Interesante articulo sobre el caracter y actuaciones del Trotkismo...
Fuentes:
Diario Octubre - Bitácora Marxista-Leninista
Un documento extenso pero interesante en el que a pesar del buen contenido se reproducen alguna jerga creada por el trotskismo y el imperialismo en contra del proceso al Comunismo…, es el caso de la utilización de término ‘stalinismo’ que en realidad no existe, pues sencillamente Stalin se redujo a la aplicación de los lineamientos del marxismo-leninismo, la misma consideración para el término régimen para definir procesos socialistas, etc. No obstante, en el se contiene datos verdaderamente interesantes que deben de conocerse.
El documento:
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¿Quién fue Trotsky?
Trotsky fue de 1904 a 1914 un declarado “enemigo” de Lenin dentro las filas partidarias. En 1904 le acusó de ser un dictador, autócrata asiático, revolucionario burgués y escisionista fanático en su folleto “Nuestras tareas políticas”. Se opuso a la teoría leninista del partido. Trotsky fue un dirigente menchevique opuesto a los bolcheviques. Se opuso a la tesis de Lenin sobre la transformación de la revolución democrático-burguesa en socialista oponiéndole su teoría sobre la “revolución permanente”. Eso le llevaría a negar la construcción del socialismo en la URSS si no triunfaba una revolución socialista en Occidente. La Revolución de la clase obrera europea occidental en los años 20 y 30 fue aplastada en sangre (Finlandia, Hungría, Polonia, Bulgaria, Baviera, Berlín, Milán, España) y el tiempo quitó completamente la razón a Trotsky.
Otra discrepancia grave de Trotsky con el leninismo es negar el papel revolucionario del campesinado y en 1905 lanzó la consigna “¡No al Zar, gobierno obrero!” que olvidaba por completo a este importante sector social.
En 1913 escribió al menchevique Chjeidze que “el leninismo descansa por completo en estos momentos en la mentira y la falsificación y lleva en su seno el elemento emponzoñado de su propia desintegración”.
En la conferencia de Zimmerwald de 1915 se sigue oponiendo a Lenin.
Hasta 1917 mantiene una posición ante la cuestión nacional opuesta a la de Lenin y similar a la de Rosa Luxemburgo, negando el derecho de autodeterminación.
En julio de 1917 el Partido Comunista de Rusia (es decir, tres meses antes de la revolución) acepta el ingreso del grupo heterogéneo que lidera Trotsky llamado Meyrayontsi formado por 4 mil militantes. Trotsky no se opuso al plan de Lenin de desencadenar la insurrección pero propuso aplazarla hasta el II Congreso de los Soviets. Se vuelve a oponer en la cuestión de la paz de Brest-Litovsk de diciembre de 1917, lo que le lleva a dimitir de su puesto de Comisario del Pueblo para las relaciones internacionales.
En 1919 tiene el principal momento de gloria de su vida al dirigir y organizar el Ejército Rojo aunque una llamada “oposición militar” comunista le critica por dar empleo y mando en el mismo a 50 mil ex oficiales zaristas.
El 5 de marzo de 1920 Trotsky ordena el exterminio de los marinos revolucionarios de Kronstadt levantados contra el gobierno bolchevique.
En el X Congreso del partido vota por la prohibición de las corrientes internas aunque después de muerto Lenin, proclama la libertad de fracciones para “intentar socavar la unidad del Partido”.
Se opone a la “Nueva política económica” (NEP) lanzada por Lenin y escribe su folleto Nuevo Curso.
En 1921 defiende al partido menchevique de Georgia pasado a la contrarrevolución.
En 1924 el Partido Bolchevique lanza una primera campaña contra el trotskismo.
En 1936 escribe su libro La Revolución traicionada afirmando que “no existe el menor socialismo en la URSS”, convocando el derrocamiento violento del poder soviético y vaticinando la derrota soviética en la inminente guerra contra la Alemania nazi. Obviamente el libro es acogido por todas las fuerzas reaccionarias dispuestas a destruir la Unión Soviética.
Como dice un francés, “la última cosa que le pasó por la cabeza fue un piolet enviado por correo certificado por Stalin”. El antiguo resistente comunista francés Raymond Casas sostiene que su asesino fue Ramon Mercader, “Monard”.
Formación de la corriente trotskista.
