cubanos en Estados Unidos, al aprobar la nueva ley de inversión extranjera en marzo de 2014, que por primera vez no pone ninguna restricción a la participación de cubanos residentes en el exterior, en calidad de inversionistas extranjeros. Esto no es otra cosa que un claro llamado a los “gusanos” de Miami (“con excepción de la mafia terrorista”) para que inviertan en la Isla. El interés es mutuo. Contra la idea común, existe un alto porcentaje de norteamericanos, incluyendo “cubanoamericanos” (como se autodenominan los cubanos en Estados Unidos), que están a favor de terminar con el embargo[31] y dispuestos a tomar parte de la “recuperación” pacífica de Cuba, a punta de capitales[32]. La comunidad cubana en Miami es una comunidad sólidamente incorporada en la vida económica y política de Estados Unidos, con muchas ventajas y privilegios resultantes de la política norteamericana contra Cuba. Cuenta con muchas corporaciones industriales, comerciales, financieras y de servicios que le da, en términos relativos, un poder económico y político superior a otras comunidades de migrantes. La revista The Economist, citando fuentes en las altas esferas cubanas, informa que los gobernantes de la Isla buscan captar capitales de inversión entre 2.5 y 5.0 mil millones de dólares entre los cubanos en el exterior. En las altas esferas del país caribeño también hay muchos que abogan por “más mercado y menos socialismo” (como llaman al estatalismo).Pero la importancia de las remesas del exterior no queda ahí. Dada su cercanía a la Isla, los cubanos de Miami también realizan envíos en especie: ropa, medicinas, computadoras personales, electrodomésticos, televisores, teléfonos móviles con señal desde Miami, herramientas y equipos pequeños, etc. Hay estimaciones de que el valor de estas “remesas en especie” alcanzó un total de 3.5 mil millones de dólares el año 2013[33]. De este modo, con la anuencia del gobierno cubano, también se están ingresando capitales y medios de producción necesarios, aunque aún incipientes, para seguir el camino del capitalismo abierto. Todo lo anterior, en conjunto, revela la gran influencia, el peso, que los cubanos norteamericanos tienen en la vida económica y social de la Isla. Incluso, algunos aprovechando las ventajas que tienen de hacerse rápidamente ciudadanos estadounidenses, regresan a vivir a Cuba o viven con su doble nacionalidad entre Estados Unidos y Cuba, que está a tiro de piedra.Hasta antes del anuncio público del acercamiento EEUU-Cuba, el impacto económico y social de esas remesas ya era grande, aunado al tráfico comercial y humano entre la Isla y Miami, a pesar de todas las limitaciones del embargo. La primera apertura al capital extranjero y a las remesas del exterior, realizada por Fidel Castro en la década de 1990, empezó a manifestarse como una aceleración del proceso de diferenciación social[34] en el seno de la sociedad cubana. Las reformas introducidas en 2008, luego del ascenso al poder de Raúl Castro, agudizaron ese proceso y ampliaron el espectro de clases y capas sociales. Aparte de la burguesía burocrática que gobierna Cuba desde hace décadas, en los 1990s reemergió con protagonismo la pequeña burguesía urbana, fuerza motriz de la actividad mercantil y representante dinámico del sector privado en la economía cubana. Alimentado visiblemente por los receptores de remesas del exterior, se manifestó con anterioridad a través de la actividad empresarial en el sector informal de la economía, y ahora cubre además un amplio sector de los llamados “cuentapropistas”. Esta pequeña burguesía urbana es una de las principales beneficiarias de las reformas; y es estimulada por el gobierno cubano para tomar una mayor cuota del mercado y ampliar la oferta de bienes y servicios de consumo interno, así como para absorber los “excedentes” de mano de obra del sector estatal, que en el proceso de racionalización de las cuentas fiscales, ahora son una carga para el Estado. En el campo se ha producido un proceso similar con el crecimiento de los “parceleros” y los cooperativistas agrícolas que explotan la tierra de forma privada, constituyendo una