El 1% de los hombres y mujeres más ricos del mundo está a punto de batir un nuevo récord: si la tendencia no cambia, en 2016 su fortuna será mayor que toda la riqueza junta del resto de los habitantes.
Es la conclusión de un informe que la ONG de lucha contra la pobreza Oxfam presentará mañana ante los líderes mundiales en el foro de Davos, en un intento de llamar su atención sobre el peligroso crecimiento de la desigualdad.Según los datos que Oxfam obtuvo a partir de informes del banco Credit Suisse y de los rankings de la revista Forbes, ese 1% de millonarios acumulaba fortunas equivalentes al 44% del PBI global en 2009. En 2014 sumaron el 48% de la riqueza del mundo y en 2016 podrían pasar del 50% si no se toman medidas para evitarlo.
Denunciada en 2011 por el movimiento Occupy Wall Street en Nueva York, la desigualdad creciente se explica porque los rendimientos del capital (muchas veces heredado) son mayores que el crecimiento de la economía y, en consecuencia, el de los aumentos salariales, según el economista francés Thomas Piketty, autor del bestseller "El Capital en el Siglo XXI".
La diferencia entre pobres y ricos crece desde que se popularizaron las fórmulas neoliberales de Ronald Reagan, en Estados Unidos; y de Margaret Thatcher, en Reino Unido; que recortaban impuestos para los más ricos y permitieron el crecimiento desproporcionado en los sueldos de los altos ejecutivos.
Tras el estallido de la crisis financiera en 2008, esta brecha siguió agravándose, debido al estancamiento de los sueldos (en el mejor de los casos) y a los mayores rendimientos que en estos años experimentaron los dueños del capital.
Se espera que el presidente de EE.UU., Barack Obama, presente hoy a los legisladores un plan tributario para cobrar US$ 300 mil millones extra en impuestos al 1% más rico del país con los que financiar nuevos beneficios para la clase trabajadora.
"La desigualdad creciente es peligrosa. Es mala para el crecimiento y es mala para los gobiernos". Ese es el mensaje que la presidenta de Oxfam, Winnie Byanyima, piensa llevar ante los políticos y empresarios que se reunirán esta semana en el Foro Económico Mundial.El año pasado, Oxfam ya había tratado de interesar en el tema a los líderes mundiales. Según el estudio que presentó en 2014 la ONG, 85 personas acumulaban tanto dinero como la mitad de la población mundial: 3.500 millones de personas. En 2015, hacen falta aún menos millonarios para igualar las posesiones de la mitad del mundo: alcanza con 80.
Cobrar más impuestos a los dueños del capital y castigar a los paraísos fiscales son algunas de las propuestas presentadas por Piketty para terminar con la desigualdad. El problema es que para eso hacen falta leyes. Otra de las conclusiones del informe es que los ricos usan cada vez más sus fortunas para lograr que las políticas públicas se adapten a sus intereses.
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Es la conclusión de un informe que la ONG de lucha contra la pobreza Oxfam presentará mañana ante los líderes mundiales en el foro de Davos, en un intento de llamar su atención sobre el peligroso crecimiento de la desigualdad.Según los datos que Oxfam obtuvo a partir de informes del banco Credit Suisse y de los rankings de la revista Forbes, ese 1% de millonarios acumulaba fortunas equivalentes al 44% del PBI global en 2009. En 2014 sumaron el 48% de la riqueza del mundo y en 2016 podrían pasar del 50% si no se toman medidas para evitarlo.
Denunciada en 2011 por el movimiento Occupy Wall Street en Nueva York, la desigualdad creciente se explica porque los rendimientos del capital (muchas veces heredado) son mayores que el crecimiento de la economía y, en consecuencia, el de los aumentos salariales, según el economista francés Thomas Piketty, autor del bestseller "El Capital en el Siglo XXI".
La diferencia entre pobres y ricos crece desde que se popularizaron las fórmulas neoliberales de Ronald Reagan, en Estados Unidos; y de Margaret Thatcher, en Reino Unido; que recortaban impuestos para los más ricos y permitieron el crecimiento desproporcionado en los sueldos de los altos ejecutivos.
Tras el estallido de la crisis financiera en 2008, esta brecha siguió agravándose, debido al estancamiento de los sueldos (en el mejor de los casos) y a los mayores rendimientos que en estos años experimentaron los dueños del capital.
Se espera que el presidente de EE.UU., Barack Obama, presente hoy a los legisladores un plan tributario para cobrar US$ 300 mil millones extra en impuestos al 1% más rico del país con los que financiar nuevos beneficios para la clase trabajadora.
"La desigualdad creciente es peligrosa. Es mala para el crecimiento y es mala para los gobiernos". Ese es el mensaje que la presidenta de Oxfam, Winnie Byanyima, piensa llevar ante los políticos y empresarios que se reunirán esta semana en el Foro Económico Mundial.El año pasado, Oxfam ya había tratado de interesar en el tema a los líderes mundiales. Según el estudio que presentó en 2014 la ONG, 85 personas acumulaban tanto dinero como la mitad de la población mundial: 3.500 millones de personas. En 2015, hacen falta aún menos millonarios para igualar las posesiones de la mitad del mundo: alcanza con 80.
Cobrar más impuestos a los dueños del capital y castigar a los paraísos fiscales son algunas de las propuestas presentadas por Piketty para terminar con la desigualdad. El problema es que para eso hacen falta leyes. Otra de las conclusiones del informe es que los ricos usan cada vez más sus fortunas para lograr que las políticas públicas se adapten a sus intereses.
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