El trotskismo es una corriente política-ideológica oportunista pequeño-burguesa hostil al Marxismo Leninismo. Surgió en 1903 como reacción a la etapa leninista de desarrollo del marxismo, al nacimiento en Rusia del partido revolucionario de tipo nuevo, y reflejaba el talante de cierta parte de la intelectualidad urbana pequeño-burguesa proclive al revolucionarismo retórico”.
En 1929 Trotsky niega que vaya a crear una IV Internacional diciendo “que no hay en el mundo ningún sitio para ella”. Trotsky fue el primero en lanzar el slogan comunismo = fascismo. La corriente trotskista se opone a la construcción del socialismo en la URSS en los años 30.
En esa década pequeños grupos se unen a Trotsky. El 6 de abril de 1930 se crea en Paris un secretariado formado por Andreu Nin, el francés Alfred Rosmer, el hijo de Trotsky Leon Sedov y algún otro. El 3 de septiembre de 1938 proclama la creación de la IV Internacional trotskista en una conferencia en Montreuil, en las afueras de París.
En 1938 los tribunales soviéticos juzgaron a los trotskistas soviéticos. Según Raymond Casas el “famoso proceso de Moscú del 2 al 13 de marzo de 1938, seguido por observadores y periodistas de los países capitalistas, ha revelado la actividad de los agentes de Trotsky con las redes reaccionarias preparando la invasión de la URSS y el derrocamiento del poder soviético, lo que no pudo nunca hacerse por la fuerza sino sólo por el entrismo y la descomposición interna del ‘stalinismo’, después del Marxismo-Leninismo, lo que ha tenido como resultado entregar la URSS a la mafia actual salida del “gulag””.
En el sentido metodológico y gnoseológico es característico del trotskismo un extremado subjetivismo y voluntarismo, un tosco esquematismo y el empleo de la sofística. La base ideológica del trotskismo fue la “teoría de la revolución permanente” que, nutrida parasitariamente de la idea de la revolución permanente expresada por Marx y Engels, apuntaba contra la doctrina leninista de la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista.
En mayo de 1940, en vísperas de la invasión nazi de la URSS, la IV afirma en un manifiesto ser partidaria a la vez de la defensa de la URSS y el combate contra la “oligarquía de Moscú” (es decir el Partido bolchevique).
El grupo más numeroso estaba en los USA, el Socialist Workers Party (SWP), creado en 1938. Sus dirigentes Max Shachtman (que visitó a Trotsky en su exilio de Turquía y en abril de 1930 había formado parte del primer buró internacional trotskista en compañía de Andreu Nin, el hijo de Trotsky y otros) Albert Glotzer y Martin Abern salen del mismo en 1940 para fundar pomposamente el Workers Party (WP) que apenas tiene 323 miembros.
Abern muere en 1947. Evolucionando siempre a la derecha en 1949 el grupo se declara abiertamente socialdemócrata y pasa a llamarse Independent Socialist League (ISL) y en los 50 se disuelve. Shachtman defiende la tesis del “colectivismo burocrático” relativo a la URSS. Él y sus colaboradores ingresan en el ala más anticomunista del partido demócrata. Defienden a la burocracia sindical anticomunista de George Meny en la AFL-CIO (un declarado agente de la CIA).
Apoya la invasión norteamericana de Cuba en Bahía de Cochinos y la agresión USA contra el Pueblo de Vietnam. Fue asesor del sindicato de maestros de la “AFL-CIA” que funciona como brazo del departamento de estado USA apoyando y financiado a gansters anticomunistas en Europa Occidental y grupos fascistoides en el campo socialista. Muere en 1972.
Otro compañero de Shachtman y Abern en el comité de dirección del SWP en los años 30, James Burnham, afirma que la URSS es una sociedad de clases, manifiesta públicamente su desprecio por el marxismo y se convierte en el principal ideólogo de la CIA en la guerra fría. Burnham y Sidney Hook crearon el Partido Socialista Obrero que más tarde daría lugar al SWP.
En 1944 escribió un informe que llamó la atención de la recién creada CIA que le invitó a dirigir la división de guerra política y psicológica de su oficina de coordinación política. Una brillante intervención suya fue la creación del Congreso para la Libertad de la Cultura, plataforma de propaganda anticomunista y de creación cultural reaccionaria y pro imperialista. En dicho congreso ocupó puestos el trotskista Max Sachtman.