pujante pequeña burguesía agrícola. Esta pequeña burguesía urbana y rural, en crecimiento, está sufriendo, a su vez, un proceso de diferenciación en su seno, cuyos extremos están creando las bases de un proletariado y una burguesía privados, hijos de las reformas, que más temprano que tarde se convertirán en fuerzas sociales y políticas a considerar. Así, las remesas han cumplido un papel catalizador de la diferenciación social y la reconfiguración de la estructura de clases de la sociedad cubana. Contribuyó a la creación de una capa social de ciudadanos cubanos, cambiándoles sus condiciones de vida y sus aspiraciones, constituyéndoles en otro sector privilegiado (además de los agentes del mercado informal), fuera de la burguesía burocrática. Por su parte, la penetración del capital monopolista extranjero a través de las inversiones extranjeras ha creado inevitablemente otro sector privilegiado, reducido en número (0.7% de la población) pero con un papel importante en la sociedad y en la economía cubana, que se revelará en toda su expresión cuando se profundice la liberalización de la economía, particularmente con el ingreso de los capitales norteamericanos: los directivos y altos cargos cubanos en las empresas mixtas y extranjeras que operan en Cuba[35]. Este sector por el momento depende de la burguesía burocrática cubana, que lo ubica en los puestos directivos y lo supervisa, pero sus condiciones de vida ya son totalmente diferentes a las del resto de la sociedad cubana, y naturalmente se constituirán en los “compradores” o representantes de los distintos imperialismos. Básicamente, los sectores beneficiados por las reformas están vinculados al comercio exterior, a la inversión extranjera y a los flujos de moneda extranjera (al “acceso a divisas”, como se dice en Cuba).Estos “nuevos actores”, como los llama la sociología cubana (en la que se nota una ausencia casi total de análisis marxista), formarán la base social de lo que será la completa integración de Cuba en la economía capitalista norteamericana. No sólo por sus intereses de clase sino también por los vínculos familiares y económicos con residentes en Estados Unidos. Estos constituyen una cabeza de playa de los capitales norteamericanos, grandes y pequeños, sean de origen cubano o no. Cuando se levante el embargo y se permita el ingreso de capitales norteamericanos en Cuba, ellos estarán en mejores condiciones que la mayoría de la población cubana para sacar provecho de la vorágine capitalista que sacudirá la sociedad cubana hasta sus cimientos. Empresarios informales, cuentapropistas, directivos de empresas van fortaleciendo a una capa alta de la pequeña burguesía urbana, que nutrirá una burguesía media en desarrollo y con aspiraciones de convertirse en gran burguesía, cuando las condiciones, las leyes y su capital lo permitan.“¿Y la clase obrera?”[36]. La clase obrera nunca ejerció el poder; la dictadura del proletariado no fue una realidad en Cuba. Con el abandono del camino de la revolución y el socialismo, la clase obrera fue golpeada de forma contundente. En la época de la artificial bonanza alimentada por los soviéticos, la clase obrera cubana alcanzó su máxima expresión y su mejor momento, como consecuencia directa del crecimiento de la industria azucarera. Los obreros azucareros eran la vanguardia de su clase, su contribución a la producción y al ingreso nacional era decisiva, por lo que –a pesar de la situación de explotación– sus condiciones de vida eran relativamente mejores que en la actualidad. Eran la vanguardia en su condición de clase productora, mas no en su condición de clase dirigente de la sociedad. Con la debacle de la industria azucarera, ese pilar de la clase obrera se redujo a la mitad, y, obligados por la crisis, muchos fueron a trabajar como campesinos, a vender su mano de obra en el sector informal, a dedicarse al cuentapropismo, a engrosar las filas de los trabajadores excedentes en la nómina de otras empresas estatales. Después de haber estado en la fila de los más productivos del país, muchos fueron conducidos por el camino de la desproletarización. Lo mismo ocurrió en