En una reunión de dicho “congreso” financiado por la CIA en Berlín en 1950, defiende la posibilidad de un ataque nuclear contra la URSS. En 1953 insiste en la necesidad de atacar militarmente la URSS en su libro Contención o Liberación. Escribe la Revolución gerencial en 1941 y en su libro Los Maquiavelistas ataca las teorías a favor de la igualdad social. Interviene de manera crucial en 1953 en la operación de la CIA para derrocar y asesinar al presidente iraní Mossadeg. En los años 70 es reconocido como una autoridad entre los círculos intelectuales más reaccionarios y belicistas. En 1983 el presidente Reagan le dio la medalla presidencial de la Libertad en premio a su larga carrera trotskista, fascista e imperialista. Murió en 1987. A pesar de esta trayectoria los troskistas del Marxist Internet Archive aseguran que Burnham es “marxista”.
Una fracción del WP reingresa en el SWP. La formaban Johnson y Forest que decían que la URSS era “capitalismo de estado”. Johnson era el seudónimo del especialista en cricket C.L.R.James y Forest era la ex secretaria de Trotsky Raya Dybayevskaya que fundó una secta matriarcal en Detroit.
El antiguo colaborador ruso de Trotsky, Sol Levitas, tras exiliarse en USA se convirtió en agente de la CIA, colaborador del “Congreso por la Libertad cultural” y director de una de sus revistas paraoficiales, New Leader.
Los trotskistas Philip Rahv (huido con su familia de Ucrania al triunfar la Revolución de Octubre) y William Phillips se apoderan de la revista Partisan Review de Nueva York, en su origen en 1934 vinculada al Partido Comunista de los USA y una de cuyas principales tareas era la defensa de la Unión Soviética, y la convierten en un órgano trotskista y antiestalinista. Se convirtió en un importante órgano de propaganda anticomunista internacional financiado por la CIA. James Burnham envió informes confidenciales a Trotsky sobre la evolución de la revista y uno de sus redactores le invitó en 1937 a colaborar con la misma.
El trotskista que había militado en la misma célula que Burnham, Daniel Bell, antiguo estudiante del City College de Nueva York, se convirtió en el ideólogo conservador de la sociedad de consumo yanki. Miembro del Comité Americano por la Libertad Cultural financiado por la CIA, se negó a condenar el macartismo.
El POUM español de influencia trotskista tiene una triste historia (el mismo León Trotsky muestra desprecio y desconfianza por el Poum). De un lado en Aragón expropia en 1936-37 a modestísimos semi-proletarios y pequeños campesinos, implantando sobre ellos una auténtica dictadura fascista en nombre de “la revolución socialista”; por el otro, cuando van a Madrid en noviembre de 1936 a luchar contra el fascismo manifiestan mucha cobardía y debilidad huyendo del frente de la Ciudad Universitaria. Impulsó patrullas incontroladas que asesinaron a los comunistas, socialistas y republicanos que se les opusieron, según Arthur London.
El 7 de diciembre de 1936 pide a la Generalitat que conceda el derecho de asilo a Trotsky. Este grupo con la CNT da un golpe de estado en Barcelona en mayo de 1937 contra la República que se salda con la muerte de 500 personas y que favorece objetivamente al fascismo. Diversas pruebas documentales implican a dirigentes del POUM con los franquistas. Su dirigente Andreu Nin es detenido, interrogado y ejecutado por los servicios de seguridad de la República. Su dirigente Maurín al ser detenido por los franquistas en lugar de ser fusilado, como hacían con los simples oficiales del Ejército Popular y con los más modestos líderes sindicales de cualquier aldea remota, es liberado a los pocos años y aparece en el exilio en una bien saneada situación económica.
Su otro dirigente Julián Gorkín (de verdadero nombre Julián Gómez García-Ribera), expulsado del PCE en 1929, se convirtió en un relevante agente de la CIA en América Latina hasta el punto de ser nombrado delegado latinoamericano del llamado “congreso por la libertad cultural”. Otro de sus dirigentes, Pere Pagès (alias Víctor Alba) colaboró también con el congreso por la libertad cultural, plataforma anticomunista de la CIA.
El veterano inglés de las Brigadas Internacionales (que fueron calumniadas por los trotskistas, que acusaban a su jefe francés André Marty de ser el “carnicero de Albacete” y de estar al servicio de Stalin) Frank Grahan denuncia a los trotskistas por hacer circular el bulo que Stalin iba a dejar de enviar armas a la República española después de que Mussolini empezó a hundir barcos soviéticos.