otras industrias que tuvieron que reducirse o desaparecer en esa misma época, como repercusión de la crisis azucarera. La condición de la clase obrera nunca superó el divorcio entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo. El obrero siguió siendo el trabajador asalariado de toda producción capitalista, pese a los bienintencionados intentos revolucionarios de cambiar las cosas durante la primera mitad de los 1960s. Esta situación se hizo patente con la apertura a la inversión extranjera, cuando los trabajadores cubanos fueron ofrecidos como mano de obra barata[37], en condiciones en que ni siquiera podían contratar directamente con sus empleadores y tampoco gozaban de derechos laborales en las empresas y asociaciones con capital extranjero que se constituían en el país. La clase obrera cubana no ha participado ni participa en las decisiones políticas y económicas que han tenido y tienen que ver con el destino de la nación; estas decisiones y el poder siempre han estado en manos de lo que hoy constituye la burguesía burocrática cubana en el poder.La relativa independencia formal[38] que ha ostentado la dirigencia y el Estado cubanos con posterioridad a la desintegración de la URSS ha llegado a un momento decisivo. Conscientes de ello, la actual burguesía burocrática cubana encabezada por los Castro tiene como objetivo controlar el proceso de apertura, de liberalización del capitalismo en Cuba, de penetración y ampliación del capitalismo por acción del capital imperialista, principalmente norteamericano. Este proceso de apertura al capital norteamericano parece inevitable, y esa también parece ser la opinión de los dirigentes cubanos que lo han estado esperando desde que Raúl Castro asumió el gobierno. Su rapidez dependerá de la prontitud con que se levante el embargo. El futuro de la actual burguesía burocrática cubana dependerá de la forma en que se adapte a ese proceso y del papel que juegue en él: 1) como supuestos árbitros tratando de regular el proceso, o 2) tomando parte y aceptando como clientes a los diferentes capitales monopolistas, es decir, integrándose como intermediarios (“compradores”) de esos capitales. Esto tendrá que decidirse pronto, especialmente desde el lado cubano, donde los actuales gobernantes pertenecen a la primera generación, a la vieja guardia, de la revolución, con edades que en promedio superan los 80 años. Todos los intentos anteriores de realizar un relevo programado, incorporando a dirigentes jóvenes en los más altos cargos del gobierno y el Estado no dieron los resultados esperados [39]; mientras que Raúl Castro ha anunciado que se retirará el 2017. Sea como fuere, será la generación siguiente –situada en los puestos claves del Partido, el Estado, las Fuerzas Armadas y las empresas estatales– la que llevará las cosas hasta el fin. Ya saldrá alguno que se pondrá al frente del proceso de la integración completa en la economía capitalista mundial encabezada por Estados Unidos, ya saldrá aquel que servirá de chivo expiatorio a los revisionistas de toda laya por la supuesta traición al “socialismo” y por la “restauración” del capitalismo en Cuba. Ya tendrán un Gorbachov, a quien culpar: si no es Raúl Castro será el que lo suceda.Como se dijo antes, después de la desintegración de la URSS, el Departamento de Estado norteamericano declaró que Cuba ya no era una prioridad para su sistema de seguridad. Sin embargo, nadie consideró necesario acabar con el ineficaz embargo. Reiteramos, Obama no ha hecho otra cosa que reconocer el fracaso de esa medida, no solo por su ineficacia sino también porque ha retrasado la incorporación de Cuba a su esfera de influencia. El fin del embargo será el principio del fin del seudo-socialismo cubano, si es que antes no lo precipitan otros factores, si las contradicciones de clase y la lucha de clases en Cuba no se agudizan hasta desencadenar una crisis política y social. Al igual que con la URSS y otros países del bloque soviético, el caso de Cuba no es el colapso del socialismo, sino el colapso del capitalismo restaurado, el colapso del capitalismo burocrático del revisionismo moderno.Notas[...]