El antiguo voluntario internacional del POUM y participante en los combates contra la República en Barcelona en 1937, el trotskista inglés George Orwell fue un activo colaborador del imperialismo. Produjo obras usadas por la CIA para la propaganda anticomunistas (Rebelión en la granja y 1984), entregó al servicio secreto británico listas de comunistas y cobró dinero por escribir artículos anticomunistas. Escribió sobre la obra de Burnham The Managerial Revolution tres artículos laudatorios.
En la 2ª guerra mundial algunos trotskistas aplican mecánica y dogmáticamente los mismos análisis que hacían los marxistas en la 1ª guerra mundial. El resultado es que algunos de ellos “fraternizan con los soldados del ejército de ocupación” hitleriano, que, según ellos, son “trabajadores de uniforme” y condenan como “terrorismo” la resistencia armada de los partisanos.
Mientras fraternizaban con las tropas invasoras los trotskistas luchaban en Francia “contra los estalinistas y los gaulistas”.
Profundizando su traición se opusieron a la “insurrección nacional” antinazi y al Frente Popular.
En Francia y Grecia la resistencia fusila a varios trotskistas acusados de colaborar con el ejército hitleriano. En Francia el grupo Barta, entre los que está David Korner, ideólogo de Lutte Ouvrière, se negó a ninguna actividad resistente argumentando que la invasión alemana correspondía a una guerra entre “dos imperialismos”. En Italia el primer grupo trotskista fue creado por soldados británicos y norteamericanos en la citada guerra.
En 1944 los grupos trotskistas ingleses Liga Marxista, Grupo Marxista y Liga Obrera Internacional (muy infiltrados por los servicios británicos) se unificaron dando lugar al PC revolucionario que contaba con 500 miembros. En 1949 se dividió en varios grupitos irrelevantes.
En 1952 el secretariado internacional de la IV Internacional dirigido al fin por el gran revolucionario Michel Raptis “Pablo” ‘entonces secretario general) expulsó al grupo francés de Lambert-Bleitbreux-Lequenne (financiado por la CIA) que creó el Partido Comunista Internacionalista (PCI) y el Comité Internacional de la IV Internacional.
En abril de 1952 las milicias armadas de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia derrotan al ejército burgués pero se niegan a tomar el poder perdiendo una ocasión extraordinaria de hacer la Revolución socialista y liberar al oprimido pueblo indígena obrero y campesino. Uno de los principales responsables es el POR trotskista, entonces con cierta influencia en los sindicatos, que decidió dar “apoyo crítico” al gobierno burgués de Paz Estenssoro que, lógicamente, reconstruyó el ejército hasta que éste pudo dar un golpe de estado en 1964 y aplastar a la Central Obrera Boliviana (COB).
En 1962 los trotskistas latinoamericanos liderados por el demente Posadas (teórico del socialismo extra-planetario) crearon su propio buró latinoamericano negándose a seguir las órdenes del secretariado internacional.
En los años 60 el SWP norteamericano tiene, según el revolucionario argentino Mario Roberto Santucho, “algunos miles de militantes de origen pequeño burgués, intelectuales, profesionales y estudiantes…constituyen el ala derecha de la IV Internacional”.
En 1973 el heroico PRT argentino, que fue exterminado por la dictadura argentina de 1976 a 1983, abandona la IV Internacional denunciando que esta corriente tiene “enormes limitaciones y una tradición escasamente reivindicable” y que incluye en su seno a “aventureros contrarrevolucionarios”.
El trotskismo presta buenos servicios al imperialismo patrocinando grupos anticomunistas que lucharon contra el régimen socialista del Este europeo, apoyando la contrarrevolución lanzada desde el poder gorbachoviano de 1989 a 1991 y apoyando a todas las fuerzas proimperialistas y anticomunistas responsables de la liquidación de la Federación Socialista Yugoslava, de las terribles guerras civiles que allí se produjeron y de la intervención militar y política del imperialismo euro-norteamericano.
Como dicen los militantes del Partido de la Liberación (P.L.) Argentino, los trotskistas son “camaradas de ruta” del proceso contrarrevolucionario inspirado por Margaret Thatcher, Ronald Reagan, George Bush, Helmut Kohl y Juan Pablo II”.
La lucha de los comunistas (pro soviéticos) contra los trotskistas.
En 1914 Lenin escribió en su folleto sobre el derecho a la autodeterminación que “¡Trotsky es más peligroso que un enemigo!”.