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pablo13- Miembro del Soviet
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Muy interesante aporte Platon. Me a costado reconocerlo, esta discusión sobre si Cuba se abre a los Estados Unidos o es al revés.
Para mi, después de debatirlo bastante llegue a la conclusión que el modelo estructural de Cuba a fracasado. Estados Unidos si vamos al caso no necesita nada de Cuba, es al contrario. Mas allá de los miles de logros de la Revolución Cubana (sociales, educativos, en salud y demás) han llegado al limite. Si Cuba permite este acercamiento, sin dudas lo hace por necesidad y esa es la necesidad de consumo que se a globalizado y de la cual el pueblo cubano no esta al margen.
Y si hablamos de una necesidad de consumo, hablamos de la inevitable infiltración del capitalismo a la isla. Y esto denota que el modelo estructural cubano a llegado a su fin.
Y que no se mal interprete, la Revolución a sido exitosa en vista de todos los grandes logros y conquistas del modelo comunista que arraigo Fidel en Cuba. Pero este mundo se ha globalizado en lo que respecta al consumo y Cuba esta dentro de este sistema globalizado del cual no puede escapar. Este no es el fin de la Revolución ni mucho menos, es simplemente el fin de un modelo económico bastante irregular que ha logrado subsistir durante muchas décadas pero el mundo evoluciono a la par del capitalismo y Cuba (nos guste o no) formara parte de este sistema económico-capitalista mundial.
Saludos !!
Para mi, después de debatirlo bastante llegue a la conclusión que el modelo estructural de Cuba a fracasado. Estados Unidos si vamos al caso no necesita nada de Cuba, es al contrario. Mas allá de los miles de logros de la Revolución Cubana (sociales, educativos, en salud y demás) han llegado al limite. Si Cuba permite este acercamiento, sin dudas lo hace por necesidad y esa es la necesidad de consumo que se a globalizado y de la cual el pueblo cubano no esta al margen.
Y si hablamos de una necesidad de consumo, hablamos de la inevitable infiltración del capitalismo a la isla. Y esto denota que el modelo estructural cubano a llegado a su fin.
Y que no se mal interprete, la Revolución a sido exitosa en vista de todos los grandes logros y conquistas del modelo comunista que arraigo Fidel en Cuba. Pero este mundo se ha globalizado en lo que respecta al consumo y Cuba esta dentro de este sistema globalizado del cual no puede escapar. Este no es el fin de la Revolución ni mucho menos, es simplemente el fin de un modelo económico bastante irregular que ha logrado subsistir durante muchas décadas pero el mundo evoluciono a la par del capitalismo y Cuba (nos guste o no) formara parte de este sistema económico-capitalista mundial.
Saludos !!
Razion- Moderador/a
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El artículo al que hacer referencia Platón, habría que agregarle la importancia de la industria farmacéutica/biotecnológica cubana. Tal vez una de las áreas donde más se destaca la isla, y que a largo plazo -aunque ya lo hace- puede ser un verdadero pilar del desarrollo (estamos hablando de una industria que implica el desarrollo constante de fuerzas productivas, y donde se requiere por sobre todo profesional capacitado -no las grandes inversiones de las industrias de bienes de capital por ejemplo-).
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Por otro lado, hay varias industrias diversas desactualizadas en la isla -de maquinarias, naval, automotrices abandonadas, etc-, que con la apertura económica podrían reactivarse mediante la incorporación de tecnología nueva. Ésto puede ser administrado por el Estado, no creo que la acumulación por parte del mismo sea tan ínfima como para no poder realizar inversiones en éstas áreas y depender exclusivamente de la buena disponibilidad del capital privado.
Saludos
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Por otro lado, hay varias industrias diversas desactualizadas en la isla -de maquinarias, naval, automotrices abandonadas, etc-, que con la apertura económica podrían reactivarse mediante la incorporación de tecnología nueva. Ésto puede ser administrado por el Estado, no creo que la acumulación por parte del mismo sea tan ínfima como para no poder realizar inversiones en éstas áreas y depender exclusivamente de la buena disponibilidad del capital privado.