Ese mismo año, el 9 de mayo escribe:”Los viejos militantes marxistas rusos conocen bien a Trotsky y no hace falta hablarles de él. Pero la joven generación obrera no le conoce y es necesario hablarles de él. Porque es una figura típica de los 5 grupos extranjeros que flotan entre los liquidadores y el Partido”.
El pleno del Comité Central (C.C.) del Partido Comunista (Bolchevique) de Rusia de enero de 1925 estima que “el conjunto de las intervenciones de Trotsky contra el partido puede ser definido ahora… como el deseo de transformar la ideología del PCR en una especie de “bolchevismo” sin leninismo “modernizado” por Trotsky. Eso no es bolchevismo. Es una revisión del bolchevismo”. El documento repasa las cuatro discusiones que el partido ha debido mantener con Trotsky:
Sobre la paz de Brest,
Sobre los sindicatos,
Sobre el aparato del partido,
La que lleva en ese momento en la que “Trotsky ha emprendido ya la cruzada abierta contra los fundamentos de la concepción bolchevique del mundo”.
El XV Congreso del Partido (1927) caracteriza al trotskismo como “instrumento de la tercera fuerza contra el régimen de la dictadura del proletariado”.
El 8 de junio de 1926 el Presidium del Comité ejecutivo de la Internacional Comunista (I.C.) aprobó un documento que denunciaba las posiciones sectarias de los trotskistas.
El pleno conjunto del CC y de la CCC del PC (b) de la URSS de agosto de 1927 recuerda que “el partido y la KOMINTERN… condenaron en 1923 a la oposición trotskista, caracterizando sus opiniones como una desviación pequeño-burguesa”. El XV congreso del PC (b) de la URSS en diciembre de 1927 considera que la oposición trotskista-menchevique calumnia a la URS calificándola de Estado termidoriano degenerado, niega la dictadura del proletariado en la URSS y entabla una lucha contrarrevolucionaria contra ella. “La oposición trotskista ha roto por completo con el leninismo y defiende una plataforma menchevique-liquidadora, ayuda a los enemigos de la URSS con sus calumnias y realiza una labor escisionista inaudita”. En febrero de 1928 el IX Pleno del mismo órgano aprobó las resoluciones del XV Congreso soviético y declaró la pertenencia al trotskismo incompatible con la afiliación a la I.C.
El 27 de octubre de 1928 los miembros de la dirección del PC Norte Americano (PCA) Max Schachtman y Martín Abern que declararon su total apoyo a Trotsky fueron expulsados y crearon la Liga Comunista de América (LCA). En 1934 el PCA se enfrenta a la fusión de la LCA con el Partido Obrero Americano (AWP). En 1937 denuncia a la revista Partisan Review que invita a colaborar a Trotsky y que terminaría como un órgano de propaganda casi-oficial de la CIA. El dirigente comunista norteamericano William Z. Foster escribió que la lucha contra el trotskismo en los años 30 “decidía no sólo el destino de la Revolución en Rusia sino también el del Movimiento Comunista mundial. La victoria de las fuerzas trotskistas significaría el éxito decisivo de la reacción mundial”.
En 1927 el secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) Chen Duxiu es destituido y expulsado del Partido por sus posiciones trotskistas y capitulacionistas. Intenta conspirar contra el nuevo secretario del Partido Wang Ming. Éste escribe que “en el verano de 1927 fue derrotado el oportunismo de derecha de Chen Duxiu,… en el otoño de 1929 fracasó el grupo de liquidadores trotskistas-chenduxiuistas”. Considera que los trotskistas son “cómplices activos de la reacción imperialista.
De 1928 a 1930 el Partido Comunista Brasileño (PCB) expulsa a los trotskistas que formaron la “Liga Comunista Internacionalista” que, tras criticar la insurrección popular en 1935 de la Alianza Nacional Libertadora (ANP) y a su jefe, el mítico líder socialista y guerrillero Luiz Carlos Prestes, desapareció en 1936.
La Historia del Partido del Trabajo de Albania señala como en 1934, en los comienzos del comunismo albanés, se desató una lucha entre comunistas y trotskistas en el seno del “Grupo Comunista” de la ciudad de Korça: “Los elementos trotskistas se lanzaron con furia contra la línea seguida por Ali Kelmendi y contra la parte más estalinista del Grupo, esforzándose en obstruir por todos los medios la ampliación de la labor y la influencia de los comunistas entre las masas en vez de centrar sus ataques contra la burguesía. Su representante principal, Niko Xoxi, ambicionaba tomar la dirección del Grupo para luego obligarlo a que aceptase los puntos de vista trotskistas”. La lucha se saldó con el desenmascaramiento y la expulsión de N. Xoxi del comité directivo del grupo, terminando por reforzar la labor del estalinismo que conviene al juego del imperialismo.
En 1935 el fundador del Partido Comunista de Bélgica (PCB) Joseph Jacquemotte derrota a los trotskistas en la Conferencia del Partido de Charleroi.
En fecha indeterminada el “Amauta” José Carlos Mariátegui, fundador del PC peruano y gran pensador marxista escribe:”El trotskismo sabe de un radicalismo teórico que no logra condensarse en fórmulas concretas y precisas”.
En 1936 el gran comunista catalán Joan Comorera redacta la declaración de principios para la unificación de 4 partidos revolucionarios que dará lugar al Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) excluyendo explícitamente a los trotskistas.
En marzo de 1937 Stalin (el zorro sabe por zorro) acusa al trotskismo de pasar de corriente política de la clase obrera a “banda cínica y sin principios de saboteadores, agentes de diversión, espías y asesinos”.
En 1937 Ho Chi Min indica al PC de Indochina que no hay que aceptar absolutamente ningún compromiso con los trotskistas que hacen frente común con el colonialismo…
Según Mario Roberto Santucho, líder del PRT-ERP, los trotskistas vietnamitas se enfrentaron abiertamente al PC justamente cuando éste comienza a desarrollar la guerrilla. El Pleno de su C.C. de marzo de 1938 señala que se ha subestimado el peligro trotskista y la colaboración sin principios con los trotskistas. En marzo de 1939 este PC llama en un manifiesto a barrer a los trotskistas. En los años 40 las publicaciones ilegales del Partido y del Frente Viet Minh luchan contra “los trotskistas provocadores y saboteadores”.
En Octubre de 1938 Mao Tsetung afirma ante el C. C. del PCCh que “los servicios secretos del imperialismo japonés tratan constantemente de minar nuestro Partido y de hacer que, disfrazados de activistas, se infiltren en él colaboracionistas, trotskistas, elementos pro japoneses, degenerados y arribistas”.
A finales de los años 30 el Partido Comunista de Chile expulsa de sus filas a los trotskistas, que crean el “Partido Comunista de Izquierdas” y comienzan a luchar contra el Frente Popular que termina por fracasar en 1940-41.
El Ché Guevara escribió que “Consideramos que el partido trotskista actúa contra la Revolución”. La oposición sistemática del trotskista “Partido Obrero Revolucionario” (POR) a la Revolución Cubana fue perseguida: en 1961 fue destruida una edición en español de La Revolución permanente de Trotsky, en 1962 un trotskista fue detenido mientras difundía un panfleto, un mitin en honor a Trotsky fue prohibido en Guantánamo y su secretario general Idalberto Ferrera Acosta fue detenido durante 48 horas. En 1965 un grupo de trotskistas fue procesado. La represión cesó y los detenidos fueron liberados cuando los trotskistas se comprometieron a cesar en su actividad contrarrevolucionaria. En 1966 Fidel Castro acusó al trotskismo de ser “instrumento vulgar del imperialismo y de la reacción”.
Respondiendo a calumnias de un trotskista irlandés, el presidente nacional del Partido Comunista de Irlanda (PCI) Michael O’Riordan escribe que “Los hechos son testarudos y testimonian que el trotskismo, teórica y prácticamente, ha sido un fracaso en la historia y en ninguna parte ha podido instaurar el poder de la clase obrera”.
El traidor Gorbachov rehabilitó a Trotsky y a la economía “libre” de mercado poco antes de la liquidación de la URSS.
La lucha de los comunistas contra el trotskismo sigue en el siglo XXI. El líder de la Coordinación Comunista que lucha contra la degeneración del PC de Francia Jean-Luc Sallé estima que “la destrucción programada del PCF crea las condiciones para crear un partido trotskista que conduciría a la clase obrera al impasse… y reforzaría el dispositivo socialdemócrata, apoyo social del capitalismo. Las tácticas varían. LO y LCR quieren a partir de sus minúsculos éxitos electorales, crear una formación a “la izquierda” del PCF mutado. El Partido de los Trabajadores (PT, secta militarizada de Pierre Lambert, financiada con fondos de la CIA) practica el entrismo en el PCF… Para la coordinación comunista los dos adversarios de la reconstrucción del partido son los liquidadores reformistas y los trotskistas”.