Saludos
gatopardo2015- Revolucionario/a
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Razion escribió:(...) Ésto puede ser administrado por el Estado, no creo que la acumulación por parte del mismo sea tan ínfima como para no poder realizar inversiones en éstas áreas y depender exclusivamente de la buena disponibilidad del capital privado.
Lindo punto: quien, como y con que fines un gobierno se apropia de la plusvalía social.
ajuan- Administrador
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Muy interesante el texto que puso Platon, no lo termine de leer todo porque es larguisimo ya se me quemaban los ojos despues pude leer lo principal sobre los problemas economicos de la Isla.
A diferencia del autor considero que la Revolucion no esta perdida, si se hacen bien las cosas se podria pegar una remontada general economica y social para poder reindustrializarse el problema esta en que es muy dificil seguir una linea semejante que pocas veces se vio. Porque hoy en dia a Cuba no le queda otra que ceder a los capitales extranjeros para poder industrializarse , si tiene una linea ferrea y una direccion realmente M-L se va a demostrar que en algun momento se volvera a un periodo sin capital extranjero y contruccion del comunismo ademas de invertir los capitales extranjeros en maquinaria productiva esa es la unica manera que un pais se puede volver realmente comunista poder tener una economia lo mas autosustentable posible y no depender de los paises imperialistas y capitalistas de todos los colores.
A diferencia del autor considero que la Revolucion no esta perdida, si se hacen bien las cosas se podria pegar una remontada general economica y social para poder reindustrializarse el problema esta en que es muy dificil seguir una linea semejante que pocas veces se vio. Porque hoy en dia a Cuba no le queda otra que ceder a los capitales extranjeros para poder industrializarse , si tiene una linea ferrea y una direccion realmente M-L se va a demostrar que en algun momento se volvera a un periodo sin capital extranjero y contruccion del comunismo ademas de invertir los capitales extranjeros en maquinaria productiva esa es la unica manera que un pais se puede volver realmente comunista poder tener una economia lo mas autosustentable posible y no depender de los paises imperialistas y capitalistas de todos los colores.
Platon- Miembro del Soviet
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Me gustaría detenerme particularmente en esta parte de tu comentario ajuan:
Algunos datos sobre la dirección "leninista" cubana:
En 1964, Castro realiza su segundo viaje a la URSS y a su regreso trae firmados una serie de acuerdos por seis años con Moscú en los que se indicaba que la URSS le proveería a la Isla petróleo, derivados de éste y capital para inversiones, a cambio de azúcar cubano.
Por esos años parte de la dirección cubana intentaba diversificar la industria y agricultura y hacer de Cuba una economía auto-sustentable, independiente de los deseos de las potencias (esta concepción la plantea fuertemente Guevara en los años del "Gran Debate" y se toma en serio hasta 1968), pero los soviéticos haciendo gala de su fraternal y desinteresada ayuda internacionalista continuaron con los préstamos a Cuba, rechazaron anular las deudas y reducir el embarque de petróleo, haciendo que Cuba acelerará la producción del único producto que les generaba efectivo, el azúcar. Antes de que finalizara la década del '60, el gobierno cubano -mientras propagaba la teoría del "Hombre Nuevo" emancipado- exhortaba a los campesinos y enviaba obreros e intelectuales al campo para producir la cosecha de azúcar más grande de la historia – 10 millones de toneladas (un empresa que fracasó rotundamente, claro está) para pagar las deudas que tenían con los soviéticos (deudas que ascendía a un cuarto de billón de dólares por año, aproximadamente).