En el seno del Partido Comunista de Filipinas (CPP) se produce una crisis política en 1991. Una parte de sus miembros, considerados traidores por el Partido, abrazan el trotskismo y crean en 1998 el “Partido revolucionario de los trabajadores de Filipinas”. Uno de sus cuadros será ejecutado en el 2001 por el Partido.
En el 2002 el líder de la Coordination Communiste pour la reconstruction du parti communiste revolutionnaire, que en 1999 había abandonado ya el PCF, Maurice Cukierman declara: “Hace falta recordar que a menudo el trotskismo es la escuela de formación política de los dirigentes socialdemócratas? El anticomunismo y antisovietismo que destilan dan prueba del callejón sin salida en el que intentan encerrar a la clase obrera”. También en el 2002 Raymond Casas, antiguo cuadro del PCF, uno de los fundadores del PC Marxista-Leninista de Francia, escribe que “el trotskismo es un peligro serio para un partido revolucionario aunque puede convertirse en una comedia ridícula. Los comunistas sinceros y lúcidos tienen que estar seguros que la reconstrucción de un verdadero partido revolucionario exige la vigilancia más grande en relación al trotskismo, cáncer mundial de todo Partido serio. La experiencia debe convertirnos en implacables en este punto, bajo pena de no conocer nunca un partido sólido”.
En el 2003 el comunista belga Johnny Coopmans imparte un curso titulado “El trotskismo, una doctrina antimarxista?” en la universidad marxista de verano del PTB. Afirma que “analizar el trotskismo es aprender a construir hoy un movimiento socialista””.
El presidente del PC de la Federación Rusa (PCFR) Guennadi Ziuganov escribe en el 2004 que “Haremos lo posible para no permitir en nuestras filas el espíritu del trotskismo, o lo que es lo mismo, los intentos de determinados activistas engreídos, que se sienten superiores, “superhombres, por encima del CC, de sus reglas, de sus decisiones, dando de este modo la excusa a determinada parte del partido a hacer un trabajo de desgaste que haga perder la confianza de ese mismo CC”.
Los progresistas y revolucionarios contra la farsa trotskista.
El profesor universitario y líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) Vicente Lombardo Toledano en los años 30 consideraba el programa de Trotsky contrarrevolucionario.
En 1938 el periodista progresista norteamericano Malcolm Cowley, miembro del comité de redacción del The New Republic, denunció a la revista Partisan Review de lanzar una “campaña antisoviética bajo la bandera de la cuarta internacional”.
Según Chomsky (La Jornada, México, 3 septiembre 2000) el gobierno trotskista-laborista de la Bolivia de los años 50 fue eliminado por los USA mediante la cooptación:
“Lentamente los integraron al sistema estadounidense y terminaron subordinados al poder estadounidense”.
El MAS argentino en 1999 pide la intervención de tropas extranjeras en los Balcanes. Mucho antes, a principios de los 80, bajo la dictadura militar, los morenistas del PST-MAS colaboraron con el general Viola, al cual consideraban como un “democratizador”. La presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo Hebe de Bonafini les considera cobardes.
El sociólogo James Petras escribe que “algunas sectas trotskistas llegaron a proponer que se compraran armas para los tratantes de blancas, traficantes de drogas y autores de limpiezas étnicas del ELK. Un caso de reacción política combinado con una psicosis”.
El escritor de origen soviético residente en Israel, Israel Shamir escribe en el 2004: “’stalinista’ es jerga trotskista para decir comunista, la palabra que utilizan para tratar de congraciarse con los anticomunistas… Los trotskistas en Rusia constituyen una fuerza pro-occidental y pro-estadounidense y son incluso más anti-rusos de lo que era León Trotsky. Lo mismo vale para muchos (aunque no todos) grupos trotskos en Europa”.
En el 2005 en una página progresista de la ciudad francesa de Lille un militante escribe que “combatir a los trotskistas es enfrentarse a la socialdemocracia neo-liberal en su conjunto”.
Lástima que ya no existen más las ediciones en lenguas extranjeras de Moscú para reescribir la historia en favor de Josip Dzugasvili (Stalin)
Fuentes:
Diario Octubre - Bitácora Marxista-Leninista