En la década del ’60, las relaciones cubano-soviéticas se caracterizaron por el intercambio de azúcar por: capital, mercancías de consumo masivo, petróleo, tractores, partes de maquinarias y otros productos que los cubanos no producían ni deseaban producir, pues no les eran rentables (el principio de rentabilidad siempre guio las medidas económicas de los revisionistas, desde Trotsky y Tito a Brezhnev, Castro y Ceaușescu). Con Brezhnev al mando y con la completa transformación de la URSS en un país imperialista, el rol que ocupan los cubanos para la dirección de Moscú sufre un cambio. Cuba pasa a ser, además de un apéndice azucarero de la URSS, un país del que se pueden conseguir mercenarios para invadir países del “tercer mundo”, usando la fama que consiguieron los barbudos en los países oprimidos y aprovechando las deudas inauditas que Cuba había contraído para edificar el comunismo (¡!). Es en este periodo que en Cuba desaparece la idea de la independencia económica, de convertirse en una economía que se base en sus propias fuerzas. El resto es historia conocida.
A lo que voy es que todo lo que sufrieron los desposeídos cubanos con la desintegración de la URSS, todo lo que sufren en la actualidad y lo que van a sufrir cuando el falso socialismo se venga abajo es pura y exclusiva responsabilidad de la línea férrea de la dirección "leninista", encabezada por los Castro, que ató y ata al pueblo cubano al mejor postor: unos pocos años EEUU, después al social imperialismo soviético, posteriormente Venezuela y España y se vienen los yanquis.
si tiene una linea ferrea y una direccion realmente M-L se va a demostrar que en algun momento se volvera a un periodo sin capital extranjero y contruccion del comunismo
Algunos datos sobre la dirección "leninista" cubana:
En 1964, Castro realiza su segundo viaje a la URSS y a su regreso trae firmados una serie de acuerdos por seis años con Moscú en los que se indicaba que la URSS le proveería a la Isla petróleo, derivados de éste y capital para inversiones, a cambio de azúcar cubano.
Por esos años parte de la dirección cubana intentaba diversificar la industria y agricultura y hacer de Cuba una economía auto-sustentable, independiente de los deseos de las potencias (esta concepción la plantea fuertemente Guevara en los años del "Gran Debate" y se toma en serio hasta 1968), pero los soviéticos haciendo gala de su fraternal y desinteresada ayuda internacionalista continuaron con los préstamos a Cuba, rechazaron anular las deudas y reducir el embarque de petróleo, haciendo que Cuba acelerará la producción del único producto que les generaba efectivo, el azúcar. Antes de que finalizara la década del '60, el gobierno cubano -mientras propagaba la teoría del "Hombre Nuevo" emancipado- exhortaba a los campesinos y enviaba obreros e intelectuales al campo para producir la cosecha de azúcar más grande de la historia – 10 millones de toneladas (un empresa que fracasó rotundamente, claro está) para pagar las deudas que tenían con los soviéticos (deudas que ascendía a un cuarto de billón de dólares por año, aproximadamente).
En la década del ’60, las relaciones cubano-soviéticas se caracterizaron por el intercambio de azúcar por: capital, mercancías de consumo masivo, petróleo, tractores, partes de maquinarias y otros productos que los cubanos no producían ni deseaban producir, pues no les eran rentables (el principio de rentabilidad siempre guio las medidas económicas de los revisionistas, desde Trotsky y Tito a Brezhnev, Castro y Ceaușescu). Con Brezhnev al mando y con la completa transformación de la URSS en un país imperialista, el rol que ocupan los cubanos para la dirección de Moscú sufre un cambio. Cuba pasa a ser, además de un apéndice azucarero de la URSS, un país del que se pueden conseguir mercenarios para invadir países del “tercer mundo”, usando la fama que consiguieron los barbudos en los países oprimidos y aprovechando las deudas inauditas que Cuba había contraído para edificar el comunismo (¡!). Es en este periodo que en Cuba desaparece la idea de la independencia económica, de convertirse en una economía que se base en sus propias fuerzas. El resto es historia conocida.
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